El conflicto mapuche desde el otro lado de la Cordillera: reporte de una reunión por Libertad y Desarrollo (II)

Con todo lo que está ocurriendo, tal vez sea interesante una visión desde el otro lado de la Cordillera. Libertad y Desarrollo publica un breve informe titulado “EL CONFLICTO EN LA ARAUCANÍA VISTO POR LA SOCIEDAD CIVIL”. Va en dos partes:

FOMENTO PRODUCTIVO

Una de las mayores preocupaciones que existe en La Araucanía es la baja inversión que existe en la región, que la ha convertido en la zona más pobre de nuestro país según datos de la Encuesta Casen 2015. Esta posee el mayor porcentaje de personas en situación de pobreza por ingreso, con una tasa de 23,6%. Al revisar la pobreza muldimensional -que identifica distintas carencias de los hogares y las personas en salud, educación y calidad de vida- existe un 29,2% de personas bajo esta condición, en circunstancias que el promedio nacional es de 20,9%. Así tambien, el crecimiento de la región ha ido cayendo conforme pasa el tiempo.

Esto se aprecia en una disminucion de la actividad económica de -2,7% en el trimestre enero-marzo de 2017, en relación al mismo período de 2016, según el último Indicador de Actividad Económica Regional (INACER) que elabora el INE.

Entre los puntos más importantes por destacar de la propuesta están:

  1. Mejoramiento de la infraestructura

Una de los factores que más inciden en la condición de rezago de La Araucanía es su falta de conectividad. Sin ir más lejos, la novena tiene la mayor cantidad de kilómetros de caminos no pavimentados de Chile (9.565 kms) lo que repercute de modo directo en su economía doméstica y en el proceso productivo. Lo

anterior exige, por tanto, mejorar la infraestrutura disponible.

  1. Incentivos Económicos.

En este punto se hace referencia a entregar ciertos incentivos económicos que atraigan inversión privada a la región. La Araucanía es la región de Chile con menores niveles de inversión extranjera, de ahí la necesidad de buscar el instrumento económico más idóneo a la hora de fomentar la libre iniciativa privada que genere crecimiento, oportunidades y desarrollo para la macro zona sur.

  1. Denominación de Origen.

Se refiere a identificar productos como originarios de un país o región o zona del territorio nacional, cumpliendo con condiciones de calidad del mismo y otras características imputables, como su origen geográfico y otros factores naturales y humanos. Ello podría ser una alternativa atractiva para el desarrollo de productos locales.

  1. Fomentar la exportación de productos autóctonos.

Con esta propuesta se busca dar a conocer en el exterior los productos autóctonos de la zona sur del país y que éstos tengan un valor agregado por medio de un “Sello Araucanía”.

DESARROLLO Y PROMOCIÓN DE LA CULTURA

El promover y dar a conocer la cultura ancestral de nuestros pueblos indígenas es uno de los tópicos más relevantes. Esta debe ser abordada con políticas y programas que la fomenten, para que los chilenos la identifiquen como parte de sus raíces, valorándola y reconociéndola.

La lengua es una de las caracteristicas más importantes para que una cultura se mantenga en el tiempo, pero en Chile, según la encuesta CASEN 2015, actualmente sólo un 10,9% de los mapuches habla y entiende su lengua originaria, el Mapuzungún. Es por esto que es importante seguir desarrollando los incipientes programas que fomentan su enseñanza. Sin embargo, la cultura tiene un sinfín de componentes adicionales a la lengua. En base a esto, se proponen un conjunto de alternativas para promoverla:

  1. Conformar un fondo para la promoción de la cultura mapuche de la mano de un incentivo a la donación para las organizaciones sin fines de lucro que trabajen en temáticas relacionadas con la conservación y fomento de las múltiples expresiones de la cultura indígena.
  2. Impulsar la generación de programas de estudios avanzados en educación intercultural a nivel de pregrado y postgrados a través de programas del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF).
  3. Reconocimiento oficial, protección y validación de la medicina tradicional mapuche, como sistema de salud, garantizando los recursos para la revitalización de los conocimientos, salvaguarda de prácticas y servicios de los especialistas en salud tradicional mapuche.

CONCLUSIONES

El esfuerzo descrito de convocar a más de 16 organizaciones de la sociedad civil de La Araucanía y sus proximidades pretende ser el inicio de un trabajo mayor de acuerdos y coordinación entre gremios y asociaciones, para así avanzar en propuestas de políticas públicas que generen soluciones a la problemática que existe en la macro zona sur.

