El trabajador debe recibir todo el producto de su trabajo, pero, …¿cuándo? y …¿siempre?

Así lo analiza Böhm-Bawerk:

Bohm Bawerk - Positive Theory of Capital

«Imaginemos que la producción de un bien, por ejemplo de una máquina de vapor, cueste cinco años de trabajo, que el valor de cambio obtenido de la máquina terminada sea 5.500 florines y que intervengan en la fabricación de la máquina cinco obreros distintos, cada uno de los cuales ejecuta el trabajo de un año. Por ejemplo, que un obrero minero extraiga durante un año el mineral de hierro necesario para la construcción de la máquina, que el segundo dedique otro año a convertir ese mineral en hierro, el tercero a convertir el hierro en acero, que el cuarto fabrique las piezas necesarias y el quinto las monte y dé los toques finales a ésta. Según la naturaleza misma de la cosa, los cinco años de trabajo de nuestros obreros no podrán rendirse simultánea, sino sucesivamente y cada uno de los siguientes obreros sólo puede comenzar su trabajo una vez hayan culminado el suyo los obreros anteriores. ¿Qué parte podrá reclamar por su trabajo cada uno de los cinco copartícipes, con arreglo a la tesis de que el obrero debe percibir el producto íntegro de su trabajo?

Si no existe un sexto elemento extraño que anticipe las retribuciones, deberán tenerse en cuenta dos puntos absolutamente seguros. El primero es que no podrá efectuarse el trabajo hasta pasados cinco años. El segundo es que los obreros pueden repartirse los 5.500 florines. Pero, ¿con arreglo a qué criterio? No por partes iguales, como a primera vista pudiera parecer, pues ello redundaría considerablemente a favor de aquellos obreros cuyo trabajo corresponde a una fase posterior del proceso productivo y en perjuicio de los que han aportado su trabajo en una fase anterior. El obrero que monta la máquina percibiría 1.100 florines por su año de trabajo inmediatamente después de terminado éste; mientras, el minero no obtendría su retribución hasta pasados cuatro años. Y como este orden de preferencia no puede ser en modo alguno indiferente a los interesados, todos ellos preferirían el trabajo final y nadie querría hacerse cargo de los trabajos iniciales. Para encontrar quien aceptase éstos, los obreros de las fases finales se verían obligados a ofrecer una participación más alta a sus compañeros encargados de los trabajos preparatorios. La cuantía de esta compensación dependería de dos factores: la duración del aplazamiento y la magnitud de la diferencia existe entre la valoración de los bienes presentes y futuros. Así por ejemplo si esta diferencia fuese del 5 por ciento anual, las participaciones se graduarían: 1.200 florines para el primer obrero, 1.150 para el segundo, 1.100 para el tercero, 1.050 para el cuarto y 1.000 para el quinto.

Sólo podría admitirse la posibilidad de que los cinco cobrasen la misma suma de 1.100 florines partiendo del supuesto que la diferencia de tiempo les fuese indiferente.»

«Supongamos ahora que los obreros, como ocurre en la realidad, no puedan o no quieran esperar para recibir su salario a que termine el proceso productivo y que entren en tratos con un empresario para obtener de él un salario a medida que vaya rindiendo su trabajo, a cambio de lo cual el empresario adquiere la propiedad del producto. Supongamos que este empresario sea una persona exenta de todo sentimiento egoísta. (…) ¿En qué condiciones se establecería el contrato de trabajo? No cabe duda de que el trato por los obreros sería absolutamente justo si el empresario les paga como salario exactamente lo mismo que recibirían como parte alícuota en el caso de organizar la producción directamente y por cuenta propia. En este caso 1.000 florines inmediatamente después de terminar su trabajo, que era lo que percibía el obrero que cobraba inmediatamente. Puesto que los cinco obreros aportan exactamente el mismo trabajo, lo justo será que perciban el mismo salario».

Los cincos obreros pueden formar una cooperativa, o una empresa, y llevar adelante ellos mismos el proceso productivo. Pero, ¿qué pasa si luego el producto final no se vende? ¿O el precio que se obtiene no resulta rentable? Ese es el riesgo que asume el emprendedor. En definitiva, releva a los obreros del riesgo y les adelanta un ingreso para no esperar hasta el final.

La determinación de los precios en el mercado. Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (V)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

– ¿Cuando el comprador que valora más altamente el bien decide adquirir más bienes a ese precio, ya que considera que es un precio muy atractivo se produce un cambio de las parejas marginales y por lo tanto del precio?

Vimos los ejemplos con el supuesto de que cada comprador compra una unidad. Si comprara varias sería lo mismo que si hubiéramos agregado más compradores por una unidad cada uno. Si afectan las parejas marginales tendrá que ver si hay más oferentes o no. Si hay más oferentes y se compensan unos a otros, entonces las parejas marginales no se modifican, pero si no los hay, si lo harán. Es decir, por encima de las parejas marginales puede haber 10 compradores y 10 vendedores, o puede haber 100 compradores y 100 vendedores y el precio sería el mismo.

– En los ejemplos del autor se presupone una misma calidad en los bienes objeto de intercambio. ¿Cómo podemos estudiar de forma sencilla la valoración subjetiva que los individuos dan a la diferente calidad de un mismo bien?

Exacto, es una simplificación para entender la formación del precio. Luego veremos el concepto de bienes sustitutos donde se introduce la variedad entre los productos. Esas valoraciones subjetivas le darán distinta preferencia a bienes que no se consideran exactamente iguales.

– Si la valoración subjetiva de los individuos no es estática si no que cambia constantemente, incluso en cuestión de segundos, ¿estos ejemplos que pone el autor sirven para algo?

Sí, porque nos permite entender para dónde irían esos cambios.

– En una explotación agrícola el agricultor suele vender sus naranjas con un margen muy estrecho de beneficio o incluso al coste o por debajo del mismo, sin embargo cuando llega al consumidor final el precio es 10 o 12 veces lo que se ha pagado al mismo. El precio en este caso viene fijado por la red de distribución y el vendedor apenas tiene fuerza. El precio esta condicionado completamente por tu capacidad de acceso al consumidor final. Como podemos explicar esto dentro de la teoría de determinación de precio.

