Discutimos sobre la «deslocalización de la producción». ¿Cómo evita eso un país desarrollado? (VI)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre la deslocalización en base a este comentario (van sin los nombres completos):

El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Sus opiniones:

  • En cuanto a cómo evitar la sangría de la deslocalización en los países desarrollados, diría que para un país desarrollado competir en costes con un país en vías de desarrollo es muy difícil.

Una de las soluciones más lógicas sería producir bienes de alto valor añadido, pudiendo satisfacer una demanda de productos de mayor calidad que los países desarrollados no pudiesen satisfacer.

  • Según hemos aprendido en esta asignatura, los empresarios invierten hoy para producir los bienes que creen que serán más valorados mañana estimando un precio futuro, para ello compiten entre sí por apropiarse de los factores de producción que les interesan. Incurriendo hoy en unos costes que siguen a los precios que han estimado para mañana.

Por tanto si estiman para los bienes futuros unos precios más competitivos que los actuales, ello les lleva a reducir los costes deslocalizando la producción. Como en el ejemplo del enunciado de producir en China.

En mi opinión las medidas que actualmente toman los Estados Desarrollados para evitar esta deslocalización, tienen que ver con políticas de intervencionismo, como dar algún tipo de subvención, aprobar leyes restrictivas, nuevos tipos impositivos, etc. Según voy ampliando mis conocimientos cursando este máster dudo más acerca de la efectividad de estas medidas en el largo plazo.

  • Partiendo de la premisa siguiendo a Mises de que «es el empresario quien impide la pervivencia de toda actividad productiva que no atienda, en cada momento las mas urgentes necesidades de los consumidores del modo mas barato posible. Los precios del pasado constituyen su punto de partida, intentando prever cuales serán los futuros».

La deslocalizacion de empresas de Europa ocidental hacia Asia y Europa oriental se debe fundamentalmente a reducir costes de mano de obra. No creo que esa reducción de costes se refleje en los precios inmediatamente sino que serviran para prepararse para los precios del futuro.

De los paises desarrollados, voy a hablar del que mas conozco que es España, es incapaz de implantar politicas que reduzcan la carga social a las empresas porque hay que financiar el estado del bienestar. Parte de esa labor la ha hecho la «crisis» abaratando salarios y cambiando contratos fijos por eventuales. Para evitar la deslocalización se recurre a subvenciones, suelo gratuito, creditos blandos, menores tipos impositivos etc.. Se da el caso dentro de España de que alguna Comunidad Autónoma le facilita el cambio de Comunidad a las empresas regalandole el suelo para ampliaciones de plantas fabriles que no conseguian en su Comunidad de implantación.

  • En EEUU, los costes laborales representan casi el 70% del coste de producción, de media. En países como España, mucho más debido a, como han comentado mis compañeros con anterioridad, a las cargas sociales que exportan empleo e importan desempleo.

Con la incorporación a la OMC de países ex-soviets y China, se estima que el mercado laboral se ha incrementado en 1.000 millones de individuos. Ya sabemos qué sucede en cualquier mercado cuando se multiplica brutalmente la oferta, verdad?

En un mercado flexible, esta fuerte tendencia hacia la reducción de salarios y cargas sociales habría tenido una traducción en acompañamiento a la baja del factor coste trabajo en la empresa. Eso hubiera sucedido en un mercado flexible, el laboral no lo es, por lo que en muchas ocasiones la traducción se hizo en forma de deslocalización.

  • El proceso de deslocalización de la producción se hace fundamentalmente por el menor coste de la mano de obra, lo que convierte a las empresas que deslocalizan en más competitivas. Los precios bajan gracias a que los costos de producción se reducen y esto redunda en beneficio de los países más ricos de los que se ha ido la producción, ya que son los que más productos consumen. Este ahorro en el precio de estos productos permite a estos países crear puestos de trabajo en otros sectores como el comercio y turismo, es decir no se destruye empleo si no que se sustituye empleo industrial por empleo del sector servicios. Para los países a los que se lleva la producción supone un descenso de la desocupación y aunque los sueldos son más bajos que en los países desarrollados tienden a ser más altos a los que cobraban anteriormente. Esto supone un aumento en el nivel de vida de estos países y un desarrollo económico muy superior al de otros países en los que no se deslocaliza la producción.

Los países desarrollados por tanto para evitar los daños de la deslocalización además de lo comentado anteriormente tienden a especializarse en la fabricación de artículos caros y de mayor calidad lo que les permite seguir manteniendo su posición. La industria que se mantiene en los países desarrollados es mucho más especializada y aporta un valor añadido.

En conclusión entiendo que la deslocalización favorece tanto a los países desarrollados que deslocalizan como a los países menos desarrollados que reciben la producción. Sólo perjudica a las empresas que no son capaces de adaptarse a esta nueva realidad. Las desigualdades entre países se van reduciendo paulatinamente con la globalización.

  • En el análisis austriaco, es el PRECIO el que esta fijado, y es el COSTE lo que ajustamos.

Es decir, el empresario no monopolista (sin poder de fijación de precios sobre el mercado) se encuentra con que el mercado paga 100$ (es un ejemplo) por su producto, y no mas. Y a partir de ahi, el empresario se»busca la vida» para encontrar unos «costes y medios de producción» que le permitan vender a 100$ y ganar dinero. Y los buscara en España, en Guatemala o en China. La localización es irrelevante. Llamar «sangría» a la deslocalizacion es un prejuicio ideológico. Nadie es dueño de un derecho exclusivo a producir con una determinada tecnología en un determinado sector.

Los costes de los factores de producción «abandonados» en España por el empresario que se fue a producir a China (que deslocalizo», en la jerga quejumbrosa izquierdista) se ajustaran a la baja con gran rapidez si no tienen un uso alternativo, y mas lentamente si si que lo tienen. Es en este sentido que es el precio el que determina los costes: si los factores de producción sirven solo para producir un bien, el precio (coste) de dichos factores va unido irremisiblemente al de bien. Pero si sirven para producir varios bienes finales, su movimiento a la baja será mas lento.

