Lo que se viene: bienes públicos globales. ¿Quién los va a proveer, un gobierno global? Caps 2 y 3 del libro

Con los alumnos de OMMA Madrid vemos los Caps 2 y 3, donde se trata la teoría de las así llamadas «fallas de mercado» y consideramos también las soluciones de políticas públicas que se proponen. El tema de la existencia de bienes públicos «globales» plantea un tema interesante, ya que quienes plantean que los bienes públicos han de ser provistos por el Estado deberían sostener la necesidad de un Estado global. Y si aceptan que algunos bienes públicos globales son provistos ahora in tal Estado, entonces puede ser que se provean sin necesidad de un monopolio.

El proceso de globalización, o la movilización de recursos por todo el mundo, plantea, para algunos autores, no solo la necesidad de bienes públicos nacionales, sino también “globales”. Sus características principales serían (Kaul et al 1999, p. 2) las ya mencionadas de no exclusión y no rivalidad en el consumo, y que sus beneficios sean “cuasi universales” en términos de países —cubriendo más de un grupo de países—, pueblos —llegando a varios, preferiblemente todos—, grupos poblacionales y generaciones —extendiéndose tanto a generaciones presentes como futuras, o por lo menos cubriendo las necesidades de las generaciones actuales, sin eliminar las opciones de desarrollo para generaciones futuras—. En tales circunstancias, pocas cosas quedan fuera de esta definición y la lista de bienes públicos aumenta considerablemente.

Estos autores clasifican a los bienes en públicos puros y públicos impuros. Los primeros fueron definidos antes y a nivel global se presenta como ejemplo la paz, ya que, “cuando existe, todos los ciudadanos de un país pueden disfrutarla y su gozo, digamos, por poblaciones rurales no reduce los beneficios de las poblaciones urbanas”. Ya hemos comentado antes el grado de colectividad de la defensa; ahora se suman también en esta categoría la provisión de la ley y el orden, y un buen manejo macroeconómico. En cuanto a los bienes públicos impuros, serían aquellos que cumplen parcialmente con las características mencionadas: es decir, son parcialmente no rivales o parcialmente no excluyentes. Como ejemplo, Kaul y otros plantean el caso del consumo de una comida nutritiva, que a primera vista parece ser un bien privado, pero que también brinda beneficios públicos, ya que mejora la salud y con ella la posibilidad de adquirir habilidades para desempeñar un trabajo productivo, lo cual beneficiaría no solamente a la familia, sino también a la sociedad en su conjunto, pese a que los beneficios inmediatos sean mayormente privados.

Está claro que con esta definición no hay bien o servicio alguno que no tenga algún tipo de impacto en los demás. Y en tanto vivamos en sociedad, parece que esto es inevitable. La discusión no es que produzcan o no produzcan algún tipo de impacto, sino cómo considerar si ese impacto es negativo o positivo, siendo que las valoraciones son subjetivas, y si el Estado es el único capaz de proporcionar determinados bienes. Así, “males” públicos demandarían soluciones colectivas que serían “bienes” públicos, incluyendo, según Kaul y otros, las crisis bancarias, crímenes y fraudes en Internet, problemas sanitarios debidos al mayor comercio y transporte de personas, y también del incremento de actividades riesgosas, como el abuso de las drogas y el tabaquismo.

Un programa para aliviar la pobreza en África, por ejemplo, sería un bien público global si, además de mejorar la situación de esa población contribuyera también a prevenir conflictos, o a fortalecer la paz internacional, o a reducir el deterioro ambiental, o a mejorar las condiciones sanitarias globales. Las organizaciones internacionales y las ONG internacionales serían las que proporcionan este tipo de bienes públicos globales (Martin 1999).

Pero si se pudiera justificar la existencia de cualquier bien o servicio con efectos para terceros por el hecho de ser proporcionado por el Estado, o a través de organismos internacionales financiados por los Estados, o en última instancia por contribuyentes nacionales, entonces prácticamente “todo” tiene características de bien público. Un bien público “puro” no sería ya un bien económico, como en el caso del aire puro; y todos los demás serían “impuros” y sujetos a ser proporcionados mediante decisiones políticas, y no por la decisión de los consumidores tomadas en el mercado.

Stiglitz (1999), por ejemplo, considera que el “conocimiento sobre el desarrollo” es un bien público que debería ser provisto por instituciones como el Banco Mundial. Es cierto que las ideas tienen características de bien público, ya que, una vez producidas, su costo de reproducción es mas bien bajo. Esto lleva a dicho autor a pensar que serán “subproducidas” en el mercado, problema que se puede superar con la provisión pública. Sin embargo, el ejemplo no podría ser peor elegido: una gran cantidad de autores han escrito sobre el tema y propuesto enseñanzas sobre el mismo, desde Adam Smith en La riqueza de las naciones hasta una gran cantidad de autores contemporáneos. ¿Por qué hacen eso, si luego, cuando un país se desarrolla —siguiendo, por ejemplo, las enseñanzas de Adam Smith— este o sus sucesores no pueden excluir a quienes implementaron esas ideas y no pagaron por esos beneficios? En otros términos: una vez que dicen cómo se desarrolla un país, nadie parece que les va a pagar por ello; entonces no habría propuestas y el mercado fracasaría en proporcionarlas.