El precio está fijado, en última instancia, por la voluntad de los consumidores de consumir naranjas. SI el día de mañana se dijera que las naranjas causan cáncer, es probable que las dejaran de consumir y su precio se acercaría a cero. La red de distribución no fija el precio, solamente propone un precio, ofrece un precio a los consumidores y luego ve cómo estos reaccionan. Si propone un precio y vende la mitad de su existencia es que el precio está alto y lo tiene que bajar. Si propone un precio y los consumidores agotan las naranjas en pocas horas es que está bajo y lo tiene que subir. En ese sentido la red de distribución está tan atada a la voluntad de los consumidores como el mismo productor.

El productor podría llevar el mismo sus naranjas al consumidor, en forma directa. Seguramente si no lo hace es porque entiende que no le sería rentable hacerlo. Tendría que ocupar su tiempo (que necesita para cuidar sus cultivos) en llevar las naranjas, tal vez venderlas a domicilio como era antes (pasaban los vendedores gritando por las calles), tener empleados, vendedores, camiones, etc.

– ¿El marketing de los artículos de lujo es capaz de modificar la magnitud del “valor” subjetivo? Seguro que si pero… ¿Como puede llegar a ser tan potente? Para anteponerlos a bienes de primera necesidad.

Quienes demandan este tipo de bienes, está claro que ya han satisfecho sus necesidades de bienes de “primera necesidad”. Nadie compraría oro en el medio del desierto dejando de lado el agua (a menos que piense que le permitirá conseguir más o mejor agua más adelante). Ricardo III en la obra de Shakespeare, caído en el campo de batalla grita “Mi reino por un caballo”. En esa situación, el más poderoso tenía que ocuparse de una primera necesidad. Y siguiendo la ley de la utilidad marginal “decreciente”, ¿cuánto crees que ofrecería por un segundo caballo?

– En un momento el autor dice que los competidores excluidos no ejercen influencia en la determinación del precio, pero sí pueden aumentar la cantidad del bien cambiado en el mercado. ¿Puede elaborar un poco esta idea con algún ejemplo o enviarme al texto de nuevo si es que ya lo ha hecho y no lo he advertido?

Toma el ejemplo de la determinación bilateral del precio y luego imagina que cada uno de los compradores en lugar de demandas una unidad demandan 100 y que cada uno de los vendedores ofrece 100 en vez de una. ¿Qué habría cambiado? Las cantidades, por supuesto, pero no el precio.

Sin embargo, debo llamar la atención en este ejemplo que estoy suponiendo que tanto compradores como vendedores tienen la misma valoración sobre todos los bienes pero dada la ley de la utilidad marginal decreciente es probable que no tenga la misma valoración de los primeros que de los últimos y en tal caso sí se modificarían sus valoraciones y los precios. Es cuando ese vendedor quiere sacarse los últimos productos y está dispuesto a venderlos a precio más bajo.

– En algunos momentos habla de la intensidad de la valoración. No me ha quedado eso muy claro. ¿A que se refiere exactamente?  ¿Cuál es la diferencia entre  valorar algo en, no sé, 100 euros, y valorar más intensamente eso mismo también en 100 euros pero de una manera más intensa? No sé si será mi (de)formación lingüística la que me hace complicar las cosas, pero no creo haberlo entendido bien.

Si su valoración es más intensa estará dispuesto a pagar más, si lo es menos, a pagar menos. Böhm-Bawerk señala que es la intensidad de la preferencia uno de los factores que influyen en ella.

– Hacia el final del capítulo el autor dice que el ejemplo que ha utilizado es un simplificado , hecho para facilitar la comprensión general, pero reconoce que en el mundo real las cosas son más complejas y que esta complejidad puede afectar a las cosas. Sin embargo dice que se debe aceptar que esta complejidad no puede alterar el marco básico en sí mismo. Entiendo que son casos particulares y que estas particularidades, son eso, particulares, pero ya que el autor pone en el centro del debate la subjetividad de las personas, ¿no es cierto que esta subjetividad no limita en ocasiones los prejuicios de los actores y es posible que un determinado actor no quiera participar con otros en un intercambio por razones diferentes al precio?

Por supuesto, todas esas cosas forman parte de la evaluación subjetiva del comprador o del vendedor. No nos preguntamos cuáles son los motivos específicos que llevan a las personas a valorar algo de una forma u otra (que sería el campo de la sicología), sino que dadas ciertas preferencias, la interacción llevará a la determinación del precio.

– Otra sub-pregunta sobre esta idea de la complejidad: en la bolsa, cuándo una compañía recompra acciones propias, ¿cuál sería el modelo general para valorar ahora las acciones restantes?

Hay técnicas específicas para eso, pero dado lo que estamos viendo ahora, solamente podemos decir que quienes tomaron la decisión de comprar mostraron su “utilidad marginal decreciente” hasta el número de acciones que compraron y no ya para las que quedaron en manos de otros. Las que no compraron: tal vez no tengan ya tanto valor para la compañía (que tal vez buscaba alcanzar una cierta mayoría que le permitiera tomar algunas decisiones), o tal vez tengan un valor superior para quienes las poseen actualmente y solamente se hubieran desprendido de ellas a un valor superior.

¿Solamente podemos conocer las valoraciones subjetivas de un bien, mediante el precio de mercado de dicho bien?, ¿Qué pasa si el bien es nuevo en el mercado, y no conocemos su valor de mercado?

Así es, no conocemos las valoraciones subjetivas de las personas, solamente sus “preferencias reveladas” en el acto de comprar o vender. Si alguien compra un helado de chocolate y no de vainilla, lo único que puedo decir es que reveló en el acto su preferencia por el primero, pero no puedo decir “cuánto más” valora el chocolate sobre la vainilla a menos que tuviera posibilidad de expresarlo en algún acto.