Los países (entendiendo por tales los gobiernos de los países) luchan contra «fantasmas ideológicos» que se ponen de moda con medidas que arruinan aun mas al país. La deslocalizacion es uno de esos fantasmas. Los productores de calzado de Elche deslocalizan porque el Estado, el Gobierno, con tantas normas, les ha arrebatado el control de su empresa y les impide ser flexibles y adecuar sus costes en España a la evolución (a la baja) del precio que el mercado paga por su producto (calzado). Las leyes le impiden ajustar el tamaño y coste de su plantilla a lo que seria viable, el oligopolio de la energía le sangra en la factura de la luz y el del petróleo en la distribución. Sindicatos y oligopolios son los «dueños» de su empresa y le impiden ajustarse. Y al final les da las laves de la empresa y se marcha con la música a otra parte.

Y el gobierno, en vez de derogar leyes que permitan que nuestro empresario ajuste y sea flexible, aprueba normas que hacen todo aun mas rígido. Con lo cual los gobiernos, con sus nuevas normas, FAVORECEN E INCREMENTAN la deslocalizacion que dicen combatir.

  • El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

La «deslocalización» reduce los precios en los mercados que compran; a la vez que genera oportunidades de trabajo en los mercados que producen, quizás por un mejor mix de factores de producción. En el largo plazo, los precios de los factores de producción, al competir, tienden a subir en el mercado de producción.

2) Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

No debe hacer nada, es algo natural, como el nacimiento o la muerte.

Tratar de evitar que este proceso de «destrucción creativa» (descrito por Schumpeter) e interrumpir los cambios que tiene lugar en una economía de mercado; en el que los nuevos productos o nuevas forma de trabajo destruyen viejas empresas y modelos de negocio, es un error garrafal de los políticos.

En este proceso, el protagonista es un héroe, el emprendedor, cuya energía está detrás del crecimiento económico sostenido a largo plazo, pese a que puedan destruir en el camino el valor de compañías bien establecidas.

Se viene: «Bienes Públicos Globales» y algún «estado» global que sería necesario para proveerlos

Con los alumnos de Epri en la UFM (Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales) estaremos viendo el tema de los “bienes públicos globales”. Para ello, leerán el resumen del texto de Kaul, Grunberg & Stern, “Global Public Goods”, publicado por la ONU. Este resumen trae un delirante prólogo a la edición española por el ex presidente de Costa Rica, donde trata el tema del perdón de la deuda a los países pobres como una gran medida para fomentar su desarrollo, tema que poco tiene que ver con el contenido del libro: http://web.undp.org/globalpublicgoods/Spanish/Spsum.pdf

Más interesante es el tratamiento del concepto de “bien público” llevado al ámbito global. Los autores terminan concluyendo en la necesidad de algo así como un “estado global” que los provea (no es casualidad que el tema interese a los burócratas de la ONU):

“Al aplicar el concepto de bienes públicos mundiales, procuramos encontrar bienes que arrojen beneficios allende las fronteras, las generaciones y los grupos de población. Todos los bienes públicos, sean estos locales, nacionales o mundiales, tienden a padecer de insuficiencia en su oferta. La razón de ello es, precisamente, que son de índole pública. Para los protagonistas individuales, con frecuencia la mejor estrategia y más racional es dejar que los demás proporcionen el bien y luego disfrutar de él de manera gratuita. En el plano internacional, el problema de la acción colectiva se agrava por la discrepancia entre efectos externos que tienen un alcance cada vez más internacional, y el hecho de que la principal unidad de formulación de política sigue siendo el estado nación.

Nuestra tesis es que los disturbios actuales ponen de manifiesto un grave déficit en la provisión de bienes públicos mundiales.”

Critico este concepto en el Capítulo 2 del libro “El Foro y el Bazar”. Algunos párrafos:

“El proceso de globalización, o la movilización de recursos por todo el planeta plantea, para algunos autores, no sólo la necesidad de bienes públicos nacionales, sino también “globales”. Sus características principales serían (Kaul et al, 1999, p. 2) las ya mencionadas de no exclusión y no rivalidad en el consumo y que sus beneficios sean “cuasi universales en términos de países (cubriendo más de un grupo de países), pueblos (llegando a varios, preferiblemente todos, grupos poblacionales) y generaciones (extendiéndose tanto a generaciones presentes como futuras o por lo menos cubriendo las necesidades de las generaciones actuales sin eliminar las opciones de desarrollo para generaciones futuras). En tales circunstancias, pocas cosas quedan fuera de esta definición y la lista de bienes públicos aumenta considerablemente.

Estos autores clasifican a los bienes en públicos puros e impuros. Los primeros fueron definidos antes y a nivel global se presenta como ejemplos la paz, ya que “cuando existe, todos los ciudadanos de un país pueden disfrutarla y su gozo, digamos, por poblaciones rurales no reduce los beneficios de las poblaciones urbanas”. Ya hemos comentado antes sobre el grado de colectividad de la defensa, ahora se suman también en esta categoría la provisión de ley y orden y un buen manejo macroeconómico. En cuanto a los bienes públicos impuros serían aquellos que cumplen parcialmente con las características mencionadas, es decir son parcialmente no rivales o parcialmente no excluyentes. Como ejemplo, Kaul et al, plantean el caso del consumo de una comida nutritiva que a primera vista parece ser un bien privado pero que también brinda beneficios públicos ya que mejora la salud y ésta la posibilidad de adquirir habilidades que permitan un trabajo productivo, lo que beneficiaría no solamente a la familia sino a la sociedad en su conjunto pese a que los beneficios inmediatos sean mayormente privados.

Está claro que con esta definición no hay bien o servicio alguno               que no tenga algún tipo de impacto en los demás. Y en tanto vivamos en sociedad parece que esto fuera inevitable. La discusión no es que tengan o no tengan algún tipo de impacto sino cómo considerar si ese impacto es negativo o positivo siendo que las valoraciones son subjetivas y si el estado es el único capaz de proveerlos. Así, “males” públicos demandarían soluciones colectivas que serían “bienes” públicos incluyendo, según Kaul et al, las crisis bancarias, crímenes y fraudes en Internet, problemas sanitarios debidos al mayor comercio y transporte de personas y también de la extensión de actividades riesgosas como el abuso de drogas y el tabaquismo.

Un programa de alivio de la pobreza en África, por ejemplo, sería un bien público global si, además de mejorar la situación de esa población también contribuyera a la prevención de conflictos o la paz internacional o redujera el deterioro ambiental o mejorara las condiciones sanitarias globales. Las organizaciones internacionales y las ONGs internacionales serían las que proveen este tipo de bienes públicos globales (Martin, 1999).

