Con los alumnos de la UBA Derecho vemos a Juan Bautista Alberdi en Sistema Económico y Rentístico analizar el objeto del gasto público según la Constitución Nacional, pero al final del capítulo plantea un tema bien interesante en estos tiempos: no hay que pensar solamente en el gasto del Estado para solucionar los problemas que se encuentren en la sociedad:
“Observaré entretanto, para acabar de hablar del gasto público, que no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, comodidad y perfeccionamiento de sus ciudades, en el socorro y alivio de las clases desgraciadas, y en fin en todo ese orden de servicios que la sociedad se hace a sí misma, sin el intermedio de la autoridad, en el sentido de su prosperidad más rápida y más completa. – A ese gasto pertenecen las calles, los empedrados, las calzadas, los caminos, puentes, desagües, mejoras locales, monumentos, socorros públicos y eventuales, que se hacen por suscriciones voluntarias levantadas entre el vecindario.
Ese gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo. Los pueblos educados en servidumbre no tienen idea de esta contribución sin ley, que el patriotismo se impone a sí mismo, como el esclavo que todo lo hace para su amo y por su mandato no tiene idea del celo generoso.
La Inglaterra, los Estados Unidos deben la mitad de sus mejoras de orden local a esa contribución que el país paga sin que se lo exija la ley, nada más que por el placer de existir bien y de un modo digno del pueblo que sabe estimarse y respetarse hasta en su decoro externo, hasta en el aire distinguido y brillante de esas habitaciones colectivas para su mansión, que se denominan ciudades.
De la omisión de este gasto espontáneo que pesa sobre el espíritu público, ¿a quién hacer responsable? – No al gobierno, ciertamente, que nada tiene que hacer en él, sino al país, que no se siente animado de ese impulso inherente a todo país educado en la libertad. La falta de espíritu pú-blico en nuestras Repúblicas nominales tiene una mitad de la responsabilidad de su atraso propio. Del gobierno podrá ser la otra en mucha parte, no lo dudo, pero ella no excusa la del país. Entretanto es el pretexto que releva de todo escrúpulo a la incuria abyecta de nuestras ciudades manumitidas. ¿El gobierno os impide pintar, renovar, hermosear cada tres meses vuestros edificios? ¿Os impide alumbrarlos brillantemente por las noches? ¿Os impide hacer puertas, veredas, empedrados, puentes, caminos para vuestra propia comodidad? – Diréis que sí. – Os diré entonces que quien lo estorba es el mismo poder que os hace comer mal, vestir peor, habitar casas lóbregas y tristes, vivir vida mezquina y pobre.
La mitad de la organización del país está en la organización de la propia persona. ¿ Qué ha querido decir Montesquieu, cuando ha dicho que el gobierno de libertad era el más caro de los gobiernos? – Que es el que demanda más sacrificios, no más tributos. Lo más fuerte del precio que la libertad cuesta a la Nación reside en el servicio prestado en consagración, en celo, en participación libre y voluntaria por sus habitantes en favor de la obra del bienestar propio y común.
Ser libre no consiste en pasar la mañana en el café renegando a voz en cuello de todos los actos del gobierno; es vivir en continuo afán y en perpetua solicitud, es tomar parte en todo lo que interesa a la Nación; sobre todo es vivir con la mano en el bolsillo, -fisco doméstico y casero-, en el que tiene cada ciudadano un poder de acción pública más eficaz que el fusil de la guardia nacional, herramienta inútil para hacer caminos y puentes, para hermosear las ciudades.
El ocio egoísta pretexta efugios para eludir sus deberes de libertad, es decir, de actividad y trabajo en el interés común, porque esto es la libertad. Lleva su extravío hasta convertir la abstención indiferente en buen tono y prueba de civismo. El egoísta viene a ser tipo del honesto ciudadano, y la mayor recomendación del buen juicio de un vecino se hace con decir que «es persona que en nada se mezcla».
Hemos vivido siglos aceptando lo que nos daba hecho y formado el tutor regio en cómodo y agradable pupilaje. El precedente de siglos gobierna nuestra vida real bajo el imperio de la República escrita. A la menor necesidad sentida alzamos los ojos hacia el papá.
El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente; he ahí toda la diferencia de la colonia a la República: en cuanto al vecino, su rol es siempre el mismo: – aceptar todo lo que se le da hecho, sin hacer nada por sí.”
RESÚMEN
Alberdi comienza el capítulo VII afirmando que gasto público es “todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo”. Entonces, es dinero malgastado aquel que no sea gastado en pos de los objetos establecidos de la Constitución. Alberdi divide los gastos, en principio, en gastos nacionales y gastos de provincia. Además, otra clasificación que hace apunta a los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, de acuerdo a la regularidad periódica en que sean ejercidos y la posibilidad de que sean previstos en el presupuestos de gastos ejecutado cada año. Luego resume los gastos de cada ministerio en particular, siempre que sean considerados en su objeto respectivo; por ejemplo, los gastos del Ministerio del interior se extienden a lograr la unión nacional, la paz interior, el bienestar general, entre otros. Seguidamente, Alberdi analiza que los gastos extraordinarios pueden llegar a ser útiles para el aumento del Tesoro si son generados de forma reproductiva.
IMPORTANTE
Es importante cómo Alberdi describe los gastos propios de las provincias, como aquellos consecuentes del gobierno propio, del poder no delegado por la Constitución al gobierno general. Los gastos de la provincia no pueden ser confundidos con los de carácter nacional producidos en provincia, es así que los gastos del servicio de aduanas, del de correos, de la venta de tierras públicas, los gastos del ejércitos, todos de carácter nacional, se dividen en tantas secciones locales como las provincias en que sean generados. Esto es necesario para la elaboración de la ley de presupuestos.
PREGUNTAS
¿Cómo se define el bienestar general, siendo éste tan amplio?
Si bien el gasto de las provincias es determinante para la elaboración de la ley de presupuestos, ¿lo sigue siendo en la actualidad?
El gasto público, a los largo de los años, ¿qué tipo de modificaciones ha sufrido?
RESUMEN: Clasificación y división general de los gastos públicos según la constitución argentina:
como primera clasificación: gastos nacionales y gastos de provincia. Respecto a estos últimos, cada provincia tiene su gobierno propio, que es aquel poder que no delegaron al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local y cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia. En cambio, el gasto general, excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen al Estado general.
A su vez, los gastos generales se dividen en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
Para clasificar y dividir a los gastos ordinarios, la misma Constitución establece una regla en la división que ella hace de los negocios del gobierno general respecto a su despacho en cinco ministerios: gastos del servicio o ministerio del interior; gastos del servicio de las relaciones exteriores; gastos del servicio en el ministerio de hacienda; gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; gastos del ministerio de guerra y marina. En esta misma clasificación pueden entrar los gastos extraordinarios.
LLAMATIVO/NOVEDOSO: “Pero la Religión es un bálsamo que cura lentamente. Será preciso inyectarlo en la sangre de la infancia. El que no empieza a creer de niño, es raro que deje de ser escéptico. El país tendrá que empezar por la formación del apostolado, por la educación del clero nacional. En buenos seminarios más bien que en espléndidas iglesias se gastará el dinero fiscal más útilmente al sostenimiento del culto. Pero esto no será lo bastante. Será preciso admitir elementos ya formados que vengan de fuera, y aun estimular su internación, como en el orden económico. La República debe recibir con mano larga y generosa al clero ilustrado y capaz que busque servicio en sus altares, de donde quiera que venga”.
PREGUNTAS AL AUTOR:
1. Situándonos en la época actual, ¿seguiría sosteniendo su postura respecto a los recursos que destina el Estado a la iglesia católica?
2. ¿Cuál es el motivo que lleva al Estado a gastar mas de lo que puede?
3.¿Qué medida cree necesaria tomar para que los gastos públicos no se desvirtúen y sean asignados a las necesidades correspondientes?
Resumen
Alberdi establece que el gasto público, según la Constitución, esta formado por todo lo que cuesta el construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad. Además, divide los gastos en nacionales y provinciales, y estos primeros a su vez se pueden clasificar en gastos generales y gastos locales de carácter federal. También plantea la clasificación de gastos en ordinarios y extraordinarios de acuerdo a su regularidad periódica. Entre los ordinarios, se plantea que la Constitución plantea los del ministerio el interior, para consolidar la paz interior, la unión nacional y el bienestar general; los de relaciones exteriores para traer de afuera los elementos necesarios para la prosperidad y mantener las buenas amistades con las naciones extranjeras; los de hacienda compuesto por lo que cuesta su servicio; los de justicia, culto e instrucción; y finalmente los de guerra y marina para proveer la defensa común. Por último, en cuanto a los extraordinarios, menciona las obras públicas; las recompensas de estímulo; las compras de tierras; los subsidios; entre otros.
Novedoso/Sorprendente
En primer lugar resulta sorprendente que el que gaste por afuera de lo que indica la Constitución esta malgastando el dinero y malversándolo, sorprende lo estricto que es en cuanto al gasto público y lo inimaginable que sería esa regla para los políticos actuales tan acostumbrados a gastar en infinidad de cosas. También es llamativo el interés de Alberdi por sostener el culto religioso, encontrando allí una gran forma de cultivar la moral social y también sorprende el hecho de que elija que el culto católico para que sea sostenido económicamente, mientras que para los otros cultos elige un sostén no económico. Por otro lado, resulta interesante la comparación con la mentalidad de algunas personas de querer ver en el Estado a un Padre que dirija las cosas mientras que el propone una visión diferente en donde el Estado no es más que un sirviente de la sociedad y no su amo.
Preguntas
1. ¿Cree que hoy por hoy no se respetan los gastos establecidos por la Constitución y en cambio se gasta en otras cosas?
2. ¿Cree que el gasto en materia de «guerra y marina» es insuficiente teniendo en cuenta el estado actual de nuestras FFAA y comparándolas con lo que llegaron a ser, o cree que actualmente es un gasto innecesario?
3. En el país de la grieta ¿Qué gastos cree que serían útiles para consolidar la unión nacional y consolidar la paz interior?
Resumen
En el capítulo VII Alberdi desarrolla los objetos del gasto público según la Constitución Nacional. Comienza diciendo que el gasto público se compone de “todo lo que cuesta constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Es decir, el gasto público se compone de todo lo que cuesta conservar la Constitución y hacer cumplir los objetivos establecidos en el preámbulo.
Posteriormente, Alberdi realiza una primera clasificación del gasto, diciendo que el mismo se divide en gastos nacionales y gastos de provincia. Además, agrega que el gasto general es excepcional y limitado a cumplir los objetivos establecidos en la Constitución.
Una segunda clasificación del gasto, según el autor, es entre gastos ordinarios y gastos extraordinarios, siendo el foco de esta clasificación la periodicidad del mismo y la posibilidad de ser previsto en el presupuesto. Además, realiza un desarrollo respecto al objeto y carácter del gasto extraordinario.
Lo llamativo:
Lo que me resulta llamativo de este capítulo es que Alberdi remarca que la Constitución asigna al ejercicio del catolicismo una parte del tesoro nacional, mientras que respecto al resto de ideologías religiosas se limita a la libertad de culto. De hecho, el autor también remarca que la CN concede al culto católico todo el apoyo que estuviere a su alcance. Si bien creo que era algo lógico centrarse en el catolicismo ya que es el mayoritario en nuestra región, me genera dos opiniones. Principalmente, por un lado, opino que ninguna parte del tesoro público debería estar destinada a la religión, más allá de cual sea. Y por otro lado, creo yo que en caso de destinar una parte del tesoro público a la religión, esto debería hacerse de forma equitativa con los distintos cultos.
Preguntas:
1) Si hoy tuviese que hacerse una Constitución nacional completamente desde cero, ¿Destinaría un parte del tesoro nacional hacia algún culto religioso?
2) ¿Cree que el gasto público en la práctica el gasto público fue destinado únicamente para cumplir con los fines establecido en la CN?
3) ¿Qué opina del gasto público destinado a fines que no establece la CN?
Resumen.
Alberdi explica que los gastos del país son nacionales y provinciales, siendo los primeros de carácter excepcional y limitado. Analiza que dejar a cada provincia la organización de su propio gasto, concluye en una inversión acertada (quien gasta de lejos, gasta mal). Por otro lado, se dividen en originarios y extraordinarios también: dependiendo de la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto. En un segundo momento, analiza particularmente los gastos de cada ministerio.
Novedoso.
En un momento, Alberdi explica los gastos que tendrá que afrontar cada ministerio y me resulta muy interesante la explicación que realiza respecto de los empleados del ministerio del interior: el buen servicio no dependerá de la cantidad de empleados sino de la calidad. Creo que es un punto más del libro de Alberdi que puede aplicarse a cualquier ámbito de la política de nuestro país, donde (desde mi opinión personal) no pesa más la calidad que la cantidad, al parecer. Cito una frase que escribe al hablar del ministerio de hacienda y que comparto totalmente: «Otro medio de economizar gastos en sueldos de empleados, es emplear pocos agentes, hábiles y
honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos».
Preguntas.
1. «Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le
distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal […]». De acuerdo a esta cita, ¿considera que hubiese sido correcto asignar algún tipo de sanción para los funcionarios que comentan este «crimen»?
2. Considerando que se sostuvo todos estos años el culto y no parece que haya servido para «moralizar» al pais (principalmente a nuestros gobernantes), ¿sigue siendo la mejor opción gastar dinero del Tesoro en el «sostenimiento del culto nacional», hoy en día?
3. ¿Se cumplió en la práctica que el Estado haya «mutado» de amo a sirviente?
En el capitulo se analiza el gasto publico busca «construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior y promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad»
«Si, la organizacion de un pais esta en la organizacion de la propia persona»
Me tome el atrevimiento de hacer un listado, en resumen del propio capitulo
La constitución exigía un esquema de acción ya que no contempla dinero mal gastado
1)El ministerio del interior, que busca promover el bienestar general. carga con la obra publica, la capacidad para realizarlas- propias de la empresa.
2) evalúa los servicios a cargo , cada provincia maneja su gasto local.
3)el gasto en relaciones extranjeras es propio por traducción y propaganda
4)ministerio de hacienda se debe contratar pocos empleados- capaces-
5) deuda publica- se paga ya que » restituir los ajeno es como guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional»
6) la instrucción publica es elemental, ya que proporciona valores.
7) formación militar, otorgara un sentimiento de patriotismo, que consolidara la paz y unión nacional.
8) que el pueblo mantenga una creencia religiosa- contemplado como gasto extraordinario.
Preguntas:
1) En la actualidad( a mi entender) el nivel de patriotismo ha bajado cree que es producto de de que hoy la formacion militar es opcional? y cree que esto repercute en la estabilidad de la institucion?
2)los gastos nacionales a los que nombra son de aduana y demás.. que opinión le merece la coparticipación y la relacion en que las provincias que mas aportan menos reciben.
3) Hace pocos años atrás, se tomo nuevamente deuda publica El gobierno actual, no solo dilata su pago (mas allá de que no tiene el dinero suficiente) su mensaje político es que el » gobierno anterior, ha de correr con el gasto» , el gasto publico argentino es extraordinario en niveles irracionales.
Como cree usted que debe medirse una voluntad de pago?