Si un bien es nuevo en el mercado hay que aprender. Las empresas hacen distintos estudios para analizar el precio original de salida. Luego habrá que ver la reacción de los compradores y ajustarlo, si es posible.

La formación de los precios en el mercado. Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (IV)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

¿Obedece la determinación de los tipos de interés a esta ley de determinación del precio?

Por supuesto, en el mercado del “ahorro” se encuentran ahorristas (oferentes) e inversores (demandantes) y la interacción de sus preferencias determina la tasa de interés. Esas preferencias subjetivas las llamamos “preferencia temporal” porque es la evaluación que cada uno de ellos hace sobre un bien o monto de dinero en el presente en relación con el futuro.

¿Como es posible que se coordinen los infinitos compradores y vendedores con sus infinitas valoraciones subjetivas en el mercado para establecer precios continuamente?

Cada intercambio es un precio pero a medida que se van generalizando el conocimiento los mercados se van unificando, ya que en la medida que se conozcan diferencias de precios habrá incentivos para actuar sobre ellas. Digamos que en una verdulería A las manzanas están a 15 y en otra B están a 5. En la medida en que esa diferencia no se conozca puede ser que algunos compren en la primera y otros en la segunda. Pero en cuanto esto se conoce, los consumidores dejarán de comprar en A para ir a B.

Porque ambos quieren ganar la mayor cantidad de dinero posible actuarán de esta forma: A, viendo que los clientes ven el precio y pasan de largo, se preocupará porque no vende (y la manzana se pudre), por lo que bajará su precio. A, verá que tiene más clientes por comprar que mercadería para vender, entonces lo subirá. Este proceso estará en funcionamiento hasta que ambos vendan a 10. El precio se va generalizando. Existe una tendencia general a unificar el precio en el mercado teniendo en cuenta las diferencias de transporte, etc.

En los mercados generales, digamos globalizados, consumidores y productores transmiten sus preferencias en sus actos de venta o de compra. Por ejemplo, las valoraciones subjetivas de los consumidores ahora favorecen el café de Vietnam. Su precio ahora comienza a subir. El precio, además, envía una señal a los productores vietnamitas para que produzcan más y a los de los demás países para que produzcan mejor y hagan frente a esa competencia.

Me surgen dudas en relación a la idea del autor de que la competencia bilateral protege a todos los compradores y vendedores independientemente de su capacidad negociadora. Con respecto a este tema, ¿Cómo quedarían casos como el de Enron, o el de Ahold donde miles de accionistas fueron engañados? O ¿casos como el del aceite de colza en los 80 en España, donde muchas personas fueron engañadas y envenenadas? ¿Cómo es posible que finalmente puedan haber estos escándalos, donde miles de personas pierden parte de sus ahorros o de su salud? En estos casos de competencia bilateral los compradores, tanto con capacidad negociadora como sin ella, ¿hasta que punto estaban protegidos?

Empiezo con el aceite. Fíjate que seguramente el aceite estaba sujeto a ciertos controles gubernamentales, como lo están todos los alimentos, y así y todo eso ocurrió (aunque no conozco el caso en particular). No estamos exentos a esas cosas, de la misma forma que también hay ladrones y asesinos. Pero todo aquél que quiera seguir en el mercado tiene que cumplir con los consumidores, tiene que generar prestigio y reputación para su producto, tiene que generar una “marca”. Este es un gran mecanismo de control de calidad. Lamentablemente, la existencia de controles públicos relaja también el estado de alerta de los consumidores, ya que tienden a pensar que alguien estará controlando.

En cuanto a Enron, hubo serios problemas contractuales y de incentivos. Diseñaron un mecanismo de remuneración por medio de opciones de acciones que llevó a ciertos ejecutivos a “dibujar” los resultados de la empresa a efectos de poder ejercer esas opciones favorablemente. De nuevo, el fraude existe, pero cuando la información se conoce el mercado reacciona automáticamente y refleja eso en el precio de la acción.

– ¿ Se producen situaciones en las que se llevan a cabo intercambios que no son ventajosos para alguna o ambas partes de dicho intercambio ?

Ex post, después del intercambio, alguno puede pensar que mejor no lo hubiera hecho, pero ex ante (antes de hacerlo), lo hizo porque pensó que iba a estar en una situación mejor. Es decir, si siempre fueran ventajosos solamente habría ganancias. A veces también hay pérdidas, pero ninguno de los que realizaron esos intercambios los hizo para perder.

– ¿Cómo podemos aplicar el conocimiento de esta teoría de determinación de precios a la inversión?

Como verán en materias posteriores, en la valoración y la formación de los precios de los activos financieros.

– ¿ Puede la competencia bilateral establecer un precio correcto para cada intercambio o puede haber situaciones en las que la fijación de precio sea errónea ?

¿Qué es correcto y qué es erróneo? No hay una medida objetiva del valor. El precio simplemente refleja las valoraciones subjetivas de los compradores y vendedores. Pueden estar “objetivamente” equivocadas. Por ejemplo, de pronto todos creen que el brócoli cura el cáncer. Todos demandan brócoli y su precio sube, pero luego se descubre que no es así. Es más, que causa úlcera estomacal. Su precio baja. El precio se va ajustando permanentemente a la llegada de esas nuevas informaciones que afectan las preferencias de la gente. Estas podrán ser correctas o erróneas, pero el precio simplemente las refleja.

La formación de los precios en el mercado. Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (III)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

– Aunque en los escenarios de competencia unilateral el valor subjetivo de comprador y vendedor puede ser irrelevante, entiendo que el intercambio tienen que estar por debajo o encima (según el caso) de su valor subjetivo, ¿no?

