Más sobre la posible insolvencia de algunos grandes bancos en USA, expuesta por la suba de las tasas de interés

El otro artículo sobre los bancos es “Monetary Tightening and U.S. Bank Fragility in 2023: Mark-to-Market Losses and Uninsured Depositor Runs?”, por Erica Xuewei Jiang, Gregor Matvos, Tomasz Piskorski & Amit Seru: https://www.nber.org/papers/w31048

“Analizamos la exposición de los activos de los bancos estadounidenses a un aumento reciente en las tasas de interés con implicaciones para la estabilidad financiera. El valor de mercado de los activos del sistema bancario de EE. UU. es $ 2,2 billones más bajo que lo sugerido por el valor en libros de los activos que representan las carteras de préstamos mantenidas hasta el vencimiento. Los activos bancarios ajustados al mercado han disminuido en un promedio del 10 % en todos los bancos, y el percentil 5 inferior experimentó una disminución del 20 %. La mayoría de estas caídas de activos no fueron cubiertas por los bancos con el uso de derivados de tasa de interés. Ilustramos en un modelo simple que el apalancamiento no asegurado (es decir, Deuda/Activos no asegurados) es la clave para comprender si estas pérdidas conducirían a la insolvencia de algunos bancos en los EE. UU., a diferencia de los depositantes asegurados, los depositantes no asegurados pueden perder una parte de sus depósitos si el banco quiebra, dándoles potencialmente incentivos para correr. Mostramos que la supervivencia de un banco depende de las creencias del mercado sobre la proporción de depositantes no asegurados que retirarán dinero luego de una caída en el valor de mercado de los activos bancarios. Si los aumentos de la tasa de interés son pequeños, de modo que la disminución del valor de los activos del banco es relativamente pequeña, no hay riesgo de una corrida de equilibrio. Sin embargo, para aumentos suficientemente altos en las tasas de interés, tenemos equilibrios múltiples en los que la corrida de los depositantes no asegurados hace que los bancos sean insolventes (es decir, un equilibrio de corrida “mala”) se convierte en una posibilidad. Los bancos con una capitalización inicial más pequeña y un apalancamiento no asegurado más alto tienen una gama más pequeña de creencias que respaldan un equilibrio «bueno» sin corridas, lo que aumenta su fragilidad frente a las corridas de los depositantes no asegurados. Un estudio de caso del Silicon Valley Bank (SVB) recientemente quebrado es ilustrativo. El 10 por ciento de los bancos tienen mayores pérdidas no reconocidas que las de SVB. SVB tampoco fue el banco peor capitalizado, con un 10 por ciento de los bancos con menor capitalización que SVB.

Por otro lado, SVB tenía una parte desproporcionada de financiación no asegurada: solo el 1 por ciento de los bancos tenía un mayor apalancamiento no asegurado. Las pérdidas combinadas y el apalancamiento no asegurado brindan incentivos para una corrida de depositantes no asegurados de SVB. Calculamos incentivos similares para la muestra de todos los bancos estadounidenses. Incluso si solo la mitad de los depositantes no asegurados deciden retirarse, casi 190 bancos con activos de $300 mil millones corren un riesgo potencial de deterioro, lo que significa que el valor de mercado de sus activos restantes después de estos retiros será insuficiente para pagar a todos los asegurados. depósitos. Si los retiros de depósitos no asegurados causan incluso pequeñas liquidaciones, muchos más bancos están en riesgo. Las regiones con ingresos familiares más bajos y una gran proporción de minorías están más expuestas al riesgo bancario. También mostramos que la caída en el valor de los activos de los bancos erosionó la capacidad de los bancos para resistir eventos crediticios adversos, centrándonos en los préstamos inmobiliarios comerciales. En general, estos cálculos sugieren que las recientes caídas en los valores de los activos bancarios aumentaron de manera muy significativa la fragilidad del sistema bancario estadounidense frente a las corridas de los depositantes no asegurados.”