Nada de eso sucede en la realidad, sino todo lo contrario: hay un sinnúmero de libros y artículos sobre las causas del desarrollo económico; un activo mercado de ideas donde compiten las propuestas de Stiglitz con muchas otras. ¿Por qué ofrecen los autores estas ideas, si luego no pueden cobrar por ellas? Existe una gran cantidad de incentivos para hacerlo: el autor cobra un porcentaje por las ventas de sus libros; es invitado a conferencias donde recibe honorarios, viaja a lugares que nunca conocería de otra forma y se aloja en los mejores hoteles; puede llegar hasta recibir el Premio Nobel, que, además de ser un premio suculento, le garantiza un flujo de ingresos asegurado de ahí en adelante, como sabe muy bien el mismo Stiglitz, que lo ha recibido[1].

[1]. “Gran parte del conocimiento que se necesita para el desarrollo exitoso no es patentable; no es el conocimiento que subyace en nuevos productos o procesos. Más bien, es conocimiento fundamental: cómo organizar empresas, cómo organizar sociedades, cómo vivir vidas más saludables de forma que ayudan al medio ambiente. Es conocimiento que afecta la fertilidad y el conocimiento acerca del diseño de políticas económicas que promueven el crecimiento económico” (Stiglitz 1999, p. 318). “Las ideas presentadas hasta aquí dejan en claro que ese conocimiento es un bien público, y sin un apoyo público activo, habrá una sub-provisión de ese bien. Las instituciones internacionales, incluyendo al Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) cumplen un papel especial en la producción y diseminación de este conocimiento” (p. 319).

12 pensamientos en “Lo que se viene: bienes públicos globales. ¿Quién los va a proveer, un gobierno global? Caps 2 y 3 del libro

  1. Resumen:
    El capítulo 2 presenta los obstáculos que el mercado necesitaría superar para alcanzar el ideal teórico de equilibrio, aunque esta situación sea inalcanzable por definición. Estos obstáculos consisten en las llamadas «fallas de mercado» y se utilizan generalmente para justificar la presencia del Estado como planificador central.
    El capítulo 3 aborda los intentos de solucionar las fallas de mercado por el Estado, por medio de las políticas públicas. El Estado dispone de formas de intervención como subsidios, impuestos, regulaciones, leyes y provisiones públicas que se utilizar para corregir las fallas del mercado. Pero esta intervención no está exenta de costos, errores de información, problemas de incentivos, deficiencias en el cálculo económico y presión política de grupos de interés.

    Temas importantes:
    La distribución de la renta es realizada por el mercado. Que esta distribución pueda ser alterada a criterio de un grupo de personas mediante coerción por medio del Estado es cuestionable. Además, en una sociedad libre, nada impediría que un grupo de personas eligiera vivir en una comunidad igualitaria dividiendo su riqueza a su criterio voluntariamente.
    La información imperfecta presente en el mercado también se aplica al gobierno. Los funcionarios gubernamentales no tienen suficiente información y herramientas para regular e intervenir de forma «eficiente», aunque los incentivos sean adecuados.
    La idea de que la utilidad marginal del derecho se contrapone a un coste marginal creciente en términos de libertad me pareció muy interesante.
    La necesidad de extender la aplicación de las soluciones de mercado a los recursos naturales.

    Preguntas:
    – ¿Qué se podría hacer para aplicar soluciones de mercado a la protección y explotación de la Amazonía? Una subasta del territorio sería un camino, aunque fuera adquirido para producción agrícola o minera?

    – ¿Por qué la idea de que el Estado debe solucionar las fallas de mercado se ha vuelto tan ampliamente aceptada? Y además, porque cuando el Estado falla, la solución parece ser más Estado?

    – ¿Cómo organizaciones no estatales podrían proveer derecho y justicia más allá de cuestiones económicas? Por ejemplo, la legislación sobre el aborto es muy discutida en Brasil y Argentina.

