¿La democracia promueve el crecimiento económico? ¿O son las instituciones, el ‘rule of law’?

Si existe una relación determinante entre la democracia y el crecimiento económico es un tema que se ha prestado a una intensa discusión. Hace tiempo ya Robert Barro, profesor de Economía en Harvard, argumentaba que la democracia no necesariamente promueve el crecimiento económico ya que alienta las promesas populistas de redistribución, sino que el respeto a la ley, o Rule of Law, era lo que desataba el crecimiento. Buen tema para discutir.

Desde una perspectiva opuesta a la anterior, tenemos el trabajo reciente titulado “Which Institutions Rule? Unbundling the Democracy-Growth Nexus”, por Vanessa A. Boese y Markus Eberhardt, de la University of Gothenburg, Varieties of Democracy Institute: Working Paper No. 131. February 2022. https://www.v-dem.net/wp.html

“En las últimas dos décadas, los estudios sobre el impacto causal de las «instituciones» y la «democracia» en la prosperidad económica han ocupado una posición destacada en la literatura sobre el crecimiento entre países y dentro de la economía en general. Si bien este cuerpo de trabajo establece un consenso de que las ‘instituciones gobiernan’ (sobre el comercio y la geografía) y que ‘la democracia genera crecimiento’, lo que ha faltado en el debate es un intento de rastrear sistemáticamente algunos componentes básicos tangibles de estos ‘paquetes’ abstractos. impulsando la relación positiva con el desarrollo económico. En este artículo, adoptamos un concepto global de “democracia liberal”, que cubre las instituciones políticas y económicas subyacentes, que desagregamos utilizando los datos jerárquicos desarrollados por el proyecto Varieties of Democracy. Esbozamos cómo los incentivos y las oportunidades, así como la distribución del poder político creado y moldeado por estas instituciones subyacentes, en combinación con la extensión del mercado, forman de manera endógena un «modelo económico para el crecimiento», que probablemente difiera entre países. Además, el aprendizaje político y la institucionalización implican un efecto de crecimiento no lineal del cambio institucional dentro de los países a lo largo del tiempo. Superamos estos desafíos mediante la adopción de un estimador de efectos de tratamiento heterogéneo que permite tendencias no paralelas en el período previo y la selección endógena en el cambio institucional. Nuestros resultados para cada institución subyacente se presentan como una función del «tiempo en tratamiento» y están condicionados a la evolución de las instituciones «rivales», lo que nos permite interpretarlos como carreras de caballos empíricas. Encontramos que la libertad de expresión, las elecciones limpias y las restricciones legislativas sobre el ejecutivo son los principales impulsores institucionales del desarrollo económico a largo plazo. La erosión de estas instituciones, como se vio recientemente en muchos países, puede poner en peligro el efecto de crecimiento perpetuo de convertirse en una democracia liberal que establezcamos para el período posterior a la Segunda Guerra Mundial.”

250 años después seguimos discutiendo el origen de la Riqueza de las Naciones. Un libro recomendado por Mokyr y Acemoglu

Mark Koyama es Associate Professor of Economics en George Mason University. Jared Rubin es Professor of Economics en Chapman University. Entre los dos escribieron el libro How the World Became Rich: The Historical Origins of Economic Growth: https://www.amazon.com/How-World-Became-Rich-Historical/dp/1509540237/ref=sr_1_1?crid=3TAW2S7HYGY7H&keywords=how+the+world+became+rich+the+historical+origins+of+economic+growth&qid=1656097680&sprefix=how+the+world+became+rich%2Caps%2C297&sr=8-1

Es la misma pregunta de Adam Smith acerca del origen de la Riqueza de las Naciones, un tema que seguimos discutiendo hoy, 250 años después, cuando en buena medida, el gran Adam ya nos había dado la respuesta. Así es presentado:

“La mayoría de los humanos son significativamente más ricos que sus antepasados. La humanidad ganó casi toda su riqueza en los últimos dos siglos. ¿Cómo ha sucedido esto? ¿Cómo se enriqueció el mundo?

Mark Koyama y Jared Rubin se sumergen en las muchas teorías de por qué el crecimiento económico moderno ocurrió cuando y donde ocurrió. Discuten teorías recientemente avanzadas arraigadas en la geografía, la política, la cultura, la demografía y el colonialismo. Fragmentos de cada una de estas teorías ayudan a explicar eventos clave en el camino hacia la riqueza moderna. ¿Por qué comenzó la Revolución Industrial en la Gran Bretaña del siglo XVIII? ¿Por qué algunos países europeos, Estados Unidos y Japón se pusieron al día en el siglo XIX? ¿Por qué se tardó hasta finales del siglo XX y XXI para otros países? ¿Por qué algunos todavía no se han puesto al día?

