El papel de los clubes

En la última edición de la excelente revista Constitutional Political Economy se encuentra un artículo de Todd Sandler con el título «Buchanan clubs».

http://link.springer.com/journal/10602/24/4/page/1

Sandler ha escrito mucho sobre el tema, aquí repasa la contribución original de James Buchanan y desarrollos posteriores. Siempre me ha atraído la idea de los clubes, seguramente porque buena parte de mi vida pasó dentro de ellos, pero en este caso, sobre todo porque se presentan como una clara alternativa «voluntaria» para la provision de bienes que presentan características de exclusion y algo de rivalidad en el consume (dependiendo de la cantidad de socios).

Buchanan fue, tal vez, más allá de Sandler, pensando que los clubes también podían proveer bienes de carácter «público» y en una reciente investigación que realizara sobre boyas y balizas privadas en la costa norte del Río de la Plata eso parece ser el resultado (incorporaré esto al libro más adelante). Es decir, para Buchanan, bajo ciertas condiciones los bienes públicos podían ser provistos voluntariamente por medio de clubes.

Sandler extiende el concepto de club a cuestiones tales como: alianzas militares, áreas naturales, ciudades, rutas, internet, organizaciones internacionales y uniones aduaneras. No se si lo sigo en cada una de esas, tendría que analizar caso por caso.

Todo club tiene que tomar básicamente dos decisiones importantes: el nivel de gasto (y la cuota) y la cantidad de miembros. Puede tener más miembros con menos cuota y más congestion, o menos miembros con más cuota y menos congestion. Algunos pretenden encontrar ese punto óptimo, seguramente variará por cada club con miembros diferentes con valoraciones subjetivas diferentes. Irán descubriendo donde se encuentra ese punto (que además cambiará con cambios en las valoraciones subjetivas). En fin, estos últimos puntos tal vez le puedan dar un toque subjetivo austriaco a esta teoría. Veré de desarrollar esto en el futuro.

Suizos y franceses contra la «inmigración masiva»

Desde Adam Smith, y sobre todo desde David Ricardo, sabemos que no hay mejor alternativa al libre comercio. A partir de allí, siempre ha sido nuestra propuesta de maxima la apertura unilateral, y el modelo más cercano de su éxito la política chilena, implementada por Pinochet pero (y no es menor el tema), profundizada por la Concertación. Siempre hemos pensado que los tratados regionales o bilaterales de libre comercio eran una forma de eludir la apertura completa.

Quiero señalar aquí, sin embargo, ciertos beneficios de ese tipo de tratados, que no tiene que ver con el comercio, sino con las limitaciones al poder que imponen. Nada menos que los suizos, un pueblo civilizado si los hay, ha votado ahora en contra de un acuerdo de libre inmigración laboral con Croacia. El rechazo triunfó con el 50.3%, lo que habla, en cierta forma, a favor de los suizos, ya que al menos señala que hay casi un 50% que está a favor. Esto es aun más valioso si notamos que la pregunta que tuvieron que contestar era si estaban a favor o en contra de la «inmigración masiva».

http://www.lemonde.fr/europe/article/2014/02/16/la-suisse-renonce-a-ouvrir-son-marche-du-travail-a-la-croatie_4367482_3214.html

Los politicos no son tontos, saben cómo presentar las preguntas. Así planteada es como si me preguntaran si estoy de acuerdo que la hinchada de Boca pueda entrar en mi casa a su gusto. Si, aun así, el 50% dijo que sí, confirma que no hay pueblo más civilizado que los suizos.

Uno no imagina a  Roger Federer diciendo que Novak Djokovic no puede entrar a su país. Algo similar sucede con los franceses.

Según una encuesta reciente, un 59% apoya una restricción de la circulación de ciudadanos «europeos» en Francia. Imaginen lo que pensarán de los inmigrantes sudacas o africanos.

http://www.lepoint.fr/politique/libre-circulation-en-europe-59-des-francais-veulent-imiter-les-suisses-15-02-2014-1792088_20.php

Ahora bien, los suizos se han generado un problema, porque tienen varios tratados firmados con la UE abriendo su Mercado laboral, y Croacia es ahora un miembro de la UE. Funcionarios europeos han señalado ya que si Suiza repudia ese tratado, caen en forma inmediata todos los tratados con la UE. Y está claro que la mayor parte del comercio suizo se dirige a Europa. Algo similar ocurre con los franceses, una política tal significaría el repudio a un principio central de la UE, la libre circulación de las personas. Entonces, la pregunta es, y al margen de que estos tratados sirvan para promover la apertura commercial o no, ¿sirven como una limitación a la barbarie?

La farsa del techo a la deuda pública

Debt ceilingEstados Unidos tiene una alta calidad institucional, no es el primero, pero sí está entre los diez o quince primeros en ese aspecto. Sin embargo, esto no quiere decir que estén cerca de la perfección o el óptimo.

Una prueba de esto es el nuevo debate sobre el techo de la deuda pública. En el capítulo sobre «límites al oportunismo politico» del libro, presento esta idea como una medida, entre otras, para limitar el poder y la discrecionalidad de los gobiernos.

Pero está claro que lo que está sucediendo allí es una farsa, ya que si cada vez que se llega al límite, se lo amplía, entonces efectivamente no hay ningún límite. Como los politicos son racionales y conocen bien cómo intentar manipular a la opinion pública, cuyo apoyo necesitan, amenzan con el cierre del gobierno, presentan escenarios dramáticos, cierran los servicios más visibles para los votantes, hasta que generan un ambiente de opinion pública que ejerce una irresistible presión para terminar con ese cierre y subir el techo.

