Un tema de estos días: Alberdi sobre el gasto público y cuando se malgasta, invierte mal, se roba o se defrauda

Con los alumnos de la UBA Derecho completamos la lectura de Sistema Económico y Rentístico de Juan Bautista Alberdi, con la lectura del Capítulo VII: Objetos del Gasto Público según la Constitución Argentina. Algunos párrafos seleccionados:

“El gasto público de la Confederación Argentina, según su Constitución, se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad»; en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo.

Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Para ellos se destina el Tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas y sudor. Ellos son el límite de las cargas que la Constitución impone a los habitantes de la Nación en el interés de su provecho común y general.

Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general. Hay cobardía, a más de latrocinio, en toda defraudación ejercida contra el Estado; ella es el egoísmo llevado hasta la bajeza, porque no es el Estado, en último caso, el que soporta el robo, sino. el amigo, el compatriota del defraudador, que tienen que cubrir con su bolsillo el déficit que deja la infidencia del defraudador.”

“Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Según eso, en el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen a la Confederación, o Estado general. Este sistema, que se diría entablado en utilidad de la Confederación, ha sido reclamado y defendido por cada una de las provincias que la forman. (Constitución argentina, parte 2a, título 2°, y pactos preexistentes invocados en su preámbulo.)”

“Felizmente la Constitución federal argentina exige pocos empleados para el servicio del gobierno general, compuesto de poderes excepcionales y poco numerosos. – La policía, que forma una gran parte del gasto interior en los gobiernos unitarios, está reservada a los gobiernos provinciales por la Constitución argentina. Igual atribución les hace del servicio y sostén de los establecimientos de beneficencia.

En cuanto al gasto exigido por’ las obras públicas para promover el bienestar general, también es carga que la Constitución reparte entre el gobierno interior de la Nación y el de cada una de las provincias confederadas. (Art. 104.)”

“Los caminos, puentes, muelles y otras obras de esa utilidad pueden ser entregados temporalmente para su explotación a las empresas privadas que tomen a su cargo el construirlos.”

“Si la economía es el juicio en los gastos (Say), la disipación es la locura en el gobierno y en el país.”

“Observaré entretanto, para acabar de hablar del gasto público, que no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, co-modidad y perfeccionamiento de sus ciudades, en el socorro y alivio de las clases desgraciadas, y en fin en todo ese orden de servicios que la sociedad se hace a sí misma, sin el intermedio de la autoridad, en el sentido de su prosperidad más rápida y más completa. – A ese gasto pertenecen las calles, los empedrados, las calzadas, los caminos, puentes, desagües, mejoras locales, monumentos, socorros públicos y eventuales, que se hacen por suscriciones voluntarias levantadas entre el vecindario.

Ese gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo. Los pueblos educados en servidumbre no tienen idea de esta contribución sin ley, que el patriotismo se impone a sí mismo, como el esclavo que todo lo hace para su amo y por su mandato no tiene idea del celo generoso.

La Inglaterra, los Estados Unidos deben la mitad de sus mejoras de orden local a esa contribución que el país paga sin que se lo exija la ley, nada más que por el placer de existir bien y de un modo digno del pueblo que sabe estimarse y respetarse hasta en su decoro externo, hasta en el aire distinguido y brillante de esas habitaciones colectivas para su mansión, que se denominan ciudades.”

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  1. RESUMEN (Tercera Parte: Capítulo VII)
    En este capítulo del libro, Alberdi, habla del gasto público y los objetos del mismo, según la constitución. El gasto público de la Confederación se compone de todo lo que cuesta conservar su constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la constitución señala, es dinero malgastado y malversado. Para cumplir con tales objetos se destina el tesoro público nacional, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas. Se clasifican y dividen los gastos, en primer lugar, en gastos nacionales y gastos de provincia (cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local, a expensas de su tesoro provincial). En segundo lugar, los gastos del gobierno general se dividen en ordinarios y extraordinarios. Los gastos ordinarios son despachados, por la constitución, en cinco ministerios, o departamentos: ministerio del interior, min de relaciones exteriores, min de hacienda, min de justicia, culto e instrucción, min de guerra marina. Los gastos extraordinarios son los efectuados en obras públicas.
    NOVEDOSO
    Los gastos del ministerio de guerra y marina se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines constitucionales. Los gastos del servicio de la guerra son soportados por los ciudadanos de dos formas: la contribución general (aplicada en parte al sostenimiento del ejército) y la contribución especial establecida en el art. 21 constitución (“Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta constitución conforme a las leyes…”). Pero para Alberdi esta última contribución hecha en servicio militar directo por los ciudadanos era difícil que su aplicación en un país recién nacido a la libertad como el nuestro produzca buenos efectos. Para evitar rebelión y anarquía, decía que era preferible que el país pague en dinero su contribución militar para el servicio de su defensa a empleados permanentes, que hagan profesión de la vida militar, y tener así un ejército de línea.
    PREGUNTAS
    1) ¿Cree que se cumple con los objetos del gasto público estipulados por la constitución?
    2) ¿Cómo considera a los sistemas generales rentísticos argentinos (nacionales y provinciales)?
    3) ¿Cree que se administran bien los recursos y los gastos tanto a nivel nacional como provincial? ¿Existe una buena planificación presupuestaria?