Pero si todo bien o servicio que tenga efectos hacia terceros justificara con esa circunstancia su provisión estatal o a través de organismos internacionales financiados por estados y, en última instancia, contribuyentes nacionales, entonces prácticamente “todo” tiene características de bien público. Un bien público “puro” no sería ya un bien económico, tal el caso del aire puro; y todos los demás serían “impuros” y sujetos a la provisión vía decisiones políticas y no de los consumidores en los mercados.”

Discutimos sobre la «deslocalización de la producción». ¿Cómo evita eso un país desarrollado? (V)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre la deslocalización en base a este comentario (van sin los nombres completos):

El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Sus opiniones:

  • “Estimado XX. Absolutamente en tu tesis, pero para eso va bien mirar un poco de geo-estrategia mundial de los últimos 100 años, (a mi me apasiona)

Hay un caso que me llama mucho la atención: Japón en los 80 eran la segunda potencia mundial (prácticamente) creíamos en un Japón sin límites, derrepente en estos años Japón casi ha desaparecido por el auge de las potencias de su entorno,

¿Por que China no esta como Corea del norte?, ¿quien abre esas puertas?

¿Quien dicta esas políticas? ¿Es necesario un continuo desarrollo y abandono para la creación de riqueza (teoría de los fluidos)

Estoy muy de acuerdo con la opinión general de este foro. Quiero plantearos una pregunta que me rondaba ayer por la cabeza.

La deslocalización ¿surge por la excesiva regulación? ¿en una hipotesis de mercado absolutamente liberalizado, existiría?

Mi opinión, es existiria siempre tanto en un mercado regulado como en uno absolutamente liberalizado.

¿como lo veis?

  • Yo, la verdad, siempre me he considerado un liberal. Pero ahora, si cabe, desde que estoy en Omma, mucho más!!

Pero desde mi humilde punto de vista, no creo que el hecho de que un país está más o menos liberalizado tenga un peso muy fuerte en la decisión de un empresario de deslocalizar la producción de su empresa. Al final ese tema puede que vaya dentro del pack o no, pero lo verdaderamente importante son los costes.

Tal como he comentado antes, en España existen sectores que de no ser por haber deslocalizado la producción de sus empresas, ya no existirían (industria del zapato en Elche), y curiosamente, una parte importante de sus actividades sigue en nuestro país (diseño, distribución, acabado de muchos modelos…).

  • El profesor nos plantea 2 preguntas como elemento de debate:
  1. El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?
  2. ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

 

  1. Creo que en la primera hasta el momento estamos todos de acuerdo en la siguiente secuencia de hechos, como si de una pelicula se tratara con varios personajes beneficiados:
  2. a) El empresario busca reducir sus costes de producción (primer «personaje» beneficiado: el pais receptor de esas inversiones) y ello no impacta directamente en el precio del producto. Aumenta su margen del beneficio (segundo personaje beneficiado: el empresario)
  3. b) Al aumentar el margen, aparecen nuevos competidores que, conocedores de que pueden producir a costes menores, ofrecen su producto a precios mas bajos (tercer personaje beneficiado: nuevos empresarios que entran en el negocio) beneficiandose así de manera final el ultimo personaje de la pelicula: los consumidores.
  4. c) Como se ha comentado no es la deslocalización de la producción sino la competencia empresarial la que hace disminuir los precios. Siempre hablamos de competencia empresarial pero yo quiero hacer una interpretación de la deslocalización también como un fenómeno de competencia ya que para que se produzca:

c.1) Se produce de manera indirecta un fenómeno de competencia entre trabajadores donde unos realizarán un trabajo a cambio de un determinado salario (trabajadores del pais receptor de la inversión), mientras que en otros paises los trabajadores solo realizarían ese trabajo a cambio de un salario mayor. Obviamente esto se produce porque el «coste de la vida» varía mucho entre países ( www.numbeo.com )

c.2) En el punto anterior tambien influye una compentencia entre paises en la cual aquellos paises con una menor carga regulatoria y fiscal son mas atractivos y por tanto más facilmente se benefician del proceso de deslocalización de la producción

  1. Creo que la segunda pregunta es la que realmente puede generar más debate. A mi entender, para evitar la deslocalización es necesario:

2.1 Fomentar un cambio cultural en el país, a partir de la educacion, creando ciudadanos más libres, con una mayor cultura financiera, con una mejor percepción y respeto a lo que es el emprendimiento. Esto puede parecer una entelequia, una utopía, pero creo que es un paso necesario para conseguir que un país tenga menos regulación, mayor flexiilidad laboral y menos carga impositiva. El estado no cambiará solo, tenemos que cambiarlo los ciudadanos ( uff, que complicado es eso….)

2.2 Como ya se ha comentado, apostar por I+D con el fin de tener procesos de producción en los que se combine maquinaria y robótica avanzada con trabajadores altamente cualificados y especializados.

  • Totalmente de acuerdo con tu comentario Juan.

Carlos:

 

A mi entender la regulación es solo un factor que influye, pero no el único. Creo que no hay que perder de vista que el origen de la deslocalización es que el empresario busca disminuir sus costes de producción. Luego, como dice Juan Rodriguez la producción «fluye» (como diria Juan De Ros) a paises donde existen amplias capas de población con una mayor capacidad de intercambio, de su tiempo (tienen una baja valoración subjetiva del mismo) en relación al sueldo que van a recibir a cambio de ese trabajo (lo valoran más que las horas que dedican)

  • El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

Efectivamente, son los precios los que determinan los costos y es por esto que los empresarios buscan reducir estos últimos para poder colocar sus productos en el mercado y poder obtener un beneficio al vender a los precios que fija el mercado.

Una manera de reducir costos es deslocalizar el producción como indica la pregunta y producir en países en los que la mano de obra es barata por ejemplo. Esto debería tener un impacto en los precios de los bienes de producción a la baja para el empresario, que busca maximisar su margen de beneficio mediante la búsqueda de costes mas bajos.

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Subsidios: Lo primero que se me ocurre es mediante la implementación de programas de subsidios a ciertos bienes de producción, por ejemplo el gobierno puede subsidiar el coste de la energía electrica para las empresas.