RESUMEN: Alberdi en este capítulo menciona que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar las Constitución, todo dinero público gastado en otros objetos es dinero malgastado y malversado. Los gastos se dividen en gastos nacionales y gastos de provincia. En cuanto a estos últimos, cada provincia tiene su gobierno propio y cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local que lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución. Los gastos nacionales de la Confederación sos susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Esa división será necesaria al buen método y claridad del cálculo de gastos y a la confección de la ley de presupuestos. A su vez, se dividen por la Constitución los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
NOVEDOSO O SORPRENDENTE: En cuanto a los gastos del ministerio de hacienda, que existiera en esa época escasez de hombres capaces en esa materia y que para ocupar esos puestos se solicitara empleados extranjeros acreditados por su aptitud y probidad, para organizar y desempeñar el servicio de hacienda en los ramos que exijan conocimientos técnicos, tales como la contabilidad y las operaciones de la deuda y crédito público. Otra cuestión que me parece sorprendente es cuando se refiere a que cuando el Estado toma a su cargo el gasto de un culto nacional y dominante, le toma principalmente como un elemento político, como un medio de gobierno, como un instrumento de educación y sociabilidad.
PREGUNTAS AL AUTOR: 1. Teniendo en cuenta que la Confederación tomó a su cargo el gasto del culto con un fin político y social ¿Considera que es necesario seguir manteniendo ese gasto en la actualidad con los mismos fines?
2. ¿En qué considera que se deba priorizar el gasto público en la actualidad?
3. ¿Considera conveniente la inversión en apoyo a otros cultos además del catolicismo?
En el apartado VII de su libro, Alberdi analiza los fines del gasto público según la Constitución Nacional. El gasto público de la Confederación Argentina compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». Es decir, que se compone de todo lo necesario para poder llevar a cabo los fines fijados por la Constitución, y todos los recursos públicos gastados para otros fines que no sean esos son recursos malgastados y malversados. Ese es, según Alberdi, el límite del Tesoro Nacional.
A continuación, Alberdi distingue entre diferentes calificaciones de gasto: gasto local y provincial, gastos nacionales generales y locales de carácter federal, y gastos generales ordinarios y extraordinarios. Además, divide los gastos públicos según los objetos de la administración en que deben ser efectuados:
1. Gastos del servicio o ministerio del interior: en líneas generales, los gastos de este departamento componen de lo que cuesta afianzar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, es decir, cumplir con los fines de la Constitución que tiene a su cargo. Esto incluye costear el servicio de agentes civiles, empleados, edificios para oficinas de servicio, equipar y mantener el ejército, costear trabajos y obras públicas, etc.
2. Gastos del servicio de las relaciones exteriores: los gastos del ministerio de relaciones extranjeras consistían, en el momento en que Alberdi escribió el libro, en lo necesario dar a conocer en el mundo exterior las ventajas del nuevo régimen que sancionó la Confederación, las condiciones admirables del país para el establecimiento de las poblaciones extranjeras que se desea atraer y los recursos que presenta a la ocupación de los capitales extranjeros, todo esto dirigida especialmente a Europa.
3. Gastos del servicio en el ministerio de hacienda: se componen principalmente de lo que cuesta la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro, así como la adquisición y sostén de los establecimientos para su servicio. Alberdi desarrolla algunas maneras de economizar esos gastos, entre ellos, arrendamientos temporales o contratar pocos empleados.
4. Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción: estos gastos son los destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso.
5. Gastos del ministerio de guerra y marina: se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, según lo estipulado en la Constitución.
Luego Alberdi analiza los fines y el carácter de los gastos extraordinarios, pero aclara que sólo conviene que se realicen gastos extraordinarios si el Estado ha logrado cubrir los gastos ordinarios de su administración. Esto es lo que más “sorprendente” me resultó de este apartado, porque me llevó a pensar si efectivamente la Argentina estuvo en algún momento de su historia en una posición económica en la que resultare conveniente realizar gastos extraordinarios. Estos gastos comprenden, según Alberdi, obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional. Estos gastos resultan fructíferos si se los realiza de forma reproductiva, es decir, con la finalidad de multiplicar el Tesoro. Eso me llevó a también a la interrogante de si se han hecho en el país a lo largo de su historia gastos extraordinarios que no estuviesen orientados a paliar rápidamente situaciones gravosas y que, en su lugar, estuviesen diseñados para multiplicar el tesoro a largo plazo.
Además de las interrogantes que planteé en el resumen, le preguntaría lo siguiente al autor:
1. ¿Cree que han sido empleados eficientemente los recursos del Tesoro durante la pandemia?
2. ¿Sería necesario reevaluar algunos gastos en época de crisis, como el gasto en cultura o religión?
3. ¿Qué propondría para lograr una reducción del gasto público en la actualidad?
Resumen: En este capítulo siete de la última parte del libro Alberdi se propone comentar sobre el gasto público de la Confederación Argentina, la composición (su objeto) y las características. Establece que en el gobierno los gastos se clasifican en local y provincial, en ordinarios y extraordinarios. Luego caracteriza cada uno de los gastos ordinarios que se encuentran divididos en cinco ministerios o departamentos: ministerio del interior, relaciones exteriores, ministerio de hacienda, ministerio de justicia, culto e instrucción y ministerio de guerra y marina. También aclara que los gastos extraordinarios podrían referirse a esos ministerios siempre que esté la necesidad urgente o extraordinaria y que pueden ser muy útiles para el Tesoro nacional porque, por ejemplo, están comprendidos los gastos de obras públicas. Por último, Alberdi sostiene que el gasto es obra exclusiva del espíritu público, es decir, que se necesita la disposición y esfuerzos de sus habitantes quienes conjuntamente deben contribuir para el bienestar común.
Novedoso o sorprendente: Me pareció muy notable la idea de Alberdi sobre el “espíritu público” al destacar la importancia de los habitantes de la Confederación y no solo que el gasto consiste por parte del gobierno para satisfacer las necesidades. La idea del bienestar común o general que debe prevalecer entre los habitantes quienes conjuntamente y estando de acuerdo tienen en mira el “bienestar común” lo que contribuye para la mejora, comodidad y perfeccionamiento de las ciudades. Alberdi destaca que, a diferencia, los pueblos que fueron educados en servidumbre no tenían ese concepto o noción del espíritu público porque necesitaban que todo emane de una ley o autoridad competente como el gobierno; no había una voluntad por sí misma de los habitantes porque siempre servían a sus amos. Además, según Alberdi la falta de espíritu público tiene la mitad de responsabilidad del atraso en las repúblicas.
Preguntas para el autor:
¿Cómo debería conformarse el gasto público y en qué sector o actividad se debe gastar más para el desarrollo del país?
Teniendo en cuenta a la Argentina actualmente, ¿Hay algún gasto considerado como extraordinario en la Confederación que se podría considerar como gasto ordinario y por qué?
¿Piensa que hoy en día está el “espíritu público” en los habitantes de la República Argentina?
Resumen:
El autor explica que el gasto público se compone de todo lo que cuesta conservar la Constitución, promover el bienestar general y garantizar la libertad. Cuando el dinero público se gasta en objetos que no sirven a ese propósito, se malgasta. Y cuando los individuos evaden aportar sus rentas, están cometiendo un crimen.
El gasto se puede dividir en nacional y provincial. Cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local. A su vez, todo gasto puede ser ordinario o extraordinario según la regularidad con que se hagan, la posibilidad de anticiparlos e incluirlos en el presupuesto.
Los gastos ordinarios pueden clasificarse según quien los efectúa:
1. Ministerio del interior: “lo que cuesta estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general”.
2. Ministerio de relaciones exteriores: publicitar en el mundo exterior las ventajas del nuevo régimen de la nación para impulsar la inmigración.
3. Ministerio de hacienda: lo que cuesta mantener los agentes de recaudación y su infraestructura.
4. Ministerio de justicia, culto e instrucción: lo que cuesta mantener el culto nacional (la iglesia católica), el sueldo de los empleados y la infraestructura de la administración de justicia.
5. Ministerio de guerra y marina: “lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución”.
Los gastos extraordinarios comprenden los gastos en obras públicas (caminos, puentes, edificios para el servicio nacional), los gastos en defensa en situaciones de guerra, compras de territorio, de inventos, entre otros. Son gastos que pueden aumentar el Tesoro si se realizan con prudencia.
Novedoso: El cambio de gobierno-amo a gobierno-sirviente.
Preguntas:
1. ¿Es suficiente la intervención del congreso en el presupuesto para garantizar su uso productivo?
2. ¿Qué método novedoso podría ejercer el ciudadano para tener mayor control sobre la administración del gasto público?
3. ¿Cómo podrían aplicarse sanciones directas por la malversación de funcionario públicos del tesoro? ¿Sería conveniente?
Resumen:
Alberdi en el capítulo VII de su obra, habla sobre el gasto público, diciendo que se compone de todo lo que cuesta la conservación de la constitución. El tesoro público es de donde se sacan esos recursos para hacer frente a los gastos, siendo aportados por todos los argentinos, a través de sus rentas privadas y sudor. Nota, además, que todo dinero que no haya sido gastado en lo atenido a la constitución, es un dinero mal gastado y malversado.
Estos gastos se dividen en nacionales y provinciales, y en gastos ordinarios y extraordinarios.
Entre los gastos ordinarios están los de cada ministerio, tales como el ministerio del interior o el ministerio de hacienda, mientras que en los gastos extraordinarios están las ‘’recompensas’’ de estímulos y los efectuados en obras públicas.
Lo novedoso:
Lo novedoso para mí es leer sobre el por qué de cada gasto, especialmente en cada ministerio. Me pareció muy interesante ver como Alberdi justificaba el mantenimiento de cada uno de ellos, especialmente el del ministerio de justicia, culto e instrucción. Se pueden ver la gran influencia que ha tenido la religión en nuestro país, si bien Alberdi cataloga a la Argentina (el gobierno) como un país ‘’sin creencia religiosa’’.
Tres preguntas a Alberdi:
1) ¿Cree que los gobiernos populistas tienen una obsesión con el gasto extraordinario, en especial con lo que usted llama ‘’recompensas de estímulos’’?
2) Cuando habla de los gastos del ministerio de relaciones extranjeras, habla sobre la importancia de la amistad entre los países extranjeros y la Argentina, ¿Qué cree que falló para que muchas empresas extranjeras hayan decidido irse de nuestro país, especialmente en la última década?
3) Hemos visto muchos funcionarios públicos (incluso presidentes) robar del tesoro público para enriquecerse personalmente, y, si bien muchos de ellos han sido juzgados, la gran mayoría de ellos han vuelto a tomar cargos políticos, ¿Cree que se debe promulgar una ley orgánica con el fin de que aquellos traidores a la patria no se puedan presentar nuevamente a elecciones?
RESUMEN
Alberdi en este capítulo hace referencia al objeto del gasto público según la Constitución argentina; el cual, según la Constitución, se compone de todo lo que cuesta el “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad”.
En otras palabras, explica Alberdi, el gasto público es todo lo que cuesta el conservar su Constitución. Para mantener la Constitución y llevar a cabo los objetos de su instituto, la misma instituye y funda el gobierno, cuyo costo se extiende y se divide como los servicios de su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación. Según esto, los gastos se dividen en nacionales y gastos provinciales.
Teniendo cada provincia su gobierno propio, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Según eso, en el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial
LO NOVEDOSO/SORPRENDENTE
Lo que me resulta novedoso (y hasta cierto punto desconocido) es la división que se realiza del gasto de provincia propiamente dicho del fasto de carácter nacional ocasionado en provincias.
Alberdi explica que los gastos nacionales de Confederación son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal.
Así por ejemplo el gasto de aduana, el gasto del correo, el gasto de la venta de tierras públicas, son todos gastos nacionales que se van a dividir en tantas secciones locales como las provincias lo ocasionen.
Por otra parte, la división de entradas y gastos en dos órdenes, uno general y otro local, servirán para distribuir los gastos locales que pertenecen a la Confederación.
PREGUNTAS
1. Ante la actual pandemia que vivimos ¿cree Ud. que el ministerio del interior pudo cumplir con su objeto de mantener y/o consolidar la paz interior? Y, si la respuesta es negativa ¿en qué fallo dicho ministerio?
2. Respecto del gasto del ministerio de justicia, culto e instrucción ¿considera que el Estado realice un gasto exclusivamente de culto? Con esto hago referencia a la iglesia en particular
3. Por experiencia propia, he visto la poca inversión que han realizado algunos Estados provinciales en cuanto al gasto extraordinario (puentes, rutas, escuelas, etc.) ¿cree Ud. que el Estado nacional debería tener más en cuenta en que se utiliza el presupuesto destinado a las provincias?
RESUMEN:
En el capítulo VII Alberdi hace referencia al gasto público e indica que el gasto nacional argentino está compuesto por todo lo que cuesta conservar la Constitución, paleando esto por medio del gobierno.
El autor va a dividir a los gastos entre nacionales y provinciales; y, también, entre ordinarios y extraordinarios.
Avanzando, Alberdi hace referencia a los gastos ordinarios en particular y que deberán tener los ministerios para cumplir con sus objetivos, los cuales deben estar formados por pocos agentes, hábiles y honrados.
Por último, se refiere a los gastos extraordinarios motivados por una necesidad excepcional o urgente.
NOVEDOSO:
Me llama la atención que el autor vea a todo lo que se escape de los fines de la Constitución como dinero malgastado y malversado, principalmente de la mano de los funcionarios.
Pero, me parece todavía más interesante el hecho de que sus palabras se adapten cada vez más a nuestra realidad; donde por ignorar estos propósitos constitucionales, hoy en día, los beneficios recaen en manos de quienes más tienen.
PREGUNTAS:
¿Considera que en la actualidad el presupuesto para los ministerios está bien distribuido?
¿Hay algún gasto que, hoy en día, exceda de los mencionados?
¿De qué modo podríamos intentar reducir el gasto?
El gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su CN y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la CN señala como objetos de la asociación pública argentina, es dinero mal gastado y malversado. Para mantener la CN, y llevar a cabo lo anteriormente dicho la CN instituye y funda el gobierno. Los gastos se dividen en gastos nacionales y gastos de provincia, como así también en gastos ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos, que la CN manda a ejecutar al principio de cada año, como garantía de pureza y legalidad en el manejo del tesoro y en la discreción de su empleo.
Para clasificar y dividir los gastos ordinarios la CN misma nos da una regla en la división que ella hace de los negocios del gobierno en general respecto de su despacho, en cinco ministerios que se encuentran enumerados en el ART. 84. En cuanto a los gastos extraordinarios, estos pueden ser de gran utilidad para el aumento del tesoro, si se hacen de un modo reproductivo. Como dice Alberdi, gastar en muelles, en caminos, en puentes, es fundar y fecundar el tesoro, que parece consumirse, y en realidad se reproduce y acrecienta. En este sentido, gastar es atesorar.
¿Quién es responsable realmente del gasto público?
¿Todos, el gobierno, o el país?
¿El gobierno depende de las personas, o las personas del gobierno?
Resumen:
En el presente capitulo, Alberdi entabla la cuestión acerca de los objetos del gasto público, siempre basándose en la Constitución. Comienza con una clasificación y división de los gastos, afirmando que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo. Dichos gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia, y cada provincia posee su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general. Por otro lado, también se dividen los gastos generales en ordinarios y extraordinarios. Alberdi también menciona y explica los gastos de cada ministerio, y de esta manera encontramos al Ministerio del interior, los gastos del ministerio o departamento de relaciones extranjeras, entre otros.