  2. 1) Haciendo un resumen de las ideas de Alberdi puedo mencionar que:
    a) Detalla la composición del gasto publico de la Confederación, sintetizando que dicho gasto no es mas que el costo necesario para la conservación de la Constitución. A su vez, aclara que será dinero mal gastado y malversado, todo aquel dinero publico que no concurra a los fines establecidos por el texto constitucional, para la composición del gasto publico nacional, ya que, existe para ello, la función del Tesoro publico (cuyo contenido se debe a las contribuciones de las rentas privadas y trabajo de los ciudadanos). En el mismo apartado, comenta como se ha realizado, en primer lugar, la distinción según la regularidad periódica, entre gasto publico ordinario y extraordinario, y luego dentro del primero, teniendo en cuenta los distintos ministerios, limitando a los extraordinarios a dichas categorías previstas.
    b) Establece con extremado detalle, el costo y la consecuente finalidad del gasto, de cada uno de los ministerios, antes mencionados. Es así, que el Ministerio interior se encarga del primer y fundamental objeto de la ley suprema, ya que, se compone principalmente del costo consecuente de la promoción del bienestar general, la consolidación de la paz interior y de la unión nacional. El mayor gasto del Ministerio de relaciones extranjeras, se basa en la búsqueda y atracción de poblaciones y capitales extranjeros, a través del conocimiento de las ventajas del nuevo régimen. Los gastos del Ministerio de hacienda, se componen principalmente, del costo del servicio burocrático, que administra el Tesoro publico. Los gastos del ministerio de justicia y culto, tendientes a promover el orden intelectual, moral y religioso del nuevo régimen, están compuestos del sostenimiento del sistema de administración de la justicia y el culto nacional. Por ultimo, los gasto del Ministerio de guerra y marina, son todos aquellos vinculados a la promoción de la defensa común y consolidación de la paz interior.
    c) Advierte, que los gastos extraordinarios que se realicen (obras publicas, defensa ante ataques de guerra, compras de territorios y obras, entre otros) deben hacerse de un modo reproductivo, para que puedan servirle a la Confederación y ser un aumento prospero del Tesoro nacional.

    2) Es destacable la firmeza en los dichos de Alberdi, acerca de la defraudación ejercida contra el Estado, ya que, expone lo que no se debería hacer, en miras de la protección y resguardo de la Constitución. Una visión tan importante para un pensador, que haría falta en nuestra actualidad, con la cantidad de casos de corrupción que ha padecido nuestro país en los últimos años. Es interesante como señala que no es el Estado quien debe soportar el robo al Tesoro, sino que el que sufre son todos los demás contribuyentes, que no son el defraudador. También, llegando al final de su libro, es destacable y novedoso, la claridad que tenia Alberdi, en su época, siempre tendiente al bienestar general de la Nación (La composición de los gasto y su consecuente distinción, es un ejemplo de dicha claridad).
    Para finalizar, puedo concluir, que Alberdi fue, y será un hombre necesario para la Nación – en todo aspecto-, ya que, es de suma importancia, un hombre con decisiones y pensamientos tan claros y de una avanzada, un digno pensador que brindaría mucha ayuda para resolver muchos de nuestros problemas institucionales de la actualidad.

    3)
    a) Teniendo en cuenta lo mencionado acerca del egoismo del defraudador ¿Usted que piensa acerca de la pesada y excesiva carga impositiva que pesa sobre cada uno de los contribuyentes? ¿No piensa, que tanta cantidad de impuestos no es un acto de egoismo por parte del Estado, ya que, muchas veces el contribuyente no puede discriminar en que y lo que paga?
    b) Teniendo en cuenta la división de gastos según cada ministerio ¿Qué piensa acerca de la gran cantidad de ministerios que existen hoy en día dentro del Poder Ejecutivo? ¿Esto afecta dicha distribución de gastos?
    c) Teniendo en cuenta lo mencionado acerca de los gastos extraordinarios ¿Cree que los gastos extraordinarios realizados a lo largo de nuestra historia, se han hecho de modo reproductivo?

  3. RESUMEN
    Alberdi en este Capítulo se centra no tanto en el porvenir de la Argentina a largo plazo sino que se centra en la Argentina de ese momento, un país desierto, con inestabilidad interna y necesitado de inmigración y capitales. Es curioso que haya optado por esta forma de analizar el gasto público, pero resulta evidente que habló a su generación y aprovechó el análisis del gasto público para reafirmar el plan de desarrollo de la Confederación.
    Los gastos tienen que estar orientados exclusivamente a «constituir la unión nacional, afianzar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». El preámbulo, entonces, se corresponde con la visión de las prioridades del desarrollo de la Nación. Cualquier gasto ajeno a esto lo considera superfluo o incluso malgasto.
    En su visión, las prioridades de la Nación se garantizan en los gobiernos locales (después desarrollaré esto) pero también desde el gobierno federal que asegura los objetivos a través de los ministerios: del interior, de exterior, de guerra, hacienda, y justicia, culto e instrucción. La principal hipótesis de conflicto está dada en la conflictividad interna de la Confederación, en consecuencia la unión nacional era el mayor desafío para el ministerio del interior y la paz interior en concurrencia con el ministerio de guerra. Hacienda los gastos del gobierno, y exterior se hacía cago de fomentar la inmigración y las buenas relaciones con las potencias extranjeras.
    Respecto del bienestar general y los beneficios de la libertad, un poco lo ya mencionado y otro tanto el sostenimiento del culto (que luego desarrollaré) y de la educación. La educación en la estructura de programa de gobierno para el desarrollo de Alberdi, sin lugar a dudas, ocupa un lugar primordial en la formación profesional y de la cultura del trabajo.
    Quizás esta formulación de propuesta de gobierno haya sido la piedra fundamental de su generación, que a modo de política de Estado se consolidó como nuestro propio camino al desarrollo respetado por todos los gobiernos hasta 1930. Es conveniente decir que, no casualmente, ese fue el período de mayor auge de la Argentina.

