Zimbabwe lanza una moneda basada en el oro pero tal vez sólo el metal sea creíble.

El Banco Central de Zimbabwe anunció la creación de una nueva moneda basada en el oro y estableció un cronograma de cambio con la moneda actual, el dólar de Zimbabwe. ¿Porqué sería esta nueva moneda más creíble que las anteriores? No es que el oro por sí genere confianza, es que las reservas del Banco Central estarían formadas por ese metal y otras monedas. Pero algo similar sucedió con el dólar de Zimbabwe y la promesa de mantener la circulación a la par que las reservas duró poco. Sólo generarán confianza si acuñan el metal y permiten su circulación. Metal sí, papeles…., no.

La noticia se comenta en este artículo de la BBC, “Zimbabwe launches new gold-backed currency – ZiG”: https://www.bbc.com/news/world-africa-68736155

Zimbabwe ha introducido una nueva moneda respaldada por oro llamada ZiG; el nombre significa «Zimbabwe Gold».

“Es el último intento de estabilizar una economía que ha ido de crisis en crisis durante los últimos 25 años.

Al presentar los nuevos billetes, el gobernador del banco central, John Mushayavanhu, dijo que el ZiG estaría estructurado y fijado a un tipo de cambio determinado por el mercado.

El ZiG reemplaza al dólar zimbabuense, el RTGS, que había perdido tres cuartas partes de su valor en lo que va del año.

La inflación anual en marzo alcanzó el 55%, un máximo de siete meses.

Los zimbabuenses tienen 21 días para cambiar billetes viejos afectados por la inflación por la nueva moneda.

Sin embargo, el dólar estadounidense, que representa el 85% de las transacciones, seguirá siendo moneda de curso legal y es probable que la mayoría de la gente siga prefiriéndolo.”

¿Qué está pasando? ¿Los bancos centrales quieren tener más reservas de oro?

Sabemos que el FMI no es de proponer o sugerir reformas estructurales y profundas. Sus acuerdos son mas políticos que otra cosa y su condicionalidad busca la supervivencia de sus burócratas. Pero en el área académica son más abiertos. Así es como uno puede encontrar un paper que hable favorablemente del oro, aunque más no sea destacando una leve tendencia de los bancos centrales a tener más oro en sus reservas. Los autores son Serkan Arslanalp y Chima Simpson-Bell, del  FMI y Barry Eichengreen de University of California, Berkeley:

Arslanalp, Serkan and Eichengreen, Barry and Simpson-Bell, Chima, Gold as International Reserves: A Barbarous Relic No More?. IMF Working Paper No. 2023/014, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4351446 or http://dx.doi.org/10.5089/9798400230400.001

“Después de moverse lentamente a la baja durante la mayor parte de las cuatro décadas, las tenencias de oro del banco central han aumentado desde la crisis financiera mundial. Identificamos 14 «diversificadores activos», definidos como países que compraron oro y aumentaron su participación en las reservas totales en al menos 5 puntos porcentuales durante las últimas dos décadas. En contraste con la diversificación de las reservas de moneda extranjera, que ha sido llevada a cabo por los bancos centrales de países avanzados y en desarrollo por igual, los diversificadores activos hacia el oro son exclusivamente mercados emergentes. Documentamos dos conjuntos de factores que contribuyen a esta tendencia. En primer lugar, el oro atrae a los administradores de reservas del banco central como refugio seguro en períodos de volatilidad económica, financiera y geopolítica, cuando el rendimiento de los activos financieros alternativos es bajo. En segundo lugar, la imposición de sanciones financieras por parte de los Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y Japón, las principales economías emisoras de reservas, está asociada a un aumento de la proporción de las reservas del banco central en forma de oro. Existe alguna evidencia de que las sanciones multilaterales impuestas por estos y otros países tienen un impacto mayor que las sanciones unilaterales en la proporción de reservas mantenidas en oro, ya que estas últimas dejan margen para cambiar las reservas a las monedas de otros países que no sancionan.”

¿Es el origen del dinero una decisión del Estado o el resultado de la evolución en el mercado?