¿Hay más bancos insolventes a medida que sube la tasa de interés? No digo por aquí, sino en USA

Dos artículos que tratan un tema similar, y preocupante. ¿Estarían muchos bancos en insolvencia? No digo por acá sino en Estados Unidos. El primero de esos artículos, y más breve, es de Manuel García Gojón, doctorando en George Mason University e investigador del Mises Institute, quien escribe “Charles Schwab y otros grandes bancos podrían ser secretamente insolventes”, en el Mises Wire: https://mises.org/es/wire/charles-schwab-y-otros-grandes-bancos-podrian-ser-secretamente-insolventes

“La domesticación de la política monetaria necesaria para frenar la inflación de los precios ha desencadenado una tendencia correctiva en la valoración de los instrumentos financieros. Muchos grandes bancos de los Estados Unidos han incrementado sustancialmente el uso de una técnica contable que les permite evitar valorar determinados activos a su valor actual de mercado, utilizando en su lugar el valor nominal en los cálculos de sus balances. Esta técnica contable consiste en anunciar que tienen la intención de mantener dichos activos hasta su vencimiento.

A finales de 2022, el banco con la mayor cantidad de activos marcados como «mantenidos hasta su vencimiento» en relación con el capital era Charles Schwab. Además de estar estructurado como un banco, Charles Schwab es un destacado corredor de bolsa y es propietario de TD Ameritrade, otro destacado corredor de bolsa. Charles Schwab tenía más de 173.000 millones de dólares en activos marcados como «mantenidos hasta el vencimiento». Su capital (activos menos pasivos) era inferior a 37.000 millones de dólares. En ese momento, la diferencia entre el valor de mercado y el valor nominal de los activos mantenidos hasta su vencimiento era de más de 14.000 millones de dólares.

Si no se hubiera utilizado la técnica contable, el capital se habría situado en torno a los 23.000 millones de dólares. Esta cantidad es menos de la mitad de los 56.000 millones de dólares que Charles Schwab tenía en capital a finales de 2021.”

El otro artículo va en otro post.

¿Cómo se resolvían las crisis bancarias cuando no existían los bancos centrales?

¿Cómo se resolvían las crisis bancarias cuando no existían los bancos centrales? Bueno, lo resolvían los mismos bancos, es lo que cuenta este articulo publicado en Quillette sobre el Pánico de 1907, titulado “From Panic to Prudence”, por Robert F. Bruner, profesor y Dean Emeritus de University of Virginia’s Darden School of Business y Visiting Compton Professor at the Miller Center of Public Affairs: https://quillette.com/2023/03/16/from-panic-to-prudence/?ref=quillette-newsletter

“…el 16 de octubre de 1907, una especulación fallida provocó la quiebra de dos casas de bolsa. Los depositantes comenzaron a correr en los bancos asociados con los líderes del círculo especulativo. La Cámara de Compensación de Nueva York intervino para rescatar a esos bancos tambaleantes. Pero las sociedades fiduciarias, que eran similares a los bancos en el sentido de que aceptaban depósitos, pero diferentes en el sentido de que estaban reguladas de forma más ligera, no eran miembros de la Cámara de Compensación. Los depositantes comenzaron a huir de aquellas compañías fiduciarias que se rumoreaba que estaban asociadas con los líderes del círculo especulativo. Del 20 de octubre al 3 de noviembre, J.P. Morgan organizó una serie de rescates de empresas fiduciarias, la ciudad de Nueva York (¡otra vez!) e incluso la Bolsa de Valores de Nueva York.

El quid de las intervenciones de Morgan fue organizar un grupo de riesgo compartido entre las empresas fiduciarias, muy parecido al que disfrutaban los bancos como miembros de la Cámara de Compensación de Nueva York. Este esfuerzo por movilizar la acción colectiva era exactamente lo que sugerirían la teoría y la práctica. Sin embargo, se vio frustrado por el número, la información imperfecta y las diferencias de intereses, incentivos e ideologías de la época. Finalmente, en una reunión de toda la noche de los presidentes de las compañías fiduciarias (en la que J.P. Morgan cerró la puerta para evitar desertores), Morgan obtuvo un acuerdo vinculante para la asistencia colectiva.

