Con los alumnos de Microeconomía de OMMA Madrid, vemos a Mises, La Acción Humana, Cap XVI, Precios, sobre los precios de los factores de producción. Dice Mises:
“Los precios de los bienes de orden superior (esto es, los más alejados del consumo), son finalmente determinados por los precios de los bienes de primer orden, u orden inferior, esto es, los bienes de consumo. Como consecuencia de esta dependencia, ellos están en última instancia determinados por las valoraciones subjetivas de todos los miembros de la sociedad de mercado.”
Ahora bien, luego plantea una diferencia entre “valoraciones” y “precios”: “Sin embargo, es importante comprender que nos encontramos con conexiones de precios, no con conexiones de valoraciones”. ¿Qué quiere decir con esto?
Entiendo lo siguiente: son las valoraciones de los consumidores respecto de los bienes de consumo los que determinan luego los precios de todos los bienes intermedios y de los factores de producción que intervienen en el proceso de producción hasta llegar a la etapa final de consumo. Es decir, son las valoraciones de los consumidores de cigarros y cigarrillos las que determinan el precio del tabaco, pero en todo ese proceso que va desde la semilla del tabaco, su siembra, recolección, secado, molido y elaboración del cigarro, los precios transmiten las valoraciones de los consumidores finales, no las de los participantes de cada etapa. Estos reflejan las valoraciones finales.
De nuevo, es porque los consumidores están dispuestos a pagar cierto precio por el cigarro que luego se justifican todos los precios anteriores en la cadena de producción, hasta los primeros pasos o, como diría Mises, las etapas más alejadas.
Sigue Mises: “Los precios de los factores complementarios de producción están condicionados por los precios de los bienes de consumo. Los factores de producción son valorados en relación a los precios de los productos, y de esta valoración emergen sus precios.”…”Los precios de los bienes de consumo engendran las acciones que resultan en la determinación de los precios de los factores de producción”.
Este breve párrafo podría plantear cuestiones de importancia central en nuestras economías actuales. Por ejemplo, se deduce de ello que el nivel de la remuneración del trabajo en una cierta área de la economía depende, en última instancia, de las valoraciones de los consumidores respecto al producto final.
Esto sería difícil de entender para los sindicalistas. Deberían aceptar que las remuneraciones no están estrictamente determinadas por los empresarios que los contratan sino por los consumidores que están dispuestos a pagar el precio de los bienes que esos empresarios producen. El empresario simplemente combina factores de producción.
Esto es fácil de ver, por ejemplo, en algunos deportes o en el entretenimiento. ¿Por qué ganan tanto algunos futbolistas si no es porque los consumidores están dispuestos a pagar por ello, ya sea entradas, productos, etc? Lo mismo con actores o actrices famosos. ¿Qué explica si no sus altos niveles de remuneración?
Claro. Imagino que un sindicalista sentado a negociar los salarios con un empresario, no vería con agrado que le digan que, si quiere salarios mayores a los que pueden pagarse, vaya a hablar con los consumidores para que estos, a su vez, estén dispuesto a pagar más por los productos que ese trabajo produce. Pero eso es, en definitiva, lo que sucede. Los consumidores somos los que determinamos, en definitiva, la remuneración de los distintos factores de producción, entre ellos el trabajo, y también.
Comenta Mises más adelante:
“Compitiendo en cooperación y cooperando en competencia toda la gente es instrumental en obtener el resultado, esto es, la estructura de precios en el mercado, la asignación de factores de producción a las distintas ramas de satisfacción de necesidades, y la determinación sobre la porción de cada uno”.
Comprando o absteniéndonos de comprar, no solamente decidimos sobre las cosas que tendremos o no, sino mucho más, toda la configuración del Mercado.
La acción humana Capitulo XVI, apartado 3 y 4.
Resumen
1.El mercado es un proceso coherente e indivisible.
2.Los precios de los bienes de orden superior son función, en última instancia, de los precios de los bienes de orden primero o inferior, es decir los bienes de consumo.
3.Método de referencia: La determinación de los precios esta inextricablemente ligada a la mecánica del mercado.
4.Descontada la preferencia temporal, el producto vale igual que el conjunto de factores necesarios para su producción.
5.El mercado determina el precio de los factores de producción exactamente igual a como establece lo de los bienes de consumo.
6.Los precios de los factores de producción determinanse de modo inmediato exclusivamente por los anticipados precios futuros de las correspondientes mercancías.
7.En el cálculo empresarial consideranse costos las sumas dinerarias precisas para adquirir los correspondientes factores de producción.
8.No todo incremento en la inversión proporcionalmente aumenta el valor en uso objetivo, la capacidad física de la cosa para rendir determinado servicio.
9.Un incremento material de la producción no siempre exige proporcional aumento de la inversión y, a veces, ni siquiera el mas mínimo aumento de la misma.
10.El cálculo de costos es siempre de índole subjetiva nunca objetiva.
Lo más novedoso
1.Es la competencia que los empresarios afanosos de lucros entres si desatan, la que impiden la pervivencia de precios falsos para los factores de producción.
2.La competencia entre los empresarios es fiel reflejo de los precios de los bienes de consumo cuando de la formación de los precios de los factores de producción se trate.
3.Todos contribuimos a estructurar los precios del mercado, a distribuir los factores de producción entre las diversas necesidades y a determinar la cuota en que cada uno satisfará las suyas.
4.Los factores de producción que solos combinados entre sí en cierta proporción pueden emplearse para la producción de varias mercancías, sin permitir otra utilización, han de considerarse como factores de condición absolutamente especifica.
5.Estos factores de producción son especifico en orden a la producción de un cierto bien intermedio, el cual puede después utilizarse con diversos fines. Con respecto a dicho factores, el precio de este producto intermedio solo acumulativamente puede ser determinado.
6.Mientras no se alcance la máxima producción posible, la misma inversión exige la obtención de ésta que la de una fracción de la misma.
7.Cuanto más se incrementa la producción de determinado artículo, tantos más factores de producción habrán de ser detraídos de otras explotaciones en las cuales hubieran podido ser aprovechados para producir distintas mercancías.
8.La tarea que al empresario incumbe es siempre la de emplear los existentes bienes de capital, del modo mejor posible, para atender futuras necesidades.
9.El condonar el pago de deudas e intereses, en forma total o parcial, no disminuye los costos.