Aunque nos parezca un tema demasiado lejos de los problemas monetarios y la inflación de estos días, no es un tema de menor importancia establecer si el origen de la moneda fue una disposición de un gobierno o estado o fruto de la evolución del mercado. Se darán cuenta que la respuesta a esa pregunta va en apoyo de quienes entienden que el mercado debe proveer la moneda o es el estado que lo hace.

En un reciente artículo titulado “Breaking down the bullion. The compliance of bullion-currencies with official weight-systems in a case-study from the ancient Near East” los autores prueban que la moneda es resultado de ese proceso espontáneo. Ellos son Nicola Ia longo de la Universidad de Gottingen, Agnese Vacca de la Universidad de Roma y Luca Peyronel, de la Universidad Libera: https://doi.org/10.1016/j.jas.2018.01.002

“• Se propone un modelo para la identificación de lingotes-monedas.

  • Las propiedades estadísticas de los fragmentos de plata se comparan con las de las balanzas del mismo período.
  • La metodología se basa en Análisis de Distribución de Frecuencias, Análisis de Cuantograma Coseno, Análisis de Correlación y simulaciones de Monte Carlo.
  • Los resultados apoyan la interpretación de hacksilver (pedazos de plata cortados sin forma) como una forma de moneda.

Resumen

En este artículo proporcionamos una visión analítica de una forma específica de moneda-lingote. A través de la comparación de las propiedades estadísticas de diferentes muestras de hacksilver y contrapesos de varios contextos de la Edad del Bronce del Cercano Oriente, el estudio intenta evaluar si se puede esperar que los valores de peso de las monedas en lingotes cumplan con los estándares de peso existentes. Los resultados de los análisis estadísticos en un tesoro de plata de Ebla (Siria) sugieren fuertemente que el hacksilver en el Cercano Oriente de la Edad del Bronce fue moldeado y/o fragmentado para cumplir con los sistemas de peso que estaban en uso en las redes comerciales donde circulado. Los resultados también muestran la posibilidad de cuantificar el nivel de afinidad entre diferentes sistemas de peso. El estudio pretende proporcionar un punto de partida para futuras investigaciones, dirigidas a la identificación de diferentes formas de monedas-lingotes en economías pre y protohistóricas.”

El banco central ruso compra oro; las criptomonedas avanzan: ¿están en retirada las monedas estatales?

Del Mises Wire:

El Bitcoin, el oro y la batalla por el dinero sólido

Doug French

Aquí en los EE.UU. los mercados financieros se están centrando en los mensajes monetarios heréticos del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mientras que políticamente la noticia es que las dos elecciones de Trump para la junta del banco central se han salido de la carrera.

Herman «9-9-9″ Cain y Stephen Moore no pudieron soportar la presión y retiraron sus nombres de la consideración, o sus nombres fueron retirados a través de twitter.  Ambos tenían mucho equipaje, pero lo que tenían en común era que, en su pasado, mencionaban el regreso al patrón oro. Eso es un no-no. Washington está lleno de delincuentes de #metoo, pero los chiflados #goldbugs no están permitidos.

Ese tipo de charla se gana la simpatía de los dos partidos a partir de una disputa seria.

Mientras tanto, Sputnik News informa que Rusia (Vlad y Elvira, el jefe del banco central de Rusia) sigue desechando dólares en favor de la antigua reliquia que tanto desprecia Washington.

Las nuevas compras continúan la tendencia establecida a principios de año, con Rusia comprando la exorbitante cantidad de 31,1 toneladas en febrero, que se suman a las 6,22 toneladas compradas un mes antes. Rusia ha comprado ya unas 55,98 toneladas de oro en los tres primeros meses de 2019, lo que la sitúa en el buen camino para igualar la compra media anual de más de 200 toneladas durante la última mitad de la década.

Uno se pregunta ¿qué traman el Sr. Putin y la Sra. Nabiullina?. Por cierto, la Sra. Nabiullina no es sólo una cara bonita, sino que fue nombrada la mejor Gobernadora de Banco Central de Europa en 2016 por la revista financiera internacional, The Banker, superando a gente como Mario Draghi.

Su compra de oro me hace pensar que ha leído The Bitcoin Standard: The Decentralized Alternative to Central Banking.  No dejes que el título te engañe. Este libro no es de tapa a tapa una adoración a las criptomonedas y un repudio al oro que otros autores intentan meternos en la garganta.  El Dr. Ammous es en realidad un profesor de economía, y nada menos que el autor de «Cisne negro», Nassim Taleb, escribió la introducción.

