Una convertibilidad exitosa: Hong Kong. Un país, dos monedas, así fue como la adoptaron

Que la convertibilidad haya sido enterrada en Argentina es una cosa, que haya fracasado es otra, ya que sus problemas, como siempre y desde entonces, están vinculados con el exceso de gasto público, déficit fiscal, endeudamiento y regulaciones al mercado. Otro ejemplo de convertibilidad ha sido muy exitoso, el de Hong Kong, que es comentado en este artículo: “One country, two currencies: The adoption of the Hong Kong currency board, 1983”, por Asa Malmstrom Rognes, de Uppsala University y Catherine R. Schenk, de Oxford University: https://doi.org/10.1111/ehr.13211

“Las cajas de conversión han tenido una atracción duradera como solución al tipo de cambio y la credibilidad monetaria para las economías pequeñas y abiertas, a pesar de los pocos ejemplos exitosos. En este contexto, el caso de Hong Kong destaca por su longevidad; sobrevivió al traspaso a China, a las crisis financieras asiáticas de 1997 y a las crisis mundiales de 2007-2008 y 2020. La crisis monetaria de 1983 y la decisión de vincular el tipo de cambio al dólar estadounidense suelen tratarse como el resultado de decisiones políticas locales. incertidumbre debido a las negociaciones chino-británicas que establecieron el marco de cómo Hong Kong encajaría con el resto de China después de 1997. Presentamos nueva evidencia de archivo de Hong Kong y Londres para revelar los debates de un año sobre el sistema monetario de Hong Kong después de una caída del tipo de cambio en septiembre de 1982 y demostrar cómo la mayoría de los protagonistas en Hong Kong y Londres aceptaron a regañadientes la idea de volver a fijar el dólar una vez que se habían elevado las expectativas del público. También mostramos cómo la mezcla de inestabilidad monetaria y bancaria afectó los términos de las negociaciones en 1982 y 1983 y estableció el marco para el sistema de un país, dos monedas que prevalece hoy.”

Los resultados políticos modifican las expectativas económicas: un ejercicio con la elección entre Trump & Biden

La economía es el estudio de la acción humana, pero esta acción es motivada por valoraciones subjetivas que cada individuo tiene. Por eso es importante analizar cómo y porqué cambian esas valoraciones, las expectativas sobre el futuro y de allí las decisiones que se tomen. Es lo que trata el paper “Political Leaders and Macro economic Expectations: Evidence from a Global Survey Experiment”, por  Dorine Boumans, Klaus Gründler, Niklas Potrafke y  Fabian Ruthardt de la Universidad de Munich, publicado por CEsIfo: https://www.cesifo.org/DocDL/cesifo1_wp9974.pdf

En este caso analizan las consecuencias de ciertos eventos políticos, tales como el resultado de una elección, como la de Estados Unidos entre Biden & Trump. Y llegan a la conclusión que las expectativas mejoraron con la victoria de Biden, porque supuestamente daría como resultado menores trabas al comercio internacional. En fin, discutible. Así se presenta:

“¿Puede un solo líder político influir en las expectativas macroeconómicas a escala global? Diseñamos un experimento de encuesta a gran escala entre expertos económicos influyentes que trabajan en más de 100 países y utilizamos las elecciones presidenciales de EE. UU. de 2020 como un experimento cuasi natural para identificar el efecto del cambio de titular de EE. UU. en las expectativas macroeconómicas globales. Encontramos grandes efectos de la elección de Joe Biden en las expectativas de crecimiento de los expertos internacionales, trabajando a través de expectativas más positivas sobre el comercio. El resultado electoral afectó particularmente las expectativas de los aliados occidentales y aumentó la incertidumbre económica global. Nuestros hallazgos sugieren importantes efectos indirectos políticos en la formación de expectativas macroeconómicas

Algo que sabemos desde hace tiempo: la irresponsabilidad fiscal es la madre de todos los problemas

El título es ya interesante: A THEORY OF FISCAL RESPONSIBILITY AND IRRESPONSIBILITY, por Marina Halac, de Yale y Pierre Yared, de Columbia Working Paper 30601: http://www.nber.org/papers/w30601

No se refiere a la Argentina pero si andamos buscando irresponsabilidad fiscal, ya sabemos donde encontrarla. En síntesis, los países con “responsabilidad fiscal” en algún momento “ajustan”. Los países con irresponsabilidad fiscal en algún momento…., chocan. Si lo sabremos.

