Alberdi sobre el gasto público y las cosas que la sociedad podría hacer directamente

Con los alumnos de la UBA Derecho vemos a Juan Bautista Alberdi en Sistema Económico y Rentístico analizar el objeto del gasto público según la Constitución Nacional, pero al final del capítulo plantea un tema bien interesante en estos tiempos: no hay que pensar solamente en el gasto del Estado para solucionar los problemas que se encuentren en la sociedad:

“Observaré entretanto, para acabar de hablar del gasto público, que no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, comodidad y perfeccionamiento de sus ciudades, en el socorro y alivio de las clases desgraciadas, y en fin en todo ese orden de servicios que la sociedad se hace a sí misma, sin el intermedio de la autoridad, en el sentido de su prosperidad más rápida y más completa. – A ese gasto pertenecen las calles, los empedrados, las calzadas, los caminos, puentes, desagües, mejoras locales, monumentos, socorros públicos y eventuales, que se hacen por suscriciones voluntarias levantadas entre el vecindario.

Ese gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo. Los pueblos educados en servidumbre no tienen idea de esta contribución sin ley, que el patriotismo se impone a sí mismo, como el esclavo que todo lo hace para su amo y por su mandato no tiene idea del celo generoso.

La Inglaterra, los Estados Unidos deben la mitad de sus mejoras de orden local a esa contribución que el país paga sin que se lo exija la ley, nada más que por el placer de existir bien y de un modo digno del pueblo que sabe estimarse y respetarse hasta en su decoro externo, hasta en el aire distinguido y brillante de esas habitaciones colectivas para su mansión, que se denominan ciudades.

De la omisión de este gasto espontáneo que pesa sobre el espíritu público, ¿a quién hacer responsable? – No al gobierno, ciertamente, que nada tiene que hacer en él, sino al país, que no se siente animado de ese impulso inherente a todo país educado en la libertad. La falta de espíritu pú-blico en nuestras Repúblicas nominales tiene una mitad de la responsabilidad de su atraso propio. Del gobierno podrá ser la otra en mucha parte, no lo dudo, pero ella no excusa la del país. Entretanto es el pretexto que releva de todo escrúpulo a la incuria abyecta de nuestras ciudades manumitidas. ¿El gobierno os impide pintar, renovar, hermosear cada tres meses vuestros edificios? ¿Os impide alumbrarlos brillantemente por las noches? ¿Os impide hacer puertas, veredas, empedrados, puentes, caminos para vuestra propia comodidad? – Diréis que sí. – Os diré entonces que quien lo estorba es el mismo poder que os hace comer mal, vestir peor, habitar casas lóbregas y tristes, vivir vida mezquina y pobre.

La mitad de la organización del país está en la organización de la propia persona. ¿ Qué ha querido decir Montesquieu, cuando ha dicho que el gobierno de libertad era el más caro de los gobiernos? – Que es el que demanda más sacrificios, no más tributos. Lo más fuerte del precio que la libertad cuesta a la Nación reside en el servicio prestado en consagración, en celo, en participación libre y voluntaria por sus habitantes en favor de la obra del bienestar propio y común.

Ser libre no consiste en pasar la mañana en el café renegando a voz en cuello de todos los actos del gobierno; es vivir en continuo afán y en perpetua solicitud, es tomar parte en todo lo que interesa a la Nación; sobre todo es vivir con la mano en el bolsillo, -fisco doméstico y casero-, en el que tiene cada ciudadano un poder de acción pública más eficaz que el fusil de la guardia nacional, herramienta inútil para hacer caminos y puentes, para hermosear las ciudades.

El ocio egoísta pretexta efugios para eludir sus deberes de libertad, es decir, de actividad y trabajo en el interés común, porque esto es la libertad. Lleva su extravío hasta convertir la abstención indiferente en buen tono y prueba de civismo. El egoísta viene a ser tipo del honesto ciudadano, y la mayor recomendación del buen juicio de un vecino se hace con decir que «es persona que en nada se mezcla».

Hemos vivido siglos aceptando lo que nos daba hecho y formado el tutor regio en cómodo y agradable pupilaje. El precedente de siglos gobierna nuestra vida real bajo el imperio de la República escrita. A la menor necesidad sentida alzamos los ojos hacia el papá.

El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente; he ahí toda la diferencia de la colonia a la República: en cuanto al vecino, su rol es siempre el mismo: – aceptar todo lo que se le da hecho, sin hacer nada por sí.”

26 pensamientos en “Alberdi sobre el gasto público y las cosas que la sociedad podría hacer directamente

  1. OBJETOS DEL GASTO PUBLICO SEGÚN LA CN:
    El gasto público, según la CN, se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, el bienestar general, y asegurar la libertad». El gasto que no vaya destinado a éste fin es mal gastado, para ello se creó el Tesoro Nación cuya financiación se debe a los tributos de los ciudadanos. Por ello, es una carga para los particulares y el Estado que deben cumplirla dentro de los límites establecidos en la CN. Luego el autor hace una clasificación del gasto en nacionales y provinciales. Los gastos nacionales, dentro de sus límites excepcionales, son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Los nacionales son, por ejemplo, el servicio de aduanas, de correos, venta de las tierras públicas, del ejército; y éstos se dividirán en tantas secciones por cada provincia. Esto es importante de entender a la hora de hacer el presupuesto anual. Otra clasificación es la de ordinarios o extraordinarios (la última sección del capítulo los trata especialmente). Luego menciona los gastos de acuerdo a la función de cada uno de los ministerios.
    Consideraciones importantes:
    Lo que más me llamó la atención del texto, es que Alberdi desde aquel entonces ya marca los objetivos en los cuales se debe enfocar cada ministerio a la hora de realizar sus gastos, los cuales son similares a los de hoy en día. Así por ejemplo, el Min del interior se encarga de la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, las obras y trabajos de utilidad nacional; el de relaciones extranjeras, se encarga de las relaciones dipoloaticas y de atraer personas y recursos de otros países; el Min. de Hacienda se ocupa de la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro, el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública; el de justicia, culto e instrucción (hace gran énfasis en el gasto que genera la Iglesia Católica); el Min. de guerra y marina, que prevé la defensa común, y el sostenimiento de fuerzas materiales. Por otro lado, sostiene que el gasto público extraordinario que es usado en obras pública pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo dado que consumir es generar más producción y así más riqueza para la Nación.
    PREGUNTAS:
    1. A Alberdi le parecería bien el cambio jerárquico de un Ministerio a una Secretaria para reducir los gastos que estos generan a la hora de administrar temas tan importantes como el Desarrollo Social, el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología y la Defensa? ¿Con qué criterio lo fundamentaría el gasto?
    2. ¿Estaría de acuerdo con la actual redistribución del presupuesto para cada uno de los misterios actuales? ¿Qué criticas le haría? ¿En cuál cree que tiene que gastar más el Estado?
    3. La mayoría de los impuestos nacionales surgieron con un carácter excepcional y luego su cobro se volvió ordinario. ¿Alberdi pensaría lo mismo con respecto a los gastos? Es decir, ¿estaría de acuerdo que un gasto extraordinario se convierta en ordinario, esto sería rentable para el país?.

  2. Resumen: Alberdi en este capítulo delimita el gasto público en la Argentina. Únicamente se deberá gastar en los objetos que señale la Constitución, todo otra gasto sería una pérdida de tiempo. Sera a través del Tesoro nacional que satisfará sus necesidades monetarias. Existe gasto nacional y gasto provincial, para estos últimos se utilizaran los Tesoros provinciales. Otra división es el gasto ordinario y extraordinario dependiendo de la regularidad periódica de su ejercicio. Luego el autor enumera los distintos ministerios en los cuales se divide el gasto público, entre ellos: ministerio del interior (promover la paz nacional), ministerio de relaciones exteriores (clave para traer del extranjero los materiales necesitados), ministerio de hacienda (recaudación y contabilidad de las rentas del tesoro), entre otros. Por ultimo desarrolla cuales son los gastos extraordinarios, entre ellos: obras públicas, en defensa frente a guerras dentro o fuera del país, recompensas de estímulo, compras de territorios, etc.
    Lo más interesante: Cuando Alberdi analiza el gasto del ministerio de justicia, culto e instrucción, justifica el patronato en lo que dicto la Corte de Roma, dice que la religión cristiana viene a parar el achaque del malestar político y moral, siendo esta parte fundamental de la Argentina por venir. Luego argumenta que la religión es un bálsamo que cura lento por lo cual debe ser enseñado a los niños desde pequeños, dado que el que no cree de niño difícil que crea de adulto. Dándole la Constitución al catolicismo los recursos del Tesoro y a las demás religiones únicamente la libertad de culto. Más que interesante es analizar que si bien la postura de Alberdi fundada en la libertad del hombre que viene a trabajar es la base de nuestro sistema, parece olvidarse de la misma al momento de la elección libre de culto, sugiriendo que la religión se enseñe de pequeño cuando el niño probablemente no tenga la capacidad de elegir si la misma es la elección espiritual que más se ajusta a sus necesidades.
    Preguntas: ¿Qué opina de la reducción de varios de los ministerios a secretarias?
    ¿Hoy en día seguiría financiando a la iglesia?
    ¿Qué objetivos del gasto público actual reduciría?

