Dinero y banca: una introducción al origen de los bancos, la creación secundaria de dinero y el manejo de las reservas

Con los alumnos de Proceso Económico II, de la UFM, vemos temas introductorios de dinero y banca. Ahora, sobre el origen de los bancos y sus primeras prácticas, del libro de Julio Cole, Dinero y Banca: 

“Generalmente se acepta que la banca moderna se origina en Italia, pero eso ha sido cuestionado por algunos autores, ya que los primeros bancos italianos—el Banco de Venecia fundado en 1171, y el Banco de San Jorge, fundado en Génova en 1320—de hecho no realizaban muchas de las funciones actualmente desempeñadas por los bancos comerciales. Si se considera que la función distintiva del banco comercial es la aceptación de depósitos a la vista transferibles mediante cheque, entonces los primeros orígenes se remontan al Banco de Barcelona, fundado en 1401, aunque una investigación más meticulosa probablemente revele orígenes más antiguos.

En los siglos XV y XVI se produjo un cambio en las rutas comerciales, y la supremacía comercial en Europa pasó del Mediterráneo a los países del Norte, y el poder financiero también pasó gradualmente al Norte de Europa. Como consecuencia, fueron las prácticas bancarias desarrolladas en estos países las que hubieron de determinar la posterior evolución de la banca moderna.

2.2.1. La necesidad de una nueva moneda estable para promover el intercambio comercial.

De los bancos establecidos en el Norte de Europa en este período, podemos tomar como representativo al Banco de Ámsterdam. Habiéndose convertido Holanda en un importante centro del comercio mundial, el banco fue inicialmente establecido en 1609 para manejar la heterogénea gama de monedas que los comerciantes holandeses recibían de todas partes del mundo. El principal objeto del banco era proporcionar una moneda estable que pudiera facilitar y promover el intercambio comercial. El banco aceptaba en depósito monedas de todo tipo, tamaño y peso, muchas de ellas desgastadas o adulteradas, las pesaba y evaluaba su contenido metálico, y abonaba en la cuenta del depositante el valor metálico de las monedas depositadas, o entregaba un recibo o certificado por el depósito. Estos certificados pasaban de persona en persona y servían como medio circulante, aunque eran redimibles en el banco por el metal que representaban. Los ingresos del banco provenían de una comisión cobrada sobre cada nuevo depósito, y se entendía al principio que el banco se manejaría sobre la base de 100 % de reservas metálicas: se esperaba que el banco mantuviera en sus bóvedas en todo momento la cantidad total de dinero metálico depositado (aunque no en la misma forma física en que había sido depositado).

Las cuentas de los depositantes eran abonadas en términos de una misma unidad de cuenta que representaba una determinada cantidad de dinero metálico de determinada pureza. La contraparte física de tales cuentas no pertenecía al banco sino a los depositantes, quienes pagaban al banco por el servicio de servir como depositario. Eventualmente, sin embargo, el banco empezó a dar en préstamos parte de las reservas metálicas que se le habían confiado en custodia. Esto gradualmente destruyó la confianza en el banco, y cuando uno de sus grandes prestatarios quebró en 1794, el Banco de Ámsterdam también entró en bancarrota.

2.2.2. El Abuso de las Reservas.

Este fue una de las primeras de una larga y triste lista de quiebras bancarias que se extiende a lo largo de los siglos. La mayoría de estas quiebras se debieron a la misma causa: la creación por parte de los bancos de obligaciones depositarias, pagaderas en dinero en efectivo, en una cantidad muy por encima de sus reservas de dinero en efectivo.”

El mercantilismo proteccionista no sólo deteriora la calidad institucional, también frena cambios competitivos

El avance del proceso de globalización en las últimas décadas ha generado notables resultados en términos de incremento de los ingresos per cápita, reducción de la pobreza, de la mortalidad, del hambre y hasta de la violencia y las guerras. Esos cambios han impactado negativamente en algunos sectores que pierden competitividad y ven caer su actividad. Algunos líderes populistas, y Donald Trump es un claro ejemplo de esto aunque el populismo estuviera siempre asociado a países de menor calidad institucional y particularmente a los de América Latina, utilizan demagógicamente esta circunstancia prometiendo e imponiendo una supuesta “protección” que sólo puede ofrecer un pequeño alivio a corto plazo pero que termina siempre en estancamiento y condena a los sectores menos competitivos a continuar siéndolo.

Así, las amenazas proteccionistas de Trump, si bien pueden tener éxito en esos sectores, llegan en el momento en que las empresas han realizado ya los ajustes necesarios para recuperar su productividad y competitividad.

