Si la economía deja caer el supuesto del ‘dictador benevolente’, aparecen la cara real de la política

El capítulo 4 del libro “El Foro y el Bazar” analiza las contribuciones de la economía al análisis de la política, comenzando por el cuestionamiento al supuesto de que el Estado es un “dictador benevolente”:

Durante mucho tiempo, buena parte de los economistas se concentraron en analizar y comprender el funcionamiento de los mercados, y olvidaron el papel que cumplen los marcos institucionales y jurídicos de los Gobiernos. Analizaban los mercados suponiendo que funcionaban bajo un “gobernante benevolente”, definiendo como tal a quien persigue el “bien común”, sin consideración por el beneficio propio, y coincidiendo en esto con buena parte de las ciencias políticas y jurídicas. Tal como define al Estado la ciencia política, tiene aquel el monopolio de la coerción, pero lo ejerce en beneficio de los gobernados.

Por cierto, hubo claras excepciones a este olvido. Inspirados en ellas, autores como Anthony Downs o James Buchanan y Gordon Tullock iniciaron lo que se ha dado en llamar “análisis económico de la política”, en el contexto de gobiernos democráticos, originando una abundante literatura. Su intención era aplicar las herramientas del análisis económico a la política y el funcionamiento del Estado, pues la teoría política predominante no lograba explicar la realidad de manera satisfactoria.

Uno de los primeros pasos fue cuestionar el supuesto del “gobernante benevolente” que persigue el bien común; porque, ¿cómo explicaba esto los numerosos casos en que los Gobiernos implementan medidas que favorecen a unos pocos? O más aún: ¿cómo explicar entonces que los gobernantes apliquen políticas que los favorecen a ellos mismos, en detrimento de los votantes/contribuyentes? Por último, ¿cómo definir el “bien común” ? Dadas las diferencias en las preferencias y valores individuales, ¿cómo se podría llegar a una escala común a todos? Esto implicaría estar de acuerdo y compartir dicha escala, pero el acuerdo que pueda alcanzarse tiene que ser necesariamente vago y muy general, y en cuanto alguien quiera traducir eso en propuestas específicas surgirán las diferencias. Por eso vemos interminables discusiones sobre la necesidad de contar con un “perfil de país” o una “estrategia nacional” que nos lleve a alcanzar ese bien común, pero, cuando se consideran los detalles, los “perfiles de país” terminan siendo más relacionados con algún sector específico o difieren claramente entre sí.

Los autores antes mencionados decidieron, entonces, asumir que en la política sucede lo mismo que en el mercado, donde el individuo persigue su propio interés, no el de otros. En el mercado, esa famosa “mano invisible” de Adam Smith conduce a que dicha conducta de los individuos termine beneficiando a todos. ¿Sucede igual en el Estado? Se piensa en particular en el Estado democrático, porque se supone que los Gobiernos tiránicos o autoritarios no le dan prioridad a los intereses de los gobernados.

Algunos economistas intentaron definir ese “bien común” en forma científica, como una “función de bienestar social”, pero sin éxito (Arrow 1951). Además, si hubiese alguna forma de definir específicamente ese bien común o bienestar general como una función objetiva, no importaría si es el resultado de una decisión democrática, de una decisión judicial o simplemente un decreto autoritario que lo imponga.

Como veremos, al cambiar ese supuesto básico, la visión que se tiene de la política es muy distinta: el político persigue, como todos los demás y como él mismo fuera de ese ámbito, su interés personal. No se puede definir algo como un “bien común”, un resultado particular que sea el mejor, pero sí se puede evaluar un proceso, en el que el resultado “bueno” sea aquél que es fruto de las elecciones libres de las personas. ¿Existe entonces un mecanismo similar a la “mano invisible” en el mercado, que guíe las decisiones de los votantes y las acciones de los políticos a conseguir los fines que persiguen los ciudadanos? Este enfoque, llamado en general “Teoría de la Elección Pública” (Public Choice) se centra en los incentivos. De ahí que también se le conozca como “análisis económico de la política”.

Pero no son los incentivos el único problema que se presenta en el supuesto del dictador benevolente. También está el problema de la información, similar al planteado por Mises y Hayek en relación con la planificación económica, aunque originalmente presente en un autor anterior .

Estos dos cuestionamientos plantean entonces dos principales problemas al funcionamiento de la política, como mecanismo para satisfacer las necesidades de la gente: un problema de información, relacionado con la formación de las preferencias y su “revelamiento”, y los medios y procedimientos para satisfacerlas; y un problema de incentivos, por los que las acciones de los representantes deben dirigirse a ese objetivo.