Creo que al paper le falta plantear porqué ciertos países tienen mayor responsabilidad fiscal, no considera el papel de las instituciones.

Esto plantea:

“Proponemos un mecanismo de economía política que explica la presencia de regímenes fiscales puntuados por períodos de crisis. Nuestro modelo se centra en la interacción entre sucesivos gobiernos deficitarios sujetos a i.i.d. choques fiscales. Mostramos que la economía transita entre un régimen fiscalmente responsable y un régimen fiscalmente irresponsable, con transiciones que ocurren durante las crisis cuando las necesidades fiscales son grandes. Bajo la responsabilidad fiscal, los gobiernos limitan sus gastos para evitar la transición a la irresponsabilidad fiscal. Bajo la irresponsabilidad fiscal, los gobiernos gastan en exceso y precipitan crisis que conducen al restablecimiento de la responsabilidad fiscal. Las transiciones de régimen solo pueden ocurrir si el sesgo de déficit de los gobiernos es lo suficientemente grande.”

No solamente hay que ajustar el gasto y eliminar la emisión monetaria: hay que liberar la economía

Aquí hay un punto interesante. Todos sabemos…, bueno, no todos, que para frenar la inflación hay que frenar la emisión monetaria y la causa de esa emisión, el gasto público. Pero, no sólo eso, también hay que liberar la capacidad productiva de la economía. Si no, es puro costo, al menos al principio. Algo así comentan en el paper “Winning the Battle Against Inflation Also Requires Supply-Side Reforms: Raising interest rates alone won’t tame rising prices”, cuyos autores son Veronique de Rugy y Jack Salmon, en Discourse: https://www.discoursemagazine.com/economics/2022/10/12/winning-the-battle-against-inflation-also-requires-supply-side-reforms/

“A pesar de varias subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (cinco hasta ahora, por un total de 300 puntos básicos), la inflación sigue viva y bien, y la inflación subyacente sigue inclinándose al alza. Eso es porque la Reserva Federal no puede luchar por sí sola contra el aumento de los precios. Detener la inflación requerirá un endurecimiento monetario continuo, así como una reducción del déficit fiscal. Pero ganar la batalla contra la inflación también requerirá reformas del lado de la oferta que hagan que la economía sea más dinámica y competitiva.

Antes de discutir las soluciones del lado de la oferta, recordemos cómo llegamos aquí: durante la pandemia, y mientras la economía estaba cerrada y luego solo parcialmente reabierta, los funcionarios gubernamentales se involucraron en la impresión de grandes sumas de dinero, grandes préstamos y grandes gastos. Como si eso no fuera suficiente, cuando la economía casi había vuelto a la normalidad, el Congreso y los legisladores no se movieron para poner fin al partido, sino que anunciaron que continuaría el gran gasto deficitario. Y lo hizo, incluso cuando la inflación comenzó a aumentar.

Ahora estamos en un lío. Todos entienden fundamentalmente por qué la inflación es un problema: las ganancias y los ahorros compran cada vez menos. Es por eso que ahora encabeza la lista de preocupaciones de los estadounidenses promedio. Lo que no se entiende tan bien es cuánto peor puede ser el problema de la inflación durante un período de alta deuda pública. No lo aburriremos con todos los detalles, pero si debe saber una cosa, sepa esto: si bien la mejor manera de que la Reserva Federal controle la inflación es aumentar las tasas de interés, cuanto más altas sean las tasas de interés (y con el 10- año, siendo la tasa del Tesoro de alrededor del 3,8%, ya es un total de 2,5 puntos porcentuales más alta que hace poco más de un año), mayor será el interés que el gobierno federal debe pagar por la deuda. Eso puede volverse muy costoso, muy rápidamente, ya que nuestra deuda es aproximadamente el 100% del PIB, y el 30% de nuestra deuda vence dentro del próximo año.”

