La causa del éxito del lobby: los beneficios están concentrados en unos pocos, los costos dispersos entre muchos

Los alumnos de OMMA Madrid leen los Caps 4 y 5 de El Foro y el Bazar. En el primero de ellos se presentan los distintos elementos del «análisis económico de la política» o «public choice», en particular los incentivos que tienen los votantes para estar informados. En el segundo se analizan los incentivos que tienen los políticos y los funcionarios.

Aquí, algunos párrafos para explicar porqué es posible el «lobby», debido al aprovechamiento de la circunstancia que los votantes no están bien informados, ni tienen fuertes incentivos para estarlo:

Los problemas que hemos señalado hasta aquí hacen posible que un gobernante pueda alejarse de la búsqueda del “bien común” —incluso le sería muy difícil conocer o detectar cuál es— y atender el propio o el de grupos minoritarios que no podrían obtener la aprobación de la mayoría. Madison (2001), en un clásico de la filosofía política, considera como “facción” tanto a un grupo mayoritario como a uno minoritario que impulsa su propio interés contra los intereses de otros ciudadanos[1]. La diferencia en este caso está en que cuando es la mayoría la que busca un privilegio puede hacerlo a través del control mayoritario del poder, mientras que la minoría debe hacerlo a través del lobby[2].

Si la mayoría de los votantes tienen un incentivo para ser “racionalmente” desinformados o incluso erróneamente desinformados, esto incluye conocer los detalles de una actividad en particular. Sin embargo, quienes obtienen sus ingresos de esta actividad están fuertemente incentivados para conocer muy bien las consecuencias que los cambios de políticas pueden ocasionar en sus resultados, y los políticos que pueden obtener el apoyo de estos grupos también tienen el incentivo para conocer ese impacto y para tratar de conseguirlo, si es que pueden obtener algún beneficio de ello.

De otra forma, resultaría difícil explicar cómo en una democracia donde gobierna la mayoría pueden aprobarse políticas que benefician a un determinado grupo y cuyo costo recae en los demás. Por ejemplo: en Europa, los agricultores no son más del 5% de la población total. ¿Qué explica entonces que esos Gobiernos democráticos aprueben presupuestos comunitarios con muy elevadas sumas de subsidios a los productos agrícolas, cuyo costo recae en el 95% restante?

Podría pensarse que ese 95% quieren, en forma altruista, subsidiarlos, porque estiman la tradición, por afecto al pasado o por otro tipo de circunstancias. Pero si así fuera, no tendrían que recurrir a subsidio; simplemente le pedirían a los consumidores que paguen un precio más alto por sus productos. Parece más probable la explicación que presenta el “análisis económico de la política”. Según este, sucede lo siguiente: los beneficios están concentrados en unos pocos, mientras los costos se reparten entre un gran número de personas.

[1]. “Por facción entiendo a un número de ciudadanos, ya sean una mayoría o una minoría del total, quienes están unidos y actúan bajo el común impulso de la pasión o el interés, adversos a los derechos de otros ciudadanos, o los intereses permanentes y agregados de la comunidad”.

 

[2]. “Si una facción consiste en menos que la mayoría, el alivio lo brinda el principio republicano que permite a la mayoría derrotar sus visiones siniestras por medio del voto regular. Puede atascar la administración, puede convulsionar la sociedad, pero no podrá ejecutar y disfrazar su violencia bajo las formas constitucionales. Cuando una mayoría es incluida en la facción, la forma del gobierno popular, por otro lado, le permite sacrificar a su pasión o interés, tanto el bien público como los derechos de otros ciudadanos”. (Madison 2001).