    NOVEDAD
    Creo que hay dos aspectos muy desatacados en este capítulo que merecen ser resaltados. Primero, la cuestión del culto. Entiendo que Alberdi desarrolla una perspectiva del culto sumamente interesante y particularmente distinta a la época. Lo considera un elemento de unidad nacional, remontando al origen del concepto de religión, y si bien separa al Estado de la profesión de un culto, sí considera que es esencial valorar el aporte moral a la población que el culto genera desde la niñez.
    En consecuencia, Alberdi asigna al culto un rol social destacado e incluso le da una utilidad política para el ejercicio del Gobierno. Así es como justifica la no profesión del culto desde el Estado pero sí su necesidad de sostenimiento. Una posición particularmente racional.
    Por otro lado, al paso desarrolla un concepto que hemos abordado en las clases desde la visión de Von Hayek. Si bien el austríaco miraba la cuestión del conocimiento del tiempo y lugar en la gestión privada de los recursos económicos, Alberdi tiene la misma perspectiva para afirmar que la descentralización de los recursos públicos en los gobiernos locales porque son estos los que conocen mejor las necesidades y las consecuencias de la aplicación.
    Esta forma de concebir la Nación lo lleva a alegrarse de la falta de funciones que la Constitución asigna al gobierno federal y el enorme poder de decisión que conservarán las provincias al momento de concretar las políticas de gobierno. Lamentablemente la historia fue llevando al país a alterar esta distribución de cargas a partir de alterar la distribución de los recursos.

    PREGUNTAS
    1. Teniendo en cuenta el renacimiento de la descentralización como modo de gestión ¿Cuál cree que es la consecuencia para el buen gobierno de la gestión local en la actualidad?
    2. En la actualidad, la Argentina parecería tener una distribución dinámica del poder de los gobernadores y del Presidente, cuando los gobiernos centrales son fuertes entonces los gobernadores quedan sumergidos en la voluntad del gobierno nacional, mientras que cuando el gobierno federal es «débil» la importancia de los gobernadores se vuelve sustancial para la gobernabilidad ¿esto en cuánto debilita o fortalece la unión nacional esta atribución de poder dinámica?
    3. En la actualidad ¿el sostenimiento de un único culto sigue siendo un aspecto prioritario para la Nación?

    Federico Esswein
    34.705.227

  4. Resumen:
    Todo dinero público gastado en otros objetos que no sea los que la Constitución señala, es dinero malgastado y malversado. El Tesoro, tiene un fin supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando defrauda la contribución. Los gastos se dividen primero en gastos nacionales y de provincia. Revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, por regla general, todo gasto es local y el gasto general, es excepcional y limitado. En segundo lugar, se dividen los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto. Los ordinarios son: los Gastos del ministerio del interior; que se componen de lo que cuesta el estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general. Gastos del ministerio de relaciones extranjeras: se componen de dar a conocer en el mundo las ventajas del nuevo régimen, las condiciones del país para el establecimiento de las poblaciones extranjeras y los recursos que presenta a la ocupación de los capitales extranjeros. Gastos del ministerio de Hacienda: se componen de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro; etc. Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción: estos son destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso. Gastos del ministerio de guerra y marina: se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio. En esta clasificación podrían entrar los gastos extraordinarios, que pueden ser de gran utilidad, si se hacen de un modo reproductivo. Sin embargo, todo esto es aplicable, si después de llenar los gastos ordinarios de su administración, cuenta con recursos aplicables a esos objetos. El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente, he aquí toda la diferencia de la colonia a la república.

    Novedoso:
    Es novedoso el análisis distintivo que hace Alberdi sobre la religión. Él sostiene que el gobierno como persona colectiva, moral y abstracta, no puede tener creencia religiosa, por más que los individuos de que se compone la sociedad que representa, considerados aisladamente, no puedan vivir sin una religión. También argumenta que cuando el Estado toma a su cargo el gasto de un culto nacional y dominante, le toma principalmente como un elemento político, como un medio de gobierno, como un instrumento de educación y sociabilidad. El gobierno no ha sido instituido para la salvación de las almas, para eso es la institución de la Iglesia. Por otro lado, aclara que la constitución argentina ha dado al catolicismo los recursos del tesoro, y a las demás creencias el libre ejercicio de su culto, por ende, no pretende gastar una parte de la escasa renta en sostener el culto disidente, pero si brindarle todo el apoyo que estuviese al alcance.

    Preguntas que le haría al autor:
    1) ¿Por qué señala que gastar dinero a la metafísica conviene más a las épocas de demolición que a las de creación y organización? ¿A qué hace alusión?
    2) Siempre es más económico y ahorrativo la firma de Tratados generosos de igual tenor con todas la naciones? ¿Ello es posible actualmente?
    3) Actualmente, ¿una guerra interior, implicaría reponer la injusticia y el desorden de los intereses previos a la sanción de la Constitución? ¿O implicaría que entren en juego nuevos intereses?

