Otro paper que va a desatar polémica. El autor plantea que las diferencias laborales entre hombres y mujeres no se originan en la discriminación sino en habilidades y preferencias diferentes que luego generan diversos resultados. El paper se publica en la revista Evolution and Human Behavior y se titula “The disjunction between evolutionary psychology and sex-discrimination law and policy”, por Kingsley R. Browne de Wayne State University Law School: https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2023.01.010
“Las disparidades sexuales en el lugar de trabajo a menudo se atribuyen principalmente a la discriminación u otras causas nefastas, lo que lleva a conclusiones de responsabilidad legal basadas en disparidades estadísticas. Esa conclusión se basa implícitamente en el modelo estándar de ciencias sociales, que supone que los sexos son en gran medida idénticos y tendrían experiencias y resultados laborales similares sin discriminación. Los hallazgos de la psicología evolutiva desafían esa suposición. Las diferencias evolucionadas en temperamento y patrones cognitivos conducen a diferencias promedio en talentos, gustos e intereses. La “subrepresentación” ampliamente denunciada de las mujeres en algunos, pero no en todos, los campos STEM puede explicarse en parte por las diferencias en la personalidad vocacional (especialmente la dimensión “personas-cosas”) y los patrones cognitivos (fortalezas relativas en verbal, cuantitativa y espacial). habilidades). El “techo de cristal” se puede atribuir, al menos parcialmente, a las diferencias sexuales en la personalidad (por ejemplo, competitividad y asunción de riesgos), las diferencias en la intensidad del compromiso profesional y la tendencia desproporcionada de las mujeres altamente capacitadas a retirarse voluntariamente de la fuerza laboral. La “brecha de género” en los ingresos se atribuye en gran parte a que las mujeres tienen diferentes trabajos, trabajan menos horas y dan menos prioridad a los salarios que a otros atributos del trabajo que los hombres, factores que dan como resultado una mayor brecha de ingresos entre los hombres que trabajan por cuenta propia. y mujeres que entre empleados hombres y mujeres.”