 

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5 pensamientos en “La causa del éxito del lobby: los beneficios están concentrados en unos pocos, los costos dispersos entre muchos

  1. Resumen:
    El capítulo IV y V del Foro y el Bazar tienen como tema central la “política y los políticos” que, en teoría, sirve para cubrir las falencias del mercado en libre competencia y busca el bien común de los miembros de la sociedad; aunque, como veremos, esto no siempre es así. En el cap. IV se estudia el por qué un votante, en épocas de elecciones, está desinformado; ello, lejos de lo que podría creerse, no es producto de la dejadez del votante, sino más bien de su racionalidad al haber gran cantidad de información para poder votar de manera eficiente y pocos incentivos para hacerse de la información. En cuanto a la elección en si se llegó a creer en un momento que la persona elegida democráticamente sería “el más idóneo”, “el más benevolente”; sin embargo, no se toma en cuenta los fallos del sistema político –sobre todo por los incentivos- y sobretodo del método de elección de los gobernantes, eso hace que no se evalúen bien las preferencias de los votantes –puesto que el votante no cae en cuenta de la importancia de su voto- y se generen imperfecciones –o grande fiascos en la aplicación-. Por otro lado, el Cap. V nos habla de los incentivos de los políticos una vez elegidos; evidentemente estos ya no son de planes a largo plazo, sino a corto y con búsqueda de beneficios propios y a corto plazo. Interesa aumentar Gasto Público y no Impuestos, de tal manera que no se afecta a los votantes de hoy sino del mañana –así pueden asegurar relecciones-; lo políticos una vez elegidos tienen los incentivos suficientes para no cumplir sus promesas y a su vez, actuar de modo tal que se favorezcan ellos con las decisiones que se tomen. Por el otro lado, la burocracia, encargada de hacer cumplir los dictámenes de los políticos, tienen los incentivos necesarios, pero para no achicarse –nunca se reducen- sino más bien para expandirse y ser cada vez más grandes los recursos necesarios para operar.
    Más novedoso:
    La idea que pueden tener algunas sociedades acerca de que su gobernante es benevolente. Es decir, la facilidad con la que pueden sentir que el empresario actúa en beneficio propio –que no es falso, pero tampoco malo-, pero la inocencia con la que se piensa con respecto al político, creyendo que este siempre estará pensando en actuar en beneficio de la Sociedad –lo cual no es un argumento suficiente-. Si uno se pone a analizarlo detenidamente, como indica el texto, los gobernantes también actúan de modo tal que buscan su beneficio propios, por lo cual, los votantes estarían más expuestos antes ellos que ante los empresarios debido a que los segundo no tienen la capacidad de coaccionar para hacer tomar sus medidas por la fuerza. Me es novedosa la idea de que en la actualidad no se esté tomando con más seriedad el tema de los políticos puesto que sus poderes pueden ser más gravosos para la Sociedad que la de los empresarios.
    Tres preguntas:
    1. ¿Considera que pensar que “los políticos buscan el bien común” tiene mucho que ver con la clase de votantes que uno afronta por sector, nivel de educación, género, etc.?
    2. Si tomamos en cuenta que las minorías están al descubierto frente a la democracia aplicada por las mayorías, ¿son los lobby’s una salida idónea para el empresario? ¿está justificado?
    3. ¿Es el sistema monárquico mejor –en cuanto a defensa de la propiedad- que el sistema democrático? ¿justifica volver al sistema monárquico?

  2. Resumen del texto: 10 renglones

    El Estado es visto como un benefactor que busca el bien común, pero se encuentra con varios problemas a la hora de actuar para proporcionarlo. En primer lugar, es difícil conocer las preferencias del votante, el sistema de agregación de las mismas cambia los resultados y, todavía más importante, los intereses comunes y propios se mezclan tanto en los votantes como en los políticos, e incluso cuando el sistema fuera apto agregando voluntades y los propósitos de los agentes fueran buenos, la intensidad de las preferencias desvirtuaría los resultados.

    De entre los agentes con más intereses para beneficiarse del presupuesto público, destacan los funcionarios y los políticos pues sus rentas depende de los resultados de sus acciones, como no sucede con el resto de ciudadanos. Cuantos más recursos (también los naturales) económicos tienen en su mano las autoridades estatales, más capacidad de corromper la sociedad tienen, por lo que acaban convirtiéndose en una maldición. La distribución de la riqueza no es más que una excusa para maximizar los votos, único interés verdadero de los políticos.