Un estudio de la consultora internacional Boston Consulting Group (The Shifting Economics of Global Manufacturing: How Cost Competitiveness is Changing Worldwide, 2014), señala:

“Durante la mayor parte de las tres últimas décadas, un concepto rústico del mundo ha guiado las decisiones de inversión y abastecimiento de las empresas. América Latina, Europa oriental y la mayor parte de Asia han sido consideradas regiones de bajos costos. Los Estados Unidos, Europa y Japón han sido consideradas de costos elevados.

Pero esta visión global está anticuada. Años de cambio constante en los salarios, la productividad, los costos de la energía, los valores de las monedas y otros factores están rediseñando dramáticamente el mapa global de la competitividad en los costos de la industria. El nuevo mapa se parece en forma creciente a un entramado de economías de bajos costos, de costos elevados y muchas en el medio, en todas las regiones.

En algunos casos, los cambios en los costos relativos son asombrosos. ¿Quién hubiera pensado hace una década que Brasil sería uno de los países de altos costos industriales, o que México podría ser más barato que China? Mientras Londres se convierte en uno de los lugares más caros en el mundo para vivir y visitar, el Reino Unido se ha vuelto el productor industrial de más bajos costos en Europa. Los costos en Rusia y buena parte de Europa oriental han casi igualado a los de Estados Unidos”.

Y señala más adelante: “Las estructuras de costos en México y los Estados Unidos han mejorado más que todas las otras 25 economías exportadoras de mayor tamaño” (p. 5).

Esa mejora en la eficiencia productiva fue impulsada por las presiones e incentivos que genera la competencia y el libre comercio (y en el caso de Estados Unidos y México el TLCAN). El mercantilismo que muestra el ahora presidente Trump solamente pondrá freno a este proceso que ya estaba en marcha y dando resultados, que no fueron, obviamente, todavía visibles para los votantes.

El mercantilismo populista amenaza tanto los beneficios del comercio internacional para los consumidores, como la calidad institucional de los países que buscan cerrarse a la competencia. De forma similar a como la presión competitiva mueve a las empresas manufactureras a mejorar su productividad y eficiencia, favoreciendo tanto a quienes trabajan en ella como a los consumidores, la apertura comercial intensifica la competencia institucional que conduce a mejoras en la calidad de las instituciones.

La apertura al comercio internacional mejora la calidad institucional porque expone a los países a la competencia

El comercio impacta en las instituciones porque la movilidad de los bienes y servicios, al igual que la de las personas, somete a las jurisdicciones nacionales a una cierta competencia y limita las posibilidades de abusar del poder en beneficio de algunos y en perjuicio de otros.

La ciencia política define al Estado como el “monopolio de la coerción”, quien monopoliza ese recurso para que podamos dejar atrás el “estado de naturaleza” y convivir pacíficamente. La palabra monopolio implica ausencia de competencia y esto así ocurre en un determinado territorio. De hecho, cuando ese monopolio es cuestionado, hay problemas, y puede serlo tanto interna como externamente.

No obstante, la creciente movilidad de los factores de producción, trabajo, capital, tecnologías, ideas, somete a esos monopolios a una mayor competencia. Eso es resultado de lo que ahora denominamos “globalización”. En cierto sentido, entonces, los estados “compiten” entre sí atrayendo o expulsando recursos.

La apertura económica y comercial mejora la opción de “salida”, reduce las posibilidades de que los ciudadanos, como consumidores, vean restringidas sus posibilidades de elección y queden atrapados en la protección y el privilegio de ciertos grupos económicos locales que aprovechan el favor gubernamental para obtener ventajas a costa de los consumidores. El consumidor puede “salir” de bienes o servicios que no satisfacen correctamente sus necesidades y “entrar” en otros que sí lo hacen, o lo hacen igual pero a menor costo.

Como productores, la apertura comercial y económica le permite optimizar las cadenas de producción, proveyéndose de insumos y servicios en la forma más eficiente. La globalización es, precisamente, la internacionalización de estas cadenas. Tanto los productos o servicios que producimos como aquellos que consumimos recorren un camino internacional, reciben insumos o los proveen como parte de un proceso que se origina en ciertos países, que reúne elementos elaborados en distintas jurisdicciones para luego distribuirlos en todo el mundo. Incluso en servicios hasta ahora tan locales como la educación este proceso está vigente: utilizamos conocimiento desarrollado todo el mundo, recibido a través de textos o distintas tecnologías impresos o generados en diversidad de localidades, ofrecemos capacitación tanto a alumnos locales o extranjeros que se trasladan o que reciben las clases en forma virtual.

Estas posibilidades de “salida” y “entrada” que permite la globalización limitan la capacidad de los gobiernos de abusar su poder. Tomemos el ejemplo de la educación. Supongamos que un gobierno autoritario impone a sus ciudadanos un cierto contenido (una cierta ideología, una cierta religión) o impide algún tipo de contenido. En tanto y en cuanto los ciudadanos tuvieran la libertad de comerciar, este control sería imposible. Por eso todo intento totalitario viene acompañado con comercio restringido. Por otro lado, si un gobierno intervencionista quisiera privilegiar a un cierto sector a costa de todos los consumidores, tampoco podría hacerlo si éstos tuvieran la posibilidad de “salir” de los productos privilegiados y elegir los que estiman más convenientes. Las restricciones al comercio son los instrumentos por los que gobiernos buscan redistribuir ingresos en favor de unos y a costa de otros.