10.La computación de costos no constituye, proceso aritmético que pueda efectuar o censurar frio objetivo observador. Las fundamentales partidas manejadas son frutos de la comprensión de circunstancias futuras, quedando forzosamente influidas por el personal criterio del empresario acerca de cuál será mañana la disposición del mercado. El cálculo de costo constituye instrumento mental para el actuar.
Tres preguntas:
1.Si el coste marginal de los factores de producción tiende a crecer conforme aumenta la demanda y el volumen de producción, y se igualan los precios del producto y los costes, ¿como se explica las grandes crisis inmobiliarias en los Estados Unidos y España y que se puede hacer para evitar su repetición en el futuro?
2. ¿Existen casos, donde la intervención de los empresarios pueda afectar los precios de forma dramática, que pueda alterar el buen funcionamiento de los mercados; o solo esto es debido a la intervención de los gobiernos?
3.Cuando un gobierno, una empresa reduce los costes de producción de una empresa o reduce el personal, o cierra instituciones que no cumplen ninguna función útil con el fin de ahorrar dinero y eficientizar la empresa o el estado ¿No es eso un cálculo objetivo de costes? Mises dice que el cálculo de costes es siempre subjetivo.
Resumen
Precios de los bienes de orden superior:
La diferencia entre el coste de los bienes de producción y los precios previstos de los bienes de consumo impulsa a los empresarios a generar el mercado, para ellos es necesario que haya un gap entre los precios de los bienes de producción y de consumo.
Los precios pasados no influyen en el futuro, solo son un punto de partida.
El mercado nunca respeta los intereses creados, por tanto los interesados acaban solicitando la intervención estatal.
La formación de precios es un único proceso complejo que consiste en:
• Fijar precios de mercado
• Distribuir factores de producción entre las necesidades
• Determinar la cuota de necesidades que cada uno desea satisfacer
Contabilidad de costes:
Existen ciertos factores de producción que son imperfectamente divisibles.
En el mercado se suele dar la situación en la que para producir un bien de consumo se utilizan varios factores imperfectamente divisibles, siendo imposible que exista un pleno aprovechamiento. Por tanto el incremento en la producción reduce el coste unitario, hasta que alcanza el 100% de la utilización de uno de los factores imperfectamente divisibles, en el momento que se produce un incremento adicional en la producción se produce una fuerte subida del coste de producción.
Lo importante cuando se tiene un factor de producción es el coste marginal de la unidad adicional producida, no el coste medio.
Cuando se cambian las fuentes de financiación o se producen cambios en la deuda, condonaciones o quitas, no se produce un ahorro de costes, si no una transferencia de riqueza de acreedores a deudores.
Lo novedoso
Precios de los bienes de orden superior:
Los precios pasados no influyen en el futuro, solo son un punto de partida.
El mercado nunca respeta los intereses creados, por tanto los interesados acaban solicitando la intervención estatal.
La formación de precios es un único proceso complejo que consiste en:
• Fijar precios de mercado
• Distribuir factores de producción entre las necesidades
• Determinar la cuota de necesidades que cada uno desea satisfacer
Contabilidad de costes:
Lo importante cuando se tiene un factor de producción es el coste marginal de la unidad adicional producida, no el coste medio.
Cuando se cambian las fuentes de financiación o se producen cambios en la deuda, condonaciones o quitas, no se produce un ahorro de costes, si no una transferencia de riqueza de acreedores a deudores.
La contabilidad de costes es subjetiva y sirve para tomar las decisiones necesarias de gestión.
En una economía de giro uniforme no puede haber beneficio.
Preguntas
¿Cómo los precios de ayer no pueden influir en el punto de partida si son el punto de partida del precio de hoy? Entiendo que si no existiera dicho punto de partida en el largo plazo se llegaría a una situación similar, pero durante dicho plazo el pasado ha tenido impacto en el precio actual.
En un sector donde se observe un estancamiento de la competencia y las empresas productoras disponen de un alto margen, bien por un monopolio por las fuertes barreras de entrada por que impliquen una fuerte inversión inicial –fabricantes de automóviles o centrales nucleares- o bien por un acuerdo de precios, ¿no sería razonable que el estado creara una empresa pública para competir en dichos mercado y una vez normalizada la situación proceder a la privatización de dicha empresa?
Si solo tenemos en cuenta el coste marginal en cada unidad adicional vendida de un bien, no estamos obviando que la información de que se ha adquirido un bien a un precio de X puede llegar a los que han comprado el mismo bien a un precio Y, siendo X < Y, y que dichos compradores exijan al vendedor a reducir su precio hasta el de Y. ¿no es el coste medio una información que siempre hay que tener en mente en cada venta, ya que si todas mis ventas se producen por debajo de ese precio me veré obligado a cerrar y hoy en día la información de venta fluye a gran velocidad?
Resumen de clase:
Tema: – Mises, Ludwig. La Acción Humana, capítulo XVI, apartados 3 y 4.
Clases Jesús Huerta de Soto “Cálculo económico: decisión y cese producción”:
Profesor: Martin Krause
Alumno: Manuel Ramos
Los procesos de mercado se encuentran en una constante movilidad, supeditado a la toma de decisiones (acciones humanas) que toman los individuos para adquirir los medios (recursos) para satisfacer sus necesidades. A raíz de esta necesidad de adquirir y de consumir bienes para satisfacer necesidades (bienes de primer orden) surgen los precios de los bienes de orden superior, los cuales se encuentran íntimamente ligados a las valoraciones subjetivas de los consumidores. Aunque existe una conexión de precios y no de valoraciones (justiprecios) son las valoraciones subjetivas los que determinan los precios de los factores de producción. Los empresarios quienes siempre están dispuestos a producir bienes y servicios para satisfacer la demanda de los consumidores, aprovechan los existentes precios de mercado de los factores de producción y hacen previsiones de precios a futuro, innovando e impulsando el desarrollo del mercado que siempre buscará satisfacer sus necesidades presentes y futuras. El cálculo económico se da gracias al mercado donde los factores de producción tienen su precio, tomando en consideración que el cálculo solo toma en consideración los precios más no las valoraciones. Cuando estudiamos al mercado de los bienes de consumo y como surgen los precios de cualquier orden (Inferior – superior) es imprescindible contar con la actuación de los consumidores; así como también, estudiar el mercado de los bienes de orden superior se deben considerar la actuación de los empresarios y el empleo del dinero en las transacciones comerciales. Los empresarios compiten elevando o reduciendo los precios a los vendedores para desplazar a otros y ganar mayor terreno de mercado. Las ofertas tienen su límite máximo y mínimo de precio que el mercado está dispuesto a pagar en el presente y futuro (La ley de la oferta y la demanda). En la computación de costos, los empresarios siempre estarán en búsqueda de aquellos negocios que produzcan previsiblemente un mayor superávit entre costos e ingresos, alejándose de aquellos que pueden arrastrar pérdidas, de esta forma acomoda su actividad a la mejor posible satisfacción de los consumidores.
