Murray Rothbard y una de las acciones más destructivas del Estado: la guerra

Se conocen bien las ideas de Murray N. Rothbard respecto al estado, y también las hay respecto de una de las acciones más destructivas que pueda llevar a cabo: la guerra. Lo tratan en este artículo “MURRAY ROTHBARD ON WAR AND FOREIGN POLICY” Christopher J. Coyne y Yuliya Yatsyshina George Mason University Department of Economics Working Paper No. 23-41:

https://deliverypdf.ssrn.com/delivery.php?ID=088024100123018122113082023077020065121004001038027088066089112107021107065119067098119033023106033000111103101003127001090082106034037051088088090014000079009093127041026076024119097116085007124022093080106079102000119086000002077100090006125028028017&EXT=pdf&INDEX=TRUE

 

“Para Murray Rothbard, las cuestiones de guerra y política exterior son fundamentales para una sociedad libre de personas iguales. Estas cuestiones son importantes porque influyen en la existencia, o ausencia, de autonomía individual y cooperación social pacífica, tanto a nivel nacional como internacional. Rothbard reconoció la importancia de proteger a las personas y sus propiedades de amenazas internas y externas. Al mismo tiempo, apreció la tensión fundamental que existe al otorgar a los gobiernos el poder de cumplir esta función protectora: un Estado lo suficientemente fuerte como para proteger la propiedad en principio es también lo suficientemente fuerte como para representar una amenaza a esas mismas cosas al involucrarse en agresiones contra personas privadas a nivel privado. En casa y en el extranjero. Debido a la organización industrial del aparato estatal, Rothbard creía que deberíamos esperar que los gobiernos sobrepasaran sus límites de forma rutinaria, pasando de la protección a la depredación. Esto queda claro en la descripción que hace Rothbard de la política exterior estadounidense en For a New Liberty (1996)”

La realidad del socialismo pero no en China o la Unión Soviética, en Dinamarca o Suecia

Hay quienes todavía luchan por el socialismo, los hay en el poder en algunos países latinoamericanos y los hay entre jóvenes (cada vez menos por aquí) que buscan alcanzar ese mundo ideal, pero sucede que a diferencia de ese mundo de Nirvana, la realidad ha sido siempre otra, incluso para los socialismos “democráticos”. Quien quiera conocer más sobre esto puede ahora acceder a la página titulada Realities of Socialism: https://realitiesofsocialism.org/

Por ahora analizando algunos casos que no son ni los más trágicos ni los más considerados:

“The Realities of Socialism es un proyecto multimedia, una colaboración entre organizaciones de Canadá, Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, para educar a las personas sobre las experiencias del socialismo que se impuso a decenas de millones de personas en todo el mundo a lo largo del siglo XX. Aquí encontrará videos basados ​​en datos, infografías, videos cortos y estudios informativos sobre la historia del socialismo en Polonia y Estonia, el breve experimento de Suecia y Dinamarca con el socialismo, y el enfoque único de Singapur.”

Por ejemplo, respecto a Dinamarca, dice:
“Dinamarca es un país muy respetado por buenas razones. Los daneses son sanos, ricos y felices. Y lo han sido durante bastante tiempo. Los admiradores extranjeros (tanto de izquierda como de derecha) a menudo señalan a Dinamarca como modelo de política, pero pocos parecen apreciar la inusual combinación de libre empresa y estado de bienestar del país. En este breve libro, examinamos el modelo económico danés, incluidos sus orígenes, y extraemos algunas lecciones importantes de la experiencia, como cómo la libertad económica es la base de los altos niveles de vida que disfrutan los daneses, cómo su estado de bienestar se financia con impuestos muy altos sobre trabajadores de ingresos medios, y cómo el experimento de Dinamarca con un gobierno insosteniblemente grande no salió bien y tuvo que ser (en gran medida) desechado.”

Las limitaciones a las inversiones por cuestiones ambientales, sociales y discriminantes no logran su objetivo

ESG es la moda entre las grandes empresas. Significa cuestiones medio ambientales, sociales y de gobernabilidad empresarial, a lo que en verdad habría que sumar cuestiones de género y todo tipo de discriminaciones. Allen Mendenhall es Associate dean and Grady Rosier Professor in the Sorrell College of Business at Troy University y escribe un artículo en el Quarterly Journal of Austrian Economics titulado “ESG en Route to Etatism”:  Quart J Austrian Econ (2023) 26.2:XX–XX https://qjae.scholasticahq.com/; doi: 10.35297/qjae.010168

“Las limitaciones ESG a las inversiones no son morales ni buenas. Ellas no logran los objetivos que pretenden perseguir. Los supuestos beneficios para la sociedad son inmensurables y pueden no ser efectivos en absoluto excepto en excluir ciertos puntos de vista políticos y religiosos de la cultura corporativa. Tampoco administran el dinero según las normas tradicionales y los principios relativos al deber fiduciario, la diversificación de activos, o el conflicto de intereses. ESG hace que ciertos directores ejecutivos se sientan bien ellos mismos a medida que se enriquecen, pero en la práctica no logra el objetivo que promueve en teoría.