Como ha demostrado la historia reciente, un enfoque meramente asistencialista o estrictamente punitivo no logrará la paz social ni cimentará las bases para el desarrollo de quienes viven en La Araucanía. Es preciso entonces, abordar simultaneamente las políticas con miras a los tres ejes abordados por las mesas temáticas: Violencia y Seguridad, Fomento Productivo, y Desarrollo y Promoción de la Cultura. De este modo, se ha expuesto un resumen de las propuestas más significativas, de manera de documentar el aporte de la voz de la sociedad civil en una temática que ha adquirido relevancia nacional y que requiere de soluciones urgentes.”

El conflicto mapuche desde el otro lado de la Cordillera: reporte de una reunión por Libertad y Desarrollo (I)

Con todo lo que está ocurriendo, tal vez sea interesante una visión desde el otro lado de la Cordillera. Libertad y Desarrollo publica un breve informe titulado “EL CONFLICTO EN LA ARAUCANÍA VISTO POR LA SOCIEDAD CIVIL”. Va en dos partes:

“El pasado 25 de agosto Libertad y Desarrollo junto a 16 organizaciones de gremios y víctimas de la violencia en La Araucanía dieron forma a un inédito evento cuyo propósito fue el de generar propuestas que abordaran, desde diversas perspectivas, la cada vez más incesante situación de conflicto en La Araucanía y sus proximidades.

Dentro de los múltiples actores involucrados en el dramático escenario que se vive en la macro zona sur del país, parece particularmente relevante escuchar la voz de organizaciones de la sociedad civil, que tienen un diagnóstico y ofrecen una mirada crítica, pero también constructiva, relativa a las políticas públicas, en tres ejes claves. Estos son: 1) violencia y seguridad, 2) fomento productivo para las comunidades indígenas y la región y 3) desarrollo y promoción de la cultura indígena, particularmente la mapuche.

En este marco, fueron catorce las propuestas que emanaron del trabajo en conjunto, las cuales reflejan el intercambio de miradas y posiciones de cada una de las tres mesas temáticas. Parece importante hacer el punto que las propuestas representan la postura de las organizaciones involucradas y no necesariamente se ajustan de modo fidedigno a la visión editorial de Libertad y Desarrollo en la materia, no obstante, existir una importante convergencia entre ambas perspectivas.

A continuación se detallarán las principales propuestas que surgen de la plataforma anteriormente comentada.

VIOLENCIA Y SEGURIDAD

Biobío, La Araucanía y Los Ríos son las regiones que han sido mayormente afectadas por el denominado conflicto mapuche que, día tras día, se vuelve más intenso. Esta zona ha visto durante décadas cómo la paz social se ha ido deteriorando como consecuencia del constante hostigamiento, amenazas, vulneración a la propiedad privada y desafíos a la institucionalidad vigente del Estado, con consecuencias fatales tanto para las víctimas de la violencia como para el desarrollo social de la región.

Esta dinámica de violencia además ha mostrado, especialmente desde marzo del presente año, una mayor intensidad de las acciones realizadas por estos grupos, quienes han radicalizando su accionar y aumentado la cantidad de daños producidos. Entre las propuestas más destacadas, se plantea:

  1. Perfeccionar la Ley Antiterrorista.

Esta propuesta concretamente busca robustecer la figura del testigo protegido, que existe en la ley 20.000 (ley que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas) con el fin de aumentar la cantidad de personas que pudieran entregar información sobre hechos y grupos que han realizados ataques con estas características.

  1. Especialización de las policías: más capacidades, formación e instrumentos.

En este punto se busca aumentar la dotación policial que existe en la zona de conflicto, al tiempo que quienes desempeñen su labor en estos lugares estén preparados para combatir este tipo específico de delito (así como existe el OS9 y el OS7, que exista un segmento especial de la policía que trabaje en la prevención y persecución de este tipo de delitos). Además, se propone dotar con tecnología y equipamiento de alta gama a quienes deben trabajar en esta  zona.

  1. Generar mecanismos de compensación alternativa que reemplacen la entrega de tierras.

La política de entrega de tierras se ha transformado en un instrumento de política pública detonador de la violencia, produciéndose un espiral en el cual a mayor cuantía de tierras entregadas, mayor incremento de la violencia. De ahí que la importancia de no reducir la compensación o reparación a la mera entrega de tierras, puesto que no es necesariamente el mejor mecanismo ni lo que necesita el mapuche de hoy. La alternativa debe generar reales oportunidades de desarrollo y no reducir a los integrantes de las comunidades indígenas a una agricultura de minifundio y comunitaria. Por lo demás, la mayoría de la población mapuche es urbana (74%) y el enfoque de entrega de tierras no da cuenta de las necesidades que tienen en una sociedad moderna.

