En un interesante artículo titulado “Urgencias ambientales: los diez problemas que esperan solución”, La Nación comenta los resultados de una investigación de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara: http://www.lanacion.com.ar/1720041-urgencias-ambientales-los-diez-problemas-que-esperan-solucion
Como el informe del Índice de Calidad Institucional 2013 también consideraba los principales problemas ambientales, aunque en este caso eran 11 y se referían a toda América Latina, era bastante sencillo comparar un caso con el otro: http://www.libertadyprogresonline.org/2012/07/12/indice-de-calidad-institucional-2012/
De los 10 temas presentados por la Fundación, hay 8 que también se consideran en el informe: agua, residuos, energía, minería, bosques, glaciares, pesca comercial y fauna silvestre. Los que no están, aunque se mencionan en otros puntos son áreas protegidas y leyes ambientales. Y los que no tiene el informe comentado son cambio climático (tal vez porque se atiene a los problemas locales), contaminación del aire (es raro que esto no se haya incluido), agricultura, asentamientos urbanos informales y conciencia ambiental.
Pero la diferencia más importante no está en los ítems que se consideran sino en el enfoque. El de la Fundación es predominante en el área de los estudios ambientales. Está claro que el ambiental, como otros, no es un problema que deba ser analizado desde una sola perspectiva, y es claro también que tienen componentes históricos, sociológicos, culturales, etc. Eso no se puede negar. Pero tampoco se puede negar que tiene componentes económicos. Y estos brillan por su ausencia en el artículo. No hay una sola referencia a derechos de propiedad o precios. He aquí la gran diferencia con el informe del Índice.
Una frase del director de la Fundación señala correctamente la necesidad de considerar incentivos: “No se puede recurrir solo a la buena voluntad de la gente para cuidar el medio ambiente”.
Correcto, la voluntad (vinculada con la conciencia del problema) es muy importante. Nosotros diríamos que nada mejor que apuntalar la voluntad con incentivos económicos, con premios y castigos monetarios, como los imponen los derechos de propiedad y los precios.
Porque, ¿no hay acaso un problema de precios en el del agua o la energía que se consumen. Políticas populistas han mantenido esos precios bajos por años con el objetivo de favorecer el bolsillo del consumidor, pero esto hace que no se “economicen” esos recursos. Si no hay mucho que pagar no hay mucho incentivo para ahorrar en el consumo de agua o energía.
Dadas las soluciones que el informe plantea, la correcta frase de que no se puede recurrir solo a la buena voluntad parece concluir que hay que recurrir al garrote de las leyes, regulaciones y el poder del estado. Sin embargo lo que aparece planteado en el ICI 2012 es que puede haber incentivos económicos. No hace falta el látigo de la norma cuando hay que asumir el costo de las decisiones que se toman.
En posts futuros compararé las soluciones regulatorias propuestas por este informe con las que se proponen en el informe del ICI.
La importancia fundamental de la problemática del cuidado del medio ambiente a mi entender tiene extremada relación con el hecho de que los bienes son escasos y además de los bienes que estamos hablando son los más importante para el hombre como son el agua, la energía, el gas, el aire. Es por ello que el mundo debe tomar conciencia de la importancia que hay que proteger todos estos bienes indispensables sin los cuales no es posible sobrevivir. Coincido en que los bajos precios con respecto a estos bienes han incidido a que en nuestra sociedad no exista una conciencia acerca de escasez, es algo que todos debemos pensar en no dejar una canilla mal cerrado apagar las luces que no se están utilizando, entre muchísimas otras situaciones. Es posible que el aumento de las tarifas ayude a generar la conciencia del cuidado pero no es suficiente si sólo se aplicara esta medida aislada debe ser acompañada de creación de conciencia por ejemplo mediante campañas de publicidad educación en las primarias, etc.
Coincido con el comentario anterior en cuanto a que tenemos recursos escasos para cubrir grandes necesidades en nuestro país. Y si bien es cierto que hay legislación para el cuidado del medio ambiente, esta no se cumple como debería ser. Sabemos que en Capital Federal hay campañas para el reciclaje de la basura, ahorro del agua, energía eléctrica, etc (aunque muchas veces estas prácticas no se realizan). Pero no es suficiente. Como bien dice esta publicación, debería haber un aumento en los servicios para crear más conciencia sobre el uso adecuado de los recursos, para que la población capte que no se debe derrochar.
También necesitamos que haya inversiones del Estado para crear centrales eléctricas alternas a las convencionales (eólicas, solares, etc).
Pero con esto no alcanza para mantener al medio ambiente. Si bien es cierto que la minería a cielo abierto genera ganancias, trabajo, etc., sabemos que a cambio de todo eso tenemos como «recompensa» la contaminación masiva de ríos, lagos, el aire.
Por supuesto que todo tipo de conciencia que se quiera implementar, debe estar acompañada desde el minuto cero con una educación adecuada en las escuelas, barrios, empresas, etc.
