Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico y Social, completamos la materia y una larga serie de lecturas con distintas contribuciones en esta área desarrolladas en Argentina. Para eso, los alumnos leen algunos de estos artículos:
- Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»: http://www.hacer.org/pdf/sistema.pdf
- Julio H. Olivera: “La teoría no monetaria de la inflación”: http://www.obela.org/system/files/La%20teoria%20no%20monetaria%20de%20la%20inflacion.pdf
- Diamand, Marcelo: “El péndulo argentino”: https://esepuba.files.wordpress.com/2009/05/diamand.pdf
- Manuel Fernández López; La ciencia económica argentina en el Siglo XX: https://aaep.org.ar/anales/pdf_01/fernandez-lopez.pdf
Por cierto que es una lista incompleta, aunque el trabajo de Fernández López comenta todas las contribuciones en general. Es imposible ver todo lo que podría verse. Es más, falta, por ejemplo, Prebisch quien jugara un rol importante a nivel loca e internacional.
De todas formas se trata de tener una idea general, tanto sea de la inspiración «Smithiana» de Alberdi, tal vez a través de Jean Baptiste Say, como del desarrollo del llamada «estructuralismo» argentino que busca ser una contribución general aunque con un desarrollo y aplicación local, algo que nos hace acordar al historicismo alemán.
Para bien o para mal es una contribución original, de las cuales hay muy poco en la región. Forma parte o se complementa con una visión más general conocida como la «doctrina de la Cepal».
Tal vez la otra gran contribución original proveniente de América Latina sea la desarrollada por Hernando de Soto, Enrique Ghersi, etc, en relación a las investigaciones sobre la economía informal que salen a la luz con la publicación del libro «El otro sendero». Este trabajo llamó la atención a los economistas de todo el mundo sobre un fenómeno existente en todas partes, pero sobre todo en los países más pobres, de una importante actividad económica que se realiza por fuera de los marcos legales y regulatorios formales. Y señaló, también, que los «informales» son y quieren ser emprendedores, quieren integrarse al mercado, no destruirlo.
No clasifico este post como «teoría económica» porque creo que en ambos casos no da para eso, digamos entonces que cae en «política económica».
Juan Bautista Alberdi, Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»:
Resumen:
En este capítulo Alberdi explica que todo gasto público debe efectuarse buscando conservar y fortalecer la constitución, siendo todo dinero público gastado con otros objetos, dinero malgastado. Para esto, los gastos del gobierno deben dirigirse hacia el desarrollo de las provincias, ya que es de donde se obtienen los recursos.
Además de esto, Alberdi divide los gastos en ordinarios y extraordinarios. Los primeros son efectuados por 5 ministerios (hacienda, relaciones exteriores, justicia, guerra y marina, y del interior) para cumplir sus respectivas funciones. Mientras que los extraordinarios son aquellos que se efectúan de forma única y no sostenida, pudiendo estos convertirse en una gran inversión o en un malgasto. Un ejemplo del primero sería la construcción de un puerto o el perfeccionamiento de los existentes, atrayendo más barcos y generando mayor tributación. Otro gasto extraordinario importante de mencionar son los gastos incurridos para la defensa del territorio nacional ante una guerra.
Novedoso o sorprendente:
Un aspecto que llama mi atención es que Alberdi siendo liberal cree que hay gastos extraordinarios que el estado debe realizar. Quizás, sin haber leído a Ronald Coase y con menor tecnología, es difícil de entender cómo los privados lograrían realizar de forma eficiente ciertas funciones. Por ejemplo, quizás la construcción o el perfeccionamiento de los puertos podía ser realizado por una empresa privada dispuesta a percibir cierto porcentaje de la tarifa aduanera que le permitiera obtener beneficios. Si bien, estoy opinando sin conocer los números reales, hay distintas variantes que permitirían que el estado no deba realizar ciertos gastos extraordinarios.
Otro aspecto novedoso es el valor que le da a la religión el autor. Esto no lo hace tanto por una importancia de dios sino más bien para moldear cierta conducta en los individuos, diciendo incluso que la religión cristiana era el remedio para el país. Esto quizás choca con su conocida opinión sobre la libertad de culto e incluso con los principios liberales. Más allá de esto, se puede relacionar con lo que decía Douglas North, las ideologías (y por lo tanto también la conducta de los individuos ante los distintos sucesos) son un determinante del progreso económico.
Tres preguntas:
1) A día de hoy ¿Continúa siendo la religión cristiana un pilar fundamental para la salvación del país?
2) ¿Qué opinión tiene sobre la co-participación?
3) ¿La pandemia justifica los gastos extraordinarios realizados por el gobierno?
RESUMEN
Julio H. G. Olivera en “La Teoría No Monetaria de la Inflación” explica que los fenómenos inflacionarios pueden ser causados por desajustes económicos de carácter no monetario. En primer lugar, debemos definir el concepto de inflación que básicamente consiste en el deterioro del valor del dinero. A través del paper complementado con cocimiento macroeconómico podemos distinguir dos teorías sobre inflación. En estas encontramos al estructuralismo y al monetarismo. En el primero encontramos a la inflación causada por variaciones en la demanda de bienes. Al subir la demanda de un producto veremos un aumento de su precio. Sin embargo, Olivera destaca que este incremento en el precio será mayor frente a una menor elasticidad de las funciones de demanda y oferta. Como suben los precios, las empresas exigirán mayor crédito por lo que resultará en una expansión de la oferta monetaria Por esta razón, el estructuralismo atribuye la inflación a un desplazamiento del equilibrio general del mercado. En la segunda teoría nos encontramos con el monetarismo. Esta deriva que toda causa de inflación es víctima de desequilibrios monetarios. Vemos como una expansión de la oferta monetaria motiva el alza de los precios.
NOVEDOSO
Si bien puede parecer algo obvio, ambas teorías tienen como factor común que si hay alguna variación en los precios va a ver una variación en la oferta monetaria. Lo que las diferencian son las causas de estas. Por un lado, encontramos en el estructuralismo a la política monetaria como un factor endógeno a la suba de precios mientras que en el monetarismo toma una política activa. Otro punto que me resultó fascinante fue el rol que juegan los mercados en el estructuralismo. Vemos como en el extremo de competencia perfecta frente a una elasticidad infinita no hay variaciones en los precios por ende no hay inflación. De esto podemos concluir que la inflación es una imagen de que grado de imperfección maneja el mercado. Por esta razón, se debería analizar estas imperfecciones y reducirlas al mínimo para poder así controlar la inflación.
PREGUNTAS
¿En la realidad que teoría es más relevante para estudiar la inflación?
Si la inflación es casusa de la imperfección de los mercados. ¿El estado interviniendo en el no genera más problemas?
¿Se podría justificar su intervención cuando existen fallas de mercados?
Olivera, J. (1960). La Teoría no monetaria de la inflación.
Resumen
En el texto, Olivera se propone explicar al lector la naturaleza de la teoría estructuralista de la inflación y como esta difiere de la monetaria. Comienza su explicación denotando la principal diferencia entre la teoría a explicar y la monetaria, y esta se desenvuelve en el ámbito de la economía en la que cada teoría fija la principal atención. A diferencia de las explicaciones monetarias, que se fundan en el estudio de las consecuencias de los trastornos en las variables nominales, el estructuralismo se concentra en los efectos de las variables reales por sobre el nivel de precios. De esta manera, la explicación no monetaria de la inflación se origina a través de la idea de que la tendencia del valor del dinero depende de las circunstancias reales que determinan los precios relativos. Esto deriva en que, para los estructuralistas, la inflación se determina endógenamente en el modelo de equilibrio real, mientras que para los monetaristas se daba de manera enteramente exógena. Olivera explica que como el equilibrio real esta dado por la relación entre la oferta y demanda, los argumentos estructuralistas se basan en los trastornos entre estas dos fuerzas para tomar conclusiones acerca del nivel de precios. Posteriormente, el autor desarrolla las condiciones necesarias y suficientes para que sean verdaderos los argumentos estructuralistas, entre estas se encuentran el hecho de que la elasticidad de la oferta sea finita a los cambios en los precios relativos y el hecho de que los precios en dinero sean menos flexibles a la baja que a la suba.
Sorprendente
En mi caso, lo que más me sorprende es, como la teoría estructuralista no recibió la correcta formalización que recibe en este texto previamente. Digo esto porque no son modernas las explicaciones a la inflación que fijan la importancia en los aspectos reales. Los trastornos en la demanda y oferta agregadas fueron desde antaño los principales argumentos que explicaban la inflación y fue, justamente, esta la causa del alza del monetarismo como ideología decisivamente contraria a esta, dispuesta a demostrar lo que ellos entendían como los danos a largo plazo de las explicaciones de la inflación no fundadas en base a la teoría cuantitativa del dinero.
1. ¿Cómo le respondería Olivera al argumento de un monetarista que explica que, al ser la inflación un fenómeno que actúa sobre el sistema de precios en su totalidad y de manera consistente en el tiempo, no puede darse que este fenómeno sea explicado por trastornos transitorios en variables reales, sino que la única posible explicación es el sostenido y sistemático aumento del volumen de dinero circulante?
2. ¿Para los estructuralistas la inflación es siempre explicada por variables reales o en ocasiones la atribuyen a efectos monetarios?
3. ¿Se darían cambios en el nivel de precios por trastornos en las variables reales en una economía bajo el supuesto de competencia perfecta?
Texto: Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»
Resumen.
Alberdi en este fragmento de obra hace un análisis del gasto público de Argentina, estableciendo que, según la Constitución, este se compone de todo lo que cuesta el “construir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad”, es decir, lo que cuesta conservar su constitución y hacer cumplir los objetivos establecidos en el preámbulo.
El autor hace una primera distinción entre los gastos nacionales y provinciales, y entiende que el gasto general es excepcional y limitado y se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución. También entiende que cada provincia tiene la organización independiente de su propio gasto el cual debe administrar acertadamente.
Luego, Alberdi hace una segunda clasificación del gasto, en donde este se divide en ordinarios y extraordinarios según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto a principio de cada año.
Por último, el autor clasifica y divide los gastos ordinarios de nuestro país en ministerios:
ministerio del interior, relaciones exteriores, ministerio de hacienda, ministerio de justicia, culto e instrucción y ministerio de guerra y marina.
Novedoso.
Me pareció interesante la idea que porpone al final de su texto, en donde menciona a Montesquieu y su idea de un gobierno de libertad siendo el mas caro de todos, ya que debe proporcionar todos los mecanismos necesarios para lograr esta libertad. Entender que el rol del gato público y del gobierno ya no es como era antes, durante la época de las colonias en donde el Estado era una suerte de “amo”, sino que ahora la diferencia radica en que estos sirven a los ciudadanos.
También me resultó novedosa la idea de que todo el dinero del Tesoro Nacional tiene un fin santo y supremo, por lo tanto cualquier persona ya sea el gobierno mismo o un ciudadano más, comete un crimen al distraerse de su buena administración.
Preguntas.
1. ¿cuáles cree usted que deberían ser los mecanismos de control político que deberían ser utilizados con el fin de que se cumplan los fines últimos del gasto público según lo estipulado en la Constitución?
2. ¿por qué cree usted que hoy en dia la cantidad de ministerios se agrandó considerablemente? ¿considera que esto es un buen curso de acción?
3. ¿cree usted que hoy en día debería asignarsele una parte de los recursos estatales a una sola religión en particular, teniendo en cuenta que es un estado laico?
Resumen
En el capítulo VII “Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina” Alberdi explica el gasto público en general considerando sus objetivos y clasificaciones según la constitución. Entendiendo que todo gasto que no se encuentre estipulado dentro de la constitución es dinero que se malgasta, por ejemplo, considera que una parte importante para bajar el gasto es economizando en emplear poco a quienes tienen la habilidad necesaria para ejercer roles dentro del gobierno.
El gasto público puede dividirse entre provincia y nación. A su vez los generales se dividen entre ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios son los gastos que lleva la administración y se divide en 5 ministerios (interior, relaciones exteriores, justicia, culto e insurrección, hacienda y guerra y marina); mientras que los extraordinarios son los fondos que se destinan a obras públicas. Estos últimos si se utilizan de manera adecuada pueden llegar a ser productivos, generando un efecto de aumento del tesoro.
Lo más importante
Me parece importante mencionar que Alberdi considera a la iglesia católica como pilar fundamental en la vida de los argentinos, teniendo en cuenta que la religión tendría que ser aprendida desde la infancia y esta estaría implicada en la constitución. Además de ser extranjeros quienes la implementen, ya que cuentan con más herramientas para hacerlo. A su vez como se destinan los fondos para mantener a la iglesia católica en pie, designando parte del gasto público para ministros de la iglesia, fondos para repararlas, entre otras.
Por otro lado, explica cuáles son los gastos de cada ministerio. Empezando por el ministerio del interior, en donde es necesario que para que haya un bienestar general y paz interior se consolide la unión nacional. Mientras que el ministerio de relaciones exteriores es el encargado de general buenas relaciones con las naciones extranjeras. Siguiendo por el ministerio de justicia, culto e insurrección que se encarga de los sueldos de los empleados públicos, la administración de la justicia y el sostenimiento del culto nacional. El ministerio de hacienda tiene como principal objetivo la recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro. Por último, el ministerio de guerra y marina costea la defensa común para afianzar la paz interior y consolidar la unión nacional.
Preguntas
1. ¿Cómo consideraría que se están asignando las obras publicas en la actualidad, y como esto afectaría al tesoro nacional? ¿De qué manera afecta que se estén incrementando el número de empleados públicos en los últimos años? ¿Tendrían los ministerios el deber de reducir sus gastos para contrarrestar lo anteriormente mencionado?
2. Comparando la época en la que se escribió el texto con la actualidad ¿aumento o disminuyo el dinero malgastado? ¿Existe un cambio en la redistribución de los gastos generales?
3. ¿Considera que ha cambiado la mirada sobre la iglesia católica? ¿Podría llegar a considerar el no destinar más fondos a la misma para reducir el gasto público?
La teoría no monetaria de la inflación.
En el texto “La teoría no monetaria de la inflación” de Julio Olivera, el autor explora la existencia de mecanismos no monetarios que operan con fuerza propia sobre el nivel de precio, en contraposición con la teoría monetaria clásica. Esta teoría se basa en que el valor del dinero depende sustancialmente de las circunstancias reales que determinan los precios relativos. En el campo real se determinan las razones de valor o precios relativos de los bienes. En el campo monetario, el nivel de los precios en dinero o precios absoluto. Esto sin ignorar que la inflación es en sí un fenómeno monetario, al hablar de teorías monetarias y no monetarias de la inflación aludimos no a la naturaleza del fenómeno, sino a las causas que lo producen. Según este modelo, el nivel de precios está regulado por una clase de bienes claves, la relación de cambio entre dinero y estos bienes da la condición de equilibrio. Este es el modelo de la inflación de costos, donde la traslación del aumento de salarios a los precios de los productos se funda sobre la estabilidad del salario real al nivel de la productividad física marginal del trabajo. A diferencia de la teoría monetaria, esta busca la estructura y composición de la oferta y la demanda, no solo su volumen global.
PREGUNTAS
Si el movimiento de precios fuera simétrico¿La inflación sería un problema?
Si los precios en dinero son inflexibles en sentido ascendente, el ajuste de los precios relativos tiende a redundar en deflación ¿Por qué no funciona en Argentina ?
En la economía capitalista contemporánea, todo cambio en las condiciones marginales de sustitución entre bienes tiende a producir un alza del nivel general de los precios; ¿En otro tipo de economías sería diferente?