Ese mismo fin de semana, Morgan salvó a una tambaleante firma de corretaje al persuadir a U.S. Steel para que comprara las acciones de la firma en Tennessee Coal and Iron. Pero los directores de U.S. Steel impusieron una condición: el presidente Theodore Roosevelt tenía que dar su consentimiento para no demandar a la empresa en virtud de las leyes antimonopolio. Al día siguiente, TR escuchó la apelación y accedió.”

En épocas de monedas privadas virtuales, Hayek comenta cómo manejaría una si fuera un banquero suizo emitiendo

En su libro “Desnacionalización del dinero” Hayek trata el tema de la política monetaria y realiza una propuesta de “competencia de monedas”, cuya discusión es apropiada en todo país, como Argentina, que tiene dos monedas al menos, el peso y el dólar. Se suele pensar que la provisión de dinero es un ‘bien público’, una función indelegable del Estado. ¿De dónde salió eso? El libro fue publicado en inglés por el Institute of Economic Affairs de Londres.

En esta oportunidad, comenta cómo podría ser la introducción de nuevas monedas privadas:

“PUESTA EN CIRCULACIÓN DE DINERO FIDUCIARIO PRIVADO

Supondré, durante el resto de la discusión, que sería posible crear distintas instituciones en diversas partes del mundo con libertad de competir en la emisión de billetes e igualmente en la administración de cuentas corrientes denominadas en la unidad emitida por ellas. Llamaré a estas instituciones simplemente «bancos» o «bancos emisores» cuando sea necesario distinguirlos de otros bancos que prefieren no emitir moneda. Supondré también que el nombre o la denominación que el banco elija para su emisión será protegida, como cualquier marca comercial, del uso indebido y que tendrán la misma protección contra la falsificación que cualquier otro documento. Estos bancos competirían entre sí para que el público utilice su moneda intentando hacer que su uso sea lo más fácil posible.

El «ducado» privado suizo

Puesto que los lectores se preguntarán cómo pueden esas emisiones llegar a ser aceptadas como dinero, la mejor forma de comenzar la explicación es probablemente describir cómo actuaría, digamos, yo, si estuviera al frente de uno de los más importantes bancos suizos. Suponiendo que fuera legalmente posible (lo que no he examinado), anunciaría la emisión de certificados o billetes sin interés y mi disposición para abrir cuentas corrientes a nombre de clientes en términos de una unidad con un nombre comercial registrado, por ejemplo, «ducados». La única obligación legal que yo asumiría sería la de convertir estos billetes en depósitos a la vista, a opción del tenedor, por 5 francos suizos, o 5 marcos alemanes, o 2 dólares por «ducado». Este valor de conversión sería solamente un mínimo por Puesta en circulación de dinero fiduciario privado debajo del cual no podría descender el valor de mi unidad, ya que al mismo tiempo anunciaría mi intención de regular la cantidad de «ducados» para mantener su poder adquisitivo (en términos de una cesta de bienes perfectamente definida) lo más constante posible.

Explicaría también al público que era consciente de que solamente podría esperar mantener los «ducados» en circulación si cumplía las expectativas de que su valor real se mantendría aproximadamente constante. Por otra parte, afirmaría mi intención de declarar periódicamente el bien con relación al cual pretendía mantener constante el valor del «ducado», aunque me reservaría el derecho de alterar la composición del bien patrón, según me lo indicaran los dictámenes de la experiencia y de las preferencias del público.

Sin embargo, sería preciso, evidentemente, aunque pueda parecer innecesario o indeseable, que el banco emisor se comprometiera legalmente a mantener el valor de su unidad; que dicha entidad especificara en sus contratos de préstamo que cualquier crédito podría ser reintegrado tanto en la cifra nominal de su propia moneda como por cantidades correspondientes de cualquier otra moneda suficiente, ya fuere la una o las otras, para comprar en el mercado el bien equivalente que, en el momento de efectuarse el préstamo, se había utilizado como patrón. Dado que el banco tendría que emitir su moneda fundamentalmente a través del crédito, los futuros prestatarios podrían desanimarse por la posibilidad formal de que el banco incrementara de forma arbitraria el valor de su moneda y habría que garantizarles contra esta posible contingencia.