Novedoso:
Me llama la atención el hecho de que podemos sumar, restar, dividir y formar cuotas de los precios mas no de las valoraciones – el valor de las valoraciones solo puede medirse bajo una escala de preferencias, por tanto, no podemos atribuir un cantidad específica o magnitud de valor a cada bien. Mises establece que una vez descontada la preferencia temporal, el valor del producto es igual, que el conjunto de factores necesarios para su producción. Otro aspecto interesante es que no interesa a los consumidores en lo más mínimo el hecho de que antes se efectuaban determinadas inversiones en razón específica a la proporción registrada por el mercado, ni que tampoco les preocupe los intereses creados por empresarios, capitalistas, terratenientes y trabajadores, a quienes tal vez perjudique la mutación de la estructura de los precios; Mises concluye que para nada influyen tales circunstancias en la formación de los precios. por otro lado, hace una comparación sobre la economía de giro uniforme, la cual, desde su perspectiva, no produce beneficios contra la economía cambiante, la cual, si produce beneficios, sin embargo, critica que estos beneficios no son ni justos o injustos.
Preguntas al Autor:
A que se refiere Mises con el termino de economía uniforme –¿porque no existe un beneficio económico en este tipo de economía, cuando tenemos individuos que están revelando sus preferencias independientemente del régimen o autoridad controlador del sistema económico?
A que se refiere a que las ganancias no son ni justas o injustas – ¿Entonces que son? ¿En qué parte de la formación de precios encontramos su justicia o la injusticia?
RESUMEN:
Los precios de los bienes económicos de orden superior están determinados en última instancia por los precios de los bienes económicos de primer orden. Son los juicios de valor de los consumidores, completamente subjetivos, los que en última instancia determinan los precios. El mercado libre de bienes y factores de producción permite la correcta asignación de recursos económicos según los gustos y preferencias de los consumidores. La función del empresario es la de “adivinar”, mediante el cálculo económico, cuáles serán las valoraciones de los consumidores en el futuro y estará dispuesto a incurrir en unos costes que nunca podrán ser superiores a lo que el empresario estima que serán las valoraciones futuras de los consumidores para dichos bienes. Este análisis de costes y precios facilita a los empresarios conocer si han actuado de una mera eficiente (con la consecución de beneficios empresariales) o equivocadamente (incurriendo en pérdidas).
Por otro lado, el principio general de costes establece el volumen en el que los empresarios dejarán de producir un determinado bien económico. Efectivamente, el principio general de costes, de la mano de la ley de utilidad marginal, determina el punto máximo hasta el cuál los empresarios podrán incrementar la producción de bienes de consumo sin llegar a sufrir pérdidas. Teniendo en cuanta que el ingreso marginal es decreciente pero el coste marginal es creciente. los empresarios en función de su experiencia, en múltiples procesos de prueba y error, tenderán a igualar el ingreso marginal con el coste marginal de su actividad empresarial sin tener que llegar a sufrir pérdidas. El entorno en que el empresario realiza su actividad no es estático si no que cambia, es dinámico, de manera que el volumen óptimo de producción no es estable y hay que continuamente reevaluarlo.
NOVEDOSO:
– La idea de que las pérdidas empresariales pueden ser una señal de que los recursos empleados por el empresario podían ser necesitados con mayor urgencia en otros procesos productivos
– Los volúmenes de producción deben reajustarse constantemente, es el resultado de una realidad dinámica, en constante cambio
– El cálculo de costes es subjetivo (en realidad, como toda la realidad económica en la vivimos)
3 PREGUNTAS:
– ¿Siempre el coste marginal es creciente? ¿Y las economías de escala?
– ¿Qué quiere decir cuando señala que el mercado no respeta los intereses creados? Porque los intereses creados forman parte de ese mismo mercado, son parte integrante del mercado en cuestión. Desgraciadamente hay muy pocos mercados sin intereses creados, es más, pareciera inevitable que el mercado necesariamente sí tuviera que tener en cuenta esos intereses creados.
– ¿Qué quiere decir cuando habla de preferencia temporal? Ejemplo: “Cabe decir, descontada la preferencia temporal, que el producto vale igual que el conjunto de factores necesarios para su producción”
La acción humana, capítulo XVI, apartados 3 y 4
Ludwig Mises
Resumen
El mercado es un proceso coherente e indivisible.
Los precios de los bienes de orden superior son función de los precios de los bienes del orden primero o inferior; es decir, de los bienes de consumo. Debido a esta relación de dependencia, aquellos son en definitiva engendrados por las valoraciones subjetivas de cuantos componen el mercado. Estamos ante una conexión de precios, y no de valoraciones. Son los justiprecios de los bienes de orden primero, los que se transfieren a los de orden superior. Los precios de los bienes de consumo provocan actuaciones que, a su vez, engendran los precios de los factores de producción. Estos últimos, de modo directo, están únicamente relacionados con los precios de los bienes d consumo; solo de manera indirecta a través de los dichos precios de los bienes de consumo es como quedan en definitiva sometidos a las personales valoraciones de las gentes.
La actuación de agiles empresarios deseosos de aprovechar las diferencias existentes entre los precios de mercado de los factores de producción y los previstos precios futuros de los correspondientes bienes de consumo impulsa el correspondiente mercado. El mercado determina los precios de los factores de producción exactamente igual a como establece los de los bienes de consumo. El proceso mercantil implica el coetáneo e independiente actuar de gentes que conscientemente trabajan parar paliar, en el grado posible su personal malestar. Al estudiar el mercado no es posible excluir de su marco las actuaciones humanas que lo engendran. Es el empresario quien impide la pervivencia de toda actividad productiva que no atienda en cada momento las más urgentes necesidades de los consumidores del modo más barato posible.
Es la competencia que los empresarios desatan la que impide la pervivencia de precios falsos para los factores de producción. En esa pública subasta de ámbito mundial que es el mercado los empresarios pujan entre sí por apropiarse de los factores de producción que les interesan y en tal puja vienen a ser como los mandatarios de los consumidores. Las decisiones de los consumidores de comprar ciertas mercancías y rechazar otras determinan los precios de los factores de producción necesarios para la obtención de las mismas.