En el país de los ciegos el tuerto es rey: los bancos centrales independientes se equivocan algo menos que los que no lo son

Países como Argentina necesitan una profunda reforma monetaria, que va mucho más allá de la mera “independencia” del Banco Central, llegando hasta su misma eliminación, pero en el país de los ciegos el tuerto es rey, y entre los bancos centrales aquellos que son independientes generan mejores resultados relativos. Es lo que se concluye en el paper:

Jacome H., Luis I. (de Georgetown University) y Pienknagura, Samuel, del FMI, “Central Bank Independence and Inflation in Latin America—Through the Lens of History” (September 1, 2022). IMF Working Paper No. 2022/186, Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4234375

“Estudiamos el vínculo entre la independencia del banco central y la inflación proporcionando evidencia narrativa y empírica basada en la experiencia de América Latina durante los últimos 100 años. Presentamos un novedoso conjunto de datos históricos sobre la independencia del banco central para 17 países latinoamericanos y hacemos un recuento del difícil camino recorrido por América Latina para lograr la independencia del banco central y la estabilidad de precios. Después de su creación como instituciones independientes, la independencia del banco central se vio erosionada en la década de 1930 en el momento de la Gran Depresión y tras el abandono del patrón de cambio de oro. Luego, en la década de 1940, los bancos centrales se convirtieron de facto en bancos de desarrollo bajo la égida de los gobiernos, aserrando las semillas de una alta inflación. Fueron necesarios los episodios de alta inflación de las décadas de 1970 y 1980 y la importante disminución asociada de los ingresos reales y el creciente descontento social para otorgar a los bancos centrales independencia política y operativa para centrarse en la lucha contra la inflación a partir de la década de 1990. La evidencia empírica confirma la fuerte asociación negativa entre la independencia del banco central y la inflación y encuentra que las mejoras en la independencia dan como resultado una disminución constante de la inflación. También muestra que los altos niveles de independencia del banco central están asociados con reducciones en la probabilidad de episodios de alta inflación, especialmente cuando van acompañados de reducciones en el financiamiento del banco central al gobierno central.”

¿Milton Friedman, partidario de los tipos de cambio flotantes, apoyaría una dolarización?

Continuando con sus contribuciones al tema de la dolarización desarrollado en el libro de ese nombre publicado con Nicolás Cachanosky, Emilio Ocampo presenta ahora un artículo como parte de los Documentos de Trabajo de UCEMA titulado “MILTON FRIEDMAN:  AN EARLY ADVOCATE OF DOLLARIZATION?”   Emilio Ocampo   Agosto 2022 Nro. 836          https://ucema.edu.ar/publicaciones/doc_trabajo.php

No sé si habrá una versión en castellano, esta es la traducción de Google del resumen:

“La defensa de larga data de Milton Friedman a favor de los tipos de cambio flotantes ha contribuido a la creencia errónea de que se oponía a los regímenes de cajas de conversión o a la dolarización total. Nada mas lejos de la verdad. Durante un período de casi cinco décadas, Friedman dejó en claro que estaba a favor de los tipos de cambio flotantes para las naciones avanzadas pero no para las naciones en desarrollo. De hecho, fue uno de los primeros defensores de la dolarización en países que sufrían una inflación alta y crónica como Argentina. Curiosamente, rara vez se sabe que uno de los primeros debates sobre las ventajas y desventajas de la dolarización y las cajas de conversión tuvo lugar en 1973 en Washington, D.C., durante una audiencia en el Congreso que enfrentó a Friedman contra el economista argentino Ricardo Arriazu. El propósito de esta breve nota es rastrear la evolución del pensamiento de Friedman sobre el tema desde mediados de la década de 1950 hasta su muerte y los eventos que lo influenciaron.”