  2. Una vez visto que los mercados tienden al equilibrio, al precio cómo indicador clave que permite alcanzar un punto óptimo de eficiencia, se analiza los problemas de los mercados (las fallas del mercado) y las posibles soluciones. Es importante señalar que muchas veces lo que subyace no es más que un argumento para la justificación de la intervención del Estado.
    Esa tendencia al equilibrio se daría en competencia perfecta, a partir de ahí el mercado “fracasa” surgen las concentraciones de oferentes que controlarían un recurso o un mercado, así surgen los monopolios, los duopolios y los oligopolios, dependiendo del número de agentes que controlen el mercado. El Estado tendrá que intervenir frenando su poder.
    A su vez las actuaciones de los individuos en los mercados generan las denominadas externalidades que pueden ser positivas o negativas y recaen en terceras personas sin tomar parte del acto económico. El Estado tendrá que intervenir evitando sobre todo las externalidades negativas.
    La existencia de bienes públicos se considera también un fracaso del mercado. El Estado tendrá que intervenir regulándolos o bien creándolos y dotando a la ciudadanía de dichos bienes.
    También una información incompleta y asimétrica es considerada otra de las fallas del mercado.
    Cómo soluciones a las fallas del mercado estarían las soluciones voluntarias “privadas” y las instituciones, tanto públicas como privadas.
    Sin embargo, siempre se han definido a las políticas públicas cómo las soluciones a los problemas que generan la competencia imperfecta, los monopolios naturales y legales y las externalidades. Así se intenta la regulación de los sistemas de competencia, pero lo que ha ocurrido ha sido la concentración de poder del Estado en aras del bien común que por otra parte genera sus propios problemas como lo es la imposibilidad del cálculo económico y en consecuencia la falta de coordinación de los distintos agentes económicos al perder la referencia de los precios.
    Los problemas institucionales ligados al medio ambiente, contaminación, deforestación, etc. Ponen en evidencia que las políticas públicas implementadas por el Estado en vez de solucionar problemas los agravan al no tener incentivos para ser eficientes.
    Me ha sorprendido el concepto de bien público global, con las características de no exclusión, no rivalidad y beneficios casi universales.
    Tampoco conocía la Ley de Gossen relativa a cuánto más normas, más difícil su aplicación, ni la idea del impuesto de Pigou, ligado al costo social.
    La idea clave: detrás de las fallas del mercado, siempre subyace la justificación de la intervención estatal a través de las políticas públicas.
    El concepto del interés particular de Stigler es un concepto que no he logrado entenderlo bien, ni su relación con el valor subjetivo que dice por otro lado dice que es difícil de cuantificar.
    Preguntas
    ¿Qué características deberían tener las instituciones públicas para ser eficaces?
    ¿Cómo habría que utilizar los recursos naturales para ser sostenibles? ¿Hay algún análisis económico al respecto?
    La Teoría de Juegos, ¿ayuda a justificar el papel del Estado para solventar las fallas del mercado?.

  3. Resumen

    • Los mercados están en constante cambio y movimiento.
    • El modelo de equilibrio se encuentra con el problema del conocimiento, ya que este es imperfecto. Por lo tanto, empezamos en un estado de desequilibrio y nos movemos hacia un equilibrio que nunca alcanzamos.
    • Modelo Nirvana: compara una situación ideal con la realidad imperfecta en el mercado (fallas de mercado).
    • Monopolio: Un solo vendedor
    • Monopsonio: Un solo comprador
    • Oligopolio: Número pequeño de vendedores y pequeño número de compradores
    • Cartel: Acuerdo formal entre oferentes
    • Puede haber barreras naturales o del Estado. Las naturales pueden ser removidas por innovaciones tecnológicas.
    • Duopolio Bertrand: duopolio en donde con una baja en precio uno de los vendedores se queda con el mercado ya que lo que busca el comprador es precio.
    • Externalidad: efecto (positivo o negativo) hacia terceros por acciones en el mercado
    • Bienes públicos: No exclusión y no rivalidad en el consumo
    • Bien privado: se puede excluir al que no paga y el consumo de uno no permite el consumo de otro.
    • Bienes “club”: existe la posibilidad de excluir, pero el consumo no es rival (pueden consumirlos varios a la vez)
    • Bienes públicos “globales”: no exclusión, no rivalidad de consumo y beneficios cuasi universales.
    • Recurso (valioso) vs. Materia (no valioso)
    • El mercado es la forma más eficiente de asignarle valor a los recursos, algo que el Estado no puede hacer de una manera eficiente/ efectiva.
    • Los precios son la herramienta principal del mercado para asignar valor a los bienes/ servicios. Para funcionar se requiere de: libertad de intercambios y derechos de propiedad.
    • Los funcionarios públicos no cargan con las pérdidas que pueden causar sus decisiones.
    • Los monopolios legales no incentivan al desarrollo de innovación.
    • Teoría de interés particular: utilización del poder coercitivo del Estado (regulaciones) para lucrar a expensas del consumidor. Regulaciones: Subsidios directos, control sobre ingresos de competidores, control sobre bienes y servicios sustitutos/complementarios y fijación de precios.
    • Regulaciones bajo las diferentes perspectivas:
    o Escuela neoclásica tradicional-imposición del Estado que regule competencia en los mercados
    o Escuela de Chicago-remoción de barreras para ingreso de la competencia y regulaciones para incentivarla
    o Escuela Austríaca-solamente eliminar barreras para la competencia
    • Hipótesis de la eficiencia superior: mayores ganancias son resultado de ventajas competitivas y no de comportamiento monopólico
    • A mayor nivel de impuestos y regulaciones mayores los niveles de economía informal
    • Impuesto Pigouviano: busca cambiar la conducta e incentivar, mas no recaudar.