Koyama y Rubin muestran que el pasado puede proporcionar una guía sobre cómo los países pueden escapar de la pobreza. Hay ciertos requisitos previos que todas las economías exitosas parecen tener. Pero tampoco hay panacea. El pasado de una sociedad y sus instituciones y cultura juegan un papel clave en la configuración de cómo puede o no puede desarrollarse.”

Quienes analizan este libro no es que tengan poca experiencia en este mismo tema:

“Un resumen vívido y claro como el cristal de la gran cantidad de investigación compilada en las últimas dos décadas sobre la cuestión más importante de la historia económica. Bien informado, sólidamente anclado en hechos históricos y análisis económicos, este libro es imprescindible para los estudiantes de economía.”

Joel Mokyr, Northwest University

 

“En nuestro momento actual, cuando muchos están preocupados por el futuro del crecimiento del medio ambiente y el planeta, este libro que invita a la reflexión de dos destacados académicos cuenta la historia de cómo y por qué despegó el crecimiento económico y cómo elevó enormemente el nivel de vida. , pero también aumentó la desigualdad y la miseria en el camino. Esta es una lectura obligada para cualquier persona preocupada por el futuro del crecimiento y la pobreza en nuestro planeta”.

Daron Acemoglu, MIT

¿Qué explica el crecimiento económico de Occidente? ¿Porqué se dio allí y no en otro lado?

Con los alumnos de la materia Economía e Instituciones de OMMA-Madrid comenzamos viendo el ya clásico artículo de Douglass C. North y Robert P. Thomas “Una teoría económica del crecimiento del mundo occidental”, (Revista Libertas VI: 10 (Mayo 1989).

Allí, los autores elaboran una teoría sobre el cambio institucional. North recibiría luego el premio Nobel por sus contribuciones en este campo, pero en alguna medida cambió su visión más adelante, particularmente en su libro “Understanding the process of economic change”, donde, en vez de presentar a los cambios en los precios relativos y la población como determinantes de esos cambios hace más hincapié en la evolución de los valores e ideas. Pero aquí, algunos párrafos de este trabajo:

North

“En este artículo nos proponemos ofrecer una nueva explicación del crecimiento económico del mundo occidental. Si bien el modelo que presentamos tiene implicaciones igualmente importantes para el estudio del desarrollo económico contemporáneo, centraremos nuestra atención en la historia económica de las naciones que formaron el núcleo del Atlántico Norte entre los años 1100 y 1800. En pocas palabras, postulamos que los cambios en los precios relativos de los productos y los factores de producción, inducidos inicialmente por la presión demográfica malthusiana, y los cambios en la dimensión de los mercados, dieron lugar a una serie de cambios fundamentales que canalizaron los incentivos hacia tipos de actividades económicas tendientes a incrementar la productividad. En el siglo XVIII estas innovaciones institucionales y los cambios concomitantes en los derechos de propiedad introdujeron en el sistema cambios en la tasa de productividad, los cuales permitieron al hombre de Occidente escapar finalmente al ciclo malthusiano. La llamada «revolución industrial» es, simplemente, una manifestación ulterior de una actividad innovadora que refleja esta reorientación de los incentivos económicos.”

“Las instituciones económicas y, específicamente, los derechos de propiedad son considerados en general por los economistas como parámetros, pero para el estudio de largo plazo del crecimiento económico son, evidentemente, variables, sujetas históricamente a cambios fundamentales. La naturaleza de las instituciones económicas existentes canaliza el comportamiento de los individuos dentro del sistema y determina, en el curso del proceso, si conducirá al crecimiento, al estancamiento o al deterioro económico.

Antes de avanzar en este análisis, debemos dar una definición. Resulta difícil asignar un significado preciso al término «institución», puesto que el lenguaje común lo ha utilizado en formas diversas para referirse a una organización (por ejemplo, un banco), a las normas legales que rigen las relaciones económicas entre la gente (la propiedad privada), a una persona o un cargo (un rey o un monarca), y a veces a un documento específico (la Carta Magna). Para nuestros fines, definiremos una «institución» o una disposición institucional (que es, en realidad, un término más descriptivo) como un ordenamiento entre unidades económicas que determina y especifica la forma en que -estas unidades pueden cooperar o competir.