En cuanto a los objetos y carácter del gasto extraordinario podemos encontrar los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país;entre otros. Estos gastos pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo. Alberdi afirma que entre nosotros, sin caminos, sin muelles, sin puentes, sin edificios públicos, sin población, las tres cuartas partes del gasto nacional se contraen al ministerio de la guerra.
Pone énfasis en explayar que, en cuanto a una parte del gasto público, centrándonos en aquella que se hace por la mano de sus habitantes, el mismo es obra exclusiva del espíritu público, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo, y que dicha falta de espíritu posee una mitad de la responsabilidad del atraso de l Republica. Termina afirmando que, el gobierno era antes el amo, y hoy es el sirviente; y que es ahí donde está la diferencia de la colonia a la República.
Sorprendente y novedoso:
En primer lugar, me ha parecido interesante, como Alberdi explica todo lo relacionado a los gastos del ministerio de guerra y marina, y que, organizada la paz en los intereses y en las cosas, poca será la necesidad que el país tenga de costear soldados para defenderla y consolidarla. Seguidamente a esto, la afirmación de que somos pueblos que trabajamos y ganamos sólo para gastarlo todo en pelear, y el porcentaje que menciona, es decir, que las tres cuartas partes del gasto nacional se contraen al ministerio de la guerra.
Y por otra parte, me ha llamado la atención el hecho de afirmar que ser libre, es vivir en continuo afán y en perpetua solicitud, es tomar parte en todo lo que interesa a la Nación, y no simplemente renegando a voz en cuello de todos los actos del gobierno, es más, cada ciudadano un poder de acción pública más eficaz que el fusil de la guardia nacional.
Preguntas:
1. ¿En la actualidad, cual es el ministerio que para usted presenta un mayor gasto?
2. ¿A qué se refiere cuando expresa que, si la economía es el juicio en los gastos, la disipación es la locura en el gobierno y en el país?
3. Ante la afirmación de que, los sueldos crecidos de los empleados, pagados a la aptitud son un medio de disminuir el gasto público en empleados de hacienda ¿cómo observa esto hoy en día?
Alberdi trata en esta última parte el tema del gasto público el gasto que se compone de todo aquello que cuesta el conservar a su Constitución, especifica que todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución establece es dinero malgastado y malversado. ¿Especifica cómo se dividen los gastos en las provincias, y en que gastan ? Y como son los gastos en cada ministerio particular en su objeto como por ejemplo el Ministerio del interior que Los gastos de este departamento de la administración se componen de la unión nacional, de consolidar la paz interior, promover el bienestar general, que son objetos de la Constitución. Termina en el objeto de la categoría de los gastos extraordinarios que son los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el etc., estos gastos pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo.
Novedoso
Entender que, al hablar del gasto público, que no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público, sino que también de el directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, comodidad y perfeccionamiento de las ciudades, y en todo el orden de servicios como mejoras de calles, calzadas, desagües mejoras de monumentos, caminos, hospitales, escuelas etc. forman parte del gasto.
Este gasto es obra exclusiva del espíritu público, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, con el deseo del bienestar común, para realizarlo. la Constitución es quien instituye y funda el gobierno, con el cual extiende y divide los servicios a su cargo y las necesidades públicas que desean satisfacer con él .
Preguntas
¿Como definiría un buen sistema de gasto publico adoptado por el estado?
¿Que se debería tener en cuenta para que los habitantes de un estado contribuyan con el gasto público?
Los gastos extraordinarios considera que son bien administrados?
RESUMEN
En el capitulo previsto por Alberdi, el autor nos adentra en los que serán el objeto del gasto público según lo determina la Constitución Nacional. Para este fin dictamina que todo dinero público gastado en otros fines que no sean los que la Constitución señala serán fondos malgastados y malversados. Todo aquel que distraiga los fondos de sus fines especificados estaría cometiendo un crimen.
Alberdi clasifica a los gastos ordinarios basándose en el articulo 84 de la Constitución Nacional dividiéndolos en gastos: 1) Del servicio o ministerio del interior; 2) Del servicio de relaciones exteriores; 3) del servicio en el ministerio de hacienda; 4) Del ministerio de justicia culto e instrucción 5) Del ministerio de guerra y marina.
Los gastos extraordinarios se podrían clasificar de la misma manera, comprendiéndose los gastos efectuados en obras públicas, en el sostén de defensa común contra los ataques, las recompensas de estímulos, las compras de territorios, de inventos de obras útiles a la prosperidad de la nación, y subsidios prestados por el Tesoro Nacional para urgencias imprevistas de provincia.
SORPRENDENTE
Me resultó llamativo esta distribución taxativa que le asigna Alberdi a los gastos públicos enmarcados en la Constitución Nacional. Particularmente desconocía esta forma de organización de la forma de llevar adelante los gastos, como así también que sean de forma taxativa, previamente determinado por la Constitución. Es llamativa la distancia que toma con la realidad actual en la que vemos cada vez más ministerios, más gasto público en áreas que distan mucho de lo emanado por la Constitución Nacional en su articulo 84.
PREGUNTAS
1) ¿Cómo ve la distribución del gasto público en la actualidad?
2) ¿Considera que hay muchos ministerios creados?
3) ¿Cree que en la actualidad, teniendo en cuenta el Estado gigante que tenemos, podríamos volver a lo que Alberdi nos indica como adecuado emanado desde la Constitución?
En esta nueva oportunidad Alberdi se expresará en lo concerniente a la clasificación y división general de los gastos. Dicho de esto, los clasificará en gastos nacionales y provinciales, y a su vez los primeros se subdividen en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Por otro lado, también reconoce la existencia de gastos generales ordinarios y extraordinarios. En la misma línea, analiza los gastos de cada uno de los ministerios. El Ministerio del Interior es el encargado de los objetos de la Constitución, el ministerio o departamento de relaciones extranjeras deberá atraer los capitales extranjeros europeos por medio de estímulos a los sectores de interés, además para poder mantener relaciones de amistad con otras naciones extranjeras propone la firma de tratados de igual tenor con todas las naciones. Los Gastos del ministerio de hacienda se componen de las erogaciones que se deben realizar para mantener la administración, el Tesoro, puertos, muelles, etc. Gasto del ministerio de justicia, culto e instrucción son aquellos destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso. Gastos del ministerio de guerra y marina representa lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior. Respecto del gasto extraordinario, si bien da la sensación de que es una disminución monetaria, la realidad es que la construcción de los factores que lo integran (obras públicas, defensa común, etc)
Preguntas al autor:
1- ¿Qué otros factores integran hoy en día el gasto público?
2- Dada la constante evolución, ¿Considera que es necesaria la creación de más subclasificaciones?
3- ¿Cree que los gastos realizados a la obra pública están siendo bien empleados?
Lo que más llamó mi atención fue la siguiente frase: “Felizmente la Constitución federal argentina exige pocos empleados para el servicio del gobierno general, compuesto de poderes excepcionales y poco numerosos. – La policía, que forma una gran parte del gasto interior en los gobiernos”. Me hizo pensar en el reciente conflicto con la fuerza de seguridad por el reclamo de un mayor destino de presupuesto para su sector, no solo para el pago de salarios, sino también para las herramientas de trabajo y medios necesitados. Me lleva a preguntarme donde habrá quedado o como se habrá redistribuido esa gran parte del gasto que representaba.
EN RESUMEN
En esta nueva lectura, Alberdi comienza hablando del objeto que los gastos públicos debían tener de acuerdo a lo plasmado en la Constitución, con la mira en “constituir la unión Nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. Promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Con el objetivo de cumplir esto se dividieron los gastos en 2, los de la Nación y los de las provincias, las cuales tienen a cargo los gastos de su gobierno local. Los gastos de la Nación, anuncia Alberdi, pueden ser ordinarios o extraordinarios, dividiéndose los primeros en cinco ministerios con cada uno una función y tipo de gasto distinto como son:
– Ministerio del interior: cuyo gasto es el necesario para consolidar la unión nacional, la paz interior y promover el bienestar general. Para cumplir con todo esto se necesita pagar agentes civiles y militares destinados a mantener la unión nacional.
-Ministerio de relaciones extranjeras: teniendo el fin de sostener la amistad y la buena relación de la confederación con las naciones extranjeras, dando a conocer en el mundo las ventajas que la nueva constitución nacional y las condiciones admirables del país para el establecimiento de dichas poblaciones extranjeras.
-Ministerio de hacienda: cuyo gasto es el costo del servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del tesoro. Aquí Alberdi aclara que es preferible poseer pocos empleados de honor y calidad que cobren un buen sueldo para no tener muchos “ineptos y sospechosos” y así el ministerio puede terminar funcionando más económicamente.
-Ministerio de Justicia, culto e instrucción: el cual tiene el fin y el gasto de lo concerniente a sostener el culto nacional; el sueldo de los empleados, y los establecimientos de la administración de justicia; la codificación del derecho común y todo lo que fuera propagar la instrucción útil en el pueblo de la Confederación. Aquí explica Alberdi que la Iglesia y el sostenimiento del culto católico, apostólico y romano fue un medio que se tomo el país de civilizar a la gente y prepararla para un nuevo tipo de vida en sociedad, mejorando su condición moral.
-Ministerio de guerra y marina: por último, este ministerio tiene el costo de proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio de hacer efectivos los fines de la Constitución.
Finalmente habla Alberdi del gasto extraordinario y como muchos de estos además de representar un gasto, puede convertirse en una inversión si esta bien hecho o en un ancla si es disparatado. Un ejemplo del primer supuesto es la inversión en nuevos puertos o agrandar los principales, cuyo gasto atrerá mayor cantidad de barcos y mayor cantidad de plata tributada por la Confederación. Por el otro lado podemos ejemplificar con la comparación que realiza Alberdi de la cantidad de soldados y gasto militar que poseía la Provincia de Buenos Aires donde en 1834 por ejemplo no alcanzaron las rentas completas a pagar este gasto.
LO NOVEDOSO
Lo novedoso que encontré en esta lectura fue primeramente la reflexión final de Alberdi sobre lo dicho por Montesquieu de que el gobierno liberal es el mas caro de todos, ya que debe sostener todos los mecanismos necesarios para sostener esta libertad. También me sorprendió como desde la época de Alberdi a hoy cuadruplicamos la cantidad de ministerios, probablemente sin considerar que cada uno de estos tiene una estructura gastadora y dilapidadora de rentas. Finalmente me sorprendió la frase final de Alberdi que parece cumplirse cada vez menos estos días “El gobierno antes era amo, hoy es el sirviente; he ahí toda la diferencia de la colonia a la República”. ¿Somos libres y servidos por el gobierno o son nuestros amos y nuevos colonos nuestra casta política que parece cada día privarnos mas de nuestros derechos y gastar nuestra recaudación con fines de progreso?
3 PREGUNTAS PARA ALBERDI
1) Teniendo en cuenta que cada ministerio tiene una gran estructura y representa un gran gasto ¿Cree necesaria la cantidad actual o hay ya un abuso en la cantidad de estos creados?
2) ¿Cree que la inversión en infraestructura (gasto extraordinario) en nuestro país está mal gestionada?
3) ¿Cree que hoy día se rompió esa regla de que cada provincia administra sus gastos del gobierno local ya que vemos cada vez más que estas viven año tras año siendo deficitarias y siendo mantenidas últimamente por las pocas que son rentables?
Guía de Discusión n°12: “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina” de Juan Bautista Alberdi.
Resumen:
Con tan solo iniciar el Capítulo VII, Alberdi adelanta una frase que bien podría resumir el tratamiento que posteriormente dará sobre el gasto público. Él afirma, que el destino del gasto público, debe estar dirigido –en última instancia-, a la salvaguarda de la Constitución Nacional. Otro aspecto importante el cual menciona, es que a fin de cuentas, el gasto debe dirigirse hacia el desarrollo de las provincias, que son quienes han delegado el poder originariamente a la Nación. Para lograr estos objetivos, el Estado debe dividirse en los denominados “Ministerios”, a los cuales le adjudicará parte del Tesoro (en medida mayor o menor de acuerdo a decisiones políticas, necesidades, intensidad de preferencias, entre otros factores). Luego de una enumeración de cada uno de los Ministerios y la finalidad que cada uno debe asignar a los recursos adjudicados, Juan Bautista Alberdi pasa a tratar otro punto fundamental: los gastos extraordinarios. Para él, el gasto extraordinario es todo aquel que se destina de forma única, en un momento determinado y no de forma sostenida (por ejemplo, para la construcción de un puente). Sin embargo –sigue- estos gastos no necesariamente deben configurar una detracción para el Estado Nacional. De hecho, una construcción puede ser reproductiva a largo plazo, si genera ingresos e incentivos ulteriores. Aún así, él explica, este pensamiento era –y agrego, es hoy- raro en nuestro continente, predominando el uso del gasto para otros destinos no reproductivos.
Aspecto Novedoso o Sorprendente:
El primer aspecto sorprendente sobre el que me gustaría referirme, se encuentra tan solo al comienzo el Capítulo. Alberdi toma como principios rectores a los fines del destino del gasto público “la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Sin duda, estos son valores tomados del Preámbulo de nuestra Carta Magna. Me interesa resaltar este punto, pues muchas veces se ha cuestionado su valor real e incluso si el mismo formaba parte de la Constitución. Y he aquí que él reviste tanta significancia, que constituye el faro o punto a seguir para el destino del gasto estatal. Otro aspecto que me pareció sumamente relevante, fue la trascendencia que el autor hubo dado al uso del gasto extraordinario de obras, a los fines del desarrollo. Él explica, que el desarrollo de obras públicas, puede implicar a largo plazo un factor positivo de producción, aunque en el corto plazo pareciera, sin más, un gasto. Esto demuestra que el liberalismo clásico no postulaba un “Estado Gendarme” meramente, sino que atribuía otras funciones, destinadas al desarrollo del país.
Preguntas que le haría al autor:
1) ¿Cómo podría, en la actualidad, solventarse el pago de la deuda externa e incentivar simultáneamente a la obra pública reproductiva?
2) ¿Debería solicitarse la opinión de la Confederación General Económica (CGE), previo a la aprobación de una obra pública, destinada al desarrollo productivo?
3) ¿Cree que en la Argentina del año 2020 se necesita más obra pública?
RESUMEN
El gasto público se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución Nacional. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala, es dinero malgastado y malversado.
Los gastos se dividen en: i) Gastos Nacionales y gastos de Provincias; ii) Los gastos Nacionales se dividen a su vez en gastos generales y gastos locales de carácter Federal; iii) Gastos ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto.
Los gastos ordinarios se clasifican en: i) gastos del servicio o ministerio del interior; ii) gastos del servicio de las relaciones exteriores; iii) gastos del servicio en el ministerio de hacienda; iv) gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; v) gastos del ministerio de guerra y marina.-
Están comprendidos dentro de la categoría de gastos extraordinarios los efectuados en obras públicas, recompensas de estímulo, compras de territorios, de inventos, de obras útiles a la prosperidad de la Nación.