    Temas novedosos

    • Me parece irónico, pero muy interesante que, para evitar abusos de una posición monopolista, la respuesta del Estado es de dar un monopolio legal a un proveedor para después controlarlo.
    • Me pareció muy interesante que el número y calidad de normas responde al principio de Utilidad Marginal Decreciente (Primera Ley de Gossen). Hubiera pensado que más de un par llegaría a sus límites.

    Preguntas

    • ¿Es políticamente posible reducir o eliminar la maraña de regulaciones que han generado los Estados o los pasos adelante que se han dado son solamente en no agregar más?
    • ¿Ha habido experimentos de comunidades que han funcionado con un mínimo de normas? Me hace pensar en los diez mandamientos como una base que podría haber funcionado por mucho tiempo. Desconozco si los judíos originalmente se normaban solamente con estas directrices. Entiendo por otro lado que el Código de Hammurabi era más extenso.

  4. El capitulo 2
    Equilibrio otimo de la eficiencia hace referencia de las fallas de mercado de la valoracion de los bienes de modelos ideales.
    Que para los productores el pr ecio es un parametro el equilibro general con competencia perfecta (optimo de pareto)
    Barreras naturales creadas poe rel estado novaciones tecnologicas.
    politica de planificacion cuentas verdes o contab ilidad ambiental .
    Capitulo 3
    Mano visible de las politicas publicas intervencion estatal atravez de noramas que restringen el mercado.
    Mecanismo de impuesto a las externalidades negativas y subsicions a las externalidades positivas. El estado no puede corregir las fallas de mercado y por lo tanto existen ineficiencias en las politicas.

    Temas relevantes
    Modelo de Nirvana del Bienestar
    Politica de planificacion
    Contabilidad ambiental
    Descremar el mercado
    Busqueda de la renta
    Preguntas:
    Impacto de la aplicacion de las Cuentas Verdes en la Medicion del PIB
    Se esta consiente del problema ambiental que mecanismos deben aplicarse para corregir estas fallas
    Algun caso en el que el Impuesto Pigoviano se haya aplicado y su impacto
    Considera que la mineria en paises como Guatemala poducen efectos positivos en su economia.

  5. TERCERA SESION
    CAPS 2 & 3 “EL FORO Y EL BAZAR”
    1.
    Para el Mercado es imposible alcanzar un punto optimo de eficiencia ya que el conocimiento es imperfecto y se cometen errores, las llamadas “fallas de mercado”. Estas son: competencia imperfecta, externalidades, bienes públicos, bienes públicos globales, manejo de recursos naturales, e información incompleta.
    El Estado actúa para corregir estas fallas mediante políticas públicas, impuestos y subsidios. El Mercado se defiende mediante “lobbies”.

    2.
    Ya el mismo concepto de “fallas” incorpora la necesidad de “corregir”. Que tal que nos son “fallas” sino que son elementos tan fuera del control humano, que no hay necesidad de corregir, ya que quizá se corrige solo. En este caso quizá es un ejemplo interesante como la depresión de inicio de los años 20 se corrigió sola en un año y sin intervención; en cambio la depresión del ’29 se extendió hasta el ’37 con fuerte intervención. Quizá todo deba tener un propietario, aún los bienes públicos. Es interesante como se anota que al introducir derechos de propiedad en la pesca, ayudó a solucionar el problema de sobreexplotación. En la medida que no reconozcamos que el problema es el Estado y no el Individuo, los problemas anotados solo se ahondan.

    3.
    a. Porque hay que corregir las “fallas” del mercado; no será mas bien un mecanismo de prueba y error en pos de una solución “encontrada” y no “dictada”?
    b. Siempre la información que maneja el Estado es limitada, ya que son un número reducido de burócratas que procesan la información y dictaminan sus políticas públicas, en contraste a la vasta información que maneja el mercado con sus innumerables participantes y su perfecto mecanismo de comunicación que son los precios. No será este otro argumento para limitar la acción del Estado.
    c. Las personas naturalmente siempre encontrarán una solución, ya que todos quieren permanentemente mejorar su situación, no será mejor dar la mayor libertad posible para que esto ocurra, sin intervención estatal?

