Hemos visto ya algunas teorías sobre el origen de las instituciones y su relación con el progreso. Ahora veremos una relacionada con el fracaso y el retroceso y otra sobre el origen legal como determinante de la calidad institucional
La maldición de los recursos naturales
Una quinta visión plantearía una relación entre recursos naturales, calidad institucional y progreso, aunque en este caso sería negativa. Conocida como la “maldición de los recursos naturales”, sostiene que el descubrimiento de nuevos recursos naturales puede llevar al deterioro institucional porque desata una rapiña por esas rentas, lo cual impacta esa calidad y los niveles de progreso. Consideramos este tema en la edición 2001 del índice. Podría plantearse de esta forma:
Recursos Naturales/Destrucción Institucional/Retroceso o estancamiento
El incremento inesperado de recursos fiscales genera rentas fácilmente capturadas por los gobiernos, independizándolos de los “contribuyentes” y brindándoles recursos para sobornar a los grupos de presión, evitando la necesidad de un pacto del tipo “impuestos a cambio de instituciones representativas”.
Mehlum et al (2005) desarrollan un modelo para explicar que no necesariamente el descubrimiento de un recurso o un boom de commodities generan deterioro institucional. Según los autores existe una tensión entre las actividades de producción y formas especiales de búsqueda de rentas. Cuando las instituciones son sólidas y tienen buena calidad las actividades de lobby pueden ser complementarias de las actividades productivas, pero cuando no la búsqueda de rentas atrae el esfuerzo emprendedor de políticos, funcionarios, empresarios y sindicalistas hacia actividades improductivas, al mero reparto de la “torta” caída del cielo. Cuanto mejor es la calidad institucional menor es la rentabilidad de la búsqueda de rentas y mayor la de las actividades productivas, por lo que los emprendedores se ubican en las últimas, y menos rentable y más difícil es buscar privilegios y prebendas.
El origen legal
Una sexta visión es la conocida como “origen legal” de las instituciones, resumida por algunos de sus autores originales en La Porta el al (2008), muy similar a la 2, pero sin la intermediación de cuestiones sanitarias. Repasan allí la evolución de esta teoría que se originó en el estudio comparativo de distintas normas de gobierno corporativo para la protección de inversores minoritarios, la posibilidad de catalogar las diferentes normas en un cierto número de países y las diferencias existentes vinculadas con el origen legal, básicamente basado en el sistema de derecho codificado continental o el sistema del “common law” inglés. Países en esta segunda tradición legal ofrecerían mayor protección y, por ello, generarían un mayor volumen de inversión y crecimiento económico. Distintos autores luego extendieron la investigación vinculando esos orígenes a cuestiones tales como la existencia de bancos estatales, regulaciones para el ingreso a mercados, regulaciones laborales, incidencia del servicio militar, propiedad estatal de medios periodísticos e incluso el formalismo de los procesos judiciales y la independencia de la justicia. En todos los casos, países que heredaron el sistema del common law presentarían menores trabas para el funcionamiento de los mercados, y mayor agilidad e independencia judicial.
Sistema legal del colonizador/Instituciones/Progreso
Claro que explicar el marco de instituciones en ciertos países en relación a la herencia legal colonial parece tener mucho sentido, pero no explica por qué las potencias coloniales llegaron a desarrollar sus propios sistemas institucionales. No obstante, La Porta et al (2008) señalan un camino que nos interesará explorar aquí:
“La Teoría del Origen Legal rastrea las diferentes estrategias de Common Law o Ley Civil (codificada) en distintas ideas sobre la ley y su objetivo que Inglaterra y Francia desarrollaron hace siglos. Estas ideas y estrategias fueron incorporadas en reglas legales específicas, y también en la organización del sistema legal, como también el capital humano y las creencias de sus participantes” (p. 286).
Es decir, el origen de las instituciones está vinculado a las ideas que predominan en una sociedad en un determinado momento. Nos detendremos ahora a considerar esta hipótesis. Antes de ello, no obstante, resumamos lo considerado hasta el momento. Un cierto número de teorías tratan de explicar el papel que cumplen las instituciones en el crecimiento económico de una sociedad, algunas de ellas lo niegan o le otorgan un papel secundario, otras afirman su causalidad. Como asumimos aquí éstas segundas, tratamos de avanzar un paso más y preguntarnos qué es lo que determina que ciertos países hayan desarrollado instituciones que permiten el progreso y otros hayan desarrollado otras que lo restringen o impiden. Si bien es una relación causal anterior, en la discusión antes mencionada aparecen algunas hipótesis, sin bien no explícitas en todos los casos. Tal vez una visión que incorpore tanto condiciones geográficas originales y luego también la evolución de valores e ideas sea la planteada por Diamond (1999), siendo en el primer caso tanto sea el clima que permitió el desarrollo de la producción de alimentos como también la ubicación geográfica que generó la proliferación de mayor número de grandes mamíferos que ayudaron a las poblaciones humanas tanto sea en el aspecto productivo como en el militar, pero luego una importante influencia de la evolución cultural y el desarrollo de mitos y creencias que cohesionaron, o no, a grupos humanos detrás de ciertos líderes en primer lugar, y estados organizados más adelante.
Así, en el caso de Sachs et al, e incluso de Acemoglu et al, e Easterly & Levine, tal vez también las que consideran los recursos naturales o el tamaño de los países, son las condiciones geográfico-ambientales las que cumplen un papel determinante (visiones 1, 2, 4 y 5). Mientras que por otro lado, las que asignan un papel a los conocimientos e incentivos políticos y el origen legal (visiones 3 y 6) asignan aunque sea en parte, un papel a las ideas.