Tax Breaks: Rebajar los impuestos a los productores. Hay sectores que gozan de rebaja de impuestos cuando producen un bien que es prioritario para la estabilidad del país. Por ejemplo, hasta hace unos años había una reducción de impuestos para productores de Shales gas/oil en USA, porque la independencia energética es prioritaria para el gobierno Americano.

Tarifas a las importaciones: Si se imponen tarifas o mayores impuestos a la importación a productos importados se favorce al productor nacional al hacer que las importaciones sean menos competitivas. Otra cosa que hacer tambén es favorecer las exportaciones.

Cuotas: Establecer cuotas de importación también, para no saturar el mercado con productos importados y dejar cuota amplia de mercado a los productores domésticos.

Bajar el sueldo mínimo: Medida muy impopular, pero podría funcionar, aunque no creo que se implemente nunca.

Por qué el lobby tiene éxito y la mayoría de votantes desinformados apenas se da cuenta

Don Boudreaux presenta algunos conceptos básicos de Public Choice en un interesante artículo publicado por Cato: http://www.cato.org/policy-report/novemberdecember-2014/why-governments-fail-why-ideas-matter

Entre otras cuestiones, plantea porqué el lobby puede tener éxito en una sociedad democrática. Después de todo, en democracia se elige un gobierno por mayoría: ¿por qué la mayoría aprobaría políticas que benefician a unos pocos cuyo costo recae sobre todos los demás? La existencia misma del lobby muestra una falla de la democracia, ya que, de hecho, es posible que esto ocurra.

Votar

Public Choice ha señalado que esto se debe, en buena medida, porque los beneficios están concentrados y los costos están dispersos. Boudreaux trae un buen ejemplo: desde 1934 el gobierno de los Estados Unidos ha utilizado cuotas de producción, altos aranceles y garantías de préstamos para subsidiar la producción de azúcar. En un año normal, estos programas tienen un costo de 2.900 millones de dólares.

Hay unos 314 millones de norteamericanos que consumen azúcar pero solamente 4.700 productores. Esto significa que el subsidio al azúcar le cuesta a cada consumidor $10 al año aproximadamente, pero significa $617.000 por cada productor. El incentivo del consumidor para oponerse a este programa es débil, diez dólares al año no le justifica todo lo que tendría que hacer para oponerse. Por el contrario, el productor tiene un fuerte incentivo para hacer todo lo necesario para mantenerlo.

Esto se relaciona también con otro fundamento básico del Public Choice que es el supuesto de que el votante es “racionalmente ignorante”. Como estar informado es costoso, no tiene sentido esforzarse para estarlo en cuestiones sobre las que el votante no determina el resultado, y tienen poco impacto en su vida. Por eso, el votante apenas conoce el programa de subsidios al azúcar. Por el contrario, el productor está al tanto de ese programa hasta su último detalle. Con conocimiento y muy motivado en los productores, no es de extrañar que el subsidio se mantenga y los políticos se den cuenta que pueden otorgarlo (y así obtener el apoyo de este grupo) sin mayor costo político entre los votantes.

Pero el Public Choice ha sido criticado por tener una visión “economicista” de la política, donde todos los jugadores se mueven en base a incentivos materiales. No es así según Broudreaux. Precisamente porque cada votante tiene un impacto mínimo en la decisión electoral y sus intereses materiales apenas se verán afectados por su voto personal (ya que es uno entre millones), puede expresar libremente sus preferencias ideológicas.

“Por ejemplo, si un obrero del acero en Pittsburgh apoya el libre comercio puede votar contra el candidato que propone aranceles más altos para las importaciones de acero. Como no tiene esperanzas en determinar con su voto el resultado de la elección, no le cuesta nada expresar su preferencia ideológica en el voto, aun cuando su interés material se vería mejor protegido por el candidato proteccionista.

El resultado es que los procesos democráticos no están estrictamente determinados por intereses particulares y otras imperfecciones en las decisiones colectivas. Al final, las ideas de los votantes sobre el papel que debe jugar el gobierno las que importan.

Si la gente cree que un gobierno grande y discrecional intervendrá productivamente, entonces el resultado será un gobierno grande que interviene. Y algunos grupos de interés serán ‘blanqueados’ por los votantes no informados y pro-gobierno para que influyan en los detalles finales de las políticas gubernamentales. Public Choice predice que estos detalles serán desagradables.

Si, por el contrario, el público es escéptico respecto al poder del gobierno para hacer el bien, entonces esta ideología del gobierno limitado se expresará en los votos. Esta expresión, a su vez, mantendrá en un mínimo la actividad predatoria de la búsqueda de rentas”.

 

Discutimos sobre la «deslocalización de la producción». ¿Cómo evita eso un país desarrollado? (IV)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre la deslocalización en base a este comentario (van sin los nombres):

El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Sus opiniones:

  • “Como han mencionado anteriormente en el foro y usando las palabras del profesor Huerta del Soto, “La actuación de ágiles empresarios deseosos de aprovechar las diferencias existentes entre los precios de mercado de los factores de producción y los previstos precios futuros de los correspondientes bienes de consumo impulsa el correspondiente mercado”.

El precio final que estimo para un producto determina los costes en los que puedo incurrir para producir este producto y obtener beneficio. Si produzco en otro país donde los costes son menores, mi margen de beneficio aumenta y me permite resistir bajadas de precio de mi producto, como productor tengo más seguridad de poder seguir compitiendo con costes bajos que con costes altos, los cuales reducen mi margen.

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Para evitar las deslocalizaciones, los estados tienen que empezar a ser competitivos, al igual que se pide competitividad reduciendo los salarios de los trabajadores, se debería reducir los gastos que el estado carga a la empresa, impuestos, cotizaciones a la seguridad social, impuestos en las energías, etc. Se trata que la empresa pueda producir con costes bajos para no tener que deslocalizarse, y seguir siendo competitiva.

Países desarrollados, con la mayoría de sus infraestructuras realizadas deberían ser más competitivos a nivel de impuestos y cargas que países en vías de desarrollo donde el estado necesita generar toda esta red de nuevas infraestructuras.

En la realidad el estado no se plantea ser más competitivo, espera que las empresas generen productos que se puedan vender más caros y puedan ser rentables con los costes de producción más altos del país. Sin tener que reducir ellos su gasto. O mediante la reducción de salarios de los trabajadores pero no los gastos del estado.