La ausencia de libre comercio, entonces, deteriora la calidad institucional porque viola un derecho básico que las instituciones están llamadas a proteger: el derecho de propiedad y su libre disposición. También convierte al estado en una herramienta para obtener privilegios, alienta a los políticos a aprovechar estas posibilidades y desvía la atención de grupos productivos hacia obtenerlos en lugar de enfocar sus esfuerzos hacia los consumidores. Las posibilidades de corrupción se multiplican cuando restricciones comerciales pueden determinar el margen de ganancias, o de pérdidas, de un negocio.

Voto con los pies: además de la consulta popular la semana pasada, ya emigraron dos millones de venezolanos

Relial, la Red Liberal de América Latina, ha publicado una nueva edición de su revista “Mirada Liberal”, disponible aquí: http://relial.org/biblioteca/libro/migracion-y-libertades-2017

Este número está dedicado al tema de las migraciones. Entre otros interesantes artículos, y dada la situación dramática que se vive en estos días, copio el artículo de María Teresa Romero sobre Venezuela:

“El actual gobierno de Nicolás Maduro –como el anterior de Hugo Chávez– se ha negado a publicar estadísticas, pero entre los registros de inmigrantes de otros países y los de varios estudios de expertos en la materia, en 2015 eran unos dos millones de venezolanos los que habían abandonado Venezuela desde que el denominado Socialismo del Siglo XXI llegó al país, en 1999; una migración semiforzada ante las cada vez más deterioradas condiciones políticas, económicas y sociales nacionales.

Sin embargo, ya se está hablando de cifras mucho mayores. Sólo en los Estados Unidos, se dice que la cifra actual de venezolanos legales e ilegales para este 2017 llegó al millón y medio. En 2015, sólo los residenciados legalmente en ese país se estimaban en unos 260,000; una cantidad ya entonces contrastante con la de 1980 que no pasaba de 33,000 inmigrantes. También en 2015 se produjeron casi 20,000 movimientos migratorios hacia España, un 53% más que en 2014, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En Colombia, un reciente artículo del diario El Tiempo, señala lo siguiente: “Pese a que la oficina de Migración de Colombia tiene reportados 40,000 venezolanos viviendo legalmente y calcula que estén 60,000 irregularmente, una investigación liderada del sociólogo y experto en migración venezolana Iván De la Vega, profesor de la Universidad Simón Bolívar, realizada con colegas y alumnos del Laboratorio Internacional de Migraciones (LIM), revela que son 900,000 los venezolanos -incluyendo los que tienen doble nacionalidad- (el 1.8% de nuestra población), los que han llegado al país en los últimos 20 años, por el efecto de la llamada ‘revolución bolivariana’ y la crisis social en ese país”. http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/venezolanos-lamigracion-mas-grande-en-la-historia-del-pais-72872

Según el sociólogo Tomás Páez de la Universidad Central de Venezuela, autor de uno de los pocos estudios confiables sobre el tema titulado La voz de la diáspora venezolana, la emigración masiva producida en el país hasta el 2015 “implica al 6 o 7% de la población, y de manera indirecta no menos de la mitad de la población, entre familiares y amigos, tiene a alguien fuera de Venezuela” http://www.elconfidencial.com/mundo/2016-08-30/venezuela-emigracion-maduro-chavez-diaspora-petroleo_1252510/

En todo caso, cifras considerables, sin precedentes en la historia venezolana y que aumenta cada día en más de 90 países del mundo y de forma alarmante debido a sus impactos más negativos que positivos, no sólo para la sociedad venezolana, sino para el continente americano y en general para todos los países receptores de esta nueva ola migratoria.

La dispar situación de vida del migrante

Es cierto, como señalan numerosos expertos, que la mayoría de los migrantes venezolanos han sido jóvenes profesionales de clase media, altamente formados con estudios universitarios, que han logrado insertarse bien en el mercado laboral de los países de acogida. Pero en la   medida que la crisis política, económica, y humanitaria se incrementa en Venezuela, con niveles de inflación y de inseguridad jurídica y personal de los peores del mundo, emigran al exterior más connacionales de las clases bajas y de todas las edades, buena parte de ellos de forma ilegal. Ello ha declinado ostensiblemente las condiciones de vida de la denominada diáspora de origen venezolano, que en muchos casos están padeciendo grandes necesidades de trabajo y salud.