El proceso formativo de los precios se estructura sobre el reciproco actuar del conjunto de miembros de la sociedad, que colaboran, cada uno desde el cometido que para sí se haya reservado en el marco de la división del trabajo.
UNA EXCEPCION DENTRO DEL MECANISMO DETERMINANTE DEL PRECIO DE LOS FACTORES DE PRODUCCION
Muchos factores de producción de escasez indudable pueden ser empleados en cometidos de lo más variado. El problema económico de decidir qué empleo hay de darse a dichos factores para que ninguno de ellos sea invertido en satisfacer una demanda menos acuciante cuando tal uso impide atender otra más urgente, es resuelta por el mercado al determinar los precios de los bienes de producción.
Los factores de producción que solo combinados entre sí en cierta proporción pueden emplearse para la producción de varias mercancías han de considerarse factores de condición absolutamente específica. Son absolutamente específicos en orden a la producción de un cierto bien intermedio el cual puede después utilizarse con diversos fines. Con respecto a dichos factores el precio solo acumulativamente puede ser determinado.
La computación de costos
En el cálculo empresarial se consideran costos las sumas precisas para adquirir los factores de producción. El empresario busca aquellos negocios que previsiblemente han de producir entre costos e ingresos un mayor superávit a favor de estos últimos, rehuyendo las operaciones que le reportaran beneficios menores e incluso pérdidas. Así acomoda su actividad a la mejor posible satisfacción de los consumidores.
Cuanto más se incrementa la producción de determinados artículos, tantos más factores de producción habrán de ser detraídos de otras explotaciones en las cuales hubieran podido ser aprovechadas para producir distintas mercancías. De ahí que invariadas las demás circunstancias, los costos medios de producción aumenten al ampliarse la producción.
Cuando el empresario planifica, tiene que hacer frente a la siguiente cuestión: ¿En cuánto excederán los precios anticipados de los artículos de que se trate a los costos previstos para los mismos?
Y hay que resaltar que, si no concurren las circunstancias necesarias para la aparición del precio de monopolio, le resulta imposible al empresario incrementar sus ingresos netos a base de restringir la producción a una cuantía no acorde con la demanda de los consumidores.
La acción pretende invariablemente atender del mejor modo posible futuras necesidades. Para conseguir tal objetivo preciso es emplear en la forma más acertada los existentes factores de producción. Lo que interesa e influye en la futura acción es la cantidad y calidad de los factores hoy disponibles. Encuentran esos factores su precio únicamente en razón de su idoneidad para la supresión del futuro malestar. Las sumas dinerarias ayer gastadas para su producción o adquisición para nada cuentan.
La tarea que al empresario incumbe es siempre la de emplear los existentes bienes de capital del modo mejor posible para atender futuras necesidades. En tal función no deben desorientarle anteriores fallos o errores imposibles ya de subsanar.
En la computación de costos no constituye un proceso aritmético que pueda efectuar o censurar un frio y objetivo observador. Las fundamentales partidas manejadas son fruto de la comprensión de circunstancias futuras, quedando forzosamente influidas por el personal criterio del empresario acerca de cuál será mañana la disposición del mercado.
Todo intento de efectuar cálculos de costos sobre una base imparcial está condenado al fracaso. El cálculo de costes es siempre de índole subjetiva, nunca objetiva.
Lo más novedoso
Se encierra en el discurso general de Mises en esta obra, pero la idea de que es el empresario el que impide que exista una actividad productiva que no atienda en cada momento las más urgentes necesidades de los consumidores del modo más barato posible, me parece una idea muy novedosa; muy especialmente si la confrontamos con el pensamiento económico imperante hoy en las economías occidentales.
Y en relación con lo expuesto en el párrafo anterior y profundizando, me parece también muy novedoso el contenido que se encierra en la siguiente afirmación: “Es la competencia que los empresarios desatan la que impide la pervivencia de precios falsos para los factores de producción”, y el despliegue consecuente de la idea de que en esa competencia los empresarios vienen a ser como “los mandatarios” de los consumidores.
Por otro lado, me parece también extraordinariamente original la conclusión de que cuanto “más se incrementa la producción de determinados artículos, tantos más factores de producción habrán de ser detraídos de otras explotaciones en las cuales hubieran podido ser aprovechadas para producir distintas mercancías. De ahí que invariadas las demás circunstancias, los costos medios de producción aumenten al ampliarse la producción”.
Preguntas
Frente a la afirmación de que “es el empresario quien impide la pervivencia de toda actividad productiva que no atienda en cada momento las más urgentes necesidades de los consumidores del modo más barato posible”, podría oponerse el que en muchas situaciones poco puede hacer el empresario cuando es el Estado el que encarece la satisfacción de las más urgentes necesidades de los consumidores, como, por ejemplo sucede en España con la energía, cargada con costes que no tienen nada que ver con la eficiencia empresarial.
El Estado permite en España la pervivencia del carbón, caro, contaminante e ineficiente frente a otras fuentes de energía más baratas, menos contaminantes y más eficientes.
Lo anterior vale también en relación con la idea de Mises de que es la competencia que los empresarios desatan la que impide la pervivencia de precios falsos para los factores de producción, cuando hay economías en los que estos factores están enteramente subvencionados.
Alumno: Sebastián Salazar Núñez
Profesor: Martin Krause
Texto: Mises, Ludwig. La Acción Humana, capítulo XVI, apartados 3 y 4.
1.
