La teoría de la regulación y el problema del cálculo económico en el socialismo. El mismo problema del conocimento

Con los alumnos de OMMA Madrid vemos los Caps. 2 y 3 de El Foro y El Bazar donde se analizan las distintas políticas públicas sugeridas para resolver problemas de ‘fallas de mercado’ y sus propuestas de solución. Consideramos allí los aportes de la “teoría de la regulación’, y la extensión a ese campo del fracaso del cálculo económico en el socialismo:

 Y pese a lo interesante de todas estas teorías, que describen los procesos políticos que llevan a la implementación de regulaciones y al “control” del ente regulador por los mismos intereses que supuestamente han de ser regulados, lo cierto es que existe un problema todavía mayor: la posibilidad misma de que el regulador pueda cumplir con la tarea que se le ha encomendado.

Pese a la relativa novedad de todas estas cuestiones (los trabajos de Stigler, Peltzman y Posner pertenecen a la década de los años 70), lo cierto es que la cuestión básica por considerar ya había sido tratada en la década del 20 cuando Ludwig von Mises (1881-1973) demostró la imposibilidad teórica de realizar la planificación en una economía socialista. Y si bien los argumentos de Mises se refieren a la planificación socialista y no a la regulación, se pueden extender  a esta misma circunstancia con las salvedades del caso.

Para von Mises (1949), el elemento fundamental del socialismo era la propiedad colectiva de los medios de producción; de esto se desprende que no existe un mercado para esos factores, ya que sin propiedad privada no puede haber intercambios entre sus legítimos propietarios, y sin intercambios no puede haber relaciones relativas entre factores, esto es, precios. Ésta es, por ejemplo, la situación en la que se encuentra la propiedad del espectro electromagnético, las frecuencias por las que se transmiten señales de radio, televisión o telefonía celular entre otras cosas. Este es un «medio de producción» de propiedad estatal. Mises señaló, en su momento, la dificultad intrínseca de la planificación, ya que ante la ausencia de precios los planificadores no tienen términos de referencia sobre la importancia económica relativa de cada bien o servicio para un uso alternativo. En nuestro caso, el uso de una frecuencia radioeléctrica para transmisión de radio FM o telefonía celular no puede ser valorado económicamente porque no existen precios como para poder hacerlo.

Según Mises, los planificadores socialistas no pueden saber si la asignación de un recurso para un determinado fin es más o menos deseable que la de otro. No es de extrañar que en la realidad los funcionarios de los burós planificadores en los países socialistas tomaran como referencia los precios de las economías de mercado. No obstante ello, como los precios varían constantemente reflejando las preferencias de los consumidores o las disponibilidades de la oferta, la planificación nunca podía modificarse para copiar la modificación instantánea que el mercado provee. Finalmente, las malasignaciones explican el colapso del sistema. En el caso de las regulaciones, el planificador utilizará otros criterios para la asignación, muchas veces “políticos” y, por cierto, conflictivos. 

El proceso competitivo del mercado es necesario, por un lado, para movilizar el conocimiento disponible, y por otro, para generar el descubrimiento de nuevas oportunidades que hasta entonces no se hayan descubierto. La intervención gubernamental, entonces, interfiere en este proceso de descubrimiento. 

 

En definitiva, la acción del ente regulador interfiere con el proceso de mercado, y como no le es posible obtener la información necesaria para cumplir su tarea, debe depender para ello de lo que le provean los mismos sectores regulados. Termina así siendo cautivo de sus propios intereses. Por otro lado, desvía la atención de los emprendedores hacia su propio interés e impide el descubrimiento de nuevas oportunidades en beneficio de los consumidores.

Tomemos el caso del monopolio natural. Si en determinado momento hay un solo proveedor de servicios de comunicaciones y no existen restricciones para el ingreso de competidores, esto significa que el mencionado proveedor satisface las necesidades de la mejor forma posible. El mecanismo de descubrimiento de nuevas oportunidades (nuevas tecnologías, nuevos servicios) se encuentra en funcionamiento y cualquier descuido del proveedor al ofrecer la última tecnología o precios adecuados será aprovechado por otros para hacerlo y minar así su condición monopólica.

Se arguye contra ello que los costos de ingreso son muy elevados en este sector. Pero lo cierto es que estos costos existen en todas las actividades, y esto no ha frenado la competencia en ellas. Por el contrario, los mismos costos de ingreso elevados desatan la creatividad para estudiar su reducción. Por otra parte, con el avance tecnológico y la eliminación de las áreas monopólicas, la competencia puede ser inmediata.

17 pensamientos en “La teoría de la regulación y el problema del cálculo económico en el socialismo. El mismo problema del conocimento

  1. Asignatura: Economía e Instituciones
    Profesor: Martin Krause
    Alumno: Manuel Alonso

    Resumen:
    En los capítulos 2 y 3 del libro “El foro y el bazar”, podemos ver como el equilibrio paretiano definido en el capítulo 1 se basa en supuestos teóricos difícilmente alcanzables, como puede ser el paradigma de la competencia perfecta. Ante estos supuestos “ideales”, el mercado presenta determinadas fallas que son el punto de partida para aquellos que ven imprescindible la acción del estado. Las principales fallas serías las situaciones de competencia imperfecta (monopolios u oligopolios), en los que las políticas públicas podrían intervenir evitando la cartelización o creando monopolios estatales que no busquen el lucro, las externalidades con las que el estado puede actuar gravando las perjudiciales y subvencionando las beneficiosas, la situación de los bienes públicos (aquellos que no admiten rivalidad ni exclusión) que puede ofrecer el estado, y la falta de información completa y simétrica, donde las políticas públicas pueden intervenir facilitando la información a todos por igual.