Una de las maneras para educar a la población es a través de un festival verde de cine (Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-33156-2014-08-25.html). En este encuentro (Green Film Fest) se llevarán a cabo largometrajes, documentales, animaciones en donde tocarán temas sobre el cambio climático, agotamiento energético, reciclaje, acciones de sustentabilidad, etc.
Lamentablemente creo que el hombre es hijo del rigor, tiende a ser destructivo sin tomar conciencia de las consecuencias graves mientras no afecten su bolsillo. Me parece que aplicar multas elevadas puede ser una solucion ya que de por si la gente no logra entender la importancia de estos recursos. Compran, destruyen, consumen en exceso sin ser conscientes de que estos recursos son limitados y que nuestras propias generaciones van a sufrir las consecuencias que estamos creando por el consumismo desmedido. Mas alla de multas o castigos monetarios, pienso que es necesario que cada persona tome real conciencia del valor de la vida. Parece ser que somos tan involucionados que la avaricia del ser humano cega de tal forma que destruye todo. Por suerte hay un gran numero de personas que luchan por esto y se encargan de propagar ideas que concientizan a la gente cada vez mas.
Me adhiero a los comentarios anteriores de mis compañeros, considero que la base de los problemas con los que hoy vivimos parten de la escasez de los recursos y la gran cantidad de necesidades a cubrir, y específicamente de esos recursos de los cuales hacemos uso y derroche todos los días, como son al agua, la energía, el aire, entre otros. Creo que mas allá de la conciencia que hay que generar en toda la sociedad y de lo que cada uno puedo aportar al cuidado de los mismo, creo que el aporte por parte del estado es fundamental, no solo desde el punto de crear leyes para el cuidado del medio ambiente, o reglamentar las ya existentes, sino también desde lo económico, como bien sostiene el articulo, principalmente de los servicios con los que cada uno contamos para vivir, como la luz, en mi caso, ya que no cuento con agua potable, que deberían tener un costo similar al uso que le damos, y así generar consciencia sobre la importancia de los mismos. Además es importante también el aporte desde la educación, para el cuidado del medio ambiente, con cuestiones que van desde las más mínimas, como cerrar la canilla cuando no usamos el agua, como decía mi compañera.
Resulta evidente que los problemas ambientales van incrementando con el tiempo, y todavía no se encuentra una solución posible para combatirlos o contrarrestarlos lo máximo posible.
En mi opinión, la vía mas idónea para tratar esta problemática involucra a los Estados y medidas que estos deberían tomar para lograrlo. En primera lugar, considero que la Educación es vital y construye los cimientos de todas las cuestiones sociales, con lo cual el Estado debería poner énfasis en ella, no solo con la Educación Primaria y Secundaria en las escuelas, sino también mediante campañas de concientización, publicidades, eventos, e inversiones.
Sin embargo, considero que sería acertado acompañar todo esto (que repito, en mi opinión es lo mas importante) con incentivos/castigos pecuniarios. Hay dos cuestiones que afirman esto, y son por un lado que (lamentablemente) nos cuesta tomar conciencia sobre determinadas problemáticas, y por otro cuando vemos afectados nuestros intereses económicos reaccionamos con mayor rapidez. Por eso creo que al generar beneficios y castigos en dinero, se lograría que se «economicen»/ahorren ciertos recursos mas eficientemente. O dicho en otras palabras, servirían como incentivos a la toma de conciencia de la sociedad.
Estoy de acuerdo en que los ciudadanos debemos concientizarnos sobre la problematica ambiental, pero nuestra concientizacion no bastara si las industrias y las grandes empresas no comienzan a aplicar las medidas de seguridad tendientes a conservar el planeta. Ya que el deterioro ha sido pruducido, de manera masiva, por ellos. Pensemos que un planeta dañado o enfermo no solo responde a traves de cambios climaticos, sino tambien otorgandonos menos recursos. Por ello, la escases de recursos naturales debe ser un tema importante no solo para el mundo, sino sobre todo por nosotros, porque la Argentina es un pais muy rico en recursos. Debemos concientizarnos en esto ultimo que es fundamental.
Para comenzar a abordar este conflicto tan latente como complejo, me gustaría citar la conocida profecía de los Cree, un grupo de individuos de nativos norteamericanos, que pone de manifiesto la intensa relación entre el sistema capitalista y la problemática del deterioro ambiental: “Sólo después de que se haya talado el ultimo árbol, sólo después de que se haya envenenado el ultimo río, sólo después de que se haya pescado el último pez, sólo entonces se darán cuenta de que el dinero no puede comerse.”