  3. 1-
    El gasto público de la Confederación Argentina se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución. Los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. Cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local, a expensas de su Tesoro de provincia. Los gastos nacionales de la Confederación, se dividirán en tantas secciones locales como las provincias en que se ocasionen.
    En segundo lugar, los gastos generales se dividen en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
    Los gastos ordinarios de la Confederación se dividen en los negocios del gobierno general respecto a su despacho.
    Los gastos extraordinarios son los efectuados en obras públicas; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, de obras útiles a la prosperidad de la Nación; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia. Pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo.
    El gasto público consiste también en el que se hace directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, sin el intermedio de la autoridad. Ese gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común.

    2-
    Alberdi explica con claridad que gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce. Que el mejor modo de medir el grado de sensatez y civilización de cada país con su ley de presupuesto, o la cuenta de sus gastos públicos, pues este dice si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor. Como resalta la importancia del ciudadano como individuo para el país, pues la mitad de la organización del país está en la organización de la propia persona. Por último, que ser libre consiste es vivir en continuo afán y en perpetua solicitud, es tomar parte en todo lo que interesa a la Nación; sobre todo es vivir con la mano en el bolsillo, -fisco doméstico y casero-, en el que tiene cada ciudadano un poder de acción pública.

    3-
    Con la gran diversidad de religiones que se encuentran actualmente, ¿cree que el estado debería aun hoy ayudar a cada una de ellas mediante donaciones? Teniendo en cuenta la situación actual del Estado, ¿aun considera necesario el subsidio a la religión?
    ¿Cuál sería un modo de fomentar que cada individuo tenga espíritu público?

  4. RESUMEN:
    En este capítulo, Alberdi clasificará el gasto público y analizará sus correspondientes objetos, considerando que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta conservar la Constitución y para cumplir esto ha sido fundado el gobierno: todo dinero gastado en otros propósitos será dinero malgastado y malversado.
    En primer lugar, distingue el gasto nacional (delegado) del provincial (gobiernos locales sostenidos por sus propios Tesoros), y posteriormente discrimina los gastos generales en ordinarios (divididos en ministerios por el art. 84) y extraordinarios (motivados por una necesidad excepcional o urgente), según la regularidad y la posibilidad de predecirlos.
    Luego, explica particularmente qué gastos deben tener los ministerios según sus objetivos, haciendo hincapié constantemente en que el buen servicio y resultado no depende de la cantidad de empleados estatales, sino de su capacidad: hay que emplear pocos agentes, hábiles y honrados.
    Finalmente, estudia los gastos extraordinarios y cómo estos pueden ser de gran utilidad si se efectúan de un modo reproductivo para multiplicar y acrecentar el Tesoro. En este sentido, indica que gastar con juicio es atesorar. Por ello, concluye que la ley de presupuesto es el parámetro más exacto para estimar el grado de sensatez y civilización del país.

    NOVEDOSO:
    – El cambio de la causa política de la Nación: de consistir en independizarse, a consistir en integrar al pueblo y consolidar el orden interior.
    – El método de propaganda e información que propone Alberdi para dar a conocer en el mundo exterior las ventajas del nuevo régimen sancionado por la Constitución y las condiciones admirables del país para el establecimiento de poblaciones extranjeras y recursos que desea atraer (función del Departamento de Relaciones Exteriores).

    PREGUNTAS:
    – ¿De qué modo podría reducirse la cantidad de empleados públicos sin perder apoyo popular?
    – Teniendo en cuenta el círculo vicioso en el que se encuentra la política argentina, ¿sigue siendo posible tener un proyecto económico a largo plazo?
    – ¿Cómo hacerle comprender a la sociedad que se deben aplicar las políticas de austeridad propuestas por la Constitución?

  5. I. RESUMEN.
    El gasto público se compone de todo lo que cuesta conservar la Constitución. Para mantenerse y llevar a cabo los objetos de su instituto, la misma instituye y funda el gobierno, cuyo costo se extiende y divide como los servicios a su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro. Así, en primer lugar, los gastos se dividen en nacionales y provinciales. Siendo la regla general que todo gasto es local o provincial – cada provincia tiene su propio gobierno, revestido del poder no delegado, por lo tanto, tiene a su cargo el gasto de este gobierno local, a expensas de su Tesoro provincial–; mientras que el gasto general es excepcional y limitado, es la misma Constitución quién lo delimita. En segundo lugar, los gastos se dividirán en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto.
    Los gastos ordinarios pueden ser clasificados en:
    – Gastos del servicio o ministerio del interior. Está compuesto de lo que cuesta estrechar la unión nacional, consolidad la paz interior y promover el bienestar general.
    – Gastos del servicio de las relaciones exteriores. Se compone menos de lo que cuesta el sostener la amistad y buena armonía con las naciones extranjeras – al respecto de esto, el autor, señala que la Constitución utiliza un sistema que consiste en firmar tratados generosos de igual tenor con todas las naciones. –, que del orden de trabajos que deben realizarse para dar a conocer al mundo exterior las ventajas del nuevo régimen que ha sancionado la Confederación. Será necesario no sólo informar a los gobiernos extranjeros, sino también a la población de estos.
    – Gastos del servicio en el ministerio de hacienda. Compuestos principalmente de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro. La forma de economizarlo es el arrendamiento temporal de las más complicadas funciones de recaudación y emplear la menor cantidad de agentes posible.
    – Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción. Aquellos destinados a satisfacer las necesidades de orden intelectual, moral y religioso. Es decir, lo que cuesta el sostenimiento del culto nacional, el sueldo de los empleados, y los establecimientos de la administración de justicia, los trabajos de codificación del derecho común, etc.
    – Gastos del ministerio de guerra y marina. Se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidad la paz interior. En nuestra sociedad, los gastos del servicio de la guerra se pagan de dos formas: con una contribución general, aplicada en parte al sostenimiento del ejercito; y en una contribución especial que paga de acuerdo a lo impuesto por el artículo 21 de la Constitución.
    En cuanto a los gastos extraordinarios, serán los efectuados en obras públicas, como caminos, mueles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, de obras útiles a la prosperidad de la Nación; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia. Por lo tanto, podrían entrar en la clasificación analizada anteriormente según a qué se refiera la obra o la necesidad urgente y extraordinaria que los motive.

    II. LO NOVEDOSO.
    Me parece importante resaltar la relevancia que le da Alberdi a los gastos necesarios de dar a conocer al mundo exterior las “ventajas” de invertir en nuestro país. Aún en la actualidad es de real importancia impulsar políticas que atraigan capitales extranjeros, es decir, generar esas ventajas y beneficios para la inversión, y luego de hacerlo es imperativo informar a los inversores extranjeros a través de todos los medios posibles.
    Por otra parte, respecto a los gastos del ministerio de hacienda, el autor afirma que para economizar en estos gastos lo que se debe hacer es emplear a pocos agentes hábiles y honrados, y que para conseguir efectivamente que estos agentes sean de esa forma los sueldos deben ser altos. Concuerdo en la necesidad de ocupar la menor cantidad de agentes posible, pero la realidad es que en el presente hay demasiadas personas empleadas en cargos públicos que cuentan con sueldos altos sin tener quizás la habilidad a la que Alberdi se refería. Si bien creo que la capacidad debe pagarse adecuadamente, para asegurarnos de que quién contratamos la posea se deben recurrir a otros mecanismos. Por otra parte, creo que el tema de la honradez es muy difícil de dilucidar y que las “compensaciones dignas” no sirven como garantía alguna.

    III. PREGUNTAS AL AUTOR.

    ¿No cree que en la actualidad sería necesario modificar la Constitución respecto al tema del culto y eliminar la obligación de asignar parte del Tesoro al sostenimiento del culto católico? Desde mi punto de vista sería mucho mejor igualar a Estados Unidos, limitándonos a asegurar la libertad de culto sin adherir ni financiar a alguno en específico.

