SI se importan libremente laptops y Iphones pueden pasar cosas como ésta: el caso Lateral View

Con los alumnos de UCEMA analizamos casos exitosos de empresarios argentinos que desarrollan negocios Internacionales. En este caso, Santiago Gimenez analiza el caso de Lateral View. Aquí algunos párrafos de su trabajo:

“Los orígenes de esta empresa se sitúan a fines de 2008. Luego de perder su trabajo y comenzar a buscar otros puestos laborales para ganarse la vida, Juan Manuel Abrigo se dio cuenta de su profundo rechazo a las empresas de software tradicionales. “Los sueldos eran ridículos, los trabajos no estaban buenos y estaba la idea de que en las empresas de tecnología los empleados deben trabajar en sus cubículos, una cosa muy fea”, criticó el emprendedor.

“Cuando descubrí lo que quería hacer, fui a mi casa, quise bajar la aplicación para crear apps en iPhone y me di cuenta que necesitaba una Mac, pero no tenía plata”, comentó el desarrollador. “Fue entonces cuando un amigo me preguntó si de verdad quería fundar mi empresa, le dije que sí y me prestó plata”.

Después de viajar a Buenos Aires, comprar una MacBook y un iPhone, Juan Manuel comenzó a desarrollar aplicaciones de manera independiente. Siempre, siguiendo el estilo de Apple porque “tiene otra filosofía, otra visión de qué es la tecnología”, explicó el emprendedor. “La tecnología tiene que ser súper simple de usar, linda y tiene cualidades que otros proveedores no tienen.”

Con este concepto como premisa para implementar su modelo de negocios, Abrigo se asoció con dos amigos más para formar una empresa que se dedicara a hacer lo que él ya estaba haciendo como autodidacta: diseñar aplicaciones mobile. Así fundaron Lateral View, con sede principal en Mar Del Plata, Argentina. Si bien eligieron esta ciudad por ser una de las más grandes del país, poco importan las distancias en este rubro ya que en cualquier lugar del globo con acceso a internet se pueden diseñar y subir apps a las plataformas más utilizadas del mundo.

En unos pocos años pasaron de ser una simple idea de tres amigos a una compañía internacional que posee más de quince aplicaciones desarrolladas, todas con diferentes utilidades y millones de descargas. Entre las más destacadas podemos encontrar :

Kollectin: Es un portal mobile para empresas que se dediquen a la venta de joyas. Posee una interfaz simple de usar que hace que la compraventa sea segura y acepte varios métodos de pago.

Alimentes: Esta app tiene como objetivo reducir los desperdicios de alimento ofreciendo una lista de fechas de vencimiento de los artículos que ha comprado el usuario para evitar que se venzan.

Tegfy: La premisa de esta app es crear una amplia lista de puntos de interés, como bares, restaurants, lavaderos de autos y todo tipo de servicios y comercios. El objetivo es reducir las faltas de información que enfrentan los usuarios generalmente y que puedan resolver sus inconvenientes fácilmente.

Periferica: Si bien esta resulta una excepción por no tratarse simplemente de un software, no deja de ser interesante ya que se trabajó en conjunto con la empresa “MeVeo360” para realizar una simulación en 360 de los puntos más turísticos de Mar Del Plata.

 

Modelo de negocios internacionales

 

Desde su creación, Lateral View está mayoritariamente compuesta por licenciados o ingenieros en sistemas, ya que el desarrollo de apps es su actividad principal y precisan de conocimientos como programación y diseño para poder llevar a cabo su negocio. Además, dentro de sus empleados se pueden ubicar directores de cine y licenciados en publicidad. Es un ambiente de trabajo en donde se prioriza lo lúdico y la creatividad por sobre todas las cosas. Dentro de las oficinas de la empresa, se ubican salas de juegos con máquinas arcade, metegol y PlayStation para que los empleados se distiendan por momentos y fomentar la química del equipo de trabajo. Participan alrededor de 40 personas en la empresa, distribuidos entre sus tres sedes: Mar Del Plata (Argentina), San Francisco (USA) y Barcelona (España). Si bien en todas las sedes se trabaja sobre el desarrollo de nuevos contenidos, cada una funciona de punto estratégico para llevar a cabo funciones triviales para el desarrollo de la empresa.”

