Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico I, Ciencias Económcias, UBA, vemos la famosa y maltratada “Ley de Say”. Además de leer al autor original, vemos al clásico del siglo XIX, John Stuart Mill, sobre el impacto del consumo en la producción. Así comienza:
“Antes del surgimiento de aquellos grandes autores cuyos descubrimientos han dado a la política económica su actual carácter relativamente científico, las ideas sostenidas universalmente tanto por los teóricos como por los hombres prácticos acerca de las causas de la riqueza nacional tuvieron su fundamento en ciertos puntos de vista generales que en la actualidad casi todos aquellos que se han dedicado a investigar el tema consideran, con justicia, completamente erróneos.
Entre los errores más perjudiciales en cuanto a sus consecuencias directas y que contribuyeron en mayor medida a que no se lograra una concepción adecuada de los objetivos de la ciencia, o de la prueba aplicable a la solución de los interrogantes que plantea, figuraba la gran importancia atribuida al consumo. Crear consumidores era el fin principal de la legislación en materia de riqueza nacional, de acuerdo con la opinión generalizada. Un gran y rápido consumo era lo que los productores de todas las clases y categorías deseaban para enriquecerse a sí mismos y enriquecer al país. Este objetivo, bajo las distintas denominaciones de una gran demanda, una circulación activa, un gran gasto de dinero y a veces totidem verbis un gran consumo se consideró como la condición fundamental para la prosperidad.
En el estado actual de la ciencia, no es necesario debatir esta doctrina en su forma y aplicación más absurda. Ya no se sostiene la utilidad de un gran gasto gubernamental con el objeto de fomentar la industria. En la actualidad no se piensa que los impuestos son «como el rocío que vuelve en forma de lluvia fecunda». Ya no se considera que se beneficia al productor, al tomar su dinero, siempre que se le devuelva a cambio de sus bienes. No hay nada que impresione más a una persona reflexiva, con un profundo sentido de la superficialidad de los razonamientos políticos de los dos últimos siglos, que la favorable acogida general otorgada hace tanto tiempo a una doctrina que, si es que prueba algo, prueba que la gente más se enriquece cuanto más se toma de sus bolsillos para gastar en los placeres propios; que el hombre que roba dinero de un negocio, siempre que lo gaste nuevamente en el mismo negocio, es un benefactor del comerciante a quien le roba y que la misma operación, repetida con suficiente frecuencia, originaría la fortuna del comerciante.
En oposición a estos evidentes absurdos, los economistas políticos establecieron triunfalmente que el consumo nunca necesita incentivo. Todo lo que se produce ya está consumido, sea con el fin de la reproducción o del goce. La persona que ahorra sus ingresos no es menos consumidora que aquella que los gasta: los consume de manera diferente; el ingreso proporciona alimentos y vestimenta para ser consumidos, herramientas y materiales que serán utilizados por los trabajadores productivos. Por lo tanto, hay consumo hasta el punto máximo admitido por el monto de producción. Pero de las dos clases de consumo, reproductivo e improductivo, el primero incrementa la riqueza nacional mientras que el segundo la perjudica. Lo que se consume por el mero goce, desaparece; lo que se consume; para reproducir, deja a cambio bienes de igual valor, generalmente con el agregado de una ganancia. El efecto habitual de los intentos del gobierno para incentivar el consumo es simplemente impedir el ahorro; es decir, promover el consumo improductivo a costa del reproductivo y disminuir la riqueza nacional por los mismos medios con que se intentaba incrementarla.
Lo que un país necesita para enriquecerse nunca es el consumo sino la producción. Donde hay producción, podemos estar seguros de que no falta el consumo. Producir implica que el productor desea consumir, si no ¿por qué se dedicaría a un trabajo inútil? El productor puede no desear consumir lo que é1 mismo produce, pero su motivo para producir y vender es el deseo de comprar. Por lo tanto, si los productores generalmente producen y venden cada vez más, ciertamente también compran, cada vez más. Una persona puede no necesitar más de lo que produce, pero necesita más de lo que otro produce; y, produciendo lo que el otro necesita, desea obtener lo que el otro produce. Por lo tanto, nunca habrá una cantidad producida de bienes en general mayor que la cantidad de consumidores. Pero puede haber, y siempre hay, una gran cantidad de personas que desean convertirse en consumidores de alguna clase de bienes pero no pueden satisfacer su deseo porque no cuentan con los medios necesarios para producirlos o para producir algo a cambio de ellos. Por lo tanto, el legislador no necesita preocuparse por el consumo. Siempre habrá consumo para todo lo que puede producirse hasta que se satisfagan por completo las necesidades de aquellos que poseen los medios de producción, y entonces la producción ya no se incrementará. El legislador sólo debe tener en cuenta dos elementos: que no exista obstáculo alguno que impida que aquellos que poseen los medios de producción los utilicen de la forma que consideren más conveniente para su interés; y que aquellos que no cuentan en la actualidad con los medios de producción para satisfacer su deseo de consumo tengan todo tipo de facilidad para adquirir los medios que, al convertirse en productores, tendrán la posibilidad de consumir.”
Sobre la Influencia del Consumo en la Producción – John Stuart Mill
Resumen del texto:
En este capítulo de la obra de John Stuart Mill titulada “Essays on Some Unsettled Questions of Political Economy”, el autor discute sobre la influencia del consumo en la producción.
Antiguamente la función de una legislación era crear consumidores, ya que era el consumo el considerado como condición fundamental para la prosperidad. Sobre ésto, Mill comenta que el consumo nunca necesita incentivo, ya que “todo lo que se produce ya está consumido, sea con el fin de la reproducción o el goce”. En ésta línea, incentivar el consumo es “simplemente impedir el ahorro”, por lo tanto reduce la inversión y, consecuentemente, la producción; y lo que un país necesita para enriquecerse es justamente, ésto último.