    ¿Existe alguna forma de asegurar que la mayoría de los gastos extraordinarios sean reproductivos? ¿Cuál?

    Usted señala al finalizar el capítulo la importancia del gasto de los particulares a favor del interés común, ¿no cree que en la actualidad esto es bastante difícil debido a las grandes cargas impositivas? Se supone que el gobierno, al obligarnos a realizar contribuciones, se va a encargar de emplear parte de nuestro patrimonio para el bienestar general, ¿cuáles serían los incentivos para realizar más gastos en pos de dicho bienestar?

  6. RESUMEN:
    En este capítulo Alberdi analiza los objetos del gasto publico según la Constitución argentina, el cual se compone de todo lo que cuesta conservarla y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en miras al sancionarse: constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad.
    Los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. Y en segundo lugar, los gastos generales se dividen, por la Constitución, en gastos ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto. Con respecto a los gastos ordinarios, la CN los divide en 5 ministerios o departamentos:
    -Gastos del servicio o ministerio del interior: Se compone de lo que cuesta estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior y promover el bienestar general. Para ello, tiene que pagar el servicio de los agentes civiles y materiales, edificios para las oficinas del servicio, los objetos para equipar y mantener el ejercito, etc.
    -Gastos del ministerio de relaciones exteriores: Se compone de lo que cuesta sostener la amistad y armonía de la Confederación con las naciones extranjeras, para poder atraer los recursos materiales e intelectuales que hacen a la prosperidad de la Nación. Para ello realiza trabajos de propaganda y de información que conduzcan a dar a conocer la Confederación Argentina o la firma de tratados internacionales.
    -Gastos del ministerio de Hacienda: Se compone de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección,recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro.
    -Gastos del ministerio de justicia: destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso.
    -Gastos del ministerio de guerra y marina: Se compone de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución.
    Por otro lado, respecto a los gastos extraordinarios, son los efectuados en obras publicas, los ocurridos en el sostén de la defensa, las recompensas de estímulo, las compras de territorios, inventos, los subsidios prestados por el Tesoro Nacional para urgencias imprevistas de provincia. El autor destaca que los mismos puede ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro si se hacen de un modo reproductivo.
    Por ultimo, el autor también incluye en el concepto de gasto público las acciones voluntarias de los ciudadanos que tienden al bienestar general, es decir, gastos que son obra exclusiva del espíritu publico, como la mejora de sus ciudades, socorro de clases mas pobres y toda clase de servicios que la Sociedad se hace a sí misma sin el intermedio de la autoridad, siendo ésta una característica de los gobiernos libres.

    LO NOVEDOSO:
    Alberdi intepreta claramente los objetivos del gasto, entendiendo que todo dinero no gastado en lo que la Constitución señala como objeto es dinero malgastado y malversado. A mí entender, mucho del gasto que hoy realiza la Nación excede los límites determinados por la Constitución como objeto de la asociacion política del país. Ya no hay un objeto claro del gasto público.
    Por otro lado, destaca el autor que la Constitución exige pocos empleados para el servicio del gobierno general, compuesto de poderes excepcionales y poco numerosos. Sin embargo, la situación actual es totalmente distinta a la planteada por Alberdi en aquella época ya que tenemos gran cantidad de ministerios y secretarías, y numerosos empleados públicos. Como él expresa: en el Estado el buen servicio no depende del numero de sirvientes sino de su capacidad.

    PREGUNTAS AL AUTOR:
    -¿Entiende usted que los ministerios existentes hoy en día y sus objetivos exceden largamente lo que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina?
    -¿Hay nuevos gastos que deban ser considerados gasto público desde que usted redactó esto? En tal caso, ¿Cuáles?
    -Entendiendo el dinero que se ha invertido durante años en la obra pública, ¿considera usted que dicho gasto es extraordinario o, por su periodicidad, correspondería considerarlo ordinario?

  7. En este capítulo Alberdi trata acerca del gasto público, sus objetos y su clasificación según la Constitución. El gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la CN señala que, es dinero malgastado y malversado. Divide los gastos en nacionales, que estos son gastos excepcionales y limitados y provinciales, que son locales y sirven como herramienta para reestablecer la idea de patria o nacionalidad.
    Los gastos ordinarios son: 1)Gatos de Servicios del Ministerio del Interior (se componen de lo que cuesta el estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, que son los objetos de la CN), 2) Gastos del Servicio de las Relaciones Exteriores(se componen menos de lo que cuesta el sostener la amistad y buena armonía de la Confederación con las naciones extranjeras. En cuanto al sistema de estrechar y mantener la amistad de la República con las naciones extranjeras, la Constitución en su art. 27 establece firmar tratados generosos de igual tenor con todas las naciones.) 3) Gasto del Servicio del Ministerio de Hacienda (se componen principalmente de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro, la adquisición y sostén de las casas y establecimientos para su servicio) 4) Gastos del Ministerio de Justicia, Culto e Insurrección (son destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso. Se componen de lo que cuesta el sostenimiento del culto nacional) 5) Gastos de Ministerio de Guerra y de Marina (se componen ellos de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución. Se paga por medio de la contribución general y la contribución especial por el art 21 de la CN). Los gastos extraordinarios son los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país, etc. Estos gastos pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo.
    Me resulta novedoso como el autor tiene una visión crítica y revolucionaria desde aquellos tiempos. Me resulta positiva la idea de que cada ciudadano aporte con una parte de si para el sostenimiento y crecimiento de la Nacion en cada una de sus instituciones, siendo algunas de ellas el ministerio, el culto, etc. Sin embargo, me resulta sorprendente que los beneficios de estos aportes se los lleven unos pocos, mientras que sus consecuencias las pagamos la mayoría de la sociedad. Desde este punto de vista, es imposible que la distribución de riquezas sea equitativa, ya que Alberdi siempre resalta la importancia de las garantías constitucionales, en especial el de la libertad.
    ¿De qué manera se podría hacer más eficiente y tratar de disminuir el gasto público?
    ¿Qué controles implementaría para evitar el excesivo e inservible gasto público?
    Con relación al principio de igualdad ¿Cree usted que es equitativa la distribución en cuanto a la gran cantidad de empleados públicos que existen hoy en día en los ministerios?

  8. RESUMEN: En el capítulo VII trata acerca del Gasto Publico, su objeto y su clasificación en La Constitución Nacional. El objeto del gasto es constituir la Unión Nacional, Afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar beneficios de la libertad. Para cumplir con los objetivos se destina el Tesoro Público Nacional, que los habitantes del país contribuyen a formar con los servicios de sus rentas privadas .Alberdi en primer lugar clasifica los gastos en :1-Nacionales ,2-Provinciales (Cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local, a expensas de su Tesoro de provincia)
    En segundo lugar, los gastos generales se dividen en
    1- ordinarios: son los gastos de la administración, y la CN los divide en cinco ministerios
    – Ministerio del interior: que tienen como objetivos la unión nacional y consolidación de la paz interior. Gasto del Ministerio de las relaciones exteriores: es el destinado a que la Confederación tenga buenas relaciones con las naciones extranjeras. Son las condiciones que tiene el país para atraer recursos y capitales de estados extranjeros. Gasto del Ministerio del servicio en el ministerio de hacienda: gastos de recaudación y contabilidad de las rentas del tesoro. Gasto del Ministerio del ministerio de justicia, culto e instrucción el gasto que corresponde a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) y al de los Tribunales Inferiores, el gasto de culto que corresponde a los ministros de la Iglesia. Gasto del ministerio de guerra y marina: cuyo objetivo es la radicación de la unidad nacional y consolidar la paz interior.
    2-extraordinarios: son los efectuados en obras públicas; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, de obras útiles a la prosperidad de la Nación; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia. Estos pueden ser muy beneficiosos si se hacen de un modo reproductivo, con el objeto de invertir y agrandar el Tesoro.
    NOVEDOSO-IMPORTANTE: Resulta importante destacar que el gasto público se compone de todos los objetivos que fueron enunciados en el Preámbulo de nuestra Constitución y que todo el dinero que sea destinado a otros fines es considerado como malgastado y malversado.
    PREGUNTAS AL AUTOR:
    1. ¿Hoy en día con la diversidad de religiones seguiría apoyando al culto católico, incluiría otra religión?
    2. ¿Considera que actualmente hay un exceso en la cantidad de empleados públicos?
    3. ¿Por qué Argentina es uno de los países con mayor gasto público? ¿Es eficiente el gasto público hoy en día?