En realidad los procesos de inflation tienen cierto carácter híbrido. Las presiones no monetarias sobre el nivel de precios suelen existir, en alguna medida, también en los procesos de inflación de origen fundamentalmente monetario, y viceversa. ¿Cuál sería un abordaje “híbrido” para tratar la inflación de Argentina?
IDEAS
Resulta difícil que, ante un alza de precios impulsada por fenómenos «reales», la respuesta de la autoridad monetaria consista en proveer exactamente la cantidad indispensable de medios de pago: aunque se proponga esta línea de conducta, no hay ninguna manera práctica de calcular esa cantidad con precisión.
Todo esto explica por que, en la práctica, los distintos tipos de inflación suelen presentarse combinados o arracimados, más bien que dispersos. También sugiere la posibilidad de efectos cumulativos, por la acción recíproca de presiones monetarias y reales sobre los precios de los bienes.
El impulso inflacionista proviene de una alteración en las condiciones que determinan los precios relativos y de la consiguiente tendencia a la variación de estos últimos.
El modelo de la inflación no monetaria reviste interés, no solo para los casos en que las alzas de precios obedece primariamente a causas reales, sino para la orientación general de la actividad del Estado en materia de estabilización de precios; y, en particular, para la política monetaria.
BONUS
RESUMEN
En el texto “La ciencia económica del siglo XX” de Manuel Fernandez Lopez , el autor explora cómo se fue modificando la academia económica a lo largo del siglo XX en Argentina. Empezando en el 1900 con una intensa expansión económica, apuntalado por una política económica ortodoxa, aun sin una facultad de Cs.Económicas propia. Donde se formaban los estadistas en esa época era la facultad de derecho, que preferían ideas de cohesión de clase e intervención estatal. Esto llevó a la disyuntiva de si las personas ocupadas de las decisiones económicas podían prescindir de herramientas como estadística, matemática y contabilidad; que concluyó en la creación de la economía pura o neoclásica. El neoclasicismo, al dar primacía al mercado como asignador de recursos, y su interés por equilibrios y soluciones óptimas y determinadas, consideraba factores exógenos a la estructura del poder al Estado y a las instituciones, a la vez cauce y contención del conflicto social. Desarrollándose así, una variable institucionalista,considerando endógenos los factores que los neoclásicos consideraba datos. Pero esos datos debían ser procesados y analizados, lo que tuvo una respuesta feliz en la creación de una cátedra de Estadística.
Prebisch fue uno de los autores claves para la transición de la ortodoxia al keynesianismo. El inicio de la segunda guerra mundial llevó a pronosticar una contracción del comercio transatlántico. La caída esperada en las exportaciones permitía predecir, en virtud del “multiplicador” una baja en la actividad local y en la capacidad de importación.
Se hizo fuerte, como interpretación del desarrollo económico, la dicotomía centro-periferia para designar por centro a países de mayor desarrollo económico y por periferia a los subdesarrollados. Julio H. G. Olivera recuperaría en la UBA la economía matemática, la dinámica económica y la investigación científica.
La ciencia económica argentina es fruto del siglo XX. De apenas existir en 1914, en 1983, en cambio, los trabajos de argentinos – Prebisch, Olivera, Popescu, Diz, Mantel, Sidrauski, Ferrer, Braun, Calvo, Elías y otros- estaban incorporados de modo permanente en los textos especializados
IDEAS
No había ninguna institución universitaria dedicada a las ciencias económicas, ni carrera de Economía ni revistas especializadas en temas económicos.
Olivera presentó en la Asociación de Economía Política la conferencia Teoría no monetaria de la inflación ,que dio el marco en que se desarrolló el enfoque estructuralista de la inflación.
Debe el poder público actuar para prevenir y corregir deficiencias y excesos de la libre iniciativa privada, y asistir y promover ciertas actividades, para hacerlas más eficientes o hacerlas surgir donde no existen. Coincido con lo primero, pero que surjan actividades no hay mercado para ellas me resulta, simplemente, fútil.
PREGUNTAS
En el texto se utiliza el término neoliberalismo ¿Hay una definición formal del mismo, o es una forma de referirse a los liberales monetaristas?
¿Cree que en la Argentina de hoy se puede aplicar un plan económico que de resultados superavitarios? ¿Qué cambios estructurales se deben realizar?
¿Considera que Argentina de principios del S XXI está en decadencia? Si es así, para usted ¿Cuándo comenzó tal decadencia?
Resumen.
Esta articulo habla sobre los objetos del gasto público según la constitución argentina, cuenta que esta determina que cada provincia tiene a cargo el gasto de su gobierno local. Define al gasto como local o provincial y al gasto general como extraordinario y ordinario. Los gastos ordinarios se clasifican en: Gastos del servicio o ministerio del interior; Gastos del servicio de las relaciones exteriores; Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; Gastos del ministerio de guerra y marina. De la misma manera entran los gastos extraordinarios, según que se refieran a cualquiera de estos cinco departamentos la empresa.
Cierra el articulo analizando los gastos extraordinarios, que deben ser los utilizados en obras públicas, compras de territorios, etc.
Novedoso
Me parecio interesante lo que plantea Alberdi en base a el gasto público y su objetivo principal. Este dice que su objetivo es la union nacional, la integridad del pueblo, la paz. La demagogia no se debe utilizar en estos planteos, es decir, las políticas económicas deben ser realizadas en torno a una prosperidad que otorgue paz e integridad a la nación y sus provincias.
También, me parecio novedosa el rol que le da Alberdi al catolicismo. Piensa que para evolucionar y que las proximas generaciones no carezcan de conomiciento y culto, hay que promover el catolicismo en las escuelas.
Preguntas
1. Que politicas economicas implementaría para que el gobierno no gaste mas de lo que le entra como ingresos?
2. Que politicas implementaría para que el gobierno no gaste solamente del ingreso de los ciudadanos, es decir, habria que hacer una reforma impositiva?
3. Por qué considera que el catolicismo hace mejorar las aptitudes de las personas?
En este capítulo, Alberdi, nos habla sobre el gasto público de la nación, particularmente de los objetos de este. El autor comenta que el gasto está compuesto por el costo que valdría promover la unión nacional, proveer a la defensa común, la justicia, la paz interior, el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad. Alberdi aclara, que el dinero público que se gaste con otro objetivo, es dinero malversado. El autor indica que tanto el gobierno que mal-invierte el dinero público como al ciudadano que no cumple con la contribución que le impone la ley, son acciones calificadas como «criminales». Alberdi separa a los gastos en nacionales y provinciales, y en ordinarios y extraordinarios, y aclara que gastos particularmente debe llevar a cabo cada Ministerio. Según el autor, el gasto público general debe ocurrir en pocas ocasiones y debe estar limitado. También debe ser entendido como una delegación que las provincias conceden al Estado. El autor también plantea que lo ideal sería que los empleados públicos sean los menos posibles, y al mismo tiempo los más hábiles. Alberdi también comenta al final del capítulo que no todo el gasto público es hecho por las manos del gobierno, sino que también está dado por el gasto que los individuos hacen directamente. El autor comenta que esta actitud es vista en las sociedades más libres y prosperas, y no en las educadas con servidumbre.
Me pareció sorprendente el delicado cuidado que plantea Alberdi acerca del gasto público, y como se preocupa por cualidades fundamentales como la paz, la justicia y la libertad, y no por otras cualidades como la igualdad o la redistribución de la riqueza. También me pareció interesante el énfasis que hace en considerar como criminal a todo el gasto público que no tenga como objetivo a los mencionados previamente, y como intenta que el estado sea lo más eficiente posible para minimizar el costo que tiene para los individuos. También me intereso como limita los gastos que se podrían hacer para el beneficio personal de los gobernantes, y como hace énfasis en cualidades más generales para el resto de los habitantes y no para unos pocos.
¿Cómo se puede saber si realmente se gastó el dinero con el objetivo de promover todas las cualidades mencionadas previamente y no se gastó por interés propio de los gobernantes para hacer crecer su poder? ¿Qué sanciones promovería en caso de que se pruebe una mal-inversión por parte de los gobernantes?
¿Cómo limitaría o evitaría totalmente la malversación del gasto? ¿Qué medidas tomaría?
¿Qué opina Alberdi del gasto que están haciendo algunos gobiernos para el desarrollo de la vacuna del Covid-19?
Resumen:
El texto “La teoría no monetaria de la inflación” de Julio H. Olivera explica la existencia de una interpretación para la inflación que considera igualmente poderosa y relevante que la visión tradicional de que la inflación es pura y exclusivamente un fenómeno monetario. Según el autor, el impulso inflacionista proviene de una alteración en las condiciones que determinan los precios relativos y de la consiguiente tendencia a la variación de estos últimos. De esta manera, la inflación puede ocurrir sin aumentos de la cantidad de dinero sino cuando ocurre un cambio en la dirección de la demanda y existen precios rígidos. Además, aclara que este impulso puede provenir de cambios en las preferencias, alteraciones en la cantidad de personas de una población y en la composición de la demanda de bienes. En el caso de aquellos cuya demanda aumenta, el efecto será mayor sobre precios que sobre cantidades (más inflación que aumento de oferta) cuanto más inelástica sean las funciones de demanda y de oferta.
Interesante/Novedoso:
Un tema interesante que llamó mi atención fue ver, mediante un ejemplo histórico, la teoría no monetaria de la inflación propuesta por Olivera. Tomando el caso de la crisis del petróleo de 1973, es claro que esta crisis internacional, la cual generó un aumento de la inflación, no fue causada por un cambio en la cantidad del dinero; sino que fue causa de la decisión de varios países del golfo pérsico de no exportar petróleo a países occidentales. Esta medida tuvo un impacto negativo en gran parte del mundo, provocando un incremento de los precios del petróleo y en consecuencia un fuerte aumento de la inflación. Otros de los efectos de esta crisis fueron el aumento del desempleo y un bajo crecimiento económico. De esta manera, se encuentra un caso global en el que la teoría no monetaria de la inflación de Olivera se verifica.
Preguntas:
Dado que la inflación de la Argentina en los últimos años ha sido multimillonaria, qué porcentaje/papel cree que le corresponde a la parte monetaria y qué porcentaje/papel le corresponde a la parte no monetaria?
¿Qué teoría sería la correcta para ayudar a la Argentina a bajar la inflación?
¿Cuál es ese “cambio en las circunstancias” al que se refiere el autor?
Guía de lectura 14: La Teoría No Monetaria de la Inflación.
Santiago Javier Brusco
Objetivos
La idea de la guía de lectura consta de tres partes: un resumen acerca del texto en cuestión (J. H. Olivera: La Teoría No Monetaria de la Inflación), ideas que haya encontrado novedosas o sorprendentes, y finalmente tres preguntas que le haría al autor.
Resumen
En este trabajo, Julio Olivera intenta explicar que la inflación no es únicamente un fenómeno monetario, y que tiene mas de una explicación. Olivera propone que la inflación se puede dar sin un aumento en la cantidad de dinero, sino que puede acelerarse la inflación, por ejemplo, si cambia repentinamente la demanda de dos bienes. Olivera explica que es imposible que se dé una deflación de precios, mientras explica que un cambio en los precios relativos puede producir un alza general en el nivel de precios. Analizando el ejemplo que Olivera propone, donde hay tres bienes y cada uno tiene su precio, y las preferencias son monótonas; no entiende que es imposible que cambie el precio relativo de un bien, sin que antes haya crecido la cantidad de dinero que hay en una economía. Si no, ¿de dónde se podrá pagar ese aumento?
Ideas sorprendentes o novedosas
Me resulta sorprendente que un economista de la altura de Olivera, no pueda distinguir entre un cambio en los precios relativos, y un aumento generalizado del nivel de precios. Es inevitable que, si crece la cantidad de dinero, se reduce el poder de compra de cada individuo. Puede ocurrir que algunos precios suban repentinamente por cambios en la demanda, pero si seguimos los supuestos de Olivera y decimos que los otros precios no pueden bajar en el corto plazo; entonces estaríamos ante un clásico caso de un aumento en el nivel general de precios, o traducido: inflación.
Tres preguntas al autor
Si divido la misma cantidad de bienes, en ahora más unidades monetarias, ¿qué ocurre con las cantidades que cada persona puede consumir?
¿Qué cree que pasaría si se emitiera dinero sin límite alguno?
¿Qué opina acerca de las conocidas burbujas financieras, y su relación con los bancos centrales a lo largo del mundo? Véase: Bitcoin.
RESUMEN
La Ciencia Económica Argentina en el Siglo XX por Manuel Fernández López habla sobre el desarrollo de esta disciplina en el país y menciona cuales fueron los factores que impulsaron su crecimiento. Según el autor, el mayor avance de la Economía en la Argentina fue en el siglo XX junto a las transformaciones que se estaban viviendo no solo a nivel local sino también mundialmente. En los comienzos del siglo Argentina estaba atravesando una gran expansión económica como exportador de materia prima y no había aún ninguna institución universitaria dedicada a las ciencias económicas para acompañar este crecimiento nacional, la única formación provenía de la cátedra de Economía Política dictada en Facultad de Derecho de la UBA. Sin embargo, en 1910 se fundó el Instituto de Altos Estudios Comerciales, con una licenciatura en economía, que tres años más tarde se convertiría en la Facultad de Ciencias Económicas, dentro de la UBA. Otro evento que influyo en el pensamiento económico argentino fue el censo nacional de 1914, fundamental para la recolección de datos que ayudarían a cuantificar el progreso y la situación de los argentinos; Bunge fue uno de los economistas que analizo los datos del censo para medir el costo de vida en la Capital Federal y luego en 1918 fundó la Revista de Economía Argentina donde publicaría más de sus trabajos. En cuanto a las corrientes de pensamiento, el neoclasicismo, que veía al mercado como asignador de recursos y consideraba al Estado y las instituciones como factores exógenos, no logró asentarse en Argentina. En cambio, se desarrolló la Economía institucionalista que defendía la intervención estatal en la economía para resolver las fallas del mercado y proponía un modo de organización industrial cooperativo. Luego en los años 30 llegaron las ideas keynesianas y la nueva tendencia mundial del Estado benefactor que influenciarían a las autoridades a la hora de formular políticas; en esta década surgieron más instituciones para afrontar los nuevos problemas económicos, dentro de estas el Banco Central fue la más notable, cuyo gerente Raúl Prebisch fue uno de los economistas argentinos más importantes. Prebisch reclamó por la falta de economistas y propuso separar las carreras de contador, actuario y economista, reformar los planes de estudio y brindar la posibilidad a estudiantes y egresados de perfeccionarse en el extranjero. Además, la llegada de profesores europeos emigrados a mediados y fines de siglo significó el arribo de nuevos conceptos que estimularon el progreso de la ciencia económica. Por último, la creación de nuevos centros de investigación y docencia tanto públicos como privados, que en poco tiempo serían de alta categoría, causó un gran avance para la Economía y un aumento en la demanda de economistas.