De acuerdo con Ludwig von Mises, es necesario pensar al mercado como una sola unidad e indivisible. La división del mercado existe dentro de nuestra caapcidad mental para poder aprehender las cosas. En ese sentido, los precios están interrelacionados. Y los precios de los factores de producción se derivan de los precios de los bienes de consumo, los cuales a su vez son determinados por las valoraciones individuales de las personas. A diferencia de los bienes de consumo, la mayoría de los factores de producción no son valorados ni comprados por una necesidad de su valor-uso, si no por su valor-intercambio. Así, estos factores son utilizados para la producción de bienes de consumo. Esto quiere decir que existe, en vista de que la valoración es subjetiva, el empresario o entrepreneur funge de coenxión entre los precios actuales, que solo tiene una función factual puntual, y los precios futuros. Así, los empresarios adivinan el precio futuro de un bien y compran los factores productivos de acuerdo a la percepción futura del precio. No debe entenderse bajo ningún sentido que el precio de un bien de consumo sea el precio acumulado de los factores de producción o del valor de los factores de producción. Además, al igual que en el mercado de bienes de consumo, existe una competencia por los factores de producción, ya que pueden ser utilizados en otras actividades. Cabe resaltar que, sin embargo, los factores de producción no son infinitamente divisibles ni homogéneos, por lo que no se pueden intercambiar como commodities. Además, en el interactuar de las personas un factor de producción puede dejar de servir al propósito inicial o volverse más costoso que beneficioso. Así, es en un mundo de incertidumbre futura que el empresario se mueve y es en el constante adivinar de los precios futuros. La contabilidad de los costos por su lado no afecta realmente al valor económico añadido de un proceso. Las reglas de la contaduría no son las reglas del mercado y no responden a las exigencias del mercado de momento a otro. Que una maquinaria se deprecie contablemente linealmente no significa que no haya un momento en el que ella deje de ser valiosa, lo cual puede ser antes o después de pagar la depreciación. Así, el empresario podría verse en la necesidad de vender la máquina. Dentro del cómputo del empresario además debe tomarse en cuenta el marco geográfico, el cual delimita los costes de transporte para un bien por ejemplo, el histórico, el hecho de que ciertas cosas ya han sido construidas y que puede que estén en un lugar beneficioso en el pasado pero no en el presente, por ejemplo, y el institucional, que es el que determina las reglas de juego en las que opera el empresario, por ejemplo, aranceles, o protección del derecho de propiedad o cultura financiera de una sociedad determinada. Esto no es en absoluto tomado en cuenta por el público y el gobierno que considera al empresariado como una entidad que produce establemente ganancias imponibles.
2.
Lo más resaltante es la no homogeneidad de los bienes de capital y el efecto que esto tiene en la adeucación de los empresarios a los planes futuros. En este sentido, el empresario surge como alguien que no solo necesita planificar para un futuro t1 en el que la compra de una máquina en t0 tenga sentido, si no que tiene que considerar que en t2 esa máquina no tiene que generarle costos añadidos y que debe ser posible venderla de un momento a otro. Se podría decir que la labor imposible del empresaio es adelantar y calzar adecuadamente los plazos de liquidez necesaria para mantener el negocio en el futuro a la vez que esta sirva para generar liquidez futura, ad infinutum*.
3.
¿De los tres factores, geográfico, histórico e insititucional, podría considerarse el institucional el primordial, tomando en cuenta que el primero no va a cambiar y el segundo es tomado como un punto de partida irremediable?
¿Cuál es el efecto que tienen los empresarios en la configuración institucional, no es esta el limitante para el crecimiento de una sociedad?
¿Por qué toma Mises al dinero como una cosntante y no la explica como un bien de consumo más, es decir, las variaciones en el precio del dinero, i.e. tasa de interés natural, tienen un efecto prohibitivo al momento de comprar cosas, ya que conseguir lquidez es más caro y por tanto evita que se consia otros bienes de producción? ¿Podría profundizarse más en esto?
Resumen:
Ante una conexión de precios, no de valoraciones, los precios de los factores complementarios de producción vienen condicionados por los precios de los bienes de consumo.
No tiene sentido sumar valoraciones o valores, un producto vale igual que el conjunto de factores necesarios para su producción. El proceso de imputación de valores no permite deducir del valor de la mercancía conjuntamente producida el e los factores en ella invertidos. El cálculo económico maneja precios, nunca valoraciones.
Para el empresario que se encarga de la futura producción, los precios del pasado constituyen un auxilio mental.
Los precios del pasado sirven de punto de partida para intentar comprender el futuro.
Los empresarios pujan entre sí por apropiarse e los factores de producción que les interesan.
Las decisiones de los consumidores de comprar una mercancía y no comprar otra determina el precio de los factores de producción. La competencia entre los empresarios es el reflejo de los precios de los bienes de consumo cuando hablamos de la formación de precios.
Sólo las personas con prejuicios socialistas distinguen tres procesos diferentes: la determinación de los precios, la gestión del esfuerzo productivo y la distribución.
Los factores de producción que sólo combinados entre sí en cierta proporción pueden emplearse para la producción de varias mercancías se consideran factores de condición absolutamente específica.
Al tratar los costos, no siempre se dan dos circunstancias importantes: al incrementarse la cantidad de factores invertidos en la producción aumenta el poder del mismo para suprimir el malestar . El ampliar las existencias de bienes de consumo exige proporcional incremento en la cuantía de los factores de producción invertidos.
La producción ha de detenerse tan pronto como la utilidad marginal del producido incremento deje de superar la utilidad marginal de los supletorios costos.
El que un factor de producción no sea perfectamente divisible no implica que el mismo sólo pueda ser construido y empleado en tamaño único.
Es erróneo suponer que equivalentes monetarios vienen a ser magnitudes dadas. Lo que importa en la futura acción es tan sólo el resultado engendrado por dicho proceso histórico, la cantidad y calidad de los factores hoy disponibles. El hombre d ela empresa ha de preocuparse por el estado futuro del mercado.
En el cálculo de costos se estudia la necesidad del mejor aprovechamiento de los recursos disponibles y poder provisionar las futuras necesidades.
Nuevo:
Lo que más me ha llamado la atención es cuando a la hora de calcular los costes se debe hacer de forma subjetiva.
Por otro lado me ha llamado mucho la atención la forma de pensar sobre el precio de las cosas, y que los productores a la hora de poner el precio al producto se maneja por el lado de la demanda.
Por último me ha llamado la atención cuando nos hablan de aumentar al doble la producción, pensar que la máquina se pueda desgastar el doble, como afectaría eso a la amortización en el balance, ese año cambio de de procedicimiento de valorar las amortizaciones?
Tres preguntas:
En un entorno actual, que tiene más valor, la demanda o el coste de producción a la hora de ponerle precio a algo?
Como valoraría el hecho de que un año aumente la producción al doble, vale el coste por unidad, suben los costes variables, al tema de la amortización en libros?
Por qué la industria impera la ley del rendimiento creciente y en agricultura y minería decreciente?