  9. RESUMEN ALBERDI SOBRE EL GASTO PUBLICO
    El autor considera que el gasto publico argentino se compone de rodo lo que cuesta el conservar su constitución nacional, y reducir a verdades de hecho los objetos que era tenido en mira al sancionarse. Todo dinero gastado en otros objetos será malgastado o malversado.
    Los gastos se dividen en nacionales y de provincia, también en ordinarios y extraordinarios según la regularidad periódica a su ejercicio. Luego indica como se ejerce el gasto en cada uno de los ministerios.
    Le da el carácter de extraordinarios a los gastados caminos, muelles, puentes y edificios para el servicio nacional, los gastos en el sostén de la defensa común, de obras útiles a la prosperidad de la nación, subsidios para urgencias imprevistas a la provincia.
    Ciertos gastos pueden ser de gran utilidad, cuando sean en infraestructura por ejemplo, se dice que no es disminuir sino es agrandar las rentas de la confederación, en este sentido gastar es atesorar.
    Habrá que ver la ley de gastos de cada país para saber si esta en manos de explotadores o regido por hombres de honor.
    Alberdi hace una afirmación interesante, «la mitad de la organización del país esta en la organización de la propia persona»

    1) Como ve el gasto publico actual?
    2) Los gastos en asistencia social podrían ser vistos como multiplicadores?
    3) Considera que son mismas condiciones y por lo tanto mismas medidas las que deberían tomarse en la actualidad?

  10. o RESUMEN: Alberdi, en su capítulo séptimo trata el tema del gasto público. Según el texto nacional, el gasto público tiene como fin efectuar el costo que genera hacer efectivos los principios y garantías que de ella emanan. Aquellos gastos que se hagan por fuera de tales objetivos y principios son “dinero malversado”. El autor nos enseña que el Tesoro público (el cual está conformado por los recursos del art. 4), es el fruto de la contribución de los individuos que habitan en la Nación, y quien y que quién altere este fin comete un delito. Esta responsabilidad puede derivar no sólo de los ciudadanos de la Nación, sino también de los propios funcionarios del gobierno. Alberdi distingue entre los gastos nacionales y los provinciales (que dependen de cada gobierno provincial y no son soportados por el Tesoro Nacional). Considera que los “gastos nacionales”, pueden ser ordinarios y extraordinarios, dependiendo de la regularidad con la que se utilicen y la posibilidad de que sean previsibles en el presupuesto. En cuanto a los primeros, se menciona a los ministerios, es decir, quienes iban a tener que ejecutar los gastos ordinarios. Entre ellos: el Ministerio del interior (entendido por Alberdi como el objetivo más importante en ese momento para la Nación, promoviendo el bienestar general); el Ministerio de relaciones exteriores (con el objeto de dar seguridad para atraer capitales y recursos, debiéndose procurar que el gasto diplomático sea eficiente y productivo a estos fines); el Ministerio de hacienda; el Ministerio de Justicia, culto e instrucción. Sobre el gasto en el culto agrega que tiene por finalidad “ser un instrumento de educación y sociabilidad”. También el ministerio debía encargarse de los gastos de la educación pública, bibliotecas, escuelas de arte, museos y oficios. El autor destaca también el Ministerio de guerra y marina, el cual debía administrar su gasto en post del mantenimiento de las fuerzas armadas a fin de cumplir con lo dispuesto en la Constitución. En lo concerniente a los gastos extraordinarios, se analiza que pueden comprender los que se inviertan en obra pública (puentes, muelles, caminos), los de defensa contra ataques, compras de territorios, inventos, las recompensas estímulos subsidios para urgencias imprevistas de las provincias. Entiende que estos gastos deben ser útiles y que pueden multiplicar el tesoro, es decir creando recursos. Por último, el autor sostiene que el gasto público debe consistir en resguardar el orden público y en mejorar y hacer más fácil la vida de los habitantes, y también incentiva a las personas a seguir contribuyendo al bien común.
    o NOVEDOSO O SORPRENDENTE: Me resulta novedoso como el autor tenía una visión óptica y crítica de la malversación del gasto público, sobre todo por parte de los funcionarios del gobierno. Desde este punto de vista considero sorprendente cómo los valores de Alberdi, sus ideales, su hincapié en las garantías constitucionales y sus pensamientos, ya eran avanzados en aquellos tiempos, hasta el punto tal que hasta hoy en día continúa dándose esas consecuencias, donde los gastos o costos los soportamos todos los habitantes de la Nación, mientras que sus frutos o beneficios se lo llevan unos pocos, sobre todo los más ricos.
    o PREGUNTAS al autor
    1. ¿Cómo podría hacerse para que los costos – beneficios sean equitativos para todos los habitantes de la Nación?
    2. ¿Por qué los que menos pagan generalmente son los que más reciben?
    3. Si los fondos del Estado son el producto del esfuerzo de todos los argentinos, ¿Por qué existe una mala distribución de las riquezas?

  11. RESUMEN

    Alberdi nos presenta en este último capítulo el gasto público clasificando y analizando sus objetos. Parte de la base que el gasto nacional es todo aquello que se designa a conserva y cumplir la Constitución, por lo tanto todo dinero que sea gastado con otros fines que no sea el anteriormente señalado serán fondos malgastados.
    Luego procede a realizar distintas divisiones de los gastos, ya sea en nacional o provincial, o en gastos generales discriminados en ordinarios o extraordinarios. Los primeros se diferencian según si se delegó por parte de las provincias o si sos sostenidos por los tesoros propios; los segundos según la regularidad de los mismos, siendo los ordinarios los gastos generados por los ministerios, y los extraordinarios aquellos que encuentran su motivo en una urgencia.
    Por último Alberdi nos ilumina acerca la ley de presupuesto, ya que la entiende como la manera más exacta de poder fijar un gasto lo más exacto posible ya que defiende que se deberá gastar mesuradamente.

    NOVEDOSO/SORPRENDENTE

    Alberdi refiere a los gastos de los ministerios y sostiene que el buen servicio que brinde, no depende de la cantidad de empleados estatales, sino en realidad importa la calidad de empleados. Preferible pocos pero buenos, y además se reduce el gasto.
    Como de costumbre en este apartado hago una relación de aspectos que destaca el autor con la actualidad del país a mis ojos, y ésta no va a ser una excepción ya que el gasto público generado por los empleados estatales entiendo que a simple vista vemos que es desproporcionado.
    Puede ser que la cantidad de empleados públicos sea más alta de la óptima, o puede que simplemente carezcan de la formación idónea para realizar su labor de la manera más productiva posible, o bien la falta de incentivos en los empleos públicos genere un desinterés a la productividad; el resultado es que lamentablemente nuestro gasto público ordinario está sobrepasado.

    PREGUNTAS

    1) ¿Le parece que hay exceso de empleados públicos o que tienen una formación deficitaria para sus labores?
    2) Entiendo los subsidios como gastos que deberían ser extraordinarios, pero por la periodicidad que tienen han pasado a ser ordinarios en nuestra economía. ¿Qué opina de estos gastos?
    3) ¿Cree que el presupuesto funciona de manera idónea a la finalidad por usted planteada?

  12. RESUMEN
    Alberdi centra el análisis del ultimo capítulo de su obra en el Gasto. Este es clasificado por el autor en: Gasto Nacional y Gasto Provincial. Siendo el nacional o también llamado ¨general¨, el que es esencialmente excepcional y limitado, y es contraído únicamente a los objetos y servicios que la constitución declara. Por otro lado, el Provincial, seria aquel que es destinado para el progreso y gobierno de cada una de las provincias de la nación.
    En segundo lugar, la constitución clasifica al Gasto en Ordinario y Extraordinario, según la periodicidad de su ejercicio y su posibilidad de ser previsto en cálculos o presupuestos.

    ASPECTO NOVEDOSO
    Destaco principalmente una frase inmersa en el texto, del economista francés Say, ¨si la economía es el juicio en los gastos, la disipación es la locura en el gobierno¨. Creo que es un fiel reflejo de la historia del país y de los distintos gobiernos que, sin importar su visión política o económica, nos han gobernado desde mediados del siglo XIX. El marco normativo argentino, desde la redacción y sanción de la Constitución Nacional de Alberdi en 1853, fue siempre claro; sin embargo, aquellos encargados de ponerlo en práctica han fallado. Durante años el Estado Argentino ha gastado más de lo que podía, ha oprimido a aquellas fuentes generadoras de riqueza, y como resultado, siempre ha necesitado acudir a distintas instituciones crediticias o a estados, para solventar sus deudas. Dichos préstamos, pocas veces fueron devueltos.