Como en el caso más conocido de la introducción de un nuevo producto o un nuevo proceso, las instituciones económicas son objeto de innovaciones porque a los miembros o grupos de la sociedad les resulta aparentemente provechoso hacerse cargo de los costos necesarios para llevar a cabo tales cambios. El innovador procura obtener algún beneficio imposible de conseguir con los antiguos ordenamientos. El requisito básico para introducir innovaciones en una institución o un producto es que las ganancias que se espera obtener excedan los presuntos costos de la empresa; sólo cuando se cumple este requisito cabe esperar que se intente modificar la estructura de las instituciones y los derechos de propiedad existentes en el seno de la sociedad. Examinaremos sucesivamente la naturaleza de las ganancias potenciales y de los costos potenciales de tal innovación y exploraremos luego las fuerzas económicas que alterarían la relación de dichos costos y ganancias a lo largo del tiempo.”

Una teoría sobre el cambio institucional (North & Thomas) que luego incluiría el papel de los valores y las ideas

Con los alumnos de la materia Economía e Instituciones de OMMA-Madrid comenzamos viendo el ya clásico artículo de Douglass C. North y Robert P. Thomas “Una teoría económica del crecimiento del mundo occidental”, (Revista Libertas VI: 10 (Mayo 1989).

Allí, los autores elaboran una teoría sobre el cambio institucional. North recibiría luego el premio Nobel por sus contribuciones en este campo, pero en alguna medida cambió su visión más adelante, particularmente en su libro “Understanding the process of economic change”, donde, en vez de presentar a los cambios en los precios relativos y la población como determinantes de esos cambios hace más hincapié en la evolución de los valores e ideas. Pero aquí, algunos párrafos de este trabajo:

North

“En este artículo nos proponemos ofrecer una nueva explicación del crecimiento económico del mundo occidental. Si bien el modelo que presentamos tiene implicaciones igualmente importantes para el estudio del desarrollo económico contemporáneo, centraremos nuestra atención en la historia económica de las naciones que formaron el núcleo del Atlántico Norte entre los años 1100 y 1800. En pocas palabras, postulamos que los cambios en los precios relativos de los productos y los factores de producción, inducidos inicialmente por la presión demográfica malthusiana, y los cambios en la dimensión de los mercados, dieron lugar a una serie de cambios fundamentales que canalizaron los incentivos hacia tipos de actividades económicas tendientes a incrementar la productividad. En el siglo XVIII estas innovaciones institucionales y los cambios concomitantes en los derechos de propiedad introdujeron en el sistema cambios en la tasa de productividad, los cuales permitieron al hombre de Occidente escapar finalmente al ciclo malthusiano. La llamada «revolución industrial» es, simplemente, una manifestación ulterior de una actividad innovadora que refleja esta reorientación de los incentivos económicos.”

“Las instituciones económicas y, específicamente, los derechos de propiedad son considerados en general por los economistas como parámetros, pero para el estudio de largo plazo del crecimiento económico son, evidentemente, variables, sujetas históricamente a cambios fundamentales. La naturaleza de las instituciones económicas existentes canaliza el comportamiento de los individuos dentro del sistema y determina, en el curso del proceso, si conducirá al crecimiento, al estancamiento o al deterioro económico.

Antes de avanzar en este análisis, debemos dar una definición. Resulta difícil asignar un significado preciso al término «institución», puesto que el lenguaje común lo ha utilizado en formas diversas para referirse a una organización (por ejemplo, un banco), a las normas legales que rigen las relaciones económicas entre la gente (la propiedad privada), a una persona o un cargo (un rey o un monarca), y a veces a un documento específico (la Carta Magna). Para nuestros fines, definiremos una «institución» o una disposición institucional (que es, en realidad, un término más descriptivo) como un ordenamiento entre unidades económicas que determina y especifica la forma en que -estas unidades pueden cooperar o competir.

Como en el caso más conocido de la introducción de un nuevo producto o un nuevo proceso, las instituciones económicas son objeto de innovaciones porque a los miembros o grupos de la sociedad les resulta aparentemente provechoso hacerse cargo de los costos necesarios para llevar a cabo tales cambios. El innovador procura obtener algún beneficio imposible de conseguir con los antiguos ordenamientos. El requisito básico para introducir innovaciones en una institución o un producto es que las ganancias que se espera obtener excedan los presuntos costos de la empresa; sólo cuando se cumple este requisito cabe esperar que se intente modificar la estructura de las instituciones y los derechos de propiedad existentes en el seno de la sociedad. Examinaremos sucesivamente la naturaleza de las ganancias potenciales y de los costos potenciales de tal innovación y exploraremos luego las fuerzas económicas que alterarían la relación de dichos costos y ganancias a lo largo del tiempo.”

North & Thomas y un tema central: ¿porqué explotó el crecimiento económico en Occidente y no en otro lado?