En el caso de competencia unilateral de compradores estamos en presencia de un monopolio (un solo vendedor). El precio estará por encima de la valoración de ese solo vendedor y entre la valoración del comprador efectivo y la de los compradores potenciales, o si la valoración del vendedor es mayor a la de estos últimos, entre la valoración del comprador efectivo y la del vendedor. En el caso de competencia unilateral de vendedores (técnicamente llamada monopsonio porque hay un solo comprador), el precio estará entre la valoración del vendedor efectivo y la de los vendedores potenciales y si la valoración del comprador es mayor que la de estos últimos entre la valoración del vendedor efectivo y la del comprador efectivo.

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– Apple es una empresa que es capaz de vender su teléfono móvil, iPhone, a un precio elevado respecto de la competencia y con un alto margen. Respecto a la Ley de determinación del precio me surgen varias preguntas:

  • ¿La fijación del precio del iPhone se realiza en Competencia unilateral entre compradores o Competencia bilateral?

Veremos ahora que como el valor es subjetivo, también lo es si un cierto producto tiene sustitutos o no. En este caso dependerá de la oferta y de las preferencias de los consumidores. ¿Estiman algunos que el de Samsung es una alternativa posible? En el caso de que valoren más el Iphone, le da a Apple un cierto rango de maniobra con el precio para estar un poco por encima de Samsung. Pero tiene que mantener esa sensación entre los consumidores en forma permanente porque está claro que Samsung hace todo lo posible para que esa diferencia se vuelque a su favor.

  • ¿Puede ser que el mayor precio esté motivado por que el valor subjetivo de los compradores sea la suma de valores subjetivos de varios medios (necesidad de comunicarse por el teléfono, estatus,…)?

Por supuesto, los consumidores compran una serie de atributos. Como tú dices, un buen servicio, facilidad para manejarlo y…., además un cierto estatus. Todo eso entra en sus valoraciones.

– En caso que fuera un vendedor en un mercado de Competencial bilateral, y quisiera subir los precios de su mercado, ¿qué opciones tengo de que aumenten los precios? Me surgen varias ideas que no sé si son factibles

– ¿Aumentar la valoración subjetiva de los compradores marginales?

– ¿”Echar” del mercado a los vendedores de las parejas marginales?

– ¿Otras estrategias?

En ambos casos lo haces mejorando tu producto, innovando, compitiendo, buscando estar un paso más adelante en la percepción de los consumidores.

¿Por qué es necesario conocer como se determinan los precios para entender la economía?

Porque el sistema de precios es como un gran sistema de telecomunicaciones que permite coordinar las acciones de todos en la economía. Nos señala cambios en las preferencias de los consumidores, en la disponibilidad de los recursos, en las tecnologías. Si ninguna de ellas cambiara, entonces el mercado alcanzaría ese punto de equilibrio (no se modificarían las parejas marginales). En verdad, cambian todo el tiempo por lo que lo que vemos es una “tendencia” permanente a equilibrar.

¿Cómo se forman los precios en los mercados? Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (II)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

* El precio del mercado ¿garantiza que se vende todo el producto que se ofrece? Si la respuesta es negativa, ¿qué significa entonces la frase “el precio de mercado se establece en aquella zona en que la oferta y la demanda están cuantitativamente en equilibrio exacto”?

No se vende todo el producto que se ofrece ni se compra todo el producto que se demanda. A un determinado precio se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida, pero quedan oferentes sin vender (porque valoran el bien más que ese precio y no hay compradores dispuestos a pagar ese precio mayor) y compradores sin comprar (porque lo valoran menos que ese precio y no hay vendedores dispuestos a ofrecer ese precio menor).

*Que es la pareja Marginal? ¿y por qué han de realizar intercambios en orden descendente a dicha capacidad?

Son los que están en el margen, tanto sea como él último comprador o vendedor o cómo los primeros compradores o vendedores potenciales (según estén distribuidas las valoraciones de todos ellos).

*¿Qué diferencia hay entre la ley de oferta y demanda y la ley del precio?

La ley de la demanda establece básicamente que ante un precio mayor la cantidad demandada será menor; la ley de la oferta que ante un precio mayor la cantidad ofrecida será mayor. BB piensa que muchas veces, el análisis directo de curvas de demanda y oferta hacen parecer esto como algo impersonal, por eso prefiere comenzar con los intercambios aislados y luego avanzar hacia mayores grados de complejidad.

-¿Es por estas valoraciones subjetivas por lo que se producen los fuertes vaivenes en el mercado bursátil?

En todos los mercados los cambios se producen por modificaciones en las valoraciones subjetivas de demandantes y oferentes. En el caso de los mercados bursátiles esas valoraciones, basadas en expectativas, son particularmente importantes.

-¿El equilibrio exacto de la oferta y la demanda se refiere a que exista aproximadamente el mismo número de compradores y vendedores en capacidad de negociar?

Solamente en el supuesto (que aplica BB al inicio) de que cada demandante demanda una unidad y cada oferente ofrece una unidad. En general, esto no es así y por eso se considera cuando se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida.

-¿La capacidad y habilidad negociadora de las partes puede llegar a modificar las parejas marginales?

Si, si modifican el margen de sus valoraciones. Tomemos el ejemplo anterior: la negociación determinará si el precio está más cerca de $118 o de $115. Ahora bien, puede haber también un esfuerzo para modificar esa valoración. Digamos que te convenzo que el bien es tan bueno que deberías valorarlo a $125. En tal caso, ahora el precio estará en algún punto entre $115 y $125. Y también puede haber cantidad de otras circunstancias que modifiquen las valoraciones. Lo que la ley del precio dice es que, “dadas” esas valoraciones, el precio estaré en ese rango.

¿El motivo de la ventaja económica de los participantes impone la exigencia de que las parejas de las partes contratantes con mayor capacidad de intercambio deban realizar intercambios, en orden descendente a dicha capacidad? ¿Puede explicar a qué se refiere exactamente?

Del ejemplo anterior: C1 está dispuesto a pagar hasta $250, ¿por qué va a pagar eso si V1 acepta algo más de $80? Digamos que le ofrece $85, pero entonces aparece C2 que ofrece $90, y C3 que ofrece $100. Y así sucesivamente hasta que todas las “pujas” terminan a un precio entre $115 y $118 y todos se llevan el producto querido a un precio más bajo que su valoración. Igual con los vendedores, todos venden a un precio mayor a su valoración.