La consideración del sistema capitalista como enemigo de la naturaleza no es una novedad. Esto siempre que el sistema capitalista no produce teniendo en cuenta la capacidad de los ecosistemas de reproducir las materias primas que le extrae, tampoco produce considerando la satisfacción de las necesidades humanas, sino que, exclusivamente, lo hace con el objeto de obtener una ganancia. Y es en miras de ese objetivo que su expansión está destinada a la producción creciente, que busca ampliar sus mercados, crear en el consumidor la necesidad de más mercancías, hacer que las mercancías duren lo menos posible, para tener que reproducirlas. Sin embargo, al estar sujeto el sistema capitalista a ciclos económicos genera un inevitable desperdicio de recursos naturales, que inmersos en una sobre-producción no encuentran en su destino la satisfacción de necesidades humanas.
Entiendo que para paliar estas consecuencias es imprescindible la intervención a conciencia de los gobernantes con el establecimiento de políticas públicas, que no se queden en simples eslóganes, y que tiendan a una real concientización.
Hace poco tuve la oportunidad de realizar un trabajo sobre Gobernabilidad y Políticas Públicas, en función de la creación de ACUMAR, organismo público creado a partir del fallo “Mendoza Beatriz Silvia y Otros C/ Estado Nacional y Otros S/ Daños y Perjuicios”, en donde la Corte ordenó tanto al Estado Nacional, como a los estados provincial y de la ciudad sanear el Riachuelo. Del trabajo puedo destacar en principio, no sólo la intervención del Poder Judicial parar paliar la ineficacia del ejecutivo en la materia, sino que a pesar de ello, en la actualidad no se registran soluciones ni avances significativos. Pareciera ser que al no ser redituable ni política ni económicamente la solución de esta problemática, queda en el olvido y el daño se torna irreparable.
La urgencia con que deben ser abordadas las soluciones a estos problemas no es tomada en serio ni en este país, ni en muchos otros, la falta de estrategias de prevención aún no están adoptadas, y quedandonos de brazos cruzados no solamente no mejoramos la situación sino que permitimos día a día que continúe el deterioro de nuestro medio ambiente. Faltan tomar medidas en muchos aspectos, deben aumentarse inmediatame las zonas protegidas, ni hay acciones que se concreten en una protección efectiva de los bosques, ya que si bien el Estado dicta leyes para su protección (a pedido de organismos ambientalistas y de la misma población), despues no brinda los recursos o medios para ponerlas en acción. No toma conciencia tampoco de que se debe tener un mejor manejo del agua para un futuro, que es otro de los grandes problemas: la falta de agua potable (en mi ciudad natal cada vez son más las personas con problemas de salud debido al «agua potable» que llega a nuestras casas). Pero sin ir detallando cada uno de los problemas, quiero dejar en claro que comparto con los anteriores comentarios que remarcan la necesidad de concientizar a la población, pero creo que sin medidas desde el Estado, sin una planificación integral y una verdadera convicción de cuidar nuestro medio ambiente, va a ser muy dificil lograr mejoras visibles.
Me adhiero a los comentarios ut supra publicados en la medida que entiendo que los problemas ambientales requieren de una inmediata solución; el agua, los bosques, los glaciares y la fauna silvestre son algunos de los tantos recursos que resultan indispensables para la vida del hombre y con los que hoy día contamos y sin perjuicio de ello, en tanto «recursos» son también escasos y como tales debieran contar con urgentes regulaciones y políticas para su cuidado.
Así, siguiendo esta idea, si bien creo que desde el Estado se debieran adoptar medidas para solucionar el problema en cuestión, la población podría también contribuir a mejorar la situación «haciendo su parte»; es decir adoptando hábitos que «aporten» (entre otros, separar la basura, cerrar la canilla cuando se encuentra en desuso).
Para lograr ello en la sociedad en que vivimos, siguiendo la opinión del autor del post «… nada mejor que apuntalar la voluntad con incentivos económicos, con premios y castigos monetarios…» toda vez que creo, las personas estarían condicionadas a actuar de una determinada manera si existiese una política que «apunta a sus bolsillos». En tal sentido, me parece que si se aumenta o disminuye el precio de algún recurso (por ej. el agua) innevitablemente va a repercutir sobre el consumo del mismo.
En mi opinión, no hay que pensar que el precio solo se mantiene” bajo” para favorecer el bolsillo del consumidor, sino también porque por parte de la administración publica se mantiene la idea de que a mayor consumo hay un mayor crecimiento económico y ninguna de las empresas que prestan servicios energéticos tiene interés en que se reduzca el consumo, que significa para ellos obtener menos ganancia.
Creo que para reducir el consumo hay otras medidas más factibles para aplicar, sin dañar necesariamente al consumidor.
Según la Comisión Nacional de la Energía, en la distribución se pierde alrededor del 10% de la electricidad producida. Por ello, es necesaria la remodelación progresiva de la actual red de transporte y distribución, sustituyendo los conductores de las redes más antiguas por otros con menores pérdidas.