Con los alumnos de la materia Economía e Instituciones de OMMA-Madrid comenzamos viendo el ya clásico artículo de Douglass C. North y Robert P. Thomas “Una teoría económica del crecimiento del mundo occidental”, (Revista Libertas VI: 10 (Mayo 1989). Allí, los autores elaboran una teoría sobre el cambio institucional. North recibiría luego el premio Nobel por sus contribuciones en este campo, pero en alguna medida cambió su visión más adelante, particularmente en su libro “Understanding the process of economic change”, donde, en vez de presentar a los cambios en los precios relativos y la población como determinantes de esos cambios hace más hincapié en la evolución de los valores e ideas. Pero aquí, algunos párrafos de este trabajo:

North

“En este artículo nos proponemos ofrecer una nueva explicación del crecimiento económico del mundo occidental. Si bien el modelo que presentamos tiene implicaciones igualmente importantes para el estudio del desarrollo económico contemporáneo, centraremos nuestra atención en la historia económica de las naciones que formaron el núcleo del Atlántico Norte entre los años 1100 y 1800. En pocas palabras, postulamos que los cambios en los precios relativos de los productos y los factores de producción, inducidos inicialmente por la presión demográfica malthusiana, y los cambios en la dimensión de los mercados, dieron lugar a una serie de cambios fundamentales que canalizaron los incentivos hacia tipos de actividades económicas tendientes a incrementar la productividad. En el siglo XVIII estas innovaciones institucionales y los cambios concomitantes en los derechos de propiedad introdujeron en el sistema cambios en la tasa de productividad, los cuales permitieron al hombre de Occidente escapar finalmente al ciclo malthusiano. La llamada «revolución industrial» es, simplemente, una manifestación ulterior de una actividad innovadora que refleja esta reorientación de los incentivos económicos.”

“Las instituciones económicas y, específicamente, los derechos de propiedad son considerados en general por los economistas como parámetros, pero para el estudio de largo plazo del crecimiento económico son, evidentemente, variables, sujetas históricamente a cambios fundamentales. La naturaleza de las instituciones económicas existentes canaliza el comportamiento de los individuos dentro del sistema y determina, en el curso del proceso, si conducirá al crecimiento, al estancamiento o al deterioro económico.

Antes de avanzar en este análisis, debemos dar una definición. Resulta difícil asignar un significado preciso al término «institución», puesto que el lenguaje común lo ha utilizado en formas diversas para referirse a una organización (por ejemplo, un banco), a las normas legales que rigen las relaciones económicas entre la gente (la propiedad privada), a una persona o un cargo (un rey o un monarca), y a veces a un documento específico (la Carta Magna). Para nuestros fines, definiremos una «institución» o una disposición institucional (que es, en realidad, un término más descriptivo) como un ordenamiento entre unidades económicas que determina y especifica la forma en que -estas unidades pueden cooperar o competir.

Como en el caso más conocido de la introducción de un nuevo producto o un nuevo proceso, las instituciones económicas son objeto de innovaciones porque a los miembros o grupos de la sociedad les resulta aparentemente provechoso hacerse cargo de los costos necesarios para llevar a cabo tales cambios. El innovador procura obtener algún beneficio imposible de conseguir con los antiguos ordenamientos. El requisito básico para introducir innovaciones en una institución o un producto es que las ganancias que se espera obtener excedan los presuntos costos de la empresa; sólo cuando se cumple este requisito cabe esperar que se intente modificar la estructura de las instituciones y los derechos de propiedad existentes en el seno de la sociedad. Examinaremos sucesivamente la naturaleza de las ganancias potenciales y de los costos potenciales de tal innovación y exploraremos luego las fuerzas económicas que alterarían la relación de dichos costos y ganancias a lo largo del tiempo.”

North y Thomas sobre la teoría del cambio institucional y las razones del crecimiento de Occidente

Con los alumnos de la materia Economía e Instituciones de OMMA-Madrid comenzamos viendo el ya clásico artículo de Douglass C. North y Robert P. Thomas “Una teoría económica del crecimiento del mundo occidental”, (Revista Libertas VI: 10 (Mayo 1989). Allí, los autores elaboran una teoría sobre el cambio institucional. North recibiría luego el premio Nobel por sus contribuciones en este campo, pero en alguna medida cambió su visión más adelante, particularmente en su libro “Understanding the process of economic change”, donde, en vez de presentar a los cambios en los precios relativos y la población como determinantes de esos cambios hace más hincapié en la evolución de los valores e ideas. Pero aquí, algunos párrafos de este trabajo:

North

“En este artículo nos proponemos ofrecer una nueva explicación del crecimiento económico del mundo occidental. Si bien el modelo que presentamos tiene implicaciones igualmente importantes para el estudio del desarrollo económico contemporáneo, centraremos nuestra atención en la historia económica de las naciones que formaron el núcleo del Atlántico Norte entre los años 1100 y 1800. En pocas palabras, postulamos que los cambios en los precios relativos de los productos y los factores de producción, inducidos inicialmente por la presión demográfica malthusiana, y los cambios en la dimensión de los mercados, dieron lugar a una serie de cambios fundamentales que canalizaron los incentivos hacia tipos de actividades económicas tendientes a incrementar la productividad. En el siglo XVIII estas innovaciones institucionales y los cambios concomitantes en los derechos de propiedad introdujeron en el sistema cambios en la tasa de productividad, los cuales permitieron al hombre de Occidente escapar finalmente al ciclo malthusiano. La llamada «revolución industrial» es, simplemente, una manifestación ulterior de una actividad innovadora que refleja esta reorientación de los incentivos económicos.”