Luego de aclarar esto, el autor se pregunta si es posible que exista una sobreabundancia generalizada y, de modo de responder a esta pregunta, Mill afirma que evidentemente en un mercado de bienes sólamente, ésto no es posible. Sin embargo, cuando introducimos el mercado de dinero, las cosas cambian. Ahora si puede suceder que, por el motivo que fuese, los individuos prefieren demandar dinero y no bienes, generando la sobreproducción de bienes respecto al dinero o, lo que es lo mismo, hay un exceso de demanda de dinero. Es decir, si incluimos el dinero en ésta supuesta sobreabundancia, no hay tal cosa como ello.
Lo novedoso o sorprendente:
Lo que me parece novedoso de éste texto es la base teórica que le otorga a León Walras, quien unos años más tarde, en 1874, en su Éléments d’économie politique pure demostrará matemáticamente lo afirmado por Mill diciendo que, dado que la suma de todos los excesos de demanda de todos los mercados es 0, si hay un mercado en el cual hay un exceso de oferta necesariamente debe haber un exceso de demanda en el resto de los mercados. Si suponemos sólo 2 mercados y que hay un exceso de oferta en el mercado de bienes, necesariamente debe hacer un exceso de demanda en el mercado de dinero.
Ésta claridad que tenía Mill, es decir, que la sobreproducción se genera por una (cito) “falta de confianza comercial” y, que ésta sobreproducción o exceso de oferta de bienes tiene como contrapartida un exceso de demanda de dinero; más allá de mis opiniones personales sobre el monopolio de la emisión de dinero en una sociedad libre y su rol fundamental en la generación de ciclos económicos, creo que hubiese sido interesante saber, de manera contrafáctica, qué hubiese sucedido con el desarrollo de la historia económica mundial el hecho que haya sido sido tomada en cuenta por Roy A. Young (presidente de la Reserva Federal durante la crisis de 1929) de la misma manera que lo hizo Ben Bernanke, en el año 2008. Es decir, mediante las facultades de la banca central, combatir ese aumento en la demanda de dinero con un aumento en la oferta de dinero para apaciguar el efecto inmediato en términos de actividad.
Tres preguntas que le haría al autor:
1- ¿A qué hace referencia cuando habla de “bienes de igual valor”? ¿Qué factores considera para calcular el valor de un bien? ¿Ese valor es igual para todos los individuos?
2- ¿A qué se refiere cuando dice que “aquellos que no cuenten en la actualidad con los medios de producción para satisfacer su deseo de consumo tengan todo tipo de facilidad para adquirir los medios que, al convertirse en productores, tendrán la posibilidad de consumir”? ¿Cree que es, de alguna manera, un poco ambiguo y con altas posibilidades de ser mal interpretado por el legislador?
3- Dado que usted menciona que el aumento generalizado de precios puede ser un factor engañoso para la producción ¿Tiene algún comentario respecto del concepto de “ilusión monetaria” desarrollado por Irving Fisher y luego retomado por John Maynard Keynes?
SOBRE LA INFLUENCIA DEL CONSUMO EN LA PRODUCCIÓN, John Stuart Mill (1848)
En el escrito John Stuart Mill realiza una evaluación negativa de las ideas de Economía Política sostenidas por los autores previos a los clásicos, en torno a las causas de la riqueza nacional. La opinión más atacada por Mill, y que abarca la mayor parte de su escrito, es la importancia que solía adjudicarse al consumo, este último era considerado la piedra angular de la prosperidad económica. En oposición a estas creencias, el economista escocés sostiene que todo lo producido ya está consumido, pero esto muchas veces se pasa por alto al haber dos tipos de consumo; uno improductivo destinado al goce presente y otro confinado a la reproducción de bienes y servicios que emerge del ahorro –se sobreentiende que el ahorro financia la acumulación de capital-. No obstante, a diferencia del primero, el consumo reproductivo incrementa la riqueza, es decir, aumenta la cantidad de bienes producidos. Por lo tanto, las políticas de estimulación de consumo atentan contra el ahorro y son acosta de la riqueza nacional arguye Mill. Si bien esta discusión está contemplada en Say (1803), el autor escocés agrega sus ligeras modificaciones como la admisión de un exceso de oferta a nivel agregado de forma temporaria en una economía libre, de todos modos, Mill aclara que la sobreabundancia se anula al considerar el dinero como un bien.
A destacar:
Mill expone la superfluidad de establecer incentivos al consumo ya que el acto de producir conlleva per se el deseo de consumir. El autor cree que la mejor manera de lograr la prosperidad económica un es no obstaculizando el normal desenvolvimiento de los individuos y dejando que estos se guíen en función de su autointerés.
Por otra parte, me parece destacable que el autor identifique a la acumulación de stocks como parte del capital de una nación, porque esto le permite concluir que el capital de un país nunca se emplea en su totalidad, con lo cual, el producto anual nunca alcanza al potencial. Dicho de otro modo, la acumulación de existencias constituyen recursos destinados a la reproducción que permanecen inactivos. También es relevante que mencione como una causa posible de las sobreabundancias a la ilusión monetaria, según Mill durante estas situaciones los productores se convencen de que están ganando más, y en consecuencia producen más, sin embargo, esto perdura hasta que la ilusión sucumbe y se disminuye la producción de los bienes sobreofertados.
Preguntas que le haría al autor:
• En algunos pasajes usted hace alusión a “verdades demostradas”, ¿No cree que más bien que –en línea con la doctrina falibilista de Popper- el conocimiento es tentativo y falible?
• ¿Por qué afirma que un turista que gasta su dinero en un comercio no crea riqueza nacional, pero si lo gasta en calidad de remuneración directa por servicios prestados si lo hace? ¿No se vería contrarrestado por el mecanismo de ingreso de metálico-aumento de precios – reducción de exportaciones y aumento de importaciones?