La economía muestra que la distinción público-privado colapsa a medida que poderosas corporaciones, cabilderos y grupos de intereses especiales ejercen el aparato de gobierno en nombre de ESG para ganar ventajas competitivas a través de leyes y regulaciones. Porque las corporaciones buscan subsidios y privilegios, exenciones e incentivos fiscales, barreras para entrar, y todo lo demás, seguirán defendiendo nuevas regulaciones gubernamentales ESG para dominar una industria o reducir la competencia. Mientras tanto, el gobierno elige ganadores y perdedores, favoreciendo a determinadas industrias o empresas sobre otras.”

Ahora el nuevo socialismo es la «asociación público-privada». ¿De dónde surgen estas ideas?

Ahora el nuevo socialismo es la asociación público-privada. Es el punto que se plantea en la revista The Austrian en un artículo de Jorg Guido Hülsmann titulado “ THE NEW SOCIALISM IS A PUBLIC-PRIVATE PARTNERSHIP”: https://cdn.mises.org/the_austrian_julyaugust_2023.pdf

Así comienza:

“En 1990, el socialismo parecía haber terminado de una vez por todas, pero los tiempos han cambiado. En los últimos veinte años, el socialismo ha vuelto a ponerse de moda más allá de los márgenes académicos. La crisis de la covid-19 demostró con qué rapidez y profundidad las sociedades tradicionalmente libres de Occidente pueden ser transformadas por pequeños grupos de tomadores de decisiones decididos y bien coordinados. La planificación centralizada de arriba hacia abajo de todos los aspectos de la vida humana no es hoy sólo una posibilidad teórica. Parece estar a la vuelta de la esquina.

Ahora, el renacimiento de la planificación central es un callejón sin salida intelectual y práctico, por las razones que explicó Ludwig von Mises hace cien años. Pero si Mises tenía razón, ¿cómo podemos explicar entonces el renacimiento del socialismo como ideal político? Hasta cierto punto, esto podría explicarse por el hecho de que es probable que las nuevas generaciones olviden las lecciones que aprendieron, a menudo de la manera más difícil, sus antepasados. Sin embargo, también hay otras cuestiones en juego. A continuación destacaré dos factores institucionales que han desempeñado un papel importante: los aparatos estatales y las fundaciones privadas sin dueño.”

Artículo en Clarín: el empleo público y la reforma del Estado, pon tu dinero donde están tus palabras

Pon tu dinero donde están tus palabras

  • Sobran ejemplos de lugares donde el Estado podría reducir su tamaño.
  • Para los que entiendan que se trata de sitios imprescindibles pueden financiarlas con dinero propio o aportes voluntarios.
Pon tu dinero donde están tus palabrasIlustración: Daniel Roldán
Martin Krause

La pérdida de empleos ocurre en todo momento en un mundo cambiante. La clave es que la creación supere su reducción o al menos la iguale para minimizar las consecuencias sociales. Es necesario un proceso de reforma que libere la creación de empleos de las trabas y elevados costos que la impiden. Éste es el verdadero drama que enfrentan quienes tienen el riesgo de perderlo.

Los empleados públicos, sin embargo, tienen estabilidad, tal vez una conquista para ellos, pero una derrota para todos los demás, incluyendo a todos los pobres.

¿Cuál es el sentido de la estabilidad? ¿Por qué no tienen estabilidad un kiosquero o un verdulero? Originalmente la razón era conformar una estructura burocrática neutra, estable en el tiempo, que permita el funcionamiento del Estado sin caer en los vaivenes de la política y sin tener que empezar de nuevo cada vez que llega un gobierno. Tiene cierto sentido.

Hay un número de funcionarios y empleados de carrera a disposición de los políticos que lleguen a hacerse cargo de la dirección. Esa idea en Argentina ha funcionado de otra manera: llega un gobierno y nombra una cierta cantidad de funcionarios y empleados y luego llega el siguiente, los mantiene y nombra los propios. La burocracia estatal crece, y se frena o tal vez pueda levemente revertirse cuando son más los que se jubilan que los que ingresan. La estabilidad se transforma de una garantía de neutralidad en un premio a la no neutralidad, a la lealtad al político de turno que logró el nombramiento.