    Aspectos novedosos:
    Uno de los aspectos novedosos de este texto es el concepto de “impuestos pigouvianos”, en relación a aquellos que no pretenden recaudar sino modificar conductas. Actualmente podemos ver como estos se utilizan a menudo, en relación a tabaco, alcohol e incluso comidas catalogadas de “insanas”. Otro de los aspectos que desconociéndolo previamente me ha llamado más la atención es la categorización de bienes y servicios según la exclusión y la rivalidad, dividiéndolos así en bienes privados, bienes públicos, bienes “club o monopolio natural y recursos comunes.

    Preguntas:
    1. ¿Han afectado las tecnologías de la información a la “falla de mercado” de la información asimétrica y, por lo tanto, la intervención externa en esta situación se ha vuelto innecesaria?
    2. Hace poco se ha iniciado un nuevo impuesto en Cataluña sobre las bebidas azucaradas. Es un claro ejemplo de impuesto pigouviano a una externalidad negativa. ¿Se puede considerar también un impuesto recaudatorio, ya que es probable que las personas que más tomen bebidas azucaradas hagan a futuro un uso mayor de la sanidad pública?
    3. ¿Cómo se podría medir el costo al ciudadano de la ineficiencia y falta de incentivo en la innovación en un servicio de monopolio público, en comparación con su posible administración privada?

  2. LECTURA 1. CAPÍTULOS 2 Y 3.

    RESUMEN.
    El mercado no es más que un voluntarismo impersonal tendente al equilibrio vía multitud de herramientas, pero sin alcanzarlo. Pergeñar modelos de equilibrio que implican competencia perfecta puede tener alguna utilidad ilustrativa o teórica, no como recomendación de políticas públicas. Aceptar que los fallos de coord. pueden ser solucionados vía la mano de un dictador benevolente logrador del óptimo de Pareto, mejorando a algunos sin empeorar a nadie, carece de la elemental noción de complejidad, de un sistema de ensayo y error no instantáneo ni lineal, pero sí tan eficiente como la realidad permite. Crean un modelo que se autoperpetúa donde las consecuencias no positivas de la acción para terceros no han de ser internalizadas por el actor, sino reguladas por el Estado. Ante la ineficacia e ineficiencia de este, mayor regulación.

    IMPORTANTE.
    En definitiva, el poso que dejan los capítulos es que los mercados son imperfectos, ineficientes desde un punto de vista estático, pero por una cuestión de incentivos tenderán a resolver mejor los problemas propios de la coordinación humana e información, propios de sociedades extensas y complejas de manera muy superior que el dictador benevolente. La democracia tampoco resuelve esto, estando el gobernante sujeto a la influencia del empresaurio, a la presión del lobbie, de los grupos de interés y de cálculos electorales utilitaristas, en lugar de la necesaria respuesta a las necesidades de la gente en un mercado que tiene como motor las oportunidades de beneficio que reflejan el sistema de precios, que provocan una reubicación de los recursos escasos en líneas más productivas o demandadas a través de la función empresarial. Pero, además, incluso aunque el gobernante democrático resultara benevolente, la centralización de la información es incompatible con las herramientas que llevan en última instancia a esa coordinación, y cuanto mayor sea esta más dificultad para el cálculo económico y el correcto funcionamiento del sistema de precios y de la función empresarial.

    PREGUNTAS AL AUTOR.
    1. En internet hay una cantidad ingente de información relativa a los gustos, ubicación, intereses, género etc. de cada individuo. Pero por otra parte, genera una tendencia hacia la interconexión que vuelve a la sociedad mucho más compleja y difícil de controlar. ¿Ve internet como una herramienta netamente positiva para la limitación de los gobiernos?.
    2. ¿Qué hacer cuando el problema medioambiental es aquí y ahora?. Parece, en ocasiones, que algunos autores no otorgan ninguna función al Estado. Pero este podría por ejemplo salvar a una especie en peligro de extinción hoy mismo decretando la prohibición de su caza indiscriminada, cosa que el mercado difícilmente podría hacer en el c/p.
    3. ¿Puede ser un Estado informador aunque con soberanía del consumidor (ej. campañas informativas sobre los perjuicios de fumar) superior a la alternativa de dejar el tema en manos de asociaciones privadas, fundaciones etc.?.

    • Con respecto a la pregunta 1, mi opinión es que efectivamente a través de internet se puede acceder a multitud de información. El problema es de que forma somos capaces de transformar toda esa información en conocimiento útil. De todos es sabido que en las redes sociales, etc. hay mucha información que sencillamente es falsa, pero que puede generar estados de opinión en determinadas capas sociales poco dadas a contrastar la información. Por tanto creo que con internet es más fácil manipular a determinadas capas de la población. Por tanto mi opinión es que la llegada de internet es claramente positiva, pero con alguna reserva como la que acabo de exponer….
      La llegada de internet creo que ha supuesto una importante mejora de productividad de muchos trabajos. Pero resulta curioso que pese a esto, las Administraciones publicas cada vez precisen de más personal.

  3. Asignatura: Economía e Instituciones
    Profesor: Martin Krause
    Alumno: Manuel Alonso

    Resumen:
    En los capítulos 4 y 5 del libro “El foro y el bazar”, vemos un análisis sobre el funcionamiento de la toma de decisiones dentro de los estados democráticos y los incentivos que tienen tanto votantes como gobernantes y burócratas. Vemos como los incentivos de los electores a votar y participar en las decisiones se ven alterados y difieren de cómo toman las decisiones dentro del mercado. En este caso, la gente vota pensando también en un “interés general” que no siempre resulta correcto y, además, sienten pocos incentivos a informarse (racionalmente apático o irracional). Las preferencias y la intensidad de éstas en el votante, se diluyen en un sistema en el que todos los votos valen igual y se tienen que votar paquetes agregados de ideas. Sin embargo, los gobernantes y burócratas sí encuentran el interés personal en este sistema, ya que su posición depende de la sensación que transmitan al electorado que tiene que mantenerlos allí. Estos incentivos no miran por el largo plazo y se ajustan a los periodos electorales, impidiendo una planificación sosegada en pos de beneficios instantáneos de cara al elector.

