La decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos ha desatado un torrente de comentarios y opiniones, tanto económicas como legales. Hagamos algo diferente y tratemos de analizar el tema a la luz de la teoría. Es un análisis muy básico y preliminar así que hay que tomarlo como una prueba.
Veamos esto desde la perspectiva de la teoría de los juegos y el conocido “Dilema del Prisionero”. La confrontación entre el gobierno argentino y los holdouts parece tener esa forma, para la cual replico el cuadro del libro, aunque tal vez no sea el más adecuado, pero resultará familiar a los alumnos (por alguna razón no puedo copiar la matriz como corresponde):
Holdouts
Cooperan traicionan
Coopera 1 – 1 5 – 0
Gobierno
Traiciona 0 – 5 3 – 3
Encontré esto en la web:
El dilema diría que el gobierno y los buitres se encuentran en una situación en la cual el resultado futuro depende de lo que el otro haga. El gobierno enfrenta estas alternativas:
- Si coopero (es decir, pago) y luego los demás holdouts aceptan cómodas cuotas y los tenedores de bonos que se pagan no pueden reclamar más, entonces me encuentro en la casilla superior izquierda, con un costo bajo (1).
- Pero si coopero y los holdouts luego se vienen con reclamos por todos los bonos que se extienden a los que actualmente se pagan, entonces estoy en la casilla superior derecha con altos pagos que no podré realizar (5).
- Si traiciono (no pago), y los holdouts pierden la posibilidad de cobrar (p.je. exitosamente cambio el pago por jurisdicción local), entonces zafo (0) y los holdouts pierden sus bonos con alto costo para ellos porque invirtieron mucho tiempo y dinero en el proceso (5).
- Si traiciono (no pago) y se desencadena una catarata de demandas, terminamos perdiendo todos, yo desato una enorme crisis (3) y los holdouts no pueden cobrar (3).
Parecería que les conviene negociar a ambos, ya que la casilla superior izquierda es la de menores costos totales (1-1), pero sabemos que cada uno analiza también la posibilidad de traicionar. No saben lo que finalmente el otro hará. Ése es el dilema.
Para salir de él, el gobierno sigue un análisis lógico y se plantea considerar las dos alternativas que se le presentan a los holdouts:
- Si los holdouts cooperan (columna izquierda), ¿qué me conviene, cooperar o traicionar? Pues me conviene traicionar (0 es mejor que 1).
- Y si los holdouts traicionan (columna derecha), ¿qué me conviene, cooperar o traicionar? Pues me conviene traicionar (3 es mejor que 5)
No hay dilema, le conviene traicionar. El mismo análisis hacen los holdouts y los dos terminan en la casilla inferior derecha, el resultado con más costos totales.
Ahora bien, vimos también que esto ocurre cuando se trata de una jugada aislada, y que cuando son jugadas repetidas surge espontáneamente el incentivo a cooperar (Axelrod, El origen de la cooperación). ¿Es éste un juego repetido?
Respecto al gobierno, en parte lo es porque depende de esto el destino de sus meses finales, pero como además quiere sostener el “modelo” hacia el futuro, no debería destruir su futuro traicionando y arriesgándose a terminar en la peor casilla. Pero esto es relativo, también puede pensar que su futuro se encuentra en “quedarse con la bandera”, aunque en definitiva esta sea muy pequeña, como la que viene arriba de la bocha de un helado.
En cuanto a los holdouts, tal vez no quieran lidiar con Argentina nunca más, pero tienen que seguir el juego para poder cobrar algo, aunque tienen las cartas en su mano. Es decir, puede ser un juego con jugadas que terminarán, pero por ahora hay que seguir jugando.
Tal vez esta débil sensación de necesaria continuidad es la que mantiene una esperanza en el proceso pero con continuas amenazas de “traicionar” por parte de quien ha quedado en la situación débil. Cuanto más el gobierno piense que su proyecto futuro se derrumbaría con el final del juego, más se inclinará por cooperar, o sea, negociar.