Resumen del texto
El intercambio ocurre únicamente si una persona valora más lo que recibe que lo que entrega. La repetición de actos individuales de intercambio conforma el mercado. SI la información perfecta existiera, los precios se acomodarían instantáneamente. Sin embargo, esto no ocurre puesto que la información de la que disponen las personas es dispar y pueden realizar interpretaciones diferentes. Así, la función del empresario consiste en responder a los cambios de datos y de las circunstancias, para aventajar al resto de emprendedores aprovechando las diferencias de precios existentes. Por lo tanto, el mercado se mueve por la búsqueda de lucro personal derivada de la diferencia de precios. Los precios se determinan por las valoraciones subjetivas de los consumidores. Entre mayor es el mercado, menor es la trascendencia de cada valoración individual. Por eso los precios surgen como hechos individualizados y a ellos se deben acomodar. El precio se debe a valoraciones dispares. Sin embargo, valorar y justipreciar son conceptos distintos: valorar se refiere al valor subjetivo que un individuo otorga a un bien; justipreciar es prever el precio de mercado de ese bien, o sea, su valor esperado. Los precios “justos” simplemente son deseos individuales; pero los precios “de mercado” se establecen por la valoración de los individuos. Los precios de los bienes de orden superior (de producción) se establecen en función de los de orden inferior (de consumo).
Lo más novedoso
Las personas no tienen información perfecta. La función empresarial consiste en aprovecharse de la diferencia en la información. El mercado se mueve debido a la búsqueda de lucro personal. El precio de los bienes se establece como resultado de las diferentes valoraciones subjetivas que de el tienen las personas. Al justipreciar, los individuos especulan el precio que en el futuro tendrá un bien y actúan con base en esa suposición. La computación empresarial de costos debe tomar en consideración todos los factores geográficos, históricos e institucionales.
Preguntas al autor
1. Si, como afirma el autor, “Las rúbricas contables no reflejan con fidelidad la estricta realidad. El valor de mercado de una instalación puede bien no coincidir con las cifras del correspondiente balance. Buena prueba de ello es que la Bolsa poco toma en consideración tales datos” ¿Cómo puede establecerse el valor de una empresa para decidir si invertir en ella?
2. ¿El rol del emprendedor se limita a responder a las necesidades de los consumidores o puede también influir en ellos para crear necesidades?
3. ¿Cómo influye la preferencia temporal de las personas en el precio de un bien?
RESUMEN
El mercado es un proceso coherente e indivisible. Los precios de los bienes de orden superior así como de los factores complementarios de producción, dependen de los precios de orden inferior, es decir, de los bienes de consumo. Es por ello, que los precios de orden superior, dependen de las valoraciones subjetivas de quienes componen el mercado, que fijan el precio de estos bienes de consumo.
Es el mercado el que determina los precios de los factores de producción, de igual forma que fija el precio de los bienes de consumo. Al analizar el mercado, no sólo hay que tener en cuenta las valoraciones de los consumidores, sino también la de los empresarios. Estos empresarios actúan en el mercado aumentando el volumen de aquellos bienes que proporcionan más margen (haciendo que este al final baje), o restringiendo la producción de aquellos con menor margen (haciendo que este acaba aumentando).
En el mundo empresarial se entiende por costes el dinero necesario para adquirir los factores de producción. El empresario siempre atenderá, del mejor modo posible, aquellas necesidades que le aporten un mayor margen, abandonando aquellas que no lo hagan. Pero la computación de costes no es algo que sea objetivo, sino que depende, entre otras cosas, de la estimación de circunstancias futuras, quedando totalmente influenciada por la valoración subjetiva del empresario.
LO MAS NOVEDOSO
El empresario, en el afán de conseguir los mayores márgenes, busca siempre aquellos bienes que el mercado valora más respecto a la valoración que él mismo estima de los costes de producción necesarios. Es por ello, que esta valoración subjetiva necesaria por parte del empresario, influye en la formación de precios del bien y no sólo la valoración de los consumidores.
En aquella actividad donde haya más margen, el propio empresario y otros tantos en competencia, aumentarán la producción del bien, haciendo que el precio de los mismos se reduzca. Es por ello que el empresario tiene que, constantemente, estar revisando los procesos productivos para entender que bienes le aportarán más valor en el futuro y anticiparse a que esto ocurra, ya que si no, lo harán otros.
Es por todo lo anterior, que los precios históricos pueden llevar al fracaso al empresario, ya que sino es capaz de anticiparse a cambios de mercado, llegará siempre tarde a los mismos, entrando en pérdidas en el caso de que los márgenes no se comporten igual que los históricos, cosa que es más o menos frecuente.
TRES PREGUNTAS
1. Existen casos, donde la intervención de los empresarios pueda afectar los precios de forma dramática, que pueda alterar el buen funcionamiento de los mercados; o solo esto es debido a la intervención de los gobiernos?
2. ¿Los precios actuales no tienen parte de su explicación en precios históricos? Al fin y al cabo la memoria histórica está presente en el mercado (tanto en la oferta como en la demanda).
3. Muchos modelos estadísticos consideran precios y volatilidades históricas para obtener un rango de valores en los que el precio del bien puede estar en el futuro. ¿Son acaso estos modelos erróneos o podrían ser una parte, pero no «el todo», de la explicación del precio?
Resumen:
3. EL PRECIO DE LOS BIENES DE ORDEN SUPERIOR
Así como los precios de los bienes de orden superior son función de los precios de los bienes del orden primero o inferior (bienes de consumo). Los precios de los factores complementarios de producción vienen condicionados por estos.
Analiza la formación de los precios de los factores de producción, ligada a la mecánica del mercado, determinando la relación entre el valor del correspondiente producto con el conjunto de los factores complementarios de producción utilizados, y que el precio de los diversos factores de producción se forma en el mercado por la competencia que se da por ellos. Además, establece como los empresarios, a modo de subasta, determinan el valor máximo de los mismos marcado por el previsto precio futuro del producto a que se dediquen los factores, y un límite mínimo, el ofrecido por los demás empresarios.
Los precios de los complementarios factores de producción se determinan por los anticipados futuros precios de los productos, los precios del pasado constituyen un mero auxilio mental. Los empresarios se limitan a moldear la herencia del pasado, acomodando los existentes factores, lo mejor posible, a las cambiadas circunstancias mercantiles. La competencia de los empresarios impide la pervivencia de precios «falsos» para los factores de producción.
Una excepción al proceso determinante del precio de los factores de producción: Si todos los factores de producción fueran de índole absolutamente específica, el proceso formativo de los precios no nos proporcionaría más que precios del aludido carácter acumulativo.