Para mencionar una alternativa en el plano domestico, “Ecologistas en Acción”, que ha elaborado el “Plan de Ahorro y Eficiencia en el Consumo Eléctrico, Horizonte 2015”, para reducir el consumo domestico, propone una serie de ideas, como por ejemplo en electrodomésticos, que son responsables en la actualidad de más del 60% del consumo de las viviendas. El nivel de eficiencia de los electrodomésticos varía mucho de unos modelos a otros: desde la clase A, los más eficientes energéticamente, a la clase G, que consumen más del doble de energía que los A. La propuesta sería la retirada del mercado de todos aquellos electrodomésticos que no sean de clase A o B.
http://www.ecologistasenaccion.org/article17378.html
Es muy difícil lograr que los individuos (todos o la gran mayoría de ellos) adquieren consciencia sobre lo importante que es proteger nuestro medio ambiente. Lo es aún más, si no se le otorga la dedicación y se buscan las formas de cumplir con ese objetivo. Coincidiendo con varios comentarios anteriores, no hay duda alguna, que los recursos con los que cuenta el ser humano son escasos y las necesidades a cubrir, cada vez aumentan más, de modo que se convierten en infinitas; por lo que, a medida que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y surgen nuevas necesidades, el medio ambiente sufre un deterioro grave. Yo considero, que es fundamental que las personas sepan estabilizar lo que es el desarrollo tecnológico y el avance de la civilización con el mantenimiento del equilibrio ecológico y para ello es relevante que sepan proteger los bienes renovables y no renovables. Quizás para muchos, la frase “con tu acción estás contaminando el medio ambiente” no resulta de importancia, porque no tienen noción de lo perjudicial que es tal conducta. La contaminación es uno de los inconvenientes más grandes que afectan al mundo y se da cuando se genera una añadidura de cualquier sustancia (aunque sea en cantidad mínima) ocasionando efectos negativos y dañinos sobre vegetales, animales y sobre el hombre. Entiendo, entonces, que se necesita que se le procure más importancia y dedicación a esta cuestión, sea suministrando mayor información sobre el tema en los centros educativos, como mediante el incremento de publicidades y carteles informativos. En lo que respecta a las medidas sancionatorias, considero que son una herramienta fundamental, ¿por qué? Porque como bien dijimos, hace falta más accionar por parte del Estado: si en las escuelas y demás instituciones de educación, y mismo en las calles (por medio de carteles, folletos, etc.) no se expone lo importante que es proteger nuestro medio ambiente y cuáles de todas las conductas humanas diarias resultan atentatorio contra ello, es casi imposible lograr que el individuo adquiera consciencia y comience a actuar tomando los recaudos necesarios. Por lo que, no digo que sea lo mejor al momento de procurar la protección ambiental, pero si es una herramienta útil para llegar a lograrlo como también lo es el aumento de las tarifas en el consumo de los distintos recursos necesarios para la supervivencia (agua, luz, gas, etc.); son medios que a largo o mediano-corto plazo, impulsarán a las personas a que recapaciten y observen que no se trata de un asunto secundario, sino de algo de gran importancia e indispensable para una vida sana.
El cuidado del medio ambiente es una tarea que nos corresponde a cada uno de nosotros como miembros de una sociedad. Cada aporte, por pequeño que parezca, en tanto sea practicado con constancia, y en tanto sea practicado por una mayor cantidad de personas, puede marcar la diferencia.
Por un lado, la iniciativa personal por evitar el deterioro ambiental resulta imprescindible. Cualquiera de nosotros puede tirar la basura en los cestos, no derrochar el agua, apagar las luces al abandonar una habitación, etc. Son pequeños actos que, multiplicados por un gran número de personas que los realicen, pueden tener efectos reales. Para ello resulta necesario que se lleven a cabo campañas de concientización.
También, el Estado puede hacer su aporte a través de normas contravencionales. Por ejemplo, los porteros de edificios tienen días y horarios especiales para limpiar las veredas. De todos formas, me parece excesivo el derroche de agua que se hace en estas limpiezas. Sólo basta con caminar a la mañana y verlo! Creo que este método de limpieza debería ser sustituido, o al menos ser severamente limitado.
Puede apreciarse que a través de pequeñas medidas, pueden hacerse grandes aportes. Por ejemplo, me parece un acierto el reciente desincentivo que se ha hecho al uso de bolsas plásticas en los supermercados.
En cuanto a las empresas, es claro que muchas veces el cuidado ecológico ocupa un lugar muy bajo en su escala de valores. Lo que ocurre es que existen regulaciones, prohibiciones y sanciones al daño ambiental, pero el costo de las multas les resulta, en comparación, menor al costo que deberían asumir para implementar un sistema que no sea nocivo para el medioambiente. Por ello, creo que sería beneficioso implementar, además, incentivos positivos para evitar estas prácticas. Por ejemplo, exenciones fiscales o beneficios económicos para aquellos que demuestren haber implementado técnicas para cuidar el ecosistema. Es decir, algo parecido a lo que se hace con las leyes de Promoción Industrial para industrializar determinadas regiones (como sucede, por ejemplo, en Tierra del Fuego).