En la ciudad de Miami en los EE.UU, por ejemplo, la creciente cantidad de familias que han llegado entre 2016 y 2017 desde Venezuela buscando asilo político o quedándose en el país como ilegales -muchas de ellas durmiendo en automóviles y debajo de puentes-, ha hecho que las autoridades migratorias, policiales y otras del gobierno tomen medidas, y que varias asociaciones de venezolanos se organicen para protegerlos. Ya en éste y otros países están evaluando leyes de atención especial para migrantes venezolanos, como se hizo anteriormente con los migrantes cubanos.

En Curazao y otras islas caribeñas vecinas a Venezuela, las autoridades aseguran, aunque sin dar números precisos, que es un hecho que en el último año se ha incrementado de manera preocupante el número de migrantes venezolanos que llegan a las islas para quedarse a vivir en forma ilegal. Llegan por aire y tierra, como turistas e incluso escondidos en balsas pesqueras. Varios reportajes periodísticos de cadenas televisivas, como la mexicana-estadounidense Telemundo, han confirmado en forma audiovisual estos hechos.

Uno de los sectores de migrantes más afectados ha sido el de las mujeres. A la vecina Colombia, por ejemplo, llegan diariamente mujeres embarazadas y en condiciones de pobreza. “Tanto así que solo en los dos primeros meses de este año, ya han sido atendidas 82 mujeres de ese país en la clínica Rafael Calvo, de Cartagena”. http://blogs.eltiempo.com/campamento-de-los-mojados/2017/03/29/embarazadas-pobres-e-inmigrantes-una-travesiade-venezuela-a-colombia/

Pero también en ese país y en muchos otros viven venezolanas en condición de prostitución. Así, en el último informe de la Oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, se establece:

“Se observa un incremento de mujeres procedentes de Venezuela para ejercer la prostitución en Panamá, lo que debe analizarse más exhaustivamente para verificar las condiciones en las que llegan al país y si la actividad realizada responde a una decisión personal o es fruto de haber sido captada por alguna red de trata”. http://elestimulo.com/climax/venezuela-exporta-prostitutas-a-panama/

Otro sector fuertemente afectado es el de la tercera edad y el de jubilados y pensionados que, debido a la crisis nacional y las medidas del gobierno de Nicolás Maduro, hace más de un año no reciben ningún tipo de ingreso desde Venezuela. La situación deplorable en que viven ha producido varias manifestaciones públicas dentro y fuera del país, así como iniciativas para tratar de solventar la situación con los gobiernos, partidos y grupos de la sociedad civil de los países receptores. Recientemente en España, por ejemplo, la muy dinámica Asociación de Pensionados y Jubilados de Venezuela en la Comunidad de Madrid, logró que el Partido Popular, el Grupo Popular y Grupo Ciudadanos españoles aprobaran una iniciativa de apoyo financiero para paliar la situación.

Impactos más negativos que positivos

Sin duda, el resultado de esta migración masiva es que Venezuela está sufriendo una pérdida significativa de capital humano, en especial en materia de talento profesional y mano de obra calificada, lo que significa un descenso de población en edad de trabajar. La revista The Economist señaló en 2015 que nuestro país, junto a Serbia, había alcanzado el segundo lugar en la “fuga de cerebros” del mundo. Ello genera innumerables efectos negativos para el desarrollo político, económico, y sociocultural venezolano e, inclusive, en el ámbito familiar, ya que muchas familias han quedado desintegradas. También hay repercusiones negativas para los países recipientes de esa migración, derivando en cambios de políticas migratorias, de seguridad y salud, entre otras, así como en sentimientos nacionalistas antiinmigración. Si en Venezuela continúa profundizándose la dictadura y el estancamiento económico, podría generarse una imparable ola migratoria. En 2016, ya la ONU alertó sobre esta posibilidad.

Pero esta movilidad también ha traído consigo efectos positivos, como mayor conocimiento, inversión y aprendizaje e integración socio-cultural. Son muchas las empresas venezolanas grandes que han debido trasladarse a los países vecinos para seguir operando, y son numerosos los pequeños empresarios que han surgido a causa de la diáspora venezolana, todo lo cual está generando empleos y nuevos productos que favorecen a los demás países, que ojalá retornen al país.”

Calidad institucional en América: Chile, que lidera las posiciones entre los latinoamericanos, ¿puede cambiar de rumbo?

Canadá y Estados Unidos intercambian liderazgos en uno u otro subíndice y las islas caribeñas muestran mejores resultados en las políticas que en las económicas. Otros como Chile, Guatemala o México tienen mejor desempeño en las económicas. El análisis detallado de cada caso, junto al desempeño en cada indicador visto antes, permitiría destacar cuáles son las áreas que más requieren atención y reforma en cada uno de los países. Ese análisis no se presenta aquí, pero se puede realizar con los datos existentes.