14 pensamientos en “Si la economía deja caer el supuesto del ‘dictador benevolente’, aparecen la cara real de la política

  1. a. Resumen

    Veremos que la política tiene serias limitaciones. Esto debe tenerse en cuenta al recurrir a las políticas públicas para solucionar las fallas del mercado.
    La gente tiene ciertas preferencias respecto de los bienes públicos que el Estado debe proveer. Los políticos deberían tratar de satisfacer las preferencias de sus votantes, sin embargo, hay dos problemas importantes: 1. de parte de los votantes que no tienen mucha motivacion para estar informados y por ende tomar decisiones racionales y 2. los políticos no tienen incentivos para satisfacer las preferencias de sus votantes.
    Este capítulo se refiere a los problemas relacionados con los votantes.
    Es muy difícil interpretar lo que demandan los votantes: 1. porque no sólo demandan del gobierno bienes publicos sino también redistribucion de bienes privados (beneficios personales); 2. no se puede saber bien cuáles bienes publicos valoran más pues no hay un precio claro asociado a ellos sino que pagan una totalidad de impuestos. 3. el votante es «racionalmente ignorante», no tiene incentivos para emitir un voto informado pues siente que éste no va a influír en el resultado y además informarse tiene un costo en tiempo y dinero. 4. el votante no puede expresar la intensidad de su preferencia pues el voto de un votante super convencido vale igual que el de uno que no lo está. Además, cuando vota, opta por un paquete completo que incluye una multiplicidad de cosas y no puede elegir unas y dejar otras. 5. una vez que el votante expresó su preferencia, el resultado de la elección puede variar de acuerdo al sistema electoral que se utilice para llegar al resultado. 6. las preferencias de los votantes van cambiando continuamente pero la frecuencia en que las expresa es cada 4 años.

    b. Novedoso o importante

    Me parece novedoso aplicar el análisis económico a la política.
    En definitiva el votante tiene sus necesidades políticas y ahí estarían los políticos para satisfacer esa demanda (o al menos eso hacen creer a los votantes). Obviamente que este «mercado» tiene sus particularidades: la demanda no tiene incentivos para estar bien informada y además el votante no puede elegir el servicio público que le parece sino que debe comprar paquetes, que incluso puede llegar a ser el que él no votó. Tampoco el votante puede tener una noción de lo que le cuestan los servicios públicos porque él paga los impuestos que es una masa de dinero que incluye todo. Estas características lamentablemente suelen ser aprovechadas por lo políticos que en vez de perseguir el bien común, satisfacen su interés particular.

    c. Tres preguntas que le haría al autor

    1. Cree que sería útil exigir a los candidatos un «plan de bienes y servicios públicos» en el que se detallen también sus costos y forma de financiación? De esta manera se sabría que hay dentro del «paquete», el costo permitiría al votante tener una noción de precio, y la forma de financiación es para que el ciudadano sepa cómo repercutirá en los impuestos. También se podría utilizar para controlar el cumplimiento de lo prometido durante la campaña.
    2. Qué se podría hacer para mejorar la «calidad institucional» del sistema político en Argentina?
    3. Qué propondría para vencer la «apatía» a la que tiende el votante?

  2. Resumen:
    En el capítulo cuatro se considera el funcionamiento de la política según la preferencia de la gente y se presentan dos problemas: información e incentivo. Surgen problemas en la motivación de los votantes para estar informados y tomar decisiones racionales sobre la provisión de bienes y servicios que deben ser provistos por el Estado, y problemas de incentivo de quienes deben satisfacer esas preferencias. Es importante comprender estos problemas y limitaciones a la hora de brindar soluciones a través de políticas públicas.
    El mecanismo para conocer las preferencias de los individuos en cuanto a bienes públicos es la política. Churchil dice que deberíamos probar otro sistema, ya que la democracia no garantiza un resultado particular, aunque lo hace mejor que las monarquías o dictaduras. Downs, Buchanan y Tullock comenzaron con el análisis económico de la política, aplicando las herramientas del análisis económico a la política y el funcionamiento del Estado, dejando de lado el supuesto del gobernante benevolente, llegando a la conclusión de que en la política sucede lo mismo que en el mercado, donde el individuo persigue su propio interés y entra en juego la teoría de la elección publica que se centra en los incentivos, y sería un mecanismo similar al de la mano invisible propuesto por Smith. Los dos problemas que se presentan en el supuesto del dictador benevolente en el funcionamiento de la política como mecanismo para satisfacer las necesidades de la gente son los incentivos y la información en relación a la planificación económica.
    Se debe determinar cuáles son las preferencias de los votantes. La demanda determinada por estas preferencias puede ser de bienes o servicios colectivos o públicos, por la coerción del Estado, o por la búsqueda de rentas o beneficios personales, que recaen como costo a los demás. En la oferta de política encontramos políticos que promueven bienes y servicios públicos, y otros que promueven la búsqueda de rentas o unos mezclados con otros. Los ciudadanos serán quienes decidan sobre esto, siempre que estén bien informados para tener el incentivo para premiar a los primeros y no elegir a los otros.
    El sentido del aprendizaje es débil y el votante no tiene incentivo para informarse, ya que “su voto no definirá la elección”, por lo que no busca la información necesaria para emitirlo. Tiende a ser racionalmente ignorante y esto explica ciertas cuestiones del funcionamiento de la democracia. Como deciden estar desinformados, los intereses específicos (lobby) pueden ejercer sus influencias en los representantes electos y obtener privilegios que hubieran hecho que, si los votantes los conocían, lo hubieran rechazado. Caplan dice que el votante esta irracionalmente desinformado, ya que no procesa la poca información que obtiene de manera racional, sino que lo hace introduciendo emociones e ideologías. El problema no es que los políticos aprovechen la ignorancia racional de los votantes, sino que la democracia funciona e implementa las políticas irracionales que eligen los votantes. Se necesitan creencias, pero cuando son erradas en las decisiones que toman los consumidores, los costos caen sobre ellos mismos. Cuando las creencias son erradas sobre las políticas públicas, recaen sobre todos. Caplan afirma que los erros de los votantes son sistemáticos, especialmente en cuestiones económicas y los denomina sesgo anti-mercado, sesgo anti-extranjero, sesgo pro-empleo y sesgo pesimista.
    Pincione y Tesón dicen que la deliberación política está plagada de deficiencias que socavan su aptitud para acercarnos a un buen gobierno y que son principalmente epistémicas. Al no tener los votantes incentivos para mantenerse políticamente informados, las teorías de la democracia deliberativa terminan siendo utópicas, ya que esas deliberaciones serán de baja calidad o erradas. Son tres las causas del fracaso de la deliberación: costo elevado para salir de la ignorancia racional, demagogia de los políticos para sacar ventaja de esa ignorancia y los poderes redistributivos del Estado gobernado por mayorías.
    Como pasa con los políticos, lo que motiva al votante es su propio interés y no el bienestar general. Al votar, busca lo que les parece el bien general pero no se preguntan si las políticas que eligen son medios efectivos para lograrlo.
    Un voto no puede medir la intensidad de la preferencia: se distribuyen en forma igualitaria. Una distribución igualitaria en el mercado anularía todo incentivo de producción. Las preferencias de los votantes cambian con más frecuencia que las elecciones de los representantes, lo que les permite a estos perseguir sus intereses propios. En el mercado, en cambio, las preferencias de los consumidores se expresan continuamente, y el productor se informa enseguida de ellos.