Creo que el Gobierno hasta el momento se ha inclinado por la opción de cooperar o al menos eso es lo que quiere dejar en claro cada vez que emiten cadena nacional, al margen de que seguramente cada parte interesada, es decir la Nación Argentina por un lado y los holdouts por el otro hayan analizado con detenimiento cada una de las opciones en juego, creo que la política es un tema que subyace y no merece dejarse de lado.. claramente los incentivos del Gobierno de turno son abundantes y diversos a los de los ahorristas extranjeros; porque el de los primeros bajo mi humilde opinión se basa en la reputación de su ejercicio para poder lograr un nuevo período de Presidencia, por lo que estimo va a seguir cooperando incluso aún en el caso de tener que generar endeudamiento, herramienta que les encanta a los políticos por sus altos beneficios actuales y responsabilidades delegadas a subsiguientes colegas.
Un tema como este es polemico porque confunde en las opiniones multiples sensaciones en relacion a lo que llamamos nacionalismo pero tambien cierto respeto por la propiedad privada (que ni siquiera un izquierdista argentino discute) y la cuestion de respetar los compromisos asumidos. Sin embargo, habria que estudiar concretamente la situacion de los bonos en poder de los holdouts dado que la propiedad en si pareciera habilitar las acciones legales de las que somos foco. Considero que en términos, podriamos llamar sistémicos, pagar la totalidad de lo reclamado seria contraproducente a nivel mundial dado que marcaria un antecedente donde las negociaciones de varios paises serian inviables ya que aun negociando con sus acreedores existe la posibilidad de que aparezcan otros que sin pactar reciban la totalidad. Ello marcaria un desbalance , mas aun si esos tenedores que negociaron son propietarios de los bonos de manera preexistente al default, caso que creo no es el de los holdouts. Asimismo, si estudiamos la cuestion desde un aspecto jurídico y simulamos que el default es una suerte de concurso y convocatoria de acreedores, habria que ver si existen bonos que representen acreedores privilegiados, de no ser asi no habria motivo para que los holdouts cobren la totalidad mientras que aquellos que entraron en los sucesivos canjes se vieran perjudicados. Como dije antes, es una cuestion polémica, me inclino por una negociacion donde el marco este dado por la no afectación de aquellos que si negociaron con la Argentina. Además, aun siendo empresarios de las finanzas, y sin intentar teorias conspiranoides, me da la impresion que la accion de los holdouts tiene un tufillo de operación geopolítica que trasciende la cuestion económico-empresarial. De hecho, si la Argentina no pagara no deberia enaltecerse a dichos fondos como pobres victimas de la acción estatal dado que el riesgo implícito y constante de su acción «empresarial» es no cobrar. Si le sacan el riesgo a una accion que ofrece rendimientos mayores, en funcion de la primera, no hay capitalismo sino prebendarismo jurídico.
La cuestion de los holdouts y este gobierno creo que no se solucionara con el dilema del prisionero, no porque no se pueda y lo mas conveniente sea negociar como vimos en reiteradas clases, sino que este gobierno de mentiras y vende humo prefiere poner al pais de rodillas antes de que se caiga esa bandera de patriotismo mentiroso. Hoy convocaron a una manifestacion( justo el dia de la muerte de un verdadero procer y gobernante que murio en la pobreza-Manuel Belgrano-) en contra de los fondos buitres, pero me pregunto ¿ quienes son los verdaderos buitres? Y desgraciadamente me doy cuenta que estan en la Casa de Gobierno, en el Congreso y hoy en la plaza de la republica. Pobre Manuel Belgrano cuando escucha hablar a estos politicos de amor por la patria y digan su nombre comparandose con el.
El dilema del prisionero es una teoría para prever diferentes resultados según una acción aislada o consecutiva.
Para el caso en concreto el de Argentina, si fuera una situación aislada, podría traicionar y saldría ganando, pero como el comportamiento del Estado argentino es continuo en un mismo contexto mundial que el de los acreedores, es difícil traicionar, ya que no sería un factor sorpresa sin ninguna duda.
El problema además, está dado por que Argentina necesita nuevamente relacionarse con ellos o con otros para nuevos negocios, y perder credibilidad no es una buena opción. Tarde o temprano termina perdiendo la confianza del mercado. Por eso estaría más obligado a pagar, es conocido que Argentina es reticente a cumplir sus obligaciones, y por eso se terminó por colocar jurisdicción extranjera, por la poca credibilidad.
Plasmar la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el famoso “Dilema del prisionero” es una forma más de demostrar que las acciones de las personas desde el punto de vista individual siempre están dirigidas a satisfacer sus propios intereses, siempre y cuando se tenga conocimiento del número de interacciones del juego. No debemos olvidarnos que en el caso en que no se sepa cuantas interacciones tiene el juego o cuando será la última del mismo, se genera un incentivo a cooperar.