Conclusión

El panorama institucional en América Latina y en los países de mayor calidad muestra una situación de alguna forma contrapuesta. América Latina parece abrir las puertas a una mejora en su calidad luego del agotamiento de modelos populistas. Por otro lado, el marco institucional de los países de mayor calidad se ve amenazada por el avance del populismo que América Latina busca dejar.

Curiosamente, Chile, el país de mejor calidad institucional en América Latina, muestra señales similares a la de los países con los que comparte la tabla; las presiones populistas son fuertes y luego de años de estabilidad ha comenzado a caer, aunque poco por el momento. Es de esperar que no exista un movimiento de confluencia por el cual los países que están ahora más abajo suban, y los que están arriba caigan, acercándose todos en el medio, ya que beneficia a todos que la mejora sea general.

Calidad de las instituciones políticas y de mercado en América: hay diferencias, pero los buenos, son buenos en ambas

Los diferentes desempeños en cuanto a las instituciones políticas y de mercado se muestran en la siguiente tabla:

País Política País Mercado
9 Canadá 0,9398 6 Estados Unidos 0,9495
18 Estados Unidos 0,8708 8 Canadá 0,9274
19 Barbados 0,8607 23 Chile 0,8392
23 Santa Lucía 0,8326 42 Costa Rica 0,7109
24 San Vicente y las Granadinas 0,8265 48 Panamá 0,6852
26 Uruguay 0,8158 49 Santa Lucía 0,6724
28 Bahamas 0,8102 50 Perú 0,6597
29 Costa Rica 0,8021 59 Bahamas 0,6285
30 Chile 0,8003 62 México 0,6194
38 Dominica 0,7813 64 Jamaica 0,6093
40 San Kitts y Nevis 0,7687 66 Colombia 0,5953
50 Grenada 0,6971 67 Dominica 0,5908
56 Antigua y Barbuda 0,6669 71 Uruguay 0,5815
61 Jamaica 0,6390 72 Guatemala 0,5804
66 Surinam 0,6154 74 San Vicente y las Granadinas 0,5641
69 Belice 0,5938 83 El Salvador 0,5332
71 Trinidad y Tobago 0,5815 88 Barbados 0,4950
76 Panamá 0,5588 89 República Dominicana 0,4923
78 Brasil 0,5482 96 Trinidad y Tobago 0,4560
88 Guyana 0,4868 98 Honduras 0,4474
94 El Salvador 0,4735 106 Nicaragua 0,4202
98 Perú 0,4595 108 Antigua y Barbuda 0,4105
100 República Dominicana 0,4490 112 Paraguay 0,3982
102 Colombia 0,4465 117 Brasil 0,3312
104 Argentina 0,4358 118 Belice 0,3304
121 Bolivia 0,3587 125 San Kitts y Nevis 0,3000
126 México 0,3437 132 Grenada 0,2789
127 Paraguay 0,3396 134 Surinam 0,2721
135 Nicaragua 0,3026 137 Guyana 0,2652
143 Ecuador 0,2769 141 Ecuador 0,2447
148 Guatemala 0,2670 145 Haití 0,2333
149 Cuba 0,2644 159 Argentina 0,1806
151 Honduras 0,2517 160 Bolivia 0,1727
157 Haití 0,2227 185 Venezuela, RB 0,0274
180 Venezuela, RB 0,0942 189 Cuba 0,0112

 

Canadá y Estados Unidos intercambian liderazgos en uno u otro subíndice y las islas caribeñas muestran mejores resultados en las políticas que en las económicas. Otros como Chile, Guatemala o México tienen mejor desempeño en las económicas. El análisis detallado de cada caso, junto al desempeño en cada indicador visto antes, permitiría destacar cuáles son las áreas que más requieren atención y reforma en cada uno de los países. Ese análisis no se presenta aquí, pero se puede realizar con los datos existentes.

Los componentes de la calidad institucional en los países de América: Canadá lidera en cinco, Estados Unidos en dos

En relación a los componentes del ICI, América muestra estos resultados:

País Rule of Law Voz y rend. Libertad prensa Corrupción Comp. global Heritage Lib Econ Fraser Lib Ec. Haciendo negocios
Antigua y Barbuda 0,6316 0,7059 0,6634 0,4105
Argentina 0,2249 0,5931 0,4851 0,4400 0,2464 0,0562 0,0252 0,3947
Bahamas 0,7129 0,8186 0,8465 0,8629 0,8315 0,6855 0,3684
Barbados 0,8230 0,9167 0,8861 0,8171 0,4855 0,7528 0,3522 0,3895
Belice 0,2632 0,6716 0,8465 0,3427 0,2327 0,4158
Bolivia 0,1148 0,4706 0,4950 0,3543 0,1304 0,1067 0,2327 0,2211
Brasil 0,5024 0,6029 0,5446 0,5429 0,4203 0,3202 0,2264 0,3579
Canadá 0,9522 0,9608 0,8861 0,9600 0,8986 0,9719 0,9497 0,8895
Chile 0,8708 0,7647 0,7030 0,8629 0,7609 0,9663 0,9245 0,7053
Colombia 0,4498 0,4608 0,4010 0,4743 0,5580 0,8202 0,2767 0,7263
Costa Rica 0,6938 0,8431 0,9059 0,7657 0,6159 0,7247 0,8239 0,6789
Cuba 0,3014 0,0637 0,0297 0,6629 0,0112
Dominica 0,7368 0,8284 0,7772 0,7829 0,7079 0,4737
Ecuador 0,1435 0,3873 0,2624 0,3143 0,3478 0,1124 0,1132 0,4053
El Salvador 0,3206 0,5098 0,6238 0,4400 0,2464 0,6517 0,7296 0,5053
Estados Unidos 0,9043 0,8137 0,8564 0,9086 0,9855 0,9438 0,9057 0,9632
Grenada 0,4928 0,7402 0,8069 0,7486 0,2789
Guatemala 0,1579 0,3431 0,3614 0,2057 0,4420 0,5449 0,7925 0,5421
Guyana 0,3636 0,5588 0,6535 0,3714 0,2921 0,1509 0,3526
Haití 0,1005 0,2549 0,4554 0,0800 0,1629 0,4843 0,0526
Honduras 0,1722 0,3235 0,2426 0,2686 0,3623 0,3708 0,6038 0,4526
Jamaica 0,4833 0,6667 0,8861 0,5200 0,4638 0,7360 0,5849 0,6526
México 0,3780 0,4363 0,2921 0,2686 0,6159 0,6573 0,4465 0,7579
Nicaragua 0,2823 0,3529 0,4208 0,1543 0,2464 0,3933 0,7044 0,3368
Panamá 0,5359 0,6520 0,5446 0,5029 0,6957 0,6348 0,7736 0,6368
Paraguay 0,2871 0,4412 0,3614 0,2686 0,1594 0,5393 0,4465 0,4474
Perú 0,3493 0,5441 0,5446 0,4000 0,5145 0,7303 0,6730 0,7211
República Dominicana 0,3828 0,5147 0,5842 0,3143 0,3406 0,5112 0,6541 0,4632
San Kitts y Nevis 0,6651 0,7696 0,8713 0,3000
San Vicente y las Granadinas 0,7225 0,8775 0,9059 0,8000 0,7809 0,3474
Santa Lucía 0,7273 0,8676 0,9356 0,8000 0,7921 0,5526
Surinam 0,4785 0,6324 0,7277 0,6229 0,2528 0,3899 0,1737
Trinidad y Tobago 0,5263 0,6422 0,7574 0,4000 0,3261 0,5955 0,4025 0,5000
Uruguay 0,7464 0,8333 0,7921 0,8914 0,4783 0,7753 0,5409 0,5316
Venezuela, RB 0,0096 0,1814 0,1287 0,0571 0,0652 0,0169 0,0063 0,0211
Promedio 0,4716 0,6013 0,6139 0,5270 0,4524 0,5346 0,5047 0,4714
Prom LA 0,3697 0,4985 0,4750 0,4418 0,4094 0,4826 0,4958 0,5053

 

Canadá ocupa el primer lugar en la región en cinco de los indicadores que forman el ICI (Rule of Law, Voz y Rendición de Cuentas, Percepción de la Corrupción y los dos de Libertad Económica); Estados Unidos lidera en dos (Competitividad y Haciendo Negocios), y comparten el primer puesto en Libertad de Prensa Costa Rica y San Vicente y las Granadinas. Es destacable que Canadá tenga esas posiciones tanto sea en cuanto a la seguridad jurídica, el funcionamiento de la democracia y la apertura de su economía. Las últimas posiciones nos muestran a Venezuela en cinco de ellos (Rule of Law, Corrupción, Competitividad Global, Libertad Económica Fraser y Haciendo Negocios) y a Cuba en los otros tres (Voz y Rendición de Cuentas, Libertad de Prensa y Libertad Económica Heritage), aunque en este caso hay que tener en cuenta que no figura en todos los índices tomados en cuenta[1]. Si consideramos solamente los países latinoamericanos, Chile encabeza las posiciones en cuatro indicadores (Rule of Law, Competitividad Global y los dos de Libertad Económica); Costa Rica en dos (Voz y Rendición de Cuentas y Libertad de Prensa; y luego Uruguay en Percepción de la Corrupción y México en Haciendo Negocios. Se nota también que el ámbito de los negocios no es de los mejores en la región latinoamericana, ya que quienes lideran los índices de Competitividad Global y Haciendo negocios tienen posiciones más bajas relativamente, que los que lideran en los otros.