    Sorprendente:
    Algo que me sorprende es como se plasma en el texto el conflicto de intereses entre los representantes y los votantes, e incluso entre los votantes mismos. Unos buscando el bienestar general, y otros persiguiendo intereses particulares.

    Preguntas:
    1- ¿Considera que actualmente elegimos según nuestros propios intereses, dejando totalmente de lado el bienestar general?
    2- ¿Cómo se puede lograr que los votantes se informen sobre las propuestas reales que ofrecen los candidatos políticos?
    3- ¿Cree que el incentivo a elegir a uno sobre otro tiene que ver con las políticas públicas que cada uno ofrece, o que votamos según nuestros propios intereses (económicos principalmente), dejando de lado el bienestar general?

  3. Resumen: El presente capítulo trata del funcionamiento de la política para atender a las preferencias de la gente y sus problemáticas. Hay problemas en las motivaciones de los votantes para estar informados y tomar decisiones racionales sobre la provisión de bienes y servicios y a la vez, problemas de incentivos en los que cumplen la función política para atender a sus preferencias. Los economistas analizaban los mercados suponiendo que funcionaban bajo un «gobernante benevolente» que persigue el bien común. Luego, otros autores iniciaron el análisis económico de la política en el contexto de gobiernos democráticos y lo primero q pusieron en cuestión fue el supuesto de «gobernador benevolente». Concluyeron que en la política sucede lo mismo que en el mercado, en donde el individuo persigue su propio interés, no el de otros. Se preguntan entonces si existe un mecanismo similar al de la mano invisible del Adam Smith que guíe las decisiones de los votantes y por ende a las acciones de los políticos para conseguir los objetivos q persiguen los ciudadanos. Se dice que hay dos problemas principales para el funcionamiento de la política: información e incentivos. Ante todo, es preciso revelar cuales son las preferencias de los votantes que determinan la demanda de gobierno, pero los votantes revelan preferencias tanto por bienes públicos como redistribución de bienes privados, no es fácil separar una demanda de la otra. Por otro lado, el votante no tiene incentivos para informarse ya q con su voto no va a decidir ninguna elección entonces tiende racionalmente a no buscar ninguna información para emitir un voto consciente, el cual le requiere tiempo y esfuerzo, y en definitiva el resultado sería el que decida las mayorías. Además, un voto no puede medir la intensidad de las preferencias y las decisiones políticas implican inevitablemente elegir entre paquetes de atributos que no pueden separarse. Por último, es necesario tener en cuenta que las preferencias de los votantes cambian pero la frecuencia con la que se comprueba es baja. Una mejor calidad institucional determina una menor cantidad de fallas de la política.
    Novedoso: “ En la política sucede lo mismo que en el mercado, donde el individuo persigue su propio interés, no el de otros. El político persigue su interés personal, no el bien común”. Considero que una de las razones principales de la falta de incentivos y por ende de información del votante radica justamente en comprobar eso, lo cual trae aparejado el descreimiento hacia la clase política. El votante de vuelve apático, se siente frustrado, traicionado por la clase dirigente, pues más temprano que tarde descubre, que quienes se instauran periodo tras periodo en el poder distan mucho, a través de sus acciones, de perseguir el tan preciado bien común. Decisiones políticas erradas, modelos de gobierno ineficientes, actos de corrupción etc. todo ello coadyuva a que el ciudadano no se sienta motivado para informarse y creer q con su voto dispone de una herramienta para cambiar su realidad. El votante desinformado y sin incentivos sólo cumple con un deber Cívico, muchas veces vota por votar, creyendo que no va a poder cambiar nada, que selecciona al candidato menos malo de entre los malos, o a aquel opuestamente ideológico al gobierno saliente (voto castigo). Por otro lado, los políticos aprovechando esta situación, apelan a una serie de slogans oportunistas, fáciles, vacíos de contenido, como fundamentos mediocres de sus campañas y con el peligro bien cierto de que la mayoría este votando a un candidato que en definitiva pueda estar perjudicándolo. Todo contribuye a que sin dudas, en estas condiciones, las decisiones que se tomen no sean de «calidad».
    Preguntas:
    1) ¿Qué mecanismos podrían implementarse para reducir las fallas de la política?
    2) ¿Cuál cree Ud. que sería el método idóneo para expresar las preferencias de los votantes?
    3) ¿Cuáles son a su criterio las herramientas o incentivos que podrían implementarse para que el votante deje de ser » racionalmente apático»?.