*En un restaurante una vez elegido, el intercambio es aislado ¿porque no tengo capacidad de negociación? Los precios ya vienen determinados por el vendedor. ¿Puede ser que una vez realizada la elección del restaurante (competencia unilateral de vendedores) ya hiciera mi negociación pasando de un intercambio unilateral de vendedores a un intercambio aislado?

Exacto, eliges el restaurante con alguna idea de los precios que encontrarás. Para el restaurante (y para los clientes) sería costoso y poco eficiente decir, por ejemplo: “venga y negociemos el precio de su comida”. Como consumidor no tendrías mucha idea de cuánto te va a salir, como oferente estarías involucrado en una constante negociación. Parece ser más eficiente para ambos que tú me informas el precio y yo respondo con la cantidad (voy o no voy).

¿hay Bienes que tenga un precio definido o intervenido?

Sí te refieres a precios definidos por el estado, los hay muchos. Por ejemplo, las tarifas de “servicios públicos”, entre otros.

¿Cómo se forman los precios en los mercados? Los alumnos preguntan leyendo a Böhm-Bawerk (I)

Los alumnos de OMMA-Madrid realizan preguntas sobre el texto de Böhm-Bawerk en relación a la determinación de los precios:

* Los supuestos de determinación del precio en el texto son demasiado ideales. Implican un lugar de reunión de compradores y vendedores, unidades idénticas de un mismo bien, invariabilidad de valoraciones… ¿dejan de ser válidas las conclusiones si alguno de los supuestos no se cumple?

No. Un modelo es siempre una simplificación de la realidad que trata de captar y comprender ciertas relaciones fundamentales. Luego, es necesario avanzar removiendo algunos de sus supuestos para acercarnos de a poco a la realidad. Es lo que hace Böhm-Bawerk cuando parte del intercambio aislado y avanza hacia el bilateral. Luego, BB avanza de la consideración de un mercado “pequeño” a uno grande (p. 117).

Dice el autor:

“Por tanto, nuestra formulación de la ley del precio debería expresarse en términos menos personales. No se produce, por supuesto, ningún cambio en el hecho de que la decisión proceda de las valoraciones subjetivas dadas al bien por ambas partes en la actividad del mercado, pues estas valoraciones están expresadas cuantitativamente en las cifras de ‘oferta y demanda’. Pero esas cifras son asignadas, no a personas, sino a cantidades parciales del bien que se está manejando en el mercado. Antes, en nuestra tabla simplificada, la posición máxima en las ofertas de compra hecha por parte de los compradores era ocupada por la ‘valoración de Aa’. Ahora, en nuestra tabla tendremos que ocupar esa posición con todas aquellas valoraciones en una cifra de ‘trescientos dólares por pieza’, no importa quien represente esa valoración en el mercado, no importa qué personas puedan ser las que apliquen esta valoración a la cantidad parcial del bien más urgentemente deseada…. Y ahora la parte que en nuestra fórmula simplificada desempeñaba la valoración de la pareja marginal es representada por las valoraciones subjetivas aplicadas, dentro de las filas de las dos partes del mercado, a la cantidad parcial última del bien que es todavía objeto de una venta consumada, y por la primera cantidad parcial que permanece sin vender. Todo esto no significa que debamos renunciar a la fórmula más breve descriptiva del “último comprador’, etc. Todo lo que se necesita es que, cuando las situaciones del mercado más ricas y complicadas entren en juego, interpretemos ese término de nuestra fórmula queriendo significar las valoraciones del comprador o compradores que adquieren la cantidad parcial última o menos urgentemente deseada del bien que desaparece del mercado por la vía del intercambio.”

Como decía en la clase, la interacción entre vendedor y comprador en una economía mercantil moderna no se da a través de la negociación directa bilateral, sino que se da a través de la reacción de los consumidores y su impacto en las cantidades. La empresa XX “ofrece” un producto a un cierto precio P, y recibe como respuesta una cierta cantidad demandada. Puede hacer ajustes en el margen para saber cómo responden los compradores marginales. A un precio de P-1, ¿cuál es la cantidad demandada? Y, ¿cuál a un precio de P+1? Así van cambiando los compradores marginales.

* El texto afirma por un lado que compradores o vendedores que se añaden o retiran del mercado sólo afectan al precio si tienen un efecto en las parejas marginales. Por otro se admite la validez de la “ley de la oferta y la demanda” ¿Por qué ambas afirmaciones son compatibles? Por ejemplo, si aumenta mucho la oferta, pero a unos precios demasiado elevados para cambiar las parejas marginales eso no debería afectar a los precios. Ídem si aumenta la demanda a precios demasiado bajos.

En la presentación puse este caso (entre otros)

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El precio va a estar entre $118 y $115. Por ejemplo, a un precio de $116, compran C4, C3, C2 y C1, y venden V1, V2, V3 y V4. Se igualan la cantidad demandada y la cantidad ofrecida. En este sentido, nada cambiaría, si agregáramos un Cx: $ 280 y un Cy: $300, como también un Vx: $ 75 y un Vy: $70. En ese caso tendríamos 6 que compran y 6 que venden, también a un precio entre $115 y $118. Quiere decir que estos nuevos compradores y vendedores no afectan el precio, sino que son las parejas marginales que lo hacen.

 

Un «amigo» de Marx lo critica, dice que la plusvalía no puede explicar el origen del capitalismo

Hay economistas que aun hoy sostienen la teoría del valor trabajo y que los precios de equilibrio serían, en definitiva, determinados por las cantidades de trabajo socialmente necesarias para producirlos. Es curioso, porque Eugen von Böhm-Bawerk demolió esa teoría hace más de 100 años. En uno de sus trabajos al respecto (Karl Marx y la Conclusión de su Sistema), publicado en 1896 repasa y amplía su análisis desarrollado antes en otras publicaciones.