NOVEDOSO
Este texto permite conocer brevemente la historia del pensamiento económico argentino para entender también la realidad que vive esta disciplina en el país hoy en día. Es interesante ver como distintos acontecimientos sociales y políticos, tanto locales como mundiales, moldearon las ideas de los economistas y trazaron el camino de su crecimiento. Creo que, además de enseñar la evolución de la Ciencia Económica en el país, este texto también muestra como los debates entre los economistas del Siglo XX continúan siendo discutidos actualmente; por ejemplo la disyuntiva entre el Estado o el mercado como regulador de la economía, aunque en Argentina hubo siempre una mayor tendencia al intervencionismo, hay todavía un gran desacuerdo sobre el rol del Estado. Otro tema controversial es el de la industrialización, luego de dos guerras mundiales la Argentina comprendió que tenía una dependencia económica respecto del extranjero y necesitaba desarrollar la industria local para compensar la falta de insumos y bienes importados, la cuestión era de qué manera lograrlo. Algunos economistas abogaron por el proteccionismo, argumentando que la suba de impuestos a las importaciones aumentaría la competitividad de la industria local; mientras que otros creían exactamente lo opuesto y buscaron fomentar las ideas del libre mercado como solución al desarrollo. Estos problemas, entre otros como la inflación constante, el comercio internacional y la distribución del ingreso, fueron mutando a través de los años, aunque en esencia siguen siendo los mismos a nivel teórico; pero gracias a todas las transformaciones que vivió la Ciencia Económica en el país, cada vez se llevaron a cabo más investigaciones por parte de distintas organizaciones y se encontraron nuevas formas de pensar que contribuirían a la evolución de esta disciplina en Argentina.
PREGUNTAS
¿Qué cambios todavía hacen falta en el país para aumentar el progreso de esta ciencia?
¿Cuál es la razón de que la Economía haya tardado tanto en establecerse en la Argentina mientras que otras disciplinas, como el Derecho, tuvieron un desarrollo y popularidad más temprano?
¿Cómo cree que influyó la cultura de los argentinos en esta disciplina?
“La ciencia económica argentina en el siglo XX” – Manuel Fernández López
Resumen:
Manuel Fernández López en “La ciencia económica argentina en el siglo XX” busca probar que la ciencia económica de la Argentina es fruto del siglo XX a través de un recorrido histórico de los distintos aportes y figuras importantes tomando en cuenta el plan de estudios en la carrera de economía en cada época.
Habiendo iniciado el siglo XX en plena expansión económica fruto de políticas ortodoxas, Argentina venía encaminada a lo que hubiese parecido un siglo de expansión. En ese contexto, a lo largo de las décadas fueron llegaron las distintas ideas económicas del exterior como el Keynesianismo, el socialismo, el estructuralismo y el monetarismo que fueron moldeando el pensamiento económico. Figuras importantes como Prebisch, Olivera, Figuerola, Juan B Justo y Alberdi resultaron centrales en la teoría, el pensamiento y la política económica.
Al mismo tiempo, el autor realiza un paralelo entre los contenidos dictados por la universidad y los distintos aportes de los autores en el contexto de las nuevas escuelas de pensamiento económico que fueron surgiendo en el siglo XX. Además, destaca que recién en la década de 1960 la carrera de economía como la conocemos hoy fue aprobada.
Aspectos novedosos/sorprendentes:
En primer lugar, resulta destacable cómo los distintos eventos de la historia tienen su correlato con lo que sucedía en el ámbito académico y los contenidos dictados en la universidad. Por lo tanto, refuerza la tesis de Milton y Rose Friedman: la opinión intelectual evidentemente incide en la política económica. La manera en la que se concibe a la economía y el rol que debería cumplir conlleva en políticas económicas que intentan llegar a esos objetivos.
En ese sentido, las disputas entre las distintas escuelas de pensamiento también se dio en Argentina. Al estudiar el debate desde la perspectiva de los autores, en su mayoría estadounidenses o británicos, resulta fácil olvidarse de que en Argentina se estaban discutiendo esos mismos textos y se implementaban las políticas económicas lo mejor posible con los conocimientos que había disponibles. De hecho, se ha llegado a teorías propias latinoamericanas como lo es el estructuralismo que busca competir en el debate de ideas con teorías como el monetarismo.
Por otra parte, una figura que tuvo quizás el mayor impacto en lo que refiere a las políticas económicas del siglo XX y la conformación de la carrera de economía en la UBA es Raúl Prébisch, quien también llegó a tener un rol fundamental en la CEPAL.
Preguntas:
– ¿Qué sucederá en el siglo XXI con la posición de Argentina en el debate de ideas del pensamiento económico? ¿Considera que implementará nuevas propuestas que vayan surgiendo de nuevas escuelas o se aferrará a las políticas populistas predominantes?
– ¿Qué aportes económicos argentinos de la actualidad destaca?
– ¿Qué actualizaciones deberían hacerse a la carrera de economía en Argentina? ¿Cree que el programa está desactualizado?
“La teoría no monetaria de la inflación” – Olivera
Resumen
En este paper, Julio H. G. Olivera sostiene que la inflación no es un fenómeno monetario en cuanto a que las causas del alza en el sistema de precios corresponde a causas no monetarias. En el contexto de mercados imperfectos, todo cambio en las condiciones marginales de sustitución entre bienes tiende a producir un alza del nivel general de los precios y este efecto será mayor cuanto más imperfecto fuese el mercado. Asimismo, afirma que la inflación es una condición necesaria para el desarrollo debido a que trae consigo cambios en las condiciones marginales de sustitución entre diversos grupos e bienes, tanto más amplio cuento más intensa sea la tasa de expansión. Por lo tanto, indica la necesidad de distinguir entre las presiones no monetarias inducidas por factores de inflación de demanda o de costos y aquellas autónomas.
Aspectos novedosos/sorprendentes:
Me resulta novedoso leer un punto de vista tan opuesto al de Friedman y que sigue teniendo impacto en la realidad. La sola propuesta de demostrar que la inflación no es un fenómeno monetario es llamativa. Dado que la ecuación cuantitativa no se puede modificar siendo una identidad contable, sí se puede realizar una teoría a partir de ella añadiendo supuestos de comportamiento. Mientras que el monetarismo supone que la mayor oferta monetaria es lo que genera un alza en el nivel de precios, el estructuralismo establece que la relación es inversa: la expansión monetaria es consecuencia y no causa de la inflación. Por lo tanto, demuestra que a una misma problemática se la puede mirar desde perspectivas opuestas.
Por otra parte, es interesante el planteo que realizan de que el desarrollo económico viene aparejado con inflación y resulta hasta políticamente conveniente en el discurso “tenemos inflación, pero porque estamos creciendo”. La tasa de inflación no monetaria estaría asociada con el grado y la velocidad del desarrollo económico. Además, sería paradójico pensar que tan solo algunos países latinoamericanos tienen inflación no monetaria porque, de estar verdaderamente asociada al desarrollo y si algunas potencias mundiales como Estados Unidos tuvieran inflación no monetaria, entonces los países desarrollados tendrían una enorme inflación solo por causa del desarrollo.
Preguntas:
– ¿Por qué se trata de un fenómeno presente en países latinoamericanos y no en el resto del mundo?
– ¿Qué bienes considera que tienen una baja elasticidad de oferta a los precios relativos?
– ¿Qué características institucionales y sociales hacen a la imperfección de un mercado?
Juan Bautista Alberdi: Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»
Resumen
En este capítulo Juan Bautista Alberdi clasifica y desarrolla la asignación del gasto público según la Constitución Argentina de aquel momento.
En primer lugar, los gastos del ministerio del interior busca “la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general, que son los objetos de la Constitución más inmediatamente colocados a su cargo”. En segundo lugar, los gastos del servicio de las relaciones exteriores apunta a estimular la inmigración europea. En tercer lugar, los gastos del ser ocio en el ministerio de hacienda que administra la recaudación del tesoro, redistribuye sueldos a los pocos y efectivos empleados estatales y pagar los intereses, dividendos y amortizaciones de la deuda pública. En cuarto lugar, los gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción que sostienen el culto nacional, el pago a las instituciones educativas y los establecimientos dedicados a la justicia. En quinto lugar, los gastos del ministerio de guerra y marina que se componen de lo que cuesta proveer a la defensa común, radicar la unión nacional y consolidar la paz interior, por el sostenimiento de fuerzas materiales al servicio del poder encargado de hacer efectivos esos fines de la Constitución.
Aspectos novedosos/sorprendentes:
En primer lugar, este capítulo deja en evidencia lo distinto que es el actual destino del gasto público en argentina y la tergiversación del concepto de “gasto público” tanto en el discurso como en la política pública. Alberdi, con una mirada similar a la de Adam Smith, asegura que la recaudación deberá utilizarse para gastos del interior del país, estimular la inmigración europea, mantener la justicia, la iglesia y el sistema educativo y, finalmente, el ministerio de guerra. Una frase destacable es “El buen servicio no depende del número de sirvientes, sino de su capacidad” y resulta una lección fundamental para la economía argentina actual. Por otro lado, señala “¿Quién busca la guerra? El que la necesita como industria”, una frase que puede explicar una buena parte de la década de 1940-1950 y la sustitución por importaciones en los planes quinquenales para fomentar una fuerte industria nacional en los distintos gobiernos peronistas.
Por otro lado, me llamó la atención su defensa al sostenimiento, por parte del Estado, del culto católico apostólico romano si él mismo señala que “el gobierno como persona colectiva, moral y abstracta no puede tener creencia religiosa” y si “el gobierno no ha sido instituido para la salvación de las almas”. No obstante, se justifica con que el mantenimiento de la iglesia puede ser fructífera en términos políticos y sociales al generar este “orgullo y sentimiento exagerado de suficiencia”. Asimismo, afirma que “la religión cristiana es el único medicamento que puede curar a la Argentina de aquel achaque en que vuelve a parar gran parte de las causas de su malestar político y moral”. Entonces, según Alberdi, el gobierno tendría la potestad de actuar en la moralidad de los individuos de la sociedad e introducir educación católica en los incipientes colegios de la época y no cree que traiga aparejada una pérdida de libertad y, de hecho, destina los siguientes párrafos de la sección a criticar los abusos de poder en la enseñanza.
Preguntas:
– ¿Por qué debería sostenerse un culto, en este caso el católico apostólico romano como instrumento político? ¿No es peligrosos cómo hermanita política en manos incorrectas? ¿No se estarían destinando los impuestos de todos los individuos de la sociedad a mantener un culto en que solo parte de ella pertenece? ¿Dónde está la libertad en eso? ¿Por qué casi dos siglos después sigue destinándose dinero a sostener una religión?
– ¿Cree que a lo largo del siglo XX se ha traslado la necesidad de pertenecer a un culto religioso a formar un nacionalismo pronunciado?
– Señala los posibles beneficios que traen aparejados ciertos gastos extraordinarios. Sin embargo, existe un límite entre gastos que favorecen el bienestar general y la mala administración de la recaudación. ¿Cuál debe ser el rol del Estado en el contexto de una pandemia?
“El péndulo argentino: ¿hasta cuándo?” – Marcelo Diamond
Resumen
Marcelo Diamond comienza por explicar que la corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masa de la población. Se reconoce la influencia del nacionalismo económico y del modelo keynesiano a los efectos de lograr sus objetivos: una distribución progresiva del ingreso y pleno empleo. Posteriormente, señala la dinámica del ciclo económico en Argentina: comienza un proceso de expansión en el que aumentan los salarios nominales y crece el déficit que desequilibra la balanza comercial y provoca desabastecimiento, reclamos sindicales e inflación, lo cual termina con el agotamiento de las reservas por parte del banco central y la caída del equipo económico y potencialmente del gobierno. A esto le sigue un período de políticas ortodoxas que incluyen la devaluación, aumento de los ingresos agropecuarios, caída de los salarios reales y una fuerte restricción monetaria. Es decir, una recesión. Sin embargo, no se logran los objetivos y se echa la culpa a la ineficacia del sector político.
En este contexto, Diamond desarrolla su tesis de que ninguna teoría, ni la heterodoxa ni la ortodoxa, tenían una viabilidad intrínseca debido a que los modelos no se adaptan a la realidad. De esta manera, denomina “Estructura Productiva Desequilibrada” a aquellos países con un sector primario que exporta y un sector industrializado con precios superiores a los internacionales que abastece el mercado interno, siendo Argentina uno de los mejores ejemplos.
Por otro lado, realiza una descripción del funcionamiento de este péndulo que se produce, en parte, producto de la confusión referente a la deuda externa y lo que asegura que es un falso dilema entre políticas ortodoxas y de corriente popular. Paradójicamente, estos países EPD son hostiles con su propia industrialización y el proteccionismo se percibe como ineficiente. Asimismo, la industrialización provoca un estrangulamiento externo en donde se deben importar bienes intermedios y de capital y lleva a la necesidad de mayores divisas para sostener el proceso. En definitiva, el país queda al borde de la cesación de pagos externos y sobreviene el desabastecimiento. Los planes de estabilización, por su parte, se vuelven recesivos debido a que, en el corto plazo, tanto las importaciones como las exportaciones son inelásticas al precio. Todo el proceso culmina en una inflación cambiaria por la imposibilidad de subsanar los desequilibrios externos y, con el endeudamiento externo acumulado, un atraso cambiario.
Aspectos novedosos/sorprendentes:
A cualquier persona, incluso a los argentinos, no deja de sorprender la volatilidad del sistema económico argentino y rara vez comprende la regularidad con la que la crisis tienen lugar. En ese sentido, este texto realmente logra esclarecer la dinámica de las crisis y su frecuencia. Una de las diferencias sustanciales entre 1983, cuando el texto fue publicado, y la actualidad tiene que ser que, por más desastrosos que sean los gobiernos y la frecuencia con la que caen los equipos económicos, los presidentes desde 2001 en adelante han llegado al final del turno.
Por otra parte, es interesante este dilema que se intenta destruir entre la ortodoxia y la heterodoxia en Argentina. Es razonable la inviabilidad intrínseca de los modelos económicos en cuanto a su falta de aplicabilidad en la realidad. De hecho, es impresionante pensar que el mismo ciclo que describe se ha repetido incontables veces en el país y aún continúa el mismo modelo. Quizás se debe acudir a behavioural economics para comprender cómo es posible que se caiga en la misma trampa cada vez. Sabiendo que la solución es potencialmente una recesión, se posterga el problema o esta hostilidad de la sociedad a la propia industrialización donde los medios de vuelven “enficientistas” y anti-industrialización.
Preguntas:
– Si los modelos son en la práctica irrealizables, ¿qué tipo de modelos deberíamos como economistas desarrollar para lograr efectos positivos en las crisis? ¿Cómo hacer que los modelos no terminen en trampas?
– ¿Cómo salir de ese dilema que en realidad no existe? ¿Cómo es posible cambiar la corriente publica? ¿cómo es posible entender que la solución no está ni en la ortodoxia ni en la heterodoxia?
– ¿Cuál es, entonces, la tercera salida si en ambos casos se termina con deudas externas absolutamente insostenibles?
Resumen:
Juan Bautista Alberdi, en el capítulo VII “objetivos del gasto público según la constitución argentina”, hace una clasificación y un análisis de los diferentes tipos de gastos que tienen los gobiernos nacionales y detalla cómo deberían de funcionar. En primera instancia, Alberdi pone en primer lugar a la constitución nacional por encima de todo, ya que es la que debe limitar los gastos gubernamentales a lo que esté escrito en ella para evitar que el gobierno defraude a sus habitantes y sean ellos quienes paguen el costo. Posteriormente, el autor divide a los gastos entre aquellos que son nacionales y aquellos que son provinciales, y establece que los gastos provinciales deben ser responsabilidad de cada provincia, financiandose con su correspondiente tesoro provincial. En cuanto a los gastos nacionales los divide entre ordinarios y extraordinarios, incluyendo servicios de aduana, defensa nacional, etc. Estos mismos se dividen los gastos, diferenciandose de los gastos provinciales.
Novedoso o sorprendente:
Me resultó muy interesante este capítulo de Alberdi, mas que nada por la importancia que le da a la constitución y a las reglas de juego para que un paí prospere. Sin duda Alberdi, mediante este trabajo, se opondría a ideas populistas y redistributivas como la Ley de coparticipación de impuestos que rige actualmente en este país.