    Novedoso o importante (lo que haya encontrado nuevo o me haya sorprendido o piense que es lo más importante): 10 renglones

    Uno de los mecanismos fundamentales vistos en este capítulo es que los incentivos de informarse y luchar contra regulaciones injustas de un consumidor individual son pequeños (pues las cantidades extra pagadas por sector no son muy grandes, mientras que cada grupo de lobistas, por pequeño que sea, tiene grandes incentivos para atrapar rentas generosas a través de la regulación.

    También es interesante resaltar la visión cortoplacista de los políticos, que buscando su propio bienestar aplican medidas para mantenerse en el poder, lo cual está sometido a una relección cada pocos años. Esto desemboca en medidas procíclicas que se dan con mayor intensidad en países con instituciones débiles. Incentivo pequeño para el consumidor y grande para el lobista.

    Por último, ha sido novedoso para mí saber que los sectores públicos más corruptos sean aquellos que tienen una mayor demanda y un mayor “precio” en el mercado, como los jueces y la policía en Perú.

    Tres preguntas que haría al autor

    ¿Qué países han salido del circulo vicioso: mala educación, desinformación, malas instituciones, mayor poder estatal y corrupción? ¿Cómo lo hicieron?

    ¿Aumentan los incentivos para informarse acerca de las consecuencias de determinadas políticas cuando se sufren y los países con instituciones débiles colapsan? ¿Puede ser esa la razón por la que en Sudamérica hay un creciente interés por la libertad?

    Cuando se menciona que los trabajadores locales pueden perder sus negocios con el comercio internacional, ya que no pueden competir con China, aunque sea cierto que libre de regulaciones la tasa natural de empleo sea el 100%, ¿qué respuesta da el liberalismo a aquellos que necesariamente tendrán que reinventarse a edades muy avanzadas y que pueden carecer de conocimientos para desempeñar un trabajo diferente al que hacían hasta entonces?

  3. Capítulos 4 y 5: ¿Votantes desinformados o ignorantes? / Incentivos e información de políticos y funcionarios

    Resumen

    Si se plantea la intervención del Estado en ciertas áreas debemos tener un buen análisis de cómo funciona éste. Hay dos vertientes a estudiar. Por un lado los votantes (gobernados) y por otro los políticos (gobernantes). Los votantes, variando las teorías, son racionales o irracionales. Pero en ambos casos son conscientes de que su aportación marginal sobre el conjunto es muy pequeña. Racionalmente, esto genera incentivos a no informarse bien por el costo de oportunidad frente al impacto que se puede producir. Si hablamos de irracionales, sesgos que intervienen en la toma de decisiones, abrimos un campo que los políticos pueden explotar y con los incentivos que para ellos conlleva. Los políticos tienen como objetivo principal llegar al poder y una vez llegan a él, retenerlo. Las legislaturas son relativamente cortas y necesitan reivindicarse ante el electorado con resultados, por lo que hipotecan el largo plazo por el corto plazo. Además, el interés de la burocracia y la administración está siempre en crecer, para abarcar más terreno que antes. Por último, no tienen ningún tipo de responsabilidad sobre sus decisiones en términos de su patrimonio, por lo que no hay consecuencias por sus actos y decisiones más allá de la no reelección.

    2. Lo más novedoso o importante

    Citando a Alexis de Tocqueville, la democracia ha llegado para quedarse, lo que tenemos que hacer es aprender a no convertir la democracia en la dictadura de la mayoría. En este sentido, el apunte más importante me parece el de la conveniencia de la máxima descentralización posible en términos políticos. La descentralización reduce el costo de tomar decisiones por una mayoría más amplia. A su vez, la toma de decisiones por mayorías cada vez más tendentes a la unanimidad comenzará un proceso en el que varias comunidades tendrán propensiones diferentes en cuanto a ciertas decisiones que polarizan mucho las sociedades y se podría votar con los pies (emigrando) reduciendo mucho el costo de oportunidad de esta migración por el hecho de que la descentralización sea tal, que haya una gran cantidad de territorios relativamente cerca a los que mudarse. La descentralización me parece el método más efectivo para tener un proceso de ensayo y error continuo y poder llegar a ver cuál de todos los modelos es el más antifrágil.