Mariano Colavecchio
Resumen
Mill en el texto habla de como muchos economistas en el pasado habían pensado que la “demanda creaba su oferta”. Al igual que Say, él es capaz de demostrar que el proceso es el inverso y a partir de allí expande en la consecuencias de lo que postula la ley de Say. Comienza describiendo que en una economía de trueque es técnicamente imposible que haya un exceso generalizado de bienes ya que uno es comprador y vendedor al mismo tiempo y para uno poder consumir debe primero producir, luego intercambiar y recién consumir (asumiendo división del trabajo). Si a esta economía se le agrega el dinero afirma que pueden existir excesos de oferta de bienes a causa de un exceso de demanda de dinero pero esto es imposible que sea duradero en el tiempo, y que luego de este ciclo de bajo consumo es seguido por uno de alto.
Sorprendente
Expande el pensamiento de Say de tal manera que (a mi opinión) lo hace más fácil de comprender. Se dice que Keynes es el padre de la macroeconomía pero este texto tiene conocimientos muy claros de cómo funciona el ciclo económico a nivel agregado. Es muy interesante ver cómo se podría deducir de la lectura que la economía tiene un crecimiento basado en el ahorro/inversión con fluctuaciones de corto plazo en el consumo e intentar hacer crecer la economía vía consumo sería equivalente a terminar en un estancamiento económico cuando se llegue al nivel de plena producción/consumo. Por otra parte, llama la atención el nivel de enfoque que le da al consumo “reproductivo” (inversión) y como trata al consumo improductivo de manera casi despectiva cuando se trata de hacer crecer la riqueza del país (Claramente me sorprende porque crecí en un país cuyo modelo económico era/es el opuesto)
Preguntas
¿Deberíamos tratar de evitar los momentos en donde el consumo se reduce o estos son naturales? ¿Por qué?
Si un gobernante tuviera el conocimiento de que se está produciendo un “boom” económico transitorio, ¿Se justificaría la introducción de un impuesto para evitar una posterior depresión?
¿El gobierno debería fomentar el ahorro o esto podría ser tomado como una distorsión en las preferencias de las personas?
1) El autor considera que la idea de que la prosperidad nacional es fruto de una gran demanda, una circulación activa y un consumo rápido, es eso, una idea. Nada más que eso. Y que el gasto del Estado no sirve para fomentar la industria. El consumo, cree Mill, nunca necesita incentivo. Realiza una distinción entre consumo (re)productivo e improductivo. Esa es su idea central. Si el Estado fomenta el consumo hoy, desalienta el ahorro. Matando el consumo (re)productivo. Y este consumo es la fuente de la riqueza. Expande la producción. Y donde hay producción no falta el consumo. El Estado debe limitarse a facilitar los medios de producción a quienes no los poseen, para que a través de la producción y del trabajo, puedan hacerse paso al consumo. Concluye que la sobreproducción (o sobredemanda) no es un problema que pueda afectar a todos los bienes ya que el dinero es un bien, pero cuando se da para algunos bienes, se alteran los precios. Aunque con el tiempo las caídas y expansiones se revierten. Éstas no pueden perpetuarse como consecuencia de la sobreproducción, pero sí por una falta de confianza comercial.
2) Es interesante percibir la idea del capital inactivo que menciona Mill. Denomina capital como todo producto que tiene como fin la reproducción y no el uso improductivo (goce). Siendo la producción del vendedor, parte del capital nacional. Para Mill, allí radica la riqueza. Si no vendemos, este capital, permanece inactivo. Eso se reactiva con la demanda. Destaca que la inactividad permanente del capital es el precio que pagamos por la división del trabajo. En los sitios donde predomine la industria y el comercio, una mayor parte del capital permanecerá activo. Ya que la producción es mayor y la demanda es mayor. Y recordemos, esa inactividad se genera cuando los vendedores no encuentran consumidores, o viceversa. Entonces, la demanda reactiva una nueva parte del capital inactivo, impulsando a la expansión de la economía. Y lo más importante, es que intrínsecamente induce al ahorro, lo que incrementa el tamaño de la torta a futuro. Ya que posteriormente se expandirá la producción y el capital (tanto activo como inactivo).
3) A- Si habitualmente un país que recibe inmigrantes se beneficia de su llegada, y un país que fomenta la emigración se perjudica, ¿cómo explicaría las políticas actuales que atentan contra la inmigración que presentan muchas naciones desarrolladas? Dado que las políticas poco tienen que ver con los resultados de sus balances comerciales.
B- ¿Cree usted que existe algún mecanismo (sea de regulación estatal o de mercado) que impida estos recurrentes desequilibrios comerciales?
C- ¿Cómo sostendría que un individuo A que roba constantemente a otro individuo B, pero luego consume los productos que B vende con ese dinero robado a aquel, B se beneficia? Al final del día tenemos la misma cantidad de dinero y de bienes en circulación. B perdió el dinero que luego recuperó, pero perdió las mercancías que ahora tiene A. ¿Sería contraria a la postura de Say a favor de que la demanda crece de manera real y no forzosamente a través de un cambio de manos de los bienes?
John Stuart Mill
1.En el texto “La influencia del consumo en la producción” de Stuart Mill, se plantea un argumento muy polémico, donde el que ahorra no consume menos que quien gasta. El primero consume más a futuro y el segundo consume en el presente. A ese consumo futuro o ahorro se lo toma como consumo reproductivo. Distinto del improductivo, que representa al consumo presente que, según él, es perjudicial. Cabe destacar que, para la prosperidad de un país, una gran demanda, una circulación activa y un consumo rápido pueden impactar positivamente sobre la riqueza. Se plantea, a su vez, la imposibilidad de que haya bienes en exceso, todo vendedor tiene un comprador, puede ocurrir que no sea comprador en el inmediato, pero en el futuro lo será. Explicando así la sobreoferta.