“Las instituciones económicas y, específicamente, los derechos de propiedad son considerados en general por los economistas como parámetros, pero para el estudio de largo plazo del crecimiento económico son, evidentemente, variables, sujetas históricamente a cambios fundamentales. La naturaleza de las instituciones económicas existentes canaliza el comportamiento de los individuos dentro del sistema y determina, en el curso del proceso, si conducirá al crecimiento, al estancamiento o al deterioro económico.

Antes de avanzar en este análisis, debemos dar una definición. Resulta difícil asignar un significado preciso al término «institución», puesto que el lenguaje común lo ha utilizado en formas diversas para referirse a una organización (por ejemplo, un banco), a las normas legales que rigen las relaciones económicas entre la gente (la propiedad privada), a una persona o un cargo (un rey o un monarca), y a veces a un documento específico (la Carta Magna). Para nuestros fines, definiremos una «institución» o una disposición institucional (que es, en realidad, un término más descriptivo) como un ordenamiento entre unidades económicas que determina y especifica la forma en que -estas unidades pueden cooperar o competir.

Como en el caso más conocido de la introducción de un nuevo producto o un nuevo proceso, las instituciones económicas son objeto de innovaciones porque a los miembros o grupos de la sociedad les resulta aparentemente provechoso hacerse cargo de los costos necesarios para llevar a cabo tales cambios. El innovador procura obtener algún beneficio imposible de conseguir con los antiguos ordenamientos. El requisito básico para introducir innovaciones en una institución o un producto es que las ganancias que se espera obtener excedan los presuntos costos de la empresa; sólo cuando se cumple este requisito cabe esperar que se intente modificar la estructura de las instituciones y los derechos de propiedad existentes en el seno de la sociedad. Examinaremos sucesivamente la naturaleza de las ganancias potenciales y de los costos potenciales de tal innovación y exploraremos luego las fuerzas económicas que alterarían la relación de dichos costos y ganancias a lo largo del tiempo.”

¿Impulsa el gasto público al crecimiento de la economía? Un estudio de Libertad y Desarrollo dice que no

La idea que el gasto público puede impulsar el crecimiento de la economía es muy común. El Instituto Libertad y Desarrollo de Chile publica un estudio al respecto, disponible aquí: http://www.lyd.org/lyd/TemasPublicos/TP1303GASTOFISCALYCRECIMIENTODELPIB.pdf

Algunas de sus conclusiones:

“EFECTOS DEL GASTO FISCAL EN EL CRECIMIENTO DEL PRODUCTO: EVIDENCIA

Hay una serie de trabajos que analizan el efecto de la política fiscal en el crecimiento económico. Al realizar una recopilación de estudios empíricos recientes se observa que la mayor parte ellos se basan en la experiencia de países desarrollados, debido principalmente a la mayor disponibilidad de información. Sin embargo, se encontró también evidencia para países en desarrollo, dando cuenta que, por las diferentes características de los mismos, el impacto del gasto fiscal podría tener diferentes resultados en términos de dirección y magnitud.

Los resultados de los diversos estudios empíricos dan cuenta que el efecto de un incremento del gasto fiscal depende de varios factores: en primer lugar, existe una diferencia de efectos en economías desarrolladas versus aquellas en vías de desarrollo. Mientras en las primeras hay evidencia de un efecto positivo (aunque pequeño), en las segundas no lo hay, e incluso podría ser negativo. En segundo lugar, es importante el régimen cambiario, puesto que aquellas economías con tipo de cambio flexible no presentan efectos en el producto. Tercero, la apertura comercial también determina el efecto en el crecimiento del producto de una política fiscal expansiva: a mayor apertura, el impacto del mayor gasto fiscal puede ser negativo. Finalmente, el nivel de deuda también podría afectar negativamente, al menos en tramos de deuda mayores al 60% del PIB.

Chile es un país en vías de desarrollo, con tipo de cambio flexible, con gran apertura comercial y con un nivel de deuda que está creciendo. Por lo tanto, un incremento de gasto de gobierno, en nuestro caso, estaría lejos de lograr el efecto de mayor crecimiento del producto. Es más, podría generar precisamente el efecto contrario.