    3. Preguntas

    ¿ Cree que la existencia en su día de la cámara de los lores en Gran Bretaña, como institución no preocupada por los votantes y ocupada por los aristócratas, con una visión más de largo plazo, pudo dar una estabilidad institucional que llevara a Gran Bretaña a ser la mayor potencia europea durante los siglos XVI XVIII Y XIX?
    ¿No cree que toda la política (de todos los espectros ideológicos) es populista, en tanto en cuanto todos elaboran una retórica con la que activar los sesgos de un grupo social en concreto para aglutinarlo y conseguir su voto?
    ¿ Cree que la democracia liberal, aquella democracia limitada por ciertos valores y derechos naturales (propiedad, limitación de poderes etc), está siendo sustituida por una democracia “absolutista”, en la que la mayoría puede decidir sobre todo? (relacionada con la pregunta sobre el iusnaturallismo y positivismo jurídico de las constituciones europeas)

  4. Guía 4: Capítulos 4 y 5 de El foro y el Bazar.

    1. Resumen.

    La democracia no es, ni mucho menos, un sistema perfecto, aunque es, hasta ahora, el mejor de los ensayados. El Análisis Económico de la Política o Public Choice permite explicar cómo influyen los incentivos que tienen los dirigentes de una estructura estatal. Se cuestiona, por tanto, al gobernante benevolente, puesto que, igual que en el mercado, tenderá a actuar conforme a sus intereses personales rent-seeking). Además, según Mises y Hayek, hay otro problema, el de la información (imposibilidad del socialismo). Además, los votantes racionales no tienen incentivos a estar plenamente informados, ni la motivación de votar, pues su incidencia sobre el resultado final es mínima. Además, el voto no mide la intensidad de la preferencia. Tampoco se puede elegir convenientemente, pues hay paquetes de medidas. Éstos son sólo algunos de los problemas de información e incentivos.

    2. Importancia.

    Es relevante resaltar que las decisiones tomadas en el mercado, en contraposición con las decisiones de elección política ciudadana, son decisiones que afectan directamente al individuo, tiene un coste directo, mientras que esto no es tan patente en una votación. Además, la persona que elige en el mercado obtiene lo que elige, sin tener que comprar un “paquete” o sin que la mayoría le imponga un “paquete” que no ha elegido. Otra idea aprendida en la lectura es la razón por la que los lobbies pueden llegar a influir tanto en un gobierno, y es que los costes se encuentran diluidos en la mayoría, y los beneficios están concentrados. Esto explica perfectamente el por qué de esa gran influencia.

    3. Preguntas.

    a) Existe algún sistema de agregación de preferencias (políticas o no políticas) que prefiera por encima de otros?
    b) En mi opinión, el votante no tan es ignorante en lo que respecta a política, pero sí en la teoría económica. ¿Cómo se podrían aumentar los incentivos para que el votante deje de ser racionalmente ignorante a este respecto?
    c) ¿Cuáles son los principales mecanismos para que los políticos no sigan sus propios intereses?

  5. Capítulos 4 y 5.

    Resumen del capítulo 4. El camino de la política: ¿votantes desinformados o ignorantes?

    En el presente capítulo el autor analiza la política desde el punto de vista económico, estudiando si el gobierno es capaz de comportarse como un mercado a la hora de satisfacer las demandas generadas por los votantes. Se define la “Teoría de Elección Pública” (Public Choice) como el análisis económico de la política, con un especial foco en el estudio de los incentivos. Los neoclásicos estudiaron el mercado sin estudiar el impacto del gobierno, partiendo de la teoría del “dictador benevolente”, donde el gobierno tiene el monopolio de la coerción siempre en la búsqueda del beneficio de sus súbditos. Los dos principales problemas del funcionamiento de la política que se extraen de su análisis económico son: información (Hayek, revelación de preferencias y su formación) e incentivos (qué motiva a los gobernantes y a los votantes). Analizando cómo se satisfacen las demandas de bienes públicos vs los privados, las decisiones racionales de los votantes en base a su limitada información, el análisis real del costo de nuestras decisiones (muy diluido en político vs el mercado), el incentivo y la motivación del votante a la hora de expresar su voto, la limitada información que se puede extraer de un voto (intensidad, falta de granularidad en los paquetes políticos, se vota a un paquete completo), etc., se puede comprobar como la democracia es un sistema limitado con un número importante de “fallas políticas”, si bien, el autor concluye, parafraseando a Churchill, que hasta ahora, es el mejor sistema de todos los que hemos ensayado.