2. Me parece llamativo el panorama bajo el cual se explica la sobreoferta y sobredemanda. En escenarios con este desajuste, donde nadie quiere comprar y los precios tienden a la baja, curiosamente, luego nadie quiere vender. Nadie quiere desposeerse de sus bienes (incluyendo el dinero) por miedo a que luego valgan menos. Debido a que todo está a la baja. Todos acuden al dinero porque en países estables es reserva de valor. No perderá valor como el resto de los bienes. No obstante, la gente que necesite vender venderá, y luego se empobrecerá. Esto, conlleva a una crisis temporaria, donde habrá estancamiento para aquellos que no necesitan vender y miseria para los que vendieron. Tal crisis suele seguirse de una reactivación económica.
3. ¿Piensa que hay alguna posibilidad de salir de una crisis de sobreoferta incentivando precisamente la demanda?
¿Por qué opina que, la mayoría de los gobiernos a lo largo de la historia trata de fomentar el consumo a toda costa?
Victoria Mendoza Attademo
Resumen
Las ideas anteriores a grandes autores cuyos descubrimientos han dado a la política económica su actual carácter científico, se asociaban con la gran importancia atribuida al consumo como medio para alcanzar la riqueza de las naciones. En línea con Say, aunque integrando adicionalmente el concepto de ahorro, el autor toma como absurdas esas antiguas ideas argumentando que lo que un país necesita para enriquecerse es la producción: Producir implica que el productor desea consumir, si no ¿por qué se dedicaría a un trabajo inútil? El productor puede no desear consumir lo que é1 mismo produce, pero su motivo para producir y vender es el deseo de comprar.
Conceptos importantes
De las dos clases de consumo, reproductivo e improductivo, el primero incrementa la riqueza nacional mientras que el segundo la perjudica. Lo que se consume por el mero goce, desaparece; lo que se consume; para reproducir, deja a cambio bienes de igual valor, generalmente con el agregado de una ganancia. El efecto habitual de los intentos del gobierno para incentivar el consumo es simplemente impedir el ahorro; es decir, promover el consumo improductivo a costa del reproductivo y disminuir la riqueza nacional por los mismos medios con que se intentaba incrementarla.
Preguntas al autor
En la actualidad, impulsar el consumo de bienes que presentan sobreproducción como consecuencia del confinamiento, ¿también lo consideraría como consumo improductivo?
¿Cree que la inflación en Argentina sumada a las excesivas regulaciones en las tasas de los ahorristas son factores que desincentivan al consumo?
Si hay necesidad de incentivar el consumo en una economía, ¿está de acuerdo con que esta necesidad se encuentra porque previamente hubo trabas en la producción?
1-John Stuart Mill realiza una crítica a la infundada importancia atribuida al consumo. Se genera, entonces, una legistación destinada a la creación de consumidores.
El economista escocés establece que el consumo no necesita ningún tipo de incentivo. Por el contrario, un país debe centrarse en su producción porque si la hay, el consumo no va a escasear. Las naciones deben poner su foco en la producción. Los productores necesitan consumir y si ellos logran incrementar su producción y ventas, van a comprar más.
Todo lo que se produce ya está consumido, ya sea por un consumo reproductivo o improductivo. El primero genera a cambio bienes, es decir, provoca un aumento en la riqueza. Pero el segundo se realiza por el mero goce, lo que acaba perjudicando y empobreciendo a la nación. Es por ello que un individuo que ahorra su dinero, no es considerado menos consumidor que quien gasta el dinero en su totalidad.
2- Llamó mi atención la crítica que realiza Mill, que aún sigue vigente en la actualidad, a los gobiernos que en la búsqueda de incentivar al consumo acaban por impedir el ahorro. De esta forma, generan una disminución de la riqueza nacional al incrementar el consumo improductivo. Por el contrario, el consumo productivo deciende y la producción nacional resulta afectada por ello. Es necesaria una visión largoplazista que comprenda la importancia de generar una producción que pueda desarrollarse.
Por otro lado, destaco la importancia de entender los beneficios que Mil menciona que un nuevo consumidor puede brindar a un productor. Se relaciona con la teoría de Say que establece que los individuos están interesados por la prosperidad del resto. Esto encuentra su razón en que el aumento de una rama de la economía genera incentivos al conjunto de la misma.
3-“Entre los errores más perjudiciblaes en cuanto a sus consecuencias directas[..] fiuraba la gran importancia atribuida al consumo” ¿el autor hace referencia en su cita al consumo improductivo o a todo tipo de consumo? En caso de ser la primera opción, ¿considera correcto que el Estado procure incremetar el consumo reproductivo?
¿Los productores de qué rama de la economía considera que rotan su capital en un tiempo reducido? ¿Por qué?
¿En su teoría económica se pueden encontrar principios que provienen de la Escuela Escolástica?
Resumen:
En este escrito John Stuart Mill argumenta la influencia del consumo en la producción. Mill en este capitulo defiende la idea de que el consumo no necesita incentivos, debido a que hay consumo hasta el punto máximo de producción. Si se fomenta la producción podemos asegurarnos que hay consumo. El autor separa el consumo en 2: consumo reproductivo y consumo no productivo. El primero sí aumenta la riqueza del país, mientras que el segundo no. La tarea del legislador es, entonces, asegurar que estén las circunstancias adecuadas para que haya producción. Mill hace un análisis especial cuando entra el dinero en el mercado. Se identifica como una posible situación que los individuos quieran demandar dinero en vez de bienes, por lo que podría haber sobreabundancia de algunos bienes. Si no fuese por el dinero, para mil no es posible un exceso de demanda generalizado de bienes.