Considero que lo que se conoce como la Crisis Ambiental es el resultado de años y años de derroche de los recursos. En mi opinión, resultar necesario el tomar conciencia de que los recursos deben ser cuidados ya que son escasos debe ser una cuestión inculcada desde que somos chicos, haciendo de esta cultura de protección del medio ambiente una rutina.
Coincido, con el artículo y con varios de mis compañeros, en que la toma de conciencia por parte de la sociedad no resulta suficiente si ésta no viene acompañada por políticas gubernamentales. Es cierto que los precios bajos en las tarifas de los servicios no es compatible con la voluntad concientizadora del cuidado del medio ambiente pero resulta poco viable para los perfiles de los gobiernos latinoamericanos que el aumento de los servicios sea una vía posible de acción. También es cierto que esas políticas en países en los que aún hay zonas en las que no hay acceso al agua potable, podría complicar aún mas la situaciones de miles de personas a lo largo de la región.
Cabe remarcar, que en algunos países como el nuestro, con tantos asuntos pendientes por resolver resulta difícil que las políticas ambientales sean priorizadas. Esto último puede comprobarse con el informe del Índice de Calidad Institucional citado.
Hoy en día se me hace imposible imaginar una solución a está problemática ambiental. Todos buscan sacar el mejor provecho de estos recursos sin pensar en las consecuencias mediatas, la extinción total de ellos.
En cuanto al subsidio que presta el estado para cubrir gran parte de la prestación de los mismos, empezando con la energía, no me suena tan irracional, ni me imagino el dineral que deben derivar para la adquisición de esos recursos, pero si todos tomamos real conciencia de lo que quizás hoy no nos afecta pero que en un futuro no muy lejano, nos va a destrozar, ayudaríamos a minimizar los daños. Va a existir una escasez tan grande que nos va a ser realmente difícil satisfacer ciertas necesidades básicas a las que estamos más que acostumbrados, como la luz!
El estado debería respetar las leyes que el mismo sanciona, parece lógico, no? Y continuar con el camino de la protección ambiental, sancionar cuantas leyes hagan falta para no solo pautar incentivos económicos desde una sanción posterior, sino prevenir esa utilización irracional de nuestros recursos naturales. Personalmente, creo que la clave esta en la prevención. Con el pasado ya no podemos hacer nada.
Coincido con todos los comentarios anteriores respecto a que los bienes son escasos y nuestras necesidades son ilimitadas y es partiendo de esta idea que nuestra preocupación como individuos, no solo de un país, no solo de una región sino también como habitantes del mundo nos debería llevar a ser consecuente con ello, direccionando nuestras acciones hacia la preservación y cuidado del medio ambiente desde lo micro hasta lo macro ( desde algo tan simple como cerrar la canilla para evitar desperdiciar agua potable, hasta el sr productor que tiene la obligación no tirar residuos contaminantes en donde no se debe). Pero opino igual que los comentarios anteriores, en que no alcanza con esperar la voluntad de las personas para ello; es el Estado quien debe implementar políticas pro-medio ambiente, fomentar el cuidado del agua, de los espacios verdes, tomar medidas contra la contaminación de los ríos, del aire etc, y para todo ello debe aplicar multas y castigos económicos a quienes no cumple con la normativa vigente sobre este tema. El medio ambiente es sin duda un problema de todos, y es nuestra responsabilidad. Y es el Estado quien tiene las herramientas para evitar que se dañe aún más los escasos recursos naturales, como herramientas entiendo: campañas de concientización, educación ambiental en las escuelas desde edad temprana, aplicación de multas económicas seberas ya sean pequeños o grandes industrias quienes contaminen ( el aire, el sueldo, el agua), controlar la tala indiscriminada, aplicar multas económicas a los consumidores que derrochan el agua… Si no se entiende que el medio ambiente es un problema que hay q solucionar desde el hoy y el ahora, va a llegar un día que no va haber más árboles que talar, no va haber más agua dulce para potabilizar para ninguna generación futura… sin duda, que los recursos son escasos.
A pesar de no tener profundos conocimientos en el tema y a su vez coincidiendo mi opinión con las que me preceden, creo que el Estado debe tomar un rol más activo para implementar la gran cantidad de leyes y tratados que avalan la cuestión del cuidado ambiental. Las leyes están, la información es bastante conocida por todos, ya sea que se pueda acceder a ella mediante alguna nota en los medios de comunicación o por alguna organización (por ejemplo Greenpeace) que realiza grandes esfuerzos por hacer conocidos estos temas y a su vez lograr que los Estados de distintas partes del mundo tomen cartas en el asunto y resuelvan los problemas. Pero qué pasa, a pesar de contar con información ya sea en mayor o menor medida, nadie hace nada, podría decirse que hay una «brecha de implementación» y si el cambio no empieza por uno entonces no hay más opción que sea un cambio obligado, porque las consecuencias perjudiciales que el modelo extractivista desarrolla en el mundo ya empieza a dejar sus marcas, por ejemplo, como informa Global Footprint Network que dice que “El planeta ha agotado el «presupuesto ecológico» para 2014 en los ocho primeros meses del año y se encuentra ya en «sobregiro» o punto en el que la demanda de la población a nivel global supera la capacidad de los ecosistemas para regenerar los recursos extraídos y procesar los desechos generados como el CO2.”