4. LA COMPUTACIÓN DE COSTOS
Se consideran como costos las sumas dinerarias precisas para adquirir los factores de producción. El empresario busca aquellos negocios que producen un mayor superávit entre costos e ingresos para él.
El que un proyecto no resulte rentable, por ser los costos superiores a los ingresos, quiere decir que existe otra aplicación, de mayor utilidad, para los correspondientes factores de producción; es decir, existen otros bienes por los cuales los consumidores se muestran dispuestos a pagar precios que cubren mejor el costo de los factores de producción.
No todo incremento en la inversión aumenta proporcionalmente el valor en uso objetivo. Algunas de ellas son totalmente inútiles, salvo que vayan acompañadas de otros determinados gastos.
Un incremento material de la producción no siempre exige un aumento proporcional de la inversión y, a veces, ninguno dado que numerosos medios de producción no son ni homogéneos ni tampoco perfectamente divisibles.
El cálculo de los costos debe abordar diversos factores geográficos, históricos e institucionales pero, aun prescindiendo de ellos, quedan otras razones de índole puramente técnica que limitan el tamaño óptimo de fábricas y empresas.
No es igual la postura del empresario al tomar una decisión si ya tiene dinero invertido en la ejecución de cierto proyecto que si todavía no se ha interesado en el mismo y es libre de iniciarlo o no. Pero el hecho de que haya gastado más o menos carece de trascendencia. Dicha circunstancia sólo le sirve para determinar la cuantía de sus pasadas pérdidas o ganancias y el montante de su capital.
Los costos fijos son los costos necesarios para explotar existentes factores de producción de condición totalmente inconvertible o que sólo con graves pérdidas podrían ser destinados a otros fines mercantiles. No son eternos, pues se van consumiendo en el proceso productivo. Cada unidad de mercancía fabricada desgasta una fracción de la máquina que la produce. No puede el hombre de empresa fijarse exclusivamente en la duración técnica de la máquina; ha de preocuparse también por el futuro estado del mercado. El cálculo de costos es siempre de índole subjetiva.
Lo más novedoso:
La forma de tratar las valoraciones me ayuda a aclarar mi confusión entre los conceptos de valoración y precio tratados hasta ahora, al explicar que en el acto de valorar sólo cabe ordenar los bienes en una escala de preferencia, no cuantificar a cada bien una magnitud de valor. La conexión de precios, no de valoraciones.
Las ganancias o pérdidas pasadas pueden condicionar la forma de actuar de un empresario, pero no modifican el cálculo de los costos de producción.
La amortización de ciertos factores de producción no puede calcularse únicamente en función de la duración técnica, ha de tener en cuenta la disposición futura del mercado. Esta “imparcialidad” de la base de costos: dependencia de los costos de producción con la futura disposición del mercado nos llevan a determinar la subjetividad, por tanto, del cálculo de costos, al igual que la encontramos en el pasado en la determinación del valor.
Preguntas:
– ¿Existe algún caso en que crea justificada la intervención estatal en la formación de precios?
– El producto vale igual que el conjunto de factores necesarios para su producción, ¿no cree que las personas valoran más un lechazo asado que un corderillo en el campo?
– Si como dice su ejemplo, la humanidad olvidara los precios del pasado, después de ese proceso caro y dilatado en el tiempo que tardaría en recuperarse el buen funcionamiento del proceso mercantil, ¿los precios recuperados serían iguales a los actuales?
RESUMEN.
El mercado es un proceso coherente e indivisible. Nuestra imperfección mental nos obliga a dividirlo en partes y analizar separadamente cada una de ellas.
Los precios de los bienes de orden superior son función de los precios de los bienes de orden primero o inferior, de los bienes de consumo. Estamos ante una conexión de precios, no de valoraciones. No son las valoraciones sino las tasaciones de los bienes de orden primero las que se transfieren a los de orden superior.
El malestar de las personas puede ser paliado porque no todos valoran igual los mismos bienes.
La determinación de los precios está ligada al proceso de mercado. Distingue entre:
1. La valoración directa de los factores de producción que relaciona el valor del producto con el conjunto de los factores complementarios de producción.
2. EL precio de los diversos factores de producción que se forman en el mercado como resultado de las acciones concurrentes de quienes por ellos compiten.
Al valorar sólo se puede ordenar los bienes con arreglo a una escala de preferencias, no podemos atribuir una magnitud de valor. Sólo el mercado, donde cada factor de producción tiene su precio, permite el cálculo económico.
No se puede estudiar el mercado de bienes de consumo dejando fuera de las acciones de los consumidores. Ni estudiar el mercado de bienes de orden superior haciendo caso omiso a la actuación de los empresarios.
La determinación de los precios, en la medida en que se ven afectados los tipos de cambio entre diversas mercancías, no tiene una relación causal directa con los precios pasados.
El proceso económico lo forman continuas y entrelazadas actuaciones tanto de producción como de consumo.
Los precios de ayer le sirven al hombre de punto de partida para tratar comprender el futuro.
Los empresarios son como los mandatarios de los consumidores.
El proceso formativo de los precios es un proceso social. Interacción de todos los miembros de la sociedad. Todos contribuimos al resultado final, esto es, a fijar los precios de mercado, a distribuir los factores de producción entre las diversas necesidades y a determinar la cuota en que cada uno satisfará las suyas.
Muchos factores de producción, de escasez indudable, pueden ser empleados en cometidos variados. Se plantea el problema económico de decidir qué empleo debe darse a dichos factores para que ninguno de ellos sea invertido en satisfacer una necesidad menos acuciante cuando tal uso impide atender otro más urgente.
Los factores de producción que sólo combinados entre sí en cierta proporción pueden emplearse para la producción de varias mercancías, sin permitir ninguna otra utilización, han de considerarse como factores absolutamente específicos.
En el cálculo empresarial se consideran costes las sumas dinerarias precisas para adquirir los factores de producción.
En nuestro mundo no siempre se dan las dos circunstancias siguientes:
1. Todo incremento en la cantidad de factores invertidos en la producción de cierto bien de consumo también aumenta su poder para suprimir el malestar.
2. Todo incremento en la cantidad de un bien de consumo exige un incremento proporcional en la cuantía de los factores de producción invertidos o incluso un aumento más que proporcional a la producción obtenida.
La producción ha de detenerse tan pronto como la utilidad marginal del producido incremento deje de superar la utilidad marginal de los costes supletorios.