Es inevitable cada vez que se menciona el Dilema del Prisionero no citar a Kropotkin, quien en el panfleto de La Moral Anarquista expresa: “cualesquiera que sean las acciones del hombre, cualquiera que sea su conducta, obra siempre para obedecer a una necesidad de su naturaleza. Obrando de un modo u otro, él actúa de esta forma porque al hacerlo siente placer o porque evita, o cree evitar, un dolor. Es en este punto donde se encuentra la esencia misma de lo que se denomina la teoría del egoísmo”.
Es viable observar que la decisión del prisionero, acerca de si debe optar por la estrategia de traicionar a su compañero, o bien, de mantenerse en una posición de lealtad, se encuentra íntimamente vinculada con lo que Kropotkin entiende como la motivación de nuestras acciones. Este problema fundamental de la teoría de juegos nos permite demostrar que dos personas pueden no cooperar incluso si en ello se encuentra comprometido el interés de ambas.
Esto se ve claramente en el presente caso sobre el fallo de la Corte Suprema de los EE.UU. El gobierno de Argentina sin dudas que tratará de maximizar los beneficios del caso, tratando de no pagar, mientras que los holduots buscarán reclamar por todos los bonos que se extienden a los que actualmente se pagan. Esta acción de ambas partes lleva a que se obtenga el resultado con mayores costos totales: en el caso en cuestión, el gobierno al no pagar desencadenará una catarata de demandas, desatando una enorme crisis, y los holduots se quedarán sin cobrar.
El tema de los Holdouts, se desencadenó, ante el rechazo de negociación y/o falta de aquiescencia en la novación sugerida para el pago de los bonos.
Claramente en un primer momento, se ve una actitud cooperativa por parte del Estado Argentino. Luego, por parte de los tenedores de los bonos, hubo una fragmentación en la cual un porcentaje cooperó (es a éstos a los que se le paga la deuda, con la debida quita, espera etc. que se haya pactado) y el otro traicionó (por decirlo así, siguiendo con el dilema del prisionero). Son éstos últimos los que obtuvieron por parte de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos sentencia favorable para el cobro íntegro de su deuda. Es Aquí donde observo nuevamente una actitud más que amistosa y cooperativa para renegociar (por parte del Estado Argentino) la deuda ya que afrontarla en tu totalidad, no solo se torna casi imposible sino que crearía un desbarajuste y una posible caída del acuerdo logrado con el otro porcentaje cooperativo de tenedores de Bonos.
La actitud, creería para ambos lados, debe ser la cooperación. ya que traicionándose nadie gana.
El Gobierno claramente se encuentra en una encrucijada, y en una ya lo suficientemente grande de la cual no puede salir, o por lo menos sin tener repercusiones drásticas. Entonces, extrapolando este ejemplo teórico a la realidad, observando la casilla en la cual el gobierno decidiera cooperar y pagar y los demás holdouts aceptar sus cuotas, obteniendo así bajos costos de transacción, sería una visión ideal e irreal y, considero que muy alejada de algo que podría llegar a suceder en este caso en particular, ya que los holdouts inmediatamente van a ir sobre el cobro total de sus cuotas y el gobierno tendría un mar de reclamos por el 100 % de sus créditos, con lo cual nos encontraríamos en la casilla en donde el gobierno coopera y los holdouts traicionan (0-5) y la deuda crece hasta un punto que se vuelve casi imposible de afrontar. Y en ambos casos que el gobierno no pague y traicione entiendo que de todas maneras se encuentra perjudicado, porque la deuda está y los reclamos seguirán, ya que la sociedad no está conforme y no lo estará hasta que se produzca un cambio. Se ha llegado a un punto en el cual el gobierno ya no tiene escapatoria y creo que luego de este fallo de la Corte Suprema de EEUU podemos ser optimistas, de que ya no se puede seguir con este sistema de representación irresponsable.