Ganas la Copa del Mundo y crece el PIB: hacer las reformas sería como ganar 20 Mundiales por año

Ganar la Copa del Mundo puede tener un impacto económico positivo. Parece intuitivo, pero hay quien lo ha querido medir. Nada, sin embargo, como hacer las reformas que hacen falta: bajar el gasto y los impuestos, desregular, reforma monetaria que termine con la falsificación de moneda, apertura comercial… Eso generaría un impacto veinte veces mayor, o incluso más. Es decir, las reformas serían el equivalente de ganar algo así como 20 Campeonatos Mundiales por año.

Marco Mello, de la University of Surrey, lo analiza en este paper, cuyo dato le debo a mi amigo Santiago Maqueda: Mello, Marco, “A Kick for the GDP: The Effect of Winning the FIFA World Cup” (September 21, 2022). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4226179  or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4226179

“Este documento utiliza datos de la OCDE a partir de 1961 para examinar si ganar la Copa Mundial de la FIFA impulsa el crecimiento del PIB, como afirman los analistas y los medios de comunicación en cada edición de esta competición de fútbol. Al implementar un diseño de estudio de eventos y una estrategia sintética de diferencias en diferencias, el análisis muestra que ganar la Copa Mundial de la FIFA aumenta el crecimiento del PIB en al menos 0,25 puntos porcentuales en los dos trimestres posteriores. Este resultado parece impulsado principalmente por un mayor crecimiento de las exportaciones, que es consistente con un mayor atractivo que disfrutan los productos y servicios nacionales en el mercado global después de la victoria de un evento deportivo importante. En cambio, no hay efectos significativos en el crecimiento del PIB para el país anfitrión.”

¿La tendencia del gasto público es siempre creciente? No. Baja cuando cambian las ideas

¿Hay una tendencia siempre creciente del gasto público? Parece, pero si así fuera, en algún momento tendría que llegar al 100% del PIB, pero no llega. Antes, la economía colapsa, por supuesto. Y las ideas cambian. Es lo que comenta el artículo de Gallegati, M., Tamberi, M. “Long swings in the growth of government expenditure: an international historical perspective”. Public Choice 192, 227–248 (2022). https://doi.org/10.1007/s11127-022-00979-1

“En la era de la posguerra, la ideología (es decir, el keynesianismo) puede haber sido la causa principal de la expansión del gobierno impulsada por el estado de bienestar. La rápida expansión del tamaño absoluto y relativo del sector público entre 1950 y 1970 fue consecuencia de una actitud positiva hacia un papel intervencionista del gobierno con respecto a las fallas del mercado en las economías industrializadas y la introducción y/o expansión de las políticas del estado de bienestar ( Tanzi y Schuknecht, 2000). Tras la expansión del estado de bienestar en la posguerra, el surgimiento de la escuela de elección pública (Buchanan, 1975) reflejó una conciencia cada vez mayor de las limitaciones del gobierno a la hora de corregir los fallos del mercado. Los teóricos de la falla del gobierno plantearon dudas sobre la eficacia de las políticas públicas óptimas para corregir las fallas del mercado sobre la base de que tales políticas pueden generar costos e ineficiencias considerablemente mayores que las de la falla del mercado. Esto favoreció un replanteamiento del rol adecuado del gobierno, con actividades regulatorias reemplazando la producción directa de servicios y el control de precios dentro de los objetivos de la política pública. Luego de este cambio en la creencia ideológica sobre el rol del gobierno (Tanzi, 2011), la visión que surgió se reflejó en la desaceleración del crecimiento absoluto y relativo del gasto público y del PIB que se puede observar en todos los países. Desde mediados de la década de 1970, el gasto público siguió creciendo a un ritmo más bajo en comparación con la década de 1970 en casi todos los países de la muestra, con la tasa de crecimiento del gasto público ahora estabilizada dentro del rango de 0% a 2% y aún desacelerándose. Aunque nuestra interpretación se basa en Conjeturas en lugar de hipótesis comprobables, creemos que el cambio en la creencia ideológica sobre el papel del gobierno de un enfoque en el mercado a las fallas del gobierno parece ser la explicación más plausible de la actual tendencia general a la baja del crecimiento del gasto público.”