No todo incremento en la inversión aumenta proporcionalmente el valor de uso objetivo. Las sucesivas inversiones provocan diferentes efectos.
En el caso de factores indivisibles aprovechados de modo incompleto, al aumentar la producción se reducen los costes medios a no ser que la rebaja sea contrarrestada por un alza de precios de los factores divisibles empleados.
Empresario debe ocuparse siempre de emplear los bienes de capital existentes del mejor modo posible para atender futuras necesidades. No deben desorientarle anteriores fallos.
NOVEDOSO:
La indivisibilidad del mercado.
La participación social en la formación de los precios. Lo que da un peso muy relevante en la formación de precios al consumidor.
Si los factores de producción se llegaran a igualar descontando el interés, a los precios de los bienes de consumo, el mercado se paralizaría.
Como con las valoraciones (subjetivo) se llega a un cálculo económico (precio).
PREGUNTAS:
Si no tenemos en cuenta los precios pasados, ¿Los precios de qué productos exigirían más trabajo para llegar a ellos?
Teniendo en cuenta la existencia de factores indivisibles, ¿es la relación precio-coste medio el que puede ayudar a encontrar la relación más eficiente en las cadenas de producción?
¿Cómo puede evaluar un empresario si ha hecho un
Textos incluidos: La acción humana. Von Mises. Cáp. XVI Sección 3 y 4
Resumen:
El fragmento del texto de von Mises incluye dos postulados que se incluyen en la ley de formación de precios. Por un lado se explica el origen del precio de los bienes superiores, esto es, aquellos que se utilizan para producir los bienes de orden inferior o bienes de consumo. Para ello se plantea que los precios de bienes superiores se forman como una combinación de los precios de orden inferior como se había explicado anteriormente, resalta que son consecuencia de los precios agregados y no de las valoraciones, ya que éstas al ser subjetivas e individuales no permiten establecer un valor determinado. En cualquier caso, es el mercado el que de forma directa e indirecta participa en su formación. De forma directa por el mercado del propio bien superior y de la competencia de los demandantes a la hora de fijar el precio. Estos demandantes utilizarán dicho bien para múltiples fines, y por tanto, se determina de forma indirecta por el precio en el mercado de los diferentes bienes que se producen a partir del bien original.
Se incide en la figura del empresario a la hora de buscar los nichos de mercado que le permitan introducir productos al mercado y obtener beneficio por ello, valiéndose para ello, de la experiencia pasada y por tanto de los precios pasados, haciendo, no obstante una clara advertencia y es que sólo son una referencia pero que en absoluto implican que en el presente o futuro los precios vayan a configurarse del mismo modo. En este punto hace un inciso en el cual advierte a todos los participantes del mercado en que este punto ha de ser tenido en cuenta a la hora de hacer previsiones económicas.
Por otro lado infiere las ideas del State-of-the-art tecnológico y de las preferencias de los consumidores a la hora del establecimiento de precios, siendo dos factores a tener en cuenta dado que un cambio brusco (o disruptivo) en los mismos puede modificar completamente el esquema de precios anterior.
Se realiza una excepción a todo lo anterior expuesto y se trata de aquellos bienes superiores que sólo pueden ser usados para producir un único bien, estableciendo que si ese factor productivo es fundamental en la elaboración del bien/producto de consumo el precio de ese bien será la suma de las materias primas exclusivas dado que no hay oportunidad (o en pequeña proporción) de vencer a la competencia.
En el segundo apartado determina la contabilidad de los costes en el proceso productivo. Por un lado se explica la visión que ha de tener el empresario respecto a la hora de establecer los recursos disponibles. Por un lado se realiza un análisis teórico de las economías de escala, por las cuales el coste de un bien se reduce cuanto mayor es su producción, y las circunscribe a sólo algunos ámbitos y siempre teniendo en cuenta la ley de rendimientos marginales. Del mismo modo establece que una mayor cantidad de recursos utilizada para ejecutar un proyecto no hace que necesariamente el proyecto vaya a ser más valioso para el consumidor.
Durante las últimas páginas se realiza una reflexión acerca de la economía industrial y las diferencias que se encuentra desde el enfoque técnico y el económico por el cual, un bien de producción puede ser útil desde el enfoque técnico pero no desde el económico por no ser capaz de crear rendimientos marginales crecientes. En este punto se abre el debate acerca del tamaño óptimo de las industrias y la diferencia fundamental que se produce con el sector agrario
COMENTARIO AL TEXTO
El texto sin ser muy extenso contiene una grandísima cantidad de argumentos explicativos de la formación de precios. Dado que la profundidad de las ideas resulta enorme para el comentario. Me gustaría resaltar como ideas más interesantes la de la formación de precios como un proceso social, complejo y agregado frente a la visión socialista de ser un proceso disgregado, con menor componente social y que puede ser subdividido. Por otro lado es muy interesante la mención a aquellos factores de producción exclusivos, los cuales fijan de forma implícita el precio del bien de consumo.
Es muy interesante la idea del empresario como un recopilador de experiencia y el necesario uso de su intuición para proyectar los datos históricos al futuro y a partir de ello decidirse a producir uno u otro bien. También la advertencia a los participantes en el mercado de que los precios pasados no indican necesariamente su comportamiento futuro.
Especialmente me ha gustado la idea de la dependencia del nivel tecnológico y de las preferencias de consumo, ya que son factores que si bien no pueden ser directamente controlados, sí pueden ser influenciados por inversiones en desarrollo o marketing.
Finalmente me parece muy acertada la idea del debate de descentralización en la producción, ya que es un debate teórico que seguramente hace pocos años no tenía discusión, ya que se presuponía una mayor eficiencia de las estructuras centralistas pero que en la actualidad está en el debate debido sobre todo a los avances técnicos y a la velocidad del cambio de preferencias de la demanda de los consumidores.
Preguntas al autor
¿ De qué modo se debería enfrentar el hecho de los factores de producción exclusivos cuando se encuentran en manos de un único productor?
En un futuro y viendo la velocidad creciente y acelerada los cambios tecnológicos y de preferencias del consumo ¿Podríamos encontrar que el propio mercado no es capaz de responder a la velocidad que los demandantes requieren creando una gran inestabilidad o descontento en los componentes del mismo?
Desde el punto de vista de la inversión. ¿No deberían ya todos los empresarios de bienes de equipo, commodities y aquellos que requieren de grandísimas factorías plantearse los modelos de gestión local y descentralizada aún siendo ahora menos eficientes económicamente?