Veamos qué dice la evidencia local al respecto. El trabajo de Cerda et. al (2005) utiliza la metodología de VAR estructural (SVAR) con datos para Chile para el período 1986-2001. Sus estimaciones muestran que un shock de gasto fiscal tiene un efecto negativo en el PIB sólo durante el primer trimestre, con una magnitud pequeña (-0,3%). Luego, los efectos sobre el PIB no son significativos. Es decir, no se registra evidencia que la política fiscal expansiva sea reactivadora del crecimiento económico. Siguiendo el trabajo de Cerda (2005), realizamos una nueva estimación, con datos que cubren entre el primer trimestre de 1990 y el tercer trimestre de 2016. A partir del modelo SVAR estimado, el siguiente gráfico presenta la función impulso respuesta para un incremento (shock) del crecimiento del gasto público de 1 punto porcentual.

El resultado salta a la vista: el impacto del incremento del gasto fiscal es cero en el crecimiento del producto, lo que refuta la idea que podría ayudar a reimpulsar el aletargado dinamismo que exhibe actualmente nuestra economía.”

Democracia y crecimiento económico: ¿la democracia promueve el crecimiento o lo perjudica? Tema sensible

La relación entre la democracia y el crecimiento económico es discutida desde hace tiempo, al menos en espacios en los que se permiten algunas ideas que parezcan “políticamente incorrectas”, ya que lo correcto sería afirmar de entrada que la democracia promueve el crecimiento, ¿cómo va a ser de otra forma?

Pues bien, un reciente paper, enfocado además en América Latina, trata el tema. Se trata de “Explaining the Erosion of Democracy: Can Economic Growth Hinder Democracy?, V-Dem Working Paper 2017:42; cuyos autores son Anibal Pérez-Liñán de la University of Pittsburgh y David Altman de la Pontifical Catholic University of Chile.

Pérez-Liñán, Anibal and Altman, David, Explaining the Erosion of Democracy: Can Economic Growth Hinder Democracy? (March 2017). V-Dem Working Paper 2017:42. Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=2929501

Aquí el resumen del paper:

“El crecimiento económico se ha convertido en uno de los leitmotivs por los que académicos y expertos piden una y otra vez evaluar la perfomance democrática en el tiempo. Si bien gran parte de la literatura postula que el crecimiento económico es positivo para la democracia (por ejemplo, Przeworski et al., 2000), para otros estudiosos es una fuerza profundamente desestabilizadora (por ejemplo, Olson, 1963; Huntington, 1968).

Este documento completa estas opiniones contrastantes preguntando si el crecimiento económico puede socavar la competencia democrática. La hipótesis es que la relación entre el crecimiento económico y la competencia partidaria está mediada por la fuerza de las instituciones políticas y la libre expresión. El crecimiento económico promueve la ventaja de la incumbencia. Los gobernantes pueden ampliar artificialmente esta ventaja reduciendo el espacio para la cobertura negativa y las voces disidentes, siempre y cuando tengan espacio político para maniobrar. Apalancamos el crecimiento exógeno de América Latina para probar este argumento.

En las dos últimas décadas, la región experimentó un crecimiento acelerado como resultado de un auge mundial de los productos básicos. Utilizando datos para 18 países latinoamericanos durante este período, mostramos que un crecimiento económico más rápido condujo a aumentos significativos en la ventaja de incumbencia en la legislatura sólo donde la libertad de expresión fue atacada. Nuestros resultados tienen importantes implicaciones para las literaturas sobre democratización, recursos naturales y voto económico.”

Douglass North (1920-2015): una evolución hayekiana sobre el origen y desarrollo de las instituciones

Con los alumnos de la materia “Economía e Instituciones” de OMMA Madrid vemos el aporte de Douglass North, economista e historiador, quien recibiera el Premio Nobel en Economía en 1993 junto a Robert Fogel, por sus aportes al desarrollo de lo que ahora se denomina “Economía Institucional”. North falleció recientemente, el 23 de Noviembre de 2015.