El Tour de Force del profesor Ammous comienza donde debe: los orígenes del dinero, luego los metales monetarios, la toma del control del dinero por parte del Estado, la preferencia temporal, la teoría del ciclo económico austriaco, el dinero y la libertad y, por último, el dinero digital.  Para aquellos que quieren saber qué diablos es un Bitcoin, puede parecer una larga espera. Los cambios en el dinero no ocurren de la noche a la mañana. Todas sus preguntas sobre Bitcoin se responden en el Capítulo 10. Sin embargo, con una bibliografía cargada de Hoppe, Higgs, Hazlett, Mises, Raico y Rothbard, no salte adelante.

Si no se conociera el título, un lector juraría que el profesor Ammous está defendiendo el retorno al patrón oro:  No es un falso patrón oro de Bretton Woods, sino el verdadero patrón oro antes de la ICM.

El artículo completo en: https://mises.org/es/wire/el-bitcoin-el-oro-y-la-batalla-por-el-dinero-sólido

 

Una noticia monetaria diferente: los suizos van a votar para tener más oro en su banco central

Al fin una noticia diferente en el ámbito de las políticas monetarias en el mundo. Cuando todos los bancos centrales están preocupados en cómo devaluar sus monedas a efectos de (supuestamente) evitar una “deflación”, los suizos estarán votando el próximo 30 de noviembre en referéndum si reforzar o no su sistema monetario con más oro.

Oro

La idea es rechazada, por supuesto, por el banco central suizo, el Swiss National Bank (SNB), y también por el Parlamento, pero los suizos tienen la posibilidad de opinar incluso contra la decisión de sus representantes, a través de mecanismos de democracia directa. No sería la primera oportunidad en que los votantes le han negado algún resultado deseado por los políticos: ya rechazaron la creación de un ejército o la de integrarse al euro.

La consulta contiene en tres puntos básicos:

  1. Prohibir la venta de las reservas de oro al Banco Central de Suiza (SNB).
  2. Repatriar todo el oro suizo que se guarda en el extranjero.
  3. Y reforzar el franco suizo con más oro, elevando las reservas de dicho metal hasta un mínimo del 20% de los activos del SNB.

Si triunfara esta propuesta el SNB perdería cierto poder para manipular su moneda ya que se vería obligado a comprar grandes cantidades de oro hasta alcanzar el 20% de sus activos.

Suiza, al igual que otros muchos países desarrollados (incluida España), ha estado vendiendo sus reservas de oro en la última década pasando del 30% al 10% del total de sus reservas.

El 90% de las reservas sobre el total de activos están conformadas por euros y dólares. Por el lado de los activos, el Banco Nacional de Suiza ha acumulado una gran cantidad de bonos alemanes y Americanos.

Comenta el candidato presidencial norteamericano Ron Paul:

«El pueblo suizo aprecia el esfuerzo de sus antepasados por acumular grandes reservas de oro, una moneda respetada, y construir un sistema bancario sólido e independiente. No quieren ver estos siglos de lucha dilapidados por un banco central. Los resultados de la consulta de noviembre pueden ser un referente, lo que indica cuán fuertes pueden ser los movimientos populares para que la banca central rinda cuentas y regresar a un sistema monetario respaldado en oro», concluye.

David Ricardo y John Stuart Mill sobre las monedas fiduciarias y los bancos centrales

Se denomina a las actuales monedas de todos los países, “fiduciarias”, por no estar respaldadas por nada (oro, plata) que no sea la confianza en quienes las emiten. De hecho, la primera acepción del adjetivo fiduciaria en el Diccionario de la Real Academia dice: “Que depende del crédito y confianza que merezca”.