NOVEDOSO O SORPRENDENTE.
i) Que en materia de instrucción pública los gastos de esta sección incluya gastos para la venida y establecimiento en el país de sabios extranjeros.
ii) El tratamiento que el da al evasor: Hay cobardía a mas de latrocinio, en toda defraudación ejercida contra el Estado. Es el egoísmo llevado hasta la bajeza porque no es el Estado, el que soporta el robo, sino el amigo, el compatriota, que tienen que cubrir con su bolsillo el déficit.-
iii) Quien distrae el Tesoro Nacional comete un crimen. El gobierno que lo invierte mal comete un crimen.
iv) Que las obras públicas sean consideradas gastos extraordinarios (p206) y que los mismos no tengan posibilidad de ser previstos en el Presupuesto.(p198)
PREGUNTAS
1- Considera que la actual ley de presupuesto nacional se excede en su contenido teniendo en cuenta la Constitución Nacional.?
2- Considera Usted que el número actual de empleados públicos es adecuado y responde a las premisas impuestas por la Constitución?
3- Considera Usted que la actual asignación de Presupuesto para gastos del ministerio de relaciones extranjeras se encuentra direccionada para dar a conocer al mundo exterior las ventajas y condiciones admirables del país para el establecimiento de las poblaciones Extranjeras.?
Alberdi se refiere en este capítulo al objeto del gasto público. En ese sentido, sostiene que es todo gasto orientado a poner en práctica la Constitución. Distingue en cuanto, El gasto público del Estado en Argentina, está constituido por el gasto de los gobiernos de provincia y el gasto de gobierno general. Sostiene que los gastos de provincia son financiados con sus propios recursos y afrontados por sus tesoros, teniendo que atender todas aquellas competencias no delegadas al gobierno nacional. Sostiene así, que “en lo administrativo y no en lo político está el mérito de las federaciones”, pues, cada una establece sus prioridades y magnitud de su gasto por los beneficios que la inmediatez y la autodeterminación les trae. En adelante detalla los objetos del gasto del gobierno general por las carteras que lo componen, partiendo por las funciones y objetos de gastos que debe atender y priorizar la Nación para el cumplimiento de sus fines expuestos en su preámbulo.
Resulta novedosa la referencia de Alberdi al sostenimiento del culto católico, apostólico romano, dado que para el autor, el culto es un elemento de mejorar la moral del pueblo, de dotar y esparcir educación, en definitiva, de influir en la cultura nacional en la Alberdi veía un obstáculo para el progreso de la Nación, como lo deja ver en distintos pasajes de su obra
También la referencia a la prácticas de Rosas en relación a que por un decreto del año 1836, había dispuesto que ningún ciudadano podia recibir el título de doctor o grado universitario, sino comprobaba el gobierno su «haber sido y ser notoriamente adicto a la causa nacional de la Federación», bajo pena de nulidad del título. De allí, la defensa de la libertad de enseñanza que establece la Constitución. Tampoco resulta novedosa, la visión de Alberdi respecto del desarrollo en infraestructura y educación que requería la Confederación de aquellos tiempos.
¿Cree necesario incluir la disposición de sostener el culto cristiano en la Constitución? ¿No es mejor que las leyes lo dispongan y se de un proceso natural por el cual eso rija mientras exista un consenso adecuado para mantenerlo?
¿La separación de fuentes en la imposición es el mejor modo de dotar de autonomía a cada provincia en la determinación de sus recursos y gastos?
¿Qué dice nuestro presupuesto sobre la Argentina?
Guía de discusión semanal
OBJETOS DEL GASTO PUBLICO
Resumen:
Reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo: “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. La misma Constitución instituye y funda el gobierno, cuyo costo se extiende y divide como los servicios de su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro. Es preciso no confundir con los gastos de provincia propiamente dichos los gastos de carácter nacional ocasionados en provincia: los gastos nacionales considerados dentro de sus límites excepcionales, son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Esa división será necesaria al buen método y claridad del cálculo de gastos y a la confección de la ley de presupuestos. En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
Novedoso o sorprendente:
Por la regla muy cierta en administración, de que gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce sino por noticias tardías o infieles, el sistema argentino en esta parte consiste precisamente en esa descentralización discreta, que ha hecho la prosperidad interior de la Inglaterra, de los Estados Unidos, de la Suiza y de la Alemania. En lo administrativo y no en lo político está el mérito de las federaciones.
Tres preguntas que le haría al autor:
1. Si la estructura de nuestra administración de tipo federal como Estados Unidos, Suiza y Alemania: ¿por qué tenemos tanta desigualdad de las provincias respecto a CABA?
2. Si la mayor parte del Tesoro Público es dilapidado en políticas no consonantes al preámbulo de nuestra Constitución: ¿es un gobierno ilegítimo?
3. Si el latrocinio no es penado y se premia a los corruptos con más Poder y más acceso al Tesoro: ¿tenemos un país o somos súbditos de un conjunto de corporaciones políticas?
En este capitulo VII de Alberdi plasma que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo.
No hay un barómetro más exacto para estimar el grado de sensatez y civilización de cada país, que su ley de presupuesto, o la cuenta de sus gastos públicos. La ley de gastos (si habla la verdad) nos dice a punto fijo si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor; si marcha a la barbarie, o camina a su engrandecimiento; si sabe dónde está y a dónde va, o se encuentra a ciegas sobre su destino y posición. Toda la cultura de los Estados Unidos, toda la medida de su bienestar incomparable, toda la excelencia de su gobierno, aparecen de bulto en sus leyes de gastos anuales, donde se ve que los caminos, los canales, la instrucción y las reformas útiles forman el objeto de los tres tercios del gasto público.
Ser libre no consiste en pasar la mañana en el café renegando a voz en cuello de todos los actos del gobierno; es vivir en continuo afán y en perpetua solicitud, es tomar parte en todo lo que interesa a la Nación; sobre todo es vivir con la mano en el bolsillo, -fisco doméstico y casero-, en el que tiene cada ciudadano un poder de acción pública más eficaz que el fusil de la guardia nacional, herramienta inútil para hacer caminos y puentes, para hermosear las ciudades. El ocio egoísta pretexta efugios para eludir sus deberes de libertad, es decir, de actividad y trabajo en el interés común, porque esto es la libertad. Lleva su extravío hasta convertir la abstención indiferente en buen tono y prueba de civismo. El egoísta viene a ser tipo del honesto ciudadano, y la mayor recomendación del buen juicio de un vecino se hace con decir que «es persona que en nada se mezcla». Hemos vivido siglos aceptando lo que nos daba hecho y formado el tutor regio en cómodo y agradable pupilaje. El precedente de siglos gobierna nuestra vida real bajo el imperio de la República escrita. A la menor necesidad sentida alzamos los ojos hacia el papá. El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente; he ahí toda la diferencia de la colonia a la República: en cuanto al vecino, su rol es siempre el mismo: – aceptar todo lo que se le da hecho, sin hacer nada por sí.
Preguntas
1. Cual considera que es nuestro principal problema en base al gran numero de gasto publico que tenemos? Como lo mejoraría?
2. Considera ud que el punto actual de la gran cantidad de gasto publico se genera a través del si fin de planes sociales? Cuál sería el límite?
3. Teniendo en cuenta que lo primero que se pide es restringir el gasto publico por el FMI, como lo sustituiría? Mirando que actualmente hay una gran desocupación, no hay inversiones, etc.
Novedad
Considero novedoso la idea de que todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Para ellos se destina el Tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas y sudor.
Ellos son el límite de las cargas que la Constitución impone a los habitantes de la Nación en el interés de su provecho común y general.
Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general.
Creo pertinente el fragmento enmarcado, entendiendo que el Estado no les puede imponer mas cargas que las nombradas constitucionalmente, enmarcadas en una ley ejemplo arba, patente etc fruto de esos impuestos, para financiar al estado por ejemplo en obras publicas como rutas, caminos, etc. Porque a través de tanto DNU, tan concurrente en tiempos actuales hacen lo contrario, ejemplo impuesto a las ganancias, impuesto a la compra de dólar, restricción de comprar de dólar etc
Resumen:
Alberdi en el capitulo 7 habla del objeto del gasto publico según la constitución argentina.
Según la constitución el gasto publico se compone de todo lo que cuesta el «construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad» en pocas palabras el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo.
A lo largo del capitulo Alberdi establece los gastos ordinarios, estos son 1) Gastos del servicio o ministerio del interior; 2) Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3) Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4) Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; y también establece los gastos extraordinarios que son por ejemplo: los gastos efectuados en obras publicas como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos incurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulos; las compras de territorios etc.
Sorprendente o novedoso:
Me pareció novedoso la postura de Alberdi conforme a la iglesia y a su utilización para educar en esos tiempos, como tenia una visión de iglesia y estado tan de entrelazados entre si.
También me pareció novedoso en cuanto a como se gastaba en el ejercito en ese entonces y la cantidad de personal conforme a la comparación con estados unidos.
Preguntas:
1) ¿Cree usted que la iglesia tiene un papel importante que desempeñar en la sociedad hoy en día o podría desligarse del brazo del estado?
2) El gasto que se efectúa con relación al ejercito y al armamento hoy en día es mucho menor a lo que se gastaba en esos momentos ¿Cree usted que debería asignarse mas recursos al ejercito nacional?
3) ¿ Cual es el limite a la malversación del Tesoro del estado?
RESUMEN
En este capítulo, Alberdi trata el tema de los objetos del gasto público.
Afirma que el dinero público gastado en objetos diferentes a los que la Constitución señala, es dinero malgastado y malversado, y que quien se distrae de esos fines, comete un crimen.
Divide a los gastos en aquellos nacionales y los de provincia. En Argentina, como regla, todo gasto es local o provincial, mientras que los gastos nacionales son únicamente aquellos delegados por las provincias mediante la CN (excepcionalmente y de forma limitada).
También los divide en ordinarios y extraordinarios.
Consecuentemente, clasifica los gastos ordinarios según 5 ministerios o departamentos, profundizando luego en cada uno de ellos: servicio o ministerio del interior, servicio de las relaciones exteriores, servicio en el ministerio de hacienda, ministerio de justicia, culto e instrucción, y ministerio de guerra y marina.
En cuanto al gasto extraordinario, menciona los siguientes: obra pública, defensa común contra ataques, recompensas de estímulo, compras de territorios y subsidios para urgencias imprevistas de provincias.
NOVEDOSO
Alberdi dice que los gastos extraordinarios pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro, se hacen de un modo reproductivo. Esto es interesante para analizar la mirada de Alberdi, que no hace referencia únicamente a buscar menos gasto del Tesoro, por el contrario, habla de que si el gasto es realizado con miras al crecimiento del país se vuelve un gasto reproductivo, significando que el Tesoro finalmente acabe acrecentándose gracias a estos. Dice que, practicado de este modo, gastar es atesorar.
Sin embargo, deja establecido lo siguiente: “todo esto es aplicable al tesoro de un país, que después de llenar los gastos ordinarios de su administración, cuenta con recursos aplicables a esos objetos. Por mucho tiempo no será esa la actitud de las rentas argentinas”.
Dice también que el arte de gastar en Sudamérica es más raro que el de crear recursos, y es verdad que en Argentina la mayor parte del gasto no es reproductivo.
Por último, quería destacar otra frase muy interesante que deja Alberdi: “Si la economía es el juicio en los gastos (Say), la disipación es la locura en el gobierno y en el país”.
PREGUNTAS
1. ¿Cuál cree que sería la mejor manera de obligar hoy, a los gobiernos, a cumplir los objetos del gasto público (previstos por la Constitución)?
2. ¿Cree que en Argentina se están realizando correctamente los gastos extraordinarios reproductivos?
3. ¿Cuáles son las principales modificaciones que haría en el gasto público general que existe hoy en el país?
Resumen:
El capítulo 7mo analiza como el gasto público debe apuntar a cumplir los preceptos que enumera el preámbulo de la Constitución Nacional, es decir, constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar beneficios de la libertad. También explica como fallar en estos principios en la ejecución del gasto, ya sea por parte de la clase política, o mismo de la población, configura un crimen. En la primera parte del capítulo clasifica los gastos (nacionales/provinciales – ordinarios/extraordinarios – urgentes/excepcionales), en el segundo artículo detalla el gasto en cada ministerio de gobierno en particular, así detalla sus funciones y por qué requieren esa inversión. En el tercero y último trata los objetos y carácter de los gastos extraordinarios, que deberían producirse de modo reproductivo.
Novedoso/Sorpresivo:
Me llama la atención la admiración profunda, ciertamente entendible, pero contradictoria que tiene el autor por Estados Unidos. Este libro fue escrito en 1854, previamente a la guerra civil entre los confederados y el norte, pero contemporáneo a una época donde ciertas pujas tanto territoriales como morales, la violencia, el crimen y la miseria en las grandes ciudades eran tan comunes allí como en la Confederación Argentina, o incluso más intensamente.
Tres preguntas:
1. Qué ministerio priorizaría, a lo largo de la historia argentina, Alberdi a la hora de designarle una porción del presupuesto?
2. Qué le falta a la confederación para ser una nación civilizada? Le faltaría algo hoy a la República? Si así fuera, qué?
3. Creería que al día de hoy la educación de nuestros niñes debería estar guiada por la religión católica?
Resumen
En este último capítulo de su libro, Alberdi se explaya sobre cuál debería ser el objeto del gasto público según la constitución. Para esto, el autor explica que la primera prioridad del gasto público debía ser siempre el cumplimiento de los fines estipulados por el texto constitucional. Para esto los gastos se dividen en ordinarios y extraordinarios, nacionales (federales y locales) y provinciales. Además, Alberdi detalla cómo deben invertirse los fondos públicos en los distintos ministerios, que en ese momento eran cinco, y la función prevista para cada uno de ellos, siendo mantener la unión nacional el primero y más importante objeto a los ojos de la constitución que quedaría a cargo del ministerio del interior. Más adelante, se hace referencia a la función que debían tener en la confederación los gastos extraordinarios, siendo esencial su utilización de un modo reproductivo, tal que permita el progreso y desarrollo, aumentando las rentas de la confederación.
Novedoso/Sorprendente
Me interesó sobre todo de esta sección del libro, la parte de las últimas páginas en que Alberdi hace referencia a los gastos que son obra exclusiva del espíritu público, en contraste a los gastos que son hechos por medio del gobierno. Creo que en esos párrafos el autor permite entender que el deseo del bienestar común, aunque quizás sea efecto del mero deseo del bienestar individual propio, permite a los individuos la cooperación y contribución sin ningún tipo de coacción estatal. Esto sin tener en cuenta el problema de los free riders del producido de este espíritu público, puesto que los caminos, puentes, empedrados, monumentos, etc. serán aprovechados por todos, no solo por quienes contribuyeron voluntariamente a su protección y mejora. Sin embargo, no es ese un problema que el autor tenga en cuenta al tratar esta cuestión.
Preguntas
¿Cree que las externalidades positivas producto de las obras voluntarias del “espíritu público” configuran un obstáculo para su desarrollo?
¿Sigue siendo hoy en día beneficioso el sostenimiento de la religión católica, teniendo en cuenta los gastos que esto conlleva?
¿Estando en la actualidad superado el problema de la unidad nacional, cuál cree que sería el objeto principal del gasto público?