    Aspectos novedosos:
    Me ha resultado muy novedosa la idea de la relación entre costos externos esperados y el costo de la toma de decisiones que indican Buchanan y Tullock. Es verdaderamente interesante, bajo mi punto de vista, como depende de la importancia de la decisión y de sus costos esperados, la cantidad de personas que se consideran “legítimas” para tomar dicha decisión. También es una idea bastante interesante la del ciclo político presupuestario y como, por el incentivo de prorrogarse en el poder, los gobernantes hacen uso de la política económica para alterar los ciclos.

    Preguntas:
    1. Muchos gobiernos de izquierdas están importando a Europa los mecanismos de democracia participativa o “directa”. ¿Cómo afectan los incentivos al voto en este nuevo paradigma?
    2. ¿Cómo podrían eficientarse los cuerpos del estado en España (abogados del estado, economistas, técnicos de hacienda y demás funcionarios) para que, una vez ganada su plaza, no pierdan la iniciativa de mejorar y mantener siempre un nivel alto?
    3. ¿Cuánto de peligrosa es la manipulación de los ciclos económicos por parte de los gobernantes para ajustarlos a los periodos electorales?

  4. En los capítulos 2 y 3 de «El foro y el bazar» trata de los mercados que están en permanente estado de cambio, y con tendencia al equilibrio, pero nunca se llega él, y por tanto la situación de «competencia perfecta» sólo se da en el plano teórico.
    En los mercados, la acción de los individuos, genera externalidades que son los efectos hacía terceras personas: contaminación, ruidos, etc., que normalmente son negativas, pero que también pueden ser positivas. Éstas externalidades forman parte de los fallos del mercado, que no tienen fácil solución aunque casi siempre requieran intervención del Estado.
    En los referente al Estado, éste también puede tener fallos y por tanto errar. Ya ha ocurrido con determinadas políticas antimonopolio, donde se ha penalizado a empresa sencillamente por ser más eficientes que sus competidores. También los Estados crean un exceso de normas formales ( burocracia) que apenas añaden valor, e intervienen en la economía bajo pretextos sin consenso científico, como el cambio climático, etc.

    NOVEDOSO E IMPORTANTE

    – La importancia de un sistema de precios par el correcto funcionamiento de los mercados. Tiene relación con las externalidades negativas a ser posible interiorizar costos.
    – Es muy complicado para el Estado, pese a las buenas intenciones, regular y planificar determinadas actividades, debido a que la información y el conocimiento se encuentra disperso, y cuando el acceso a la información es asimétrico se tiende a resultados «promedio»
    – Aunque los monopolios en principio no sean deseables a veces ocurren de forma «natural».
    – Puesto que los políticos y funcionarios, tienen a intervenir demasiado, esto produce interferencias en la movilización del conocimiento disponible, que tiene relación directa con el proceso de descubrimiento.
    -Una de las tareas ineludibles de un Estado es velar por la seguridad jurídica y por el derecho a la propiedad.

    PREGUNTAS AL AUTOR

    – ¿No es incoherencia que el Estado vigile que no haya monopolios, cuando él mismo es un monopolio??
    -¿Realmente el Estado regula o desregula?? ¿Y si falla el Estado?
    – ¿Qué opina sobre que determinados servicios como la educación o la sanidad, los pague el Estado (de modo el usuario no haga aportación directa alguna), pero que éste no sea el proveedor de dichos servicios?

    • Respecto a la tercera pregunta, bajo mi punto de vista, si bien estos servicios seguirían siendo financiados de manera coercitiva, su servicio podrían mejorar profúndamente, por varios motivos: en primer lugar, al no ser un monopolio estatal, existiría una ofera más variada, pudiendo los ciudadanos adaptarse mejor a sus necesidades. Por otro lado, incluiría el factor competencia entre los diferentes oferentes, obligando a una mejora y evoluvión continuas.

  5. Capítulo 2 y 3 El Foro y Bazar:

    Resúmen

    En el capítulo 2 comenzamos a ver las fallas del mercado. El primer punto que surge es el equilibrio, el cual es imposible de alcanzar debido a que se basa en un modelo que no existe en el mundo real. El modelo nos dicta que las acciones son perfectamente coordinadas, los precios deben de estar al mismo nivel donde todo lo que se produzca, se va a vender. Además, el empresario debe de producir al nivel donde su costo marginal es igual al ingreso marginal. Este equilibrio es el típico modelo neoclásico. A este modelo se le llama Competencia Perfecta: Todos los productores son pequeños, con productos homogéneos, existe información perfecta, todos utilizan la misma tecnología, y cualquiera puede entrar a competir. El modelo no funciona, debido a que no incluye las fallas del mercado. Luego podemos ver los modelos de competencia imperfecta: Monopolio (1 solo vendedor), Oligopolio (Pequeño número de compradores y vendedores) y Competencia Monopolística (Muchos vendedores de productos diferenciados). El siguiente tema que hay que analizar son las externalidades, el cual es un efecto (Positivo o negativo) a terceros por las acciones de los individuos en el mercado. También logramos ver los bienes públicos, los cuales son determinados por dos características: No exclusión y la no rivalidad en el consumo. Hay bienes públicos que trascienden frontera, los bienes públicos globales. Estos tienen beneficios globales, llegando a la mayoría de los países. Entre estos podemos destacar la paz, la ley y el orden. Debemos de destacar los recursos naturales, los cuales son administrados por el estado. Ahora con respecto a la información incompleta, esta la podemos encontrar en los mercados y nos evita llegar a un equilibrio, ya que la información cambia constantemente, por lo que esta limitación evita el equilibrio en los mercados. Para solucionar las fallas de mercado previamente analizadas, se deben de crear políticas públicas junto con sólidas instituciones públicas; estas dos junto a la mano invisible son capaces de resolver estas fallas.
    Ahora, con el capítulo 3 podemos ver que trata de la mano visible, la cual se refiere a las políticas públicas para resolver las fallas del mercado. Cuando se dan casos de competencia imperfecta, el gobierno puede crear regulaciones como prohibición a la formación de carteles, venta a un nivel de precios predatorios, abuso en los precios, y el control de las compras y adquisiciones de empresas. También se dan casos de monopolio natural, en la cual las empresas aumentan sus niveles de producción para crear economías a escala, lo que les permite vender a precios más bajos. Estos se dan sin la ayuda del gobierno. Los monopolios legales son los que se dan con la ayuda del gobierno, ya que tienen el permiso para vender. Estos monopolios legales son males para la el mercado, ya que se para la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Otras maneras de beneficiar a un productor son por medio de subsidios, control sobre el ingreso de nuevos competidores, control sobre bienes y servicios que son sustitutos y complementarios, la fijación de precios. Ahora existen distintas escuelas de cómo regular el mercado: está la tradición neoclásica, la Escuela de Chicago y la Escuela Austríaca. Luego, se discute la seguridad jurídica, que es el resultado que obtiene un sistema legal, generando normas formales que permiten coordinar las acciones de los individuos en sociedad. Un problema que se da en el mercado es el rent seeking, en el cual hay cabildeo por parte de varios sectores para obtener legislación que los favorezca. Con respecto a las externalidades, la teoría nos dice que hay que subsidiar las externalidades positivas y crear impuestos para externalidades negativas.
    Con respecto a los problemas institucionales de américa latina, podemos encontrar los siguientes:
    1. Cambio climático
    2. Contaminación del agua
    3. Contaminación ambiental
    4. Deforestación
    5. Agricultura
    6. Incremento de residuos sólidos
    7. Crecimiento de asentamientos urbanos informales
    8. Leña, combustible y gases
    9. Minería
    10. Pesca marina industrial y artesanal