  5. Guía N°13 Capítulo VII

    Síntesis
    Destaca el límite en que el Tesoro Nacional puede emplearse ya que todo el dinero público gastado debe estar dentro de lo que la CN considera objeto de gasto público, de lo contrario será malversado. Clasifica los gastos en provinciales y nacionales que a su vez son susceptibles de división ordinaria en gastos generales y locales de carácter federal. Además la CN divide a los gastos en ordinarios y extraordinarios según la regularidad periódica de su ejercicio, con respecto a los ordinarios el art. 84 los califica dentro de 5 ministerios: de relaciones exteriores, del interior, de hacienda, de justicia, culto e instrucción y de guerra y marina. Cada uno con una función asignada y sujetos a reglas que dirijan y ordenen el gasto consolidando una soberanía común. Entre sus funciones se destacan: consolidar la paz interior, la unión nacional y el bien estar general; dar a conocer al mundo las condiciones admirables de nuestro país, la dirección, recaudación y contabilidad de rentas, satisfacer un orden intelectual moral y religioso y proveer defensa común. Finalmente con respecto a los gastos extraordinarios hace referencia a la gran utilidad sobre las rentas si se emplean de modo reproductivo ya que el gasto es obra exclusiva del espíritu público sin mas coacción que el propio deseo de cada habitante del bien estar común.

    Novedoso
    Es importante un buen sistema de contabilidad y nacionalidad de ciertas rentas para restablecer la idea de una patria común que permita cumplir con los objetivos de la CN.
    Pero es interesante el planteo sobre el gasto que implica el servicio de las personas empleadas en conseguir la ejecución de los fines ya mencionados, ya que no depende del número sino de la capacidad de las mismas. Creo de vital importancia se invierta en la sección de enseñanza e instrucción gratuita para poder fomentar la libertad de aprender y que todos tengan acceso a conocer nuestra historia.

    Preguntas
    1. Consideraría ahorrativo el gasto destinado al servicio diplomático en pos de mantener la amistad de la República con las naciones extrajeras?
    2. El estado toma a su cargo el gasto de un culto nacional como elemento político, sin ánimo de desmerecer la religión, no cree que ese dinero podría invertirse en otro sector? ya que el gobierno no ha sido instituido para la salvación de las almas.
    3. En la práctica, el gobierno es sirviente o amo?

  6. Capitulo XIV La macroeconomía post-Lucas
    Francisco Rosende Ramírez
    Resumen
    Desde fines de los años 70 en adelante, la de Robert E. Lucas ha sido el economista más influyente en el desarrollo de la teoría macroeconómica en el período posterior a la Gran Depresión de los años treinta. En particular, se relaciona con el concepto de expectativas racionales en el análisis del ciclo económico. Dado el carácter racional de los individuos, éstos aprenderían de sus errores y, por lo tanto, no se equivocarían sistemáticamente en sus proyecciones. Una de sus recomendaciones acertadas es de centrar el análisis de los efectos de políticas económicas alternativas en el crecimiento más que en las fluctuaciones de corto plazo. Esto, por la comprobación de que el efecto acumulado de una política que incide en la tasa de crecimiento de la economía puede ser sustancial, y con ello también su impacto sobre el nivel de bienestar del agente representativo.

    Novedad
    Postula que en ambas economías, la estable y la inflacionaria, el efecto final del manejo monetario expansivo es un aumento proporcional en el nivel de precios; sin embargo, en la economía inflacionaria éste se manifestaría más rápido, mientras que en las economías relativamente más estables el aumento de la demanda agregada generará durante un tiempo un aumento en el nivel de actividad y de empleo. Se produce, una interacción continua entre el Banco Central y el público, donde la tentación que tiene el primero para inflar la economía depende críticamente de la confianza que perciba de parte de la comunidad en su vocación antiinflacionaria, mientras que por otro lado el público sabe que en ciertos períodos las tentaciones crecen —por ejemplo, en los períodos preeleccionarios—, por lo que conviene estar especialmente atento.

    Pregunta
    ¿Son los paquetes de políticas más que la aplicación aislada de las mismas la verdadera fuente del crecimiento económico?

    Capitulo XV Mi peregrinaje intelectual —la escuela de la elección pública—
    James M. Buchanan
    Resumen
    James Buchanan explico su recorrido teórico de un programa de investigación, una teoría obstinada, positiva de cómo funciona la política y cómo se comportan los políticos. Kenneth Arrow demostró que no hay forma de sumar todas las preferencias individuales y obtener una preferencia social consistente al menos que se impongan algunas premisas restrictivas sobre cómo se organizan las preferencias. Y Duncan Black había hecho lo mismo. Así es que esto se convirtió en un punto de partida para este programa de investigación. Su crítica estaba basada en la premisa de que uno sencillamente no debe esperar ni tratar de construir una función de bienestar social. Luego aparece Gordon Tullock quien se asocia a Buchanan y que había concluido que la votación por mayoría tendería a producir resultados muy ineficientes, se concentraba en la ineficiencia de los resultados por mayoría. Juntos escriben un libro que por primera vez tratan el tema de la votación de las mayorías desde las constituciones y se da el primer paso como la economía constitucional.

    Novedad
    Tuvo mucha influencia en Buchanan un libro escrito en 1896 por Knut Wicksell, quien decía a los economistas: dejen de actuar como si están aconsejando a un déspota benévolo. No los van a escuchar de todos modos, así que deténganse, desperdician su tiempo y gastan sus fuerzas. Si quieren mejorar los resultados políticos, entonces tienen que cambiar las reglas, avanzando de la regla de la mayoría hacia la regla de unanimidad, hacia un consenso. El Cálculo del Consenso, propuesto por Tullock y Buchanan fue elevar el nivel de unanimidad, la norma wickseliana, alejándola del proyecto ordinario y poniéndola a la altura de la constitución. Mientras se tenga una constitución con la cual las personas están en consenso básico, se puede procurar ciertos resultados en términos de las reglas operativas que la constitución permite desarrollar.