Preguntas:
¿Qué opina de la Ley de coparticipación de impuestos?
¿Qué piensa de la Ley del Aborto que se discute actualmente y la cual, en caso de ser aprobada, debería financiarse con impuestos?
¿Qué reformas haría usted en el sistema tributario actual?
Olivera, J. H. G. (1960). La Teoría No Monetaria de la Inflación
Resumen
En La Teoría No Monetaria de la Inflación (1960), Julio Olivera presenta una explicación de las causas de la inflación alternativa a la teoría monetaria. Olivera comienza describiendo la tradicional teoría monetaria de la inflación, para la cual el dinero es neutral en la determinación de los precios relativos y las variaciones en la cantidad de dinero conducen a variaciones de la misma proporción en el nivel general de precios. Según la teoría monetaria, un aumento en la cantidad de dinero lleva a un aumento en la demanda de bienes que se traduce en un aumento de todos los precios expresados en unidades monetarias.
A esta teoría de la “inflación de demanda” Olivera le contrapone una teoría basada en la “inflación de costos”. A diferencia de los monetaristas, Olivera plantea que existen causas no monetarias, es decir, provenientes de la economía real, que explican la inflación. El argumento de Olivera parte de un cambio en las condiciones marginales de sustitución (CMS) entre diversos grupos de bienes que puede ser provocada, por ejemplo, por movimientos en la demanda. Dado un movimiento en la demanda de bienes, como la oferta se asume imperfectamente elástica, el ajuste en la estructura de producción no será suficiente para compensar por completo la modificación en las CMS, por lo que se producirá un cambio en la estructura de precios relativos. Análogamente, ante un movimiento en la oferta de bienes tendremos que, al asumir una demanda imperfectamente elástica, los consumidores no llegarán a ajustar sus preferencias a la nueva dotación de bienes, lo cual conduce a cambios en la estructura de precios relativos.
Siguiendo a Olivera, el mecanismo de ajuste de los precios relativos está condicionado por la rigidez de los precios a la baja, que viene dada por el entorno de competencia imperfecta y por la dificultad de ajustar la estructura de costos de las empresas vinculada en parte a la inflexibilidad de los salarios nominales. Por lo tanto, para los bienes que pasen a ser relativamente más valorados luego del cambio en los precios relativos, su precio expresado en dinero subirá, pero para aquellos que pasen a ser relativamente menos valorados, su precio debería disminuir. Sin embargo, esto último no es posible por la hipótesis de rigidez de precios a la baja, por lo que Olivera sugiere que el ajuste se produce elevando el nivel general de precios, alcanzando el equilibrio en la nueva configuración de precios relativos. De acuerdo con Olivera, las vías por las cuales se produce el aumento en el nivel general de precios son un aumento en la velocidad de circulación del dinero, un aumento en la oferta monetaria (por lo que la cantidad de dinero es endógena para esta teoría) o mediante una reducción en “el grado de empleo y utilización de los recursos productivos de la sociedad”. Así, Olivera concluye que un cambio real en la economía puede traducirse en un aumento del nivel general de precios, lo cual permitiría explicar la inflación por causas no monetarias.
Además, para Olivera “la presión no monetaria sobre el nivel de precios es tanto mayor cuanto más defectuoso es el sistema de precios vigente”, mientras que el desarrollo económico trae consigo un cambio en las CMS entre diversos grupos de bienes que es tanto más amplio cuanto más intensa es la tasa de expansión de la economía. Por esta razón, Olivera concluye que en los países más atrasados que se desarrollan más rápidamente la presión no monetaria sobre el nivel de precios es mayor que en los países más desarrollados y estacionarios. En este sentido, para Olivera el crecimiento económico es inflacionario.
Por último, Olvera reconoce que la teoría monetaria sí juega un papel importante en explicar los procesos inflacionarios, por lo que plantea que ambas teorías, la monetaria y la no monetaria, son en realidad complementarias.
Una crítica a la Teoría No Monetaria de la Inflación + Preguntas al autor
La primera duda que surge al leer el trabajo de Olivera es de carácter empírico: si los movimientos en la oferta o en la demanda de bienes conducen a la inflación, ¿cómo es posible que hayamos tenido estabilidad de precios durante el período de la Convertibilidad? Mientras la teoría monetaria de la inflación permite dar cuenta de esto, la posición de Olivera debe ser revisada a la luz de este hecho.
Como he señalado anteriormente, los supuestos que Olivera establece para su teoría de la inflación no monetaria son (i) una oferta y demanda imperfectamente elásticas y (ii) la existencia de rigideces de precios a la baja. Antes de revisar los supuestos, hay que destacar que los movimientos originales en la oferta o en la demanda de bienes que son el puntapié inicial para el argumento de Olivera generalmente no se dan en períodos cortos de tiempo ni son de gran magnitud. Por lo tanto, los cambios en las CMS no son tan grandes y pueden ser compensadas más fácilmente por el ajuste automático del mercado. En ese caso, no habría cambios significativos en la estructura de precios relativos que conduzcan a un aumento en el nivel general de precios.
Por otra parte, en cuanto al primer supuesto, como los movimientos iniciales en la oferta o en la demanda llevan tiempo, hay que enmarcar el análisis en un contexto de largo plazo en donde tanto la oferta como la demanda son más elásticas que en el corto plazo. Además, el segundo supuesto de Olivera también puede ponerse en duda cuando, por ejemplo, consideramos que progreso tecnológico sí tiene la capacidad de reducir el precio de los bienes. Por lo tanto, la cuestión que habría que terminar de dilucidar tiene que ver con los plazos en los que consideramos en el análisis: ¿el argumento de Olivera debe ser enmarcado en el corto o en el largo plazo?
Si se reconoce que desde la perspectiva del largo plazo la teoría no monetaria de la inflación presenta una serie de dudas tanto teóricas como empíricas, entonces quedaría considerar su capacidad explicativa en un contexto de corto plazo. Sin embargo, de entrada nos encontramos con otro problema: ¿es posible que se den movimientos en la oferta o en la demanda lo suficientemente grandes en el corto plazo como para que deriven en presiones no monetarias que produzcan cambios significativos en el nivel general de precios? Personalmente, me cuesta imaginar un ejemplo realista que se ajuste bien a este escenario. ¿Qué respondería Olivera a esta crítica?
Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»
Resumen:
En este capítulo VII, Alberdi analiza cuales son los objetos del gasto público según la Constitución. En la cual, se establece que el gasto público se compone de todo lo que cuesta el constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la Libertad. Esta lectura comienza aclarando la importancia de mantener la constitución y llevar a cabo las reglas que se rigen en ella y funda el gobierno cuyo costo se extiende y sustentan en los servicios a su cargo y las necesidades públicas que deban satisfacerse. Posteriormente, muestra la clasificación de los gastos nacionales y provinciales teniendo cada provincia su gobierno propio, por lo que cada una posee a su cargo el gasto de su gobierno local. Luego, realiza otra clasificación sobre los gastos de la confederación en ordinarios o extraordinarios, donde explica que para clasificar y dividir los gastos ordinarios de la confederación, y además, ejemplifica que serán gastos ordinarios los correspondientes a gastos del servicio o ministerio del interior; gastos del servicio de las relaciones exteriores; gastos del servicio en el ministerio de hacienda, entre otros. Finalmente, analiza dos puntos: los gastos que realiza cada ministerio y que objetos perciben con esos gastos, y los gastos extraordinarios que realizara la confederación y cuál es su fin.
Novedoso:
Me resulta hasta difícil de creer como Alberdi tenía un pensamiento tan revolucionario para aquella época teniendo tan clara su ideología liberal y los puntos que conlleva esa idea como lo pueden ser el mercado, el gasto y, por supuesto, la libertad (que tanto es cuestionada hoy en día). Además, me resulta extraño pensar que, en la actualidad, se exige y reclama que se tenga presenta a la Constitución Nacional a la hora de tomar decisiones políticas cuando Alberdi, hace muchísimo tiempo, ya lo tenía todo tan claro.
Preguntas:
¿De qué manera podríamos volver a aplicar las ideas que propuso Alberdi?
Para el autor: ¿Existe una cuestión cultural de depender del estado? ¿O es solo el pensamiento de una parte de la sociedad?
¿Por qué en nuestro país permitimos que los cargos políticos no posean un fin, luego de que terminen un ciclo gobernando? ¿Qué debemos hacer para exigir mayor espíritu político?
Resumen: Olivera comienza su texto diciendo que la explicación no monetaria al fenómeno inflacionario en América latina constituye más una hipótesis que una teoría. Argumenta que solo es no monetaria una explicación si acentúa la importancia de los factores reales como causas directas. Según el método clásico el sistema económico resulta dividido en dos campos: el monetario y el real. La teoría no monetaria se basa en el hecho de que la tendencia del valor del dinero depende en grado sustancial de las circunstancias reales que determinan los precios relativos. El autor también explica brevemente dos teorías monetarias de la inflación. Luego, da tres condiciones bajo las cuales el cambio en la demanda relativa producirá una alza en los precios absolutos. El autor afirma que los procesos de inflación tienen cierto carácter híbrido, las presiones no monetarias sobre el nivel de precios suelen existir, en alguna medida, también en los procesos de inflación de origen fundamentalmente monetario y viceversa.
Novedoso: Por un lado me resultó llamativo este enfoque más conciliador que crítico de las teorías no monetarias de la inflación. Muchas veces, para poder comprender algo y tomar una postura adecuada, es necesario entender verdaderamente cómo funciona y no quedarse solo con la postura crítica en la que uno podría pararse. Al ir entendiendo el funcionamiento y el razonamiento de estas teorías, uno es capaz de establecer mejores argumentos para refutarlas (o defenderlas si esa es su postura). Por otro lado, me resulta llamativa la mención que hace al principio de su texto de cómo los fenómenos inflacionarios de América latina han buscado respuesta en teorías no monetarias. Justamente a partir de la adopción de estas teorías para establecer posibles soluciones o salidas es que podría argumentarse que la región (y sobre todo Argentina) se encuentra en un ciclo repetitivo del que no puede salir, debido a este fenómeno.
Preguntas:
¿Cómo explicarían las teorías no monetarias de la inflación el hecho de que en una economía de trueque no se dé este fenómeno?
¿Por qué cree que estas teorías han influido tanto en el pensamiento económico de América latina?
¿Pueden haber factores fuera de lo económico que colaboren con la inflación según estas teorías? ya sean políticos, sociales, etc.
«Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina» – Juan Bautista Alberdi
Resumen
Alberdi escribe sobre el gasto público según la Constitución Argentina. Se compone de todo lo que cuesta el “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad”. Todo dinero público gastado en otros objetos es dinero malgastado y malversado. Señala que los gastos se dividen en nacionales y provinciales, por lo que cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local. Teniendo en cuenta que el que gasta de lejos siempre gasta mal, el sistema argentino adopta esa descentralización. A su vez, los gastos se dividen en ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios van destinados al ministerio del interior, al servicio de las relaciones exteriores, al ministerio de hacienda, al ministerio de justicia, culto e instrucción y al ministerio de guerra y marina. También explica la importancia de la religión en el pueblo, principalmente la católica. Por eso cree que será precisarlo inyectar la religión en la sangre desde la infancia de los argentinos, a la vez que se ofrece una educación primaria gratuita. Finaliza afirmando que el gobierno era antes el amo, pero hoy es el sirviente.
Lo novedoso
Me llamaron la atención algunas frases particulares de Alberdi, principalmente al compararlas con la actualidad de nuestro país. Por ejemplo, la idea de que todo dinero público gastado en otra cosa que no sea para conservar la Constitución, es dinero malgastado y malversado. O la idea de que para economizar gastos en sueldos de empleados, es necesario emplear pocos agentes, hábiles y honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos. Sería muy interesante que Alberdi estuviera hoy y analizara todo lo que está dentro del gasto público argentino. Por otro lado, resalto el rol primordial que le otorgaba a la religión cristiana. Decía que era el único medicamento que podía curar al país de su malestar político y moral. Y la veía como un bálsamo que cura lentamente y que es necesario inyectarlo en la sangre desde la infancia.
Preguntas al autor
1. ¿No cree que la frontera entre los gastos ordinarios y extraordinarios se ha desdibujado en las últimas décadas? Gastos extraordinarios como los subsidios, ¿no son hoy ya considerados gastos ordinarios?
2. Usted plantea que, como el que gasta de lejos gasta siempre mal, cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local. Pero por el lado de los impuestos, ¿cómo afecta la coparticipación al gasto de cada provincia? Si el Estado nacional distribuye desde arriba y de lejos, ¿no está restándole eficiencia al gasto de cada provincia?
3. Usted escribe: “en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución”. ¿Por qué el gasto público argentino no se ha limitado a esta restricción? ¿Se ha usado el gasto público para “favorecer al pueblo” en lugar de limitarse a lo necesario para conservar la Constitución?
«La ciencia económica argentina en el Siglo XX» – Manuel Fernández López
Resumen
Fernández López afirma que la ciencia económica argentina es fruto del siglo XX. Hacia 1900 casi no había ninguna institución universitaria dedicada a las ciencias económicas ni revistas especializadas en el tema. La transferencia de conocimientos se fortaleció con la creación de la Revista de Ciencias Económicas y la Revista de Economía Argentina. Servirían para expresar las diversas tendencias económicas y para proveer información cuantitativa. También cuenta cómo fueron integrándose corrientes como el neoclasicismo, el socialismo y el proteccionismo, resaltando el papel y la influencia de economistas como Bunge y Prebisch. A su vez, comenzaron a desarrollarse áreas como la estadística y la matemática actuarial. Además, Prebisch proponía separar las carreras de ciencias económicas y ofrecer a los mejores egresados la oportunidad de continuar sus estudios en grandes universidades del extranjero. La década 1955-65 fue la edad de oro de los economistas, ya que el Estado fundó sus actos en el conocimiento experto, aumentó la demanda de economistas, se crearon centros de investigación y se alentó la formación de los jóvenes en las universidades. Por otro lado, Francisco Valsecchi estableció que los valores humanos son el criterio supremo de la estructuración de la vida económica, por lo que el Estado debe ordenar la organización económica para asegurar los valores humanos. También, a partir de 1976, la revolución neoliberal alteró radicalmente la vida argentina. Por otra parte, Olivera presentó el enfoque estructuralista de la inflación a través de una teoría no monetaria.
Lo novedoso
Principalmente me llamó la atención la gran influencia extranjera en las ideas económicas del país. El desarrollo de la ciencia económica en el país no estaba aislado del mundo, sino que se vio influido por él e incluso fue el motor. Esto podemos verlo en economistas como Bunge o Prebisch. En sus viajes al exterior, especialmente a EEUU, veían los problemas económicos de aquel país y recibían sus corrientes de pensamiento. También me pareció interesante la importancia de la Revista de Ciencias Económicas y la Revista de Economía Argentina en la transferencia de conocimientos, ya que servirían para exponer las tendencias económicas. Incluso tendrían su influencia en la orientación de las políticas económicas del siglo.
Preguntas al autor
1. Francisco Valsecchi habló de la reinserción de los valores cristianos en la economía, ya que los valores humanos son el criterio supremo de la estructuración de la vida económica. ¿Proponía asociar nuevamente la economía con la ética?
2. ¿Por qué la mayoría de las corrientes de pensamiento que aplicó Argentina provinieron del exterior y no del mismo país?