  • Entiendo que los productores de China (siguiendo el ejemplo) tienen unos costes de producción menores, haciendo que el valor subjetivo que le den a su productos es menor. Por otro lado, los compradores tienen una valoración subjetiva menor de los productos procedentes de China, principalmente por la valoración de la calidad. Esto hace que compradores y vendedores estén dispuestos a realizar intercambios a menor precio.

En el caso de empresas europeas que llevan la fabricación a China, entiendo que el precio es similar (los compradores no reduce su valoración subjetiva por la calidad) si decidieran producir en Europa, por tanto la diferencia se centra en el margen que sacan a cada unidad vendida.

Los países desarrollados podrán evitar la sangría de la deslocalización (desde mi punto de vista) a través de:

– Paciencia. La mejora de la economía en los países menos desarrollados hará que los salarios se incrementen y por tanto los costes de producción. A largo plazo, será igual de costoso producir en cualquier parte del mundo. Aunque para eso queda tiempo. Ahora es Asia la región de menor costo, y posiblemente luego será África.

– No “deslocalizables”. Los países europeos tienen que apostar por el diseño, I+D, servicios,… es decir actividades que no se pueden deslocalizar y que por diversos motivos se deben realizar in situ

– Concienciar: creo que en Europa y EEUU cada vez hay más conciencia social que llevar producción a China genera desempleo en sus países. Empresas como Apple han decidido regresar parte de la producción a EEUU con el objetivo de generar empleo.

– Valor añadido. Si los trabajadores de Europa y EEUU desarrollan capacidades diferenciales de los trabajadores Chinos, es decir, son capaces de trasladar más valor añadido a la producción, esta se mantendrá en estas geografías.í

  • “XX, permiteme que discrepe de alguno de los puntos en tu post:

1) El I+D es perfectamente deslocalizable. La única barrera es tener personal cualificado. Y por más que inconscientemente pensemos en los países emergentes como carentes de una educación de calidad, eso no es así. Por ejemplo, en India se da un valor a la educación tremendamente grande. Los niños estudian en su idioma local, en Hindi y en Ingles. Las universidades son bastante buenas y mucha gente se va a estudiar al extranjero. Mucho trabajo de tecnología y software se está subcontratando a India.

2) No creo que Apple devuelva su producción a USA por «crear empleo». Puede que haya tenido problemas de calidad. Puede que los precios no sean ya tan competitivos. Puede que vean riesgos y barreras (convertibilidad monetaria…). Puede también que quieran alegar «creación de empleo» como herramienta de marketing.”

  • “Respecto al I+D, efectivamente como dices tú, se puede realizar en múltiples localizaciones. Quizás me expresé mal, pero ¿es posible «deslocalizar» Sillicon Valey? es una forma de innovación y desarrollo que considero complicado «deslocalizar

Respecto a Apple, coincido contigo que puede ser un efecto de marketing (quizás prefieran perder algunos puntos de margen por incrementar su volumen) aunque entiendo que el diferencial de márgenes también se ha podido reducir. El hecho, por una causa u otra, es que la producción ha vuelto

  • “”El proceso de deslocalización de la producción reduce los costos de producción. Lo que se produce en el primer momento de la deslocalización es un aumento importante de los márgenes de las empresas y su cuota de mercado, ven como sus costes se reducen y pueden reducir sus precios de venta para quitar cuota de mercado a sus competidores. Los competidores de las empresas deslocalizadas ven que las otras empresas están aumentando sus márgenes vía deslocalizacion y que les estan quitando clientes por vender mas barato, por lo que proceden a hacer lo mismo.

Por lo tanto, la deslocalización en si, es decir, el hecho de que los costes de producción se reduzcan no afecta a los precios de los bienes finales, es la competencia empresarial la que provoca que los precios se reduzcan con costos menores.

  • Añado un elemento a las ideas expuestas hasta ahora.

Es que con el foro de Davos se oyen tonterias economicas de mucho calado… 🙂

La deslocalizacion es una bendicion economica para los paises en vias de desarrollo. Es un mecanismo de alivio de la pobreza muchisimo mas importante que toda la ayuda al desarrollo y el trabajo de muchas ONGs.

Veamos. Si eres muy pobre y no tienes medio de ganarte la vida, incluso a los bajos precios de un pais emergente, la utilidad marginal que das a tu tiempo es muy baja. Si me das un dolar por trabajar un dia eso es mucho mejor que no hacer nada o que buscarme el sustento por medios poco eficientes. Luego hay mucha gente dispuesta a trabajar en ocupaciones poco cualificadas a un precio baratisimo.

Segun aumenta el empleo y las condiciones mejoran; la valoracion subjetiva de mi trabajo aumenta. Ya no estoy tan necesitado. Ahora quizas valoro tener tiempo para mi mismo, ya no quiero trabajar 14 horas… El grupo de personas dispuestas a trabajar al precio original disminuye y los salarios aumentan. Lo mismo con otros factores de produccion como el suelo, la energia…

Recordemos que deslocalizar tiene costes. Por ejemplo, el transporte a los mercados del producto final (occidente) o la proximidad de los proveedores al centro de produccion.

En efecto. Cuando Asia no sea competitivo en costes laborales se iniciara el desarrollo de Africa.

Tambien a recordar es que para que haya deslocalizacion se necesita apertura de la economia. Clarisimo en el caso de China que empezo a ser parecido a un «mercado» y a partir de ahi prospero.

A todos les gusta la Macro, pero sus agregados pueden restar información, no sumarla

Aunque modas tales como la economía de la conducta (Behavioral Economics) pusieron nuevamente el foco de atención en la conducta individual, lo cierto es que la mayoría de los economistas, y los estudiantes de economía, piensan que lo que realmente importa es la macro. Seguramente porque de su discusión se derivan conclusiones de política económica, que forman parte de la discusión sobre la coyuntura. Y, es cierto, todos tenemos interés en la coyuntura ya que nos afecta en forma directa.

Pero la Macroeconomía, o el análisis de “agregados” enfrenta algunos serios problemas que es necesario tener en cuenta. Una vieja discusión al respecto plantea si puede haber una “Macro” que no tenga fundamentos en lo que conocemos de “Micro”. Y en muchos casos es así.