North

North, quien comenzara con una aproximación claramente “neoclásica” y economicista sobre el origen de las instituciones, basando su análisis en modificaciones “exógenas” a los incentivos económicos existentes en la sociedad, evolucionó hacia una visión que enfatiza el papel de las ideas, acercándose así a la visión clásica tradicional que sostuvieran Mises, Hayek y Milton Friedman. Veamos, por ejemplo, de su artículo con Robert Thomas, publicado originalmente en The Economic History Review, de 1970  y luego en castellano en Libertas 10: “Una teoría del crecimiento del mundo occidental”:

“En este artículo nos proponemos ofrecer una nueva explicación del crecimiento económico del mundo occidental. Si bien el modelo que presentamos tiene implicaciones igualmente importantes para el estudio del desarrollo económico contemporáneo, centraremos nuestra atención en la historia económica de las naciones que formaron el núcleo del Atlántico Norte entre los años 1100 y 1800. En pocas palabras, postulamos que los cambios en los precios relativos de los productos y los factores de producción, inducidos inicialmente por la presión demográfica malthusiana, y los cambios en la dimensión de los mercados, dieron lugar a una serie de cambios fundamentales que canalizaron los incentivos hacia tipos de actividades económicas tendientes a incrementar la productividad. En el siglo XVIII estas innovaciones institucionales y los cambios concomitantes en los derechos de propiedad introdujeron en el sistema cambios en la tasa de productividad, los cuales permitieron al hombre de Occidente escapar finalmente al ciclo malthusiano. La llamada «revolución industrial» es, simplemente, una manifestación ulterior de una actividad innovadora que refleja esta reorientación de los incentivos económicos”.

Y veamos ahora su visión en 2003, en un artículo publicado por Cato Institute: “Instituciones, ideología y desempeño económico”: http://www.elcato.org/instituciones-ideologia-y-desempeno-economico

“El argumento central de este ensayo es que las instituciones, junto con la ideología, dan forma al desempeño económico. Las instituciones afectan el desempeño económico al determinar (junto con la tecnología usada) el costo de transacción y de producción. Las instituciones se componen de reglas formales, restricciones informales, y características del cumplimiento de éstas. Mientras que las reglas formales pueden cambiarse de la noche a la mañana por la comunidad, las restricciones informales cambian muy lentamente. Ambas son moldeadas en última instancia por las percepciones subjetivas de la gente sobre el mundo que los rodea; a la vez, estas percepciones determinan opciones explícitas entre las reglas formales y las restricciones informales evolutivas. En las secciones siguientes desarrollaré esta estructura analítica, la cual utilizaré para diagnosticar el desempeño contrastante de las economías occidentales de mercado con las del tercer mundo y con las economías socialistas.”

Más sobre North & Thomas, las instituciones y el crecimiento de Occidente

UNA TEORIA ECONÓMICA DEL CRECIMIENTO DEL MUNDO OCCIDENTAL

RESUMEN

El texto busca explicar el crecimiento económico sostenido de Europa occidental desde el siglo XVIII a la fecha. Teniendo presente dos ciclos económicos malthusianos (siglo XII a siglo XIV y del siglo XV al siglo XVII) se presenta una teoría en la cual el tercer ciclo malthusiano es roto por la innovaciones institucionales que se presentaron a inicios del siglo XVII y se implementaron de manera correcta a finales del mismo siglo. Definiendo una innovación institucional como aquel acto aprobado gubernamentalmente que busca ampliar la probabilidad de aumentar las ganancias en el inicio de una actividad empresarial, y con esto el crecimiento comercial, se implementaron medidas institucionales, entre ellas el derecho a la propiedad privada, que aumentaron la productividad e incentivaron desarrollos tecnológicos que incentivaran el sostenimiento de la productividad en el tiempo. De igual manera la apertura de nuevos mercados y el mejoramiento de medios y rutas de transporte aumentaron la actividad comercial de tal manera que la tasa de productividad fue mayor a la tasa demográfica conllevando esto a un rompimiento del ciclo malthusiano y un crecimiento económico sostenido.

North

TEMAS NUEVOS O IMPORTANTES

  1. Me pareció interesante presentar la revolución industrial como consecuencia de la actividad innovadora institucional y la reorientación de los incentivos económicos.
  2. Me pareció novedoso realizar un recorrido por la historia económica de Europa occidental entre 1100 y 1800 teniendo como variables transversal el cambio demográfico.
  3. Me pareció interesante presentar como responsable del rompimiento del sistema feudal, el crecimiento demográfico.

PREGUNTAS

¿Porque no realizar énfasis en lo que significó para Europa occidental desde el punto de vista económico (importación de minerales, productos agrícolas y apertura de nuevos mercados) la conquista de America?. Me parece que el descubrimiento de América significó demasiado en el crecimiento sostenido de la economía Europea, y que tal vez (me arriesgo asegurarlo con mucha probabilidad de no equivocarme) que si esto no se hubiera presentado Europa no hubiera sido capaz sola de romper el ciclo malthusiano que comenzaba nuevamente en el siglo XVIII.

Respuesta: El despegue de crecimiento económico se dio principalmente en Inglaterra a partir de la Revolución Industrial, que tuvo que ver con factores institucionales internos más que con la relación que pudiera tener ese país con sus colonias. De hecho, no hubo ninguna revolución industrial en España, precisamente porque no tuvo ese ordenamiento institucional que permitiera tal desarrollo.