Toda la región alcanza su peor promedio en Competitividad Global, luego Haciendo Negocios y Rule of Law. El mejor el Libertad de Prensa. Respecto a América Latina, su mejor promedio está en Voz y Rendición de cuentas y el peor en Rule of Law.

[1] Para estar incluido en el ICI un país tiene que figurar en no menos de cuatro de los índices considerados, y el menos uno en cada subíndice (política y mercado).

Carl Menger: un clásico que presenta una teoría evolutiva sobre el origen del dinero basada en la liquidez

Con los alumnos de Proceso Económico II en la UFM, comenzamos a ver el tema del dinero y la banca. Para ello, leemos primero un clásico: del libro de Carl Menger “Elementos de Economía Política”, su capítulo “Teoría del Dinero”. Allí dice:

“En los inicios del comercio humano, cuando los hombres empezaron a adquirir poco a poco conocimiento de las ventajas económicas que podían obtener de las ocasiones de intercambio que se les presentaban, sus objetivos se dirigían, como corresponde a la simplicidad de todos los inicios culturales, sólo a lo más inmediato. Por consiguiente, los individuos únicamente tenían en cuenta, en sus intercambios, el valor de uso de los bienes y todas las operaciones se limitaban a aquellos casos en los que los bienes de que disponía un sujeto económico tenían para él menor valor de uso que los que poseía otro sujeto, mientras que para este segundo ocurría lo contrario. A posee una espada que tiene para él menos valor de uso que el arado de B, mientras que para B su arado tiene menos valor de uso que la espada de A. En aquella inicial situación económica las operaciones de intercambio se limitaban forzosamente a casos como el descrito.

Pero no es difícil comprender que, en estas circunstancias, el número de operaciones de intercambio debía ser de hecho muy reducido. Muy raras veces se da el caso de que una persona posea un bien que tiene para ella menos valor de uso que el bien que posee otra persona y que cabalmente esta segunda opine lo contrario. Y raras veces aún ocurre que lleguen a encontrarse precisamente ellas dos. A tiene una red de pescar que cambiaría gustosamente por una cantidad de cáñamo. Para que este intercambio se lleve a efecto es necesario no sólo que exista otro sujeto que esté dispuesto a cambiar el cáñamo por una red, tal como A desea, sino que se requiere además otra condición, a saber, que ambos sujetos se encuentren y que se comuniquen sus mutuos deseos. El campesino C tiene un caballo, que cambiaría con mucho gusto por algunos aperos de labranza y algunas piezas de vestido. Pero es sumamente improbable que encuentre a la persona adecuada, es decir, a la persona que necesita un caballo y que además puede y quiere dar por él precisamente todos los aperos y vestidos que desea C.

Esta dificultad sería en la práctica casi insuperable, hasta el punto de que surgirían muy graves impedimentos para el proceso evolutivo de la división del trabajo y sobre todo y también de la producción de bienes destinados a una venta incierta, si la misma naturaleza de las cosas no hubiera aportado un medio auxiliar gracias al cual, y sin que sea necesario un especial acuerdo entre los hombres y menos aún una imposición estatal, los agentes económicos de todos los lugares han establecido, con una fuerza incontestable, una situación en la que parecen totalmente eliminadas las anteriores dificultades.

La meta final de todos los esfuerzos económicos de los hombre, es la satisfacción directa de sus necesidades. En sus operaciones de intercambio buscan naturalmente este objetivo final. De ahí que intercambien sus mercancías por aquellos bienes que tienen para ellos valor de uso. Este anhelo está presente por igual en todos los niveles culturales y tienen una plena justificación económica. Los individuos económicos tendrían un comportamiento totalmente antieconómico si allí donde no pueden alcanzar este objetivo directa e inmediatamente no hicieran cuanto esta en su mano por acercarse a él poco a poco.”

Cambios en la calidad institucional en América Latina: durante 2016 el caso más destacado fue el de Argentina

La región parece estar perdiendo un par de posiciones en relación al resto, ya que, si observamos la columna con los cambios en relación al año anterior, surge claramente que la mayoría de los cambios son negativos. Claro, este retroceso puede tener dos fuentes: tanto que estos países han deteriorado su calidad institucional como que otros en otras regiones la han mejorado y, por lo tanto, los superan en la clasificación final. De una forma u otra, el resultado es que la región está perdiendo posiciones en la competencia institucional que se ha intensificado con el proceso de globalización.

No obstante, hay algunos cambios positivos, tal el caso de Guyana (+10), Antigua & Barbuda (+6), Panamá y Surinam (+5), y Argentina (+4). En particular, parece destacable el avance de Panamá que continúa una tendencia de dos años y Argentina, que presenta una mejora por segunda vez desde 2002, luego de una leve en 2011.

