Parece que nadie estaría dispuesto a sustentar una sociedad donde todos tuvieran el mismo ingreso, la gente pretende que el ingreso tenga algo que ver con el esfuerzo, y también aceptan que hay cuestiones de suerte. Pero no es una cuestión de esfuerzo por sí mismo, el mercado remunera cuando los consumidores premian el esfuerzo de aquellos que han satisfecho mejor sus necesidades, no cualquier esfuerzo. Yo puedo pasarme diez horas trabajando en algo que a nadie interesa, y no será valorado o premiado por los demás.
En fin, algo de este tema se trata en “Do Strict Egalitarians Really Exist?”por Hyoji Kwon y Yukihiko Funaki de la Graduate School of Economics, Waseda University, Tokyo, Japan. https://econpapers.repec.org/scripts/redir.pf?u=https%3A%2F%2Fwww.waseda.jp%2Ffpse%2Fwinpec%2Fassets%2Fuploads%2F2022%2F12%2FE2206.pdf;h=repec:wap:wpaper:2206
“En conclusión, nuestro estudio proporciona algunas pistas importantes sobre lo que se acepta como una distribución justa en la sociedad. Primero, el egoísmo individual no puede ser ignorado. Cuando se les da autoridad para distribuir una dotación como en el juego del dictador, más de unas pocas personas se comportan de manera egoísta sin importar el esfuerzo individual, la suerte u otros factores. En segundo lugar, cuando hay varios factores que afectan la dotación, como los factores aleatorios y el esfuerzo, las personas no apoyan una distribución equitativa simple que no tenga en cuenta estos factores en absoluto. Con solo una pequeña modificación del modelo de estimación, los sujetos que en estudios previos se estiman como igualitaristas estrictos se comportan como egoístas. Este resultado implica que simplemente buscar un resultado igual sin considerar el desempeño o la contribución de cada individuo no se acepta como una distribución justa. En tercer lugar, incluso si el egoísmo individual tiene un impacto en los problemas de distribución que no se puede ignorar, los ideales de equidad que afirman que se deben considerar el desempeño y las contribuciones individuales, como el libertarismo y el igualitarismo liberal, también son relevantes. Aunque el entorno sociocultural afecta los argumentos sobre si el libertarismo o el igualitarismo liberal proporciona una distribución más justa, aproximadamente el 60 por ciento de las personas siguen estos dos ideales sin tomar decisiones egoístas a pesar de que tienen autoridad sobre la distribución. Esto implica que en las decisiones de distribución, las personas tienen preferencias distributivas en lugar de comportarse de manera consistente con el modelo puro de homo economicus. Por lo tanto, nuestro estudio no solo permite una estimación más realista al mostrar la existencia de egoísmo individual en la distribución pero también aclara que persiste el pluralismo en los ideales de equidad, como se muestra en estudios previos.”