    PREGUNTAS
    1.¿Estaria de acuerdo con que el Estado deje de sostener el culto católico apostólico y romano?
    2.Teniendo en cuenta que, año tras año, los gobiernos han destinado fondos para la realización de obra pública, ¿podría considerarse dicho gasto como extraordinario o, por su periodicidad, correspondería considerarlo ordinario?
    3.¿Considera que la administración pública posee un exceso de empleados?

  13. En esta ocasión, Alberdi expone en relación al gasto público. Según el autor, todo aquel gasto que no sea destinado a satisfacer los fines que propone la Constitución Nacional, sería considerado como un mal gasto.


    Así, el Tesoro Nacional, irrumpe en el relato, financiándose con los tributos que abonan los contribuyentes, siendo una carga para los mismos. Dada la importancia que tiene el gasto público, el autor propone abordar la temática con cuidado, procurando de no realizar un mal gasto – como se menciona arriba- es decir, únicamente gastar públicamente para satisfacer los objetos que señale nuestra Constitución.

    
Ahora bien, existen diferentes tipos de gastos. Están los provinciales y los nacionales, que a su vez se dividen en generales y locales de carácter federal.

    También alude a aquellos ordinarios y extraordinarios.

Los ordinarios, el autor los divide en cinco ministerios, gastos del servicio o ministerio del interior, gastos del ministerio de relaciones exteriores, gastos del ministerio de Hacienda, gastos del ministerio de justicia y gastos del ministerio de guerra y marina.



    En mi opinión personal, resulta positivo que los ciudadanos sostengan el Estado, pero debe haber limitaciones para no sobre pasarse. Ahora bien, también la distribución de los aportes que realizan los contribuyentes debe ser equitativa, cosa que no sucede ni ha sucedido a lo largo de la historia, ya que solo pocas personas disfrutan de los beneficios.


    Preguntas:



    – Acorde a no gastar demás, se considera un cambio positivo el hecho de haber eliminado algunos Ministerios? O hay otros factores en juego?



    – Que gasto extraordinario de hoy en día, correría la misma suerte que los impuestos a futuro? Es decir, convertirse en ordinario.



    – Hay alguna manera (utópica, acorde a los días actuales) de reducir el gasto público? Y sin aumentar las contribuciones?

  14. RESUMEN: Aquí Alberdi expone acerca de los objetos del Gasto Público según la Constitución Nacional y plantea que es todo lo que cuesta el constituir la Unión Nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar beneficios de la libertad. Y lo deja en claro al plantear que el Gasto Público se compone puntualmente de todo lo que cuesta conservar su Constitución Nacional. El Tesoro Nacional tiene un principal e importante fin y el que no lo cumple, comete un crimen que sería el gasto ”mal invertido” efectuado por el gobierno, y a su vez cuando el ciudadano defrauda la contribución.
    Los Gastos se dividen en nacionales, que son los gastos excepcionales y limitados, y provinciales, que son locales. Estos últimos sirven como herramienta para reestablecer la idea de patria o nacionalidad (sin necesidad de sacar lo obtenido de su origen y destino).
    A los Gastos Ordinarios los clasifican en:
    1. Gastos de Servicios del Ministerio del Interior: que tienen como objetivos la unión nacional, la consolidación de la paz interior y promover el bienestar general.
    2. Gastos del Servicio de las Relaciones Exteriores: se compone de lo que cuesta sostener que la Confederación tenga buenas relaciones con las naciones extranjeras, es decir, mantener una buena armonía y amistad. Ya que esto da posibilidades al país para atraer recursos y capitales de estados extranjeros y poder satisfacer otras necesidades.
    3. Gasto del Servicio del Ministerio de Hacienda: se basan en lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro, la adquisición y mantenimiento de las casas y establecimientos para su servicio, en que entran almacenes, oficinas, resguardos de tierra y mar, puertos, muelles, etc.
    4. Gastos del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción: Los gastos de este ministerio son destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso. Se componen de lo que cuesta el sostenimiento del culto nacional; el sueldo de los empleados, y los establecimientos de la administración de justicia. Este es importante ya que restituye la paz a la Republica.
    5. Gastos de Ministerio de Guerra y de Marina: se basan en lo que cuesta proveer la defensa común, la radicar de la unidad nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución. Y el autor expone también que todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria, pero luego manifiesta que no es beneficioso para países recién nacidos a la libertad.
    Por ultimo analiza los gastos extraordinarios, que deben ser los efectuados en obras públicas, en sostén de la defensa común, las compras de territorios, de inventos, también los efectuados en obras útiles a la prosperidad de la Nación, etc. Estos gastos pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro Nacional si se hacen de un modo reproductivo.

    LO NOVEDOSO O SORPRENDENTE: Lo que me resulta importante destacar es la importancia que el autor le otorga a la consolidación de la paz en la Nación, ya que lo considera no solamente más económico y ahorrativo de gastos, sino también más eficaz y poderoso que la acción de las armas, porque las guerras siempre conllevan pérdidas irreparables como la vida de esos seres humanos que son colocados para defender a la Patria.
    También considero importante el cuidado del Gasto Público ya que es el sostiene a nuestra Nación y cómo nos muestra que quien corrompe el fin del Tesoro, sea tanto un gobierno como un ciudadano, estaría actuando de tal forma que perjudica a todo el país, siendo que este presupuesto que se genera a partir de este Tesoro es el utilizado tanto para obras públicas como para gastos ordinarios de la nación, entre tantas cosas más. Asimismo cada provincia hace reserva de su propio gasto provincial, para su gobierno. Este presupuesto es el que debe mantenerse inviolable con los controles suficientes para garantizar su correcta inversión y así poder contribuir a un país que pueda salir adelante, a desarrollarse cada vez más y al mismo tiempo manteniendo la confianza de los ciudadanos y contribuyendo siempre el bienestar general.

    PREGUNTAS AL AUTOR:
    Teniendo en cuenta que para usted todo dinero público gastado en forma contraria a los mandatos constitucionales es dinero malgastado y malversado ¿Cuál cree que sería el mejor mecanismo para evitar que se mal invierta el dinero público? ¿Existe, actualmente, algún control eficaz para su buena inversión? ¿Cree que en la actualidad se está invirtiendo correctamente en educación, salud, seguridad y empleo?

    Basándome en lo manifestado por usted acerca de que los gastos extraordinarios pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro Nacional si se hacen de un modo reproductivo. ¿Cree que dichos gastos realizados durante todos estos años se han hecho de ese modo?

    ¿En el supuesto caso de que no haya forma de evitar los desvíos de los fondos, qué medidas se podrían implentar para no tener que incrementar la suba de tarifas como recaudación para cubrir este faltante y así los ciudadanos no tengan que pagar esas consecuencias?

  15. Resumen:
    En el capitulo VII Alberdi se refiere al objeto del gasto público y como se conforma y menciona:
    El gasto público de la Confederación Argentina se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad»; en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo.
    Los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia.
    Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su divide los gastos generales en ordinarios y extraordinarios y refiere que ambos comprenden los gastos del ministerio del interior, de hacienda, de justicia, culto e instrucción, de guerra y marina, y del servicio de las relaciones exteriores. Examina las reglas que se deducen de la Constitución sobre la manera de dirigir y ordenar las diferentes clases del gasto público en cada ministerio en particular. Sobre la forma de ahorrar en gastos, refiere entre otras, el de firmar tratados generosos de igual tenor con todas las naciones; el economizar en sueldos empleando pocos agentes, hábiles y honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos; efectuar el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública; que es preferible no distraer a los ciudadanos del trabajo y que el país pague el servicio de su defensa a empleados permanentes, que hagan profesión de ocuparse de eso y de la vida militar; los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo; que la ley debe ser discreta y sobria en recargar al Estado con la obligación de gastar en obras
    Divide los gastos generales en ordinarios y extraordinarios y refiere que ambos comprenden los gastos del ministerio del interior, de hacienda, de justicia, culto e instrucción, de guerra y marina, y del servicio de las relaciones exteriores. Examina las reglas que se deducen de la Constitución sobre la manera de dirigir y ordenar las diferentes clases del gasto público en cada ministerio en particular. Sobre la forma de ahorrar en gastos, refiere entre otras, el de firmar tratados generosos de igual tenor con todas las naciones; el economizar en sueldos empleando pocos agentes, hábiles y honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos; efectuar el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública; que es preferible no distraer a los ciudadanos del trabajo y que el país pague el servicio de su defensa a empleados permanentes, que hagan profesión de ocuparse de eso y de la vida militar; los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo; que la ley debe ser discreta y sobria en recargar al Estado con la obligación de gastar en obras públicas.