  6. Resumen capítulos 2 y 3.

    En el capítulo sobre las «fallas del mercado» vemos como a muchos economistas y políticos no les encaja bien la situación de constante cambio y movimiento de los mercados. No es así para los estudiantes de la escuela austríaca que defendemos el carácter subjetivo del valor y por tanto la TENDENCIA de los mercados al equilibrio pero nunca un MODELO DE EQUILIBRIO GENERAL Y UNA COMPETENCIA PERFECTA. Como este último modelo no se da en la realidad, dichos agentes hablan de fallas de mercado y justifican así que el Estado, monopolista de la violencia, intervenga con regulación o mediante bienes públicos.
    Las fallas del mercado serían:
    – La competencia imperfecta. Aquí se trataría de evitar que en el mercado se den monopolio u oligopolios que dieran con precios abusivos para los ciudadanos, olvidando que si un papel debe cumplir un gobierno es el de garantizar el libre acceso al mercado para que, mediante el sistema de precios los empresarios sepan donde se están dando los mayores beneficios e inviertan provocando la competencia y por tanto el aumento de calidad y la bajada en el coste. Además, la mayor parte de los monopolios no son más que privilegios históricamente otorgados por los gobiernos.
    – Las externalidades. Son las consecuencias que sufre un tercero que no está involucrado en la actividad o en el intercambio. Si tus vecinos arreglan sus viviendas, revalorizan también la tuya, por ejemplo. Entre las externalidades destaca el conflicto con la gestión de la contaminación. Es un tema muy difícil de abordar ya que quizás a día de hoy no contamos con la tecnología que permita incluir la contaminación dentro del mercado.
    – Bienes públicos. Hablamos de bienes públicos cuando no se puede excluir a quien no paga el servicio y el consumo por parte de un individuo no impide el consumo por parte de otro agente.
    – Información asimétrica. Defienden los intervencionistas que el mercado falla porque la información no es perfecta y así defienden la intervención coercitiva estatal. Pero si el Estado interviene, destrozando la estructura de precios relativos ¿qué información utilizará el gobierno para sus planes?

    En la economía no se da un modelo ideal de equilibrio y menos mal, porque de lo contrario no habría incentivos para las innovaciones. Estaríamos anclados en el equilibrio de la competencia perfecta sin que nadie se preguntara si hay posibilidad de ofrecer al mercado bienes de mayor calidad y menor coste.

    En el capítulo de «La mano visible: Políticas Públicas» se pregunta el autor si es posible mejorar el mercado con la intervención pública.
    Así, volviendo sobre las fallas, Mises ya escribió sobre la imposibilidad de planificación política del mercado porque si destruye el sistema de precios no sabe dónde hay que asignar los recursos.
    – Respecto a la generación de monopolios, la mayoría se han dado a lo largo de la historia mediante el favor político. Cuando justifican la regulación por supuestos monopolios, no se dan cuenta de que con libre acceso al mercado, si se da en un momento dado una posición de dominio es porque los consumidores lo han elegido como el mejor y supone un acicate para la competencia en beneficio de todos.
    – Respecto a las externalidades. La subjetividad del valor nos indica que lo que para unos es poco menos que basura, para otros es una oportunidad. En Texas, a principios del siglo XX sugía un petróleo de baja calidad y que olía fatal, era una desgracia para el dueño de la tierra. Sin embargo, Rockefeller compró mucho de dicho petróleo y contrató a científicos para convertirlo en una oportunidad de negocio.
    – Respecto a los bienes públicos. La gran mayoría pueden ser satisfechos por el mercado de una manera más justa, pues el Estado no tiene forma de saber quién demanda y con cuanta intensidad lo hace. Alguien podría no necesitar policía porque vive en una barrio donde nunca pasa nada y tiene que pagar la seguridad de un barrio donde se trafica o se roba a diestra y siniesta.
    – Respecto a la información asimétrica. La intervención pública la corrompe eliminando la posibilidad de conocer las preferencias de los consumidores y el nivel de reserva de los recursos.

    El Estado fracaso por corrupción, falta de experiencia, falta de incentivos y por generar información errónea.

    Como novedad destacaría la definición de bien público como aquel del que no hay posibilidad de exclusión ni rivalidad en el consumo y el difícil tema de la regulación de las externalidades, sobre todo la contaminación ambiental.

    ¿Aprovechan los políticos las crisis para aumentar su poder coercitivo y así abonar la próxima crisis?
    ¿Hay posibilidad de monopolio sin coerción estatal?
    Huerta de Soto: Si vendes al mismo precio que la competencia es confabulación, si vendo más caro es abuso de posición dominante y si vendo más barato es competencia desleal.

    Muchas gracias.
    Álvaro Pampliega.

  7. Guía sobre “El Foro y el Bazar” Cap. 2 y 3 – Las Fallas del Mercado y La mano visible: políticas públicas

    1. Resumen del texto

    La lectura presenta dos temas que se complementan por ser parte del entramado intelectual que justifica la intervención del estado en la economía.

    En primer lugar, se presentan ideas que son música para los partidarios del intervencionismo estatal. Argumentando que el libre mercado no siempre es eficiente en la asignación de recursos y que en ocasiones da lugar a situaciones y resultados injustos para justificar la intervención.