  4. EL FORO Y EL BAZAR
    Martìn Krause
    CAPÌTULO 4 EL CAMINO DE LA POLÌTICA ¿VOTANTES DESINFORMADOS O IGNORANTES?

    RESUMEN: En este capìtulo el autor nos habla de que los economistas neoclàsicos prestaban mucha atenciòn en el gobernante benevolente y a la forma que este manejaba el mercado ya que cada persona busca su propio beneficio o satisfacciòn ya sea en una specto personal o econòmico, por eso es que los gobiernos tratan de buscar la forma de llegar a la gente pues es esta quien los pone en el poder, pero no todos persiguen el mismo fin, lo que se tiene que tener en claro es el manejo que este le de al mercado ya que este serà el que satisfaga a los votantes. También menciona que el voto del votante no hace definitivo quien serà que conduce el país puesto que un sòlo voto no modifica el resultado, aporta pero no cambia el resultado global por eso se puede esperar resultados contraproducentes, esas son las fallas de las polìticas.

    NOVEDOSO O SORPRENDENTE: Si bien es cierto que el voto del votante es muy importante y por eso los polìticos luchan para conseguirlo, creo que no se debe perder el eje de quien vota porque si este no tiene conocimmiento de lo que vota puede complicar una buena propuesta por el solo hecho de seguir un idealismo o una falsa propuesta y puede llegar a perjudicar los intereses de varios e incluso los propios intereses económicos del país. Creo que para que haya una buena información primero se debe empezar por la educación y el gobernante debe ser el primero en informar y explicar lo que ocurre, actualmente la mayoría de la gente vota por votar sin teenr conocimiento de quien es quien y los polìticos en vez de informar prometen cosa que no llegan a cumplir y tratan de comprar el voto de la gente y mucho de ellos cuando van a dejar el poder se ponen en campaña de demostrar que hicieron cosas haciendo entrega de obras todo para ganar un voto màs.

    PREGUNTAS QUE LE HARÌA AL AUTOR
    1.- Usted cree que las campañas de los políticos están bien enfocadas para que la gente entienda la propuesta que està votando?
    2.- Cuàles cree que serìan las soluciones para las fallas en la política?
    3.- Se puede llegar a conseguir el bien común donde todos logren conseguir sus interés?

  5. Resumen:
    Distintos autores, sostienen que en la política, tanto como en el mercado, los individuos persiguen su propio interés y no el de otros. En el mercado, esa conducta genera un beneficio para todos, pero no pareciera ser así en la politica. Aquí, existen dos problemas, el problema de la información y el problema del incentivo.
    En la politica, el votante no tiene incentivos para informarse, esto se produce, porque el votante esta convencido que su voto, entre millones, no va a decidir nada, por lo cual tiende a no buscar información a la hora de emitir su voto. Esto es lo que se denomina, apatía racional, y lleva a dos consecuencias, por un lado que los políticos apelen a las emociones mas que a dar proyectos de gobierno y por otro, a un voto desinformado, lo cual propicia el lobby.
    En el mercado, lo anterior no ocurre, dado que la decisión del individuo si genera un resultado.
    Otra cuestión importante, es que el voto no mide preferencia, es difícil saber que es lo que el votante prefiere, dado que lo que se vota son paquetes.

    Novedoso:
    Como la política y sobre todo los políticos manejan a los votantes, por otro lado, la ignorancia o pereza de estos últimos, por estar informados a la hora de tomar decisiones, que son esenciales, ya que determinan quienes van a ser sus gobernantes, en el caso de la Argentina, por cuatro años.

    Preguntas:
    ¿La posibilidad de determinar las preferencias mejoraría la politica o el político haría caso omiso?
    ¿Como se puede motivar al votante?
    ¿Qué instrumento utilizado en el mercado se podría aplicar para mejorar la politica?