Resumen:
Alberdi explica que el gasto nacional se compone de todo lo que cuesta el conservar su CN. Estos gastos considerados dentro de sus límites excepcionales, son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Los gastos nacionales, se dividirán en tantas secciones locales como las provincias en que se ocasionen. A su vez los gastos generales se dividen en ordinarios y extraordinarios. La CN divide los gastos públicos como los objetos de la administración en que deben ser efectuados gastos ordinarios clasificados de este modo: Gastos del servicio o ministerio del interior; Gastos del servicio de las relaciones exteriores; Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; Gastos del ministerio de guerra y marina. Se pueden comprender en la categoría de los gastos extraordinarios los efectuados en obras públicas; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, etc. No todo el gasto público consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes.
Novedoso o sorprendente
Lo que ha llamado mi atención esta vez es la frase de Say que dice: «Es de temer, que un hombre, por rico que sea, si da de balde sus trabajos, venda su poder.» Me gustó mucho esa frase. Una cuestión que me sorprendió porque no la sabía era cuanto defendía Alberdi a la religión ya que la ve como una manera de orientar a la sociedad, de que sea mejor, y esto se ve claramente expresado cuando dispone que … “la República debe recibir con mano larga y generosa al clero ilustrado y capaz que busque servicio en sus altares, de donde quiera que venga” … Y, por último, pero no por eso menos importante, desconocía que Rosas mandó que la Universidad no confiriese grado de doctor en ninguna facultad, ni expidiese título de abogado o médico, sin que el graduando acreditare previamente ante el gobierno «haber sido y ser notoriamente adicto a la causa nacional de la Federación», bajo pena de nulidad del título, eso me pareció tremendo.
Preguntas para Alberdi:
Las preguntas las hago imaginando que Alberdi está hoy con vida y enterado de todos los hechos que ocurrieron desde su época hasta el día de hoy.
1) ¿A cuál de estos departamentos encargados de los diferentes gastos públicos crees que se le debería asignar más recursos?
2) ¿Crees que hoy en día sigue siendo necesario que haya un ministerio que se encargue del culto siendo que tranquilamente las diferentes “iglesias” se podrían sustentar de manera independiente, siendo que ya muchas lo hacen?
3) ¿De qué manera se podría fomentar el gasto que es obra exclusiva del espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo?
RESUMEN:
Todo gobierno necesita medios de los cuales servirse para hacer a los objetivos y deberes que tiene como tal. Y uno de sus medios, el tesoro nacional, no es ajeno de las provincias, es realizado a partir de las contribuciones abonadas por las mismas. Cada provincia despliega, dos tesoros, el de su localidad y el de la Nación, destinados en su beneficio: uno vinculado al cumplimiento de la Constitución general, y otro relacionado al mantenimiento del orden local provincial, uno se invierte en el gasto que cuesta sostener la independencia nacional, el otro está destinado a conservar la independencia y soberanía relativas y domésticas de cada provincia. Para el resguardo de la Constitución y cumplimiento de sus propósitos, ella misma hace a la organización y fundación gubernamental. De hecho el gasto que implique será extendido y fraccionado como los servicios de su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación.
NOVEDOSO:
Básicamente la atemporalidad del libro. Si bien se escribió hace más de 150 años, a los políticos argentinos les vendría muy bien una leída del mismo. Ya que cuando se percatan de que el Estado hace esto u aquello, lo que nunca aclaran es que somos todos los individuos los que pagamos los gastos de la política y como si todo esto fuera poco, tampoco hablan de la inmoralidad de la inflación (impuesto no legislado), ni de la deuda (ya que la pagaran personas que todavía no nacieron).
PREGUNTAS:
¿Las políticas de shock son expansivas o causan recesión?
¿Cuál fue a lo largo del siglo xx (si es que lo hubo) el presidente o funcionario público que más se acercó a recrear y materializar los preseptos de la Constitución de Alberdi?
¿Es necesario causar una fuerte recesión con el fin de finalizar un largo período de estanflación cómo sufrimos en argentina durante los últimos 10 años?
Resumen:
En este ultimo capítulo, el autor se remite a analizar cual es el fin que debe perseguir el gasto de la Nación, marcando por un lado que su principal función es la de conservar y hacer cumplir su Constitución y entendiendo que todo gasto que se a parte de este fin, es defraudar a la nación, pero sobre todo al compatriota que es el que mantiene el Tesoro de la Nación con su esfuerzo y trabajo. Luego señala la división de los gastos en nacionales y gastos de provincia, con los que también pasa a haber un Tesoro nacional y uno de provincia este sistema garantiza una inversión oportuna y acertada por parte de cada provincia, ya que estas van a saber mejor como utilizar su tesoro. Estos dos tesoros, donde antes había uno solo(el de cada provincia aislado) restablece la idea de una nacionalidad común. También los gastos se dividen en ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios primeramente ordenados en cinco departamentos y el autor detalla que gastos llevaban adelante cada uno de esos departamentos. Por otro lado, los gastos extraordinarios como puede ser la realización de obras públicas o subsidios, entre otros. Finalmente realza que existen necesidades que satisface la población, de manera autónoma, sin necesidad de la autoridad pública en búsqueda de una prosperidad mas rápida y mas completa y señala como el gobierno paso de ser el amo en tiempos de colonia, a ser el sirviente ahora en tiempos de Confederación.
Novedoso:
Me resulto novedoso el valor que hace de la religión el autor del texto. En un momento al principio parace darle un interés si se quiere práctico, aprovechar la religión y el gasto que se hacía en ella para moldear ciertos tipos de conducta y hasta resalta que la Nación tiene un derecho irrenunciable a intervenir en la administración de culto. Luego pasa de esto enfoque mas pragmático, a ver la religión y sobre todo la religión cristiana como el único remedio que puede cura a la República Argentina del flagelo que la asota. Esta postura me parece que entra en cierto conflicto respecto de la libertad de culto y de otras medidas sostenidas por le autor.
Por otro lado me pareció muy acertada la valoración respecto de la educación y como entiende que gastar en la instrucción de la pobación sería uno de los mas juiciosos del presupuesto.
Por último me resulto interesante el análisis de la población de la Confederación y la afirmación de que los enemigos no eran los salvajes o campesinos, sino aquellos “perfumados de toda cultura” de la ciudad, los cataloga como mas peligrosos para la civilización que los ignorantes campesinos.
Tres preguntas:
¿Consideraría hoy que esos enemigos de la civilización pueden ser la clase política que no debate sobre los intereses de la nación sino sobre sus propios intereses?
¿Sigue siendo la religión cristiana la única cura para la República?
Teniendo en cuenta que el Estado, como uno de los sostenes de la Iglesia, puede intervenir en su administración, ¿estaría de acuerdo en que la iglesia se opusiera a leyes como es el caso del aborto?
Resumen: Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. la misma Constitución instituye y funda el gobierno, cuyo costo se extiende y divide como los servicios de su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación. Según esto, los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. Todos los gastos nacionales, se dividirán naturalmente en tantas secciones locales como las provincias en que se ocasionen. Esa división será necesaria al buen método y claridad del cálculo de gastos y a la confección de la ley de presupuestos. En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos, para dividir los gastos ordinarios de la Confederación, la Constitución da una regla en la división que ella hace de los negocios del gobierno general respecto a su despacho (art. 84) en cinco ministerios. Se pueden comprender en la categoría de los gastos extraordinarios los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país.
Lo importante: La ley de gastos debería reflejar a punto fijo si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor. no todo él consiste en el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente, por la mano de sus habitantes, en la mejora, comodidad y perfeccionamiento de sus ciudades. ¿Qué ha querido decir Montesquieu, cuando ha dicho que el gobierno de libertad era el más caro de los gobiernos? – Que es el que demanda más sacrificios, no más tributos. cada ciudadano un poder de acción pública más eficaz que el fusil de la guardia nacional, herramienta inútil para hacer caminos y puentes, para hermosear las ciudades.
Preguntas:
1- ¿Cómo cree que se puede bajar el gasto público?
2- ¿Cree que el gasto público en la actualidad, está representado solo por los objetos que se señalan en la Constitución?
3- ¿Cree que el habitante argentino falla al ejercer el poder de acción público para lograr el perfeccionamiento de sus ciudades?
En este capitulo Alberdi nos habla del gasto público según la Constitución Argentina de 1853, y comienza explicando que este se compone de todo lo que cuesta conservar su Constitución, ya que cualquier otro gasto fuera de estos límites es dinero malgastado.
El gasto se divide según los servicios y las necesidades publicas que deben satisfacerse con el Tesoro nacional. Según esto, podemos dividirlos en gastos nacionales y gastos de provincias. Cada provincia tiene su gobierno propio, con todo el poder que, no delegado al gobierno federal, por lo que van a administrar el gasto de su gobierno local, mientras que lo delegado (de forma excepcional) a la confederación, corresponde al gasto general declarado solo por la constitución. Este gasto general son los gastos del servicio de aduanas, del de correos, de la venta de las tierras públicas, los gastos del ejército, todos gastos nacionales.
Estos gastos generales se van a dividir en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio, la Constitución establece su clasificación en el art. 85, establece que son gastos ordinarios:
1° Gastos del servicio o ministerio del interior: encuentra su fundamento con los objetos del preámbulo, afianzar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general.
2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores: un sistema de estrechar y mantener la amistad de la Republica con las naciones extranjeras como una especie de propaganda que trae beneficios económicos, sociales y culturales.
3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda: se componen principalmente de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro.
4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción: los gastos de este ministerio son destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso
5° Gastos del ministerio de guerra y marina: se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución.
Dentro de los gastos ordinarios podemos encontrar a los gastos extraordinarios. Los gastos extraordinarios son los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos, de obras útiles a la prosperidad de la Nación; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia.
Novedoso
Me pareció novedoso la concepción que tiene Alberdi sobre la religión, pero lo que más me llamo la atención es que Rosas obligara a los egresados de las universidades a recibir el título de medico o abogado sin que previamente acreditare ante el gobierno «haber sido y ser notoriamente adicto a la causa nacional de la Federación», bajo pena de nulidad del título.
Preguntas al autor
1) ¿Qué opina del sostenimiento del culto católico en la actualidad?
2) ¿Qué piensa de la cantidad de gastos extraordinarios que realizan los gobiernos?
3) ¿Agregaría o quitaría algún ministerio?
RESUMEN:
Alberdi destaca el límite en que el Tesoro Nacional puede emplearse ya que todo el dinero público gastado debe estar dentro de lo que la CN considera objeto de gasto público, de lo contrario será malversado. Luego expone que el gasto público se divide en nacional o general, el cual supone una excepción y a su vez se dividen en ordinarios y extraordinarios. Luego se dedica a explicar los gastos públicos en detalle de cada ministerio (ministerio del interior; de las relaciones extranjeras; de hacienda; de justicia, culto e instrucción; de guerra, marina) y por ultimo señala el objeto de los gastos extraordinarios que son los efectuados en obras publicas, caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en defensa común contra los ataques de una guerra; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia, etc.
IMPORTANTE/NOVEDOSO: “Los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo. Gastar en muelles, en caminos, en canales, en puentes, en escuelas de arte, es fecundar y multiplicar el Tesoro, que parece consumirse, y que en realidad se reproduce y acrecenta. Gastar de ese modo el dinero fiscal, no es disminuir, es agrandar las rentas de la Confederación, que crecen con el tráfico, como el tráfico con las facilidades”.
1- ¿ En cuánto los gastos tanto a nivel nacional como provincial, cree que se administran de forma correspondiente?
2 .¿ El gasto publico extraordinario destinado a las obras publicas lo consideraría un gasto o una inversión?
3- ¿Cree que se cumple con los objetos del gasto público estipulados por la constitución?
Resumen: En el capítulo 7, Alberdi habla sobre los objetos del gasto público en la Constitución Argentina. En primer lugar, establece la clasificación y división general de los gastos (en primer lugar, se divide entre gastos nacionales y provinciales, y en segundo lugar en ordinarios y extraordinarios según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos). En segundo lugar, Alberdi procede a explicar los gastos que tiene cada uno de los ministerios: Ministerio del Interior (los gastos que sirven para promover el bienestar general); Ministerio de Relaciones exteriores (gastos para atraer a extranjeros al país); Ministerio de Hacienda (lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro); Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción (gastos destinados a satisfacer las necesidades de la Confederación de orden intelectual, moral y religioso); Ministerio de Guerra y Marina (gastos para proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior). Por último, establece que los gastos extraordinarios pueden ser: aquellos efectuados en obras públicas, en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulo; las compras de territorios; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia.
Lo novedoso: Me pareció interesante el hecho de que el gasto público se divida entre nacionales y provinciales, ya que me hizo pensar si alguna provincia realmente prosperara a niveles exorbitantes usando este “beneficio” a su favor, por ejemplo, ¿se discutiría de nuevo si Buenos Aires tiene que ser la capital del país?
Preguntas: ¿Cree que el dinero público se gaste en objetos de la asociación política argentina actualmente? ¿Actualmente, piensa que se destina parte del gasto público a la verdadera unión del país? ¿Piensa que los gastos dedicados a la religión son útiles hoy en día?
Resumen:
Alberdi comienza este capitulo hablando sobre cual es la manera que se puede obtener la mayor eficiencia en el gasto publico y llega la conclusión de que es la cercanía y la intima relación con la necesidades lo que permite eficiencia en el gasto. Es por esta razón, que considera el gasto nacional, considerado excepcional y limitado, como una simple delegación de las provincias hacia el tesoro central para satisfacer lo mínimo posible, es decir, lo que las provincias no pueden por ellas mismas. De ahí su decisión en afirmar que el gasto provincial es el correcto y ellas tienen la carga de mantener el controlo efectivo de su dominio en todos los sentidos. También busca en dividir el gasto nacional en ordinario y extraordinario, determinado por su periodicidad y en la posibilidad de preverlo en la ley de presupuestos y finalmente establece cuales serían aquellos gastos excepcionales y limitados de los cuales debería ocupare el poder central.
Lo sorprendente o novedoso:
teniendo el cuenta el sistema adoptado por la constitución resulta curioso pensar el grado marginal de poder económico que Alberdi interpreta que le corresponde al tesoro nacional y al gobierno central. Y creo que ahí esta la clave, en la frase, el que gasta lejos gasta mal, ya que es la inmediatez a la necesidad lo que determina el correcto uso de recursos, y no puedo dejar de pensar en el sistema actual de co-participacion el cual importa la completa desviación de estos principios de austeridad del gobierno nacional que desarrolla Alberdi. Es que son evidentes los resultados de estas políticas y son lo que el autor predijo en su libro que iba a suceder.
Preguntas al autor:
-¿que pensaría de la co-participacion?
-Teniendo en cuenta la excepcionalidad de los gastos extraordinarios, ¿que piensa sobre las transferencias discrecionales a provincia?
-¿que opinaría de la decisión actual de tener 22 ministerios?
Resumen:
El capitulo VII prescribe a las cosas privadas consideradas en el sistema de adquirir, conservar y trasmitir su dominio. El autor realiza un análisis sobre el derecho comparado que es como el derecho español y de imitación al francés. Por otro lado, en cuanto a la ocupación, primer medio originario de adquirir la propiedad según nuestro derecho civil, la ocupación bélica es un medio anulado, casi del todo por los principios de derecho internacional privado que establece la Constitución argentina. La invención, la caza y la ocupación son los tres únicos modos originarios perfectos de adquirir la propiedad, que nuestro derecho civil español admite. Agrega que, nuestro derecho civil español ve en la tradición el único modo derivativo de adquirir el dominio o propiedad de las cosas. Como el derecho romano, llama a la. tradición, causa próxima del dominio, verdadero modo de adquirir y fuente principal del derecho en la cosa, o bien sea del derecho real, que cae sobre la cosa sin relación a persona.