Novedoso:
Me gustaría destacar la definición que da Mill de capital: “capital es todo aquello que está destinado para ser utilizado reproductivamente, sea con su forma actual o de manera indirecta por medio de un intercambio previo (o incluso posterior)”. No conocía esta definición, y me parece mas acertada a la que tenía.
Me llama la atención lo bien que está explicada la paradoja que se da cuando se fomenta el consumo en pos de aumentar la riqueza. “todo lo que se produce ya está consumido” dice Mill. Por lo que fomentar el consumo genera una caída en el ahorro, que hace que caiga la inversión, por ende, la producción también cae.
Preguntas al autor:
1) ¿Por qué piensa usted que hoy en día la disyuntiva de fomentar el consumo o la producción sigue vigente? Tal vez no en lo teórico, pero vemos que si pasa en la práctica en Argentina por lo menos.
2) ¿Qué opina del ahorro en dinero? ¿es positivo para la sociedad? ¿Qué haría con las tasas de interés, las dejaría altas o bajas?
Resumen:
Mill declara que los economistas políticos establecieron, triunfalmente, que el consumo nunca necesita incentivo. Todo lo que se produce ya está consumido, sea con el fin de la reproducción o del goce. Así pues, hay consumo hasta el punto máximo admitido por el monto de producción. Lo que un país necesita para enriquecerse no es el consumo sino la producción. Según el autor, las causas de la prosperidad nacional son una gran demanda, una circulación activa y un consumo rápido, siendo que existe una naturaleza exacta del beneficio que otorga al productor, o al comerciante, la aparición de un nuevo cliente. Existe demanda activa y circulación rápida cuando las mercaderías, en términos generales, se venden tan rápido como se producen, y el capital asignado a la producción es liberado tan pronto como ésta se completa, para emplearse inmediatamente en más producción. Por el contrario, hay inactividad y estancamiento cuando las mercaderías producidas permanecen durante largo tiempo sin ser vendidas y gran parte del capital productivo del país permanece momentáneamente inactivo. Mill sostiene que puede haber tanto un exceso temporario de cualquier bien considerado individualmente, como también puede haber un exceso de bienes en general, no como consecuencia de la sobreproducción sino por falta de confianza comercial.
Aquello que me resultó novedoso/sorprendente:
John Stuart Mill manifiesta, de manera novedosa, que el productor puede no desear consumir lo que él mismo produce, pero su motivo para producir y vender es el deseo de comprar. Por lo tanto, si los productores generalmente producen y venden cada vez más, ciertamente también compran, cada vez más. Una persona puede no necesitar más de lo que produce, pero necesita más de lo que otro produce, y, produciendo lo que el otro necesita, desea obtener lo que el otro produce. Por lo tanto, nunca habrá una cantidad producida de bienes mayor que la cantidad de consumidores. Asimismo, el autor asegura que existen, en todo momento, productores y comerciantes de todas las clases, cuyo capital está parcialmente inactivo debido a que no han encontrado los medios para lograr las condiciones que la división del trabajo considera indispensables para el empleo total del capital, es decir, el intercambio de sus productos entre ellos. Como conclusión final y crucial, Mill recalca que el estado de sobreabundancia del mercado es siempre temporario y, por lo general, le sigue una reactivación de la demanda fuera de lo común, siendo que el exceso de todos los bienes significa sólo una disminución temporaria de su valor en relación con el dinero.
3 preguntas que le haría al autor:
1-¿Cuál diría usted que es el error de la Economía Argentina, en términos de producción y consumo?
2-Usted expuso que los períodos de demanda activa son también los de mayor producción, dado que el capital nacional nunca se emplea al máximo salvo en estos períodos. ¿Se podría dar una situación en la cual no sería deseable que todo el capital del país se empleara al máximo?
3-¿Cómo piensa usted que la Argentina debería actuar para salir de su constante estancamiento económico? ¿Tiene algún consejo para nuestro actual ministro de hacienda?
El texto trata de explicar que el consumo no necesita de un incentivo, y que aquella persona que ahorra no consume mas ni menos que aquella persona que consuma en el momento. Hay 2 tipos de consumidores los que son por goce o de manera reproductiva. Incentivar la producción es un circulo viciosos, ya que aquel productor no consumirá lo que produce si no que intercambiara sus bienes, donde el legislador se debe enfocar en los que no cuentan con los medios en para ser productores hoy día. Cuando un extranjero compre nuestros bienes no genera riqueza excepto en los casos donde los productores no les sea indiferente un consumidor más o uno menos. El consumo improductivo muchas veces no representa un beneficio para el país, pero si para un pueblo. La sobreproducción tiene como factor el dinero donde la división de la compra y venta no ya en una parte si no en dos inclinando a diferir las compras.
Lo que me sorprendió fue algunos pasajes de la obra como cuando el gobierno intenta promover el consumo lo único que genera es impedir el ahorro, explicando que impide el consumo productivo disminuyendo la riqueza de la Nación, también desde el punto de vista del productor cuando aclara que toda producción ya posee su demanda o esta consumida ya que el productor de un bien no realizara un bien que no sea requerida en el mercado. Y otra cosa que me pareció importante que Say no lo menciona es el hecho de la abundancia o sobreproducción por el hecho de la existencia del dinero ya que el lo menciona que la demanda y oferta son iguales comparando en el intercambio de bienes con el trueque y Mill al mencionar el dinero aclara que la venta de un bien puedo hacerla hoy, pero la compra misma de otro dentro de por ejemplo 1 año.
1) De las proposiciones que considera como consecuencia de las importaciones y exportaciones en la numero 2. ¿El absentista debe mudar su fabrica al lugar donde el va a residir para no perjudicar al pueblo o ciudad del cual emigran?
2) Usted índice que si un lugar que no comerciaba con sus vecinos inmediatos, no habiendo capital en la producción para el mercado externo, que ahora sea llevado un menor nivel de empleo ¿Por qué disminuiría el nivel de empleo en caso contrario?