Hay quien entrega su mejor esfuerzo por una cuestión de valores personales, porque cree que es su deber, pero no hay ningún otro incentivo. Aquellos que se desempeñan en el mercado tienen uno muy fuerte: las ganancias y las pérdidas: una fuerte motivación a ser eficientes porque pueden obtener más ganancias y también para evitar las pérdidas. Son la zanahoria y el garrote que hace caminar al burro.

Los políticos también tienen incentivos bastante fuertes ya que, si no cumplen su papel medianamente bien, los votantes los cambiarán por otros. Hay un grado de competencia en el mercado político donde los que participan se juegan su capital “político” en lugar de su capital monetario (y a veces también éste). La intensidad de esa presión depende de la configuración del sistema político: cuanto más competitivo más intensa será.

En síntesis, los que trabajan o emprenden en el mercado responden a alguien (sus clientes), los políticos en parte también (los votantes). ¿A quién responden los funcionarios y empleados? A su conciencia, a su voluntad de servir, a la supervisión de los superiores (los políticos).

Estas limitaciones son las que justifican que esa estructura burocrática sea lo más pequeña posible y que tenga fuertes límites a su expansión por parte de los políticos de turno (concursos, etc). Y esa definición depende a su vez de la que define la esfera de las acciones del Estado. ¿Debe el Estado tener actividades y funciones que se obtienen normalmente en el mercado? Medios de comunicación, agencias de noticias, aerolíneas, correos, talleres navales, laboratorios. ¿Es necesario tener la Casa Patria Grande Presidente Néstor Carlos Kirchner?

¿O el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena cuando ya existe todo un Ministerio de Agricultura? ¿Es necesario que el Estado tenga una empresa Vehículo Espacial de Nueva Generación S. A. cuando una empresa privada e innovadora como Satellogic terminó yéndose del país?

¿Tiene que haber una Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Promoción del Microcrédito para el Desarrollo de la Economía Social cuando la política monetaria destruye la moneda y el crédito y existe la Fundación Grameen Argentina, que lleva adelante las ideas de Muhammad Yunus, el gran impulsor del microcrédito en todo el mundo?

Algunos ejemplos en una lista casi interminable. Y todo eso se paga con el esfuerzo de los que producen, ya que los fondos no salen de otro lado. Todos aquellos que entienden que se trata de tareas imprescindibles tienen una opción: financiarlas con dinero propio o aportes voluntarios que puedan obtener. Nadie objetaría eso ni sería una carga para los demás. Como dice ese viejo refrán norteamericano: pon tu dinero donde están tus palabras.

https://www.clarin.com/opinion/pon-dinero-palabras_0_Zf2XgAQgQs.html

Lenin y Mises sobre la planificación de la economía: ¿todavía hay que discutir esto?

Con los alumnos de UCEMA, Historia del Pensamiento Económico y Social, vemos a Lenin sobre la planificación económica en el socialismo en un artículo de 1919 titulado “La política y la economía en la dictadura del proletariado”, y luego un artículo de Mises de un año después sobre la planificación y el cálculo económico en el socialismo.

Dice Lenin:
El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.

Dice Mises:

Las tentativas de los bolcheviques rusos de hacer del Socialismo algo de la vida real y no un simple programa de partido, no se han enfrentado con el problema del cálculo económico bajo el Socialismo porque las Repúblicas Soviéticas existen en un mundo que crea precios en dinero para todos los medios de producción. Los gobernantes de las Repúblicas Soviéticas basan en esos precios los cálculos de acuerdo a los cuales toman sus decisiones. Si no fuera por esos precios, sus acciones carecerían de objetivos y de planificación. Sólo pueden calcular, llevar libros de contaduría y hacer planes si tienen como referencia ese sistema de precios. Su posición es la misma que la del estado y de las municipalidades socialistas de otros países: no ha surgido aún para ellos el problema del cálculo económico socialista.

Las empresas estatales y municipales calculan en base a los precios de los medios de producción y de bienes de consumo que crea el mercado. Pero sería precipitado deducir que porque existen empresas estatales y municipales, es posible el cálculo económico socialista.