3. Durante el siglo se fueron creando diversas carreras de economía y las ramas se fueron diversificando. ¿Podemos pensar que sucederá lo mismo en este siglo? ¿Por ejemplo, la creación de una carrera económica orientada a la psicología que planteaba Kahneman?
Julio H. Olivera: “La teoría no monetaria de la inflación”
RESUMEN:
En este texto Julio H. Olivera, busca realizar un análisis sobre la creencia instaurada por algunos pensadores latinoamericanos, sobre la posibilidad de que la alta inflación de la región posea un origen no monetario. El autor explica primero que, en el mundo de la determinación de precios el campo se divide entre campo real, en el cual se determinan las razones de los precios relativos de los bienes, y el campo monetario en el cual se determinaban el nivel de los precios en dinero o precios absolutos. El desarrolla que la teoría no monetaria de la inflación, tiene como objetivo explicar la perdida del valor del dinero en el comportamiento de otra variable no monetaria. Para explicar el modelo parte de un cambio en la demanda, aunque posteriormente explica que esta puede originarse por una modificación de la oferta también, argumenta que el salto inflacionario bajo esta teoría se origina gracias a una alteración en las condiciones que determinan los precios relativos y de la consiguiente tendencia a la variación de estos. Concluye explicando que “todo cambio en las condiciones marginales de sustitución entre bienes tiende a producir un alza del nivel general de los precios”, esto significa que debido a que tanto la demanda como la oferta son finitamente elásticas, cualquier cambio en las condiciones de sustitución provocará un cambio de los precios relativos, que como consecuencia de este cambio se producirá un incremento del nivel general de precios.
NOVEDOSO:
De este texto me gustaría destacar el desarrollo teórico que realiza el autor sobre la teoría no monetaria de la inflación, ya que explica las condiciones necesarias para que su teoría se cumpla. Explica que en el caso de un desplazamiento de la demanda se necesita que la oferta sea finitamente elástica, ya que de no serlo la oferta se ajustara si que se vieran modificados los precios relativos. También especifica la necesidad de que los precios en dinero sean mas inflexibles en sentido descendente que en ascendente, con esto crea las condiciones necesarias para desarrollar su teoría. También me resultó muy interesante su desarrollo de la “elasticidad de las expectaciones” donde si los individuos advierten que una rebaja en el precio de un bien se debe a un conflicto en esa industria o empresa que produce los bienes, decidirán entonces no consumir en ese momento con expectativa de que el precio siga bajando conforme se agrava la situación. Este tipo de expectativas pueden parecer inofensivas, sin embargo, poseen un gran efecto negativo en las empresas que atraviesan por una situación de esta índole, debido a que limita el efecto de la reducción de precios en el consumo agravando aun mas la situación. Por último, creo que es necesario destacar este aporte teórico debido a la capacidad del autor para explicar un flagelo muy importante de nuestra región desde otro punto de vista, y demostrando además la posibilidad de que este sistema pueda coexistir con la teoría monetaria de la inflación de forma complementaria.
PREGUNTAS:
Debido a esta teoría ¿piensa que una alta inflación es culpa tanto del sector privado como del público?
¿cree usted que la masificación y reglamentación de las criptomonedas creara un nuevo marco teórico en el estudio de la inflación?
¿cree usted entonces que el rol del banco central para controlar la inflación es secundario?
Resumen
En el capítulo VII de la tercera parte del libro “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina” de Juan Bautista Alberdi, titulado “Objetos del Gasto Publico en la Constitución Argentina”, el autor argumenta acerca de la función y composición que deberá tener el gasto público en Argentina. Establece ciertas bases acerca de la orientación que este debe tener: conservar la Constitución y cumplir las indicaciones que esta da en su preámbulo. Lo que no sea gastado para ello será dinero malgastado. Condena la ineficiencia en el gasto y la evasión fiscal, y divide los gastos en provinciales y nacionales. Enfatiza que la mayor parte del gasto debe ser hecho por las provincias por cuestiones de eficiencia y debida administración, pero algunos gastos los debe hacer el gobierno nacional, como aduanas y ejercito. También divide los gastos en ordinarios y extraordinarios “según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto”. A su vez, los gastos ordinarios pueden ser clasificados en los siguientes rubros: gastos del servicio o ministerio del interior, gastos del servicio de las relaciones exteriores, gastos del servicio en el ministerio de hacienda, gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción, gastos del ministerio de guerra y marina. Los gastos extraordinarios los identifica como obras públicas; defensa común; recompensas de estímulo, compras de territorios, inventos u obras útiles para la Nación; y subsidios urgentes para las provincias
Novedoso o sorprendente
Un aspecto que me resulto novedoso es que una persona tan inteligente y formidable como Alberdi haya escrito que estaba justificado utilizar el gasto público para promover el “bienestar general”, siendo este término algo tan ambiguo con el que se pudieron justificar regímenes como el nazismo o el comunismo soviético hasta democracias fallidas con Estados enormes e ineficientes como la Argentina. Puede haber sido un error que nos costó caro como país, el incluir esta cláusula de “vale todo” en la Constitución Nacional.
A su vez me resulto peculiar la justificación de carácter utilitarista que hace Alberdi del sostenimiento del culto católico. Argumenta que su fin es político, social y moral, para que no prevalezca el culto al Estado, como en otros países de Sudamérica o en EEUU. Es un instrumento de educación y sociabilidad, el gobierno no tiene como rol ocuparse de cuestiones del “otro mundo”.
3 preguntas al autor
¿Establecería alguna regla o límite para justificar el gasto que tiene como fin promover el “bienestar general”?
¿Qué opinión tiene sobre la deuda pública? ¿Si el gobierno no puede cubrir sus gastos, en líneas generales es positivo que se endeude para gastar o que haga recortes del gasto?
¿No cree que la imposición de un culto religioso puede ser contraproducente, generando odio hacia el mismo, y condenándonos al culto al Estado que se trataba de evadir?
Juan Bautista Alberdi explica la diferencia entre el gasto de nación y provincias, siendo que cada provincia tiene su propio tesoro para financiar sus gastos. Esta división del gasto apela a que las propias provincias administren de manera efectiva sus ingresos, que no sea el ente nacional quien lo haga por ellas creando una lejanía en la toma de decisiones, y, además, que no sean otras provincias y los recursos de sus tesoros nacionales las cuales financien aquello ajeno a ellas. Ahora, Alberdi explica que el objetivo primordial de todo gasto estatal es el de alcanzar la consagración de la Unión entre las provincias, como así también la paz hacia el interior del territorio nacional. Pone también especial atención la burocracia, y dice que no es el tamaño sino la calidad de ellos a lo cual debe apuntar el estado, la obra pública con participación conjunta entre nación y provincia al igual con lo que sucede con la seguridad. Además, destaca el rol del estado en emprender al exterior misiones diplomáticas y demás que hagan buena publicidad al país, potenciando el ingreso de migrantes y de capitales para el desarrollo y la producción. Hace énfasis en lo beneficioso que es honrar el gasto de deuda pública, por un lado, y por otro, lo pernicioso que sería para la economía la gratuidad de los servicios, y cómo éstos actúan de modo contrario al ahorro fiscal. Además del gasto en sistema judicial, cuya particular reside en que el Tesoro financia la Corte Suprema federal y los tribunales inferiores, que sea la corte quien cuite la paz al interior de la Nación y los conflictos entre provincias, para que éstos no se conviertan luego en conflictos armados entre ellas. Alberdi también destaca el gasto en el culto. No lo destaca porque crea que el estado en sí deba de ser un ente abocado a la salvación de las almas, sino porque la “Religión tienen su raíz más honda los principios de amnistía, de tolerancia, de abnegación y sacrificio políticos.”, lo cual actuaría sobre la población creando un ambiente de paz hacia el interior del territorio nacional que Alberdi destaca como importante para la Unión. En cuanto a la instrucción, Alberdi critica el monopolio de la educación superior en manos del estado a la cual ve sus inicios no es la constitución liberal de 1853 sino en la unitaria de 1826; también así critica el uso del poder en detrimento de la enseñanza como sucedió con Rosas, y pide más libertad y mejores contenidos, los cuales está de acuerdo que sean financiados con las arcas públicas tanto como sea posible para el bien de la Nación. En cuanto a la defensa insiste Alberdi que el sistema de defensa debe ser remunerado, que quienes se encarguen de la protección de la Republica hagan de tal empresa un trabajo remunerado en épocas de paz, y se eviten las guardias nacionales siendo que tal elemento en un país recién nacido y que necesita generar riqueza, tal actividad sólo acarrearía problemas.
En lo personal destaco un pequeño pasaje de Alberdi sobre la deuda que es verdaderamente magnifico por su enorme simpleza y gran atino, Alberdi dice que no hay mejor gasto por parte del estado que honrar sus deudas, ya sea pagando sus intereses, los dividendos o las amortizaciones de éstas. Detrás de algo tan simple, y de gran controversia en la Argentina de hoy, es que tal deuda en primer lugar son los recursos inviolables de un tercero que han de ser restituidos, y en segundo lugar, tal cumplimiento impregna de mayor valor a la Argentina como nación en cuanto a confianza que cualquier tipo de cantidad de unidades monetarias que se resignan para honrar esas deudas. De igual modo describe lo innecesaria y nociva que es guerra. Acabados los conflictos por la independencia, habiendo ya luchado contra los ingleses y franceses, ¿qué otro conflicto se puede suscitar que nazca del riesgo de perder la libertad? Alberdi responde que ninguno. Cualquier guerra que pueda llegar a lucharse no será por la libertad de la republica sino por afán de poder, y esto, dice Alberdi, llevará a un periodo de mayores revueltas. Es notable leerlo, ya que ese poder que tanto menciona Alberdi y el afán de los títulos, rangos y caudales, en el siglo siguiente plagaron de conflictos políticos la historia del país, y tristemente también con la constitución de 1853 que se inspiró en las ideas de liberales de Alberdi y su estudio de las constituciones liberales del mundo, publicadas en 1852, “Bases y Puntos de partida para la organización política de la Republica Argentina.”. En lo que respecta a los gastos extraordinarios, Alberdi curiosamente habla de la inversión publica como fuente de riqueza e inversión para el tesoro, casi como si estuviese describiendo el efecto multiplicador keynesiano con décadas de anterioridad, allí una de las preguntas que le formularé al finalizar la guía. Sin embargo, luego dice Alberdi que tales proyectos podrían llevarse a cabo una vez costeadas todas las obligaciones primarias del estado, por lo cual ve como mejor iniciativa que se le otorgue la explotación temporal de estos proyectos a los privados que se encarguen de su construcción. Finalmente, como cierra el capitulo VII Juan Bautista Alberdi explayándose sobre lo difícil que es la tarea de defender la libertad, en especial porque se troca una relación de dependencia hacia una de autosuficiencia. Ya no es el gobierno el amo como cuando sucedía en la época colonial, ahora el gobierno se convierte en el súbdito, y la constitución liberal no es otra cosa, sino que la ley que delimita el poder del gobierno para con el soberado, ósea, el ciudadano en plena libertad.
· Dice usted que el gasto del tesoro en obra pública como caminos, canales, muelles, etc., contribuyen a la expansión del Tesoro Nacional, ¿en qué economistas contemporáneos de su época se inspira para hacer tal afirmación?
· Argentina perdió su afán de liberad marcadamente a partir de 1816 en que se introducen ideas socialistas y hasta la fecha se continúan, ¿por qué es aún más fácil para los individuos ver al gobierno como el amo en vez de verlo como el sirviente?
· El éxito de la constitución del 1853 marcó un camino de prosperidad para la nación, pero este languideciendo junto a liberalismo, ¿cree que pueda recuperarse esta filosofía liberal en el país y con ello beneficiar a las generaciones por venir sin que repitan los mismos errores del pasado?
En el texto “La Ciencia Económica Argentina en el Siglo XX” Manuel Fernández López hace un recorrido por la historia del pensamiento económico en Argentina, y como evoluciono y mutó el ámbito económico argentino tanto a nivel ideológico como académico a lo largo del siglo veinte.
A principios del siglo, si bien Argentina se encontraba en un momento de auge económico en el marco de su inserción en la división internacional de trabajo, carecía de instituciones académicas que se dedicaran a la economía. Ademas, si bien en el mundo regia la mirada económica neoclásica, esta habría sido rechazada en el país, donde había una preferencia por la Economía nueva o positiva, mas estadista.
Fue a partir de la primera guerra mundial que se vislumbraron los primeros cambios, de la mano de Alejandro E. Bunge, con su primera estimación del producto nacional, y Luis Roque Gondra. Este último comenzó con la enseñanza de economía matemática en el país (orientándose a la economía neoclásica o pura) mientras que en la UBA se enseñaba economía por partidarios de la escuela nueva. A partir de ese momento se afirmó el neoclasicismo, sobre todo en 1920 cuando Gondra es designado profesor de economía, impartiendo su programa de economía pura.
Sin embargo, la hostilidad argentina hacia esta corriente de pensamiento perduro, y se popularizo la tendencia institucionalista, influyendo también ideas socialistas, cooperativistas, etc.
Adentrándose el mundo en los años 30, las ideas keynesianas tenían un gran peso en el ámbito económico y político, y así fue en nuestro país. En esta década se crearon y reformaron instituciones para adaptarse a los problemas económicos del contexto mundial. Aquí se introduce a Prebisch, un importante economista argentino, que en estos años comenzaba a trabajar en la política económica, adopto las ideas keynesianas (ej; Plan de Acción Económica Nacional, 1933).
En los cuarenta con el inicio de la Segunda Guerra, ante la necesidad de volvernos más independientes productivamente, se retomó la Industrialización, que habría tenido cierto peso brevemente en los años 20 (Alvear). Además de tendencias al aumento del gasto publico, obras, redistribución, etc.
En las siguientes dos décadas, el país viviría la “edad de oro” de los economistas, donde se promoverían intensamente los estudios económicos fundándose múltiples revistas, centros de investigación, e incluso nuevas universidades que dictarían la Licenciatura en Economía. Así crecería enormemente la demanda de jóvenes economistas, revirtiéndose un largo proceso de emigración que vendría dándose. En cuanto al pensamiento económico, en estas décadas (50-60) tomaría peso el desarrollismo, sobre todo en torno a la explotación nacional del petróleo (Frondizi). A su vez, en los 50 se reconocería el enfoque estructuralista de Olivera (una de las importantes teorías de la inflación).
Para fines del siglo, la ciencia económica argentina pasaría a estar ampliamente desarrollada y aun en crecimiento, con renombrados profesionales aquí y radicados en el exterior, e importantes centros nacionales de investigación económica, incluyendo muchos privados, tendencia que habría crecido en los 70.
Encontré interesante como el economista muestra las corrientes de pensamiento económico que fueron relevantes en el ámbito académico y social en distintas épocas. Principalmente porque podemos ver hoy en día como todas esas fuentes convergen y se materializan en una sociedad argentina bastante diversificada en cuanto a ideología socio económica y política. Si bien nuestro país siempre tendió a un pensamiento económico más keynesiano o intervencionista, podemos ver como algunas de las corrientes que tuvieron peso brevemente dejaron su huella en ciertos sectores que hoy proponen una alternativa al oficialismo.
Además me gusta mucho aprender en que contexto surgieron ciertas revistas, publicaciones, o centros que hoy en día conocemos sin saber su origen, por ejemplo el CEMA.
Preguntas:
¿Desde qué corriente de pensamiento económico cree que deberían basarse los políticos para tomar acción en la argentina para enfrentar la situación recesiva que venimos enfrentando en los últimos años?
Si bien el ámbito académico ha avanzado y se ha profesionalizado ampliamente, ¿Qué aspectos cree que habría que mejorar en la disciplina, incluso en las facultades a la hora de enseñar la carrera?