La cuestión ahora será ver que es lo qué realmente sucederá ya que la deuda está y hay que pagarla, más allá de este juego del prisionero, aquí la acción que lleve a cabo el gobierno va a tener repercusiones no sólo en su país sino en todo el mundo. No estamos hablando de una situación aislada y de una instancia única, sin embargo, lamentablemente seremos nosotros, la sociedad, quien deberá pagar y afrontar esta deuda («ajustándonos el cinturón») y no sólo el gobierno que no supo tomar con seriedad un asunto que se le terminó yendo de las manos. La deuda puede crecer pero hasta un punto: la sociedad, el mundo; la Corte Suprema de EEUU ha puesto un freno. ¿Qué pasará ahora?
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-248948-2014-06-19.html
«…El comunicado de Economía sostuvo que no existe intención de negociar una postura intermedia por parte de los tribunales de primera y segunda instancia, que obligan al país a pagarles a los fondos buitre 1330 millones de dólares en efectivo por sus bonos defolteados. El Gobierno ratificó “la voluntad de pago a sus acreedores reestructurados”. La posibilidad de un acuerdo extrajudicial entre las partes (settlement) requeriría del paraguas de Griesa para que pueda extenderse la protección contra embargos de los pagos de deuda.»
«… El levantamiento de la cautelar permite la ejecución de estos fallos de primera y segunda instancia que ordenan al país pagar en efectivo el ciento por ciento de los demandado. La sentencia de Griesa, convalidada por la cámara y ahora también por la Corte Suprema estadounidense, determina que el dictamen debe cumplirse junto con el pago del próximo compromiso de deuda argentino o, en caso contrario, se embargarán los fondos destinados a ese fin, situación que llevaría al país a una situación de default técnico. Mientras se mantuviese el stay era Griesa quien resolvería si ejecutaba la sentencia o habilitaba una instancia de negociación entre las partes para efectivizar los pagos y evitar el default argentino. Desde Economía apuntan que la decisión de la cámara pondrá al país contra las cuerdas e invalida el diálogo.
La estrategia de los abogados que representan al Estado argentino fue la de llegar a enero de 2015, cuando vence la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO), la cual garantiza a quienes ingresaron en el canje de deuda recibir cualquier mejora que obtengan los holdouts. Esto daba aire al Gobierno para negociar con los buitres un acuerdo mejor a la quita de 2005 y 2010, sin que haya una ola de juicios contra el país que elevaría la deuda en más de 120 mil millones de dólares, según había estimado el ministro de Economía, Axel Kicillof. La cláusula RUFO se activa si “voluntariamente” la Argentina hace una mejor oferta a los acreedores que se quedaron afuera antes del 31 de diciembre de 2014. Previo a la negativa de la Corte Suprema estadounidense, voceros de algunos de los fondos buitre habían adelantado su intención de encontrar una salida consensuada al conflicto. No obstante, esta premura de la cámara limita la negociación.»
A partir de la lectura del artículo y de esta noticia de Página 12 llamada: «Nueva York, atendido por sus propios buitres» del jueves 19/06/2014, parecería que el Estado Argentino tiene intenciones de negociar, y algunos voceros de los fondos buitres también, quizá, justamente por lo que señala el artículo que si no acuerdan corren el riesgo que al entrar Argentina en default por no poder pagar tampoco cobren. Lo que pasa es que siento que Argentina jugó al dilema del prisionero siempre sin acordar, decidiendo traicionar, y en estos momentos que ya no puede jugar porque los Tribunales de EE.UU. están decidiendo, quiere cooperar porque sabe que le conviene pero hasta este año no manifestaban intenciones de pagarles por no acogerse a la quita. Es como si al prisionero, que jugaba un juego sin repeticiones, que ya optó por traicionar y se dio cuenta que no le convenía quiere volver para atrás y cooperar. En cierto punto estamos complicados, y las propuestas argentinas llegaron tarde, cuando no dio para más la especulación y se vieron con el agua al cuello.
Me pareció muy interesante la aplicación de la Teoría del Dilema del Prisionero en un tema tan controvertido. Las idas y vueltas que está mostrando el Gobierno con respecto a la posible negociación con los holdouts está generando incertidumbre entre los inversores. Ahora estos acreedores no están confiados en que el país quiera evitar un default y llegar a un entendimiento con ellos.
Incluso el vicepresidente de la Nación dijo «Que nadie se equivoque, nosotros queremos cumplir con el 100% de los acreedores. Solo pedimos que nos generen condiciones de negociación justas de acuerdo a la leyes».
La realidad demuestra que el accionar de nuestros dirigentes es sumamente contradictorio, ademas nuestro legajo no otorga demasiada confianza al respecto.