Sabemos que las empresas socialistas de un solo rubro deproducción resultan únicamente porque reciben ayuda de su entorno no socialista. El estado y las municipalidades pueden mantener sus empresas propias porque los impuestos pagados por las empresas capitalistas cubren sus pérdidas. En la misma forma, Rusia ya se habría derrumbado si no hubiera sido apoyada financieramente por los países capitalistas. Pero mucho más importante que esta ayuda material prestada por la economía capitalista a las empresas socialistas es la asistencia mental. Sin las bases para el cálculo que el Capitalismo pone a disposición del Socialismo bajo la forma de precios de mercado, las empresas socialistas no podrían mantenerse, ni siquiera en rubros únicos de producción o en países individuales.

Los escritores socialistas podrán seguir publicando libros acerca de la decadencia del Capitalismo y el advenimiento del milenio socialista; podrán describir los males del Capitalismo en tonos dramáticos y compararlos con tentadores informes de las bendiciones de una sociedad socialista. Sus escritos podrán  seguir impresionando a los insensatos, pero todo eso no cambiará el destino de la idea socialista. El intento de reformar al mundo en tal sentido podría destruir la civilización, pero nunca lograría establecer una comunidad socialista que resultara exitosa.

Desigualdad e injusticia no son sinónimos: el impuesto sobre la herencia debería ser derogado

El impuesto sobre la herencia debería ser derogado. Desigualdad e injusticia no son sinónimos. Es lo que concluye este trabajo de François Facchini (CES – Centre d’économie de la Sorbonne – Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne – CNRS – Centre National de la Recherche Scientifique): “L’impôt sur l’héritage: actualité d’un vieux débat”.2023,pp.121-140. https://hal.science/hal-04096998/document

“El impuesto de sucesiones grava la transmisión de patrimonio en el momento del fallecimiento del contribuyente. Es un impuesto sobre el patrimonio del difunto. La base imponible es igual al valor de los bienes que poseía el contribuyente en el momento de su fallecimiento, menos los legados a un cónyuge exento, las cantidades sujetas a desgravación y exención, las deudas, las contribuciones a organizaciones benéficas, los gastos funerarios y el coste de administración de la herencia. Se trata de un tema de gran actualidad. El objetivo de este artículo es resumir los puntos principales. El primer apartado se centra en el sesgo igualitarista que rodea todos los debates contemporáneos sobre el impuesto de sucesiones. Siguiendo a Robert Nozick (1974), señala que desigualdad e injusticia no son sinónimos, y que la proliferación de estadísticas sobre desigualdad no dice nada sobre la justicia o injusticia de un orden económico. En la tercera sección, presenta la literatura sobre la eficacia de este tipo de impuestos y constata que los impuestos sobre sucesiones tienden a tener un efecto negativo sobre el ahorro y el crecimiento a largo plazo de un país. Si el impuesto de sucesiones no es justo ni eficiente, debería suprimirse, como ocurre en muchos países. Así se cumplirían las expectativas de los ciudadanos en este ámbito.”

La Mafia se parece al Estado…, o el Estado se parece a la Mafia, también coercitiva pero algo más barata

La Mafia puede ser más barata que el Estado, y brinda algunos servicios parecidos. No digo que la prefiera, porque es siempre coerción, pero señala el carácter del segundo. Lo comentan en un artículo publicado en la revista Journal of Comparative Economics, con el título “The economics of extortion: Theory and the case of the Sicilian Mafia”, por Luigi Balletta de la Universidad de Nápoles y Andrea Mario Lavezzi de la Universidad de Palermo: https://doi.org/10.1016/j.jce.2023.05.003

“Este artículo estudia la extorsión de empresas que operan en sectores legales por parte de una organización criminal maximizadora de ganancias. Desarrollamos un modelo de tributación simple bajo información asimétrica para encontrar la extorsión óptima de la mafia en función de las características observables de las empresas, a saber, el tamaño y el sector. Probamos las predicciones del modelo en un conjunto de datos único sobre extorsión en Sicilia, la región italiana donde opera la mafia siciliana, una de las organizaciones criminales más antiguas. En línea con nuestro modelo teórico, nuestros hallazgos empíricos muestran que la extorsión es fuertemente cóncava con respecto al tamaño de la empresa y altamente regresiva. El porcentaje de utilidades que se apropia la mafia va desde el 40% para las pequeñas empresas hasta el 2% para las grandes empresas. Obtenemos algunas implicaciones de estos hallazgos para la estructura del mercado y el desarrollo económico.”