    Importante:
    Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado.
    Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general.
    Hay cobardía, a más de latrocinio, en toda defraudación ejercida contra el Estado; ella es el egoísmo llevado hasta la bajeza, porque no es el Estado, en último caso, el que soporta el robo, sino. el amigo, el compatriota del defraudador, que tienen que cubrir con su bolsillo el déficit que deja la infidencia del defraudador.

    Preguntas:
    En su opinión de que manera se puede reducir el gasto público?
    La principal causa del déficit fiscal es el gasto público?
    Debido al sistema de coparticipación federal, la nación es la que recauda y luego distribuye a las provincias, esto generaría incentivos negativos a las provincias en cuanto a realizar gastos?
    El gobierno administra bien el dinero recaudado?
    Que medidas se podrían implementar para evitar La malversación de fondos por parte de empleados públicos?

  16. Alberdi en su capítulo VII, refiere a cómo se compone el gasto público, éste comprende la construcción de la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz, la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad. Las necesidades públicas deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación. De todos modos existe la división de gastos nacionales y gastos de provincia. Teniendo cada provincia su Gobierno propio cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno; respecto a los gastos nacionales de la Confederación éstos comprenden los servicios de aduana, de correos, gastos de ejército; dentro de éste también hay una clasificación de gastos generales ordinarios y extraordinario, dentro de los primeros se encuentran los consumos de los Ministerios en que se divide la Administración y dentro de los segundos la obra o necesidad urgente y extraordinaria de esos ministerios. Luego el autor detalla las funciones y los gastos de cada ministerio. Para finalizar Alberdi refiere al espíritu público es decir la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos con el deseo del bienestar común. La falta de espíritu público tiene una mitad de la responsabilidad de su atraso propio. “El gobierno era antes amo, hoy es sirviente, he ahí la diferencia de la Colonia a la República”.
    Lo que me sorprende es éste capítulo es cómo el autor ya da una introducción de cómo se organizan los ministerios y éstos abarcan toda la organización de la administración del Estado. Percibiendo también que las guerras no llevan al avance de la Confederación y que la mejor manera de progresar es mediante la diplomacia, la educación, el trabajo siempre a la luz de la Constitución quien garantiza la libertad.

    ¿Es la magnitud del Estado hoy día, lo que justifica la falta del espíritu público?
    Es comprensible que en la época del autor, el culto Católico haya sido el preferido, pero ¿por qué en la reforma que sufrió la Constitución en 1994 esto no se modificó?
    ¿Qué opinaría el autor respecto a que con cada gobierno se modifican las estructuras de los Ministerios?

  17. En este capítulo Alberdi analiza el gasto público, según la constitución este se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. Promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». Los gastos se pueden dividir en nacionales y gastos de provinciales (Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general), posteriormente la constitución realiza otra clasificación y divide en gastos ordinarios y extraordinarios, esta última clasificación es acorde a la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos. Los gastos ordinarios los divide en : Gastos del servicio o ministerio del interior; Gastos del servicio de las relaciones exteriores; Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, Gastos del ministerio de guerra y marina. Y también señala que se pueden comprender en la categoría de los gastos extraordinarios los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; etc.
    me parece novedoso el análisis de Alberdi respecto a los gastos extraordinarios ya que este señala que pueden ser de gran utilidad para el tesoro , ya que señala que gastar en muelles , caminos , canales , etc., es decir en infraestructura ya que para Alberdi esto fecunda y multiplica el tesoro , es decir reproduce y acrecenta. Y señala que gastar de ese modo, no disminuye el dinero fiscal, sino que agranda las rentas.

    ¿Cree que es conveniente aumentar el gasto publico atreves de la deuda si seria para gastos en infraestructura?
    ¿Cuál es su opinión respecto al actual gasto público del país?
    ¿ cómo limitaría el exceso de gasto público?

  18. RESUMEN:
    En este capítulo VII, alberdi habla sobre el Gasto Público de la República, consagrado en la Constitución, del cual éste es aprobado en la confección del presupuesto anual de país, y es solventado por la recaudacion que contiene el Tesoro Nacional, del cual estos Gastos se dividen en:
    . Por un lado, gastos nacionales, son gastos que realiza el estado y gastos provinciales, son aquellos que realiza cada una de las provincias
    . Por otro lado, entre gastos extraordinarios como lo son gastos para las obras publicas para el servicio naciona, para la defensa comun, ( son gastos con recompensa futura) y entre gastos ordinarios, como los gastos para el ministerio de interior (para mantener la integridad nacional y consolidar la paz interior, la unión nacional y promover el bienestar general), los gastos para el ministerio de las relaciones extranjeras (se realizan para atraer capitales extranjeros al Pais), los gastos para el ministerio de hacienda, gastos para el ministerio de guerra y marina (gastos para sostener a las fuerzas armadas) y los gastos para el ministerio de Justicia, culto e instrucción (son los gastos para que las personas que estudien o trabajen en estos respectivos lugares, ademas de recibir una remuneración por sus desempeños, tienen la libertad de culto y enseñanza).
    Por lo que al tener estos gastos la Constitución impone al Gobierno Federal fomentar la Inmigración Europea, afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras para con ello atraer mayor capital para poder así pagar los gastos que realiza el Gobierno.
    . LO NOVEDOSO:
    Alberdi comenta sobre como es que se divide el gasto publico de la República, y que el gobierno de turno que ocupe el lugar debe mediar para que este no se excesivo para el país, pero verdaderamente, ¿esto es posible?, los datos a los que se refiere alberdi los que se toman en cuenta para realizar el gasto del país, ¿existe verdacidad en ellos?
    . PREGUNTAS PARA EL AUTOR:
    1. ¿ Todos soportamos de igual manera al Gasto Público?
    2. ¿Que sucede si el dinero es insuficiente?
    3. ¿Existe alguna manera de saber cuánto es lo que aporta cada uno de los ciudadanos? para los gastos del Estado

  19. Hasta ahora Alberdi ha examinado cuestiones centrales a partir de las cuales busca responder a la interrogante sobre cómo organizar el derecho para fomentar una sociedad virtuosa; esto es principalmente efectivizar las prescripciones del preámbulo. a partir de la consolidación de una nación rica consecuencia de la prevalencia de los principios constitucionales ,( libertad, igualdad ,seguridad y propiedad) por lo que este evidencio y reflexiono sobre preguntas centrales de la economía, como se produce riqueza? , Como distribuirla? Como organizar el consumo? , y como construir un patrimonio nacional, un tesoro nacional .ahora en este ultimo capitulo el autor se propone a desarrollar sobre las matices que subyacen cuando uno examina el gasto público, en palabras del autor” el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo”. Este distingue dos tipos de gastos, los provinciales y los nacionales; explica que se deja a cada provincia “el gasto de lo que cuesta su progreso y gobierno” de forma genérica rige como principio general el de descentralización administrativa y de forma excepcional se delegan funciones que se transforman en gasto en cabeza de la administración nacional. También distingue entre gastos ordinarios y extraordinarios siguiendo un criterio basado en la periodicidad. Dentro de los primero hace mención a los siguiente,” 1° Gastos del servicio o ministerio del interior; 2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, 5° Gastos del ministerio de guerra y marina”auque dentro de esta clasificación también entran los extraordinarios que se remiten a dichos departamentos. Pero estos también son aquellos; efectuados en obras públicas, en caminos, muelles, puentes, edificios. El autor enfatiza que se debe tender a realizar los de tipo reproductivo.

    Me pareció interesante. el relato que hace con respecto a la enseñanza cuando esta es de carácter público y universitaria . Este comenta como rosas influía sobre la educación, marcando la agenda educativa con la finalidad de acabar con la oposición política de forma que muestra que en realidad la educación pública sobre todo en un nivel avanzado representa en mayor medida un problema, inclusive hoy en día por mas excelencia que puedan tener las universidades, más allá de la calidad en recursos humanos. estas muestras síntomas de atraso institucional y tecnológico en comparación al sector privado sobre todo por el fermento de los partidos y la política en los departamentos que dejan ver un tinte de tipo corporativo que termina por priorizar la conservación de posiciones que podrían ser estratégicas que generar una educación de mayor calidad.