¿Por qué cree que las ideas de libre mercado no se han arraigado más fuertemente entre los argentinos?
Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII: «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina».
Resumen:
En este capítulo de su obra, Alberdi expone los objetos del gasto público nacional según la Constitución Argentina. La Constitución instituye y funda el gobierno y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación, con la intención de poder mantenerse a sí y llevar a cabo los objetos de su instituto, a saber, el constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad. El gasto público, en consecuencia, debe limitarse a aquello que esté en el interés general (y no particular) de los habitantes, y se compone de todo lo que cuesta el mantener en pie la Constitución y llevar a cabo los objetos que se propone, antes mencionados. Primeramente, el gasto se divide en “nacional” y “provincial”. Mientras que el primero es esencialmente excepcional y limitado, el segundo constituye el grueso del gasto público; esto es, teniendo cada provincia su propio gobierno, tiene también a su cargo el gasto de su gobierno local, el cual lo hace a expensas del Tesoro de su provincia. El mérito de este sistema administrativo, el sistema federal, en la consecución de prosperidad y progreso es la descentralización discreta del Tesoro, que permite encargarse a cada provincia del gasto de su propio territorio (y no habiendo, por tanto, “gastos de lejos”), garantizando en mayor medida una inversión oportuna y acertada. Luego, el gasto se divide en “ordinario” y “extraordinario”, según la regularidad periódica y previsibilidad de su ejercicio. Para clasificar estos gastos, la Constitución manda su división en cinco ministerios: ministerio del interior; de las relaciones exteriores; de hacienda; de justicia, culto e instrucción; y de guerra y marina.
Sorprendente/interesante:
Dada su clara y firme posición en favor de la libertad individual, me llamó mucho la atención su defensa de cierto rol del Estado como “estimulador del progreso”, por así decirlo, en tanto promovía el sostenimiento estatal de, por ejemplo: el culto nacional dominante, la religión cristiana (aunque permitiendo la libertad de culto), en tanto la consideraba “el único medicamento que puede curar a la República Argentina” de su “defecto moral que lo hace incapaz de libertad y de gobierno (a saber, el orgullo y falta de tolerancia y abnegación que imposibilita el empleo de la libertad individual con disciplina, haciendo imposible entonces el dominio colectivo de los hombres sobre sus mismas voluntades, y así también la sociedad y la patria)”, siendo preciso “inyectarlo en la sangre de la infancia”; la enseñanza primaria y secundaria (aunque no universitaria, promoviendo aquí la libertad educativa, distinción que no terminé de entender en que se basaba). Igualmente, aunque no comparto, entiendo que era por ese afán de “alcanzar la civilización y el progreso y dejar atrás la barbarie”, de modo similar a Sarmiento.
También me pareció interesante lo que menciona en el siguiente fragmento: “En materia de hacienda, es opuesto a la economía de las rentas públicas todo servicio gratuito… Eso es, pagar más caro el servicio que se trata de ahorrar”. Al respecto, me parece interesante su propuesta de que, si bien el Estado debe ser pequeño en tanto número de funcionarios, no debe escatimarse en los sueldos, particularmente en el ministerio de hacienda, puesto que ello podría llevar fácilmente al “rent-seeking”, por los incentivos que tendrían los funcionarios en tal posición de poder y bajos sueldos.
Leí además, para contextualizarme mejor, su introducción a este escrito y me sorprendió el vasto conocimiento económico que parecía tener, sobre todo para aquella época (lo publicó en 1854), y la claridad y solidez de su exposición “ala clásica”, en ciertos casos mayor aún, en mi opinión, que la de otros autores que hemos leído durante la cursada. Explica sencillamente que: la riqueza es esencial porque su consumo sirve a la satisfacción de las necesidades humanas; la libertad individual es la fuente de dicha riqueza; la riqueza se produce y se distribuye acordemente (en tanto el intercambio es voluntario) en el mismo desenvolvimiento del libre intercambio; y, por tanto, el gobierno no debe más que evitar ser un estorbo para los individuos interactuando voluntariamente en sociedad, garantizando tal libertad, protegiendo sus derechos de propiedad, y asegurando la igualdad ante la ley. También me parece algo a destacar sus planteos en línea con las ideas de lo que luego sería el Public Choice, que ya hemos visto. Entre otros, menciona que la ley debe establecer reglas y garantías para que los gastos públicos no devoren la riqueza del país, lo cual presenta un claro paralelismo con las reglas de nivel constitucional de Buchanan.
Ya conocía al autor, pero nunca lo había leído directamente y, en verdad, me sorprendió gratamente su lectura.
3 preguntas al autor:
1. Así como defiende “el libre derecho de enseñar y aprender” para la enseñanza de nivel universitario, ¿por qué razón no soría coherente hacerlo igualmente en lo que respecta a la enseñanza de nivel secundario y primaria, así como también en la religión con la libertad total de culto (no financiando por tanto ni el mantenimiento ni la promoción de culto alguno en particular)?
2. A la luz de la modificación que se dio más tarde en Argentina de la Constitucion del ’53, con un claro alejamiento de los principios de la libertad individual, ¿Cree que ello se haya debido al hecho de que dichos principios chocaban con la “idiosincrasia argentina”, más caudillista y autoritaria?
3. En línea con la anterior, ¿Cree que una constitución que defienda la libertad individual es condición suficiente para que se genere riqueza en una nación o, en cambio, una condición necesaria (peo no suficiente) pero que precisa además de valores pro-libertad por parte de los individuos de esa nación?
Alberdi – Capitulo 7 del Sistema Rentistico
Resumen
En este ultimo capitulo de 14 paginas, Alberdi explica el objetivo del gasto: hacer cumplir los fines de la Constitución a través del Tesoro publico. Cualquier gasto de mas es considerado malversación y cualquier contribución evadida una defraudación – ambos son crímenes. Copiando a USA, Suiza, Alemania, UK, el gasto es descentralizado, es decir principalmente a través de las provincias, ya que “gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce sino por noticias tardías o infieles”, y solo excepcionalmente a través del gobierno general. Los gastos no provinciales (generales) que han de ser ejecutados en el mismo lugar que se recaudaron, no tienen sentido ser trasladados a la Capital, según lo estipulado por el sistema legal. Los gastos de acuerdo a los 5 ministerios también son detallados. El del interior debe mantener la unidad, el bienestar y la paz, a través de “obras públicas, los establecimientos de beneficencia, la policía de seguridad y de sanidad”. El de RREE, estrechar lazos con paises foráneos, pero principalmente dar a conocer «las condiciones admirables del país para el establecimiento de las poblaciones extranjeras que se desea atraer y los recursos que presenta a la ocupación de los capitales extranjeros”. El de hacienda, encargado de la recaudación y contabilidad del Tesoro, debiendo ser administrado por empleados pocos y bien pagos. El de justicia y culto, encargado del orden moral e intelectual de la Nacion. Esto incluye las leyes, códigos técnicos, Corte Suprema, promoción de la religión, educación formal o informal (como museos), aunque la educación primaria es constitucionalmente delegada a las provincias. Y el de guerra, con fines obvios. Alberdi resume, el objetivo principal de la Constitución es lograr la paz interna y externa a través de un ejercito y tratados de amistad con potencias extranjeras, con la Corte Suprema asistiendo en la paz interna. La guerra abierta, no esta en el interés general sino en el de algunos particulares.
En la ultima sección, el autor agrega que el gasto corriente (como las cabezas del ejercito, haciendo una comparación con los números de USA y Chile) debe ser disminuido ampliamente; el gasto de inversión debe ser el que abunde, obras que hagan crecer la riqueza nacional.
Novedoso
Interior: es llamativo pero entendible la preponderancia que se le da a la unión nacional, dado el contexto histórico post-guerra civil entre federales y unitarios. Además, Alberdi recalca lo conveniente (en términos de austeridad) de delegar parcialmente el gasto a las provincias, tanto el policial como el de obras. El segundo, a la vez debiendo ser medido y apoyándose en el sector privado (“hacerlas depender más bien de las facilidades estimulantes ofrecidas al espíritu particular de empresa”).
RREE: Alberdi define lisa y llanamente que la función principal del ministerio es ser un agente de marketing de la Nacion (“trabajos de propaganda y de información”).
Hacienda: el autor recalca lo imperante que es no deshonrar la deuda publica, ya que “restituir lo ajeno es como guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional”. El gasto en servicios de deuda es el mas importante en cuidar
Justicia y culto: es raro entender por que Alberdi entiende que “el gobierno no ha sido instituido para la salvación de las almas”, entonces no tiene por que tener una religión; sin embargo, es su deber financiar la Iglesia, a la vez de que se asume que sus funcionarios deben poseer una religión. Por el lado de la educación, agrega que las universidades monopolizadas por el Estado atenta contra los principios básicos de la carta magna. Ante la duda, hay que optar por la libertad, agrega Alberdi. Por ultimo, presta mucho énfasis en antagonizar con la visión de la educación utilitarista al regimen de Rosas, tanto en otorgamiento de títulos, como en la enseñanza de la historia del pais.
Guerra: Alberdi argumenta que un ejercito central es necesario por sobre una guardia nacional ya que la ultima (ciudadanos mas autónomamente defendiendo la Patria) seria poco practica dada la juventud del pais y además distraería a los ciudadanos de su trabajo i.e. “la guerra contra la pobreza”.
Preguntas
¿Qué es lo que paso para que la realidad del gobierno argentino actual sea tan distinta a la que se presenta en la Constitución? ¿En que medida es por desobediencia y en que medida por reformas?
¿Qué papel juega la simplicidad en poder explicar el gasto del gobierno? Refiriéndose a un gobierno que gasta lo mismo, pero con un entramado de ministerios y oficinas mas complejo.
A mediados del siglo XIX la Argentina enfrentaba su mayor desafío en la unidad nacional, y la Constitución es una respuesta a ello. ¿A que desafío se enfrenta ahora? En función de eso, ¿tiene sentido una nueva respuesta (nueva carta magna)?
Sistema Económico y rentístico de la Confederación Argentina, Juan Bautista Alberdi. Tercera parte, capítulo VI: “Objetos del gasto público según la constitución argentina”
RESUMEN
En este capítulo de uno de sus libros más trascendentales, el reconocido economista y jurista argentino Juan Bautista Alberdi se dedicó a definir y enmarcar al gasto público, decidiendo en primer lugar precisarlo como compuesto por “(…) todo lo que cuesta el construir una unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad; en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta conservar su Constitución (…)”. Seguidamente y en este sentido el autor clasificó las ramas en las cuales podemos dividir y analizar el conjunto del gasto público, estableciendo cinco categorías distintivas que son: gastos del servicio o ministerio del interior; gastos del servicio de las relaciones exteriores; gastos del servicio en el ministerio de hacienda; gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; gastos del ministerio de guerra y marina.
Para finalizar es importante aclarar que a pesar de la enormidad de tareas y funciones que Alberdi parece otorgarle al Estado en su definición inicial, también le funda fuertes límites. En propias palabras de este gran pensador: “Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Para ellos se destina el Tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas y sudor. Ellos son el límite de las cargas que la Constitución impone a los habitantes de la Nación en el interés de su provecho común y general.
Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general”.
LO NOVEDOSO
Me pareció muy interesante cómo el autor hizo gran centralidad en el rol fundamental que juega o que debería jugar el componente federal en lograr una administración eficiente del gasto público recaudado, reivindicando así la independencia provincial y municipal frente a las fuertes presiones centralizadoras porteñas de la época.
Mi interés por este argumento creo que tiene su fuente en la perspicacia del autor, que fue tanta como para logar defender el federalismo no exclusivamente desde un plano moral o judicial, arguyendo que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos a participar en la construcción de su país, sino más bien desde la perspectiva del interés y de lo económicamente eficiente, tanto para los individuos como para el estado en su conjunto.
PREGUNTAS AL AUTOR
1) ¿Qué piensa del sistema público actual de la Argentina que ya no ve límites a la expansión del estado y del gasto público en tanto eso le permita eternizarse en el poder? ¿Ve alguna salida para esta “espiral de corrupción” en la que hoy estamos inmersos?
2) ¿Cree que la Argentina de hoy cuenta con un federalismo que es únicamente de papel y que podría ser ese centralismo en cubierto una de las grandes causas de los problemas que nos aquejan?
3) ¿Cree que existen algún otro tipo de poderes u órganos (tanto públicos como privados) que podrían ayudarnos a evitar un sobre aumento del estado y de su corrupción?
Ciencia económica argentina en el SXX Por Manuel Fernández López
RESUMEN
El texto hace un análisis de la expansión de las principales corrientes económicas internacionales en nuestro país, las ideas gestadas localmente y la adopción de ellas por parte de los poderes públicos. Inicia analizando la corriente de “Economía nueva o positiva”, que fundía las escuelas armónica (Charles Gide), la histórica (Friedrich List y Wilhelm Roscher) y la socialista de cátedra (Adolf Wagner). Se enseñaba en dos cursos dentro de la Facultad de Derecho de la UBA desde 1892. En 1910 nace la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, con Lic. en Economía como carrera independiente. Su plan de estudios era al principio definido por defensores de la economía nueva, pero entraron en conflicto con alumnos que recibían conocimientos de economía pura (neoclásica). Esto llevó a que los docentes Luis Roque Gondra y Hugo Broggi presenten un proyecto de curso libre de economía matemática, usando el libro del italiano Maffeo Pantaleoni. Así, se creó el primer curso de Economía Pura de América del Sur. Ya en 1918 inicia el rechazo a la economía neoclásica, encabezado por el profesor Enrique Luis Guiñazú. Defiende la Economía Institucionalista, que propone resolver fallas de mercado a través de innovaciones introducidas por vías institucionales. Buscaban evitar la concentración económica y los monopolios, para lograr un modelo distinto al de EEUU, al que Olivera definió como “organización oligárquica de la industria”. En 1918 a su vez, Bunge fundó la Revista de Economía Argentina, donde comunicaría sus ideas e investigaciones. Como estadístico experto, Bunge impulsaría la Economía Cuantitativa, es decir, la medición del fenómeno económico y el análisis cuantitativo de problemas económicos concretos, sin omitir su relación con la estructura y organización política y social. Tiempo después, en 1933, el destacado académico Prebisch, tuvo contacto con las ideas de Keynes, en un viaje a Londres. Desde entonces se volvió un hacedor de políticas económicas, y produjo el Plan de Acción Económica Nacional, un programa de estabilización keynesiano con control del comercio exterior y política de cambios selectiva. Nuevos problemas surgieron de la mano de la Segunda Guerra. La industria tuvo una oportunidad de expandirse por la escasez de manufacturas, por lo que Torcuato Di Tella formula una propuesta en 1942, y esta es tomada por la Unión Industrial. En 1949 Prebisch se retira del ámbito público, pero escribe un informe, a pedido de la CEPAL, de mucho impacto: “El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus principales problemas”. En este se postula la idea de que los países del centro se aprovechan de la periferia apropiándose de los desarrollos tecnológicos. Otra idea a destacar, pasando al año 1955, es el enfoque estructuralista de Olivera. Elabora una teoría no monetaria de la inflación, e impulsa el estructuralismo latinoamericano.
DESTACADO/SORPRESA
Elegí este tema porque quería saber más acerca de cómo las corrientes de pensamiento, que hasta ahora vimos han sido formuladas y aplicadas en otras partes del mundo, se esparcieron en este país, cuanto tardaron en llegar y cómo impactaron. Sabía un poco acerca del origen del estructuralismo, pero me sorprendió ver que existen varias corrientes que fueron formuladas en latinoamerica, como resultado de mezclas de otras corrientes que ya existían. Con esto hago referencia a la “Economía nueva”y “Economía Institucionalista”. También está el caso del Desarrollismo, que no me queda del todo claro si se trata o no de una nueva corriente, siendo que sólo hace propuestas prácticas.