3) ¿Por qué la acumulación de existencia no puede darse de manera generalizada ya que los bienes pueden disminuir su valor en relación a otro por cuestiones de costos o calidad?
Resumen:
John Stuart Mill critica en este capítulo la idea que se tenía en esa época de que la riqueza de una nación se basaba en una “gran demanda, una circulación activa y un consumo rápido”, pues para él el “consumo nunca necesita incentivos”. Considera que el ingreso siempre se gasta ya sea en consumo o en ahorro y aquí hace una distinción entre consumo improductivo y reproductivo, siendo este último fomentado por el ahorro y siendo el consumo que hace aumentar la riqueza nacional. Cuando se estimula el consumo improductivo no se estimula el ahorro lo que termina perjudicando a la riqueza, y puede generar momentos excepcionales de sobreproducción en todo el mercado de bienes. Sin embargo Mill aclara que si se introduce el dinero y se lo considera un bien este exceso no ocurre pues se compensa con una menor relación entre el bien y el dinero (mayor demanda de dinero compensa el exceso de oferta de bienes).
Sorprendente/novedoso
Siguiendo la línea de pensadores de su época Mill vuelve a presentar argumentos de porque el estímulo al consumo y no a la producción es algo negativo, con consecuencias que “no se ven” (Bastiat) pero que sin dudas están. Pero su crítica va más allá y acusa a los monetaristas de su época de generar ilusiones monetarias que distorsionan los precios y llevan a problemas de sobreproducción por ejemplo. Lo cual me sorprendió porque me parece que habla de un tema que luego será la Ley de Walras, por lo que este capítulo me parece relevante ya que pareciera que presenta ideas que luego serán desarrolladas por economistas posteriores.
Preguntas al autor:
-¿Cree que la Teoría General de Keynes es un retroceso en el pensamiento económico, dado que plantea ideas sobre el fomento del consumo que usted rebate en su texto?
-Usted indica que el productor produce para consumir (lo cual es lógico), pero ¿qué pasaría si estos consumos fueran improductivos?
-Dado que critica un fomento a la demanda y critica a los monetaristas (por lo menos de su época), ¿Cómo debería fomentarse la producción? ¿vía política fiscal o monetaria o mixta?
Resumen: el texto de Mills tiene como punto fundamental la explicación acerca de cómo la producción es lo que genera riqueza en una nación. Divide al consumo en improductivo y productivo y mientras el primero la perjudica, el segundo es la que genera el incremento de la riqueza nacional. Lo justifica de esta manera, “. Lo que se consume por goce desaparece, en cambio lo que se consume para producir deja bienes con igual valor y generalmente con una ganancia agregada”. A su vez Mills cree que se confundió el nivel micro con macro, es cierto que una circulación activa y una gran demanda aumenta las ganancias de un comerciante, pero esto no se puede elevar a niveles macroeconómicos. es muy importante el aumento de la demanda debido a que esto permite que la cantidad de capital que se encontraba inactivo pase a estar activo y a su vez se generan salarios de superintendencia, pero esto no determina un aumento de la riqueza nacional.
Novedoso: lo novedoso del texto para mi radica en el hecho de que ya desde hace muchos años que se sabe que es el producto quien genera crecimiento y riqueza nacional (el ejemplo son los países desarrollados). Sin embargo, aquí en Argentina se siguen tomando decisiones basadas en ideas antagónicas a estas que tanto han dado resultados empíricos (como lo es el aumento del gasto público para estimular la demanda o el aumento impositivo que no permite el crecimiento de la producción. Por otro lado, me resulta muy novedoso el termino de capital inactivo y la sobreabundancia que se da por un lapso corto y no puede ser constante.
Preguntas:
1) ¿A que llama trabajos productivos?
2) ¿El hecho de que la moneda argentina sufra devaluaciones constantes y que el país muestre una inflación en alza, hace imposible el proceso de vender y quedarse con el dinero para luego invertirlo en comprar más adelante? ¿Se podría decir que en estos tiempos se podría tender (ante la imposibilidad de obtener dólares) al trueque?
El autor señala que entre los errores más perjudiciales en materia económica se encuentra la gran importancia atribuida al consumo. Crear consumidores era el fin principal de la legislación en materia de riqueza nacional, de acuerdo con la opinión generalizada. En oposición a esto, establece que el consumo nunca necesita incentivo. La persona que ahorra sus ingresos no es menos consumidora que aquella que los gasta: los consume de manera diferente. El efecto habitual de las intervenciones del gobierno es impedir el ahorro, es decir, promover el consumo improductivo a costa del reproductivo. Sostiene que lo que un país necesita para enriquecerse nunca es el consumo sino la producción. Es verdad que para cada productor es importante una gran demanda, pero no debe aplicarse erróneamente la analogía del individuo a la nación. La demanda activa sucede cuando las mercaderías se venden tan rápido como se producen. Los periodos de demanda activa son los de mayor producción, sin embargo, estos no son deseables dado que genera exceso de algunos bienes como escasez de otros (debido a que las estimaciones de los productores son imperfectas).
Me pareció interesante la frase que dice “que el hombre que roba dinero de un negocio, siempre que lo gaste nuevamente en el mismo negocio, es un benefactor del comerciante a quien le roba…” refiriéndose a la situación en la que los gobiernos cobran impuestos y luego incentivan el consumo. Son ideas que hoy calificaríamos de “liberales”. También me llama la atención que utilice la palabra “robo” para referirse a lo que sería el cobro de impuestos, un debate que está presente hoy en día en nuestra sociedad. Me pareció mas complejo que los otros textos y por momentos se me dificultó entender la idea que quería transmitir con la analogía entre el individuo y una nación.
¿Sirve este escrito como un complemento de las ideas de Say?
¿La sobreabundancia generalizada es imposible en todos los casos?