Novedoso:
Destacar la prescripción adquisitiva como otro medio de adquirir la propiedad y tener el señorío de la cosa, por ejemplo, en nuestro sistema actual de prescripción civil, medio frecuentísimo de adquirir la propiedad, contraría los fines económicos de la Constitución en muchas de sus reglas relativas a la cosa capaz de ser prescripta, y al tiempo exigido para prescribir. Asimismo, el derecho real de garantía como la hipoteca -nuestra actual-es la hipoteca romana y feudal, que sólo miró a mejorar la condición del fisco. Si bien la hipoteca ayuda al sujeto a obtener una prestación a cambio de devolverla a tiempo de lo contrario el banco se quedaría con el inmueble para satisfacer un crédito, no deja de ser un negocio que beneficia mas al fisco.
Preguntas:
¿Qué piensa el autor sobre la prescripción adquisitiva? ¿Esta a favor que sea una forma de adquirir la propiedad?
¿Para usted debería haber alguna restricción o limitación para las hipotecas?
¿Está a favor si hubiera una reforma en la hipoteca?
RESUMEN
Alberdi en este capítulo señala que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar la Constitución y que, por regla general, podemos subdividirlo en gastos ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos, que la Constitución manda a ejecutar cada año. Dentro de los gastos ordinarios incluye a los siguientes: i) gastos del ministerio del interior, ii) gastos de las relaciones exteriores; iii) gastos del ministerio de hacienda; iv) gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; y v) gastos del ministerio de guerra y marina. Por otra parte, ubica dentro de los gastos extraordinarios a las obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra; las recompensas de estímulo; las compras de territorios, de inventos; y los subsidios prestados por el Tesoro Nacional para urgencias imprevistas de las provincias.
LO NOVEDOSO
Me resultaron novedosos e interesantes los párrafos que le dedica a la cuestión del ejército y las guerras interiores; principalmente, cuando se pregunta qué objeto puede tener tanto uno como otro, para luego responder «ninguno que no sea el interés de reponer la injusticia y el desorden en que han existido los intereses argentinos hasta la sanción de la Constitución nacional que les ha dado su lugar normal y equitativo. Con ese intento o sin él, las guerras interiores son las más veces el negocio de un partido o de un hombre, que aspira a la ocupación del poder para explotarlo en provecho de su rango, de su fortuna, de su vanagloria».
PREGUNTAS PARA EL AUTOR
1) ¿Considera que el gasto público en materia de defensa debería ser superior?
2) Alberdi podría darnos brevemente su opinión sobre las «Abenomics».
3) Alberdi podría darnos brevemente su opinión sobre las «Rogernomics».
RESUMEN: En este último capítulo del libro, Alberdi desarrolla sobre cuáles son los objetos del gasto público según la constitución argentina. Dice que “el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta conservar su Constitución y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como declara su preámbulo.” Explica que los gastos se dividen en nacionales y provinciales y, en un segundo lugar, en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad y la posibilidad de preverlos en el presupuesto que tengan. Por otra parte, detalla cómo se componen los gastos asignados a cada ministerio y sector, cuánto cuesta sostener cada uno y lo que ello importa. Me parece importante resaltar en esta parte, la mención que hace el autor y la realidad de que en ese momento el mayor gasto que se realizaba era destinado al ministerio de la guerra, por sobre la educación, la salud, el trabajo, etc.; siendo esto bastante contradictorio e inútil, ya que la propia Constitución promulga expresamente la intención de afianzar la paz y la buena relación entre las mismas provincias argentinas, y la nación con los demás países, además de fomentar la inmigración y el comercio con las potencias.
NOVEDOSO: tal vez no sea algo novedoso pero me llama la atención, ya en esa época, cuando el autor dice: “El arte de gastar es más raro en Sud-América que el de crear recursos, en inclusive podría decir que el arte de gastar el Tesoro público se reduce la política y el gobierno de estos países, en quienes gobernar, se puede decir, es gastar, por la sencilla razón de que todo lo necesitan, de todo carecen, y todo tienen que adquirirlo a precio de un gasto”. Me resulta algo difícil de entender siendo la Argentina uno de los países más ricos en el mundo en cuanto a recursos naturales que, bien utilizados, generarían amplísimas riquezas, capaces de cubrir gastos, al igual que en otros países de Sud América. Por otro lado no quería dejar de mencionar lo que me llama la atención en cuanto al gasto realizado en el culto religioso que mantiene la Constitución, algo que para mí, debería ser erradicado completamente.
PREGUNTAS:
1 ¿considera que los amplios gastos que conllevan las fuerzas armas y la milicia argentina en la actualidad, con todos los pactos y convenios internacionales existentes, son justificados o necesarios?
2 ¿debería seguir sosteniéndose la relación entre la iglesia y el Estado, es decir el culto religioso inscripto en la Constitución Argentina hoy en día?
3 ¿Qué ministerio cree usted que debería reunir la mayor cantidad de recaudación para lograr así un mejor funcionamiento o a cuál debería dársele más importancia?
Desarrollo. Mediante la recaudación fiscal, la Nación puede cumplir con sus propósitos. Cada provincia recauda sus frutos de sus contribuyentes, habitantes de cada una de ellas. Una parte de ella quedará en manos suyas y otra, se destinará al gobierno nacional para poder solventar gastos comunes tales como, los servicios de aduanas, los de correo, la venta de tierras públicas y el abastecimiento del ejército.
Otra clasificación en que la Constitución divide los gastos públicos es en gastos generales, ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos.
La constitución es la encargada de deducir la manera en que se dirigirá y ordenará los diferentes tipos de gastos públicos.
Novedoso. Sin dudas, que el gasto público sea utilizado correctamente depende de sus propios contribuyentes y sus intereses. Una actitud inquisitiva, participativa, movilizadora es necesaria para evitar los abusos del poder político. Alberdi reconoce la lucha que se genera en contra del ocio egoísta, “ a la persona que en nada se mezcla” y la tarea comunitaria de apoyar la comunidad.
Preguntas. ¿Cómo ejercer correctamente los gastos extraordinarios que según Alberdi enriquecen la Nación, si el único incentivo de los políticos son los personales?.
Si la Constitución prevé un acotado número de empleados públicos, ¿por qué tiende a aumentar?.
¿El gasto que se dirige al culto, la iglesia, sigue siendo necesario como en el pasado?.
Resumen
En esta parte Alberdi comienza explicando los objetivos del gasto público según la Constitución, indicando se orientan a lo expreso en el preámbulo, este es su límite, y al establecer el gobierno extiende y divide el gasto en los servicios y necesidades públicas a su cargo. Gastos que se dividen primeramente en nacionales y provinciales. Por regla general todo gasto es local y provincial, y se financia por el Tesoro provincial correspondiente. El gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución por delegación de las provincias.
En segundo lugar se dividen los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el presupuesto anual. Los gastos ordinarios se dividen según los ministerios del gobierno general: del interior; de relaciones exteriores: de hacienda: de justicia, culto e instrucción; de guerra y marina. Los gastos extraordinarios poseen múltiples destinos posibles útiles y afines a la Constitución pero deben utilizarse si después de realizar los gastos ordinarios, se cuenta con recursos disponibles.
Novedad
Me resultó novedoso el final del capítulo haciendo referencia al espíritu público, personalmente muchas veces intenté imaginar cómo era la vida en nuestro país en épocas de evidente compromiso hacia bienestar común, sin exigencia alguna por parte del Estado, con esa conciencia contagiosa de lo público como algo a cuidar, buscando participar libremente de nuestro deber de mantener la libertad.
Preguntas
– ¿Diría que hoy el gobierno (Estado) volvió a ser el amo?
– ¿Como se genera y se transmite el espíritu público?
– ¿Cree que es posible hoy generar en nuestro país un compromiso común hacia la libertad?
RESUMEN: Alberdi señala los objetos del gasto público, es decir, cuales son los objetivos que debe alcanzarse con el dinero recaudado por el Tesoro Nacional. Según el autor, esos objetivos están constituidos por lo que cuesta mantener a la misma Carta Magna. Luego realiza una breve explicación de la conveniencia de establecerse un sistema de contabilidad centralizado, con respecto a esto, declara que el sistema colonial anterior utilizado por la corona española podría servir para guiar a la implementación del nuevo sistema, por ser la experiencia reunida durante siglos. Y por último, realiza una clasificación de los gastos devenidos de la Constitución y se los atribuye, según sus fines, a los siguientes ministerios: -MINISTERIO DEL INTERIOR. -MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES. -MINISTERIOS DE HACIENDA. -MINISTERIO DE JUSTICIA, CULTO E INSTRUCCIÓN. -MINISTERIO DE GUERRA Y MARINA-
NOVEDOSO: Es llamativo, más que nada viendo en la actualidad cuanto no se ha logrado, cuando Alberdi habla de la diferencia entre el tesoro de las provincias y el Tesoro Nacional, específicamente dice que por regla general todo gasto es correspondiente cubrirse con los fondos de las provincias, y por gastos esencialmente excepcionales, le correspondería actuar al Tesoro de la Nación. Otra cuestión que es de asombro es cuando Alberdi contempla la posibilidad de otorgarles el manejo de cierta porción de la economía a los Jesuitas, tomando como ejemplo a Estados Unidos e Inglaterra. A su vez que ve positiva la construcción de seminarios para el clero y las donaciones de tierras a la iglesia para que ésta utilice con fines caritativos prácticos. En lo referente a la defensa del país, el autor prefiere que los habitantes contribuyan económicamente para que exista personal permanente en las fuerzas armadas, y no que los habitantes deben pagar esta carga con sus propios cuerpo, dejando así, mas manos para el trabajo en el país y no ocupados en la guerra.
PREGUNTAS:- ¿Cree que se ha respetado la clasificación de los gastos según los ministerios y que los ministerios aun persiguen cumplir con estos objetivos delimitados por la Constitución?
-¿Considera que, con respecto a los gastos ordinarios correspondientes a las provincias y los gastos extraordinarios correspondientes a la nación, se ha invertido la idea y la excepción es la regla? (por ejemplo, mucha cantidad de obras que deberían corresponder a las provincias, estas no pueden afrontarlas si no fuera con la ayuda del Estado Nacional.)
-¿ Cree conveniente que ,ante la “urgencia” que tuvo la provincia de Buenos Aires con su policía provincial, el Estado Nacional deba intervenir para aportar los fondos que la provincia debió producir?
Resumen
Alberdi describe los diferentes gastos que hay, clasificándolos en gastos nacionales y provinciales, siendo los primeros a su vez, gastos generales y gastos locales de carácter federal. Describe así mismo la existencia de los gastos generales ordinarios y extraordinarios. Luego, se enfoca en analizar los gastos de cada uno de los Ministerios presentes.
Novedoso o sorprendente
Me resultó novedoso el hecho de que diga de que el gobierno liberal es el más caro de todos ya que debe prevalecer y trabajar para mantener la libertad de todos. Y si uno lo piensa, es totalmente cierto. Me pareció una excelente reflexión, más allá de su simpleza.
Preguntas
– ¿Cómo ve que se utilizan los gastos que se ven utilizados en la obra pública?
– ¿Qué piensa de la cantidad de Ministerios (de los cuales muchos son completamente inútiles) que se crean hoy en día?
– ¿Cómo hacer para que los gastos sean acordes a sus deberes? Más que nada lo pregunto enfocándolo en nuestra situación actual.
Resumen:
En este capítulo séptimo Alberdi nos ilustra sobre el objeto del gasto público según la Constitución argentina. El gasto público de la Confederación Argentina, se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”, tal como lo establece el preámbulo. Prosigue Alberdi a desarrollar la clasificación y división general de los gastos. En primer lugar, los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. Teniendo cada provincia su Tesoro propio que tiene a su cargo el gasto del gobierno local. En segundo lugar, se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto. Además, el autor establece que los gastos pueden dividirse en: gastos del servicio o ministerio del interior; gastos del servicio de las relaciones exteriores; gastos del servicio en el ministerio de hacienda; Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción y gastos del ministerio de guerra y marina.
Lo novedoso o sorprendente:
Resulta interesante para épocas como la que vivimos en las cuales el gasto público está en constante juicio por el gran déficit que hoy tiene nuestro país, como el autor manifiesta que en el Estado como en una familia el buen servicio no depende de cuantos sean los miembros sino de su capacidad. Y, además, agrega el autor que nuestra Constitución exige pocos empleados para el desarrollo del gobierno federal. Esto es algo muy cuestionado hoy en día, siendo que el aparato burocrático del estado se vuelve cada vez más grande y tiene cada vez más empleados aun cuando hace varios años nuestro estado es deficitario. Alberdi expresa en una frase muy singular que una forma de reducir el gasto es emplear pocas personas altamente calificadas: “Otro medio de economizar gastos en sueldos de empleados, es emplear pocos agentes, hábiles y honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos”. Y agrega que una forma de disminuir la cantidad de agentes que contrata el gobierno es establecer sueldos altos en base a su aptitud.
Tres preguntas que le haría al autor:
1. ¿Qué opina de la forma en la que se reparte la masa de dinero recaudada por los fondos coparticipables en virtud de nuestro sistema de coparticipación?
2. ¿Cree usted que debería recortarse el gasto público en Argentina, en una situación de pandemia como la que estamos viviendo?
3. En virtud de la siguiente frase: “La ley de gastos (si habla la verdad) nos dice a punto fijo si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor; si marcha a la barbarie, o camina a su engrandecimiento” ¿Qué opina sobre el presupuesto para el 2021 y que tipo de país nos propone el presupuesto?
Resumen:
En éste tramo, Alberdi nos habla de la conformación del gasto público, así como su objeto, el cuál surge de la Constitución. Dicho gasto público se divide entre gasto nacional y gasto provincial.
También nos hace una distinción entre cómo se conforma el gasto según cada ministerio.
Nos cuenta también acerca de la importancia del culto religioso para el gobierno, y como éste debe fomentarlo desde la infancia.
Me llamo la atención:
Me sorprende el ímpetu e importancia que Alberdi desde tan temprano, otorgaba a la propaganda en el exterior para fomentar las buenas relaciones internacionales, sobre todo comerciales, y la inmigración europea.
Me llama la atención como Alberdi habla de “inyectar en la sangre de la infancia” la religión, ya que me parece contrario a la idea de libertad individual, y mas bien de la mano con un modelo de adoctrinamiento.
Me parece contradictorio de hecho, el argumento que Alberdi da para oponerse a la educación universitaria pública y gratuita, considerando su postura con respecto a la educación religiosa.
Preguntas:
Hoy en día, Alberdi consideraría que el gobierno debe seguir destinando parte del gasto público a sostener estructuras religiosas y de culto? O ellas deberían buscar fuentes de financiación propias?
Que es lo que lleva a los Estados a tener defícit fiscal gastando mas de lo que ingresa?
Resumen:
Alberdi en el capítulo 7, realiza el análisis de ese dinero público, el cuál para él debe sestar direccionado por los principios de la de la constitución.
Habla de cómo el ciudadano o un gobierno pueden afectar a la administración del Tesoro Nacional con sus conductas.