Bohm Bawerk

Allí presenta un argumento, entre otros, en palabras de Werner Sombart, un economista y sociólogo con bastante simpatía hacia Marx, pero que no puede evitar señalar los problemas del argumento basado en que la “plusvalía” proviene de la porción variable (trabajo) del capital y no de la constante (maquinarias e insumos). Dice Sombart, citado por Böhm-Bawerk:

“El crecimiento nunca ha ocurrido y ocurre en la forma descripta. Si lo fuera se lo encontraría en operación en el caso de una rama nueva de los negocios. Si esta idea fuera cierta, al considerar el avance histórico del capitalismo, uno tendría que pensar que ocuparía primero aquellas esferas en las que el trabajo vivo preponderara y donde, por lo tanto, la composición del capital estuviera por debajo del promedio (poco capital constante y mucho variable), pasando luego lentamente hacia otras esferas, según el grado en que los precios en esas primeras esferas como consecuencia de la sobreproducción. En una esfera que tuviera una preponderancia de medios (materiales) de producción sobre el trabajo vivo, el capitalismo habría conseguido al comienzo una ganancia tan baja, estando limitado a la plusvalía creada por el individuo, que no hubiera tenido incentivo para ingresar en esa esfera. Pero la producción capitalista en el origen de su desarrollo histórico ocurre aun en cierta medida en ramas de la producción de esta última condición, minería, etc. El capital no tendría razón para dejar una esfera de circulación en la cual esté prosperando, hacia una esfera de producción donde no tuviera la expectativa de una ganancia ‘normal’ existente en la actividad comercial previa a toda producción capitalista.”

“En todos los tiempos, más bien temprano que tarde, los capitales se trasladan desde una esfera de producción a otra, siendo la principal causa de ello la desigualdad en las ganancias. Pero esta desigualdad muy seguramente no proviene de la composición orgánica del capital, sino de alguna causa vinculada con la competencia. Aquellas ramas de la producción que hoy florecen más que otras son precisamente aquellas con capital de muy alta composición, como la minería, las empresas químicas, cervecerías, molinos, etc.”

Concluye Böhm-Bawerk:

“Estos comentarios proveerán material para muchas inferencias contra la teoría marxista. Por el momento presento solamente una directamente vinculada con el argumento que es objeto de nuestra investigación: la ley del valor que, se concede, debe renunciar su supuesto control sobre los precios de producción en una economía donde la competencia se encuentra en plena fuerza, no ha ejercido nunca y tampoco nunca lo podrá una influencia real aún en las condiciones primitivas (del capitalismo).

En resumen: ¿cómo puede haberse desarrollado el capitalismo y la revolución industrial si se obtuviera más valor excedente cuanto más trabajo se contratara y no más maquinarias y equipos? En verdad, la inversión en capital es para hacer al trabajo más productivo, para gastar menos esfuerzo por unidad de producto producida, no más. Al hacer al trabajo más productivo, tiende a ser mejor remunerado: los precios de los productos tienden a reducirse, los salarios tienden e incrementarse. La inversión de capital explica el enorme crecimiento de la riqueza desde la llegada del capitalismo y la revolución industrial.

 

La ley básica de determinación del precio y el gráfico de la oferta y la demanda

En general, todos utilizamos el gráfico de las curvas de oferta y demanda para explicar en las clases la formación de los precios en el mercado. Es, seguramente, el gráfico de mayor utilidad que exista en la disciplina y facilita la compresión de esos conceptos. Pero hay que tener claro que se trata de una simplificación y, como tal, de un primer paso para comprender todo el proceso que involucra las conductas de compradores y vendedores.

Al respecto comenta Böhm-Bawerk (“La ley básica de la determinación del precio”, La Teoría Positiva del Capital: http://library.mises.org/books/Eugen%20von%20Bohm-Bawerk/The%20Positive%20Theory%20of%20Capital.pdf

Bohm Bawerk - Positive Theory of Capital

Luego de explicar la formación del precio a partir de la interacción de las valoraciones subjetivas, tanto sea de un comprador y un vendedor en un intercambio aislado, como en el más corriente de múltiples compradores y vendedores, y en este caso la relación entre las valoraciones particulares de cada uno de ellos y de qué forma influyen en la formación del precio, sobre todo las de las que denomina “parejas marginales”, aquellos que son los “últimos” en poder realizar un intercambio o los “primeros” que han quedado fuera de esa posibilidad, comenta:

“…Muchos economistas están acostumbrados a emplear en sus exposiciones símbolos matemáticos que les permiten representar situaciones complejas por medio de fórmulas simples. Esto se aplica incluso a economistas que no son partidarios de presentar la ciencia económica de manera matemática. Por ello, cuando los compradores y vendedores hacen valoraciones continuamente cambiantes –hacia arriba o hacia abajo- y estas valoraciones representan ofertas de compra o de venta de cantidades parciales de un bien de mercado, existe una predilección especial a representarlas por medio de curvas ascendentes o descendentes y de indicar, por medio de sus puntos de intersección, la situación del precio que las ofertas competitivas basadas en estas valoraciones están en proceso de desarrollar. Aunque pueda considerarse este método perfectamente aceptable, sigo considerando dudosa la inevitable supresión del punto de vista subjetivo y personal del proceso que hemos expuesto.”…

“Oferta y demanda han sido desde el principio una jerga demasiado amplia y vaga. Ha sido lo suficientemente amplia como para incluir por implicación los conceptos correctos que connotaban; han sido lo suficientemente vagas como para excluir cualquier sujeción a la precisión, y dejar todo tipo de dudas, ambigüedades y errores.”…

“Porque sin la concepción global de todo el problema que se hizo posible solamente a través de la teoría del valor subjetivo, era demasiado fácil desviarse y llegar a interpretaciones y formulaciones incorrectas. Oferta y demanda se concebían demasiado mecánicamente como meras cantidades. E incluso, cuando se hizo habitual tener en cuenta su “intensidad”, esta intensidad era erróneamente atribuida a toda clase de causas dispares y secundarias, simplemente a causa de la ignorancia todavía imperante del factor motivante esencial que se encuentra en las valoraciones subjetivas.”…

“Mi opinión es que el problema encuentra solución si introducimos dentro del marco tradicional el pensamiento sencillo de que el precio es completa y enteramente el producto de las valoraciones subjetivas de los hombres. Este pensamiento explica de la manera más simple y unificada por qué la gente ofrece un bien a la venta o desea comprarlo, explica la intensidad con que hacen esto, la insistencia con que a veces persisten en ofrecer o exigir bienes, así como también la facilidad y rapidez con que otras veces cesan de hacerlo.”