Estos billetes o certificados y sus respectivos créditos contables quedarían a disposición del público mediante préstamos a plazo corto o mediante venta por otras monedas. Gracias a la opción ofrecida, las unidades se venderían desde el principio con prima por encima del valor de cualquiera de las monedas en las que fueran convertibles. La prima aumentaría en la medida en que las monedas gubernamentales continuaran depreciándose (y la existencia de una alternativa estable seguramente aceleraría el proceso), la demanda de moneda estable aumentaría rápidamente y pronto surgirían empresas competidoras para ofrecer unidades similares con distinto nombre.

La venta (en ventanilla o por subasta) sería inicialmente la forma principal de emisión de la nueva moneda. Después de la formación de un mercado regular, el «ducado» se emitiría normalmente sólo en el curso de operaciones bancarias, esto es, por préstamos a corto plazo.”

Dinero y banca: una introducción al origen de los bancos, la creación secundaria de dinero y el manejo de las reservas

Con los alumnos de Proceso Económico II, de la UFM, vemos temas introductorios de dinero y banca. Ahora, sobre el origen de los bancos y sus primeras prácticas, del libro de Julio Cole, Dinero y Banca: 

“Generalmente se acepta que la banca moderna se origina en Italia, pero eso ha sido cuestionado por algunos autores, ya que los primeros bancos italianos—el Banco de Venecia fundado en 1171, y el Banco de San Jorge, fundado en Génova en 1320—de hecho no realizaban muchas de las funciones actualmente desempeñadas por los bancos comerciales. Si se considera que la función distintiva del banco comercial es la aceptación de depósitos a la vista transferibles mediante cheque, entonces los primeros orígenes se remontan al Banco de Barcelona, fundado en 1401, aunque una investigación más meticulosa probablemente revele orígenes más antiguos.

En los siglos XV y XVI se produjo un cambio en las rutas comerciales, y la supremacía comercial en Europa pasó del Mediterráneo a los países del Norte, y el poder financiero también pasó gradualmente al Norte de Europa. Como consecuencia, fueron las prácticas bancarias desarrolladas en estos países las que hubieron de determinar la posterior evolución de la banca moderna.

2.2.1. La necesidad de una nueva moneda estable para promover el intercambio comercial.

De los bancos establecidos en el Norte de Europa en este período, podemos tomar como representativo al Banco de Ámsterdam. Habiéndose convertido Holanda en un importante centro del comercio mundial, el banco fue inicialmente establecido en 1609 para manejar la heterogénea gama de monedas que los comerciantes holandeses recibían de todas partes del mundo. El principal objeto del banco era proporcionar una moneda estable que pudiera facilitar y promover el intercambio comercial. El banco aceptaba en depósito monedas de todo tipo, tamaño y peso, muchas de ellas desgastadas o adulteradas, las pesaba y evaluaba su contenido metálico, y abonaba en la cuenta del depositante el valor metálico de las monedas depositadas, o entregaba un recibo o certificado por el depósito. Estos certificados pasaban de persona en persona y servían como medio circulante, aunque eran redimibles en el banco por el metal que representaban. Los ingresos del banco provenían de una comisión cobrada sobre cada nuevo depósito, y se entendía al principio que el banco se manejaría sobre la base de 100 % de reservas metálicas: se esperaba que el banco mantuviera en sus bóvedas en todo momento la cantidad total de dinero metálico depositado (aunque no en la misma forma física en que había sido depositado).

Las cuentas de los depositantes eran abonadas en términos de una misma unidad de cuenta que representaba una determinada cantidad de dinero metálico de determinada pureza. La contraparte física de tales cuentas no pertenecía al banco sino a los depositantes, quienes pagaban al banco por el servicio de servir como depositario. Eventualmente, sin embargo, el banco empezó a dar en préstamos parte de las reservas metálicas que se le habían confiado en custodia. Esto gradualmente destruyó la confianza en el banco, y cuando uno de sus grandes prestatarios quebró en 1794, el Banco de Ámsterdam también entró en bancarrota.

2.2.2. El Abuso de las Reservas.

Este fue una de las primeras de una larga y triste lista de quiebras bancarias que se extiende a lo largo de los siglos. La mayoría de estas quiebras se debieron a la misma causa: la creación por parte de los bancos de obligaciones depositarias, pagaderas en dinero en efectivo, en una cantidad muy por encima de sus reservas de dinero en efectivo.”