Gary Gales comenta en el Mises Institute sobre otro problema que da título a su artículo: “Cómo la Agregación Económica esconde los problemas del intervencionismo”, http://mises.org/library/how-economic-aggregation-hides-problems-interventionism

Presenta el ejemplo de los “Impuestos Netos”, estadística que muestra los impuestos pagados al gobierno menos los pagos por transferencias que el gobierno realiza, para el sector de familias en su conjunto. “Es una categoría útil para considerar el efecto neto de los programas gubernamentales en el ingreso disponible para todo el sector. Pero distrae la atención sobre la enorme redistribución de ingresos y los importantes efectos en la oferta y los incentivos para producir. Digamos que el gobierno cobra impuestos de un subgrupo de la población por $2 billones, y provee $1 billón en transferencias de programas sociales a otro subgrupo. El efecto neto en el conjunto de las familias es una reducción de un billón. Pero considerar solamente el número neto en el análisis es ignorar aspectos muy importantes”.

Gales sostiene que no se ve el impacto sobre la oferta, ya que se reducen los incentivos de ambas partes, de los que ponen y de los que reciben. De los primeros porque ven castigado su esfuerzo productivo, pero es más importante en el caso de los segundos ya que la recepción de esa ayuda es condicional a seguir siendo pobres.

“Los agregados utilizados en la construcción del PIB tienen severas limitaciones. Descansan en precios pagados para asignar valor a los bienes y servicios intercambiados. Este enfoque de la preferencia revelada tiene sentido para la conducta en el mercado, ya que el valor de cada bien ha de ser superior al precio pagado por cada individuo que hace la compra. Aun así, sin embargo, el exceso de valor sobre el precio que motivó la compra (llamado superávit del consumidor) es ignorado. Pero cuando el gobierno interviene, la precisión se degrada notablemente.”

“Por ejemplo, si el gobierno da a una persona un subsidio del 40% sobre la compra de un bien, todo lo que sabemos es que el valor de cada unidad para el comprador excedió el 60% de su precio. No se sabe si esa compra tuvo un valor superior al precio pagado incluyendo el subsidio. Y en áreas en las que el gobierno produce o usa bienes directamente, como el gasto en defensa, no sabemos casi nada de su valor. Los ciudadanos no pueden rehusar financiar lo que el gobierno decida comprar, bajo pena de prisión, por lo que ninguna transacción voluntaria revela lo que ese gasto vale para los ciudadanos. Y siglos de experiencia sugieren que los bienes y servicios provistos por el gobierno valen, a menudo, mucho menos de lo que cuestan. Pero ese gasto es contado simplemente como de un valor igual a su costo en las cuentas del PIB.”

El control de precios de los Nazis, ¿era muy distinto del que aplica ahora Maduro en Venezuela?

En una sección con un título apropiado a nuestra época (El Caos Monetario), Mises explica en 1944 los problemas de los controles de precios, parte de una monografía titulada “Una propuesta no inflacionaria para la reconstrucción monetaria de posguerra”:

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Las falacias del control de precios

Los gobiernos generan inflación. Pero, al mismo tiempo, pretenden combatirla contra sus inevitables consecuencias.

Un gobierno infla su moneda porque quiere utilizar el poder de pago adicional para una reducción del consumo privado y aumento del gasto público. Un gobierno beligerante, por ejemplo, quiere retirar algunos productos del público porque los necesita para la guerra. Los ciudadanos, por lo tanto, han de consumir menos.

Pero la inflación, esto es, el papel moneda y los depósitos bancarios adicionales ocasionan un aumento del ingreso nacional (en términos de la moneda inflada). Los ciudadanos tienen más dinero para gastar, mientras que la oferta de bienes disponible para consumo privado cae. Hay menos bienes para comprar, pero los ciudadanos tienen más dinero para comprarlos. Un importante aumento de los precios es inevitable.

Un aumento de precios podría evitarse solamente financiando la guerra exclusivamente con impuestos o préstamos del público sin ninguna inflación. Si al gobierno no le gusta ese aumento de precios, debería abstenerse de la inflación.

Los controles de precios son inútiles. Si, por ejemplo, el precio de un bien se fija a un nivel más bajo que el precio potencial correspondiente a las condiciones inflacionarias, muchos productores, para evitar pérdidas, dejarán de producir ese bien. Los productores marginales se retirarán de esta rama de los negocios. Utilizarán los factores de producción –tanto materiales como humanos, esto es, trabajo- para la producción de otros bienes no afectados por los límites fijados por el gobierno. Este resultado es contrario a la intención del gobierno. Ha fíjate el precio del producto en cuestión porque lo considera una necesidad vital. No quería reducir su oferta. La única forma de prevenir una caída de su oferta sería eliminar el precio máximo. Pero al gobierno tampoco le gusta esta alternativa. Así, avanza más y fija los precios de los factores de producción necesarios para la producción del bien en cuestión. Pero entonces el mismo problema aparece en relación a la oferta de estos factores. El gobierno ha de proceder más allá y fijar el precio de los factores de producción de los factores necesarios para producir el bien donde comenzó todo el proceso. Está forzado a no dejar afuera de sus precios máximos a ningún bien, ya sea de consumo o de producción, y ningún tipo de servicio laboral. Tiene que determinar para qué producción se utilizará cada factor de producción ya que el mercado, ahora paralizado por los controles de precios, no provee a los emprendedores una guía para la toma racional de decisiones. El gobierno los tiene que forzar, y a cada trabajador, a continuar produciendo y trabajando según sus órdenes. Debe decirle a cada empresario qué producir y cómo; qué materiales comprar y dónde y a qué precios; a quién emplear y a qué salarios; a quién vender y a qué precios. Si quedara alguna brecha en esta ronda de fijación de precios y salarios, y si alguno no fuera instruido para trabajar de acuerdo a las ordenes gubernamentales en este completo sistema de comando, entonces la actividad empresarial –y el capital y el trabajo- se dirigirían a las ramas de industria que permanezcan libres. Los planes del gobierno se frustrarían parcialmente porque la intención es, precisamente, incrementar o mantener la producción de esos bienes cuyo precio el gobierno ha fijado.