  6. Resumen
    En este capítulo de la obra, se analizan los fallos que se presentan en el funcionamiento de la política desde el punto de vista de los votantes y de los políticos que deben cumplir lo demandado por los primeros. Tradicionalmente se analizaban los mercados suponiendo que funcionaban bajo un “gobernador benevolente” que perseguía el bien común. Uno de los mayores aportes de la economía política fue señalar que los políticos también persiguen, como los demás, su propio interés personal, y que el mercado y la política comparten similitudes en cuanto a su funcionamiento. La obra indica que se presentan problemas de incentivo y de información. Primero analiza el fenómeno de costos difusos y beneficios visibles, luego, sostiene que el votante tiende a la apatía racional a la política, ya que los costos para estar informado son considerables, en comparación a la poca influencia que tiene un voto en el resultado de las elecciones. Se señala el fracaso de las “deliberaciones” y se cuestiona la motivación del votante. Cada individuo cuenta con un voto, igual al otro, lo cual no permite medir la intensidad de la preferencia. Además los votos no transmiten una clara señal respecto de la demanda, ya que los votantes están obligados a votar por paquetes. Por último, el sistema electoral influye ampliamente en el resultado de las elecciones, sin dejar de lado el hecho de que los votantes se expresan con una baja frecuencia, por lo general cada dos o cuatro años.

    Novedoso o importante
    Es interesante la consideración hecha sobre el sistema democrático, el cual es indudablemente el mejor sistema presentado por la humanidad hasta la fecha de hoy. Sin embargo, ninguna forma de gobierno está exenta de sus fallas y nuestro sistema no es la excepción. Sólo reconociendo los diferentes problemas que se presentan al sistema de votos se permite alcanzar una mejor calidad institucional. Me parece destacable la forma en que se analiza la política, estudiado desde la perspectiva de incentivos, señales, informaciones y preferencias, en paralelo al mercado. Por último, es remarcable la situación que se da por la conjunción entre los políticos muy incentivados a estar informados, con los votantes “racionalmente apáticos “ a la información política.
    Preguntas
    1) ¿Qué medidas se pueden tomar para mejorar la calidad institucional en materia de sistemas electorales?
    2) ¿Existe alguna manera de que los votantes puedan dirigir sus decisiones sin estar obligados a elegir entre paquetes enteros?
    3) ¿Podría explicarnos qué se entiende por agregación de preferencias?

  7. Resumen: el capitulo n°4 se centra en los votantes y su información o falta de ella para la elección de los representantes políticos y también a través de ellos los ciudadanos expresan sus preferencias por ciertos bienes colectivos y los bienes públicos. Churchil hace referencia a la falta de mecanismos que expresen las preferencias de los individuos y indica en cuanto a la democracia que no es un sistema perfecto pero que no se ha ensayado un sistema mejor. En cuanto a la racionalidad del votante el problema aparece porque el votante no tiene incentivos para informarse, por ejemplo porque el voto de un solo votante no va a decidir la elección, es decir no determina el resultado y como consecuencia de esto el individuo tiende racionalmente a no buscar la información necesaria para emitir un voto consciente. Caplan sostiene que el individuo es irracional al no estar informado, es decir lo contrario al punto anterior y afirma que los errores de los votantes son sistemáticos, a estos los denomina “sesgo anti-mercado” esta es un tendencia a subestimar los beneficios que se obtiene por medio del mercado, también habla del sesgo anti-extranjero aquí se subestima a los beneficios de la interacción con los extranjeros, del sesgo pro-empleo aquí la gente cree es mejor utilizar más el recuso trabajo desconfía de los avances tecnológicos y el sesgo pesimista donde la gente sobreestima la severidad de los problemas económicos actuales.
    Sorpréndete o novedoso: en cuanto a la motivación del votante que es lo que lo incentiva a votar. Frente a esto el texto de dos soluciones: el bienestar general o la búsqueda de su propio interés general, esta última es considerada la valida por la teoría de la elección publica tradicional pero autores como Brennan y Lomasky van en contra de esa corriente y creen que el interés personal predomina en las decisiones del mercado pero no estaría presente en las decisiones electorales sino que estas se basan en el bienestar general. Otro tema interesante es la intensidad de la preferencia porque a través del voto no se puede medir esta ya que los votos se distribuyen en forma igualitaria ya que cada ciudadano tiene un voto cada uno, esto no puede suceder en el mercado porque una distribución totalmente igualitaria anularía todo incentivo para ser más creativos y productivos y especialmente para producir algo. Por último En cuanto a los “paquetes” el texto también hace una diferencia entre la política donde se eligen paquetes enteros y el mercado donde los individuos si expresan sus preferencias.
    Preguntas:
    1-¿actualmente a través de qué mecanismos se pueden determinar cuáles son las preferencias de los votantes de una manera precisa?
    2-¿qué es el “teorema del votante medio”?
    3-¿según su opinión con qué frecuencia se deberían comprobar las preferencias de los votantes ya que estas cambian?