Manuel Ayau sobre el interés y el crédito, sobre la preferencia temporal y la función social del crédito bancario

Con los alumnos de la materia Proceso Económico de la UFM vemos los conceptos básicos de capital e interés leyendo a Manuel Ayau y a Murray Rothbard. Aquí algo de Ayau:

El crédito consiste en el derecho de usar, por un tiempo determinado, algún bien o una cantidad de poder adquisitivo consistente en una suma de dinero. Los préstamos en especie se practicaron antes de que surgiera el dinero, y los préstamos de dinero se volvieron habituales mucho antes de que las leyes regularan las operaciones bancarias. El crédito, como tantas otras instituciones de la sociedad civilizada, surgió espontáneamente como resultado de la división del trabajo.

Las evidencias más antiguas de operaciones de crédito se remontan a la antigua Babilonia, 2500 años antes de la era cristiana. Inscripciones halladas en planchas de arcilla muestran que los templos recibían en depósito diferentes mercancías, y las otorgaban en préstamo a comerciantes y agricultores. Desde el principio, la honorabilidad jugó un papel importante en el negocio bancario. Las familias de la antigua Babilonia depositaban su riqueza en los templos, porque esos lugares sagrados aseguraban honestidad en el manejo y fidelidad en la custodia.

Preferencia temporal

Un agricultor recibe cien kilos de maíz para semilla, y se compromete a devolver ciento diez kilos después de levantar su cosecha. Ésta es una transacción de crédito. El interés es el pago que otorga el deudor al acreedor por el uso de un bien o de una suma de dinero durante un plazo determinado. En el caso de nuestro agricultor, el interés es 10% y el plazo es el tiempo que transcurre entre la siembra y la cosecha.

Como el futuro es incierto, el ser humano atribuye mayor valor a una satisfacción en el presente que a esa misma satisfacción en una fecha futura. Al recibir un préstamo, el deudor se compromete a pagar un interés sobre lo prestado, a cambio de hacer uso de los recursos en el presente. Al otorgar un préstamo, el acreedor prescinde de disfrutar de sus recursos en el presente, a cambio de disfrutar en el futuro de una cantidad mayor. El interés compensa al acreedor por el sacrificio de postergar el uso de sus recursos.

Función social del ahorro bancario

El ahorro, como explicamos en el Capítulo 3, es sacrificio de satisfacciones presentes a favor de satisfacciones futuras. Los motivos que inducen a las personas a ahorrar son la precaución (tener algo guardado para la vejez o para afrontar una emergencia), la acumulación (guardar algo de la renta cada mes para poder realizar una compra grande en el futuro), y la especulación (mantener saldos de efectivo para poder aprovechar algún buen negocio que se presente).

La tasa de ahorro es una variable importante de la macroeconomía. Se obtiene dividiendo la cantidad que la sociedad ahorra anualmente entre la renta total anual devengada por la sociedad.

Hace apenas medio siglo que la tecnología moderna de la refrigeración y el transporte aseguran el abastecimiento constante de alimentos a todas las regiones del planeta. En las regiones de inviernos extremadamente fríos, la supervivencia dependió, durante milenios, del hábito del ahorro. Las familias ahorraban comestibles. Se abstenían de consumir una parte de los alimentos producidos durante los meses cálidos -salitraban la carne y envasaban los vegetales – para consumirlos durante el invierno. Hasta el día de hoy, el hábito del ahorro parece estar más enraizado en los pueblos que viven en regiones de inviernos muy fríos, que en los que viven en regiones de clima benigno.

Es probable que la experiencia de la guerra también contribuya a cimentar el hábito del ahorro. En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, muchas familias europeas usaron sus ahorros para enviar a sus hijos a los Estados Unidos y Canadá. La vivencia de que, en circunstancias extremadamente difíciles, tiene una mejor oportunidad la familia que ahorró una parte de su renta, seguramente se transmite de padres a hijos.

Sin embargo, los factores económicos y jurídicos pesan más que los culturales en la determinación de la tasa de ahorro de la sociedad.