    Novedoso

    Luego de ver las fallas de mercado y las políticas públicas para resolver estas fallas de mercado, me pareció sumamente interesante los bienes públicos globales, los cuales trascienden fronteras. Este es un término nuevo para mí, ya que nunca había estudiado acerca de los bienes públicos globales y me parece extraño, ya que son de suma importancia. Si logramos mantener unos bienes públicos que beneficien a todo el mundo, como la paz, el calentamiento global controlado, las leyes de comercio, etc, constantes a través del tiempo, estoy seguro que esto ayudaría a fomentar el crecimiento económico y desarrollo en los distintos continentes del mundo. El problema es que en el tema de la paz, vemos que la humanidad se ha mantenido en guerra durante su historia. Con el medio ambiente, es muy difícil que economías como India y la China se adapten a las normativas internacionales, por lo que hay que encontrar maneras de que se acaten a las reglas.

    Preguntas a Autor:

    • Regresando al tema de los bienes públicos globales, ¿Qué medidas legales se podrían tomar sobre aquellos países que no cumplan con los acuerdos climáticos, como China e India?
    • De las distintas escuelas de cómo regular los mercados: ¿Cuál le parece la que mejor funcionaría en Guatemala?
    • ¿Cree usted que es posible competir contra monopolios naturales que son estatales, como el alumbrado público o el transporte de la energía? ¿Hay algún caso en el que se haya intentado competir?

    • Pregunta 3
      No. El problema es que un monopolio Estatal tiene barreras de entrada legales las cuales imposibilitan la competencia por entrar al mercado y es el único en el mercado. En esta situación no hay competencia actual ni competencia potencial. Es en efecto este tipo de competencia potencial el que tiende a romper los monopolios naturales que no pertenecen al Estado cuando un competidor encuentra una manera más eficiente de proveer el producto

  6. RESUMEN:
    El capítulo 2 viene a analizar los modelos de mercado y competencia perfecta, así como todos los elementos que lo componen para, posteriormente, analizar cuáles son los fallos que plantea dicho modelo en el cual la economía puede entenderse dentro de un “equilibrio”. Los principales problemas que plantean estos modelos “ideales y estáticos” son las fallas de mercado, que rompen e invitan a repensar como erróneos dichos modelos. Sin embargo, en vez de reconocer el carácter dinámico del mercado, el cual se pone de manifiesto por estas “fallas de mercado”, los estado se justifican en su hacer como aquella entidad que viene a corregir, en la medida de lo posible, los errores que el mercado no puede solventar. El segundo capítulo viene a concretar cuáles son las acciones políticas y económicas que un ente regulatorio debe realizar para alcanzar el tan deseado equilibrio. Desgraciadamente, y como se muestra en este capítulo 2, la mano visible del estado tienen también sus contrapartidas.

    LO MÁS LLAMATIVO:
    Llama la atención que partidos que actualmente se reconocen de izquierdas, critiquen el mercado por las supuestas fallas que éste último no puede solucionar mientras defienden al mismo tiempo que sea el estado quien solucione esos errores. No se dan cuenta, a mi juicio, que ellos mismos compran el mensaje de aquellos que intentan criticar, a saber, que existen modelos perfectos y de equilibrio que “estanquen” o “paralicen” el devenir del mercado. Dicho de otro modo, los economistas más matemáticos y la izquierda marxista difieren en los medios de alcanzar ese punto de equilibrio del que hablamos (que otros denominan igualdad o bien estar social), pero comparten el destino o la meta. No se dan cuenta, precisamente, de que lo que ellos entienden como fallas de mercado, debería ser entendido como “oportunidades de negocio” que permiten el movimiento del mercado.