De todos ellos, el caso más destacado parece ser el de Argentina, ya que todo parece mostrar que comienza a revertir una tendencia de catorce años, y que esta mejora no sería circunstancial sino un primer paso en una tendencia de mejora que podría afirmarse en el futuro. De hecho, la mejora de este año no captura todavía todos los cambios que han ocurrido en el país durante 2016, los que comenzará seguramente a notarse más el próximo año, dada la demora con que los datos básicos del ICI se producen. Además, lo ocurrido en ese país, y teniendo en cuenta su tamaño y peso político relativo, podría estar señalando una tendencia que podría inclinar la balanza entre los dos modelos que han estado en pugna durante estos últimos años, entre países que buscan consolidar sus instituciones y en mayor o menor medida su apertura económica y aquellos otros más cercanos al proyecto del “socialismo del siglo XXI”.

Con un poco más detalle, si analizamos el desempeño argentino en cada uno de los indicadores vemos que ha mejorado, aunque levemente, en casi todos ellos, salvo los de libertad económica que tardan más en recolectar sus datos y, en el caso de Fraser se refiere a 2014 (mostrando una caída).

Argentina 2016 2017 Cambio
Rule of Law 171 163 +8
Voz y rendición de cuentas 85 84 +1
Libertad de prensa 107 104 +3
Corrupción 107 95 +12
Competividad global 106 103 +3
Libertad Econ -Heritage 169 169 0
Libertad Econ – Fraser 149 156 -7
Haciendo negocios 121 116 +5

 

La principal mejora se dio en el índice de Percepción de la Corrupción, por un lado, por los avances observados en 2016, también porque es el índice que se dio a conocer más recientemente. La otra mejora importante es en Rule of Law, seguido de Haciendo Negocios.

Cuando consideramos los retrocesos hay caídas puntuales, pero es más impresionante observar lo ocurrido desde 1996 o desde 2007. En el primer caso nos encontramos con todos los países de “espíritu bolivariano”, que muestran caídas de 105 posiciones en el caso de Bolivia, o 94 para Argentina, 78 Ecuador o 75 Venezuela. Y siendo lo dramático que todo esto es, como nos muestran las noticias diarias sobre Venezuela, tal vez sea peor el caso de Haití, que perdió 42 puestos o Cuba, 29, con pocas menores modificaciones porque siempre estuvieron al final de la tabla.

La calidad institucional en toda América destaca a Canadá, y en América Latina a Chile, Costa Rica y Uruguay

Analizar la situación institucional por continente plantea algunos problemas, ya que una división geográfica poco dice de la configuración política, económica o cultural, pero, en definitiva, toda clasificación tendrá algo de arbitrario. Ateniéndonos a la tradición división geográfica, el primer lugar en calidad institucional corresponde a Europa (con un promedio ICI de 0,7270, seguida de Oceanía con 0,5499, luego y cerca América con 0,5142, Asia con 0,4296 y finalmente África con 0,2845, mostrando ser el continente de mayor debilidad institucional.

En el caso de América, si tomamos solamente a Estados Unidos y Canadá, su promedio supera claramente al resto de la región: 0,9219 para los primeros y 0,4895 para el resto. América Latina presenta un promedio de 0,4426. Y algo similar ocurre en Oceanía, ya que si separamos a Nueva Zelanda y Australia, su promedio de 0,9405 sería el más alto en el mundo.

América

Siempre hemos presentado a los países del “hemisferio occidental” por entender que comparten una historia original común, aunque siguieran luego caminos distintos. De todas formas, también consideramos en forma separada a los países latinoamericanos. En cuanto al conjunto de la región, estas son las posiciones:

2017 1996/2017 2007/2017 1 año
Canada 8 -1 3 -3
Estados Unidos 13 -4 0 0
Chile 24 -2 -2 -2
Costa Rica 35 -10 19 -3
Santa Lucía 36 -11 -5
Bahamas 39 -22 -16 -1
Uruguay 41 0 9 -2
Dominica 45 -1 0
Barbados 47 -19 -15 -4
Jamaica 55 -19 3 1
Panamá 56 -22 12 5
Perú 67 16 13 -5
Antigua y Barbuda 73 -22 6
San Kitts y Nevis 75 -28 -9
Colombia 82 15 18 -5
Trinidad y Tobago 83 -51 -20 -16
El Salvador 89 -32 -24 -9
Grenada 92 -33 2
México 93 -11 -18 -7
República Dominicana 97 -25 17 1
Belice 100 -58 -44 -7
Suriname 102 -8 -5 5
Brasil 104 -3 -14 -5
Guatemala 108 -33 1 -2
Guyana 117 -37 -6 10
Paraguay 120 -57 8 -1
Nicaragua 124 -39 -29 -10
Honduras 127 -51 -14 -5
Argentina 138 -94 -45 4
Bolivia 145 -105 -27 -6
Ecuador 148 -78 -15 -8
Haití 161 -42 4 4
Cuba 171 -29 -7 0
Venezuela, RB 184 -75 -23 0