Alberdi: en la formación del Tesoro puede ser saqueado el país; en su gasto puede dilapidarse la riqueza pública

Con los alumnos de Economía Política en la UBA Derecho vemos a Juan Bautista Alberdi sobre “la creación y el destino de los fondos de Tesoro”:

“El poder de crear, de manejar y de invertir el Tesoro público, es el resumen de todos los poderes, la función más ardua de la soberanía nacional. En la formación del Tesoro puede ser saqueado el país, desconocida la propiedad privada y hollada la seguridad personal; en la elección y cantidad de los gastos puede ser dilapidada la riqueza pública, embrutecido, oprimido, degradado el país.

¿Cómo evitar que el gobierno incurra en tales excesos al ejercer la soberanía del país delegada para crear el Tesoro y aplicarlo? ¿Hay garantías aplicables al remedio de esos abusos? ¿Cómo conseguir que los principios económicos y rentísticos de la Constitución prevalezcan en las leyes y en los actos del gobierno, encargado de hacer cumplir la Constitución? – La Inglaterra ha encontrado ese secreto a costa de muchos siglos de experiencias dolorosas, y lo ha enseñado al mundo parlamentario: consiste en dividir el poder rentístico en dos poderes accesorios e independientes, a saber, el poder de crear los recursos y votar los gastos públicos, y el poder de recaudar, administrar y emplear esos recursos en los gastos designados, ¿por quién? – Al poder legislativo, órgano más íntimo del país, es delegado el ejercicio de la primera atribución. y al ejecutivo el de la segunda por ser el Tesoro el principal medio de acción y de ejecución.. Tal es la teoría del gobierno parlamentario de Inglaterra, de que ha sido expresión práctica la Constitución argentina, a imitación de todas las conocidas en ambos mundos de medio siglo a esta parte.

Toda la libertad del país depende de la verdad en esa división del poder.

Ella constituye la principal y más importante tradición de la revolución de Mayo contra el gobierno de España.

En el acta del 25 de Mayo de 1810, inaugural del nuevo régimen, se previno que la. nueva junta, depositaria del Poder ejecutivo, no podría imponer contribuciones ni gravámenes al pueblo o sus vecinos sin previa consulta o conformidad del Cabildo, eco inmediato de la ciudad. (Artículo 9 dé dicha acta).

Los Estados Unidos de Norte-América debieron a su madre patria el legado de esa tradición de progreso y libertad. En la Gran Bretaña fué siempre de la Cámara de los comunes el privilegio de iniciar las contribuciones, por el principio de que procediendo del pueblo toda contribución, es justo que el pueblo sea quien se la imponga. Eso fuera cierto, decía Blackstone, si sólo el pueblo pagase contribuciones, y no la nobleza propietaria, que en realidad las soporta al igual del resto del país. La verdadera razón de ese privilegio de los representantes del pueblo inglés (Cámara de los comunes) residía en el peligro de promediarlo con la Cámara de los lores, elegida por el rey, a cuya influencia se la presumía sujeta por este motivo.”

Ravier y Cachanosky sobre los desórdenes monetarios de la provincia de Buenos Aires en el siglo XIX

Argentina tiene una larga historia de indisciplina fiscal. Comenzando ya con la provincia de Buenos Aires, desde antes que el país se unificara e incluso después de tener ya una notable constitución.

Adrián O. Ravier y Nicolás Cachanosky publican un artículo en la Independent Review con el ‘titulo de “Monetary Disorder in Buenos Aires Province, 1822–1881”:

Este artículo apareció en la edición de verano de 2022 de The Independent Review.

“La serie de quiebras bancarias en la provincia de Buenos Aires en el siglo XIX no se debió a la escasez de metales preciosos sino a una regulación ineficiente, déficits del Tesoro onerosos y poder de monopolio. Este es otro ejemplo histórico más de cómo las guerras resultan en la degradación de las instituciones monetarias y bancarias.”

https://www.independent.org/publications/tir/article.asp?id=1716

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