Este texto es de 1891. Uno más actual, por ejemplo N. Gregory Mankiw “Principles of Economics” no existe ninguna mención explícita a la “subjetividad del valor” y entre los determinantes de la demanda individual se mencionan:

  • El precio del bien: en verdad sería la utilidad marginal (subjetiva) del dinero que se va a entregar a cambio de un bien o servicio.
  • Ingreso: igualmente relacionado con la utilidad marginal (subjetiva) del dinero y de la asignación del tiempo entre trabajo y ocio.
  • Precio de bienes relacionados (substitutos o complementarios), también resultado de las valoraciones subjetivas.
  • Gustos: estos sí son claramente subjetivos
  • Expectativas: también.

Hay algo de circularidad en el razonamiento, ya que comenzamos con la conducta de compradores (demanda) y vendedores (oferta) para entender el precio, pero éstas a su vez dependen de otros precios (el del bien, salarios, otros bienes).

Otras preguntas sobre la determinación del precio

Otras preguntas de los alumnos de Omma (España), a partir de la lectura de Böhm-Bawerk sobre la determinación de los precios.

Bohm Bawerk

¿Implica este mecanismo de determinación del precio que estamos dando un valor (cardinal) a la utilidad marginal?

No, ordenamos nuestras preferencias, pero no les damos valores cardinales. Ninguno de nosotros pensamos, por ejemplo, que prefiero este jamón 3,65 veces más que este otro, sino que preferimos uno a otro. Luego, enfrentados con los precios, es probable que estemos dispuestos a pagar por uno 3,65 veces más que por el otro, pero recordemos que nuestra valoración tiene que ser superior al precio para que hagamos la transacción, por lo que nuestra valoración será superior pero no podemos decir cuánto.

             ¿Cómo es posible que ambas partes ganen siempre si existe trabajos indignos y con unas condiciones insalubres en paises como el tercer mundo?

SI el intercambio es voluntario es porque ambas partes ganan. Pongamos el peor de los ejemplos: una persona gana 1 euro al mes. Viene una empresa y quiere contratarlo. Tiene que ofrecerle algo mejor para que cambie de ocupación, digamos 2 euros al mes. Si la otra parte acepta esta oferta es que su utilidad marginal es mayor, si no la rechazaría. Todo intercambio voluntario implica que las dos partes ganan, si no alguna lo rechazaría. Dadas las circunstancias, claro. A ninguno de nosotros nos parece bueno un sueldo de 2 euros, pero hay que verlo en el marco de las alternativas. Por eso, si esta persona no tiene ninguna alternativa, esa oferta significa un 100% de mejora. Y si tiene otras opciones (100 o 1000 euros al mes) entonces preferirá alguna de ellas.

¿La esclavitud es un intercambio dónde ganan las dos partes?

Los intercambios son voluntarios, excluyen el uso de la fuerza. La esclavitud es el uso de la violencia y la violación del derecho de propiedad que alguien tiene sobre sí mismo.

             ¿Es posible conocer las valoraciones subjetivas de los vendedores y compradores y obtener ventaja de ello?

Hablemos de esto en la clase. No es posible. Nadie entra a un comercio diciendo cuánto está dispuesto a pagar. El vendedor no sabe eso. Esto explica ciertas estrategias de las empresas para que los consumidores se clasifiquen ellos mismos. Por ejemplo: una marca de jeans ofrece sus productos en EL Corte Inglés, pero luego otros (dirigidos a consumidores con una utilidad marginal más baja) en un “outlet”. Una compañía aérea cobra más caro un pasaje en día de semana por dos días porque asume que es un hombre de negocios que valora ese vuelo más, pero luego más barato en el fin de semana porque asume que es gente de paseo.

  1. En que se basa la creencia de que las curvas de oferta y demanda definen el precio?

Bueno, no es una creencia, es una teoría que busca explicar la realidad, y lo hace.

  1. Siendo las valoraciones subjetivas el origen del precio, que sentido tiene hablar de precio de equilibrio al que el mercado tiende?

Porque es el precio que tiende a igualar la cantidad ofrecida con la cantidad demandada, y cuando esto no sea así el cambio en el precio indicará que hay que modificar las decisiones. Esto va guiando el consumo y la producción de todos los bienes y servicios.

Como dice el profesor Huerta de Soto, si en estos modelos interviene la “función empresarial”, ¿el resultado de los 4 casos podría ser diferente del planteado? Por ejemplo en los casos de competencia unilateral puede ocurrir que surja algún tipo de colaboración o pacto entre compradores o vendedores (según el caso) para obtener una ganancia a costa de la otra parte.

Ha habido en la historia intentos de establecer tanto sea “carteles” de vendedores como “carteles de compradores”, para obtener un precio más alto en el primer caso y otro más bajo en el segundo. Nunca han perdurado por largo tiempo, hay fuertes incentivos a que se derrumben, porque a cada vendedor, por ejemplo, le conviene que todos los demás vendedores restrinjan su producción para que el precio sea más alto, pero a él le conviene aumentarla a ese precio mayor. Es imposible mantener la disciplina, a menos que la imponga el Estado.

Cuando un bien se intercambia en los mercados de los casos 1, 2 y 3 (aislados o con competencia unilateral), habrá una gran diversidad de precios, ¿no hay un precio de mercado único?