    PREGUNTAS:
    1-¿Podríamos eliminar la dicotomía entre externalidades positivas y negativas si entendemos que estas últimas son futuras oportunidades de negocio?
    2-En el capítulo dos se habla de estabilidad jurídica y seguridad jurídica. ¿No depende, en última instancia, la seguridad jurídica de la estabilidad jurídica? Es más ¿No depende el buen funcionamiento de la economía de una seguridad jurídica que, a su vez, depende de una estabilidad jurídica dependiente de nuevo de una situación económica previa?
    3-También en el capítulo 2 se mencionan unos impuestos no recaudatorios que vienen a modificar la conducta, al igual que los recaudatorios, pero sin llegar a cobrarse. Tengo la duda de si esta distinción es absurda u obsoleta teóricamente, dado que los impuestos recaudatorios buscan (en principio) devolverte a medio-largo plazo unos servicios mayores de los que obtendrías sin pagarlos; un hecho que se supone, neutralizaría haberlos pagado igualándose así los impuestos recaudatorios con los impuestos «pigouvianos».

  7. El modelo de economía clásica define un óptimo “paretiano” como el punto de equilibrio en el que se maximiza el número de transacciones entre compradores y vendedores, y que por lo tanto la economía alcanza su máxima eficiencia (modelo de mercado competitivo en equilibrio). El punto de equilibrio teórico es al que tiende la economía, pero no es alcanzable, en cuanto que se deberían cumplir una serie de requisitos irreales. Entre estos requisitos se encuentra la perfecta coordinación entre agentes por medio del mecanismo de precios de mercado y la ausencia de cambios (modelo estático). Para que se cumplan este óptimo se deberían cumplir,plir una serie de requisitos irreales: los competidores son sólo tomadores de precios, los productos ofertados son indiferenciados, los competidores obtienen la misma tasa de ganancia a través de misma tecnología y organización, y no existen barreras de entrada y salida de competidores. Este modelo es tomado como referencia por la Economía del Bienestar, que lo convierte en un objetivo deseable. Y puesto que no es alcanzable por las condiciones irreales, se atribuye dicho fracaso al mercado. Es decir, se plantea un modelo teórico, se define como objetivo, se constata al imposibilidad de ser alcanzado, se culpa a la realidad. Algo así como si se formulara una hipótesis sobre la gravedad y al no poder ser constatada se culpara al medio. El problema de esta aproximación, válida para la física o la química, es que obvia que los factores definidos como indeseables, si bien no permiten alcanzar el óptimo paretiano, son justamente los generadores del progreso, al suponer soluciones a desequilibrios del mercado mediante innovaciones que permiten generar beneficios, aumentar la producción y mejorar la renta real.
    Una vez que se define como indeseable todo aquello que se salga del modelo teórico (“fallos del mercado”), se procede a tabularlos y construir remedios mediante la intervención del estado: monopolios y oligopolios, externalidades (efectos indeseables que el mercado no evita), bienes públicos (aquellos que el mercado no puede proveer), información incompleta (a la que aparentemente son inmunes los políticos y funcionarios), la dependencia del camino, etc.
    Las soluciones que plantean los defensores del modelo de intervencionista de bienestar social (y que políticos y funcionarios aplican intensamente) se refieren a prohibiciones de monopolios, a aplicación de impuestos y subsidios a las externalidades (según la agenda política), la provisión por parte del estado de los bienes públicos (como concepto flexible, lo que permite de nuevo desarrollar las agendas políticas).
    La “fatal arrogancia” de tratar de suplir a la acción de millones de personas, poseedoras del conocimiento disperso, supone que todas estas formas de intervención, lejos de evitar los fallos del mercado, generen nuevos desequilibrios y alejen a la economía de ese óptimo paretiano (desde un punto de vista estático), a la vez que estorban a las innovaciones y ajustes continuos que generan los desequilibrios de mercado (desde un punto de vista dinámico).

    Novedoso:
    Me ha resultado novedoso (si bien aparece como marginal en el texto) el concepto de «dependencia del camino”. Veo su materialización en “libros blancos”, mesas sectoriales, comisiones interministeriales, reglamento, regulaciones,… En este campo creo que España supera con creces a Latinoamérica, entre otras cosas por el efecto multiplicador de las comunidades autónomas (gobiernos regionales) que multiplican por 17 estas regulaciones. Es especialmente llamativo las reclamaciones de ciertos grupos de profesionales, que reclaman la regulación de la profesión, para evitar los desequilibrios estructurales que les impiden ofrecer un servicio de calidad a los ciudadanos, evitar el intrusismo profesional, etc. Las soluciones siempre pasan por generar cientos de páginas con reglamentaciones y establecer barreras a la competencia, mediante pago de tasas, a ellos. Como ejemplo, el estatuto Profesional de Economistas establece que «Solo podrán utilizar la denominación profesional de economistas los titulados (en Económicas) que hallen incorporados a los colegios de economistas correspondientes.», para luego afirmar que entre las funciones de los economistas se encuentra, entre otros “estudio y asesoramiento en problemas financieros, comerciales y de contabilidad”, o “mejora de métodos y aplicación de sistemas de incentivos de productividad”. Y así, una larga lista (afortunadamente, este estatuto es papel mojado en sus puntos más demenciales).

    Preguntas al autor:
    – El discurso de que el Estado debe suplir los fallos del mercado esta siendo sustituido en España por un argumento muchos más burdo y cínico, tal que no se puede pretender obtener beneficios de ciertas «cosas básicas», tales como la sanidad o la educación, por una simple cuestión moral, o incluso para proteger laboralmente a profesiones sacrosantas, como médicos y profesores. Es decir, se obvia la discusión racional por un discurso moral, demonizando automáticamente alternativas como el cheque escolar o las Krankenkasse suizas (parecido al Obamacare). En su opinión, ¿la sanidad y educación no tendrían características de bienes privados? ¿Por qué estos dos grandes servicios casi invariablemente se prefiere que sean suministrados por el estado? ¿Son relevantes en este sentido su capacidad para moldear a la población?
    – Me gustaría que por favor profundizará en la concepción de Rothbard de la defensa. No entiendo los conceptos de bien absoluto y unidad de oferta.
    – En relación de la provisión privada de derechos y normas, y en concreto a las normas de calidad (ISO, EFQM, etc.) me llama la atención que no siendo obligatorias por el estado, se trate de un sistema caro y cuya eficiencia genera dudas. Esta ineficiencia, ¿va implícita en cualquier tipo de regulación que suponga la aplicación de una norma general (café para todos), a escala planetaria, con independencia de que sea estatal o no? ¿podría ser un caso de “dependencia del camino”, al no poder permitirse ninguna empresa anunciar que abandona ISO, por el entramado de exigencias de cliente a proveedor?