    ¿Qué opinaría Alberdi sobre el destino y al forma actual de organizar el gasto social?
    ¿Este se muestra en contra de las escuelas públicas, que opinaría de otorgar subsidios a la demanda?
    ¿Qué consideraciones tendría el autor con relación al estado actual de las fuerzas armadas?

  20. Hasta ahora Alberdi ha examinado cuestiones centrales a partir de las cuales busca responder a la interrogante sobre cómo organizar el derecho para fomentar una sociedad virtuosa; esto es principalmente efectivizar las prescripciones del preámbulo. a partir de la consolidación de una nación rica consecuencia de la prevalencia de los principios constitucionales ,( libertad, igualdad ,seguridad y propiedad) por lo que este evidencio y reflexiono sobre preguntas centrales de la economía, como se produce riqueza? , Como distribuirla? Como organizar el consumo? , y como construir un patrimonio nacional, un tesoro nacional .ahora en este ultimo capitulo el autor se propone a desarrollar sobre las matices que subyacen cuando uno examina el gasto público, en palabras del autor” el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo”. Este distingue dos tipos de gastos, los provinciales y los nacionales; explica que se deja a cada provincia “el gasto de lo que cuesta su progreso y gobierno” de forma genérica rige como principio general el de descentralización administrativa y de forma excepcional se delegan funciones que se transforman en gasto en cabeza de la administración nacional. También distingue entre gastos ordinarios y extraordinarios siguiendo un criterio basado en la periodicidad. Dentro de los primero hace mención a los siguiente,” 1° Gastos del servicio o ministerio del interior; 2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, 5° Gastos del ministerio de guerra y marina”auque dentro de esta clasificación también entran los extraordinarios que se remiten a dichos departamentos. Pero estos también son aquellos; efectuados en obras públicas, en caminos, muelles, puentes, edificios. El autor enfatiza que se debe tender a realizar los de tipo reproductivo.

    Me pareció interesante. el relato que hace con respecto a la enseñanza cuando esta es de carácter público y universitaria . Este comenta como rosas influía sobre la educación, marcando la agenda educativa con la finalidad de acabar con la oposición política de forma que muestra que en realidad la educación pública sobre todo en un nivel avanzado representa en mayor medida un problema, inclusive hoy en día por mas excelencia que puedan tener las universidades, más allá de la calidad en recursos humanos. estas muestras síntomas de atraso institucional y tecnológico en comparación al sector privado sobre todo por el fermento de los partidos y la política en los departamentos que dejan ver un tinte de tipo corporativo que termina por priorizar la conservación de posiciones que podrían ser estratégicas que generar una educación de mayor calidad.

    ¿Qué opinaría Alberdi sobre el destino y al forma actual de organizar el gasto social?
    Este se muestra en contra de las universidades públicas, ¿considera la posibilidad de otorgar subsidios a la demanda?
    ¿Qué consideraciones tendría el autor con relación al estado actual de las fuerzas armadas?

  21. RESUMEN. –
    En el presente pasaje, Alberdi, elabora y analiza en detalle el gasto público, propone una suerte de categorización del gasto para luego sobre ella, ahondar puntualmente sobre el contenido, o lo que se debería sustentar por área.
    En un primer momento, antes de esbozar la categorización del gasto, planteara los axiomas, los principios, esto es: a) que el gasto nacional SOLO se compone de lo que “cuesta el conservar su constitución”; b) que todo dinero público gastado en otros objetos ajenos a los que constitución señala, es dinero malgastado y malversado; c) los habitantes del país (quienes contribuyen a formar el tesoro) serán el límite, ya que se busca, por el gasto público, un provecho común y general
    Luego, y ya abordando de lleno el tema, plantea una primera diferencia entre el gasto de carácter nacional y el provincial y sobre los primeros, una subdivisión en ordinarios y excepcionales. Dentro de los gastos ordinarios, entiende el autor, que, de la constitución emanan 5 tipos de gastos (los cuales desarrolla puntualmente en el apartado II) y primara sobre las cuentas, siempre una visión de un estado mínimo, con pocos y eficientes empleados. Y sobre el gasto extraordinario nacional, creo que lo más valioso que nos deja Alberdi, es entenderlo como una inversión, más que como gasto ya que dentro de esta categoría, engloba principalmente lo relativo a infraestructura.
    INTERESANTE. –
    Me resulta interesante el desarrollo que dedicar el autor para fundamentar sostenimiento del culto nacional. Estimo que la razón detrás de esto, es la creencia de la época, es decir, entender que los individuos que componen la Confederación no puedan vivir sin una religión y que por ello el estado debe sostener y/o subvencionar el culto, me resulta cuanto menos raro, pero con algunas coincidencias, por ejemplo, es cierto que la religión es útil como instrumento de educación y sociabilidad, así como para transmitir valores; pero no creo que por ello, deba el estado sostener un culto (cualquiera fuese).
    Si vamos a una estricta cuestión de eficiencia del gasto, resulta totalmente ineficiente, o por lo menos, así lo entiendo en aquella época embrionaria del estado argentino, estimo hubiera sido mejor dejar el sostenimiento del culto para una etapa mas avanzada o como la constitución americana, no sostener un culto especifico.
    PREGUNTAS. –
    Con el avance de los años, las constituciones se volvieron más extensas, principalmente por la adición de un nuevo catalogo de derechos, los económico y sociales principalmente. Teniendo esto encuentra ¿considera ud. Que esto habilitaría una ampliación del gasto publico para el sostenimiento, reglamentación, ¿efectivo disfrute de aquellos derechos?
    ¿estima que hubiese sido necesario incluir más controles, a nivel constitucional, para evitar los problemas de déficit, sobreejecucion de partidas, y demás problemas que actualmente tenemos en torno o producto del excesivo gasto público?

  22. RESUMEN:
    En este último capítulo, Alberdi se propone a hablar acerca de los objetos del gasto público según la Constitución. Este se compone de todo lo que cuesta el constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad. Los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios (1° Gastos del servicio o ministerio del interior; 2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; 5° Gastos del ministerio de guerra y marina.) y extraordinarios (Por ejemplo, los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional. Estos pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro), según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.

    REFLEXIÓN:
    La gama de objetos que abarca el gasto público es realmente grande. Por eso no es de extrañar que todos o casi todos los Estados del mundo basen sus obras en el cobro de algún impuesto para su realización. También podemos decir que los recursos extraordinarios, pueden llegar a ser una fuente de ahorro para el Estado, como por ejemplo, con el cobro de algún tipo de tarifa por fondear en ciertos muelles.

    PREGUNTAS:
    1) ¿Deberían suprimirse los gastos del ministerio de guerra y marina en épocas de paz?
    2) ¿Al final de cuentas, son beneficiosos los gastos extraordinarios?
    3) ¿Podría evitar el Estado tener gastos de provincia?

  23. RESUMEN:
    En el apartado final de su obra, Alberdi nos explica que el gasto público de la Nación se compone de todo lo que cuesta conservar y cumplir los fines previstos en la Constitución, es decir, «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». Para ello, efectúa dos clasificaciones del concepto. En primer lugar, divide a los gastos en nacionales -aquellos tendientes a cumplir los objetos declarados por la Constitución, por lo que son excepcionales y limitados- y provinciales -aquellos producidos en el ejercicio de las instituciones locales, por lo que cada gobierno provincial los solventa con su propio Tesoro. En segundo lugar, los divide en ordinarios y extraordinarios, según la periodicidad de su ocurrencia y la posibilidad de preverlos en el Presupuesto de cada año. A su vez, tanto unos como otros pueden pertenecer a cinco departamentos: 1) Ministerio del Interior, que incluye el pago a los agentes civiles y militares, obras públicas y establecimientos de beneficencia; 2) Ministerio de Relaciones Exteriores, que debe encargarse de dar a conocer las ventajas del nuevo régimen instaurado en el país, preferentemente en Europa a través de los cónsules; 3) Ministerio de Hacienda, que incluye el pago a los empleados en la recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro Nacional, los cuales deben ser “pocos agentes, hábiles y honrados”, e incluso extranjeros probos; 4) Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción, que incluye los gastos para el sostenimiento del culto nacional (art. 2), la administración de justicia -únicamente Corte Suprema y tribunales inferiores (art. 97)- y la enseñanza secundaria y superior -no así la instrucción primaria, que corresponde a las provincias-; 5) Ministerio de Guerra y Marina, que incluye los gastos para el sostenimiento del Ejército, abonados por la sociedad argentina en forma de contribuciones generales y especiales. Por último, advierte que los gastos efectuados en obras públicas pertenecen a la categoría de extraordinarios, y que como el Estado Argentino no alcanza a cubrir los gastos ordinarios de su administración debe delegar en empresas privadas la posibilidad de su construcción y explotación.