Pero si ese sistema de control total de precios y producción se alcanza, la estructura social y económica completa del país ha cambiado. Si todos los precios y los salarios son fijados, si los capitalistas no son libres de determinar la forma en la que pueden utilizar su capital, si –como resultado del control completo de precios por el gobierno- la tasa de ganancias y la tasa de interés es virtualmente fijada por las autoridades, se ha sustituido al capitalismo de libre empresa por el socialismo planificador. Los precios, los salarios y las tasas de interés ya no son lo que eran en el sistema de mercado. Ahora son simples términos cuantitativos fijados por decreto gubernamental en el marco de una sociedad socialista. El dinero no es dinero, esto es, un medio de intercambio, pero una cuenta. No hay más emprendedores, solamente administradores de fábricas que deben obedecer incondicionalmente a las autoridades. El nivel de vida de cada uno es fijado por el gobierno; cada uno es un sirviente público, un empleado de esta gran maquinaria. Este es el tipo de socialismo alemán, Deutscher Sozialismus, como lo practicaron los Nazis. El Fuehrer solamente opera todo el sistema; su voluntad solamente decide y dirige la actividad de cada sujeto y fija su nivel de vida”.

Discutimos sobre la «deslocalización de la producción». ¿Cómo evita eso un país desarrollado? (III)

Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre la deslocalización en base a este comentario (van sin los nombres):

El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?

Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?

Sus opiniones:

  • “Cuando una empresa descubre que alguien puede fabricar su producto más barato se aprovecha de ello NO REDUCIENDO SUS PRECIOS sino ganando un margen mayor por la venta de los mismos. Cuando el mercado se ajusta otras empresas recurren a lo mismo y a través del proceso de competencia los precios se reducen.

O sea, costes más baratos en los nuevos países productores no bajan los precios al consumidor de forma automática. Hay un proceso intermedio de competencia. Al competir con margen alto las empresas pueden disminuir sus precios hasta que se alcanza una situación de equilibrio.

Los precios determinan los costos a largo plazo. Es por eso que los precios altos pagados en los países occidentales van a producir un incremento de los costes laborales en China. Es decir, los precios de los productos al consumidor (altos) hacen subir los costes, en este caso laborales.

Yo creo que la confusión parte de que en el corto plazo puede haber situaciones transitorias donde da la sensación de que son los costes los que se transmiten al precio. Estas situaciones transitorias pueden durar años. En el caso de China hasta que la reserva de trabajadores no ocupados se agota y empieza a haber presión en el mercado laboral. Pero alcanzar plena ocupación en un mercado de cientos de millones de trabajadores toma su tiempo.

La última pregunta está mal formulada. Al utilizar el término «sangría» se presupone que la deslocalización es negativa. La deslocalización nos libera de trabajos tediosos y de poco valor añadido con lo cual nos podemos liberar de ellos y dedicarnos a cosas más productivas. Por ejemplo, diseñar los robots y las líneas de producción que usan en China. Por otra parte la deslocalización ha permitido un enorme progreso económico en los países receptores del trabajo. O sea, es un proceso que beneficia a ambas partes. Los países desarrollados deben facilitar la transición de sus ciudadanos de las actividades deslocalizadas a nuevos campos de más alto valor.”

  • Estoy de acuerdo con XX con respecto a la connotación negativa que la palabra «sangría» pueda dar a la deslocalización de la producción.

Para añadir a lo que comenta XX:

Todas las decisiones empresariales (y medidas económicas) tienen ventajas y desventajas (trade offs, en inglés). Unos ganan y otros pierden con la deslocalización. En este caso, el beneficio directo, es que son muchos los consumidores que se ven beneficiados con la reducción de costes de producción. Hay cierta cantidad de gente que queda desempleada, pero es parte del «trade off».

Es país desarrollado, en el que la deslocalización de la producción es grande, la mano de obra con poco entrenamiento va a tender, es más, ser verá forzada a desarrollar nuevas habilidades y a tener que desempeñarse en trabajos mucho más productivos. Esto irá aumentado la ventaja competitiva de estos países y seguirán siendo líderes en desarrollo de tecnologías que les harán aún más productivos con respecto a los países hacia los cuales se deslocaliza la producción de bienes que requieren mano de obra con poco entrenamiento.

Al balancear las ventajas con las desventajas de la deslocalización de la producción, esta se inclinará hacia el lado de las mayores ventajas / beneficios.

  • “En primer lugar matizar que la deslocalización, en términos generales, es interpretada de una forma negativa, ya que no se tiene un entendimiento ni de su funcionalidad ni de su meta.

Dicho esto, y a tenor argumental de lo dicho por mis compañeros, la deslocalización favorece la incorporación de nuevos competidores en el mercado. Este fenómeno se produce para buscar un margen lo suficientemente amplio entre el proceso de fabricación al proceso de venta, y en muchos países por políticas fiscales (abrasadoras) te obligarían a cerrar antes de poder mantener o arrancar un negocio. El impacto en los precios es por ende positivo para el productor y el consumidor.

Con mucho acierto, muchos compañeros ya lo han comentado, evitar esa «sangría», bien entendida, con una utilidad y un sentido empresarial, sería posible si los Estados dejaran de machacar con asuntos fiscales y burocráticos. A priori la fórmula parecería sencilla, pero en la práctica….eso amigos es otra cosa.”

  • “La deslocalización es una oportunidad que ve el empresario para reducir sus costes y que al final favorece los precios que pagamos los consumidores.

Se estigmatiza a las empresas por parte de algunos sectores de la sociedad por realizar este proceso ya que los factores de producción se ubican en los lugares donde son más eficientes para el proceso productivo. Las nueva tecnologías y la globalización han acelerado este proceso y nos hemos encontrado con muchos casos recientes en los últimos años (empresas que cierran en países desarrollados y que abren en otros países con menores costes, china, india, tailandia, etc).

Nuevamente mucho se ha aportado al foro y estoy absolutamente de acuerdo en que la única manera de combatir este fenómeno es con una clara desregularización del mercado laboral y (los políticos en términos generales no lo permitirán) que favorezca paulatinamente una sociedad que se centre en el autoempleo y la especialización en contraposición con el trabajo «estable y fijo » para toda la vida.

Por último, no quisiera dejar pasar la deslocalización fiscal que también se da muchísimo, consecuencia nuevamente de la tendencia confiscatoria de los estados.

En resumen, buen proceso que favorece los precios que pagamos por los productos y menos regulación en todos los aspectos.

