Moreno y la causa de los cuadernos: Teoría de los Juegos y el Dilema del Prisionero. ¿Explican la conducta de los implicados?

Habrán visto la declaración de Moreno sobre el “dilema del prisionero” y su llamado a los detenidos para que no “canten». Interesante referencia a la teoría, pero no pasó de la Introducción en Teoría de los Juegos.

En principio, es correcto el análisis, el dilema del prisionero se encuentra en la raíz de la figura del arrepentido: se trata de cambiar los incentivos para que los presos se traicionen. En la economía predominante, el dilema es un gran argumento para justificar la intervención del Estado: los presos son en verdad free riders en la provisión de bienes públicos. La solución a su “traición” es el látigo del Estado: provisión pública financiada por impuestos.

Es lo que hubiera hecho Moreno si siguiera en el Estado. Pero hay otra salida similar: no el látigo del Estado, sino el de la Mafia. Tal vez esto se acerca más a lo que Moreno tenía en mente. Si detienen a dos miembros de la Mafia, el mensaje del capo es: al que canta le matamos a la mujer, los hijos y nietos hasta la tercera generación, ¿OK?

Pero esa es la Introducción a la Teoría, parece que Moreno no pasó las primeras páginas. El dilema es tal y la solución el látigo, si se trata de un juego de una sola vez, pero cuando el juego es repetido, los incentivos son a cooperar, no a traicionar. La cooperación prevalece con estrategias del tipo Tit for tat: coopero en la primera jugada y luego haga lo que hace el otro.

Entonces, ¿cómo se aplican los juegos repetidos al juicio de los Cuadernos? Los empresarios no creen que estén en un juego repetido. Desde ya no con Cristina, incluso si vuelve no va a armar la misma rosca, o lo hará con otros, no con éstos. Así que para ellos no hay juego a futuro, mejor no cooperar con Cristina, me declaro arrepentido.

Algunos pocos tal vez creen que están en un juego repetido y mantienen la cooperación: Báez, López, etc. Tal vez piensan que es un juego del cual no pueden escapar, entonces mejor seguir cooperando. O temen el mensaje mafioso de condena, de ahí la referencia de Moreno.

¿Y Manzanares? Seguro que cree que el juego con Cristina, para él, está terminado. Además, teme un látigo aún más poderoso…, el del que está arriba. Se ve en un juego repetido con Dios que trasciende incluso su vida terrenal. Por lo tanto, canta.

Esto último, debería también llamarnos la atención sobre un debilidad de la Teoría de los Juegos. No siempre los jugadores toman decisiones teniendo en cuenta remuneraciones «monetarias» o «años de cárcel», también entran en juego cuestiones como el honor, la amistad, o la devoción, que una visión super utilitarista deja de lado. Es cierto, puede decirse que todo eso se mete dentro de una función de utilidad, pero en la práctica, el análisis se centra en la recompensa que se muestra en los cuadros del juego y ésta es bastante «material».

La Economía austriaca, con su énfasis en el carácter subjetivo del valor, le puede agregar un enfoque más complejo y realista al análisis de las conductas. También algo de behavioral economics.

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