¿Por qué no debe desearse que todo el capital del país deba emplearse al máximo? ¿No implica una mayor producción un mayor consumo y por ende un mayor bienestar?
Mill critica nuevamente la importancia atribuida al consumo por los economistas de una época previa a él, defendiendo férreamente la postura de la ley de Say, bajo la oferta crea su propia demanda. Defiende al ahorro, al que califica como consumo reproductivo, frente al consumo improductivo que destruye los bienes en su consumo. También explica porque los extranjeros que llegan a una nación para consumir no varían la riqueza nacional, sino que tan solo cambian su composición. Pueden afectar positivamente al sector donde consumen, pero perjudican al sector que se ve encargado de exportar al país de donde provienen ya que encontraran un menor mercado allí. Por último, explica que una sobreproducción general de bienes es siempre temporaria y relacionada a la a la sobredemanda del dinero como un bien. Esta situación es luego seguida por una reactivación de la demanda del resto de los bienes fuera de lo común, y su causa es la falla de precisión en las expectativas de los agentes económicos que luego se corrige.
Es destacable como a diferencia de los contemporáneos de su época que veníamos leyendo, pasa a considerar al dinero como un bien para resolver el problema de que ocurran las sobreproducciones en la vida real. Además, piensa al dinero capaz de producir una ilusión monetaria que contribuya incluso a causar una sobreproducción temporaria en un primer lugar por exceso de expectativas.
También es interesante la diferencia que marca entre como un aumento del consumo por extranjeros pueda generar en un comercio o una industria especifica un mayor bienestar, pero como este incremento del bienestar no se traduce en la gran mayoría de los casos a nivel nacional, ya que se compensa en otras industrias. Siendo el único caso posible aquel de que se trate de una nación que no tenia una apertura comercial internacional previa al ingreso de estos extranjeros.
1) ¿Cómo aplicaría su teoría sobre el efecto de nuevos ingresos por parte de extranjeros en un mundo como el actual donde hay tantos países involucrados y no necesariamente se comercia bilateralmente sino multilateralmente?
2) En un periodo temporario de sobreproducción, ¿entonces si está bien incentivar el consumo para salir cuanto antes de la crisis?
3) ¿Hasta que punto apoyaría la intervención de una institución monetaria que busque evitar estas sobreproducciones dadas por sobredemanda de dinero?
Resumen
Mill, al igual que Say, analiza la dinámica de la economía desde el lado de la oferta. Propone que la inversión es la vía para enriquecer la economía, en oposición al consumo por el mero goce de este, que la empobrece. En este sentido, plantea que el incremento en el consumo solo tendrá efectos positivos en caso de que tenga por consecuencia un estimulo a que los productores aumenten sus medios. Esto puede deberse a que el productor contaba con parte de su capital inactivo y, tras el aumento de la demanda, volvió a emplearlo; también puede deberse a una situación en la que el productor había prestado su capital a cambio de un interés y, tras el incremento de la demanda, podrá emplearlo en su propia producción y percibir ahora una tasa de ganancia sobre ese capital; el incremento de la demanda puede estimular al productor a hacerse de un mayor capital, ya sea mediante el ahorro o un préstamo, y así recibir mayores ganancias.
Lo sorprendente
Me resultó interesante el análisis que realiza Mill respecto al equilibrio general en el mercado de bienes. Con el objetivo de refutar a aquellos que le señalaran que la producción no puede hacer crecer sostenidamente una economía por el riesgo de que se produzco un exceso de oferta, o bien una sobreproducción en el agregado de la economía, Mill señala que en el equilibrio de bienes debe contarse al dinero como un bien más. De este modo, nunca podrá producirse un exceso de bienes, en todo caso estos presentarán un valor relativo menor en términos de dinero.
Por otro lado, me resultó atractivo el rol que propone para los legisladores y me resultó asimilable a lo defendido por Adam Smith. Señalando que la tarea primordial ha de ser la de garantizar que aquellos con los medios de producción puedan decidir libremente cómo emplearlos y, asimismo, que aquellos que no pueden satisfacer su deseo de consumo reciban todas las facilidades para convertirse en productores y, así, poder acceder a los bienes de consumo como intercambio por su producción.
Preguntas
1. ¿De qúe manera debe el legislador facilitar el desarrollo de los medios de producción para aquellos no pueden satisfacer sus necesidades de consumo?
2. ¿Cómo funciona el mecanismo por el que un producto genera su propio mercado de demanda?
3. ¿Cómo hacen los gobiernos para impedir o desalentar el consumo en sus habitantes para así beneficiar la inversión?
Resumen:
John Stuart Mill en su texto nos trae la idea, al igual que Jean Baptise Say en “La Ley de Say”, de que el consumo no necesita ser incentivado por el gobierno, lo único que se logra es simplemente impedir el ahorro, lo cual es una gran falencia, ya que las personas que ahorran no consumen menos de lo que lo hacen aquellas que gastan, sino que consumen de manera diferente. Por el contrario, lo que se debe hacer para enriquecer a un país es incentivar la producción. Sostiene Mill que el productor si bien no consume sus propios bienes, produce con el objetivo de consumir otros generando demanda. Por lo tanto, lo que se debería hacer para aumentar la riqueza de una nación es que el Estado asegure que aquellos que tengan los medios necesarios para producir lo utilicen de la manera más conveniente y, que aquellos que no los poseen tengan facilidades para obtenerlos y de esta forma, convertirse en consumidores.
Lo interesante:
Me resultó interesante la manera en la que Mill define el intercambio de bienes por medio de dinero como un trueque entre mercaderías, con la diferencia de que la parte que recibe el dinero puede decidir usarlo en otro momento, mientras que el que compra sí es efectivamente por la necesidad de consumir ese bien.