    Resumen del capítulo 5. Incentivos e información de políticos y funcionarios.

    A diferencia del votante medio, donde como se vio en el capítulo anterior, tanto los políticos como los funcionarios están muy incentivados para obtener información sobre las decisiones que van a tomar, por las implicaciones que sus acciones tienen en sus fines: la elección o reelección por un lado y el mantenimiento o aumento presupuestario en el caso de los funcionarios. Dentro de las acciones que realizan los políticos, incentivadas por el corto plazo de su cargo nos podemos encontrar temas como la financiación de los servicios públicos (bien presente) mediante deuda (costos futuros) y no impuestos (menos populares) generando déficit fiscal (ya veremos quien lo paga en el futuro); así como la de la formación de lobbies, grupos de interés, que viendo el cortoplacismo del gobierno, tratan de obtener ciertos privilegios para sus representados, desviando el foco de una mejora de la productividad o eficiencia a otro más pernicioso consistente en obtener del gobierno los frutos de lo no alcanzado en el mercado. Con respecto a los funcionarios y la burocracia, al igual que una empresa en el mercado la clave reside en los incentivos. ¿Están los funcionarios incentivados para realizar de la mejor forma posible el servicio a los ciudadanos? Partiendo de un presupuesto determinado (y elemento fundamental de la existencia del funcionario), al no existir los precios de referencia, los funcionarios tratarán de mantener y mejorar su posición mediante rutinas complejas y difíciles de cambiar, olvidando el fin originario del servicio, que consiste en la atención de los ciudadanos. Importante destacar el concepto de la “tragedia de la propiedad común”, donde todo el mundo saca, pero nadie repone. El autor, también expone, que, en función del servicio prestado por el funcionario, se pueden dar las condiciones para una mayor corrupción.
    Como resumen de ambos capítulos se podría concluir que la democracia, donde tomar decisiones puede ser complejo y laborioso, no está exenta de fallas (pudiendo llegar al totalitarismo de la mayoría) pero hasta ahora es el mejor sistema que hemos ensayado, por lo que es más que recomendable su continua mejora a través del diálogo de ideas, y pasos pequeños, viendo lo que funciona y lo que no, con rápida capacidad de corrección en caso de errores.

    Lo más novedoso.

    Sin duda, la visión del votante racionalmente no informado, al no tener incentivos para ello (entre otras cosas porque el poder de su decisión está totalmente diluido) en contraposición con los incentivos de los políticos y los funcionarios, que si son conscientes de los efectos de sus decisiones, actuando y utilizando los medios a su alcance para conseguir sus fines, corroborando la teoría austriaca propuesta por Mises en La Acción Humana.

    Preguntas al autor.

    1.- ¿De qué forma considera que se podría incentivar al votante? ¿Cree que la educación en política debería ser algo común en las escuelas?

    2.- Con respecto a las promesas electorales de los políticos con el fin de obtener votos, y los incentivos perniciosos que ello provoca, considera que los programas electorales deberían ser, al menos en parte, casi como un contrato con los votantes?

    3.- ¿Existen estudios sobre la calidad y eficiencia de las instituciones democráticas en sistemas democráticos de segunda vuelta, donde el partido más votado gobierna con todos los poderes comparado con aquellos sistemas donde los partidos han de formar mayorías para gobernar, pudiéndose dar el caso de que el partido más votado no gobierne?

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