Grecia demanda reparaciones a Alemania, pero necesita más a un Erhard que a un Tsipras

SI los griegos piensan esto, están en problemas. En un artículo publicado en La Nación con el título “Alemania vs Grecia: una enemistad marcada por la historia”, Luisa Corradini comenta sobre la demanda del nuevo gobierno griego para que Alemania pague reparaciones de guerra en virtud de la invasión nazi en 1941: http://www.lanacion.com.ar/1768627-alemania-vs-grecia-una-enemistad-marcada-por-la-historia

El nuevo gobierno de Alexis Tsipras demanda un pago de 162.000 millones de Euros, equivalente a la mitad de la deuda total de Grecia. Para Alemania, el caso está cerrado a partir de un tratado firmado en 1953 por el cual le pagó a ese país 58.000 millones de euros. El artículo comenta que, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos (aunque seguramente fueron los Aliados) apoyaron a Alemania y obtuvieron una reducción de todos los reclamos que existían entonces ante ese país. No menciona que esta actitud tuvo que ver con la todavía muy vívida experiencia posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando las reparaciones de guerra fueron una carga imposible de pagar para la joven democracia alemana, el país cayó en hiperinflación y esas penurias económicas abrieron la puerta a la llegada de Hitler al poder. Este es el punto que planteara con claridad John Maynard Keynes en su libro “Las Consecuencias Económicas de la Paz”, seguramente el mejor que haya escrito.

Concluye la periodista: “En Grecia nadie ignora ni olvida que Alemania debe su fabulosa recuperación económica a los favores consentidos por otras naciones.”

Si eso creen ha sido la causa de la recuperación económica alemana después de la guerra, están tan equivocados como cuando piensan que los problemas actuales de ese país se deben a la voracidad de los acreedores de su deuda y no a las desastrosas políticas económicas que aplicaran los mismos gobiernos griegos y el uso y abuso del gasto público; la misma herramienta con la que ahora Tsipras quiere supuestamente sacar al país del pozo en que se encuentra.

Erhard

El llamado “milagro económico alemán” fue el fruto de ciertas ideas y propuestas de política económica que maduraron durante los años de la guerra gracias al liderazgo intelectual de Walter Eucken y la luego llamada “Escuela de Friburgo” u “Ordoliberalismo” y comenzaron a ser aplicadas por quien fuera designado por los Aliados como ministro de Finanzas de Baviera, Ludwig Erhard.

Para más información, vale la pena este texto de David Henderson: http://www.econlib.org/library/Enc/GermanEconomicMiracle.html

Este autor menciona allí que las dos principales causas de la milagrosa recuperación alemana fueron la reforma monetaria y la eliminación del control de precios y racionamiento. También puede sumarse la reducción de las tasas marginales de impuestos, cosas ocurridas en 1948/49.

Dos conversaciones de Ludwig Erhard con el General Clay, representante de las fuerzas de ocupación norteamericanas han pasado a la historia. Se refieren a la abolición del control de precios y el racionamiento:

Clay: Herr Erhard, mis asesores me dicen que lo que usted ha hecho es un gran error. ¿Qué puede decir al respecto?

Erhard: Herr General, ¡no les preste atención! Mis asesores me dicen lo mismo.

Y más adelante, con coronel norteamericano:

Coronel: ¿Cómo se atreve a relajar nuestro sistema de racionamiento cuando hay una extendida escasez de alimentos?

Erhard: Pero, señor coronel. No he relajado el racionamiento, ¡lo he abolido! De ahora en más, el único ticket que la gente necesitará es el marco alemán. Y van a trabajar muy duro para obtenerlos, tan sólo espere y verá.

Los griegos necesitan un Erhard, no un Tsipras.

Literatura y Libertad: Nuevo texto por Unión Editorial sobre Borges, Vargas Llosa y Octavio Paz

Gracias a la iniciativa de Angel Soto, Unión Editorial ha publicado una serie de ensayos sobre Literatura y Libertad, donde apareceré uno mío sobre Jorge Luis Borges.

Borges

Va el texto de la invitación a la presentación que tendrá lugar en Lima, Perú: BORGES, PAZ, VARGAS LLOSA: Literatura y Libertad en Latinoamérica, editado por Ángel Soto (Instituto Democracia y Mercado, Chile), con ensayos de Martín Krause (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Carlos Sabino (Universidad Francisco Marroquín, Guatemala), Héctor Ñaupari (Instituto de Estudios de la Acción Humana, Perú) y el editor. Presentará el libro el distinguido pensador, periodista y político hispano cubano Carlos Alberto Montaner, Director de Firmas Press, Presidente de la Unión Liberal Cubana y Vicepresidente de la Internacional Liberal.

El evento de la presentación se anuncia aquí: https://www.facebook.com/events/1563836447190052/

Un extracto del texto:

“Borges y la política han dado mucho que hablar, pero la atención que sus opiniones generaran se ha centrado generalmente en la anécdota de aquél personaje que poca atención le prestaba a las noticias diarias, y que basaba buena parte de su consideración en criterios estéticos, y particularmente épicos: desde su admiración por los militares patrios y su lucha por la independencia y libertad argentinas hasta su afiliación al Partido Conservador porque sólo los caballeros se suman a las causas perdidas.

Lamentablemente estas opiniones políticas le costaron el premio Nobel , negado por quienes prefirieron dar prioridad en la entrega de un premio literario a lo “políticamente correcto” en lugar de lo literariamente extraordinario.

Sin embargo, y pese a que pueden encontrarse en su historia decisiones y opiniones políticas diversas, y hasta contrapuestas, es opinión de quien escribe que existe una clara filosofía política en Borges, consistente y reconocida, la que se mantuvo durante el transcurso de su larga vida sin modificaciones y es intención de este artículo presentarla. ¿Cómo puede una filosofía política consistente llevar a decisiones políticas que no lo son e incluso algunas contradijeran a esa misma filosofía? La respuesta que se propone es que si la primera era consistente las segundas se basaban en esos otros criterios que las llevaron, lamentablemente, a diferir de los principios.

Los elementos centrales de la filosofía política de Borges se ajustan en forma muy clara a principios filosóficos asociados con el liberalismo clásico e incluso con un sesgo de lo que ahora se ha dado en llamar “libertarianismo”, el que, a diferencia del primero, no propone un Estado limitado sino que cuestiona hasta su misma existencia sin que esto signifique caer en el anarquismo, entendido éste como “ausencia de normas”. Algo más cercano a lo que ahora suele denominarse “anarco-capitalismo”, que propone la eliminación del “monopolio” del Estado y la provisión de sus servicios en competencia.”