Clasifica los gastos, en cuanto esa administración corresponda al estado federal o a cada provincia y juzga los errores en los que se cae, cuando no se tiene en mira el bien común y una expectativa de futuro. Hace una clara diferenciación entre los objetivos políticos y administrativos en los que se enrola un Estado.
Y cómo se traiciona si solo atiende el político.
Novedoso
También hace referencia al modo de distribución del gasto general y local.
Hay una diferenciación entre gastos ordinario y extraordinarios, en la constitución y las diferentes reglas que esta enuncia sobre el orden y la dirección de los diferentes gastos.
Hace hincapié en el interés del gasto extraordinario cuando redunda en camino, muelles canales, etc., ya que lo veo como una forma de multiplicar el Tesoro.
Establece que al mirar la ley de presupuesto de un país es fácil sacar la radiografía de la calidad de dirigente tiene ese estado.
Preguntas
¿qué sería más eficiente en nuestro país reducir el gasto o gastar de un modo más productivo?
¿le haría alguna modificación a la Ley de coparticipación federal?
¿cuál son los tres países que a su criterio realizan un adecuado
el gasto público?
Resumen:
En este capítulo Alberdi nos habla de los objetos del gasto público, los cuáles están directamente ligados con las declaraciones del Preámbulo.
Los gastos se dividen en gastos nacionales y provinciales. Cada provincia tiene a su cargo los gastos de su gobierno local. Los gastos generales son excepcionales y limitados, y también pueden existir gastos provinciales de carácter federal.
Se destaca la importancia del cálculo de gastos y la confección de la ley de presupuestos.
Los gastos generales se dividen en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad de su ejercicio y su previsibilidad.
Una forma de clasificar los gastos es teniendo en cuenta la división que hace la Constitución en los distintos Ministerios.
Finalmente, el gasto público no sólo se compone de las necesidades que se satisfacen a través del Estado y los gobiernos, sino que también aquellas que realizan sus habitantes motivados por el espíritu público, en favor del bienestar propio y común.
Me resulta interesante la explicación de por qué el Estado toma a su cargo como gastos el sostenimiento de la Iglesia Católica, viéndolo con un fin político y social. Sin embargo, me resulta contradictorio respecto a lo mucho que destaca los principios de igualdad y libertad, a su vez de la importancia de economizar en los gastos teniendo en cuenta que estaban en un país naciente.
Preguntas que le haría al autor:
1) ¿En qué modificaría la actual ley de coparticipación federal?
2) ¿Considera que en la actualidad el Estado debe seguir sosteniendo los gastos de UN culto nacional?
3) ¿Cree que exista algún mecanismo que garantice la transparencia en la licitación de las obras públicas? ¿Cómo lidiaría con el problema de los sobreprecios?
RESUMEN:
En el capítulo VII, Alberdi desarrolla los objetos del gasto público según la Constitución Nacional. En este, Alberdi menciona que el gasto público se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Para Alberdi, todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Por lo tanto, el Tesoro nacional está destinado a que no suceda esto, y quien lo distrae de él, comete un crimen.
Luego, el autor distingue entre los distintos tipos de gasto público que existen, que se diferencian en gasto local y provincial, gastos nacionales generales y locales de carácter federal, y gastos generales ordinarios y extraordinarios. Además, divide los gastos públicos según los objetos de la administración en que deben ser efectuados, los cuales son los gastos del servicio o ministerio del interior, que se componen de lo que cuesta el estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, que son los objetos de la Constitución más inmediatamente colocados a su cargo. Los gastos del servicio de las relaciones exteriores, que se componen menos de lo que cuesta el sostener la amistad y buena armonía de la Confederación con las naciones extranjeras, que del orden de trabajos que ese ministerio debe poner en obra para dar a conocer en el mundo exterior las ventajas del nuevo régimen que ha sancionado la Confederación, las condiciones admirables del país para el establecimiento de las poblaciones extranjeras que se desea atraer y los recursos que presenta a la ocupación de los capitales extranjero. Los gastos del servicio en el ministerio de hacienda, que se componen principalmente de lo que cuesta el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro; la adquisición y sostén de las casas y establecimientos para su servicio. Los gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, que se componen de lo que cuesta el sostenimiento del culto nacional; el sueldo de los empleados, y los estable-cimientos de la administración de justicia; los trabajos de codificación en el derecho común; y, por fin, los muchos establecimientos, trabajos y empleados destinados a propagar la instrucción útil en el pueblo de la Confederación de teda condición y sexo. Por último, los gastos del ministerio de guerra y marina, que Se componen ellos de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución.
LO NOVEDOSO:
En esta parte del libro de Alberdi me llamo la atención como el menciona que todo el dinero que sea gastado con otros fines que no sean los establecidos por la constitución será dinero malgastado y malversado, lo cual hasta hoy en día se puede criticar en que se utiliza el dinero del estado por parte de nuestros representantes.
PREGUNTAS:
¿Qué gasto hecho actualmente por el estado piensa usted que se puede tomar como malversado?
¿Se podría achicar el estado de alguna forma para tener menor gasto público? ¿Cómo?
¿Cree que disminuyendo el gasto público se puede facilitar el pago de la deuda externa?
RESUMEN
Alberdi habla sobre el tema del gasto público, el gasto que se compone de todo aquello que cuesta el conservar a su Constitución, dice especificamente que todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución, es dinero malgastado y malversado El gasto se puede dividir en nacional y provincial. Cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local. A su vez, todo gasto puede ser ordinario o extraordinario según la regularidad con que se hagan, la posibilidad de anticiparlos e incluirlos en el presupuesto.. Termina en el objeto de la categoría de los gastos extraordinarios que son los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el etc., estos gastos pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo.
Novedoso
Que en materia de instrucción pública los gastos de esta sección incluya gastos para la venida y establecimiento en el país de sabios extranjeros. El tratamiento que el da al evasor: Hay cobardía a mas de latrocinio, en toda defraudación ejercida contra el Estado. Es el egoísmo llevado hasta la bajeza porque no es el Estado, el que soporta el robo, sino el amigo, el compatriota, que tienen que cubrir con su bolsillo el déficit. Quien distrae el Tesoro Nacional comete un crimen. El gobierno que lo invierte mal comete un crimen.
Preguntas
¿Como definiría un buen sistema de gasto publico adoptado por el estado?
¿Que debería tenerse en cuenta para que los habitantes de un estado contribuyan con el gasto público?
Poniendo de ejemplo a la Argentina en la actualidad, ¿Considera algún gasto como extraordinario en la Confederación que se podría considerar como gasto ordinario?
En el presente capitulo Alberdi nos relata sobre cuales son los objetos del gasto publico y como esta compuesto el mismo. Así mismo, resalta que este es el necesario para realizar, proteger y garantizar todo lo establecido en la Constitución. Establece la clasificación de gastos ordinarios y extraordinarios, y de locales y provinciales. De esta manera presenta un sistema que apela a la lógica respecto a sobre “quienes” gastan y de que manera lo hacen. Establece como las provincias, haciendo redundancia a que tienen su propio gobierno, son las que se encargaran de su respectivo gasto público, y que el gasto publico nacional general. Menciona además como los distintos tipos de gastos públicos están divididos en ministerios según su objeto.
Alberdi menciona que, para realizar gastos extraordinarios, primero el estado debería poder cubrir sus gastos ordinarios. Esta es, junto con las demás formas de organización del gasto, un limite impuesto por la constitución para que pueda llevarse a cabo lo establecido en la misma.
Lo que mas novedoso me resulto del capitulo es la referencia que hace Alberdi respecto a ¿Qué ha querido decir Montesquieu, cuando ha dicho que el gobierno de libertad era el más caro de los gobiernos? Esta pregunta y su subsiguiente explicación sobre lo que implica la libertad me llamaron la atención. No había podido apreciar el hecho de los “deberes” de libertad, y me resulto sorprendente la frase “El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente” y sobre como depende de los mismos ciudadanos el hecho de contribuir al progreso y bienestar general, y como el hecho de mejorar debe nacer de los sacrificios hechos por voluntad propia en virtud de una vida mejor y no de un simple tributo al Estado.
Preguntas
¿Cree que actualmente Argentina se encuentra en una situación en la que el gobierno hoy es el “amo” y no el “sirviente”?
¿Considera que la sociedad argentina capaz de mejorar su calidad de vida a través de gastos públicos voluntarios en pos de una vida mejor y no de un simple tributo? ¿Cree que el gran porcentaje de los habitantes es consciente de este método exitoso en otros países?
¿Se ha cumplido en Argentina a lo largo de los años, una forma razonable de llevar adelante los gastos ordinarios y extraordinarios?
el autor en esta parte de su obra se refiere al objeto del gasto público según la constitución nacional, así el primero sería el de que se propone en el preámbulo de aquella, lo que sería a la postre el sostenimiento de ella. más adelante se refiere a las formas de contabilizar los gastos e ingresos en la nación y las provincias. divide luegos las gastos en ordinarios y extraordinarios y luego nos da los ministerios objeto del gasto público.
divide las funciones así por ejemplo da al ministerio del interior los objetivos de consolidar la paz interior. al ministerio de relaciones exteriores la de las noticias sobre novedades fiscales y beneficios que les traería a los europeos asentarse aquí.
luego se refiere al crédito público sin nombrarlo diciendo que el gasto más digno y fecundo de cuantos abraza el ministerio de hacienda, es el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública.
Más adelante se refiere a la iglesia y al papel que esta ha tenido en la república desde la época de la colonia por ejemplo en lo que a instrucción se refiere.
sobre el final el autor se refiere a formas civiles privadas de llevar adelante el espíritu público, donde no hay coacción sino voluntad de hacer el bien común.
sorprendentemente las palabras del autor sobre la defraudación y la calificación de la misma serían entendibles en país y sistema tributario naciente pero en nuestros días parece no diferir mucho.
cuando se refiere a que la Constitución federal argentina exige pocos empleados para el servicio del gobierno general, compuesto de poderes excepcionales y poco numerosos, de hecho ha mutado con el ingreso del cuarto poder o llamado extrapoder el Ministerio Público fiscal.
al decir del autor como no se consigue el servicio de hombres de capacidad notable y de respetabilidad acreditada sino por compensaciones dignas de tales prendas, los sueldos crecidos pagados a la aptitud son un medio de disminuir el gasto público en empleados de hacienda, lo que hoy podría controvertirse respecto de los sueldos que corresponden a los funcionarios, ya que ellos no se caracterizan por ser bajos.
no menos debatido y criticados sería lo que se refiere al culto catolico y su sostenimiento por parte del estado argentino.
cree que el dinero es gastado acorde al límites en tanto carga pública que la constitución propone?
piensa que hoy en día uno de los objetivos del ministerio de economía es economizar dentro de su propia estructura ?
cree que el mayor arte de los gobiernos sudamericanos es más gastar que recaudar?
Resumen
En este capitulo se analiza, según la Constitución Nacional, el gasto publico para la Nación Argentina. Los gastos serán los necesarios para poner en funcionamiento y mantener la infraestructura Estatal y hacer cumplir las instituciones que la Constitución Nacional garantiza. El limite del gasto publico estará fijado por ese limite, todo gasto fuera de ese limite será producto de una mala administración. Las provincias tienen a su cargo los gastos para el mantenimiento de su propia infraestructura. Los gastos ordinarios serán los necesarios para que cada Ministerio lleve a cabo su finalidad y los gastos extraordinarios serán aquellos que sean urgencia para la Nación.
Sorprendente
Me sorprende que con el paso del tiempo no se haya modificado la Constitución Nacional para eliminar el gasto para mantener la iglesia Católica, siendo un país donde hay libertad de culto.
Preguntas:
1. ¿estaría de acuerdo con eliminar el gasto que se dirige a mantener el culto Católico?¿considera el mantenimiento del culto Católico esencial?
2. ¿ cuantos Ministerios serían los esenciales en la actualidad?
3. ¿esta de acuerdo con los gastos en obra publica?
Sistema económico y rentístico. Tercera parte, Capítulo VII
Alumno: Franco Colombo
RESUMEN:
En el capítulo VII, Alberdi habla de los objetos del gasto público según nuestra Constitución Nacional. Comienza diciendo que el gasto nacional argentino, en otras palabras, se compone de todo lo que cuesta el conservar su CN y pasar a cumplir lo establecido en su preámbulo. Luego, resalta las consecuencias de malgastar o malversar el dinero público y, dice que “no es el Estado, en último caso, el que soporta el robo, sino el compatriota del defraudador que tiene que cubrir con su bolsillo el déficit que deja la infidencia del defraudador”.
Siguiendo con el capítulo, el autor indica que los gastos se dividen en gastos nacionales y gastos de provincia, donde cada provincia conserva para sí el poder no delegado al gobierno federal (Art 121 de nuestra CN actual). Alberdi señala que esto puede influir en el proceso provincial ya que “por la regla muy cierta en administración de que gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce, sino por noticias tardías o infieles”.
Luego señala que hay una segunda clasificación: gastos ordinarios y gastos extraordinarios. Los gastos ordinarios son los conformados por 5 ministerios: del interior; de hacienda; de relaciones exteriores; de guerra y marina; y de justicia, culto e inversión. Allí comienza a describir los gastos ordinarios de cada ministerio (sería imposible describirlos en este resumen).
Por último, desarrolla los gastos extraordinarios, los cuales se conforman por las obras públicas tales como muelles y caminos (de los cuales el país carecía); los gastos para el sostén de la defensa común del país en casos de ataques interiores o exteriores. Allí el autor señala que estos gastos, si se hacen de un modo reproductivo, pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro Nacional. “Gastar de ese modo el dinero fiscal, no es disminuir, es agrandar las rentas de la Confederación (…) En ese sentido, gastar es atesorar”.
NOVEDOSO O SORPRENDENTE:
Me resulta sorprendente cuando el autor comienza a enumerar los gastos del Ministerio de Hacienda y señala que un medio para economizar los gastos en los sueldos de los empleados es emplear pocos agentes, pero que sean hábiles y honrados, en lugar de muchos y que sean ineptos y sospechosos. Algo similar repite cuando habla del Ministerio del Interior diciendo que “un buen servicio no depende del número de sirvientes, sino de su capacidad”.
Preguntas a Alberdi:
1) ¿Qué medidas implementaría para reducir el gasto público actual?
2) ¿Cree usted que nuestra ley de presupuesto sea sensata?
3) ¿Qué tanto tendría de cierta su frase final “el gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente?
Resumen
En este capítulo podemos dilucidar cómo Alberdi hace un análisis respecto del gasto público(un tema siempre presente por lo visto a pesar del paso del tiempo). Lo importante de este análisis es el sentido informativo del mismo ya que hace una clasificación del gasto público y las explica detalladamente. Primero divide los tipos en gasto público nacional y gasto público provincial, siendo este último aquel que disponen las provincias respecto de sus propio Tesoro y como consecuencia de su autonomía(sería imposible designar un mismo gasto público para todas las provincias ya que cada una tiene sus propios problemas y algunas son más beneficiadas que otras). Y respecto al gasto público nacional hace una subdivisión entre el ordinario y el extraordinario, previsto en la Constitucion misma.
Novedoso
Me llamó la atención que Alberdi aborde la religión en este capítulo, sin haberlo leído lo habría entendido el punto de conexión entre religión y gasto público, sin embargo luego es muy fácil hacer este razonamiento teniendo en cuenta lo que significa la religión en un país y todo lo que produce alrededor, con los efectos buenos o malos.