    Pregunta
    “Podemos ponernos de acuerdo respecto a ciertas reglas, siempre y cuando tengamos una estructura constitucional, de tal forma que los actos políticos tengan un balance, que no excedan lo establecido en la ley.” En este orden de ideas que propone Buchanan en el libro El Calculo de Consensos, la economía estaría sujeta y sería posterior al derecho (constitución-ordenamiento jurídico) y a las decisiones políticas e ideologías de la mayoría? O es la ideología económica de una comunidad la que define las decisiones políticas a través de la elección de un partido por otro?

    Capitulo XVI Ronald Coase y el análisis económico del derecho
    Martín e. Kraus
    Resumen
    La visión tradicional respecto a las externalidades negativas era la presenta da por Alfred C. Pigou (1920), pero Ronald Coase critica a Pigou por considerar que solamente existe una solución a las externalidades, impuestos. Es necesario delimitar claramente los derechos de propiedad (uso y goce) para reducir los costos de transacción y permitir que las partes negocien, afirmó que en ausencia de o con bajos costos de transacción, las partes llegarían a acuerdos mutuamente satisfactorios para internalizar las externalidades, sin importar a quien se asignara el derecho, y el recurso sería destinado a su uso más valioso. Respecto a que los bienes públicos deben ser provistos por el Estado, ya que el mercado sería incapaz de hacerlo, Coase sostiene que corresponde comparar arreglos institucionales alternativos, en este caso esta provisión voluntaria privada con una posible provisión estatal, que en muchos casos se han organizado servicios de modo privada por el fracaso estatal y sin dejar de prestar el servicio a alguien, y que cuando la autoridad ha intervenido, fue para hacerse del peaje solamente.

    Novedad
    Sus principales contribuciones incluyen el concepto de costos de transacción en la teoría de la firma (1937) y la solución voluntaria de problemas de externalidades negativas (1960) y la Provisión de bienes públicos (1974). Dio el puntapié inicial para lo que se conoce como «law & economics» o análisis económico del derecho, sino también grandes contribuciones a lo que actualmente se ubica bajo la rúbrica de «economía institucional», relacionada con el análisis de las normas y pautas de conducta que permiten la coordinación de las acciones individuales.
    En la guerra de la Independencia de EEUU, ambos bandos contrataron más de 700 corsarios para acciones de defensa y ataque de barcos enemigos.

    Pregunta
    Coase siempre se refirió en su análisis de bienes públicos a los servicios para el ejercicio de actividades económicas o también lo aplicaría a servicios básicos de la población (salud y educación)?

    Capitulo XVII La nueva economía institucional
    Douglass c. North
    Resumen
    Los ladrillos básicos de la teoría de las instituciones son: 1. Un supuesto comportamiento individualista, que implica que los individuos maximizan su propia utilidad. 2. Lo costoso de medir los múltiples atributos de bienes y servicios que toman parte en el intercambio, así como también los múltiples atributos de los bienes y servicios implicados en la actuación de los agentes en las relaciones entre agente y principal. 3. Los costos de hacer cumplir se convierten en un factor crítico, en la medida en que los costos de transacción dentro de una sociedad pueden ser disminuidos y por lo tanto el intercambio se vuelve posible. 4. El modo como evolucionan las instituciones políticas y el modo cómo la estructura institucional define y modifica la estructura de los derechos de propiedad y cómo la hace cumplir. 5. Concierne a las preferencias. En el contexto de altos costos de medición, el grado en que los individuos están limitados por sus puntos de vista acerca de la legitimidad y la justicia de los contratos hace diferencia.

    Novedad
    La moderna economía institucional comienza con dos premisas: 1) que el marco teórico debería ser capaz de integrar la teoría neoclásica con un análisis acerca del modo en que las instituciones modifican el conjunto de opciones a las que pueden acceder los seres humanos, y 2) que este marco debe ser construido teniendo en cuenta los determinantes básicos de las instituciones, de manera también se pueda analizar la forma en que las instituciones cambian y por lo tanto alteran este conjunto disponible a lo largo del tiempo. Los individuos forman organizaciones para hacer suyas las ganancias provenientes de la especialización y la división del trabajo, establecen contratos voluntariamente o por coerción, en los cuales especificarán los términos de intercambio. El desarrollo de la nueva economía institucional debe ser no sólo una teoría de los derechos de propiedad y de su evolución sino una teoría del proceso político, una teoría del estado y del modo como la estructura institucional del estado y sus individuos especifican y hacen cumplir los derechos de propiedad

    Pregunta
    El autor dice que si estos cambios pueden lograrse dentro del marco institucional, no implicarán ningún cambio institucional; pero en la medida en que la estructura existente —reglas, costumbres y normas de comportamiento— deba ser alterada para acomodar las nuevas formas de contratar, entonces observamos una tensión persistente en el sistema. ¿Puede ser que esto proceso de tensiones esté ocurriendo con las decisiones en materia de precios, mercados e impuestos, del gobierno actual en la Argentina?