  8. CAPITULO NO. 2 & 3
    RESUMEN
    El equilibrio en el mercado se presenta en el momento que demanda y oferta se coordina para producir y comprar la misma cantidad de productos, sin embargo esto no se puede llevar a cabo en su totalidad. El modelo de equilibrio es un objeto mental pero no presenta la realidad que se vive en el mercado, pues constantemente el mundo cambia y así mismo el conocimiento de la sociedad.
    El problema en una sociedad es el conocimiento imperfecto, pues la información siempre tiene errores, no siempre es asertiva. Ni siquiera nosotros mismo conocemos lo que haremos en el futuro, podemos planear pero eso no significa que así suceda pues pueden ocurrir tropiezos.
    Al problema del conocimiento imperfecto se enfrentan los participantes del mercado, es importante recordar que los precios transmiten información pero el conocimiento sigue siendo limitado. Nadie le asegura al vendedor la cantidad y características de los productos que ofrece, pues se va ajustando la oferta a la demanda.

    IMPORTANTE
    En el proceso de mercado cambian las preferencias de consumidores, tecnologías y las dotaciones de recursos; si estos no cambiarán el mercado estaría en un punto de equilibrio.
    El mercado tiene fallas («Fallas de Mercado»), dentro de las que se encuentra:
    La competencia no perfecta
    Los efectos de las acciones sobre terceros
    Bienes Publicos
    Monopolios
    Asimetria de la informacion

    Y por medio de las políticas publicas, el estado busca corregir dichas fallas. Pero la política cuenta con sus propios problemas los cuales son mucho más complicados que los de mercado. El estado interfiere en precios o intenta beneficiar a una parte del intercambio sin tener el conocimiento de que en el mercado debe existir una coordinación entre los agentes del intercambio.
    PREGUNTAS
    ¿Es un monopolio natural, ser la única estación de gasolina en un municipio?
    ¿Existe algún caso en el cual la intervención estatal haya dado un buen resultado en el mercado?
    ¿Tanto el mercado como el estado tienen sus propias fallas, el estado si puede ayudar a limitar ciertas fallas del mercado? ¿En esa poca porción que ayuda el estado al mercado, es buena su intervención? ¿Cuales afectan más a la sociedad, las fallas del estado o del mercado?

  9. Resumen
    La competencia perfecta nos ha sido un modelo útil para comprender el mercado pero tiene problemas al tratar de llevarlo al mercado entre los cuales encontramos las barreras de entrada, las externalidades, bienes públicos y la información incompleta. A estos problemas les llamamos fallas de mercado ya que nos alejan del ideal. Un tipo de “falla” de mercado son los bienes comunes, las características intrínsecas de estos generan un comportamiento predatorio. Dado que en la vida real nos encontramos ante una situación de competencia imperfecta donde tenemos varias fallas de mercado muchas veces miramos al Estado como la solución. Esta tarea se le otorga una institución del Estado que observa la estructura, conducta de los participantes y el desempeño. El problema de este regulador es que este esta motivado por criterios no económicos sino de índole política. Entonces se le otorga al Estado un rol de policía de los mercados, rol sobre el cual cada vez va tomando mayores libertades en su desempeño.
    Novedoso:
    Que hay ciertos tipos de bienes que pos sus características intrínsecas como los bomberos que es difícil responder a la pregunta si los debería proporcionar el Estado o el mercado. Que la globalización ha creado la existencia de bienes públicos globales como las organizaciones encargadas de velar por la paz mundial como la ONU. Que el concepto de la distribución de la riqueza pueda volverse en una ideología a nivel global. La idea que varias agrupaciones descentralizadas permiten una cierta experimentación sobre los ordenamientos jurídicos y que la movilidad entre estos nos permite escoger el que mejor nos parezca.La dificultad para medir los recursos naturales de un país y la arrogancia de los ambientalistas que creen que pueden. Que las normas también sufran de rendimientos marginales decrecientes ya que entre mayor sea su numero más difícil es conocerlas e interpretarlas correctamente.

    Preguntas al Autor:
    1. Dado el modelo duopolco de Bertrand. ¿consideraria usted que en ausencia de intervención Estatal se podría afirmar que los mercados funcionan de la manera mas eficiente posible, en ese momento, con el nivel de tecnóloga, información y capital disponible en la sociedad?
    2. ¿Cree usted que el movimiento globalista que empuja la integración política entre regiones como la Unión Europea busca eliminar la posibilidad de la movilidad entre jurisdicciones?
    3. ¿Considera que la ampliación de los poderes de policía de la competencia del mercado que tiene el Estado es una especia de dependencia al camino, ya que mayor regulación mayores casos de abusos y por lo mismo mayores justificaciones para la intervención?

  10. Resumén:

    Se presenta una definición de mercado muy contraria a la realidad. Y que por lo mismo, se llega a la conclusión que estos fallan y que el Estado debe intervenir para corregir dichos fallos. Definen mercado como aquel sistema de intercambio perfecto, en donde todos los oferentes y todos los demandantes logran logran intercambiar lo que desean y al precio que lo desean. Una eficiencia perfecta en el sentido de Pareto.

    Posteriormente explica el autor que dicho equilibrio no es alcanzable ya que en la realidad la información se encuentra dispersa y es típico que ciertos demandantes y oferentes no puedan satisfacer sus necesidades. Como la realidad falla en acoplarse con el modelo idílico. Se dice que el mercado falla.