PREGUNTAS
1) En ningún momento se hace mención al monetarismo de Milton Friedman, ¿Esto es porque sus ideas no tuvieron un impacto relevante en nuestro país?
2) ¿Es el desarrollismo una corriente de pensamiento económico?
3) ¿Que corrientes de pensamiento se han mantenido desde el período abarcado por su informe hasta la Argentina de hoy?
Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina; Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina»
Resumen:
En la Sección III, capítulo VII de “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina” Juan Bautista Alberdi intenta presentar al lector un análisis acerca de los componentes y funcionalidad del Sector Público arraigado a los intereses de la Constitución Nacional. El autor trata de explicar o más bien plasmar los principales objetivos, restricciones como también aquellos incorreciones que pueden ser generadas por los mismos integrantes del Sector Público. Alberdi nos dice que cualquier recurso destinado hacía desviaciones que poco tienen que ver con los intereses de la Constitución, es un recurso malgastado y malversado. De esta manera, el Tesoro Nacional es quien se debe encargar de regir las reglas y cuidados necesarios para evitar estos malgastes. Por encima de todo, es el Tesoro de la Confederación quien maneja las rentas privadas de los habitantes del país que, con sudor, contribuyen. Una vez establecido esto, el autor propone centrarse esencialmente en el destino de los gastos de un gobierno consolidado, y distinguirlos en clasificaciones en base a diferentes atributos. Atributos de carácter regional (Provinciales/Nacionales), como también en aquellos atributos que hacen a la Constitución Nacional (Ordinarios/Extraordinarios). No menos importante, el autor nos indica que independientemente de los distintos tipos de gasto, el gasto más digno y fecundo de cuantos abraza el ministerio de hacienda es aquel destinado al pago de los intereses, dividendos y amortizaciones de la deuda pública del país. En este punto, se economiza más cuanto más se desembolsa, ya que “restituir lo ajeno es como guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional”. Asimismo, el autor de alguna otra manera, trata de explicar que éstos logran ser incurridos por un “espíritu público”; el cual se basa en la disposición y aptitud de los habitantes para unir sus esfuerzos y más que nada prestarlos, tratando de alcanzar el bienestar común de toda la sociedad.
Novedoso:
El capítulo es muy interesante. Es novedoso ver como las ideas acerca del financiamiento del estado, su capacidad de pago, endeudamiento y malgastos; como así también la disconformidad de los contribuyentes es un tópico que viene siendo discutido desde los años de la Confederación. Las palabras del autor son muy importantes, y logran generar y transmitir al lector esta misma disconformidad u enojo, como también informar y remarcar lo importante que es regir la Constitución y no sobrepasar estos principios. De la misma manera, el análisis que se hace en referencia al endeudamiento y el crédito también es importante, como así también las principales funciones con las que debe cumplir un estado. Asimismo, creo que es más esta idea del contribuyente disconforme la que el propio Alberdi intentaba trasmitir, por más que se haya hecho también mucho énfasis en los gastos del sector público, como también su funcionamiento y financiamiento.
Preguntas:
¿Qué tipo de gasto público cree sumamente innecesario? ¿Qué mal le trae a una sociedad el derroche del sector público?
¿Qué tipo de sistema de recaudación sería ideal? ¿Qué opiniones podemos tomar acerca de un sistema coparticipativo como el de nuestro país en la actualidad?
¿Qué hecho puede ser una consecuencia directa de la malversación o malgasto de fondos? ¿Tiene que ver con los incentivos de aquellas personas que ocupan cargos públicos?
J. Olivera: La teoría no monetaria de la inflación
Resumen
Bajo la perspectiva del autor, la teorización latinoamericana de que la inflación se constituye como un fenómeno no monetario es caracterizable como una hipótesis aplicable a casos particulares, y no como un postulado formal y aplicable universalmente. A su vez, describe la distinción clásica de economía real (concerniente a los precios relativos de los bienes), y monetaria, que abarca la función puramente instrumental del dinero. Sin embargo, en el campo de la visión no monetaria de la inflación, en un marco de mercados imperfectos, los cambios en las condiciones marginales de sustitución de los bienes producen un incremento en el nivel general de precios. Este efecto tiende a agravarse a medida que la elasticidad de los bienes es menor. Por otra parte, el autor alega que estas mutaciones en las tasas marginales de sustitución son condición necesaria en el desarrollo de economías postergadas. Finalmente, el autor concluye sosteniendo la necesidad de distinguir entre los procesos inflacionarios enmarcados en las teorías no monetarias de la inflación (las demand pull y cost push keynesianas), los procesos fundamentados en causas puramente monetarias y aquellos que combinan ambas perspectivas.
Novedoso
Al leer la frase “hipótesis aplicables a casos especiales”, en referencia a las teorías no monetarias de la inflación, me resultó imposible no pensar en el proceso de aumento del nivel general de precios experimentado a partir de la devaluación del año 2002. Siguiendo con la línea argumentativa de Olivera, este aumento en el IPC radica en los cambios en los precios relativos experimentados a partir de la devaluación, pero no se constituye como un fenómeno inflacionario en sí mismo. Esto se debe a que no es un aumento sostenido en el nivel de precios, sino uno circunstancial. A su vez, puede observarse cómo los bienes con menor elasticidad son los que presentan mayores aumentos, debido a su baja capacidad de sustituibilidad. Muy diferente es este proceso del experimentado en el período 2003-2015, donde la inflación promedio pasó del 10 (03’-07’) al 30% (11’-15’), como consecuencia del aumento en la emisión monetaria.
Por otra parte, me resultó muy interesante la descripción de Olivera acerca de la importancia de que los “efectos de dirección” de la política monetaria no debiliten los “efectos globales” de esta misma política para que una estrategia anti-inflacionaria tenga éxito. Sería interesante observar qué sectores económicos fueron especialmente beneficiados por las políticas de expansión monetaria en Argentina, y estudiar su nivel de cercanía con los gobiernos de turno.
Preguntas:
¿No considera usted que la “necesidad” de inflación para lograr crecimiento económico puede ser aprovechado por gobiernos populistas como excusa para llevar a cabo políticas monetarias y fiscales irresponsables?
De ser los cambios en las tasas marginales de sustitución, y por ende la inflación subsiguiente, condición necesaria para el desarrollo de un país: ¿Por qué Argentina tuvo una tasa de inflación promedio menor al 3% desde 1960 hasta 1916, donde el PBI per
cápita llegó a ser uno de los más altos del mundo?
¿Cuáles son, a su criterio, las causas políticas, económicas y sociales que llevan a que Argentina sea, junto a Venezuela, 1 de los 2 países en la región en tener tasas de inflación superiores al 20% todos los años desde 2012?
Resumen:
En el Capítulo VII de “Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina”, de Juan Bautista Alberdi, el autor trata como tema principal los objetivos generales del gasto público según la Constitución Argentina.
Alberdi hace una primera clasificación en cuanto al gasto público. Esta es la división entre gastos nacionales y gastos provinciales. Los gastos nacionales son divididos en generales y locales de carácter federal. Con respecto a los gastos provinciales, el autor señala que cada gobierno provincial se encuentra a cargo de los respectivos gastos de su provincia.
Juan Bautista Alberdi también hace una segunda clasificación en cuanto a los gastos; estos son los gastos extraordinarios y los gastos ordinarios. Donde los gastos extraordinarios son aquellos que son destinados de forma única, en un momento determinado y no de forma sostenida en el tiempo; como por ejemplo la obra pública. Mientras que los gastos ordinarios son aquellos relacionados con los gastos del ministerio del interior, relaciones exteriores, ministerio de hacienda, y ministerio de justicia.
Novedoso:
Algo que me llamó mucho la atención de lo redactado por Alberdi en este capitulo es la mirada frente al gasto público. Hoy en día, nuestra sociedad se encuentra en constantes conflictos frente a las asignaciones de recursos y el despilfarro de dinero por parte del sector público en gastos; ya sean por empleados ineficientes, sueldos millonarios que no son acordes al trabajo empleado, realización de obras públicas sin una previa etapa de investigación, etc. El autor tenia una mirada clara sobre este punto diciendo que la Constitución exige pocos empleados para el desarrollo del gobierno federal.
También es interesante la reflexión realizada por Alberdi, donde menciona que ellos gastos efectuados con fines distintos a los propuestos en la Constitución Nacional, será dinero malgastado y malversado.
Preguntas:
1- ¿Cuál sería su opinión al ver el gasto publico existente hoy en día en Argentina?
2- Si tuviera que realizar una reducción del gasto público hoy en día en Argentina, ¿Por qué sectores recortaría primero su presupuesto y por qué?
3- En una crisis mundial debido a una pandemia (como la que se está viviendo hoy en día), ¿Estaría dispuesto a reducir salarios del sector publico para afrontar dicha crisis? ¿Cómo justificaría su respuesta? ¿O qué gasto reduciría/recortaría para que esta crisis sea mas “amena”?
Texto de Julio H. Olivera
Resumen
Julio H. Olivera presenta el texto estableciendo que el objetivo del mismo es enfocar la explicación en los factores reales como causas directas del fenómeno inflacionario. Comienza explicando la teoría que plantean los clásicos acerca de la inflación, y como fue cambiando o reformulándose hasta el día de hoy. Luego, explica la teoría de la ¨inflación de demanda¨ que pone el foco en la expansión de la oferta monetaria como la influencia determinante en la pérdida de valor del dinero, que da lugar a la inflación, entre otras teorías como la ¨inflación de costos¨. En la siguiente parte, empieza a enumerar las condiciones para que se compruebe la teoría no monetaria de la inflación, planteando como hipótesis general que se tiene que dar un cambio en la dirección de la demanda, manteniéndose constante la demanda agregada. Luego de presentar las condiciones, plantea un ejemplo de la teoría y explica brevemente como se termina comportando la oferta y la demanda en el mundo real, relacionándolo con la teoría. Termina concluyendo que los procesos de inflación tienen un carácter hibrido, entre lo monetario y lo no monetario.
Novedoso o sorprendente
Desde mi punto de vista, lo más novedoso o sorprendente fue que finalmente reconoce que existe el fenómeno monetario en los procesos inflacionarios, tenía entendido que Olivera era un autor que creía únicamente en la teoría no monetaria de la inflación y no apoyaba en nada a la teoría monetaria. Por otro lado, personalmente me parece interesante el tema de la inflación, como fue cambiando el pensamiento de los principales autores a lo largo del tiempo, etc. Otra cuestión llamativa fue la explicación de su teoría no monetaria de la inflación, en un principio pensaba, básicamente, que iba a explicar la inflación de costos. Si bien lo hizo, al momento de explicar los fundamentos de la teoría no monetaria incluye muchas otras cosas, principalmente, la hipótesis de que hay inflación cuando hay cambios relativos en la demanda, entre otras condiciones que enumera en el texto.
Tres preguntas
En una situación de crisis, ¿Emitiría dinero para tratar de morigerar los efectos de la misma y se enfocaría en hacer una buena política económica (como plantea al final del texto) para que esto no repercuta en cierto grado en la inflación?
¿Qué opinión tiene acerca de la teoría de la inflación de costos?
¿Qué medidas aplicaría en Argentina para solucionar el problema inflacionario?
Resumen:
Alberdi escribe en OBJETOS DEL GASTO PUBLICO SEGUN LA CONSTITUCION ARGENTINA acerca del gasto público en la Argentina y la importancia de destinar dicho dinero a estos fines. Escribe acerca de lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad». Todo aquello que se encuentre fuera de la Constitución es dinero que no corresponde ser gastado. Además, define algunos parámetros sobre la distribución de los gastos: entre nacionales y provinciales, y entre ordinarios y extraordinarios. Los primeros determinan las responsabilidades de cada provincia y cuáles respectan a los asuntos nacionales. De este modo, las provincias serán responsables de su propio progreso además de ser quienes conocen de primera mano las necesidades locales. En cuanto a los gastos nacionales, estos son además de carácter ordinario, ya que corresponden a los servicios como la aduana o el correo, pero también a los diferentes ministerios existentes. Estos últimos son definidos exhaustivamente por Alberdi, describiendo su función y objetivos determinados. Todos ellos son un componente fundamental para el país, lo que su organización depende principalmente de que cada persona sea organizada, es decir, buscar la libertad y ser responsable. Por ende, el “gasto es obra exclusiva del espíritu público”.
Novedoso o sorprendente:
Al leer a Alberdi, uno da cuenta de varios de los errores cometidos a lo largo de la historia, muchas veces producidos por mala comprensión de las funciones del gasto. El carácter extraordinario del gasto no es un dato menor. Su descripción cuadra a la perfección con la lógica de la preservación de una nación, ya que este tipo debe ser realizado cuando está en orden la estabilidad de los gastos ordinarios. Estos últimos son los pilares de un país, y los más fuertes en cuanto a mantener dicha estructura. Sin embargo, el gasto en Argentina es de una distribución federal muy desigual. Si bien cada provincia es responsable de sus ingresos, la principal ciudad es Buenos Aires, y a su vez la más desarrollada. La población se encuentra mayormente allí. A mi parecer, esto dificulta la estabilidad del gasto, ya que las provincias aledañas no concentran tanto poder como para equiparar a Buenos Aires. De este modo se produce una ideología de caudillo, que tiene como fin mantenerse en el poder, y en consecuencia los canales de transparencia son ignorados debilitando la inversión y dejando una provincia en decadencia.
Tres preguntas al autor:
1. ¿Frente a una ruptura en los valores principales que unen a nuestro país, en qué términos se puede promover el bienestar general?
2. ¿Cómo piensa usted que puede revertirse esta inversión y progreso desigual entre las provincias?
3. ¿Cómo puede construirse una cultura del ahorro según su concepción?
El péndulo argentino
Ing. Marcelo Diamand
El texto del ingeniero es la situación histórica económica, en este caso en vez de describir la situación como cíclica, éste la señala como un péndulo de dos extremos, mostrando a un lado el populismo y en el lado opuesto los intentos de soluciones neoclásicos a los problemas que generó el populismo. El eje principal del texto se centra en que ambas corrientes, tanto como el populismo como la búsqueda de la solución en medidas neoclásicas terminan en un desastre económico, o mejor dicho vuelven al comienzo, tal como un péndulo.
El populismo deriva en una recesión económica dadas las medidas keynesianas que se toman para buscar favores en los sectores más vulnerables de la política social, y las medidas económicas neoclásicas también luego de que el auge económico termine. Muchas veces se señala que los altibajos de la economía se deben a que hace falta una estabilidad social y política, pero el autor hace hincapié que el problema del péndulo se basa completamente en una estructura productiva desequilibrada (EPD), la cual se trata de una estructura compuesta de dos sectores de niveles productivos, el sector primario, que sería el sector agropecuario dependiendo de los precios internaciones. Y el sector industrial, de una productividad más baja que el sector agropecuario pero que trabaja a precios superiores a los internaciones.