En esta circunstancia, los líderes del Partido Republicano tiran la toalla y aprueban el aumento sin discutir. Una muestra de que la norma institucional no está cumpliendo su finalidad, la única utilidad que tiene es que saca el tema a la luz de tanto en tanto y llama la atención acerca del despilfarro publico.

Tal vez por esta misma experiencia es que James Buchanan proponía que este tipo de normas tuvieran rango constitucional. Supuestamente sería más difícil si cada vez que se elevara el techo fuera necesaria una enmienda. Aunque no se debe desestimar la creatividad de los politicos para eludir este límite.

¿Significa esto que no hay límite posible? En verdad hay dos tipos de límites: interno y externo. El que vimos aquí sería «interno», y también podríamos considerar la necesidad de un plebiscito para aumentar el techo, o un simple repudio generalizado a esa conducta.

El límite externo ha sido experimentado por otros paises: es el que impone el Mercado cuando los ahorristas e inversores no están dispuestos a prestar más.

La parábola de Argentina y la racionalidad de los politicos

La revista The Economist vuelve a presentar, en su tapa esta vez, un análisis serio y contundente de la «paradoja» argentina. Una respuesta a esa pregunta que tanto locales como extranjeros se hacen: ¿cómo puede ser que un país con recursos, naturales y humanos, de alta calidad, se suma en un constante intento de arruinar sus posibilidades?

Messi - The EconomistEl análisis del artículo es correcto, y coincide en gran medida con el que propongo en el Cap. 5 del libro. El problema es institucional y, antes de eso, de valores y cultura, de haber adoptado con fervor el dogma populista que desprecia el valor de las instituciones y resalta la figura del lider, que reduce la importancia de la productividad y la competencia enfatizando la redistribución, la protección y el privilegio.

Con particular referencia al caso de las políticas agrícolas que castigan la eficiente producción local, la pregunta que se busca contestar es: ¿porqué politicos que quieren aumentar su poder y ser reelectos aplican políticas que están destinadas al fracaso y a frustrar finalmente sus propios objetivos? ¿No es que racionalmente buscan alcanzar sus propios fines?

La respuesta es que el caso no niega su racionalidad, sino que el análisis de la realidad está mediado por un velo, por una «vision del mundo», que los lleva a creer que esas políticas en definitiva le permitirán alcanzar sus objetivos. Y esta visión, en el caso de las políticas agrícolas (retenciones a las exportaciones, etc.) se basa en una teoría económica (la enfermedad holandesa), en una vision de la función del estado (cuya función principal es redistribuir) y en un conveniente cálculo politico (es redituable imponer impuestos en un grupo altamente productivo, pero minoritario, para redistriuir a una mayoría).

Instituciones y coordinación

En el libro «Instituciones, cambio institucional y desempeño económico» (FCE 1995), Douglass North define a las instituciones como «las reglas de juego en una sociedad, o más formalmente,… las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana».

Y luego: «Las instituciones reducen la incertidumbre por el hecho de que proporcionan una estructura a la vida diaria».

No se desde dónde viene esta idea, pero incorporé al libro esta cita a pie de página. Se refiere a Hayek (Camino de Servidumbre), 50 años antes:

Las instituciones entendidas como conjuntos de normas que facilitan coordinar las acciones entre los individuos es uno de los supuestos centrales de la llamada “Economía Institucional”, idea ya presente en Hayek (1976 [1944]) al referirse a las
normas formales de contenido general, p. 106: “Pueden casi describirse como un
tipo de instrumento de la producción que permite a cualquiera prever la
conducta de las gentes con quienes tiene que colaborar, más que como esfuerzos
para la satisfacción de necesidades particulares”.

El Foro y el Bazar – Introducción

P EL FORO Y EL BAZARVivir en sociedad es aprovechar los beneficios de la división del trabajo en el marco de ciertas normas que permiten coordinar nuestras actividades y proveernos de ciertos bienes y servicios comunes. Tenemos dos caminos para buscar satisfacer nuestras necesidades: el mercado y la política. “El Foro y el Bazar” hace referencia a dos espacios que en cierta medida representan a ambos.

El Foro comenzó siendo un mercado, originalmente situado fuera de las murallas de la ciudad (fórum), pero para el siglo VI A.C. había pasado a estar dentro y se habían construido muchos edificios representantes del poder político. En particular, durante la República se realizaban los “comicios”, asambleas donde se tomaban decisiones políticas, judiciales y legislativas. Lo tomamos aquí como un ejemplo de la toma de decisiones colectivas, o el camino de la política.

La palabra “bazar” es de origen persa y significa “el lugar de los precios”. Es el típico mercado que se ofrece como punto de encuentro o conexión entre compradores y vendedores, donde las personas realizan todo tipo de intercambios. Con distintas denominaciones, mercados de ese tipo existen en todas las ciudades, algunos más organizados otros más dispersos y actualmente incluso virtuales. Reflejan aquí el camino de los intercambios voluntarios en el mercado.

En distintas proporciones, a lo largo de la historia muy diversas sociedades han recorrido tanto uno como otro, modificando en el tiempo cuanto buscan alcanzar por medio del mercado y cuánto a través del estado. Existen también, por supuesto, distintas visiones de filosofía política y moral en la discusión acerca de cuánto correspondería tanto a uno como a otro, incluyendo algunas que sostienen que uno solo de ellos sería la situación ideal y el otro (mercado o estado) no sería necesario.

Este trabajo asume simplemente que en el estado actual de evolución social estos dos caminos están presentes y buscará analizar cada uno de ellos, las soluciones que ofrecen y los problemas que presentan, desde la perspectiva de la teoría económica más los aportes de otras ciencias sociales y, en particular, el análisis de los marcos institucionales, llegando hasta considerar problemas específicos de políticas públicas como temas ambientales, pesca, educación, telecomunicaciones, estándares tecnológicos y muchos otros.