Se puede ver lo que piensa Alberdi respecto a sostener un culto religioso dando el sus motivos válidos, pero sin embargo está de acuerdo con sostener un culto religioso en especial:él católico.
Preguntas:
1. En 2020 ¿seguiría estando de acuerdo con destinar fondos del tesoro nacional al sostén de un culto religioso?
2. ¿Le parece igualitario sostener un único culto y los demás no? En ese caso, sostendría todos o ninguno?
3. ¿Que opina de utilizar el gasto público para impulsar la economía?
4. ¿Se podría llevar a cabo un país sin ningún gasto público?
RESUMEN:
J. B. Alberdi decide que lo más oportuno para el último capítulo de su obra era plasmar y desarrollar los fines del gasto público argentino según su norma suprema. Este capítulo está subdividido en 3 artículos. Primero clasifica los gastos en general. Esta clasificación está hecha respecto a su despacho (artículo 84 CN) en cinco ministerios: 1° Gastos del servicio o ministerio del interior; 2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; 5° Gastos del ministerio de guerra y marina. Luego el autor desarrolla cada uno de estos explicando cual es el objetivo particular que se considera de cada ministerio. Y, por último, concluye diferenciando los gastos ordinarios (los mencionados anteriormente) de los extraordinarios que son los efectuados en obras públicas, los ocurridos contra los ataques de una guerra, las recompensas de estímulo, entre otros.
NOVEDOSO/ SORPRENDENTE:
Algo que nunca logré entender es porque Alberdi constantemente resalta la importancia de tener pocos empleados públicos y eficaces, pero nunca menciona ninguna cifra ni nada similar. Alberdi, con toda su experiencia política, profesional y académica debería tener muy en claro que al término “poco” lo representa la vaguedad. No me refiero a que esta cifra debería estar en le Constitución Nacional, pero que al menos de a entender al lector de su obra a que se refiere. Podría ser un numero fijo, variable por cantidad de habitantes, una porción, en fin, existe más de una opción para el tema concreto.
PREGUNTAS AL AUTOR:
1.- Dado que la obra pública es una de las principales fuentes de corrupción política, ¿cómo se podrían hacer obras estatales con financiación privada?
2.- Nuestro país hizo y hace uso y abuso de gastos extraordinarios, ¿no le parece que los mismos deberían tener un mayor control o una mayor regulación?
3.- En estos 160 años, ¿qué beneficios nos trajo a los argentinos la financiación de la Iglesia Católica? Y, dejando de lado sus creencias, ¿cree que fue y es dinero bien invertido o malgastado?
RESUMEN:
El gasto publico tiene por objeto hacer frente a todos los derechos y libertades consagrados en la Constitucion Nacional. Es decir tiene por objeto preservar el bienestar general, la paz interior y asegurar los beneficios de la libertad.
El gasto publico podria dividirse en gastos nacionales y provinciales. Los primeros se haran frente con lo que recaude el Tesoro Nacional, mientras que los siguientes quedaran a la discrecionalidad de las políticas de los recursos de las arcas provinciales.
A su vez el gasto publico puede dividirse en ordinario o extraordinario. El gasto ordinario se refiere a lo que necesitan los ministerios para cubrir gasto corriente y deberá estar consagrada en el Presupuesto Nacional. Mientras que el gasto extraordinario se utilizara para cubrir gasto no esperado dentro de las diferentes carteras ministeriales, así como la guerra.
Todo lo referido a la creación de caminos, puentes, muelles y demás es preferible que se realice a través de empresas privadas. En los Estados Unidos y en Inglaterra el mejoramiento del espacio publico se realiza a través de manos privadas, contrariamente a los paises de América Latina donde heredaron una costumbre paternalista de la época colonial de querer que esto se encuentre exclusivamente en manos del Estado.
NOVEDOSO:
1) Se incorpora la idea del «Estado Defraudador»; es decir que es de comprobacion empirica que a mayor grado de discrecionalidad del gobierno en materia de obra publica, mayor la tentación del gobernante a robar.
2) La creacion de puentes, caminos y carreteras puede llevarse a cabo tambien por el sector privado, contrariamente a lo que dicen los keynesianos, un claro ejemplo de este desarrollo empresarial es la Republica de Chile.
3) Mayor gasto Publico no es sinónimo de mayor bienestar social o de mayor eficiencia, sino todo lo contrario, tiende al despilfarro y a practicas de corrupción. Además de que para financiarlo se necesitan mayores impuestos, que son causa directa de deterioro del sector privado.
PREGUNTAS:
1) Que ministerios consideraría eliminar del gobierno actual?
2) Seria posible llevar a alguna obra publica «a la chilena»?
3) Regularía el llamado «gasto extraordinario»?
Resumen:
Comenzando el análisis de las lecturas planteadas podemos ver que el epicentro del análisis que va a abordar Alberdi en el texto es referente a la figura del gasto público, como se compone y detalla además como se expresa este en cada sector, un dato que considero relevante, es como el autor en su análisis especifica que todo dinero de procedencia publica el cual es gastado en elementos que la constitución NO establece es dinero malgastado y malversado, (nos detendremos en esta figura más adelante) por otra parte avanzando con el tema, el autor menciona como ejemplo como está compuesto el gasto en los ministerios (haciendo mención del ministerio del interior) compuestos por la unión nacional, consolidar la paz interior y promover el bienestar general (como claro ejemplo de valores propios Constitucionales) Como último punto de análisis me gustaría hacer mención de la categorización planteada de gastos extraordinarios los cuales los define como aquellos efectuados en obras públicas, calles, puentes, muelles, etc y como estos tipos de gastos pueden ser de un amplio beneficio para abastecer el tesoro nacional, siempre y cuando estén hechos de un modo correcto y reproductivo.
Datos novedosos o de especial mención:
Como dato novedoso me gustaría hacer mención a lo mencionado anteriormente sobre el concepto malvercionista de gasto publico contrario a la constitución, nuevamente vemos como Alberdi pone en su centro de análisis lógicamente los valores constitucionales, pero no los detiene ahí, si no que hace un análisis interno más profundo acerca de los salarios gastados en los empleados públicos, considera que el gasto de sueldos es poco eficiente si este deriva en un trabajador con pocas aptitudes para el mismo, por lo tanto hace una suerte de categorización del trabajador en busca del mas óptimo para cubrir el puesto, esto es un análisis fascinante ya que en esta época poder ver que no todos los puestos cubiertos en trabajo público son eficientes es un paradigma que se mantuvo con el pasar de los años, si bien considero que en la actualidad estos sueldos no significarían un gasto estatal fuerte si puede ser una medida de reducción necesaria para darle oportunidades a otras personas las cuales puedan encajar con el perfil necesario para la realización del trabajo
Preguntas
¿Considera que los ministerios se rigen bajo una distribución presupuestaria correcta?
¿De qué forma asegurar que los empleados contratados por el estado puedan ser lo suficientemente aptos para sus puestos? (ya que la aptitud para el cargo no siempre se respeta)
¿De qué forma se podría regular el gasto “extraordinario”?
En este capítulo se sigue un clasificación del gasto público, de todo lo que cuesta conservar la Constitución, y de reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Existen gastos generales y gastos locales de carácter federal, gastos ordinarios y extraordinarios, y la manera de dirigir y ordenar esto gastos se encomienda a los distintos Ministerios: de hacienda, de interior, de relaciones extranjeras, de justicia culto e instrucción, y de guerra y marítima. Todo ello acompañado de la disposición de los habitantes para unir sus esfuerzos y comprometerse en la cusa colectiva nacional, sin más coacción que el bienestar general, entendida esta como el espíritu público, que hace al pueblo digno. Los Estados Unidos e Inglaterra deben la mitad de sus mejoras a esa contribución que el país paga sin que se lo exija la ley.
Novedoso:
La manera de hacer hincapié en la educación pública, la necesidad de formar ciudadanos con fuerte valores sociales, de libertad política y compromiso cívico. La forma en que ha de respetarse la estrecha relación del gasto público con los preceptos constitucionales. Y como ha de tenerse importación a la libertad, fomento y financiamiento del culto, principalmente el católico. Denota la necesidad del pueblo de verse vinculados a valores morales que hagan de la emergente comunidad en una sociedad civilizada.
Preguntas:
¿Usted considera que ha de continuar la contribución Estatal al culto religioso?
¿Encuentra acertado que continúe el financiamiento de la educación pública universitaria?
¿Cómo habría usted de fomentar la cooperación voluntaria, para que se lleve a cabo el ejercicio del espíritu público?
Resumen: ¿Qué sucede si se destina el dinero del Tesoro Nacional a fines no previstos? Se trataría no solo de un crimen contra el Estado sino también la inevitable consecuencia de tener que cubrir el déficit que se genera. Pero, quien lo cubriría? Los ciudadanos. Alberdi se adentra en desmenuzar los gastos de la Confederación. Estos se dividen en nacionales y provinciales, según sea el origen del gasto y la cuestión sea propia del gobierno nacional o haya sido o no deriva en su materia por las provincias al gobierno central. Las provincias cuentan con un tesoro propio, el que les sirve para solventar sus gastos. El autor nos dice que conceptos abarca cada uno y como debería organizarse a partir de un buen método y claridad de cálculos y también de una ley de presupuesto. Y también los clasifica en gastos ordinarios y extraordinarios según lo manda la Constitución Nacional
Frases destacables: “…espíritu público, es decir, de la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y prestarlos, sin más coacción que el deseo del bienestar común, sin más mira que realizarlo”.
Preguntas: 1) ¿Por qué considera Ud que es espíritu público en otros países está presente y acá en Argentina no? 2) Cuál es le mejor método para evitar el aumento del gasto público? 3) considera que la sociedad debería tener algún tipo de participación en la confección del presupuesto?
Guía de discusión: El gasto público debe ser acordé constitución nacional y al presupuesto que se apruebe en el congreso nacional ( para constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad, según los fines de la Constitución nacional)
Todo dinero público gastado en otros fines que no sean lo que la Constitución señales, es dinero malgastado.
Los gastos públicos pueden clasificarse en:
*Nacionales o provinciales;
* Ordinarios y extraordinarios
Los gastos no son solo erogaciones, están destinadas a traer el tesoro en aumento, esto es, un efecto productivo. Alberdi entendía que al principio del desarrollo de nuestro país, se entendía que gobernar era sinónimo de gastar; pero esto irá cambiando ya que con lo invertido habrá un mayor desarrollo. Por otro lado existe también otro gasto público que será obra exclusivamente del espíritu público. Alberdi entiende que la libertad está atada al accionar, a formar parte ya que el odio egoísta limita dicha libertad.
Novedoso: Me pareció interesante que Alberdi entendía a los inmigrantes como un avance y no como una amenaza, ya que decía que necesitábamos de ellos para crecer como nación; sin contar que también necesitábamos innovación, materiales y fundamentalmente conocimientos para poder crecer como país.
Me parece notable la idea de Alberdi sobre el » espíritu público» al destacar la importancia de los habitantes de la confederación y también el cambio del gobierno ‘amo’ al gobierno ‘sirviente’
Preguntas:
*¿ Qué consideración merece la diferenciación que se realiza de los ciudadanos por naturalización ?
*¿ Sería necesario hoy en día seguir sosteniendo a la iglesia católica económicamente?
* ¿Cuál sería una herramienta para el ciudadano para tener mayor control sobre la administración del gasto público ?
RESUMEN:
En el capitulo VII, Alberdi describe los objetos del gasto publico según la constitución Argentina. El autor afirma que el mismo «se compone de todo lo que cuesta el constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad». Alberdi a su vez, nos dice que todo el gasto publico que no se destine a ser utilizado en lo que la Constitución permita, es dinero malgastado. Alberdi hace una diferenciación o clasificación entre los gastos. Los divide en gastos nacionales y gastos de provincia. Asegura que cada provincia al tener su propio gobierno, debe hacerse cargo del gasto del mismo, a expensas de su tesoro de provincia.
Por su parte, los gastos nacionales o «jenerales» como así lo menciona el autor, se dividen en ordinarios y extraordinarios, teniendo en cuenta la regularidad periódica de su ejercicio. En cuanto a los gastos ordinarios, la Constitucion otorga una regla para subclasificarlos en cinco ministerios o departamentos:
1.- GASTOS DEL SERVICIO O MINISTERIO DEL INTERIOR
2.- GASTOS DEL SERVICIO O DE LAS RELACIONES EXTERIORES
3.- GASTOS DEL SERVICIO EN EL MINISTERIO DE HACIENDA
4.- GASTOS DEL MINISTERIO DE JUSTICIA, CULTO E INTRUCCION
5.- GASTOS DEL MINISTERIO DE GUERRA Y MARINA
En cuanto a los gastos extraordinarios, son aquellos que al usarlos de modo reproductivo resultan de gran utilidad, ya que como describe Alberdi, realizar este tipo de gvastos «es fecundar y multiplicar el tesoro que parece consumirse y que en realidad se reproduce y acrecienta.»
NOVEDOSO/IMPORTANTE:
Quisiera destacar en este punto, que me resulto novedoso el momento en que Alberdi se pregunta que ha querido decir Montesquieu cuando afirmo que el gobierno de libertad era el mas caro de los gobiernos. Siendo este el que mas sacrificios demanda, no mas tributos. Y que la razón por la cual la libertad es cara para la noción, es el servicio prestado en consagración, en celo, en participación libre y voluntaria por sus habitantes en favor de la obra del bienestar propio y común. Siendo la libertad una herramienta inútil para el gasto publico.
PREGUNTAS:
1.- Como seria un optimo gasto publico?
2.- Que estrategia o herramientas utilizaría para disminuir el alto gasto publico que tiene la argentina hoy en día?
3.- Cree que los gobiernos destinan el gasto publico de forma legitima?
Juan Bautista Alberdi no solo piensa en el sistema económico y rentistico, sino que comprende que para solucionar los problemas de nuestra sociedad no solo hace falta solo pensar en el gasto del estado. Sino que también que la sociedad hace sin tener por medio a la autoridad qué haya mejora en su ciudad, socorro y alivio en la clase social baja; hacen que todo prospere más rapido.
La sociedad junta sus esfuerzos y crea, esos gastos son solo del espíritu público.
Solo quieren un buen bienestar, lo proyectan y lo hacen.
Inglaterra y Eeuu deben la mitad de su progreso en orden local gracias al espíritu público. Simplemente porque el pueblo desea vivir bien, y no le hace falta que se lo exija la ley.
La mitad de la organización del país está en mano de las propias personas, la falta de espíritu público se debe a su atraso propio.
El gobierno que da libertad es el más caro de los gobiernos dijo Montesquieu; eso significa que el gobierno que da más libertad es el q demanda más sacrificios por parte de su propio pueblo. También demanda la participación libre y voluntaria de su sociedad así logrando su propio bienestar.
Ser libre es vivir en un completo afán, es tomar parte en lo q a la nación le interesa. Cada ciudadano tiene el poder de crear su propio bienestar, y tiene un poder de acción pública más fuerte que la guardia nacional.
El ocio egoísta es el que no quiere la libertad y el bien común para los demás.
Cuando la sociedad decidió tener consciencia por su propio bienestar y tener espíritu público hizo que el gobierno pase de ser su propio amo a ser un sirviente.
Por eso hay diferencia entre la colonia y la República. En cambio, el vecino acepta lo que hizo sin nada a cambio