Referencias
Diamond, Jarred (1999), Guns, Germs and Steel: The Fates of Human Societies; (New York: W.W. Norton & Co).
Mehlum, Halvor, Karl Moene & Ragnar Torvik (2005), “Cursed by Resources of Institutions?” Working Paper Series № 10, Department of Economics, Norwegian University of Science and Technology, Trondheim, Norway.
La Porta, Rafael, Florencio Lopez-de-Silanes, & Andrei Shleifer (2008), “The Economic Consequences of Legal Origins”, Journal of Economic Literature, 46:2, 285–332
En la linea causal que se plantea como Recursos Naturales, destrucción institucional, proceso de estancamiento o retroceso creo que es justamente el eslabón del medio (destrucción institucional) el que debe romperse para que esto no se de. Lo que quiero decir es que tenemos que permitirnos creer que existen o que por lo menos pueden existir y debemos generar instituciones lo suficientemente solidas para que esto no suceda.
Estamos acostumbrados a este estilo de corrupción por el cual un Estado, presiona grupos y dispone de esas ganancias «gratuitas» que brindan los recursos naturales que no podemos ni concebir la idea de que exista un grupo de gente capaz de realmente hacer lo que debe hacer sin importar su propio interés.
En este tipo de casos, no se ingresan estas rentas al presupuesto? como puede resultar tan «fácil» la distribución?
Para que un país tenga un buen crecimiento económico, además de los recursos naturales (que lo componen), la extensión y ubicación geográfica y la ayuda de la población, se requerirá también que la explotación de esos recursos se realice de una manera adecuada y conciente, para que esos factores puedan perdurar en el tiempo, y esto sólo se podrá realizar, sí existen instituciones creadas por el propio Estado para regular y controlar las actividades y las empresas que realizan las actividades de explotación. En cierta forma se requerirá la intervención de la política.
En lo personal creo que para determinar si para un estado la utilización u obtención de nuevos recursos naturales dentro de su superficie geográfica lo lleva a la destrucción/estancamiento o no es necesario hacer un estudio a lo largo del tiempo de esa misma cultura y evaluar todas las posibilidades que se pueden dar, una vez más creo yo que el protagonista de esta historia es el estado sea en sí como persona jurídica o bien el desempeño de un funcionario público en particular, sector político, órgano (centralizado o descentralizado), etc…dependiendo del accionar de tales (y creo yo algo no menos importante SU NIVEL DE CONTRALOR) es la causa directa y determinante de saber si: 1) los recursos naturales son un retroceso que producen una rapiña por estas rentas por parte de los ciudadanos o bien 2) siendo el estado que se desempeñe, trabaje, controle correctamente, redistribuya de manera racional hacia los contribuyentes dichos recursos como estos se transforman de manera positiva y constructiva en riqueza.
De todas formas, termino mi comentario aclarando que admito que es una postura un tanto optimista el hecho del desempeño tan ejemplar del estado, pero creo que es válido tenerla como opción o por lo menos como camino para no despotricar contra los recursos naturales, muchas veces catalogada como la riqueza mas atesorada de grandes culturas y naciones a lo largo de la historia.
Leyendo el texto bajo el titulado de Instituciones, recursos naturales, origen legal; pienso que todas estas palabras juegan un rol fundamental en un estado de derecho y que están íntimamente relacionadas entre ellas para un buen crecimiento económico dentro de un determinado país. Argentina tiene una forma de gobierno republicana, representativa y federal, principio rector para el buen desempeño y desarrollo de los recursos que tiene nuestro territorio; y sobre todo como nos indica la ley de coparticipación como se hará la distribución de los mismos. Obviamente muchas veces a la hora de repartir la calidad institucional y progreso baja su calidad y rendimiento. El descubrimiento de nuevos recursos naturales puede llevar al deterioro institucional porque desata una rapiña por esas rentas, lo cual impacta esa calidad y los niveles de progreso. Por eso es fundamental el rol del estado de derecho, para tratar de equiparar lo mejor posible los niveles de desigualdades y privilegios en todo el ámbito geográfico de la República.
A mi entender aquella nación que posea un espacio geográfico y recursos naturales en abundancia podrá ejercer un dominio importante a nivel mundial pero siempre que a su vez lo acompañen estructuras institucionales adecuadas. Considero que Argentina es un país que si bien posee un abanico riquísimo de recursos naturales, carece de garantías para las inversiones mediante marcos regulatorios estables, lo que provoca inevitablemente el estancamiento de su economía. Por ello pienso que todo tipo de deterioro, retroceso o fracaso de la política económica de un Estado depende del tipo de instituciones que aquel posea (a menor transparencia y responsabilidad de las mismas mas expuestos estamos a sufrir alguno de los efectos anteriormente mencionados), dado que como se expone en el articulo cuanto mejor es la calidad institucional menor es la rentabilidad de la búsqueda de rentas y mayor la de las actividades productivas. Es decir, que es fundamental velar por la existencia de instituciones solidas que nos permitan combatir la «rapiña» o cualquier tipo de efecto negativo derivado del descubrimiento de nuevos recursos naturales.
Creo que es acertada la teoría de Mehlum et al; en cuanto dice que el descubrimiento de un recurso natural no es lo que lleva al deterioro de las instituciones, sino que por el contrario ello tendría que generar un progreso notable; si no existiesen aquellos que quieren aprovecharse de «la torta caída del cielo», lo cual lleva inevitablemente a la destrucción y el descreimiento de las instituciones como órganos de poder.