    Los denominados fallos de mercado pueden definirse, como aquellas situaciones en las que el mercado fracasa a la hora de producir resultados “socialmente óptimos”. Siguiendo la opinión mayoritaria, se consideran fallos de mercado los siguientes: las externalidades, los monopolios y la necesidad de bienes públicos. A estos se les suele añadir otros fallos, relacionados directa o indirectamente con los anteriores, como: la distribución desigual de la renta, las crisis económicas, el calentamiento global, la sarna y el mal olor en los pies.

    Al final del texto, se llega a la conclusión de que muchos de esos fallos pueden ser causados más bien por la intervención directa o indirecta del Estado, llegando incluso a no aceptar el propio concepto de “fallos de mercado”, entendiéndolos más bien como “fracasos del estado”.

    Igualmente, según Buchanan, la sola existencia y actuación del Estado da lugar a otro tipo de resultados ineficientes e injustos por parte del sector público, a los que podemos denominar “fallos del estado”. Por lo tanto, la existencia o posible existencia de fallos de mercado no justifica la intervención del gobierno, ya que este último causa más problemas de los que pretende solucionar.

    2. Novedoso o importante

    El uso que le dan los economistas al óptimo de eficiencia (concepto estático), a pesar de que la la economía es un proceso dinámico.

    La trampa intelectual que consiste en idear un modelo, y si este no cumple con la realidad, se inventan ajustes que llaman “fallos del mercado” para intentar forzar que la realidad se adapte al modelo.

    El error intelectual, por falta de comprensión de la economía, representa el tomar el precio como un input cuando es una variable determinada por el consumidor.

    Definiciones como: ganancia “normal”, bienes públicos, bienes públicos puros e impuros, etc. para justificar políticas distributivas.

    3. Tres preguntas que haría al autor.

    – ¿Considera Ud. que la aplicación práctica de ideologías como: socialismo, comunismo, etc. no es suficiente prueba para llegar a la conclusión de que lo mejor que se puede hacer para que la economía avance es no intervenir?

    -¿Si el estado, formado por personas, y no es mejor que un individuo, en sus decisiones económicas, porqué se acepta la intervención?

    – ¿Cómo llega a ser: el óptimo de la eficiencia, el objetivo económico a ser alcanzado?

  8. Resumen cap 2 y 3
    El modelo ideal de equilibrio general permite llegar lógicamente a determinadas conclusiones, como permitirnos deducir cuáles son los efectos de alguna modificación en alguna de las variables. Sin embargo demanda condiciones de imposible realización en un mundo real con las limitaciones que conocemos. Esto es, una economía sin cambios, sin innovación y sin emprendedores.
    Aparecidos las fallas o desequilibrios del mercado, capaces de frustrar su funcionamiento 
    Se plantea que una organización coactiva como el Estado pueda solucionarlos, no solo efectivamente sino que además sin costo alguno.
    Sin tener en cuenta que el Estado es manejado por personas con intereses propios, que en la mayoría de casos no se alinean con los intereses de la población.

    Temas importantes

    1. El proceso de descubrimiento del mercado no puede incorporarse a un modelo como el del equilibrio general debido a su carácter mecánico y determinista.
    Lo que debe estudiarse en lugar del equilibrio estático y momentáneo, es el proceso que tiende más nunca llega al equilibrio final, debido a su naturaleza de constante cambio.
    2. No es lo mismo seguridad jurídica que estabilidad jurídica. Esta última es imposible, ya que las normas legales cambian en forma
    constante. Hay un constante “flujo” de normas, que reemplaza, modifica o se agrega al stock de normas necesariamente
    existente. Siendo que la complejidad de la sociedad crece en tanto se multiplican sus componentes y las posibilidades
    de interacción entre sí, podríamos suponer que existe una demanda de normas que lleva a un stock creciente

    Preguntas
    Porque se siguen enseñando modelos económicos perfectos con tan poco asidero en la realidad concreta?
    Como se gestionan los bienes comunitarios?
    Todos los contratos pueden ser permitidos, incluso la esclavitud voluntaria?

  9. Capítulo 2.
    Se repasa la teoría del equilibrio y la competencia perfecta y su estrechez. Se supone que la teoría debe explicar y ajustarse a la realidad, no valorar a la realidad para que se ajuste al modelo.
    Esos desajustes o fallos, a priori, pueden reducirse con intervención estatal o con el mercado. El capítulo aborda laptop primera opción y sus limitaciones.
    Se hace un repaso de los distintos tipos yendo desde la competencia imperfecta como supuesto fallo, los bienes públicos, entendiéndolos en un sentido muy amplio hasta casi abarcarlo todo, como hace Samuelson, llegando a ampliar también el ámbito hasta el máximo con los bienes públicos globales, con el caso paradigmático del medio ambiente. Se abordan en este caso las alternativas a planificación estatal o planificación descentralizada en el mercado y los enormes problemas con los que se encuentra la primera.