¿Por qué son importantes las innovaciones institucionales para el desarrollo y crecimiento económico?

North & Thomas señalan que son importantes porque permiten el desarrollo de alguna innovación económica o financiera que promueve el crecimiento y el progreso. Sin ellas esas innovaciones no tendrían lugar.

¿Qué otra experiencia fuera de la inglesa podríamos tener en cuenta como casos exitosos de innovaciones institucionales?

Respuesta: Tal vez incluso antes que Inglaterra lo fue Holanda, y por otro lado Venecia y Florencia donde se desarrolló la banca moderna y el comercio.

¿Qué estrategias deben diseñarse para producir los cambios institucionales, tecnológicos y el crecimiento sostenible de la productividad?

Respuesta: Este es un tema enorme, pero habría que comenzar aclarando la pregunta, ¿estrategia de quién? Sospecho que la pregunta está planteada como si se hablara de un país, pero los que actuamos somos individuos entonces, ¿la estrategia para quienes somos profesores, para quienes son empresarios, para quienes somos consumidores, para quienes son gobernantes? Tengo un capítulo completo en el libro sobre “Cambio Institucional”.

¿Existió en este entorno y periodo un espacio para la asociatividad y la solidaridad?

Respuesta: por supuesto, la Iglesia cumplió un papel en ese campo y, además, no toda la asociatividad fue beneficiosa. Los gremios medievales cerraban la puerta a la competencia y la innovación, y la Revolución Industrial se produjo cuando éstos se debilitaron.

¿Esta teoría contradice el maltusianismo? ¿Se puede dar crecimiento económico a la misma escala del crecimiento demográfico?

Respuesta: Exacto, y es lo que ha demostrado la historia de los últimos 250 años. Precisamente cuando escribía Malthus no podía observar a su alrededor que el mundo estaba cambiando aceleradamente, algo que sí había interpretado claramente Adam Smith. Desde entonces el crecimiento económico ha superado al crecimiento poblacional y ha permitido, por lo tanto, un aumento del ingreso per cápita, y de la cantidad de población.

¿Qué hacer con instituciones que se convierten en una externalidad negativa para la sociedad?

Respuesta: cambiarlas, por supuesto. Pero, nuevamente, esto no es sencillo, porque esos cambios benefician a unos y perjudican a otros. North & Thomas dicen que esos cambios se producirán cuando los beneficios superan a los costos.

¿Cómo proponer una teoría que mida y evalué las instituciones gubernamentales y su poder coercitivo?

Respuesta: No se puede medir porque no sabemos cuál es el estándar. Más adelante veremos algo de análisis institucional comparativo. En la práctica, podemos observar a aquellos países que han progresado y analizar cuáles han sido las instituciones que les han permitido hacerlo. Es todo el desafío que planteaba Adam Smith cuando quería descubrir “las causas y el origen de la riqueza de las naciones”.

En la época contemporánea y a la luz de su teoría, ¿cómo se explica el caso de Singapur que es una unidad política pequeña pero tiene una economía basada en el comercio internacional, y es un país altamente desarrollado y con altos niveles de productividad?

Respuesta: Precisamente es un gran ejemplo que lo que determina el progreso de un país no son sus recursos naturales sino sus instituciones. Hace 50 años Singapur tenía el PIB per cápita de Paraguay, hoy debe ser 20 veces superior, porque pudo realizar reformas institucionales que respetaron la propiedad y los contratos y así impulsaron la inversión de capital.

¿Cómo explicaría a la luz de su teoría los casos de las diferencias pronunciadas entre regiones de un mismo país, como la de Sao Paulo y la del nordeste en el Brasil?

Respuesta: No todos los lugares, aun si tuvieran los mismos arreglos institucionales, tienen que tener el mismo nivel de ingresos. Hay más o menos recursos, hay más o menos emprendedores, hay más o menos inversión. En fin, lo cierto es que con buenas instituciones todas las regiones van a tener un mayor progreso en comparación con tener malas instituciones, pero no todas van a ser iguales.

¿En su teoría qué papel juegan la idiosincracia y el conjunto de valores y de creencias del pueblo de una nación para el crecimiento económico, para el desencadenamiento de procesos de innovación e incremento de la productividad cuando cambian las disponibilidades relativas de factores y por ende los precios relativos?

Respuesta: Muy buena pregunta. Douglass North, al menos, modificó su posición tal como aparece en el artículo. En un trabajo posterior (su libro Understanding the Process of Economic Change), plantea que son las ideas y los valores los que determinan en última instancia el progreso. Es decir, que reduce el énfasis en los cambios poblacionales, de recursos, para centrarlo en ese aspecto.