Además me resulta interesante el resultado que Mill menciona de que sólo un consumidor más se incorpore en la economía y todos los efectos positivos que esto produce. Si una proporción del comerciante estaba inactiva, se vuelve activo con esta incorporación. Se pueden obtener mayores ganancias si es que la cantidad de bienes ya era consumida por completo, dejando parte de capital librado para otras inversiones. Por último, con este nuevo consumidor el comerciante podría incluso ahorrar o realizar gastos mayores, de esta manera activando más la economía.
Preguntas que le haría al autor:
– ¿Por qué cree que se sigue estimulando en muchos casos el consumo y no la producción?
– Cree que en la sociedad actual, en una economía como Argentina en donde se busca ahorrar en moneda extranjera por la poca confianza que se tiene en la moneda nacional, ¿Es igualmente aplicable la definición de que el ahorro es consumo que se realizará más adelante?
– ¿Qué políticas implementaría para poder incentivar la producción cuando son relativamente pocos en la sociedad quienes tienen los medios para hacerlo?
Resumen.
Mill empieza criticando a aquellos que creen que un gran consumo es una condición fundamental para la prosperidad. Según él, el consumo nunca necesita incentivo, ya que hay consumo hasta el punto máximo admitido por el monto de producción. Afirma que todo lo que se produce ya está consumido, ya sea con el fin de la reproducción o del goce, y que una persona que ahorra sus ingresos no deja de consumir; solamente administra su consumo de manera diferente. Así, Mill distingue dos tipos de consumo: el reproductivo, que incrementa la riqueza nacional, y el improductivo, que la perjudica. Sostiene que “lo que se consume por el mero goce, desaparece; para reproducir, deja a cambio bienes de igual valor generalmente con el agregado de una ganancia”. Por esto es que es erróneo que los gobiernos busquen incentivar el consumo, ya que lo que hacen es impedir el ahorro: promueven el consumo improductivo a costa del reproductivo y terminan disminuyendo la riqueza nacional por los mismos medios con los que se la podría incrementar.
Por otra parte, Mill se aparta de la idea de que la propensión al gasto es igual a uno ya que considera que cuando se intercambian bienes a través de dinero, se realiza una venta pero no necesariamente una compra de manera inmediata. Si bien quien vende algo lo hace con la intención de comprar, no necesita hacerlo en el mismo momento en que vende y en consecuencia, no necesariamente se suma a la demanda inmediata de un bien cuando sí lo hace a la oferta del otro. Al poder separar las transacciones en dos partes, Mill admite que momentáneamente pueden existir desequilibrios en los mercados que se resuelven mediante cambios en los precios.
Lo novedoso/relevante.
Me resultó interesante la necesidad de Mill de redefinir lo que para él es el capital. Asegura que en su época se lo definía como alimento, vestimenta y otros artículos destinados al consumo del trabajador, así como los materiales e instrumentos de producción. Sin embargo, discute que esta definición se presta a una mala interpretación, por lo que propone considerar al capital como aquello que tiene un valor intercambiable. Es decir, es aquello que un individuo o una nación posee con fines reproductivos, no para uso improductivo. La definición propuesta por el autor parece mucho más razonable y de hecho prevalece hasta hoy en día.
Asimismo, me llamó la atención la idea del autor de que es común y hasta deseable la existencia de un stock de capital ocioso en los mercados, por ejemplo en forma de capital fijo, para afrontar una posible suba de la demanda.
Preguntas al autor.
1) ¿Qué piensa del rol de instituciones como los bancos centrales para influir en las tasas de interés? ¿Podría contribuir a corregir desequilibrios en los mercados?
2) ¿Qué solución brinda frente a desequilibrios debidos a fallas de mercado, como por ejemplo externalidades?
3) ¿Ha realizado algún postulado respecto de bienes públicos?
John Stuart Mill : sobre el impacto del consumo en la producción
Resumen :
Mill dijo que las ideas universales de los teólogos de antaño sobre la riqueza de la nación eran erróneas. Su objetivo era crear consumidores para enriquecer a los productores y a la nación. Según Mill, un país no necesita estimular el consumo sino que debe estimular la producción para enriquecerse. Porque producir más implica más consumo (Ley de Say) y por lo tanto a la creación de más riqueza para la nación.
Mill nos plantea los problemas de ahorro y sobreproducción. Para él, el hecho de que los individuos prefieran ahorrar en lugar de comprar bienes de consumo no es grave, ya que los individuos ahorran para invertir en medios de producción. El riesgo también sería que hubiera una sobreproducción debido a la excesiva demanda de dinero, pero esto sólo sería cíclico. En cuanto a la sobreproducción, Mill piensa que esto no sucederá porque cada individuo quiere lo que el otro produce, por eso trabaja y ganará dinero para comprar bienes cada vez más caros.
Así pues, el autor termina diciendo que el legislador (el Estado) sólo debe garantizar dos cosas: facilitar el desarrollo de la producción y facilitar el consumo con mercados seguros.
Novedoso :
Me resultaba interesante que Mill explicó esta relación producción/consumo mucho más claramente en comparación con Jean-Baptiste Say. Recoge perfectamente las ideas del autor y va un poco más allá para justificar estas afirmaciones. También me resultaba muy interesante la idea de Mill que apoyar la producción en lugar del consumo. La idea es muy clara, casi directamente aplicable en una política económica y podría ser útil para las naciones en estos tiempos.
Preguntas al autor :
¿Cómo podemos evitar la sobreproducción hoy en día, cuando los ahorros ya no se utilizan exclusivamente para reinvertir en herramientas de producción sino más bien para asegurarse un buen fín de vida o para proporcionar educación a los hijos?
Hoy en día, las empresas privadas han asumido la gestión de la actividad económica mundial y, sin embargo, el crecimiento es más difícil y los Estados no se enriquecen sino que se endeudan. ¿No deberían los estados intervenir más en la economía, volver a ser más «estados de bienestar»?