    Puntos novedosos.

    La distribución ineficiente como una distribución no ajustada al gusto del planificador, pero si a los gustos de los demás.
    En el punto dell análisis ambiental, la necesidad de valorar cuánto valora el consumidor el impacto, ante la inexistencia de precios.
    El punto de vista de Stiglitz del Estado como único agente capaz, en algunos casos, como las multas o prohibiciones, de implementar medidas eficientes desde el punto de vista de Paretto

    Preguntas:

    -. ¿Cómo sufragar voluntariamente un sistema de defensa nacional? Aunque debería dejar de llamarse nacional, entiendo, puesto que ya no sería la nación su ámbito.
    – El estado y la intervención como solución es una vía que se retroalimentación en el sentido de que genera sus propios incentivos, para seguir creciendo más y más. Sin embargo muchos de los beneficios que genera el mercado, muchas veces no somos conscientes de su origen e incluso en algunos casos los achacamos a la intervención, cuando es el orden espontáneo o el mercado el causante. ¿No sería una buena forma de contrarrestar ese efecto benéfico que siempre que hablara alguien, siempre que hubiera un informe subvencionado, una obra pública, se conociera el costo de ese agente? Me refiero como a una coletilla, como la que se lee en los pies de los correos por la protección de datos, impuesta por ley a todo lo público o subvencionado, algo como “esta publicación ha sido sufragada con los impuestos de la administración del estado de X, partida presupuestaria X, por importe anual de X euros”. Una “ley de protección del contribuyente coaccionado”. Con distintos capítulos: a publicaciones, a monumentos, a intervenciones en televisión…es exagerado, pero sería una línea a explorar.

  10. Resumen:

    El concepto de fallos de mercado surge de comparar la realidad con una construcción imaginaria, útil para saber cómo el mundo no funciona, pero inexistente, que refleja un equilibrio paretiano inalcanzable en la realidad, y sólo existente en la teoría.
    Ante tal “falla” de la realidad frente al modelo imaginario, se impulsa la intervención del Estado (que se conceptualiza de manera utópica) para que acerque la realidad al modelo del Nirwana del Equilibrio General.
    Los supuestos fallos de mercado son la competencia imperfecta, ya que los supuestos del modelo de competencia perfecta, como información perfecta de todos los agentes, homogeneidad del producto, cantidad infinita de empresas todas iguales con la misma estructura de costos, que son tomadores de precios, etc no se dan en ningún mercado real del mundo. Los políticos sugieren ante esta supuesta falla del mercado la creación de una agencia reguladora de la competencia, que evalúe el poder de dominio de las empresas y evalúe la calidad de la competencia; las externalidades negativas y positivas, que llevan a que los mercados produzcan demasiado poco de aquellos bienes con externalidades positivas, para cuya corrección los políticos sugieren subsidios, y que llevan a una sobreproducción de los bienes que presentan externalidad negativas, en cuyo caso los políticos quieren frenar su producción en base a impuestos; la existencia de bienes públicos, que presentan las características de no exluibilidad y no rivalidad en el consumo, cuya producción estaría reservada técnicamente a la provisión estatal; la presencia de información imperfecta o asimétrica, a raíz de la cual el Estado tendría que obligar la revelación de cierta información por medio de la legislación; la supuesta presencia de monopolios naturales por razones de tamaño técnico, por lo que el Estado tendría que monopolizar la provisión o, al menos, regular al proveedor privado; y la “dependencia del camino”, que atraparía a la sociedad en un estándar sub-óptimo tecnológico, del cual sólo se saldría mediante la imposición estatal de un nuevo estándar técnico.
    Para la corrección de estas fallas de mercado, tradicionalmente se recomienda la intervención de la mano visible del Estado a través de políticas públicas que fomenten la competencia, la imposición de impuestos y subsidios pigouvianos, el suministro estatal de bienes públicos, y la intervención regulatoria en el caso del medio ambiente.

    Conceptos importantes:

    1. La idea que el equilibrio walrasiano, en realidad, es un estado de reposo imaginario, en el cual no hay competencia ni función emprendedora
    2. La idea que, en el concepto de bienes públicos, queda en realidad englobado todos los bienes privados, en alguna manera.
    3. El hecho que históricamente visto, el Estado ha producido bienes que no son públicos, y el sector privado ha producido bienes públicos.
    4. La refutación de la distribución de ingresos como falla de mercado
    5. La idea que los funcionarios públicos no pueden tomar decisiones informadas, sin que existan mercados que reflejen las preferencias y valoraciones subjetivas de todos a través de precios.

