No somos racionales como dice la teoría económica predominante, pero la economía igual explica las consecuencias

En los últimos años han proliferado los análisis basados en la Economía Conductual (Behavioral Economics), mostrando cómo los seres humanos no somos racionales como la teoría económica predominante plantea. A partir de allí se han sugerido todo tipo de regulaciones a los mercados como si quienes regulan no sean tan poco racionales como los demás, o incluso más.

Es el tema que se trata en este artículo en el Journal of European Public Policy: “A behavioral approach to the rational choice analysis of the limits of state action”, por Peter J. Boettke & Christopher J. Coyne, de George Mason University: https://doi.org/10.1080/13501763.2022.2144419

“Algunos economistas argumentan que la ignorancia, las complejidades del mundo real y las fallas del mercado socavan la capacidad de los mercados autorreguladores para operar de una manera que se aproxime a un proceso eficiente. En debates más recientes, los procesos cognitivos, en forma de diversos sesgos, se han convertido en el principal foco de atención analítica. Este documento contradice estas afirmaciones. En lugar de responder redoblando el compromiso con los modelos de elección racional, argumentamos que los individuos que pueblan nuestro modelo son muy imperfectos, al igual que el mundo en el que viven. Los agentes económicos son actores humanos, no computadoras. Poseen creencias y expectativas, esperanzas y miedos y formulan sus propósitos y planes en consecuencia. Se esfuerzan por lograr los fines deseados y hacen lo mejor que pueden con las limitaciones que enfrentan. En el proceso de lucha, las personas confían en las instituciones para hacer frente a su ignorancia, gestionar la incertidumbre y el riesgo y descubrir estrategias de respuesta para lograr sus objetivos. Nuestro análisis enfatiza los procesos de filtrado de arreglos institucionales alternativos que permiten a las personas imperfectas navegar por el mundo.”

Los argentinos con más conocimiento de economía prefieren los mercados y la apertura al comercio

Y parece que es una cuestión de comprensión, de educación nomás. Los argentinos que saben algo más de economía prefieren una economía de mercado abierta y competitiva. Lo analiza en este artículo “The effect of financial literacy on policy preferences: evidence from Argentina”, por Alexandra Petrachkova de la Universidad de California, Los Ángeles, publicado en el International Journal of Public Opinion Research, Volume 34, Issue 3, Autumn 2022, edac021, https://doi.org/10.1093/ijpor/edac021

“En este artículo, estudio el papel del conocimiento económico en las preferencias de política económica. Encuentro que este conocimiento específico del dominio tiene un efecto directo en las actitudes hacia los problemas económicos. Usando evidencia de dos encuestas de 7.565 argentinos, demuestro que las personas que obtienen puntajes más altos en las pruebas de alfabetización financiera y conocimiento económico apoyan más las políticas económicas pro-mercado, como la eliminación de las barreras comerciales y los subsidios, y la integración en el mundo global. mercados financieros. Estos resultados son independientes de los lazos partidistas, el interés propio o la inversión personal en educación financiera.”

David Hume: filósofo, historiador, filósofo político y moral…, y también economista

Conocida es la amistad entre David Hume y Adam Smith y también que se atribuye al primero grandes contribuciones en filosofía, historia, ética o ciencia política, y sobre economía y también ética al segundo. Pero David Hume realizó importantes contribuciones también en economía, tema que se trata en este libro “A philosopher’s economist: Hume and the rise of capitalism”, por Margaret Schabas y Carl Wennerlind, University of Chicago Press, Chicago.

El libro es comentado por Gent Carrabregu de Duke University,

Carrabregu, G. A philosopher’s economist: Hume and the rise of capitalism. Contemp Polit Theory 21 (Suppl 4), 182–186 (2022). https://doi.org/10.1057/s41296-021-00506-9

“David Hume no necesita presentación para los estudiantes de historia de la filosofía. Sus contribuciones a la metafísica, la epistemología y la ética no solo son bien conocidas, sino que también han sido muy apreciadas por muchos filósofos y científicos cognitivos destacados. Además, Hume ha sido aclamado como historiador por su obra The History of England, que durante su vida contribuyó a su fama mucho más que sus escritos puramente filosóficos. Sin embargo, la parte de su obra que ha sido mucho menos valorada son sus aportaciones al pensamiento económico. Aunque su amigo cercano y discípulo filosófico Adam Smith se cuenta entre los padres fundadores de la economía, Hume no ocupa un lugar preponderante en la historia intelectual de la disciplina. Este excelente estudio de Margaret Schabas y Carl Wennerlind tiene como objetivo proporcionar un correctivo muy necesario para este olvido. Lo hace mediante una agenda interpretativa que pretende (1) recuperar las contribuciones de Hume a la economía y (2) situarlas en el centro mismo de su proyecto filosófico. Si bien cumplen con bastante éxito la primera parte de su agenda, y al hacerlo hacen una contribución muy valiosa tanto a los estudios de Hume como a la historia de la economía, la última parte sigue siendo una tarea difícil, a pesar de los admirables esfuerzos de los autores.”

