Una idea bastante común, presentada como una crítica al capitalismo, es que éste promueve el consumo masivo de recursos, los que seguramente se agotarán. Julian Simon, quien fuera profesor de economía de la Universidad de Maryland, hizo una apuesta a Paul Ehrlich en 1980 asegurando que éste se equivocaba, pues los recursos aumentan gracias a la empresarialidad que no para de buscarlos y descubrir nuevos materiales o usos. Simon ganó la apuesta.
Ahora viene esta noticia: ‘Great news’: EU hails discovery of massive phosphate rock deposit in Norway, por (curiosamente) Frédéric Simon publicada en Euractiv: https://www.euractiv.com/section/energy-environment/news/great-news-eu-hails-discovery-of-massive-phosphate-rock-deposit-in-norway/
“Un enorme depósito subterráneo de roca de fosfato de alto grado en Noruega, presentado como el más grande del mundo, es lo suficientemente grande como para satisfacer la demanda mundial de fertilizantes, paneles solares y baterías de automóviles eléctricos durante los próximos 100 años, según la empresa que explota el recurso.
La roca fosfórica es un elemento esencial utilizado en la producción de fósforo para la industria de los fertilizantes y se incluyó en la propuesta de marzo de la Comisión Europea para una Ley de Materias Primas Críticas.
Se estima que el depósito noruego tiene un valor de al menos 70 mil millones de toneladas, que está justo por debajo de los 71 mil millones de toneladas de reservas mundiales probadas según lo evaluado por el Servicio Geológico de EE. UU. en 2021.
Con mucho, los depósitos de roca de fosfato más grandes del mundo, alrededor de 50 mil millones de toneladas, se encuentran en la región del Sáhara Occidental de Marruecos. Los siguientes más grandes se encuentran en China (3.200 millones de toneladas), Egipto (2.800 millones de toneladas) y Argelia (2.200 millones de toneladas), según estimaciones estadounidenses.
“Ahora, cuando encuentras algo de esa magnitud en Europa, que es más grande que todas las otras fuentes que conocemos, es significativo”, dijo Michael Wurmser, fundador de Norge Mining, la compañía detrás del descubrimiento.”