No, siempre se llega a un precio, ya que si hay un bien en venta habrá un proceso de competencia entre vendedores, o entre compradores, hasta que la cantidad demandada sea igual a la cantidad ofrecida.

Preguntas sobre el análisis de Böhm-Bawerk y la determinación del precio

Los alumnos de Omma (España) leyeron a Böhm-Bawerk sobre la determinación del precio y realizan unas muy interesantes preguntas. BB comienza desde el caso de un intercambio unilateral entre dos individuos para considerar cómo a partir de sus utilidades marginales (representadas ahora por su voluntad a pagar o recibir un cierto monto en dinero) alcanzan un acuerdo de intercambio, mutuamente beneficioso, y establecen una relación de intercambio que llamamos “precio”. Luego pasa al caso de un comprador y muchos vendedores; de un vendedor y muchos compradores, para llegar al caso de la competencia bilateral, donde hay muchos compradores y vendedores. El precio se irá modificando hasta que se iguale la cantidad demandada con la cantidad ofrecida. Tanto compradores como vendedores tienen distintas valoraciones, BB muestra que son los “pares marginales” lo que finalmente se vuelven compradores o vendedores a un cierto precio pero no a otro inferior o superior, los que establecen el precio en el mercado. Aquí algunas preguntas:

Bohm Bawerk

– ¿Cómo aplicaría el modelo explicativo de la competencia bilateral a una situación que no sea explícitamente una subasta, como un supermercado?

Tenemos que imaginar una “subasta” virtual y diferente. En la subasta más conocida, el vendedor ofrece el bien (cantidad) y los compradores compiten por el precio hasta que se igualan cantidad ofrecida (muchas veces 1) y cantidad demandada (queda sólo un comprador). En el caso del supermercado es al revés: ofrece un precio y luego los compradores responden por cantidad (el volumen de ventas; si este es bajo hay que bajar el precio, si es alto, hay que subirlo)

– Afirma que “los competidores excluidos pueden aumentar la cantidad de bien cambiada en el mercado, pero no son un factor que gobierne la determinación del precio.” ¿De qué modo los competidores excluidos aumentan la cantidad de bien cambiada?

Aumenta la cantidad de bienes intercambiados, pero no cambia el precio. El tamaño del mercado es mayor, con muchos más intercambios entre los compradores y vendedores con mayor capacidad de cambio.

–              En un mercado en el que participan diez mil agentes, ¿cómo se mueve la información sobre las valoraciones subjetivas de cada uno? ¿No se fraccionaría el mercado? Podría ocurrir que se formaran 10 mercados de mil agentes, en vez de uno de 10 mil, resultando en transacciones distintas.

Ya veremos esto cuando analicemos el caso de los bienes sustitutos. Por supuesto que es posible que esto ocurra, pero querrá decir que los compradores “subjetivamente” consideran a esos bienes distintos, y por lo tanto, se generan mercados diferentes. Nueva información por parte de los agentes puede cambiar la percepción si los bienes son parte de un mismo mercado, o difieren en algo (que puede ser hasta su ubicación geográfica) y generan entonces mercados diferentes.

–              Las valoraciones subjetivas de los agentes pueden ir variando según pasan tiempo en el mercado, no son fijas. ¿Puede darse el caso de que no se llegue nunca a un equilibrio porque haya siempre oscilaciones en las valoraciones subjetivas?  

Exacto, eso es precisamente lo que sucede, el mercado está en permanente movimiento porque se modifican las valoraciones subjetivas, pero siempre existe una tendencia hacia ese equilibrio. Aquí es donde aparece la figura del emprendedor, tanto sea promoviendo esos cambios como luego ajustando el mercado a los cambios que se han producido. Los emprendedores “sacuden” al mercado en todo momento, pero también lo mueven hacia un equilibrio que nunca se alcanza, por eso hablamos de la necesidad de estudiar el “proceso de mercado”.

En el caso de la competencia bilateral, ¿porque se fija un mismo precio para todos, si hay una serie de compradores dispuestos a pagar más?

Ellos no van a pagar más, si pueden pagar menos. Y si ofrecen un precio de compra mayor, entonces tendrán muchos oferentes compitiendo entre sí para vender. Esto los llevará a ofrecer precios más bajos, que esos compradores (aunque dispuestos a pagar más) van a aprovechar.

No entiendo muy bien el proceso de fijación de precios (para evitar el regateo continuo, la barra de pan vale 50 centimos por ej).

La fijación de un precio por parte del vendedor le ahorra costos de transacción, aunque tiene un costo a su vez. Empecemos por el primero: te imaginas que si un panadero o un supermercado tuviera que negociar con cada cliente perdería un tiempo precioso. Si, en cambio, fija un precio, ahorra esas negociaciones costosas. Es claro ver esto, en países “menos desarrollados”, encontramos muchas veces mercados poco organizados donde el regateo es la norma, pero son oferentes pequeños (por ejemplo artesanías en la plaza de Maraquesh).

Por otro lado, la imposibilidad de negociar uno a uno impide obtener el mejor precio que iguale las utilidades marginales en cada caso. Es decir, mi óptimo como vendedor es tratar de alcanzar el mayor precio que “cada” comprador está dispuesto a pagar (lo cual no es sencillo porque el comprador regatea conmigo pero luego puede ir a regatear con otros). Esto es, tal vez entró al supermercado un comprador que estaba dispuesto a pagar 90, pero mi precio era de 50. El problema es de información, y que no sé quién está dispuestos a pagar cuánto.

-­‐¿Una pareja marginal en el mercado de valores puede ser un ejemplo de cómo tan pocas personas y con tan poca importancia puedan modificar el mercado?

No, ellas ni siquiera saben que están determinando el rango de precio, solamente no son compradores a un precio más alto, y los otros no son compradores a un precio más bajo. Pero esa “conducta” termina modificando las conductas de otros vendedores o compradores modificando sus precios.