Angus Deaton, último premio Nobel en Economía: desde el Iluminismo, la vida derrota a la muerte

Angus Deaton, el ultimo premio Nobel en Economía, comenta sobre el futuro de la expectativa de vida, las ideas del progreso y la calidad de vida en su libro “The Great Escape”.

“¿Podemos esperar que la esperanza de vida continúe creciendo en los países de altos ingresos? La visión negativa, a menudo asociada con el demógrafo y sociólogo Jay Olshansky, comienza observando que se hace cada vez más difícil aumentar la esperanza de vida. Esto es algo que ya hemos considerado; cuando se salvan las vidas de niños esto tiene un efecto dramático en la esperanza de vida, porque tienen tantos años para vivir; pero una vez que casi todos los niños han sido salvados, salvar a los ancianos hace una diferencia mucho menor.

El gráfico siguiente muestra la desaceleración en el aumento de la esperanza de vida en los Estados Unidos desde los años 1950s, y podemos esperar algo similar en el futuro, aun si continúan las innovaciones, debido a que las vidas que se salven serán de ancianos cada vez mayores. Aun si se eliminara el cáncer en los Estados Unidos, la esperanza de vida se incrementaría solamente unos cuatro años. Los pesimistas también señalan que el aumento de la obesidad en la mayoría de los países ricos puede aumentar la tasa de mortalidad en el futuro. Tal vez, pero hasta ahora no hay evidencia de eso. Esto puede ser porque con mejore tratamientos para las enfermedades cardiovasculares –incluyendo remedios para controlar el colesterol y la hipertensión-, los riesgos de obesidad son menores ahora que cuando se comenzaron a estudiar.

Life expectancy

Por otro lado, los demógrafos Jim Oeppen y James Vaupel publicaron en 2002 un notable diagrama que calculaba la mayor esperanza de vida para las mujeres en cada año desde 1840, y mostraban que esta medida –que puede tomarse como la mayor esperanza de vida posible cada año-, ha aumentado en forma constante por 160 años. Por cada cuatro años calendario, la esperanza de vida aumenta un año. Oeppen y Vaupel no ven razones para que esta vieja tasa de progreso no deba continuar. Su diagrama también señala que muchas estimaciones previas sobre la mayor esperanza de vida ha sido superada por los hechos; muchos sabios predijeron que las ganancias en vida se iban a frenar o a parar, y todos se han equivocado. Además, en apoyo de la visión optimista de una creciente aumento de la esperanza de vida está el hecho que la gente no quiere morir antes de lo que deba; y que si se hacen más ricos tienen más ingresos para gastar tratando de evitar ese resultado y estarán dispuestos a dedicar más y más de sus ingresos para permanecer vivos; y no hay razón para suponer que no tendrían éxito ahora, como ya lo han tenido en el pasado.

Creo que el argumento optimista es más sólido; desde que la gente se rebeló contra la autoridad en el Iluminismo, y se puso a usar la razón para mejorar sus vidas, hay pocas dudas de que obtendrán nuevas victorias contra las fuerzas de la muerte. Habiendo dicho eso, es muy optimista pensar que la esperanza de vida en el futuro crecerá a la misma tasa que lo hizo en el pasado; las menores tasas de mortalidad infantil han hecho crecer la esperanza de vida muy rápido, y esa fuente de crecimiento ha pasado, por lo menos en los países ricos. Durante los 160 años en que la esperanza de vida creció un año cada cuatro, la contribución principal fue por salvar la vida de los niños, y eso no va a continuar. Una vez más, hay buenas razones para no enfocarnos en la esperanza de vida como medida del éxito. Eliminar el cáncer y otras enfermedades de los ancianos eliminaría mucho sufrimiento y mejoraría la vida de millones. Que tenga poco impacto en la esperanza de vida no es el punto.”.

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