Empresas ‘demasiado grandes para quebrar’: la señal del ‘capitalismo político’, o prebendario

En el Cato Journal, Randall Holcombe, De Voe Moore Professor of Economics at Florida State University, analiza el concepto dominante del capitalismo y sugiere llamar al que ahora predomina de forma diferente: ‘capitalismo político’: http://www.cato.org/cato-journal/winter-2015

Así es como lo explica:

“El capitalismo, como sistema económico, fue descripto como un sistema de mercados en equilibrio general, apoyado por la intervención gubernamental diseñada para corregir fallas de mercado. Dentro de ese marco correctivo provisto por el gobierno, los recursos eran asignados a través de mercados en el capitalismo, en oposición al socialismo, donde los recursos eran asignados a través de la planificación. Ninguna economía asignaba recursos solamente a través de los mercados o la planificación gubernamental, por lo que un enfoque de sistemas comparativos podía analizar el grado según el cual las economías mixtas podían diferir en la combinación de mercados y planificación. El capitalismo, en este enfoque, incorporaba al gobierno como un rasgo institucional para estabilizar a los mercados y mejorar la eficiencia de la asignación de recursos.

Sistemas económicas comparados, como un área de la investigación económica, cayó en desuso en los anos 1990s. Ya no se daba seria consideración a la planificación gubernamental como un sistema económico alternativo y el foco de los sistemas económicos se centró en las economías en transición –esto es, las ex economías socialistas que estaban avanzando hacia el capitalismo. La vieja pregunta del análisis de sistemas económicos comparados sobre el capitalismo seguía presente, esto es, ¿qué tipo de supervisión gubernamental se requiere para permitir que una economía capitalista funcione eficientemente?

La supervisión gubernamental no funciona siempre tan perfecta como la describe la teoría, todos lo saben. En el sistema capitalista, hay problemas de incentivos y de información que llevan a que la intervención del gobierno cree pérdidas por la búsqueda de rentas, la captura de las regulaciones y otros males. Estos problemas crean el desafío adicional de diseñar políticas que utilicen la mano visible del gobierno para dirigir la asignación de recursos en forma más eficiente. Además, los economistas describen a la actividad del mercado en el modelo capitalista como una conducta maximizadora de los actores privados dentro del marco de restricciones institucionales diseñadas por el gobierno.

El capitalismo político es un sistema económico diferente. Como Kolko (The Triumph of Conservatism: A Reinterpretation of American History, 1900-1916, New York: The Free Press) lo describe, los actors del sector privado no solamente actúan dentro de un marco de restricciones gubernamentales, los ‘principales intereses económicos’ diseñan esas restricciones cuando actúan, para retener sus posiciones dominantes. La elite económica reconoce que la destrucción creativa del capitalismo descripta por Schumpeter actúa contra ellos, ya que las empresas existentes son debilitadas por innovadores recién llegados. Kolko sostiene que ‘en el largo plazo, los principales líderes de empresas reconocieron que no tenían ningún interés en una economía e industria caótica en la cual no solamente sus ganancias sino su misma existencia podía ser desafiada.’ Por lo tanto, buscaron que la regulación y la supervisión gubernamental preserve el status quo –esto es, que estabilice el estado de cosas existente y que haga difícil a quienes están fuera de él desplazar a la elite.

Si esta caracterización del sistema económico norteamericano era correcta en la Era Progresista, como sostiene Kolko, lo parece aun más en el siglo XXI, cuando el gobierno federal asumió posiciones accionarias en una docena de bancos principales y dos fabricantes de autos para preservar su estatus económico, al mismo tiempo permitía que cientos de pequeños bancos y otras empresas cayeran. La doctrina de ‘muy grande para quebrar’, con la que el gobierno permite a empresas privadas retener sus ganancias asumiendo sus pérdidas, es, tal vez, la manifestación más obvia del capitalismo político.”

