Milton Friedman sobre la responsabilidad social empresaria y el debate con John Mackey

Los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social de UCEMA, leer en forma optativa a Milton Friedman: “La responsabilidad social de los empresarios es incrementar sus ganancias”. Y e debate que se genera con John MacKey, de Whole Foods.

El artículo, publicado en la revisa del New York Times es claramente desafiante, típico de Friedman. Con un título agresivo busca llamar la atención de los lectores. Así lo comenta una alumna:

“Friedman hace hincapié en su rechazo a la responsabilidad social de la empresa. Friedman establece que no puede hablarse estrictamente sobre RSE ya que, quienes adquieren responsabilidades son las personas y no una corporación artificial. Quienes deben ser responsables son las personas y no una corporación artificial. Quienes deben ser responsables son los empresarios, dueños, o quienes representan a las compañías, es decir, los ejecutivos corporativos. Ahora bien, ¿en qué consiste esa responsabilidad?”

“El ejecutivo corporativo es también una persona en su propio derecho y, como tal, puede que tenga muchas otras responsabilidades que reconozca o asuma de forma voluntaria: para con su familia, su conciencia, sus sentimientos de caridad, su iglesia, sus clubes, su ciudad, su país. Puede que se sienta obligado por dichas responsabilidades a dedicar parte de sus ingresos a causas que considera respetables, a rechazar trabajar para ciertas corporaciones, e incluso a abandonar su trabajo, por ejemplo, para incorporarse al ejército de su país. Si lo deseamos, podemos referirnos a algunas de estas responsabilidades como “responsabilidades sociales”. Sin embargo, en este sentido el ejecutivo corporativo está actuando como principal y no como agente; está gastando dinero, tiempo o energía, y no el dinero de sus empleadores o el tiempo o la energía que por contrato se comprometido a dedicar a los objetivos de los mismos.”

El tema es tan sensible que muchos no llegan a ver los argumentos de Friedman. No digo estar de acuerdo, sino simplemente entenderlo. Lo mismo debe haber sucedido con muchos de sus lectores.

Pero los alumnos no leen solamente esto, sino también un muy interesante debate organizado por la Reason Foundation donde John Mackey, fundador y presidente de Whole Foods, la exitosa cadena de supermercados naturistas sostiene:

“Estoy muy en desacuerdo. Soy un empresario y un libertario del libre mercado, pero creo que la empresa inteligente debe crear valor para todos sus socios. Desde la perspectiva del inversor, el fin de los negocios es maximizar las ganancias. Pero no es el fin de otros stakeholders –clientes, empleados, proveedores y la comunidad. Cada uno de estos grupos definirá el objetivo de la firma en términos de sus propias necesidades y deseos, y cada perspectiva es válida y legítima.

Mi argumento no debería interpretarse como hostil hacia las ganancias. Creo que conozco algo sobre cómo crear valor para los accionistas. Cuando co-fundé Whole Food Markets hace 27 años comenzamos con $45.000 de capital, tuvimos ventas por $250.000 en nuestro primer año. En los últimos doce meses hemos tenido ventas por más de $4.600 millones, ganancias netas de más de $160 millones y una capitalización de mercado superior a los $8.000 millones

Pero no hemos logrado ese tremendo aumento en el valor de los accionistas haciendo que el valor de las acciones sea nuestro objetivo principal. En mi matrimonio, la felicidad de mi mujer es un fin en sí mismo, no solamente un medio para mi propia felicidad; el amor me lleva a poner la felicidad de mi mujer en primer lugar, pero al hacerlo soy feliz también yo. Igualmente, los negocios más exitosos ponen al cliente en primer lugar, antes que los inversores. En una empresa centrada en las ganancias la felicidad de los clientes es simplemente un medio para un fin: maximizar las ganancias. En una empresa centrada en los clientes, su felicidad es un fin en sí mismo, y será buscado con mayor interés, pasión y empatía de lo que puede hacerlo una empresa centrada en las ganancias.”

2 pensamientos en “Milton Friedman sobre la responsabilidad social empresaria y el debate con John Mackey

  1. En este escrito se resumirá el texto The social responsibility of business is to increase its profits de Friedman del 1970, y su posterior debate con Mackey y Rodgers sobre la temática. Homónimamente, en el primer texto, Friedman escribe que cualquier empresa debe buscar la maximización de sus beneficios. Ahora, también se expresa sobre las responsabilidades sociales que se le exigen a dichas empresas, a las que se opone argumentando que, en primer lugar, una empresa no es una persona, por lo que, es absurdo exigirle que tenga responsabilidades sociales. En todo caso, debería exigirse eso a sus dueños, trabajadores o incluso compradores. Ahora bien, también dice que quienes trabajan dentro de una empresa no pueden actuar de modo «socialmente responsable» en ella, ya que no se trata de su dinero del que disponen, sino de los recursos de la compañía, por lo que estarían robando. Contrariamente, sí pueden actuar de modo socialmente responsable los dueños o accionistas de la misma. Ergo, la única labor de los trabajadores –dentro de la empresa– es maximizar los beneficios de la misma.
    Por otra parte, en el debate, Mackey realiza una crítica a este texto argumentando que «hay que poner al cliente por encima del accionista», a veces, el accionar socialmente responsable por parte de los trabajadores trae beneficios a las empresas, ejemplificándolo con una política caritativa llevada a cabo en su propia compañía. Como respuesta, Friedman cuestiona que tan «libertario pro libre mercado» sea Mackey como dijo previamente. Luego de idas y vueltas, Mackey finaliza contestándole a ambos, Friedman y Rodgers concluyendo que, a modo de proyección hacia el futuro, su tipo de empresa dominará el panorama económico.