  8. Resumen:
    En este capítulo trata sobre el funcionamiento de la política para atender a las preferencias de la gente y sobre los problemas similares al mercado: incentivos e información.
    Los autores del “análisis económico de la política” llegaron a la conclusión de que en la política sucede lo mismo que en el mercado: el individuo persigue su propio interés. Tanto para el político como para el votante cuando vota. Para Brennan y Lomasky buscan lo que perciben como el bien general los votantes.
    También es llamada teoría de la Elección Pública y nos habla de dos principales problemas al funcionamiento de la política como mecanismo para satisfacer las necesidades de la gente: problemas de información/ problemas de incentivos
    El votante no tiene los incentivos necesarios para informarse al respecto. Como no decide la elección tiende racionalmente a no buscar la información necesaria para emitir un voto consciente. Según la escuela de la Elección Pública el votante tendería a ser “racionalmente ignorante”. Sumado a la obligación de votar en algunos países esto lleva a una decisión que no es de calidad, pero a diferencia del mercado tu voto desinformado puede perjudicar a otros.
    Reflexión
    Me gustó mucho el tema de la intensidad de la preferencia. Por eso los resultados de las elecciones no suelen ser tan claros como los números muestran y dan origen a una gran variedad de interpretaciones.
    También el dilema del votante de que decidir voto es tomar un todo, es decir no podemos elegir un atributo de un candidato y un atributo de otro.
    La forma de contar los votos no es neutral. Ej Bernie Sanders sacó más votos que Hillary en lo que va de las internas pero va perdiendo en concejales ganados.
    Las preferencias de los votantes cambian pero la frecuencia con la q se comprueban es baja, cada dos o cuatro años Esto hace q tengan tiempo los políticos para alejarse de los intereses de los votantes hasta que se acercan las elecciones y suban el gasto público. En cambio en el mercado las preferencias de los consumidores se expresan constantemente.
    Coincido con el autor cuando dice que la democracia es un sistema limitado e imperfecto, pero es el mejor que se haya encontrado hasta el momento.
    Sin dudas mejorar la calidad institucional determinará una menor cantidad de fallas de la política. Y más aún si limitas su ámbito de intromisión.
    Preguntas:
    ¿Cree que sería viable en Argentina el voto no obligatorio?
    ¿Un sistema parlamentario como el de Inglaterra le haría bien a Argentina?
    ¿Cuál es el país con mejor sistema democrático?

  9. RESUMEN CAPITULO IV LIBRO “EL FORO Y EL BAZAR” DE MARTIN KRAUSE
    Este capítulo lo considero como una introducción muy interesante hacia la llamada escuela de elección pública o Public Choice, como se conoce en inglés. El capítulo 4 analiza la racionalidad e irracionalidad del votante, los incentivos que afectan a los candidatos políticos y burócratas que se dedican a regular. Básicamente, el Capítulo 4 constituye un análisis económico de la política. Y en este capítulo resulta curioso la dicotomía que hace el autor entre la mano visible del estado vs la mano invisible del mercado. Se señala una idea problemática: “los votantes no votan persiguiendo su interés personal” (a veces creo que sí lo hacen, como quien vota pensando que el partido X va a bajar impuesto a los autónomos, siendo el votante autónomo, o subir los impuestos a los ricos, siendo que el votante no se considera perteneciente a esa clase, etc.). Evaluar fallas políticas con el mismo rigor con que se evalúa las fallas del mercado es esencial para que uno pueda comparar cuál de los dos ofrece una respuesta más adecuada, si el mercado o el estado. De la misma manera que los agentes económicos se guían por los incentivos individuales y son dirigidos por la información errada que tienen, los agentes políticos – como los políticos profesionales y los votantes -también son susceptibles a esto.
    NOVEDOSO/INTERESANTE
    Por lo tanto me parece interesante la teoría del Public Choice y el análisis económico de la política que se convierten en una buena herramienta para comprender qué incentivos tienen los políticos, los votantes, los burócratas y los grupos de poder. Ya que puede ser difícil establecer entre la demanda de bienes públicos la búsqueda de rentas, las políticas públicas se convierten en redistributivas y dan lugar a que existan perdedores y ganadores en esa interacción. Surge entonces la importancia de un marco institucional que no dependa de que los hombres correctos o las buenas personas lleguen al poder, es decir que quien sea que fuere elegido cause el menor daño posible si sus intenciones están bastante alejadas, como en la práctica pasa, de perseguir el bienestar para todos.
    PREGUNTAS QUE LE HARÍA AL AUTOR
    ¿Es posible que un sistema republicano constitucional si logre beneficiar no sólo a mayoría de los ciudadanos, sino también a la minoría mediante el proceso político?
    ¿Qué tanto cree que influye la obligatoriedad del voto en la calidad de la elección?
    ¿Cómo lograr mejorar la toma de decisiones dentro del proceso político?

  10. EL FORO Y EL BAZAR. MARTIN KRAUSE.
    MINGRONE, Noelia.
    3º GUIA DE DISCUSIÓN: «Si la economía deja caer el supuesto del «dictador benevolente», aparece la cara real de la política.»
    1º PARTE: RESUMEN: los economistas analizaban los mercados suponiendo que funcionaban bajo un «gobernante benevolente», quien persigue el «bien común», sin consideración por el beneficio propio. El Estado tiene el monopolio de la coerción, pero lo ejerce en beneficio de los gobernados.
    El «análisis económico de la política», era aplicar las herramientas del análisis económico a la política y el funcionamiento del Estado.
    En la política sucede lo mismo que en el mercado, donde el individuo persigue su propio interés, no el de otros. En el mercado, la «mano invisible» conduce a que dicha coducta de los individuos termine beneficiando a todos. «Bien común como función de bienestar social». Se puede evaluar un proceso en que el resultado «bueno» sea aquel que es fruto de las elecciones libres de las personas.
    «Teoría de la elección pública» o «Análisis económico de la política»: dos principales problemas al funcionamiento de la política, como mecanismo para satisfacer las necesidades de la gente: 1) Información: relación con formación de preferencias, relevamiento, medios y preferencias para satisfacerlas; 2) Incentivos: acciones de los representantes deben dirigirse a ese objetivo