Creo que como país debe con urgencia implementarse una política donde ya sea con premios o castigos o simplemente con educación, información y buena voluntad. Empecemos a cuidar los recursos, que como siempre se dice y este es un excelente ejemplo, de que los recursos son escasos y debemos saber utilizarlos. Quizás no se solucione o no se revierta el daño ocasionado, pero seguramente con mejores políticas institucionales si se logre mejorar la “salud” del planeta, y junto con ello y con mayor respeto a estas políticas se mejore la calidad de vida de la población.
Los seres humanos no somos seres aislados , somos seres sociales que interactuamos entre sí. Todos con la misma necesidad de subsistencia, necesitamos agua, aire, energía, y tenemos el derecho a vivir en un medio ambiente sano pero también la obligación de contribuir a que así sea. Necesitamos, paradójicamente, lo que estamos destruyendo a pasos agigantados.
Es triste y desalentador que la propia humanidad, sea quien colabore sin cansancio en la generación de la mayoría, por no decir todos los problemas ambientales que profundizan las brechas, destruyen la Tierra y ponen en jaque la vida en ella.
Muchas veces culpamos a las grandes industrias por estos problemas ambientales, pero nosotros mismos, yo que estoy escribiendo, el que está leyendo, desde nuestras casas, nuestros trabajos, en el día a día somos en mayor o menos mediad, parte de este deterioro ambiental. Sujetos activos y pasivos, no cabe duda.
En muchas oportunidades dejamos a falta de una, dos o tres luces encendidas en nuestra casa, el agua correr por horas cuando regamos el jardín o lavamos el auto, la canilla abierta cuando nos realizamos la higiene bucal, las estufas encendidas, las hornallas. También tiramos el papel de una golosina en el suelo, la colilla del cigarrillo, o no juntamos los excrementos de nuestras mascotas cuando los sacamos a pasear . Digo nosotros, porque me refiero al humano en sí, nosotros que sin oxígeno morimos, nosotros que estamos conformados por un 70% de agua, nosotros que nos creemos tan superiores, tan evolucionados y que somos tan egoístas y tan inconscientes que no pensamos, aunque suene contradictorio, ni en el ahora ni en el futuro.
Sabemos que el cuidado del medio ambiente es fundamental para nuestra calidad de vida, que el desequilibrio ambiental es mundial , y que los seres humanos somos los protagonistas. La avaricia, el consumismo, la inconsciencia, el individualismo, la industrialización, el crecimiento demográfico, contribuyen y contribuyeron en esta crisis ambiental .
Derrochamos recursos, y esto no es de ahora, hace años que lo venimos haciendo, contaminamos el aire, también el agua y el suelo, sin pensar en el otro, en los otros y en definitiva, en nosotros mismos. Los recursos son escasos y la naturaleza habla y hacemos oídos sordos.
Me parece fundamental e imperioso que se contribuya al desarrollo de una nueva mirada en lo referente al medio ambiente. Sí, es necesario promover una actitud ambiental , una actitud que nos permita ser agentes activos conscientes y protagónicos en la solución a la problemática que nos rodea y que nos afecta individual y colectivamente. Por eso desde el jardín infantes, desde la educación inicial, es menester dar a conocer, debatir, y proponer formas/ consejos para cuidar el medio ambiente, educar e involucrar a los niños.
No me parece cien por ciento descabellado el aumento de las tarifas de los servicios como forma de generar conciencia y promover el ahorro. Considero también que a las grandes corporaciones muchas veces no les hace ni mella una multa que se les pueda cobrar por los actos en detrimento del ambiente, por eso es que coincido con un comentario anterior que propone implementar incentivos positivos, como las exenciones fiscales para las empresas que muestren e implementen medidas tendientes a la protección del medio ambiente.
Es la contaminación y destrucción de los recursos naturales un problema que no reconoce fronteras entre los diferentes países. El nuestro, un país donde hay una infinidad de cuestiones que resolver, no está aislado, y necesitamos que las políticas ambientales sean respetadas y si no hay suficientes que se incrementen y que se priorice a las pocas o muchas que haya o que debería haber. Por eso creo que cambiamos de conducta o cambiamos de planeta.