    Para corregir dichas fallas del mercado son necesarias las políticas públicas a través de la mano visible. Sin embargo, como los reguladores se rigen por las mismas leyes naturales de la realidad, se topan con problemas de medición sobre las externalidades generadas por la cataléctica. Y, sin un sistema de precios que les aporte información, resulta claro que no les será posible coordinar toda la dinámica social.

    Si los burócratas son arrogantes, y no conciben entender el límite de sus propias capacidades. Ocurren lo que son las fallas de Estado. Las cuales se expresan con despilfarro de recursos y contaminación.

    Novedoso o importante:

    De hacer un poco de razonamiento abductivo, resulta evidente que la existencia de las fallas de mercado dependen de un concepto muy vago de lo que en realidad el mercado es. El cual, debido a las instituciones que posee, puede sobrellevar cualquier externalidad con mucho mejor eficiencia que cualquier política pública, pues no tergiversa la información presente de los recursos y las valoraciones subjetivas de los individuos de la sociedad sobre estos.

    Quiero hacer notar, que aquello que se considera un bien público. Pareciese serlo pues la demanda inicial por el mismo no logró dejar ver el límite físico del mismo. Supongamos un río, de donde un pueblo pequeño saca agua y deposita sus desechos. Es claro que cuando la población es pequeña, el recurso parece infinito y sostenible. Sin embargo, al crecer la población del pueblo, y al aumentar la demanda del mismo. El agua, antes considerada infinita, comienza a ser escasa. O dicho en otras palabras, su límite físico comienza a delimitarse.

    Creo que definir un bien público como un recurso no excluible trae consigo una contradicción, que nuevamente, no es posible ver si la demanda por el mismo es muy baja. Y es que es imposible que dos personas puedan hacer uso del mismo espacio al mismo tiempo, ni que dos personas puedan hacer uso de la misma partícula (cómo la mínima parte de un recurso) al mismo tiempo. Siempre existirá la exclusión en función del uso de los llamados bienes públicos.

    Preguntas:

    ¿Cuál es la definición de Mercado mas precisa?

  11. Texto 1: Capítulos II y III de El foro y el bazar
    Resumen
    ¿Por qué elaboramos modelos de equilibrio que no se verifican con exactitud en la realidad? El ceteris paribus es útil en una economía cuyos oferentes y demandantes han alcanzado el óptimo de Pareto en un equilibrio general con competencia perfecta. La realidad económica no verifica este supuesto y el organismo se infecta de competencias imperfectas en la forma de monopolios (y monopsonios), oligopolios o una competencia monopolística, incluso la formación de carteles; externalidades en forma de costos a terceros; la compleja delimitación de qué son los bienes públicos; la asimetría de la información; e incluso los efectos nocivos de la dependencia ideológica a las viejas tecnologías. Por último, hay una recapitulación de las soluciones estatales a las fallas del mercado en la forma de políticas públicas que impidan la cartelización del Estado, impuestos o subsidios para las externalidades negativas y positivas, respectivamente; provisión estatal ceñida a los bienes que poseen las características de no exclusión y no rivalidad.

    Novedoso
    El problema teórico de una economía matematizada no se circunscribe a la oposición de una economía de mercado y una planificada. A mi juicio, los capítulos II y III de El bazar y el foro apuntan a que la solución estatal para reparar las fallas del mercado responde a la ausencia de una sólida teoría económica que provea a los agentes económicos del conocimiento teórico de las leyes y los principios respecto de la utilidad y la escasez de los medios. Los aspectos ideológicos que Douglass North oteaba como cruciales para interpretar la realidad concreta y armonizarla con las instituciones adquieren una perspectiva diferente con el supuesto de la información asimétrica en los mercados dado que la incertidumbre cobra sentido con la inclusión del factor empresarial. En este contexto, las fallas de mercado se transforman en las fallas de la política. Lo auténtico del capítulo III es que la solución no se inclina por los derroteros del anarco-capitalismo a ultranza que promulga la abolición estatal, pero el marco institucional que legitima las preferencias temporales, las valoraciones subjetivas y la soberanía de los agentes económicos.

    Preguntas al autor
    1. ¿Es la democracia, en el sentido de gobierno del pueblo con reglas de agregación de voluntades, la causa de la existencia de lobbies en una economía regida por una gran cantidad de políticas públicas, dado que este sistema de gobierno prima a las mayorías?
    2. ¿La aplicación de un impuesto al consumo de tabaco es la consecuencia de una externalidad negativa?
    3. ¿Los recursos naturales se convierten en commodities bajo el presupuesto de una economía monetaria?

  12. ECONOMIA E INSTITUCIONES
    Comentarios de los capítulos 2 y 3 del libro El Faro y el Bazar de Martin Krause
    Resumen
    Los mercados se mantienen continuamente en cambios y movimientos, tienden al equilibrio sin que logre alcanzarlo. El punto de equilibrio es el optimo en el sentido de Pareto, es una idea, que en la realidad es imposible de alcanzar.
    La competencia perfecta está basada en unos supuestos que son imposibles de cumplir. La competencia imperfecta la definimos como la falta de competencia perfecta .
    El concepto de externalidades es el efecto a terceros de las acciones de los individuos en el mercado. Los bienes públicos los definimos como aquellos que el consumo por parte de un individuo no impide el consumo por parte de otro individuo.
    Las fallas de mercado se solucionan a través de políticas publicas, aun cuando la veces os resultados presenten serios problemas en la practica.
    La competencia imperfecta da lugar a monopolios y oligopolios, por lo que el Estado impone regulaciones diversas para limitar su libertad de actuación en el mercado. Cuando se trata de un monopolio natural, si el mismo es de una empresa privada, se le fijan condiciones de precios, calidades del producto o servicios, entre otras
    La competencia imperfecta tiene inconvenientes que son difíciles de resolver:
    a. Hay que decidir cuáles son los bienes sustitutos.
    b. Valoración de los bienes, ésta depende de una valoración subjetiva del consumidor.
    c. Determinar si el mercado influye en el comportamiento del consumidor.
    Puntos que destacan
    El fracaso del Estado en la regulación del medio ambiente es de mucha importancia por cuanto es uno de los problemas actuales de mayor relieve. Los gobiernos de los países desarrollados están tratando de llegar a acuerdos para enfrentar este problema sin mayor éxito hasta los actuales momentos.
    En lo referente a America Latina los problemas del medio ambiente son de gran calado porque los gobiernos no hacen prácticamente nada para resolverlos, por un afán de lucro desmedido en la explotación de los recursos naturales.
    Es importante señalar que los estudios de un buen número de economistas que han evaluado las políticas antitrust, concluyen en sus análisis que los carteles y los monopolios están protegidos por los Estados.

