¿Hay que controlar y disciplinar a las gigantes plataformas que gestionan las redes sociales?

¿Los gigantes de las redes sociales son monopolios que es necesario controlar? Es el tema que trata Michael C. Munger en este artículo de la revista Constitutional Political Economy: Munger, M.C. “Giants among us: do we need a new antitrust paradigm?”. Const Polit Econ 33, 445–460 (2022). https://doi.org/10.1007/s10602-021-09350-w

La política antimonopolio tradicional se formuló para controlar las decisiones de precios y producción que no estaban disciplinadas por las fuerzas competitivas, ya sea debido al poder del monopolio o a acuerdos que restringían el comercio. Debido a que no existe un criterio único para evaluar los resultados de las políticas políticas, los reguladores antimonopolio finalmente se decidieron por el «estándar de bienestar del consumidor», reconociendo correctamente que cualquier otro estándar era incoherente. Recientemente, las “plataformas” (definidas aquí como empresas o aplicaciones que resuelven los problemas clave de costos de transacción de triangulación, transferencia y confianza) han tendido hacia el gigantismo. Esto había dado lugar a llamados a un nuevo enfoque antimonopolio, restaurando el antiguo conjunto múltiple de objetivos. Pero cada plataforma, por definición, define una industria y es un monopolio dentro de esa industria. Tales economías de red o ventajas en la gestión de la confianza son las razones por las que existen las plataformas en primer lugar. Este documento revisa la historia de las leyes antimonopolio, define las plataformas y los problemas del “gigantismo” y sugiere algunas políticas que ciertamente no funcionarán y deberían abandonarse. El problema es el poder, no el monopolio. Entonces, el poder es lo que el “nuevo paradigma” debe abordar.”

Para quienes se preocupaban del «monopolio» de Facebook: el cambiante mundo de las redes sociales

Un interesante estudio del Pew Research Centre muestra algo que todos sabemos: el cambiante mundo de las preferencias en los jóvenes en cuando a las redes sociales. El estudio se refiere a los Estados Unidos, pero, además de ser interesante para entender hacia dónde va la tendencia, lo es también para todos los que se preocuparon en su momento por el “monopólico” de Facebook, ahora en decadencia.

El informe se titula “ Teens, Social Media and Technology 2022”, por EMILY A. VOGELS, RISA GELLES-WATNICK y NAVID MASSARAT: https://www.pewresearch.org/internet/2022/08/10/teens-social-media-and-technology-2022/

“El panorama de las redes sociales está en constante cambio, especialmente entre los adolescentes que a menudo están a la vanguardia de este espacio. Una nueva encuesta del Pew Research Center de adolescentes estadounidenses de 13 a 17 años encuentra que TikTok se ha disparado en popularidad desde su debut en América del Norte hace varios años y ahora es una de las principales plataformas de redes sociales para adolescentes entre las plataformas cubiertas en esta encuesta. Alrededor del 67% de los adolescentes dicen que alguna vez usan TikTok, y el 16% de todos los adolescentes dicen que lo usan casi constantemente. Mientras tanto, la proporción de adolescentes que dicen que usan Facebook, una plataforma de redes sociales dominante entre los adolescentes en la encuesta de 2014-15 del Centro, se ha desplomado del 71 % de entonces al 32 % en la actualidad.

YouTube encabeza el panorama en línea para adolescentes de 2022 entre las plataformas cubiertas en la nueva encuesta del Centro, ya que es utilizada por el 95% de los adolescentes. TikTok es el siguiente en la lista de plataformas sobre las que se preguntó en esta encuesta (67 %), seguida de Instagram y Snapchat, que son utilizadas por aproximadamente seis de cada diez adolescentes. Después de esas plataformas viene Facebook con un 32 % o menos de acciones que usan Twitter, Twitch, WhatsApp, Reddit y Tumblr.1

Los cambios en el panorama de las redes sociales desde 2014-15 se extienden más allá del auge de TikTok y la caída de Facebook. Cada vez más adolescentes dicen que están usando Instagram y Snapchat desde entonces. Por el contrario, Twitter y Tumblr vieron una disminución de la proporción de adolescentes que informan que usan sus plataformas. Y dos de las plataformas que el Centro rastreó en la encuesta anterior, Vine y Google+, ya no existen.”

Se equivocan, lejos estamos del fin del dinero (salvo el estatal), y se multiplican los mercados

Una vieja utopía se renueva en este artículo con el título de “Cómo reemplazar el dinero en el siglo XXI”: http://www.lanacion.com.ar/1745969-como-reemplazar-el-dinero-en-el-siglo-xxi

Que el dinero billete vaya a desaparecer en el futuro no extraña a nadie, ya viene siendo desplazado desde hace rato, primero por los cheques, luego por las tarjetas de débito. Pero que vaya a desaparecer tal cosa como un “medio de intercambio” no solamente es una ilusión sino que además sería un enorme paso atrás desde que hace cientos de años abandonamos el trueque.

Bitcoin

Es más probable que terminemos reemplazando a los dineros estatales, con el Bitcoin u otra cripto-moneda. Ni la creadora de la red Bioecon ni el periodista entienden esto. Comenta un sicólogo que también es electricista:

“Desde que ingresé a Bioecon volví a ofrecer tareas de electricidad. Los puntos que obtengo por los servicios que doy los canjeo dentro de la plataforma por masajes, alimentos, muebles o hierbas aromáticas, por ejemplo.»

«La idea de Bioecon es reemplazar el dinero. No utilizar nada que se parezca a una moneda para vehiculizar intercambios, y que la gente se conozca», explica Cecilia Hecht, creadora de esta red social en la que sus casi 800 usuarios -en la Argentina y en países como los Estados Unidos, China o España, entre otros- ofrecen y solicitan servicios y bienes, ya sea a través de un sistema de puntos, el trueque, el uso compartido o, simplemente, regalándolos.”

Cecilia, en verdad, está reemplazando un dinero por otro: los puntos que se obtienen en esa red. Lo cual está muy bien, por supuesto. Esos «puntos» son una nueva «moneda privada», es de esperar que tenga éxito y no se vean tentados a emitirla por demás. Algo similar creyeron, luego de la crisis de 2002, todos los que se lanzaron a los centros de trueque, pero en verdad utilizaban una moneda alternativa, que llamaban “arbolitos” por el dibujo que tenían sus “billetes” y que terminó como muchas monedas estatales: hundida en la hiperinflación.

Para el que le interese, analicé la moneda de los centros de trueque aquí: http://works.bepress.com/cgi/viewcontent.cgi?article=1010&context=martin_krause

En verdad, Bioecon es otra de las tantas redes de cooperación que surgen en la web y que lo que reemplazan es a los intermediarios, no al medio de intercambio. Este trabajo de la consultora Booz & Co., analiza lo que está sucediendo, particularmente entre empresas: http://www.strategy-business.com/article/00281?gko=88e49&cid=20141125enews&utm_campaign=20141125enews

Algunas redes de este tipo han florecido en estos meses, tales como las que permiten alquilar departamentos (Airbnb) o para compartir transporte (Uber), entre “consumidores”, pero lo más importante es lo que sucede entre empresas que hacen lo mismo para alquilar oficinas que no estén usando, o el conocimiento de sus investigadores, o su tecnología. Es la misma historia de E-bay o de Mercado Libre.

Todos estos son “mercados”, aceitados por un medio de intercambio, tal vez mañana si los gobiernos no lo condenan, el Bitcoin o el E-gold. Lejos está de ser el fin de la “economía mercantil” como parece sugerir la nota.