  1. Eliminar el artículo 20b del fondo de tierra y aguas.

En este artículo se permite el financiamiento de tierras en conflicto debido a asignaciones y transferencias por títulos de merced o reconocidas por títulos de comisario. La propuesta busca terminar con la violencia y el conflicto por medio de la compra directa de tierras. A través de este artículo se genera además un incentivo a la reivindicación sin fin, concibiéndose la demanda por tierras como un derecho expectaticio, puesto que las comunidades pueden subdividirse y requerir tierras de un modo incesante.

Un conflicto con creciente violencia del que se habla y conoce poco por aquí: los mapuches en Chile

Poco se sabe y se comenta en las noticias argentinas, o tal vez en el resto de América Latina, acerca del problema de los mapuches en Chile. El Instituto Libertad y Desarrollo presenta un panorama y comenta las medidas propuestas por el gobierno chileno aquí: http://www.lyd.org/temaspublicos/editora/TP1248INSTITUCIONALIDADINDIGENA.pdf

Algunos párrafos:

INSTITUCIONALIDAD INDÍGENA EN TIEMPOS DE VIOLENCIA

El conflicto en la zona de La Araucanía y sus alrededores se agudiza, develando no sólo una crisis en términos del deterioro del Estado de Derecho, sino que también distorsiones en la representación política de la zona. Grupos radicalizados que monopolizan el discurso público en lo que respecta a la naturaleza reivindicativa de las demandas incurren en la legitimación de la violencia como recurso político, con cierta efectividad, imponiendo la disruptividad de las condiciones de paz social en la zona. Se trata de una voz minoritaria, pero influyente en los espacios de representación, situación que refleja la profunda disociación existente entre la voz real del pueblo mapuche, pacífica y que demanda soluciones alejadas del metarelato reivindicativo para mejorar sus condiciones de vida y la de grupos extremistas que instrumentalizan el carácter de la causa indígena.

Este problema objetivo de representación se agudiza en presencia de una frágil institucionalidad indígena que permite una fácil cooptación de los espacios políticos por parte de aquellas corrientes minoritarias y radicalizadas. Un buen ejemplo de lo anterior fueron las últimas elecciones para conformar el cuerpo de Consejeros Nacionales de la CONADI, proceso no exento de cuestionamientos debido a la baja participación y anomalías en el proceso electoral (al respecto, es necesario mencionar que sólo votaron 24.713 personas de un total de 200.000 inscritos, es decir, un 12%. Dicha cifra representa una disminución del 20% de los votos con respecto a la elección pasada, a pesar de que el padrón aumentó en 30.000 personas este año. Las principales denuncias se relacionan con la falta de información sobre el día de la elección e irregularidades en el padrón electoral).

Consciente -en parte- de esta fragilidad institucional, es que el Ejecutivo ingresó dos mensajes presidenciales que crean un Ministerio de Pueblos Indígenas (boletín 10.526-06) y un Consejo Nacional y los Consejos de Pueblos Indígenas (boletín 10.525-06). Sin embargo, se trata de proyectos que, a pesar de contener avances marginales, reproducen muchas de las falencias en materia de representación al no estar acompañados de un cambio de paradigma en cuanto a política indígena.”

CONCLUSIÓN

“La profundización de la violencia en la zona sur del país ha generado una brecha de representación política y una erosión del Estado de Derecho. Esta situación es en parte generada por la disociación entre el discurso radicalizado de una minoría y los reales anhelos del pueblo mapuche. La respuesta del Gobierno ha sido el establecimiento de un nuevo orden institucional que contempla la creación de un Ministerio de Pueblos Indígenas, un Consejo Nacional y los Consejos de Pueblos Indígenas. Las encuestas nos permiten dilucidar que las necesidades de los mapuches no son radicalmente distintas del resto de los chilenos. De este modo, es necesario que este nuevo orden institucional se haga cargo de un cambio de paradigma, el cual implica poner énfasis en un desarrollo integral de dichos pueblos, otorgándoles herramientas con las que puedan afrontar de mejor manera los desafíos de la sociedad actual.”