Coincido con el comentario de Macarena Rojas. La población, o mejor dicho su mayoría, no es consciente de la importancia de estos bienes como tampoco lo es acerca de su escasez. Creo que siempre caemos en lo mismo, la educación y los valores. Ya sea desde arrojar papeles en la calle, como en la contaminación de ríos. Quizás en estos casos, viendo que la gente no coopera o no toma consciencia de las cosas sin tener que ser sancionadas, habría que regularlo, como pasa por ejemplo en Europa. Ya ha quedado demostrado que la gente no coopera en su mayoría, y que sólo importan los problemas de uno. Que no se toma consciencia de nada. Éste es otro aspecto más a sumar.
Sin embargo también creo que el cambio no está sólo en una nueva regulación o en sanciones, el cambio empieza por uno mismo.
Dudo de la posibilidad de generar conciencia sobre problemas ambientales a una cantidad considerable de individuos. Y en el caso que eso sea posible, dirigir la conducta por la fuerza coercitiva la moral, debe estar respaldada por el ordenamiento jurídico.
Creo que es el derecho la herramienta principal para resolver los problemas ambientales: estableciendo penas sobre determinadas conductas supuestas. Es la ley, más precisamente la conveniencia de cumplirla (para evitar la pena), la que guía nuestra conducta.
Y será la ciencia, que si bien combinada con el capitalismo generó muchas de los crisis actuales, será la misma que a través de su desarrollo y evolución dará soluciones a la problemática ambiental presente y futura.
El medio ambiente deberia ser una de la principales preocupaciones estatales y medidas para ello deberian ser aplicadas no solo a los consumidores, que es verdad que pagamos precios bajos por el subsidio de ciertos recursos, sino tambien a las empresas que muchas veces son las que mas lo afectan.
Volvemos a lo que repetimos en otros articulos mencionados anteriormente, educación y concientización serian las mejores soluciones, pero eso es a largo plazo y el medio ambiente no puede esperar! Asi que me parece que una sanción económica seria una buena solución a corto plazo, hay ciertos servicios indispensables que cuesten lo que cuesten los vamos a pagar, obviamente precios razonables, pero quizá los derrochamos por los precios bajos que abonamos por los mismos. Por otro lado incrementar esos precios podria ser una manera de que inviertan en lugares donde aun no los poseen o incluso para hacer mejoras en los que actualmente estan sin el correspondiente mantenimiento.
La Argentina posee leyes ambientales sustentadas en el Artículo 41 de la Constitución Nacional. Estas leyes suponen la implementación de una política ambiental que asegure el resguardo de la población y el ambiente en nuestro país. Sin embargo, día a día el pueblo argentino advierte que sus derechos en este ámbito son incumplidos.
La Argentina no posee un modelo de desarrollo sustentable. La gestión inadecuada de los residuos sólidos urbanos, los procesos de erosión, desertificación y deforestación, la imprevisión en la gestión de los riesgos naturales, la contaminación en todas sus escalas, entre otros tantos problemas, promueven la indefensión de la ciudadanía.
Para que podamos cambiar nuestros malos hábitos y darle al medio ambiente la importancia que tiene es necesario que nos demos cuenta que la naturaleza no es sólo un satis factor más y tomemos conciencia de las consecuencias.
Debemos sentir que no se trata de un objeto, que cada elemento de la naturaleza es realmente valioso y que sobre todo debe ser respetado.
Por eso es preciso que detengamos nuestra crueldad y que nos sensibilicemos para que nuestra mente deje de ser indiferente ante la verdadera realidad, necesitamos educarnos todos en cuanto a este tema y coincido totalmente en que no se puede recurrir solo a la buena voluntad ciudadana para lograrlo.