Artículo en la revista del New York Times: ¿Puede el Bitcoin conquistar Argentina? El dólar ya lo hizo…

En un año electoral en el que se avecina un inevitable cambio de gobierno resulta inevitable que se discutan cambios (o no cambios) en las políticas. Sin embargo, puede haber otros cambios en la sociedad que no están vinculados con decisiones políticas. Cambios, tal vez más profundos que resultan más difíciles de ver, pero que pueden terminar siendo más importantes que otro cambio de gobierno. ¿Será el Bitcoin uno de ellos? La revista del New York Times trae un artículo titulado “¿Puede el Bitcoin conquistar Argentina?”: http://nyti.ms/1DN0Rp6

Bitcoin

Comienza contando la vida de uno de los tantos cambistas del centro de Buenos Aires, pero éste, además, cambia bitcoins. Algunos párrafos:

“Su ocupación es una de las más antiguas, pero continúa siendo parte conspicua de la vida moderna en Argentina: la calle Florida, una de las principales del centro de Buenos Aires, está llena día y noche de hombres y mujeres diciendo ‘cambio, cambio, casa de cambio’ para atender a los residentes locales que cambian los volátiles pesos por monedas más estables y transportables como el dólar.”

“Esa tarde, un músico regordete de 48 años fue uno de los varios clientes en llegar a su oficina. Un cliente alemán le había pagado en Bitcoin por unas composiciones, y el músico necesitaba convertirlos en dólares…. Si el cliente alemán hubiera enviado Euros a un banco argentino, el músico hubiera tenido que llenar un formulario y hubiera recibido, como resultado de los controles de cambio, un 30% menos por cambiar euros en pesos. El Bitcoin también facilita mover dinero en la otra dirección. El día anterior, el dueño de una pequeña industria compró el equivalente de 20.000 dólares en Bitcoin para pagar a un vendedor en los Estados Unidos, una transacción mucho más simple y barata que hacerlo a través de los bancos.”

“Ese servicio rutinario –que promueve la utilidad diaria del Bitcoin- es lo que tanto excita a algunos inversores y emprendedores sobre Argentina. En cualquier parte, los bancos guardan y transfieren dinero; hacen posible que el dinero funcione tanto como reserva de valor y medio de cambio. Pero gracias en gran parte a la historia argentina de inestabilidad financiera, un pequeño pero creciente número de argentinos está utilizando ahora el Bitcoin para llenar esas funciones. Mantienen esa moneda en sus “monederos”, cuentas digitales a las que acceden con una contraseña, y utilizan su red cuando necesitan pagar o transferir dinero,…, porque el Bitcoin puede ser más barato y más conveniente que el sistema financiero argentino. En efecto, los argentinos están llevando adelante un experimento ambicioso, uno que finalmente amenaza extenderse a los Estados Unidos y perturbar algunos de los servicios más básicos que los bancos tienen para ofrecer.”

“EL Bitcoin apareció a comienzos de 2009, introducido por una oscura figura conocida como Satoshi Nakamoto. El software en que se basa su creación estableció que serán emitidos lenta y regularmente hasta que haya 21 millones: en ese punto no se crearán más. Esas reglas produjeron dos resultados algo predecibles, especialmente luego de la crisis financiera y el salvataje gubernamental a los grandes bancos. Su emisión regular y limitada apeló a los libertarios, quienes han sido escépticos de que los gobiernos puedan emitir moneda en cantidades limitadas. (Cuando Rand Paul anunció su candidatura a presidente el mes pasado, la página de su campaña comenzó a aceptar donaciones en Bitcoin). El sentido implícito de escasez también llevó a la gente a considerar al Bitcoin como un tipo de oro digital, con un valor que probablemente aumente con el tiempo –en otras palabras, algo para comprar y vender como una inversión especulativa. Los millones de traders, muchos de ellos en China que han apostado al precio de esta moneda han mantenido el valor total acumulado de todos los Bitcoins existentes bien por sobre los 2.000 millones de dólares desde fines de 2013. Al mismo tiempo, esa actividad especulativa ha hecho que mucha gente se pregunte porqué estas monedas virtuales tienen algún valor.”

“El número de usuarios de Bitcoin en Argentina es relativamente pequeño; apenas se registra en los cuadros de usuarios. Pero ha crecido lentamente su reputación en círculos tecnológicos como el primer, y tal vez el único, lugar donde los Bitcoins son utilizados regularmente por gente común para transacciones comerciales reales. Una cantidad de grandes empresas norteamericanas ha comenzado a aceptar pagos en Bitcoin, pero por el momento hay poco incentivo para que sus clientes paguen con esta moneda.”