    Me resulta muy importante el debate en sí y los distintos puntos de vista. Desde ya, es un tema muy relevante en el presente, ya que, como hacia el final predice Mackey, el actual público está siendo más exigente en aquello que considera socialmente responsable. Un ejemplo que se me ocurre son las empresas de cosméticos a las que se les exige que no testeen sus productos en animales, y no solo por grupos activistas, sino que, por el público general. Considero que este debate sobre las responsabilidades sociales está estrictamente ligado a las corrientes sobre las que bien escribía Friedman junto con Rose.
    Asimismo pienso que este debate pueda llevarse a la función pública fácilmente. El complejo de héroe que muchos políticos tienen hace que fácilmente crean que, manejando los recursos estatales, cuyo origen es la recaudación de impuestos, sean capaces de solucionar problemas fuera de sus manos, destinándolos a aquello que crean que es «socialmente responsable». Comparándolo con este enfoque, queda aún más en evidencia aquello que afirmaba Friedman sobre el querer obrar pero sin contar con los fondos propios.

    Preguntas

    1) Por empezar, por muy banal que pueda resultar la pregunta, ¿quién determina que es socialmente responsable? Si la respuesta a esto es el mercado y el público general, ¿quién tiene la autoridad moral suficiente para imponerle a las demás empresas sobre su visión?

    2) Si reducimos la concepción de responsabilidad social a las externalidades positivas, ¿se justifica la existencia de un servicio público como una línea de tren estatal que trae enormes beneficios a los usuarios, incluso si le cuesta al contribuyente enormes cantidades de dinero? ¿Sería irresponsable socialmente un estado si decide cerrar esa línea?

    3) Si al fin y al cabo toda acción socialmente responsable puede mejorar la imagen de una empresa, como bien lo ejemplifica Mackey con su propia empresa, podría ser considerado una especie de marketing. En ese caso, ¿sigue siendo responsabilidad social algo que ya no se trata de un altruismo desinteresado (como del que hablaba Adam Smith en la Teoría de los Sentimientos Morales)?

  2. El pensamiento económico de Milton Friedman

    Resumen:
    El texto habla acerca de las ideas y teorías de Milton Friedman. Lo posiciona como el economista que más ha contribuido a poner en su lugar al pensamiento keynesiano y a reivindicar las ideas clásicas.
    Friedman es un liberal, defensor de todo tipo de libertad, ya que considera a esta una e indivisible. Estaba convencido de que la economía debe ser una ciencia empírica, cuya aceptación debe basarse en el poder de predicción, y no en la sofisticación de su análisis. Es un decidido defensor del libre mercado, con una creencia de que el papel del estado debe ser no nulo, pero si limitado. Muchos autores creen que su mayor error fue su fanatismo frente a sus ideas, y la dureza con la que las defendía.
    Se considera que sus aportes más relevantes fueron: su teoría sobre la renta permanente y su aplicación al consumo; su aporte a la teoría y a la política monetaria, donde sugiere que el nivel general de precios varia proporcionalmente a la cantidad de dinero, asumiendo una economía en pleno empleo, con un número de transacciones y una velocidad de circulación de dinero constante. Friedman es conocido por su explicación de la inflación, donde sostiene que esta es puramente monetaria.
    Considera que la política fiscal es poco efectiva, y la monetaria cuenta con muchas limitaciones. Friedman recomienda también no utilizar los tipos de interés como indicador ni como instrumento de la política monetaria, y rechaza los tipos de cambio. Sostiene que no existe un trade off entre inflación y empleo a largo plazo. El pleno empleo, como situación alcanzable, no existe para el autor. Sí existe una tasa de desempleo natural, que es la que se puede conseguir con una inflación constante. Ve a la inflación como un impuesto y, además, antidemocrático y regresivo.

    Llamativo:
    Se le acusó de superficialidad, de manipular la realidad, de disimular la ideología liberal bajo excusas científicas. Finalmente, sus teorías se aceptaron, pero rehusándose a hacerlo. Se creía que sus ideas eran buenas y correctas en cierta medida, pero se lo consideraba demasiado fanático de ellas.
    Me resulto llamativa también la crítica Keynesiana a la teoría cuantitativa del dinero, donde aseguran que esta es errónea y no sirve, pero no centran su análisis de la misma manera que Friedman. Sostienen que como el dinero puede no destinarse al uso sino en algunos casos a la conserva, la velocidad no es estable, por lo que la teoría de Friedman quedaría sin sustento. Friedman en realidad ve la base de la teoría cuantitativa no en los precios, la producción o la renta, sino en la demanda de dinero. No es importante el dinero que se gasta, sino el que se guarda.

    Preguntas
    – ¿Qué medidas podría tomar el gobierno si tanto las políticas fiscales como monetarias son poco efectivas?
    – ¿Se animaría a decir que en algunos casos la intervención estatal colabora con la igualdad?
    – ¿Cuál es su opinión acerca de los bancos centrales?

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