    Capitulo XVIII
    Resumen
    La economía experimental aplica métodos de laboratorio para estudiar las interacciones de los seres humanos en los contextos sociales gobernados por reglas explícitas o implícitas. Las reglas explícitas pueden ser definidas por secuencias controladas por el experimentador y por la información sobre los eventos que ocurren en juegos entre las personas con pagos definidos. Las reglas explícitas también pueden ser aquellas usadas en una subasta u otra institución de mercado donde las personas compran o venden derechos abstractos (para producir o consumir) información o servicios (ej. transporte) dentro de un ambiente tecnológico definido. Las reglas implícitas son normas, tradiciones y hábitos que las personas traen consigo al laboratorio como parte de su herencia evolutiva cultural y biológica; normalmente estas reglas no son controladas por el experimentador.

    Novedad
    Generalmente podemos pensar en los resultados experimentales (el orden final de la distribución de recursos que es observado y replicable) como la consecuencia de la conducta de toma de decisiones individuales, determinados por el ambiente económico y mediado por el lenguaje y por las reglas de interacción proporcionadas por una institución determinada. Esta economía propone que el contexto inicia la memoria autobiográfica experimental, que es la que explica por qué el contexto no es un tratamiento trivial en experimentos con grupos pequeños. El reconocimiento de procesos no observables es esencial para el crecimiento de nuestro entendimiento de los fenómenos sociales, debemos esforzarnos por no excluir estos procesos de nuestras investigaciones, si es que deseamos tener alguna esperanza de entender los resultados dentro y fuera del laboratorio.

    Pregunta
    En cuanto a eficiencia de recetas económicas, la economía experimental explicaría porque funcionan en unos contextos y en otros no? Ya sea porque en la práctica operarían fuerzas no examinadas en los experimentos, debido a que eran desconocidas o estaban más allá de la existente capacidad del laboratorio o por cuestiones propias del contexto individual/social.

  7. En el capitulo septimo del texto de Alberdi analizado a lo largo del curso, está implícito el concepto de institucionalidad, circundandolo en cada objeto y función del gasto del tesoro nacional. El gasto está circunscripto a la manda constitucional, siendo vicioso realizarlo en pos de otro objetivo ajeno a rol del estado definido en la misma. Es excepcional o limitado, por regla general, que lo distingue del provincial o local.
    Da cuenta de la importancia de los organismos del estado en el resguardo del interés público. La unión nacional requiere esfuerzos especificos que precisan el buen tino al momento de realizar el expendio, por ello la inteligencia y honradez en la contabilidad son escenciales. La nación y las provincias deben coordinar de modo simplificador y económico.
    El nuevo paradigma constitucional centra las expectativas en la propaganda de las bondades del pais para interesar la inversión del exterior en las obras que se requieren para la explotación de los recursos.
    Cobra importancia la inversión en educación adecuada a las necesidades presentes y futuras, la libertad de culto y de enseñanza.
    También destaca el rol privado en la obra pública; y explica como la propia voluntad de los individuos en comunidad, desarrolla las condiciones de vida en las que se desenvuelve la sociedad libre.
    En lo novedoso se debe mencionar la importancia de la educación superior para la interés de la nación, dandole caracteres diversos y complementarios en cuanto a libertad y gratuidad.
    La excepcionalidad que incumbe al expendio del tesoro. Las referencias al escalafonamiento militar, que tantos problemas provocó años después. Lo que expresa en cuanto a distinguir al gasto lejano del cercano y las consecuencias al respecto. Todo llama a una reflexión profunda sobre la actividad publica y la participación de cada uno de nosotros desde los diversos espacios que ocupamos.
    Preguntas:
    Se puede pensar el planteo del texto en relación con los programas de presupuesto participativo que se intentaron en Brasil y Argentina no hace muchos años atrás?
    Que opina de la tarea realizada por el estado desde el punto de vista del gasto al respecto de la educación superior?
    Sigue siendo el gasto militar desarrollado de manera dispendiosa actualmente?

  8. En este último capítulo, Alberdi analiza el gasto público desde la perspectiva de la Constitución Nacional. Esta última establece el fin último que debe tener el Tesoro público y que debe ser correctamente invertido en pos del interés general. El gasto público debe destinarse para «construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficio de la libertad». Si no es así, es dinero del pueblo malgastado y malversado.
    Puede clasificarse en gasto nacional o provincial, o también puede dividirse en ordinario o excepcional. El autor realiza una división de los gastos ordinarios según el ministerio: gastos del ministerio del interior, gastos de las relaciones exteriores, gastos en el ministerio de hacienda, gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción y gastos del ministerio de guerra y marina. Cada uno de ellos tiene determinados objetivos que se adecúan con los que la CN establece. Los gastos extraordinarios pueden ser provechosos para aumentar las arcas del Tesoro público, sólo si se invierte de modo productivo y si cuenta con recursos excedentes.
    Sin embargo, en un país atrasado como la Argentina, todo lo trabajado y ganado por su pueblo era destinado en gastos de guerra, y en muy poca proporción a la administración de justicia y a la educación. Si además se tiene en cuenta la mala administración de algunos gobernantes, su interés propio por sobre el de los pueblos y la falta de «espíritu público» como dice Alberdi, es lógico y esperable hablar de atraso argentino y no de bienestar común, lejos de lo que busca la Constitución.

    En contraposición a la descentralización del sistema argentino de aquella época, hoy contamos con una enorme centralización y un gran poder en la Administración Central, muy por encima del poder dividido y débil que poseen las provincias. El autor menciona que el mismo sistema descentralizado llevó a la prosperidad interna a países como Inglaterra, EEUU, Suiza y Alemania. Me resulta llamativo que la Argentina haya cambiado de rumbo para terminar en la situación actual y me pregunto si retomar el camino de la descentralización sea una solución posible para explotar su potencial y dar más poder a las provincias para su desarrollo.
    «En lo administrativo y no en lo político está el mérito de las federaciones». Esta frase de Alberdi llamó mi atención y en relación a lo visto en clase, creo necesario en la actualidad un marco institucional fuerte e integral que permita llevar a cabo una administración de manera correcta y eficiente que permita el control y buen uso de las arcas del Estado para el beneficio de su pueblo.