Hay una frase que quiero compartir y me pareció apropiada: Sólo hasta que se haya talado el último árbol, contaminado el último mar y muerto el último pez, el hombre entenderá que no se puede comer el dinero…
Considero que el cuidado del medio ambiente es un tema de fundamental importancia, y que nos afecta a todos. Sin embargo, muchas personas no parecen tomar conciencia de esto. Como bien sabemos, los recursos son escasos, y las necesidades ilimitadas. Pero la toma de conciencia, sin medidas indispensables que la acompañen, no es suficiente para el cuidado del medio ambiente, para no contaminar o para no derrochar los recursos naturales. La sola existencia de leyes que regulen el tema no alcanza si solo quedan en enunciados y buenas intenciones…Tampoco las campañas preventivas o de concientización son suficientes, pues solo apelan a la “buena voluntad” de las personas…La educación es importante, pero ella por si sola tampoco resuelve el problema…Entonces creo que como bien explica el artículo, a todo ello que hay que agregar incentivos económicos, como por ejemplo, un sistema de premios y castigos, que evidentemente va a conducir a un uso más racional y cuidado de los recursos, y a un cuidado del medio ambiente. Esto lo podemos entender más fácilmente si pensamos este sistema en el consumo que realizamos de servicios domiciliarios, por ejemplo el consumo de gas, luz, o agua. Actualmente, la mayoría de estos servicios están subsidiados, por lo que al ser bajas las tarifas, no generan en el usuario una concientización acerca de la problemática de la escasez de los recursos y la necesidad de su uso racional. A poca gente, siendo el servicio medido, se le ocurriría derrochar gas, energía eléctrica o agua, si esto se viera luego reflejado en la factura que paga…Lamentablemente, en general muchas personas responden cuando el tema los afecta directamente, por ejemplo a través de un incremento en los precios . En el caso del agua, recurso fundamental para la vida humana, se produce una situación particular. Al respecto es ilustrativo el siguiente artículo publicado en el Diario Ambito Financiero http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=691914. Es decir, pese a las campañas, los folletos explicativos acerca de la importancia del cuidado del agua y de su uso racional, de la importancia de evitar pérdidas de agua en canillas o en los depósitos de inodoros, etc, el consumo sigue en aumento respecto del consumo en otros países. Esto reafirma la necesidad de implementar un sistema de facturación en el que el precio sea un incentivo para conservar el recurso y para limitar su consumo. Actualmente el sistema de facturación de AySA tiene usuarios medidos y no medidos. Por ejemplo, en el caso de los edificios subdivididos bajo el régimen de propiedad horizontal, mientras no se instalen medidores en cada unidad funcional, que permitan medir lo que realmente consume cada usuario, el servicio no podrá ser medido. Esto es así a partir del fallo “Defensor del Pueblo de la Nación c/ Estado Nacional – P.E.N. -M° de Eco. Obras y Serv. Públ.- y otros s/ amparo ley 16.986.” resuelto por la CSJN con fecha 14/09/00, en el cual se estableció que no se podía utilizar el sistema de medición global para los Consorcios. Sin embargo han pasado varios años desde el 2000, la empresa ha pasado a manos del Estado, y aún no se han implementado las medidas necesarias para lograr la medición de cada unidad funcional…Sumado a esto, en la mayoría de los casos el servicio continúa con subsidios. Todo esto, como dije anteriormente, no ayuda a un consumo racional y cuidado. Considero entonces que en temas tan trascendentales como el cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales, habrá que repensar el sistema para implementar medidas acordes, educación, campañas serias de concientización, y fundamentalmente establecer un sistema de premios y castigos que ayude al cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente.
Es menester resaltar que en los últimos años, muchas personas tomaron conciencia de los problemas ambientales que se dan como consecuencia de la actividad desmedida y sin control de los seres humanos. Para colaborar con tal situación se ha impuesto una presión social con respecto a nuestros legisladores para que traten sobre temas que implican una regulación y sistema de multas a las empresas que contaminan. A su vez, cabe destacar que, aunque todavía queda mucho por trabajar en cuanto a la concientización y práctica de medidas para evitar la contaminación, se ha promulgado una idea sobre el cuidado y la importancia de los recursos. No creo que el precio sea muy influyente en cuanto a la valoración de un recurso o no. Por mi parte considero que, si bien podría ser una estrategia para evitar derrochar algo escaso, hay que dar el ejemplo; y para esto, es necesaria la colaboración de los políticos con campañas que informen y eduquen. Entre todos se puede hacer la diferencia, pero hay que trabajar en conjunto y atacando el fondo del problema, aunque no se vea la gran diferencia a mediano plazo.
Las modernas técnicas de producción, en especial en la agricultura y agropecuaria y la proliferación de fuentes de energía no renovables impacta sobre el ecosistema y la salud humana.
En nuestro país muchos procesos productivos no cuentan con una regulación ambiental especifico, planteando nuevos desafíos para las empresas y el Estado.
¿Cómo lograr un equilibrio entre el crecimiento y el medio ambiente?
¿Cómo satisfacer las -ilimitadas- necesidades humanas presentes sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones?.
Existen cuestiones que requieren una atención urgente en especial al uso del suelo, atención a productos fitosanitario: su aplicación -área, terrestre- la manipulación y la disposición final de los envases que los contienen.
A mi entender se hace necesario la sanción de una ley basada en la responsabilidad solidaria entre productores e importadores de los productos fitosanitarios. Ademas del compromiso individual, son clave también la capacitación y un mayor compromiso por parte de organismos del Estado como el SENASA.
En la región, Uruguay cuenta con una ley de suelos que prioriza la interacción pública-privada, delegando en profesionales agrónomos y productores la responsabilidad de elaborar planes y presentarlos. https://sites.google.com/site/marconormativoambiental/uruguay, http://www.impo.com.uy/medioambiente.
Para finalizar, se trata de un trabajo pendiente que debe ser promovido desde el gobierno en conjunto con el sector privado y los consumidores, desarrollando una producción limpia y si queremos una producción limpia hablamos de inversión y la inversión requiere de seguridad jurídica.
Ines Perez. comisión 852 uba.