Por cierto que las monedas metálicas también estaban basadas en la confianza, sobre todo por no depender de la política. Dos economistas clásicos opinan sobre las monedas fiduciarias. En primer lugar David Ricardo, de un artículo titulado “The High Price of Bullion”(1811):

David Ricardo

“Se dice…., que el Banco de Inglaterra es independiente del Gobierno… Pero puede cuestionarse si un banco que presta muchos millones más que su capital y ahorros al Gobierno puede llamarse independiente…. Este es un peligro al que el Banco, dada su naturaleza, es confiable en todo momento. Ninguna prudencia de sus directores podría haberlo evitado… Era en última instancia debido a la estrecha conexión entre el Banco y el Gobierno que la restricción [la suspensión de la convertibilidad de sus billetes por oro metálico] fue necesaria… La única seguridad legítima que el público puede tener contra la indiscreción del Banco es obligarlos a pagar sus billetes con metálico.”

EL otro autor clásico es John Stuart Mill, en su libro Principles of Political Economy (1871):

john_stuart_mill

“Ninguna doctrina de la economía política descansa en fundamentos más obvios que la manipulación de una moneda papel que no se mantenga al mismo valor que la metálica, ya sea por convertibilidad, o por algún principio de limitación equivalente… Todas las variaciones en el valor de un medio circulante son manipulaciones que distorsionan los contratos y las expectativas y la carga de esos cambios hace que todo compromiso pecuniario de largo plazo sea totalmente precario. Grande como sería este inconveniente si dependiera de un accidente (la producción de oro), es mayor cuando está arbitrariamente a disposición de una persona o un grupo de ellas; quienes pueden tener cualquier clase o grado de interés en emitir cuanto [billetes inconvertibles] como sea posible, dando cada uno que se emita una ganancia. Sin agregar que los emisores tienen, y en el caso de billetes gubernamentales siempre tienen, un interés directo en devaluar el valor de la moneda porque es ésa el medio en que se computan sus deudas…. Dicho poder, quienquiera que lo posea, es un mal intolerable.”

Dólar: en el país de los ciegos, el tuerto es rey

Los argentinos no confiamos en nuestra moneda. A la hora de ahorrar pensamos en dólares, y preferimos tener esos billetes verdes aunque no rindan nada o ladrillos (que a su vez coticen en dólares). La explicación de esta conducta tiene que ver con décadas de “políticas monetarias” fracasadas, derivadas, por supuesto, de políticas fiscales que desembocaron en crisis por endeudamiento o inflación, o ambas.

Oro

Ahora bien, los norteamericanos, cuya moneda de todos los días es el dólar, que para nosotros es un refugio, no lo ven así y piensan en el oro o en las propiedades (tanto sea inmobiliarias como acciones). Si bien no han sufrido las catástrofes monetarias que hemos vivido por aquí, razón tienen ya que la política monetaria en los Estados Unidos ha llevado a una pérdida sustancial del poder adquisitivo del dólar, claro que en un período de 100 años, no en unos pocos como suele suceder por aquí. Y además, la desenfrenada emisión de los últimos años no es como para generar confianza, algo que refleja esta encuesta de Gallup: http://www.gallup.com/poll/168554/americans-sold-real-estate-best-long-term-investment.aspx?utm_source=alert&utm_medium=email&utm_campaign=syndication&utm_content=morelink&utm_term=Economy

Cuando se les pregunta cuál es la mejor inversión a largo plazo, el 30% contesta que las propiedades inmuebles, el 24% el oro y también el 24% las acciones (es decir, propiedad sobre empresas). El oro ha estado cayendo y las propiedades y acciones han subido en esos porcentajes pero las inversiones más directamente vinculadas al poder adquisitivo de la moneda como los depósitos a plazo fijo o en cajas de ahorro son preferidos por el 14% y los bonos por el 6% (lo cual parecería mostrar que no le tienen mucha confianza a la capacidad de su gobierno en honrar la deuda).

Los precios influyen en estas preferencias: el oro era preferido en 2011 cuando su precio estaba en lo más alto, y no tanto las propiedades, cuyos precios ahora se han recuperado.

Entre los sectores de menores ingresos, el ahorro preferido es el oro (31%), seguido de las propiedades (28%). Los de mayores ingresos prefieren las propiedades (38%) y luego las acciones (30%). Seguramente tienen más experiencia en estas últimas que los de bajos ingresos. Estos, sin embargo, también son propietarios de acciones, a través de sus fondos de pensiones.

En síntesis, no parece que los norteamericanos tengan confianza a largo plazo en su moneda y su deuda. Nosotros tendríamos más o, como dice el refrán: en el país de los ciegos, el tuerto es rey.