    El equilibrio como lo define el óptimo de Pareto no es posible. Éste se utiliza para la formulación de modelos que permiten llegar a ciertas conclusiones, suponiendo cambios de algunas variables dejando otras fijas.
    Preguntas
    1.-Si la competencia perfecta no es posible, ¿cómo explicar qué se enseñe con preeminencia en los cursos de teoría económica de todas las universidades de los diferentes países?
    2.-De acuerdo con los economistas de la Escuela de Austria, el monopolio existe cuando hay impedimentos legales para la entrada de nuevas empresas. ¿Cree que el Estado debe limitarse a controlar únicamente las barreras de entrada?
    3.-Considerando que la Amazonía es un pulmón imprescindible para el planeta, ¿deberían los países a los cuales pertenece recibir anualmente una compensación para que no sea deforestada?

  13. Resumen: Los fallos de mercado son los problemas que tienen estos para alcanzar un punto óptimo de eficiencia. Los modelos de equilibrio permiten el análisis de determinadas condiciones de una economía, pero su debilidad es que tienen poco correlato en la realidad, porque, por ejemplo, no todos los actores tienen perfecto conocimiento de todo.
    Entre los fallos de mercado se incluyen la competencia imperfecta, la información asimétrica, los bienes públicos y las externalidades.
    Ante estos fallos de mercado, se postula como instrumento corrector la intervención del gobierno (el foro): a través de regulaciones, impuestos, subvenciones o prestación de servicios. Este ideal resulta, sin embargo, difícilmente alcanzable, por ejemplo, por la carencia de unas instituciones verdaderamente fiables y eficientes, además del riesgo que conlleva la discrecionalidad de su aplicación.

    ________
    Me ha llamado la atención el ejemplo del avión de línea y cómo se descarta compararlo con la sociedad, por no representar a la multitud de personas e intereses diferentes que la componen. Esto contrasta con la visión muy establecida de la sociedad, las ciudades, los países y hasta los continentes (UE) como un todo perfectamente identificable; una concepción no solo carente de lógica sino ciertamente peligrosa por lo totalitaria. Pero sin embargo nos hemos acostumbrado a escuchar frases como «tenemos que definir qué modelo de ciudad (o país) queremos», especialmente en boca de los políticos, de manera tal que no quede más remedio que reconocerlos como el timonel de esa empresa común y uniforme que quieren representar en su más pura esencia.

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    Tres preguntas al autor:
    1. Quizá no sea exactamente centrada en la clase, pero ya que cita a Samuelson… ¿qué es lo que ha hecho que su libro sea durante tantos años el manual de introducción a la economía en tantas universidades?
    2. Y ya que cita a los archivos de música compartibles, ¿qué posición tiene con respecto a los derechos de propiedad intelectual?
    3. ¿No cree que los programas de ayudas al desarrollo con África no son algo así como programas de redistribución de nivel internacional?

  14. Las fallas de mercado (Capítulo 2) y La mano invisible: políticas públicas (Capítulo 3).
    La mayor parte de las políticas económicas parten de la concepción de una situación ideal de equilibrio general de la economía que los mercados deberían alcanzar. Cuando dicho equilibrio no se alcanza surgen las fallas de mercado que deben ser solucionadas mediante políticas públicas dictadas por el Estado. Estas fallas de mercado se producen por la aparición de externalidades y por la naturaleza del bien, “público”, que solamente el Estado por su carácter imparcial y de búsqueda del bien común es capaz de proveer. Para que dichas políticas funcionen es necesario el buen funcionamiento y estructura de las instituciones. El problema radica en los desincentivos que tales políticas públicas acarrean provocando una mala asignación de recursos.
    Novedoso o importante:
    Como puntos importantes o novedosos señalaría los siguientes:
    Como las diferentes preferencias y subjetividad de los consumidores hace que la provisión de los bienes o servicios públicos por parte del Estado no sea óptima y adicionalmente como es imposible encontrarnos ante una “independencia” total del gestor en la aplicación de dichas políticas.
    Como el sistema de precios y la función que ejercen no puede cumplirse en los bienes o servicios públicos provistos por el Estado, y por tanto agravan la mala asignación de los recursos hacia un uso más eficiente y valorado por los consumidores.
    Como las políticas públicas son superadas por los avances tecnológicos (en definitiva desincentiva la eficiencia y el avance tecnológico) provocando fallas de Estado.
    La intervención estatal incentiva la mala asignación de recursos ya que el gestor no asume ninguna responsabilidad de sus actos y no se incentiva la eficiencia.
    Preguntas:
    ¿Cree el autor que la soberanía del consumidor sigue aplicándose incluso en los bienes y servicios gratuitos provistos por el Estado? Esto debería obligar al Estado a ser eficiente y dar un servicio/bien de calidad pero vemos que no es el caso (ejemplo sanidad o educación en España).
    ¿Qué opinión tiene el autor sobre el llamado cambio climático y las organizaciones surgidas alrededor de dicho fenómeno para combatirlo?
    ¿Qué opinión tiene el autor sobre los acuerdos públicos-privados sobre bienes públicos? ¿Permitiría en cierta medida mitigar los problemas de falta de información y mala asignación de recursos?

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