    1) Analizando el presente, cree que hoy en día se habla de falta de espíritu público o que en realidad, la presión fiscal es tan grande que provoca necesariamente aquello?
    2) Sería una solución viable la descentralización del sistema argentino para un mejor desarrollo económico y para evitar la informalidad?
    3) Existe una estrecha relación entre el malgasto del Tesoro público, la falta de inversión y la corrupción con la falta de espíritu público. Cree usted que nuestra situación actual es peor que la de su época al respecto?

  9. En el capítulo VII, Alberdi establece los objetos del gasto público, el cual se compone de todo lo que cuesta el conservar la Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo. Todo el dinero del tesoro público utilizado para otra situación será malgastado y malversado.
    Los gastos, primariamente, se dividirán en gastos nacionales y provinciales. En segundo lugar, los gastos generales se dividen en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos. Podemos encontrar los gastos del servicio o ministerio del interior, donde se predicara la unión nacional, la paz interior y la promoción del bienestar general ; los gastos del servicio de las relaciones exteriores que consisten en dar a conocer en el mundo exterior las ventajas del nuevo régimen; los gastos del servicio en el ministerio de hacienda referido a lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro, la adquisición de establecimientos para su servicio, el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública; los gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, consistente en satisfacer las necesidades de orden intelectual, moral y religioso; y, por ulttimo los gastos del ministerio de guerra y marina que se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión y consolidar la paz interior.

    Lo novedoso seria la importancia que otorga a la consolidación de la paz en la Nación, ya que lo considera no solamente más económico y ahorrativo de gastos, sino también más eficaz y poderoso que la acción de las armas. Hay que considerar que las guerras siempre conllevan pérdidas irreparables como ser la vida de los soldados, y en ese entonces los únicos beneficiados de esas guerras interiores serían los negocios de un partido o de un hombre.
    Otra cuestión que debería ser considerada es que al hablar de empleados públicos establece que no debe existir gran cantidad de ellos para que la administración sea eficiente, sino que deben estar capacitados para el buen desarrollo de sus funciones, logrando así obtener calidad sobre cantidad.

    1- Supongamos que se lleva a cabo una reforma constitucional y el art.2 ya no establece que “El gobierno federal sostiene el culto católico, apostólico, romano», pero continua estableciéndose la libertad de culto ¿Lo consideraría beneficioso para el Tesoro Nacional?, ¿y para la comunidad?-
    2- ¿Considera que actualmente hay un exceso en la cantidad de empleados públicos?
    3-¿ Qué opinión le merece los trabajadores “en negro” o no registrados?

  10. Domingo 19 de noviembre
    Guía de discusión N°13: Capitulo VII – Objetos del gasto publico según la constitución argentina.

    Resumen

    En este capitulo del libro de Alberdi, trata el tema del gasto publico. El gasto público de la Confederación Argentina se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los de la Constitución es dinero malgastado, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general; se destina al tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas. Clasifica a los gastos, estos se dividen en principio en gastos nacionales y gastos de provincia. Teniendo cada provincia su gobierno propio, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local. En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto de ellos, que la Constitución manda ejecutar al principio de cada año, para el manejo del Tesoro. Para clasificar y dividir los gastos ordinarios de la Confederación, la Constitución los divide en cinco ministerios. Estos son el ministerio del interior; el ministerio de las relaciones extranjeras; el ministerio de hacienda; el ministerio de justicia, culto e instrucción; y el ministerio de guerra y marina. Y en cuanto a los gastos extraordinarios son los efectuados en obras publicas, los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra dentro o fuera del país; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, etc.

    Lo que me resulto novedoso del texto de Alberdi es que con repecto a los gastos del ministerio de guerra y marina dice que se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución. La sociedad argentina paga los gastos del servicio de la guerra en dos formas: – en la contribución general, aplicada en parte al sostenimiento del ejército; y en la contribución especial que paga en el servicio que le impone el art. 21 de la Constitución, que dice: – «Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución conforme a las leyes…». Alberdi dice que la contribución o el gasto público hecho en servicio militar directo por los ciudadanos (guardia nacional), en que consiste la más fuerte garantía de la libertad, tiene graves dificultades para que su aplicación en países recién nacidos a la libertad produzca sus buenos efectos. Desde luego distrae a los ciudadanos del trabajo, es decir, de la guerra con la pobreza, que es el gran enemigo de la República Argentina. En tales circunstancias es preferible que el país pague en dinero su contribución militar; es decir, que la Patria y la Constitución paguen el servicio de su defensa a empleados permanentes, que hagan profesión de ocuparse de eso y de la vida militar. Es preciso que el país tenga un ejército de línea para el servicio de las funciones arduas y difíciles de su defensa y pacificación.

    Preguntas para el autor

    1)¿El gasto publico extraordinario destinado a las obras publicas lo consideraría un gasto o una inversión?
    2) ¿En cuanto a los ministerios enumerados por Alberdi, en la actualidad existen otros ademas de esos?
    3) ¿Piensa que se administran bien los gastos tanto a nivel nacional como provincial?