Nos dicen que los bancos centrales ‘moderan’ el ciclo. ¿Y cómo les va con sus pronósticos?

Nos dicen que la función de los bancos centrales es la de moderar los ciclos económicos. Pero la política monetaria tiene sus efectos con un rezago en el tiempo no menor. Esto hace necesario que las autoridades monetarias puedan pronosticar la evolución de la economía y del sistema bancario y financiero con certeza. ¿Y cómo les va con eso?

Kevin Dowd es profesor de finanzas y economía en Durham University, UK, experto en temas monetarios y bancarios. Escribe un paper publicado por Cato Institute con el título “Math Gone Mad: Regulatory Risk Modeling by the Federal Reserve”, donde plantea sus dudas y críticas a la intención de la Fed de establecer un determinado modelo de evaluación de riesgos para los bancos, conocido como “stress test”, en lugar de permitir que exista diversidad entre los bancos. Sostiene Dowd que el peligro, si todos los bancos siguen el mismo modelo, es una crisis sistémica cuando todos cometan el mismo tipo de errores. Por el contrario, la diversidad hará que algunos puedan equivocarse pero otros no. http://www.cato.org/publications/policy-analysis/math-gone-mad

Y, se pregunta, ¿cuál es la experiencia de la Fed en sus pronósticos? Algunas anécdotas:

Transcripción de una entrevista de CNBC el 1 de Julio de 2005 a Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal:

Pregunta: “Dígame señor, ¿cuál es el peor escenario? Tenemos a tantos economistas saliendo al aire diciendo, ‘Oh, esto es una burbuja, y va a explotar, y esto va a ser un problema real para la economía’. Algunos hasta dicen que podría causar una recesión en algún momento. ¿Cuál es el peor escenario si es que realmente viéramos caer los precios de las viviendas substancialmente en todo el país?”

Ben Bernanke: “Bueno, supongo que no compro su premisa. Es una posibilidad muy poco probable. Nunca hemos tenido una caída de los precios de las viviendas en todo el país. Por lo que creo que lo más probable es que los precios se frenen, tal vez estabilicen, se reduzca el consumo un poco. No creo que va a llevar a la economía muy lejos de su camino de pleno empleo, sin embargo.”

Otras predicciones de Bernanke:

Marzo 6, 2007: en una conferencia ante banqueros en Honolulu, con moras en los subprime creciendo, anticipa que los créditos subprime no serán peores que los prime: “El riesgo crediticio asociado con un portafolio de viviendas baratas no necesita ser mayor que cualquier portafolio general…” (estas eran las hipotecas ‘subprime’).

Mayo 17, 2007: en la conferencia anual sobre Estructura Bancaria y Competencia del Chicago Fed anticipó ciertos efectos laterales de los subprime, “…creemos que el efecto de los problemas en el sector subprime sobre el mercado general de viviendas será probablemente limitado, y no esperamos derrames significativos sobre el resto de la economía o el sistema financiero. La gran mayoría de las hipotecas, incluyendo las subprime, continúan funcionando bien.” (no por mucho tiempo más…)

Enero 10, 2008: en respuesta a una pregunta en una conferencia en Washington, si los Estados Unidos ya estaban en recesión, “La Reserva Federal no está pronosticando una recesión…”

Febrero 27, 2008: en testimonio ante el Comité Bancario del Senado, un mes antes de la quiebra de Bear Stearns y siete meses antes de la crisis sistémica: “Espero que habrá algunas quiebras… entre bancos regionales pequeños. Entre los bancos grandes, el capital está bien y no anticipo problemas serios de esa clase entre los bancos grandes, activos internacionalmente, que son una parte sustancial de nuestro sistema bancario”.

Julio 16, 2008: en testimonio ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes dijo: [Fannie Mae y Freddie Mac están]… adecuadamente capitalizadas. No están en peligro de caer…” (entre las dos tenían o garantizaban $5 billones de hipotecas que fueron colocadas en ‘receivership’ dos meses después por temor a su default).