¿Cómo definir al socialismo? Hay muchas definiciones que resultan en prohibir el libre ingreso en los mercados

¿Cómo definir al socialismo? No hay una sola forma de hacerlo, pero este autor plantea hacerlo por lo que el socialismo hace. Se trata de Adam Martin, quien es Political Economy Research Fellow at the Free Market Institute, en un artículo titulado “Socialism Is as Socialism Does”: https://www.econlib.org/library/columns/y2023/martinsocialism.html

“Algunos conceptos en economía política funcionan como una prueba de Rorschach. Cuando alguien los define, a menudo se aprende más sobre ellos que sobre el concepto. La democracia, el fascismo, el capitalismo, el liberalismo, el conservadurismo, el neo-cualquier cosa y el socialismo a menudo significan cosas diferentes para diferentes personas. No pretendo ser excepcional en este sentido. No obstante, en este ensayo quiero ofrecer una definición funcional del socialismo. Esta definición definitivamente refleja mis propios intereses intelectuales. Pero también ilumina algunas características centrales de los sistemas socialistas y cómo operan.

Dado que les digo a mis alumnos que no escriban novelas de misterio cuando presenten un argumento, esta es la definición que propongo: el socialismo es la prohibición de la libre entrada en los mercados. Esta definición es funcional porque se enfoca en lo que hace el socialismo. Muchos definen el socialismo según sus objetivos, motivos o metas. Pero los individuos pueden actuar de manera egoísta o altruista en el contexto de cualquier sistema político o económico. Algunos socialistas prometen abundancia material, mientras que otros exaltan las virtudes del ascetismo. Y los socialistas buscan implementar su sistema ideal a través de una variedad de medios, desde la planificación central autoritaria hasta las comunas anárquicas. Al enfatizar lo que hace el socialismo, espero identificar un hilo común entre estas visiones. Si camina como el socialismo y rompe huevos como el socialismo, es socialismo.

¿Por qué no seguir con la probada y verdadera “propiedad común de los medios de producción”? De ninguna manera rechazo la utilidad de esta definición y considero la mía complementaria a ella. Pero la propiedad puede entenderse en una amplia variedad de formas. ¿Las fábricas soviéticas eran realmente de propiedad común o estaban efectivamente bajo el control de las élites del partido? Y al centrarme en los efectos inmediatos del socialismo, espero proporcionar una herramienta de diagnóstico para varias políticas y arreglos institucionales que de facto operan de manera similar.”

Para el liberalismo clásico el Estado se ocupa de la seguridad y la defensa; … pero también son escépticos….

Uno de los elementos básicos del liberalismo clásico es la idea de un estado limitado y como parte fundamental de esa limitación su responsabilidad en la seguridad y la defensa, a diferencia de la posición libertaria que también cuestiona esa función. ¿Pero acaso no sabemos de su ineficiencia y cómo la política aprovecha sus actividades para otros destinos? Por ejemplo, Estados Unidos recibió el brutal ataque terrorista de Septiembre 11, 2001; y como consecuencia de eso terminó invadiendo Afganistán y luego Iraq. ¿Algún logro?

El tema se plantea en este artículo “FOREIGN POLICY, DEFENSE, AND WAR”, por  CHRISTOPHER J. COYNE y MATTHEW A. OWENS;  George Mason University Department of Economics Working Paper No. 23-20: https://ssrn.com/abstract=4384682  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4384682

“Muchos liberales clásicos creen en la necesidad de un estado mínimo de «vigilante nocturno» para brindar protección contra amenazas internas y externas. Desde esta perspectiva, para una sociedad libre y liberal es necesario un estado de seguridad nacional dirigido por un gobierno poderoso y centralizado. Al mismo tiempo, los liberales clásicos tienden a ser muy escépticos con respecto a los programas gubernamentales de arriba hacia abajo a gran escala. Este escepticismo se basa en una combinación de problemas prácticos, por ejemplo, restricciones epistémicas y de incentivos y consecuencias perversas no deseadas, y los costos del poder político altamente concentrado para la libertad individual. Este capítulo explora los matices de esta tensión. Después de discutir la lógica estándar para las provisiones estatales—la anarquía hobbesiana y la suposición de que la defensa es un “bien público”—discutimos cuatro desafíos a la provisión estatal de defensa. Estos incluyen: (1) el problema del planificador relacionado con el control estatal de los recursos económicos, (2) el problema de la economía política relacionado con las fricciones en la política democrática, (3) el problema de los «malos» por el cual las actividades gubernamentales generan daños, y (4) el problema autoritario-constitucional por el cual las actividades del estado de seguridad nacional contribuyen a la expansión del poder político a expensas de la libertad individual.”