  11. EN este texto Alberdi analñiza la forma en que son gastados los dineros públicos y cuándo para el autor es malgastado.
    La evasión de impuestos o la mala administración de los recursos ( por parte del gobierno o del ciudadano respectivamente) son condenados por el autor.
    Define en otro tramo los gastos locales y los nacionales. También los ordinarios de los extraordinarios.

    Novedoso:
    Me parece novedoso cómo asigna gastos a cada área y còmo, en definitiva lo realciona con el los objetivos que se fijan en el preámbulo de la Constitución Nacional.

    Preguntas que le haría al autor:

    1) ¿Es un gasto o una inversión los dineros destinados a la acción social?

    2) En un mundo globalizado los gastos que se supone son para promoción de un país no deberían juntarse con los de otros países para promocionar regiones?

    3) Es realmente significativo para las cuentas públicas achicar los gastos conocidos como de ¨la política¨ o del Estado¨, o simplemente es un recurso que se usa para ganar una discusión que pretende debilitar el poder del Estado en favor del Capital privado?

  12. RESUMEN – GASTO PUBLICO

    En el presente capítulo el autor se detiene a desarrollar hacia dónde debería estar orientado el gasto público según nuestra Carta Magna. Comienza acatando que la amplitud del gasto público está compuesta por todo lo que cuesta conservar la Constitución y todo lo que sea gastado en objetos no atañen a ésta, es dinero malversado y malgastado. Luego expone que el gasto público se divide en el nacional o general, el cual supone una excepción y a su vez se dividen en ordinarios y extraordinarios, y el provincial, que es la regla, ya que las provincias deben invertir y progresar. Por último dedica a explicar los gastos públicos en detalle de cada ministerio y el objeto de los gastos extraordinarios.

    NOVEDOSO
    Me resulta novedoso cuando expone “el arte de gastar es más raro en Sudamérica que el de crear recursos”, reside acaso en dicha frase la respuesta de nuestro fracaso. El autor considera que gastar es agrandar el Tesoro y en Argentina llevamos décadas de malversación: obras públicas que no se concretan o peor aún que se concretan y se vuelven a derrumbar para volver a empezar, fraude, corrupción, etc. Es impresionante como advierte que cómo el gobierno gasta sus fondos es básicamente toda la economía política: “la economía es el juicio en los gastos”, y es así, entonces emplear mal los gastos públicos implica básica y llanamente la ruina para nuestro país. También es interesante cuando diferencia que en las ciudades europeas es donde se crea la corrupción y las trabas, mientras que en los campos de Argentina la gente prefería la libertad de comercio, ¿cómo es posible que hayamos virado hacia el otro lado cuando la respuesta se encontraba ante nuestros ojos?. Por último, cuando cita a Montesquieu que dijo que el gobierno de libertad es el más caro de los gobiernos porque demanda más sacrificios y no más tributos.

    1.- ¿Considera que el gasto nacional general actual se realiza por excepción (como debería ser)?
    2.- ¿Cree Ud. que las provincias obtienen lo suficiente para cubrir sus gastos? ¿Considera que éstas deban afrontar las deudas por su cuenta o deben pedirle que las afronte el Estado Nacional?
    3.- ¿Considera acertada una reforma en la ley de coparticipación federal?

  13. Durante el capítulo VII, Juan Bautista Alberdi, se avoca a desarrollar y pormenorizar el objeto del gasto público según la Constitución Argentina. En primer lugar sostiene que el gasto público debe estar orientado a conservar la Constitución y nos remite a los objetivos del preámbulo. Inmediatamente comienza a articular los distintos gastos dentro de la propia administración, entre ellos los del ministerio del interior, del de justicia, culto e instrucción y del de guerra y marina. Todos ellos con una exhaustiva explicación de su finalidad y de los objetivos específicos de cada uno. Para luego finalizar con los gastos de carácter extraordinario. Haciendo especial énfasis en que las erogaciones del Estado deben dejar de enfocarse tanto en gasto político y en defensa, para poder hacerlo en gasto reproductivo. Es decir, muelles, caminos, canales y escuelas, lo cual conduciría a fecundar y multiplicar el Tesoro.

    El primer aspecto novedoso de este capítulo es la forma en que divide el gasto (y su escaso cumplimiento). Es decir: La regla es el gasto provincial. La excepción, el gasto nacional. Y luego nos otorga una muy interesante razón por la cual esto debe ser así: “gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce”. Este fundamente es totalmente razonable y consistente con el gobierno federal por el que nuestros constituyentes optaron. Y en segundo lugar, y en consonancia con lo que vinimos viendo durante todo el cuatrimestre, JBA hace referencia a los gastos que la sociedad, voluntariamente, hace en socorro y alivio de las clases desgraciadas. Entiende que este tipo de gastos “obra exclusiva del espíritu público” consiste en la mitad de la organización del país. Por lo que en esta obra clave para entender el funcionamiento tributario y administrativo de la nación, también encontramos un exhorto a los ciudadanos para que encontremos soluciones institucionales, de seguro, más eficientes y baratas que las que nos proveen muchos gobernantes.

    Dada la complejidad que presentan hoy los Estados modernos ¿Cree que es razonable haber ampliado la nómina de ministerios que lo componen?
    ¿Cree que fue positivo que la Nación asuma el cobro de cada vez más tributos que, en su origen, correspondían a las provincias?
    Al momento de redactar este libro usted sostenía que la religión cristiana es el único medicamento que puede curar a la República Argentina, y por eso sostiene que es deber del Estado financiarla. ¿Considera que las razones de su sostenimiento siguen presentes?

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