El Ingeniero detalla que los fundamentos de una EPD son: los precios industriales altos que se atribuyen a la ineficiencia industrial, (cabe destacar que el autor también habla sobre los generadores de la ineficiencia industrial, la baja capitalización de la industria, poco dominio de la tecnología, requerimiento de un complejo sistema de industrialización interdependiente para lograr que todas las industrias progresen conjuntamente y un estado o desempeño gubernamental correcto) y sobretodo el hecho de continuar con políticas de cerrar la economía para industrializar. Donde existen discrepancias con los argumentos a favor de la industrialización, pero una vez es entendido el principio de ventajas comparativas resulta coherente aceptar el desequilibrio temporal en competencia con las industrias de otros lugares para que en largo plazo sea favorable tanto para las empresas como para la sociedad. Luego el autor propone planes de estabilización recesivos (relacionados a la cuenta corriente) como soluciones a las crisis de la balanza de pagos luego de una devaluación
Interesante
A mi entender el autor concluye que la salida del péndulo económico es una estabilización económica fundada en la industria tanto del agro como el comienzo de la industrialización nacional sin cerrar fronteras para el comercio, mediante instrumentos de política monetaria modernos y duraderos en el largo plazo, pero la vuelta al inicio del péndulo el autor no explica que muchas veces en la historia argentina las medidas neoclásicas interfieren con los beneficios que otorgó el populismo en ciertos sectores de la sociedad, éste hecho produce la pérdida de votos sobre el candidato que aplica las medidas clásicas que intentan solucionar las secuelas del populismo, y al perder la conformidad de esos sectores no se puede continuar haciendo tales políticas económicas.
Resumen
En “La teoría no monetaria de la inflación” Olivera comenta acerca de los fenómenos de inflación que se desarrollan en ciertos países de Latino América y que han sido atribuidos a desajustes no monetarios. De todas formas, el autor sostiene que esta interpretación constituye más bien una hipótesis para casos especiales más que una teoría.
El autor afirma que según el método clásico, el análisis de la determinación de los precios está dividido en dos campos: el real que determina razones de valor o precios relativos y el monetario que evalúa el nivel de precios en dinero o precios absolutos. Sostiene que en la actualidad los mismos no pueden ser separados analíticamente dado que el precio relativo de los bienes presentes respecto a los futuros depende de las condiciones monetarias.
El autor menciona la existencia de un modelo de la inflación de costos donde los precios están regulados por los precios de ciertas clases o grupos de bienes que ocupan una posición focal en el proceso económico.
Asimismo, Olivera afirma que debido a que los precios relativos están fluctuando constantemente, la presión no monetaria sobre el nivel de precios es mucho mayor de la que podría inferirse de un largo período. Propone que la presión no monetaria sobre el nivel de precios puede devenir de un cambio de la estructura de la oferta y si hay cambios simultáneos en la oferta y demanda, basta con que la elasticidad de una de ellas sea de magnitud finita.
Según el autor se pueden desprender ciertas conclusiones a las relaciones de la inflación no monetaria: en la economía capitalista contemporánea, todo cambio en las condiciones marginales de sustitución entre bienes tiende a producir un alza en el nivel general de precios y este efecto es más fuerte a mayor imperfección de los mercados
Olivera sugiere que la presión no monetaria sobre el nivel de precios resulta mayor en una sociedad que se desarrolla y transforma rápidamente que en una sociedad estacionaria. Concluye con que en la realidad, los procesos de inflación tienen cierto carácter híbrido, es decir que las presiones no monetarias sobre el nivel de precios suele existir también en los procesos de origen monetario y viceversa. Finalmente establece que la teoría no monetaria sirve para la orientación de la actividad del estado en materia de estabilización de precios.
Novedoso
En primera instancia me pareció importante la aclaración o diferenciación que realiza el autor acerca de la naturaleza del fenómeno de la inflación y sus causas. El autor distingue que al hablar tanto de teorías monetarias o no monetarias se está haciendo referencia a qué es lo que ocasiona el fenómeno para cada teoría. Esto me pareció interesante dado que la teoría estructuralista, al igual que la monetarista, reconoce la relación entre expansión monetaria e inflación, pero a diferencia de los últimos, los estructuralistas consideran que el aumento de precios es debido al aumento de la demanda y una oferta más inelástica y que la expansión monetaria es consecuencia de esto en lugar de ser causa.
También me resultó novedosa la sugerencia de que en los procesos de inflación las causas que llevan a este fenómeno pueden ser tanto monetarias como no monetarias comprendiendo de este modo un «proceso híbrido».
Preguntas
¿Cómo describiría a un proceso inflacionario de carácter híbrido?
¿Qué teoría cree que podría explicar de manera más apropiada el proceso inflacionario que está viviendo Argentina?
Olivera: “La teoría no monetaria de la inflación”
Resumen:
En este ensayo, el economista Julio Olivera esboza su teoría acerca de un modelo que intenta explicar la inflación desde una perspectiva no monetaria, en contraposición con el monetarismo.
En primer lugar, señala teorías monetarias de la inflación como la “inflación de demanda” -que se la atribuye a la teoría cuantitativa del dinero- , en donde el cambio en el nivel de precios es derivado de un cambio en alguna otra variable de índole monetaria. Luego también hace mención de la inflación de costos, donde la presión por la suba de los salarios nominales genera luego un aumento de precios; de todas formas, no pude dilucidar con certeza que esta teoría monetaria fuese también atribuible, o desencadenada, de la teoría cuantitativa en términos del autor.
En segundo lugar, pone el foco en la formulación analítica de su teoría, cuyo pilar argumental es que la tendencia del valor del dinero surge de efectos reales que determinan los precios relativos. De allí se extiende el sentido no monetario, puesto que su causa es una variable real (aunque afirma que su naturaleza sí es monetaria). Dicho efecto, afirma Olivera, es mayor cuanto menor es la elasticidad de la oferta a los precios relativos. Además, continúa diciendo que ante una variación en los precios relativos, el precio en dinero del bien cuya demanda se incrementó tiende a aumentar y el de los demás bienes cuya demanda disminuyó se mantiene constante. Esto es así, porque según Olivera, existen bienes cuyos precios en dinero se encuentran rígidos a la baja debido a la inflexibilidad de la estructura de costos. Extendiendo ese argumento, la imperfección de los mercados acentúa esos efectos y denota que es una hipótesis realista.
Finalmente, el modelo plantea dos corolarios en línea con lo mencionado previamente; que en la economía capitalista contemporánea, todo cambio en las condiciones marginales de sustitución entre bienes tiende a producir un alza del nivel general de los precios y, en segundo lugar, que este efecto es tanto más fuerte cuanto mayor es la imperfección de los mercados.
Aspectos interesantes:
Me pareció atrapante la forma en que Olivera aborda el tema y expone las justificaciones de su modelo. El autor -en un intento por poner en jaque a la teoría monetarista- establece una serie de supuestos ad-hoc de los cuales luego dispone para poder concluir que sus hipótesis son realistas y se cumplen, sobre todo, en países en vías de desarrollo. Tales supuestos, como la rigidez de los precios a la baja, no termina de explicarlo de forma consistente en su ensayo; sino que, por el contrario, solamente somete una o dos líneas a tomar como verdadera la idea de la “inflexibilidad de la estructura de costos”. En este sentido, todo su argumento podría tomar cierta coherencia, pero esto es porque no explica algunos supuestos del modelo -quizás porque no sabe cómo- y termina derivando una conclusión que en realidad no ha pasado todas las pruebas.
Además, ante un cambio de los precios relativos, Olivera dice que un precio aumenta en dinero pero el otro se mantiene constante; dónde está allí el aumento generalizado y persistente en el tiempo del nivel general de precios. O acaso el pretende que la política monetaria se adecúe a esas variables y, por ende, debería haber un aumento de la oferta monetaria para poder hacer a los individuos capaces de adquirir el conjunto de bienes ahora mas caros en unidades monetarias. Y siguiendo esa línea, estaría el propio gobierno con una política activa elevando el nivel de precios en base al supuesto de la “inflexibilidad de la estructura de costos”, es decir, la inflación sería causada por una variable real pero el gobierno la validaría en los hechos excusándose en que es inevitable que ocurra. Algunos precios no pueden bajar, porque así lo cree Olivera, mientras otros suben; y para mantener constante el poder adquisitivo se debe aumentar la cantidad de dinero que posibilita acceder a los bienes frente al incremento nominal de precios. Ergo, la inflación pasaría a ser un fenómeno espontáneo e ineludible, y el gobierno lo único que hace es convalidar dicho proceso porque así de lo requiere.
De todas formas, eso es lo que yo veo en Olivera al exhibir su teoría acerca de la inflación, de ninguna manera estoy dando por hecho que las últimas críticas sobre sus pretensiones sean efectivamente así. Y, por último, quería recalcar, que toda la teoría de Olivera acerca de las causas de la inflación contradicen a la famosa Ley de Say de oferta y demanda; hecho que deriva en tener que falsar dicha ley para poder luego esbozar su teoría que, literalmente, pasa por arriba todo lo expresado por Say.
Preguntas al autor:
¿Cómo podría explicar, en un sentido conmensurable o cuantificable, el fenómeno inflacionario en una economía de trueque?
Si la inflación es el aumento generalizado del nivel de precios persistente en el tiempo, ¿Cómo puede usted afirmar que se produzca inflación en una economía en donde un bien “A” sube su precio en dinero, mientras que otro bien “B” no lo hace? Si no hay convalidación monetaria, dicho bien cuyo precio en dinero no puede bajar -pero su demanda sí lo hace- , ¿no debería dejar de producirse dicho bien?
¿Cómo puede hacer coincidir su teoría con los postulados de Say? ¿O acaso no cree en dicha ley?
Si la curva de demanda de mercado es la suma de las curvas de demanda de todos los bienes existentes demandados, cómo explica que, ante una variación en algunas de esas curvas -precios relativos- la curva de demanda del mercado sufra alguna variación efectivamente. Es decir, para que un bien se demanda más, otro se debe demandar menos; la conclusión es un nivel general de demanda similar. ¿Cómo termina afectando esto el nivel de precios si se mantiene constante la masa monetaria?
Juan Bautista Alberdi; Sistema Económico y Rentístico de la Confederación Argentina. Tercera Parte; Capítulo VII, «Objetivos del gasto público según la Constitución Argentina».
Diamand, Marcelo: “El péndulo argentino”.
Manuel Fernández López; La ciencia económica argentina en el Siglo XX.
Resumen:
En este fragmento de la obra de Alberdi se explicita, dentro de la exposición bien concreta de lo que significaban los lineamientos de la constitución de 1853 en términos del sistema económico, sobre en qué deben de consistir los gastos del estado nacional y de las provincias, del erario. El objetivo de los gastos centralmente tiene que responder a lo que se refiere el preámbulo de la constitución: «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad»
Como el autor bien resume “en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo”.
En el segundo texto, “El péndulo argentino” de Marcelo Diamand, se hace una propuesta para poder superar lo que el autor considera el vacío o vano antagonismo entre la “economía ortodoxa y la economía popular”. El autor indica que tanto la economía popular de enfoque de tipo keynesiano como el modelo ortodoxo basado en la escuela neoclásica, fallan en predecir, y más importante, establecer un sistema económico que permita el crecimiento sustentable y que no choque a la larga con la “restricción externa”. Diamand entonces especifica su plan para las economías del tipo EPD (de estructura productiva desequilibrada) o economías en desarrollo en vías de industrializarse como la Argentina. En líneas generales su modelo consiste en “una estrategia múltiple de generación y de ahorro de divisas”, a través de ya superada la restricción externa “detener el proceso inflacionario mediante una adecuada política de ingresos, combatir el déficit fiscal, propulsar el crecimiento a largo plazo, promover una política industrial tendiente al progresivo aumento de la eficiencia, etc., etc.”, utilizando todas las estrategias conocidas “todas ellas a la vez y en forma muy intensa”. Establece un coeficiente marginal de importaciones del 10 % (por cada dólar de importación “ganados o ahorrados” permite poner en funcionamiento cerca de diez dólares de producción interna.
En el tercer texto, se describe la evolución en términos de ideas y de creación e influencias de distintas escuelas económicas en el ámbito local, a lo largo del siglo XX. Las escuelas ‘foráneas’ de mayor influencia fueron principalmente la del neoclasicismo, institucionalismo, y el keynesianismo. Esto a la par de las transformaciones del país, y de también de nuevas instituciones públicas y privadas. También en el texto se describen los desarrollos de ciencia original en el país, y de individuos notables como por ejemplo Prebisch, Julio H. G. Olivero y Miguel Sidrauski.
Lo novedoso/sorprendente:
Con respecto a Alberdi, su habilidad y perspicacia como pensador, el hecho de adelantar problemas crónicos en el tiempo en el que escribe, idear un sistema político-económico conciso plasmado en “Bases y puntos de partida para la organización política de la República de Argentina” en 1853 y luego explicitar bien concretamente los lineamientos económicos en su “Sistema económico y Rentístico” de 1854. Me da la sensación de leerlo y preguntarme por qué no le hicieron caso, o más bien, por qué su influencia como un pensador tan potente como lo era fue decayendo, se podría decir abruptamente, y no goce extensamente de la cualidad de un “Founding father”. Tal vez su casi olvido en lo que se refiere a las prácticas económicas se pueda atribuir al fallo de mantener viva en las personas la ‘llama’ de la libertad, condición anterior para poder defenderla que es su precio (“su eterna vigilancia”-Thomas Jefferson). “Liberty lives within man” citó el presidente Ronald Reagan en una visita de estado que realizó Raúl Alfonsín. Como Alberdi conectaba la tradición y organización colonial española como grave enemiga o debilitante de la libertad en la Confederación. Pero más importante aún me parece muy interesante como se puede ver algún indicio de lo que vimos de la nueva economía institucional de Douglas C. North, los individuos tienen que interiorizar las normas formales e informales que valoricen lo que significa la libertad, en el ámbito económico como en el civil o en términos de organización política y de instituciones.
Con respecto al péndulo argentino me sorprenden dos cuestiones, la de no hacer hincapié en el constante déficit fiscal que reina el péndulo del fracaso entre la economía ortodoxa y la popular en los períodos examinado que los “modelos antagónicos” llevaron de igual forma al estrangulamiento de la restricción externa, y la de confiar en esta suerte de discrecionalidad empresarial pero con un plan por parte del estado detrás para regular el comercio exterior y que resulte mejor que el racionamiento por vía de cupos cuantitativos.
En el tercer texto, se describe lo que fue la economía argentina del siglo XX, me sorprende como con antecedentes como los de Alberdi no se haya impuesto o haya habido una preponderancia de una escuela económica liberal a partir de 1930. Pudiéndose observar en esos momentos situaciones de países en comparación con la Argentina pobres o destruidos por la guerra, que de forma acelerada igualaron y pasaron al país en términos de P.B.I. per cápita, entre estos: Singapur, Hong Kong, Japón y Alemania. Tal vez, más bien como dato de color, para fines de la década de los 60 cuando el “momento de oro” de la ciencia económica argentina había pasado, Japón igualaba en términos per cápita de riqueza a la Argentina.
Preguntas a los autores:
1- (A J. B. Alberdi) ¿La prosperidad que otorga un sistema de libertad económica basta para alimentar el deseo de los individuos por conservar o mantener o eternamente vigilar esa libertad, para que esa libertad viva en el hombre (que no emana de un decreto o norma formal ‘vacía’)? Si pudiese ver la evolución económica-institucional de la Argentina ¿Qué (herramientas) plantearía hoy en día para asegurar los beneficios de la libertad a los habitantes del país?
2- (A M. Diamand) Viendo la precaria posición fiscal de país a lo largo del período descripto ¿Cuáles son las características que asigna a este fenómeno en el mal funcionar de la economía argentina?
3- (A los tres autores) ¿El sistema económico y rentístico de la Constitución Nacional de 1853/60, es válido para aplicar hoy en día?