Innovaciones tecnológicas institucionales: software abierto y la General Public License (GPL)

Del Cap XVIII

Un gran ejemplo de instituciones evolutivas es lo que ahora se conoce como “Open Source”, en particular referido al software. Este es un enfoque del desarrollo de programas de software, basado en las contribuciones voluntarias de muchos “productores”. Todos ellos contribuyen a un proyecto común, cada uno con alguna motivación especial para hacerlo —que puede ser fama o experiencia adquirida—, compartiendo sus aportes sin que ninguno de ellos en particular tenga derecho de excluir a los demás, y realmente a nadie, del resultado.

El software, como otros productos, tiene un muy alto componente intelectual y, dada la dificultad de establecer mecanismos de exclusión, se han generado “derechos de propiedad intelectual” que asignan la propiedad a quien lo desarrolla; por lo tanto, se generan los incentivos para su producción. Esta asignación varía según países y puede hacerse a través de la figura de patentes o de derechos de autor.

Esto ha sido tradicionalmente así en todo tipo de invenciones. Pero he aquí que el modelo de patentes o licencias resultó no ser restrictivo para quienes quisieran un modelo abierto. Así, para evitar que el producto del esfuerzo conjunto de muchos colaboradores fuera apropiado por alguien en particular, los que participan de un proyecto de open source retienen el derecho de autor de su contribución particular al producto, pero le dan la licencia a cualquiera en un modelo que combina una licencia universal con ciertas restricciones que impiden que algún colaborador o un tercero se puedan adueñar del proyecto.

Esta ha sido una “innovación institucional” que no provino de legislación alguna, sino de la creatividad aplicada a la legislación existente sobre derechos de propiedad intelectual. Su historia comienza en 1984, cuando Richard Stallman comenzó a trabajar en un proyecto de sistema operativo para computadoras, que llamó GNU. Stallman era un activista del software libre; uno que, curiosamente, pudo alcanzar su objetivo a través de las figuras jurídicas del derecho de propiedad. Comenzó a desarrollar el software y —como se daba cuenta de que no podía escribir todo un sistema operativo solo— empezó a divulgar partes de su código bajo una licencia que permitía a cualquiera copiar, distribuir o modificar el software de la forma que mejor le pareciera, con el único requisito de que debía aceptar las mismas condiciones para esos otros desarrollos posteriores. Como tenía un “derecho de autor” sobre el proyecto original, podía incorporar esta cláusula en la licencia que le permitía a cualquier otro copiar el material.

Todos podían copiar el software y modificarlo para su uso personal, pero, si empezaban a distribuir esa modificación, tenían que hacerlo en las mismas condiciones “abiertas”. Así nació la Licencia Pública General GNU, ahora conocida como GPL, por sus siglas en inglés. Esto dio origen a lo que ahora se denomina “producción entre pares”, según la cual muchas personas, en muy distintos lugares del mundo y sin ni siquiera conocerse, van aportando sus contribuciones para llevar a cabo un proyecto.

Esto ha tenido un crecimiento notable. Casi el 70% del software para “servers” funciona sobre un software libre (Apache Web server). Google, Amazon y CNN.com manejan sus servidores con el sistema operativo GNU/Linux (Benkler 2006, p. 64). Precisamente en relación con este último, Linus Torvalds comenzó a compartir los componentes de su sistema operativo Linux con la misma licencia GPL. Curiosamente, un enemigo de la “propiedad” encontró que podía aprovecharla para llevar adelante su modelo de propiedad abierta y conocimientos compartidos. Los usuarios de este software ya son millones, y entre ellos se encuentran tanto los que lo instalan en sus computadoras personales como los que ni siquiera lo saben al utilizar celulares con Android, GPS, computadoras de autos o de televisores. La mayoría de las películas de animación de Hollywood se producen en equipos con Linux. Y todo comenzó con Minix, un sistema operativo educativo de código abierto creado por un profesor, que solamente se licenciaba para fines educativos, pero que Torvalds convirtió en una versión gratuita con licencia GPL. Linux creció hasta contar con innumerables distribuciones, como se llama a las distintas variaciones existentes y disponibles. Linux es así un “orden espontáneo”, que evoluciona con el tiempo sin que exista un cerebro central que lo haya diseñado.

La GPL fue creada por Stallman para evitar el problema denominado “la tragedia de los anticomunes”. Se trata de una versión opuesta a la ya comentada respecto a la ausencia de derechos de propiedad claramente definidos, que genera la posibilidad de que cualquiera utilice un recurso, por lo que termina depredado. En el caso contrario, lo que habría sería un exceso de barreras de ingreso al recurso. Esto ocurre cuando se patenta software, ya que un programa puede ser el resultado de la combinación de muchas ideas y, si cada una de ellas está patentada, sería muy difícil y costoso obtenerlas todas.