    LO NOVEDOSO O SORPRENDENTE:
    En este capítulo, podemos terminar de confirmar la visión novedosa para la época que traía Alberdi sobre diferentes aspectos económicos de la Confederación, y que fue desarrollando a lo largo del libro. En primer lugar, respalda la descentralización de los gastos públicos hacia las provincias (“gasta siempre mal el que gasta de lejos”), lo cual es consecuencia del federalismo adoptado por la Constitución luego de la caída de Rosas. En segundo término, reafirma la necesidad de controlar el tamaño del Estado, con pocos agentes empleados para el servicio del gobierno nacional. En tercer orden, establece a la religión cristiana como el principal medio de mejorar la condición moral del pueblo argentino; y como, a su juicio, ella ha caído en desuso y forma parte de la educación, es necesario “inyectarla en la sangre de la infancia”, e incluso admitir al clero ilustrado formado en el exterior. Por otro lado, sorprende al afirmar que las universidades no son “el gasto más conducente a la instrucción que la República necesita”; y que los abusos de poder en la época de Rosas (“el dictador”), demostraron que el pleno ejercicio del libre derecho de enseñar y aprender (art. 14) era la mejor forma de garantizar la dirección de la enseñanza. Por último, explica que no todo el gasto público debe provenir de la mano del gobierno, sino también del espíritu público y solidario de la sociedad, mejorando voluntariamente las ciudades y socorriendo a las clases bajas. Y finaliza realizando una profunda crítica a la sociedad argentina de su época: a pesar de haberse instaurado la República con la sanción de la Constitución, la sociedad continuaba viviendo como en los largos siglos de colonia, tomando al gobierno como amo y no como sirviente, aceptando todo lo que se le da sin hacer nada por sí mismo (“a la menor necesidad sentida alzamos los ojos hacia el papá”); esta falta de espíritu público, que no se condice con un país educado en libertad, es una de las causas del atraso nacional.

    TRES PREGUNTAS AL AUTOR:
    – Teniendo en cuenta que actualmente se incorporaron los derechos de segunda y tercera generación a la Constitución Nacional, y se encuentran garantizados por ella, ¿está de acuerdo con que ellos también sean afrontados con el dinero público, o cree que sería dinero malgastado y malversado?
    – ¿Por qué considera que «el gasto más digno y fecundo de cuantos abraza el ministerio de hacienda, es el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública»?
    – ¿Qué opinión tiene sobre la actual corriente que propugna la separación entre Estado e Iglesia, con el consecuente ahorro del gasto para el sostenimiento del culto católico?

  24. RESUMEN
    En este capitulo Alberdi habla sobre los objetos del gasto publico en la CN, y dice que se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Para ellos se destina el Tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas y sudor.
    Los gastos se dividen en nacionales y de provincia (teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino). Los gastos nacionales de la Confederación, considerados dentro de sus límites excepcionales, son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal.
    En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
    Los gastos ordinarios se clasifican y dividen en 5 ministerios:
    1° Gastos del servicio o ministerio del interior;
    2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores;
    3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda;
    4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción;
    5° Gastos del ministerio de guerra y marina.
    En esta misma clasificación podrán entrar los gastos extraordinarios, según que se refieran a cualquiera de estos cinco departamentos la empresa, la obra o la necesidad urgente y extraordinaria que los motive.

    NOVEDOSO O SORPRENDENTE
    «Observaré entretanto, para acabar de hablar del gasto público, que no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, comodidad y perfeccionamiento de sus ciudades, en el socorro y alivio de las clases desgraciadas, y en fin en todo ese orden de servicios que la sociedad se hace a sí misma, sin el intermedio de la autoridad, en el sentido de su prosperidad más rápida y más completa. – A ese gasto pertenecen las calles, los empedrados, las calzadas, los caminos, puentes, desagües, mejoras locales, monumentos, socorros públicos y eventuales, que se hacen por suscriciones voluntarias levantadas entre el vecindario.
    Ese gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo. Los pueblos educados en servidumbre no tienen idea de esta contribución sin ley, que el patriotismo se impone a sí mismo, como el esclavo que todo lo hace para su amo y por su mandato no tiene idea del celo generoso.»
    Alberdi dice esto, pienso que es así, que la sociedad podría hacer mas por ella misma, sin esperar que el estado actué y haga, pero creo que no es por falta de interés de vivir mejor, sino por una cuestión de recursos, que no alcanzan los ingresos de los ciudadanos para poder mejorar, sino para «sobrevivir» vivir como se puede dentro de las posibilidades de cada uno.

    PREGUNTAS
    1)¿Piensa que en la actualidad al designarse cuanto corresponde a cada ministerio esta bien distribuido?
    2)¿Podría suceder que los ciudadanos dejen de aportar al Estado mediante sus impuestos? ¿De ser así como se sustentaría el país? o en caso de no poder eliminarse, reducirlos.
    3)¿Por que con todo lo que se recauda nunca es suficiente para solventar los gastos? ¿De que manera se podría solucionar?

  25. -1-
    El gasto público se compone, en resumen, de lo que cuesta conservar la Constitución. Todo gasto que no sea con ese fin es dinero malgastado y malversado.
    La Constitución expone la manera en la que se debe diseñar y ejecutar el presupuesto del país determinando las siguientes categorías de gastos: gastos ordinarios y gastos extraordinarios.
    Dentro de los gastos ordinarios se encuentran los gasto de:
    -Ministerio del interior. Este gasto de compone del precio que cueste estrechar la union nacional consolidar la paz interior y promover el bienestar general. Es el primer y mas grande objeto del gasto público. Este compone el interés político de ese momento.
    -Relaciones exteriores. Ante la necesidad de importar elementos materiales e intelectuales que generes riqueza se debe fomentar la amistad con los gobiernos y ciudadanos extranjeros, preferentemente europeos.
    -Ministerio de hacienda. El gasto de este ministerio se compone de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del tesoro. El fin primordial es el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda publica.
    -Ministerio de justicia, culto e instrucción. Se encarga de sostener el aparato judicial y los cultos. Los empleados, establecimientos de ambos.
    -Ministerio de guerra y marina. Este gasto se compone de lo que cuesta proveer a la defensa común. Estos gastos se pagan de dos maneras: mediante la contribución general y mediante la obligación de armarse en defensa de la patria.
    Los ejércitos no deben tener otro interés que el de reponer la injusticia y el desorden que impone la Constitución.
    Los gastos extraordinarios son los hechos en obras publicas, caminos, compras de territorios, etc.
    -2-
    Lo novedoso es como ciertos gastos, como los extraordinarios, pueden representar una inversión para la Nación. Alberdi plantea que en ciertos casos gastar es atesorar.
    Para esto es necesario que los gastos no se desvíen del mandato de la Constitución. Los gobernantes deben administrar bien ya que el presupuesto refleja la situación del país. El presupuesto de un país determina el nivel de civilización que posee.
    -3-
    ¿Cree que sigue siendo necesario, en la actualidad, el sostenimiento de los cultos?
    ¿Cual cree que sería un método eficiente para diseñar un presupuesto que no se desvíe de los fines de la Constitución?

  26. 1) En esta parte se analiza el gasto público de nuestro país establecido por nuestra Constitución Nacional.
    Alberdi realiza una clasificación de gasto público, y la divide en:
    a) Los gastos nacionales y provinciales. Cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local, a expensas de su tesoro de provincia, y los gatos nacionales se dividirán en tantas secciones locales como las provincias en que se ocasionen.
    b) el gasto ordinario y extraordinario, dependiendo de la regularidad periódica de su ejercicio. Los gastos extraordinarios son las obras públicas, la defensa frente a guerras dentro o fuera del país, recompensas de estímulo, compras de territorios, entre otros y los gastos ordinarios son los gatos de los distintos ministerios enumerados por el autor.
    2) Resulta importante destacar que el gasto público se compone de todos los objetivos que fueron enunciados en el Preámbulo de nuestra Constitución.
    3)¿ Actualmente el estado debería sostener al culto Católico Apostólico Romano?. ¿Qué diferencias hay entre el gasto público de su época con el actual?. ¿ Todos soportamos de igual manera al gasto público?.

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