    Preguntas que le hago al autor:

    1. ¿El Derecho es un bien público? ¿tiene externalidades positivas? ¿qué implicancias tiene esto?
    2. ¿Puede resumir la teoría por la cual se puede deducir que la administración pública será un mal servidor público?
    3. ¿puede desarrollar la idea que el Estado, al ser dueño de los recursos del subsuelo en América Latina, es el causante de los problemas medioambientales?

  11. Resumen capitulo 3.

    Partiendo de la referencia de la competencia imperfecta, el Estado normalmente trata de regular, imponer restricciones, redistribuir rentas, precios, etc.
    Evitar el monopolio natural no tiene sentido por tratarse de un mercado eficiente. Cosa distinta, opuesta, es el legal, ya que reduce incentivos a la innovación y permite precios monopólios.
    En la teoría del interés particular se nos explica cómo con las regulaciones las minorías someten a su interés a las mayorías, que siendo por un pequeño costo, no suscitan oposición. Aranceles por ejemplo.
    Se habla de la licitación en competencia como fórmula para limitar el carácter monopólico, pero avisa de la búsqueda de rentas como actividad no alineada con las preferencias.
    Se aborda el punto de vista del equilibrio regulatorio, aplicando un curioso análisis de oferta y demanda a las legislaciones.

    El enfoque de los impuestos y subsidios desde la óptica de Pigou, a las externalidades. Limitaciones, con especial mención a la ausencia de incentivos del estado o dicho de otro modo, fallas de la política.

    Análisis de la situación del Medio Ambiente en Hispanoamérica y desmontaje del relato ecologista.

    Puntos novedosos:

    – El carácter de mayor indivisibilidad de los bienes públicos, como expresa el ejemplo de la policía. Los que quieren menos no tienen opción.
    – El factor gratuidad como causa de un exceso de demanda y el ajuste por cantidad que suele practicar la administración pública.
    – El dato de la Constitución brasileña y la reflexión sobre que la asignación de la propiedad y la forma de haber fijado los incentivos, no pudiendo apropiarse de la explotación sin talar y cultivar o tener ganado.

    Preguntas:

    – Viendo muy original e instructivo el planteamiento, ¿tiene sentido llamar al derecho “bien”, sea público o privado, si no es algo escaso?

    – A veces, cuando veo razonamientos sobre la eficiencia de Pareto unida a la subjetividad de las preferencias y estas se las lleva al extremo, como en el ejemplo de que la contaminación para algunos puede ser un bien, en lugar de un mal, entendiendo la lógica, pienso que es una forma de no adoptar posturas morales o éticas en política económica.
    Pedirle a una posición intelectual, mejorar sin perjudicar a nadie, y que además sea algo indiscutible (objetivo), es como los que quieren tomar una decisión entre algo bueno y algo malo, cuando el mundo es elegir entre algo malo o otra cosa peor.
    ¿No piensa usted que muchas de las posturas manifestadas en este capítulo pecan de demasiada ‘neutralidad’, en ese sentido?

    – Para evitar el exceso de demanda de servicios públicos, junto con lo impopular del copago sanitario, ¿sería viable entregar unos cheques de “urgencias médicas” (ejemplo de servicio público) que en caso de no usar, fueran canjeables en dinero?
    Y que al final de año bonificaran a cambio de dinero en el caso de no haberlo usado. Un “premio por no usar” un servicio público.

  12. En las lecturas se aborda el tema del equilibrio inalcanzable, la competencia perfecta y se relaciona con la idea del fracaso de mercado. Así pues ante la existencia de la competencia imperfecta, ésta se clasifica en: monopolios, oligopolios, competencia monopolística.
    Asimismo, es recurrente el concepto de bienes públicos en ambas lecturas. Estos tienen dos características: no exclusión y consumo no competitivo. Además, se plantea la posibilidad de bienes públicos globales y se diferencia entre bienes públicos puros e impuros.
    Se resalta en los textos como la visión predominante es que el Estado debe proveer los bienes públicos, valiéndose de herramientas como los subsidios, impuestos, regulaciones, leyes y provisiones públicas que serían empleadas para corregir las denominadas fallas de mercado analizadas con anterioridad.
    Entre las cuestiones claves cabe señalar:
    – Diferencia entre seguridad jurídica y estabilidad jurídica.
    – Las fallas de mercado y la teórica solución de los bienes públicos provistos por el Estado.
    – La importancia que se tiende a dar a la sostenibilidad.
    – Información incompleta y en relación con ella el problema de conocimiento que supone no conocer los precios, lo que provoca que en una economía planificada los funcionarios públicos no puedan tomar decisiones basadas en las preferencias y valoraciones de los individuos.
    – La presión que desde ciertos lobbies se puede emplear para conseguir determinadas actuaciones políticas en la economía.
    ¿Hasta qué punto hay fracaso de mercado y no obstaculización estatal?
    ¿Cómo podría el mercado proveer de derecho?
    ¿Cuándo utiliza el Estado bien sus poderes?

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