Ahora bien, por aplicación de la Teoría, parecería que les conviene negociar a ambos, es decir, cooperar lo que significa sacrificar ventajas propias y confiar en que la otra parte involucrada hará lo mismo sin trampas. Alcanzar acuerdos efectivos implica superar tanto la desconfianza hacia el otro como la pulsión hacia la máxima ventaja posible en la competencia con ese otro. Cada jugador desea maximizar sus ventajas frente a su competidor. Sabe que el otro quiere maximizar sus propias ventajas, a costa suya. Sabe que si confía puede ser traicionado. Sabe que el otro sabe que él sabe que si confía puede ser traicionado. Sabe que el contrincante sabe que él sabe que esa justificada desconfianza probablemente lo conduzca a no cooperar. Y supone que, en tales circunstancias, la otra parte también supondrá que él no cooperará y que, por esa razón, ella tampoco lo hará.
La desconfianza entre las partes, principal obstáculo para la cooperación, se observa desde el comienzo de esta relación litigiosa.
Claramente el Gobierno debe comprometerse realmente con la cuestión y no dejarlo en simples anuncios, porque el juez Griesa ya ha declarado en varias oportunidades que no soportara mas burlas por parte de la Argentina.
Es necesario que se planteen el Dilema, y que analicen perfectamente todas y cada una de las consecuencias que su accionar puede provocar; así se desprenderá la necesidad de cooperar porque de lo contrario la Argentina sera considerado fuera del sistema financiero internacional con todas las implicancias que todo eso conlleva para el crecimiento de largo plazo del país.
Es muy didáctico y se entiende bien al menos yo el problema que hay entre el estado y los holdouts. En el dilema del prisionero dice que siempre hay una preponderancia a traicionar pero al ser tan complejo el tema me parece que es difícil una traición en este punto. Argentina a través de sus representantes a expresado claramente su intensión de negociar en la cadena nacional del 21 de junio, al menos eso es lo que dicen de la boca para afuera.
Suponiendo que Argentina busca negociar con ellos para evitar el default entonces solo se producierian las alternativas 1 y 2, es decir argentina coopera pero el tema es ver del otro lado que es lo que buscan si su intensión es también cooperar cosa que no creo que sea así y que si quiera cooperar. estas 2 alternativas son la antítesis porque una deja un costo 1 y el otro si traicionan los holdouts en un costo 5.
Es un tema muy complicado porque no se sabe las verdaderas intensiones de estos fondos buitres, se sabe que quieren cobrar lo que le corresponde pero no se sabe a costa de que.
Cuando el otro dia escuche la cadena nacional de la Presidente y menciono que este reclamo tiene que ver con el descubrimiento de vaca muerta hasta a mi me dejo dudas de lo que buscan en realidad los holdouts.
Siguiendo con las actitudes del gobierno desde hace años, y aunque nos duela mucho, era de preveerse que nos den un ultimatum, que lo unico que nos quede es pagar lo que debemos, es decir cooperar, porque hablando juridicamente ya no hay instancia de apelar lo dicho por el juez griesa, es decir que las posibilidad de estirar las deudas a futuro ya no existen, por lo tanto veo muy dificil
El hecho de no caer en el default, default real y no tecnico como dicen los tecnicos oficialistas.
La verdad debo decir que es excelente la comparación con el dilema del prisionero y aunque no me guste admitirlo, porque demuestra lo mal intencionados que somos, el esquema vuelve a darle la razón al mundo. Argentina, señores, no sirve; no se puede confiar en argentina, te das la vuelta y es el asesino perfecto que te clava el cuchillo en la espalda.
Según las intenciones, por lo menos al viernes pasado, la argentina va a pagar las exigencias de los holdouts. Brevemente coincido con mis compañeros en sus comentarios pero critico que ellos no ven verdaderamente el fondo de la cuestión. Si bien técnicamente los que nos pasa se llama defoult, lo cierto es que remito a mi comentario del día sábado en el cual sostengo como pagar algo que técnicamente no podemos pagar. Solo el pago a estos fondos implican las 2/3 partes de las reservas en divisa estadounidense.