    2º PARTE: IMPORTANTE: como las acciones de los representantes en el marco de la elección de las políticas económicas deben tender al bien común, y los individuos en la búsqueda de su propio interés, que con sus acciones de libre elecciín, producen efectos a terceros, que benefician a todo el resto.
    Las externalidades positivas deben incentivarse y las negativas, que por lo general son mayores, deben castigarse.
    Esa «mano invisible» de Adam Smith en el mercado, funciona también en el Estado, conduciendo a que la conducta de los individuos del interés propio, en vez del de todos, termine beneficiando a todos, en miras del bien común como función del bienestar general.

    3º PARTE: PREGUNTAS AL AUTOR:
    1) ¿Cómo el Estado ejerce el monopolio de la coerción en beneficio de los gobernados?
    2) ¿Qué son los incentivos? ¿Cómo funcionan?
    3) ¿Por qué el individuo en el mercado se mueve en interés propio, dejando de lado el de los demás? ¿Por qué funciona diferente la elección del votante, en las decisiones electorales?

  11. ECONOMÍA POLÍTICA Y ECONOMÍA ARGENTINA.
    Análisis de obra “El foro y el bazar” de Martín Krause.
    Crina Radu Ciobanu

    I. Resumen.

    En el capítulo cuarto se realiza una comparación entre el mercado y la política, analizando esta última en relación al comportamiento de los votantes.
    Se presume que cuando hablamos de Estado estamos siempre en presencia de un “dictador benevolente”, que busca el bien de la sociedad en su conjunto; no obstante, todos nos regimos por nuestros propios intereses personales y ello no cambia en materia política. Así el partido político que se encuentre ostentando el poder ejecutivo en un determinado periodo lo hará conforme a unos intereses personales o de conveniencia. Es difícil que se actúe en interés general, cuando muchas veces ni siquiera sabemos en qué consiste de manera precisa.
    En relación al votante, vemos que éste no tiene incentivos para conocer mucho acerca de la política, ya que observa que su voto no es decisivo, no es lo que en definitiva determinara si al final saldrá elegido un presidente u otro. Igualmente aunque estudie la decisión a tomar, el votante siempre estará condicionado por el entorno y por determinados sesgos que le llevan a tomar decisiones rápidas y poco fundadas. Por otro lado, vemos como la decisión del votante no se puede manifestar de manera plena, y ello porque esta votando un conjunto de ideas indivisibles (un paquete) y tan sólo puede seleccionar ese sin poder desmenuzarlo ni agregar nada al respecto. Relacionado con esto encontramos que no es posible conocer la intensidad de la preferencia, es decir, si votan totalmente convencidos o si lo hacen imbuidos por un sentimiento apático. El acto de votar se realiza en lapsos muy largos de tiempo, por lo que el cambio que se produzca en el votante no puede ser manifestado en el momento concreto. Por último, señalar que según sea el sistema electoral los resultados pueden ser distintos aun con los mismos votos.
    Todo lo anterior se distingue ampliamente del funcionamiento del mercado, en el que las decisiones de los consumidores se meditan debido a que les afecta a ellos en primera persona; la información que se conoce es amplia, los precios determinan el juego de la oferta y la demanda, y se pueden manifestar todas las preferencias incluidas los grados en la misma, etc.;
    II. Reflexión:

    Nunca había pensado que el sistema electoral devenía tan complejo; en primer lugar, la problemática del conteo de los votos y la manipulación existente en cuanto a que sea una u otra forma en la cual los mismos quedan repartidos. Esto puede generar diversos problemas y en definitiva descontento en la sociedad y todavía menor incentivo para recabar información y por lo tanto realizar el voto.
    En segundo lugar, el comportamiento del votante, a mi modo de ver, no es tan “racional ignorante”, al menos hoy día, debido a la recesión, el creciente número de casos de corrupción, problemas medioambientales, etc.; los ciudadanos se toman molestias para conocer las propuestas de los políticos que desean representarles, ya que sienten que se necesita un cambio urgente en el modo de hacer política.

    III. Cuestiones por resolver:
    1. ¿Qué sistema sería el más adecuado para el conteo de votos?
    2. ¿De que forma se podría eliminar el inconveniente “paquete” o “intensidad en la preferencia? ¿Sería a través de la concesión de más votos por persona?
    3. ¿Qué haría que el incentivo de conocer lo concerniente a la política fuese mayor?