Una introducción (otra más) a la economía desde la perspectiva de la Escuela Austriaca

Muchas veces hay quienes preguntan sobre un libro introductorio de economía, o más precisamente de economía de la Escuela Austriaca. Hay varios, pero he aquí uno nuevo: Action and Choice: An Introduction to Economics, (Springer Texts in Business and Economics) de Walter Block e Iván Jankovich. Block es Harold E. Wirth Eminent Scholar Endowed Chair and Professor of Economics, Loyola University New Orleans, Jankovich es Assistant Professor of Economics at the University of Mary in Bismarck, North Dakota, USA.

https://link.springer.com/book/10.1007/978-981-19-3751-4

Es presentado así:

  • Examina la teoría de los precios escrita puramente desde una «perspectiva austriaca» subjetivista.
  • Explora temas de la economía clásica; costos objetivos y de oportunidad; la indiferencia y la acción humana
  • Libro de texto de estilo fácil de leer libro de texto de teoría económica adecuado para estudiantes macroeconómicos y microeconómicos

Contenidos:

Capítulo 1 ¿Qué es la economía?

Capítulo 2 Intercambio y Demanda

Capítulo 3 Determinación de precio

Capítulo 4 Capital e Intereses

Capítulo 5 Teoría de la producción: precios de los factores

Capítulo 6 El ciclo económico

Capítulo 7 Competencia y Emprendimiento

Capítulo 8 Monopolio y antimonopolio

Capítulo 9 Teoría de la Firma

Capítulo 10 Comercio Internacional

Capítulo 11 Controles de precios

Capítulo 12 Teorías de fallas de mercado

Capítulo 13 Elección pública

Capítulo 14 Economía de los mercados laborales y la distribución

Capítulo 15 Economía política del control de riesgos

La economía explicada a mis hijos: conferencia y una nueva edición del libro, economía y literatura

Adrián Ravier ha sido tan amable de presentar en el blog que tenemos en conjunto (Punto de vista económico), la conferencia que diera el año pasado en el Seminario de Verano del Instituto Juan de Mariana, realizado en Lanzarote, Canarias. Ahora que Unión Editorial ha decidido publicar nuevamente el libro veo que la conferencia es una Buena forma de introducir ese texto, que trata de presentar los principios básicos de la economía a través de textos clásicos de literatura.Economia explicada

Aquí está la conferencia:

https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2016/02/04/la-economia-explicada-a-mis-hijos-video-por-martin-krause/

 

 

Mises define la acción humana, y al hacerlo define fines y medios y de qué que trata la economía

Con los alumnos de Omma Madrid en la materia de Microeconomía leemos a Mises en “La Acción Humana”, capítulo IV donde define precisamente eso que da título a su obra pero, en definitiva, define lo que estudia la economía. Mucha gente cree que los economistas se ocupan de “cosas materiales”, como el dinero o la producción de bienes. Otros, ya economistas, creen que se refiere a decisiones que toma la “sociedad”, como si ésta existiera como un ser con vida propia:

Mises3

“La economía es el estudio de la forma en que las sociedades deciden qué van a producir, cómo y para quién con los recursos escasos y limitados” (Stanley Fischer, Rudiger Dornbusch & Richard Schmalensee, Economía, 2a. edición (Madrid : McGraw-Hill, 1989), pág. 3).

Mises, por el contrario, sostiene que la praxeología (nombre que él daba a la ciencia de la acción humana de la que forma parte la economía)… “no se ocupa propiamente del mundo exterior, sino de la conducta del hombre ante las realidades objetivas. La teoría económica no trata sobre cosas y objetos materiales; trata sobre los hombres, sus apreciaciones y, consecuentemente, las acciones humanas que de ellas se derivan. Los bienes, mercancías, la riqueza y todas las demás nociones de la conducta, no son elementos de la naturaleza, sino elementos de la mente y de la conducta humana. Quien desee entrar en este segundo universo debe olvidarse del mundo exterior, centrando su atención en lo que significan las acciones que persiguen los hombres.”

“La praxeología y la economía no se ocupan de cómo deberían ser las apreciaciones y actuaciones humanas, ni menos aún de cómo serían si todos los hombre tuvieran una misma filosofía absolutamente válida y todos poseyeran un conocimiento pleno de la tecnología. En el marco de una ciencia cuyo objeto es el hombre, víctima con frecuencia de la equivocación y el error, no hay lugar para hablar de nada con ‘vigencia absoluta’ y menos aún de omnisciencia. Fin es cuanto el hombre apetece; medio, cuanto el actor considera tal.

Compete a las diferentes técnicas y a la terapéutica refutar los errores en sus respectivas esferas. A la economía incumbe idéntica misión, pero en el campo de la actuación social. La gente rechaza muchas veces las enseñanzas de la ciencia, prefiriendo aferrarse a falaces prejuicios; tal disposición de ánimo, aunque errada, no deja de ser un hecho evidente y como tal debe tenerse en cuenta. Los economistas, por ejemplo, estiman que el control de los cambios extranjeros no sirve para alcanzar los fines apetecidos por quienes apelan a ese recurso. Pero bien puede ocurrir que la opinión pública se resista a abandonar el error e induzca a las autoridades a imponer el control de cambios. Tal postura, pese a su equivocado origen, es un hecho de indudable influjo en el curso de los acontecimientos. La medicina moderna no reconoce, por ejemplo, virtudes terapéuticas a la célebre mandrágora; pero mientras la gente creía en ellas, la mandrágora era un viene económico, valioso, por el cual se pagaban elevados precios. La economía, al tratar de la teoría de los precios, no se interesa por lo que una cosa deba valer para quien la adquiere; nuestra disciplina analiza precios objetivos, los que efectivamente la gente estipula en sus transacciones; se desentiende totalmente de los pecios que sólo aparecerían si los hombre no fueran como realmente son.”