El artículo sostiene que hay que cooperar, es real, el dilema del prisionero así lo demuestra. Pues si uno respeta y cumple, el otro también lo hará y es una cadena, es lo que nos conviene como sociedad. Pues no sólo está en juego lo económico, también lo social, reputación, cultural, valores, educación, instituciones no transparentes. Es un combo. Por eso es necesario que cumplan con las deudas más allá que estamos en una periferia complicada de poder salir de ella.
Relacionar la cuestión de los holdouts con el dilema del prisionero, lleva a ver que el gobierno de turno tiene 3 opciones:
Pagar la suma adeudada en efectivo, es decir, cooperar; de esta forma considero que los restantes fondos que integran los holdouts no se quedaran de brazos cruzados, por lo que surgirían nuevas demandas.
Negarse a pagar la deuda; lo cual se entiende es razonablemente inviable, por los efectos negativos que traería aparejado un nuevo default para nuestro país.
Llegar a un acuerdo de pago; opción que se considera más viable, porque un pago efectivo de los montos implicados traería serias dificultades.
Habrá que ver qué postura toma nuestro poder ejecutivo de acuerdo a sus convicciones y más que nada a sus conveniencias, a año y medio de las próximas elecciones; si solucionar el problema o caer en default. Considerando en mi humilde opinión, que se inclinara por salir de la forma más elegante (“quedarse con la bandera”).
Se tome la medida que se tome se va a tratar de un factor que condicionara y de gran manera al futuro Presidente.
Hay anteceddentes de que estos acreedores han traicionado y que no les temblaria el pulso en volver a hacerlo, aunque tambien sabemos que el Estado lo ha hecho, pero si bien en el canje anterior algunos cooperaron y se pudo pagar, ¿ Porque con estos que no aceptaron no? , creo que con estas personas que se trata habria que traicionarlos si es posible, no por una postura ni a favor ni en contra de este gobierno o de los anteriores que emitieron la deuda , sino pensando en el daño que se le puede provocar a la poblacion, en mis preferencias tengo por encima poder evitar una crisis economica gigante que puede traer severisimos problemas a » quedar bien » con organizaciones o mercado internacionales.
Encuentro al tema sumamente complejo. Como estudiante de derecho, en diferentes materias me han explicado la importancia de cumplir con los acuerdos, convenciones, tratados etc. internacionales.
Cuando una Nación se somete, siempre voluntariamente, a jurisdicciones internacionales, nadie la obliga a cumplir con estas resoluciones, por lo que a uno se le ocurriría pensar , y que sentido tiene eso, no? La cuestion radica en que no cumplirlas implica una suerte de aberración, o por lo menos es lo que habia entendido. Implica una rotura total de la confianza, credibilidad y seguridad en un país.
Por otro lado, en base a este pensamiento encuentro chocante ver carteles en la calle que rezan ‘patria o buitres’, cuando creo que el tema es un poco bastante mas sensible que una frase nacionalista.
No creo que el dilema del prisionero se pueda aplicar a esta situación ya que aunque el gobierno quiera negociar y renegociar infinitas veces la deuda, los holdouts tienen una sentencia en sunpoder que por así decirlo le pone fin al juego. Esta resolución si no es cumplida de manera voluntaria por argentina podría ser ejecutada ya que es una sentencia de un tribunal competente al que nosotros mismos quisimos ir a dirimir el conflicto.
Sin intención de generar ningún debate político, a favor o en contra de este gobierno, pareciera ser que, al menos en este caso con los Holdouts, el gobierno esta tomando una postura de cooperar, es decir se posiciona en el casillero numero uno, aunque en alguna jugada aislada le convenga traicionar, creo que cooperando, conseguirá que los demás también cooperen.
Por otra parte, como bien dice el articulo, parece difícil aplicar este dilema ya que el estado, ya que si desea mantener este modelo hacia el futuro, no debería arriesgarse a producir un impacto grande a su imagen traicionando.
Desde mi opinión, no debería existir traición alguna, ni por imagen ni gobierno, si no que debería asumirse el compromiso que se asumió en su momento como corresponde.
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-249218-2014-06-23.html
«La Argentina pediría formalmente que el juez Thomas Griesa declarara un «stay» al fallo que había ordenado el pago total de la deuda reclamada por los holdouts para abrir un diálogo en condiciones «equitativas, justas y legales».
Clara es la intención de la Argentina de negociar y llegar a un acuerdo, obvia también es la intención del gobierno de cooperar teniendo en miras el funcionamiento económico del país y evitar un defauld.