  12. Resumen
    El capítulo cuatro hace una distinción entre el Gobierno o Estado y los mercados.
    Comienza hablando del dictador benevolente, una teoría que se mantuvo por mucho tiempo, y que establece que el Estado al tener el monopolio de la coerción lo ejerce persiguiendo el bien común. Luego aparece el análisis económico de la política, que cuestiona este razonamiento. Lo que establece esta teoría, es que las personas persiguen principalmente intereses propios, en el mercado y en la política
    Luego analiza el tema de los votantes, estableciendo la falta de información y de incentivo que existe para los mismos de estar informados.
    Y que luego de decidirse por quien elegir, existe el problema de los paquetes. Esto es que las personas no eligen por separado, sino un paquete de cuestiones, por lo cual se hace difícil el posterior análisis de estas demandas
    Lo más interesante
    Me parecidos muy interesante el tema de hacer una comparación entre el Estado y los mercados.
    Comparar el modo en que las personas nos decidimos y demandamos, bienes y servicios y también personas que nos representen
    Preguntas
    ¿No hay temas que pertenecen al bien común por definición, y que es entendido de esta manera por el total de la población? Por ej, la salud
    ¿Cómo incentivaría a las personas a informarse?
    ¿Qué es teorema del votante medio?

  13. RESUMEN: En este capítulo, se va a considerar el funcionamiento de la política para atender a las preferencias de la gente. Pero aquí, al igual que en el mercado, existen dos problemas: información e incentivos.
    Cuando los economistas dejaron de analizar el funcionamiento de los mercados sin ver el papel que cumplen los marcos institucionales y jurídicos de los Gobiernos, suponiendo que el mercado funcionaba bajo un “dictador benevolente”, que es quien persigue el bien común, y comenzaron a analizar la política desde un punto de vista económico, pudieron ver que en este ámbito el ser humano también persigue su propio interés.
    El mecanismo de la política para satisfacer nuestras necesidades comunes debe cumplir requisitos similares a los que necesita el mercado: que las preferencias se revelen, y luego que se traduzcan en un resultado que envié un mensaje y motiven a quienes habrán de dirigir sus esfuerzos a satisfacerlas. Así, se ven los dos problemas que mencione al principio. Pero este mecanismo político tiene serias imperfecciones para lograr que las preferencias de la gente sean reveladas y se traduzca esto en un resultado que actué como guía clara sobre lo que pretende del Estado y de los representantes electos. Por un lado, se mezclan demandas de bienes públicos y privados; luego está en cuestionamiento la racionalidad y la información que el votante está motivado a desarrollar, siendo que su voto no tiene un vínculo directo con el resultado. Además, se pierde información respecto a la intensidad de la preferencia y se complica la información que el votante transmite, porque se refiere a un paquete de atributos y preferencias que luego serán necesarios desentrañar. Como ultima imperfección se observa que la periodicidad de elección impide tomar en cuenta cambios que se producen de forma continua.
    Las “fallas de la política” hacen que se pongan en duda utilizar primeramente las soluciones por ese medio, sin antes considerar las alternativas con que la sociedad cuenta, como las de cooperación.
    CURIOSO/NOVEDOSO: me resulta sorprende el modo de plantear el por qué la política no resulta nunca en el bienestar común como se espera. Pero es importante como se vio en este capítulo, entender que eso no solo sucede por las personas que actúan en la política como representantes electos actúen guiados por sus propios intereses, sino también por los votantes que también buscan sus propios intereses y no se sienten los suficientemente motivados para informarse al votar.-
    PREGUNTAS:
    1-¿Cual sería el mejor método para motivar a los votantes a informarse?
    2-¿Si los ciudadanos buscaran el bienestar común e intervinieran más en el control sobre el representante político podrían solucionarse el problema de que los políticos persigan sus propios intereses aunque no sean elegidos para eso?
    3-¿Cómo considera que es la forma más beneficiosa para mejorar la calidad institucional?

  14. El capítulo 4 trata sobre el funcionamiento deficiente de la política para atender las preferencias de la gente. Además se plantea el cambio de paradigma respecto del estado: ya no se lo considera como un dictador benevolente que persigue el bien común sino más bien los funcionarios persiguen sus intereses particulares.

    Al comienzo del desarrollo del tema, se establece que existen problemas respecto a las motivaciones de los votantes para estar informados y problemas de incentivos respecto de aquellos que deben cumplir con la función pública.
    En el primer caso, al considerar que no pueden influir directamente en la decisión final, los votantes no tienen incentivo para estar informados. El estar informados implica tiempo y gasto, y al no creer que su decisión es suficientemente importante para resolver una votación, los votantes se encuentran en un estado de «ignorancia racional»
    En el segundo caso, los funcionarios no cuentan con incentivos para ejercer eficazmente sus funciones.

    El capítulo trata de que es difícil lograr determinar qué es lo que quieren los votantes (que bienes pretenden obtener por parte del estado), a quién quieren en realidad (ya que es imposible determinar la intensidad del voto) o cuál es la escala valorativa de los votantes (no se sabe que bienes valoran más ya que no hay un precio asociado a ellos, el votante paga una suma en impuestos).

    Reflexión:
    Me parece interesante el análisis que se hace de la economía desde el punto de vista de la política. Me desconcierta la naturalidad con que se trata el tema de la «ignorancia racional» ya que la elección de los representantes del gobierno afecta de manera fundamental a la mayoría en los distintos aspectos de la vida cotidiana.

    Preguntas:
    ¿Cree que sería mejor para la economía que los votantes dejáramos de ser «ignorantes racionales»?
    ¿Cuál cree ud sería una manera de generar incentivos para que los votantes se informaran más?
    ¿Cual cree ud sería la mejor manera de mejor la política?

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