Con los alumnos de la UBA Económicas vemos a Mises en “Acción Humana” explicar el concepto de “interés originario”. En momentos donde se discuten distintas reglas monetarias, y muchas de ellas incorporan una idea de “tasa de interés natural”, vale la pena analizar estas ideas fundamentales:
“El interés originario es igual a la razón existente entre el valor atribuido a satisfacer una necesidad en el inmediato futuro y el valor atribuido a dicha satisfacción en épocas temporalmente más distantes. Dentro de la economía de mercado, el interés originario se manifiesta en el descuento de bienes futuros por bienes presentes. Se trata de razón existente entre precios de mercaderías, no de un precio en sí. Dicha razón tiende en el mercado a una cifra uniforme cualesquiera que sean las mercancías de que se trate.
El interés originario en modo alguno puede definirse como «el precio pagado por los servicios del capital» ‘. Aquella mayor productividad de los métodos de producción de superior complejidad, consumidores de más tiempo, a la que Bóhm-Bawerk y posteriores economistas apelaron para explicar el interés, en realidad no nos aclara lo que de verdad se precisa averiguar. Antes al contrario, sólo el fenómeno del interés originario nos hace comprender por qué el hombre recurre a métodos productivos que consumen menos tiempo, pese a que hay otros sistemas de mayor inversión temporal cuya productividad, por unidad de inversión, resulta superior. Es más: únicamente el fenómeno del interés originario explica por qué cabe comprar y vender parcelas de tierra a precios ciertos. Si los servicios futuros del terreno se valoraran igual que los presentes, no habría precio específico alguno suficientemente elevado como para inducir al vendedor a enajenar la correspondiente parcela. La tierra no podría por sumas dinerarias ciertas ser objeto de compraventa ni tampoco cabría intercambiarla por bienes que reportaran tasados servicios. Unicamente el intercambio de unas tierras por otras sería imaginable. El precio de un edificio que durante un período de diez años pudiera producir una renta anual de cien dólares se cifraría (independientemente del solar) en mil dólares al comenzar el aludido período; en novecientos al iniciarse el segundo año, y así sucesivamente.
El interés originario no es un precio que el mercado determina sobre la base de la oferta y la demanda de capital o de bienes de capital. Su cuantía no depende de la aludida demanda u oferta. Es, al contrario, el interés originario lo que determina tanto la demanda como la oferta de capital y bienes de capital. Marca cuál porción de los existentes bienes deberá consumirse en el inmediato futuro y cuál convendrá reservar para aprovisionar más remotos períodos. Las gentes ahorran y acumulan capital no porque haya interés. No constituye este último ni el impulso que hace ahorrar ni la compensación o premio otorgado a quien renuncia al inmediato consumo. Es la razón existente entre el valor otorgado a los bienes presentes y el reconocido a los futuros.
El mercado crediticio no determina la tasa del interés. Acomoda el interés de los préstamos a la cuantía del interés originario, según resulta del descuento de bienes futuros. El interés originario constituye categoría del humano actuar. Aparece en toda evaluación de bienes externos al hombre y jamás podrá esfumarse. Si reapareciera aquella situación que se dio al finalizar el primer milenio de la era cristiana, en la cual había un general convencimiento del inminente fin del mundo, las gentes dejarían de preocuparse por la provisión de las necesidades terrenales del mañana. Los factores de producción perderían todo valor, careciendo de trascendencia para el hombre. No desaparecería, sin embargo, el descuento de bienes futuros por presentes. Muy al contrario, tncrementaríase de modo impresionante. El desvanecimiento del interés originario, en cambio, implicaría que las gentes dejaban de interesarse por satisfacer sus más inmediatas necesidades; supondría que sobrevaloraban dos manzanas a disfrutar dentro de mil o de diez mil años a una manzana disponible hoy, mañana, dentro de uno o diez años.
Resumen
En el capítulo XX de La acción humana, Mises prosigue su estudio sobre la no neutralidad del dinero y los sustitutos monetarios valiéndose de su interpretación del mercado de créditos. Su análisis de la tasa de interés lo lleva a diferenciar el concepto de interés originario –representativo de las preferencias temporales, o sea la ponderación entre la satisfacción de necesidades presentes y futuras- del de interés bruto de mercado, permeable a la relación monetaria. Esta caracterización enriquece la teoría austríaca del ciclo económico ya insinuada en el capítulo sobre el cambio indirecto. La expansión de la cantidad de dinero y/o de crédito a través de la creación de medios fiduciarios adicionales provoca, a través de una tasa de interés artificialmente baja, una tapa de auge en la economía –en la que concurren sobreconsumo y mala inversión del capital- que ha de finalizar, forzosamente, en depresión –si se detiene el proceso expansivo- o en destrucción del sistema monetario, en caso de que se acelere.
Lo novedoso e importante
El ciclo económico es siempre un fenómeno de raíz monetaria. Su origen se halla en la extensión de la cantidad de dinero y/o de sustitutos monetarios mediante la creación de medios fiduciarios adicionales; es decir, una expansión monetaria o crediticia sin respaldo. El elemento distintivo de la teoría austríaca respecto de este tema es la divergencia de la tasa de interés de mercado resultante –dada su adulteración por parte de la autoridad monetaria y/o de las instituciones financieras privadas- por debajo del interés originario. Dicho desvío implica un incremento de la actividad productiva que no refleja las valoraciones temporales de los consumidores ni tampoco la verdadera capacidad prestable/de ahorro. Debe resaltarse que el nuevo dinero inyectado en la economía no equivale a nuevo capital físico; sino que, muy por el contrario, los medios de producción se encuentran dados y es por esto que el auge ha de ser necesariamente interrumpido.
Preguntas al autor
En el apartado 9 Ud. habla sobre la desmoralización que sufre la población luego de la experiencia del ciclo auge-depresión y esboza una explicación del tipo síndrome de Estocolmo para referirse a la preferencia de las masas por la inflación como solución a los problemas económicos. ¿Piensa Ud. que esta puede ser una razón idiosincrática para que la economía de Argentina, siguiendo la estilización de J.L. Espert, se haya venido caracterizando hace tantos años por el déficit fiscal y el proteccionismo?
En términos de su teoría del ciclo, la actual gestión del BCRA apunta a desacelerar el proceso expansivo. Ahora bien, ¿no cree Ud. que la persistencia y profundización del déficit fiscal también pueden ser causantes de una próxima crisis o, a lo sumo, de la continuidad del estancamiento actual de la economía argentina sin por ello implicar fenómenos monetarios? ¿No cree Ud., que, por ejemplo, en las condiciones presentes, el endeudamiento externo del sector público puede significar un desequilibrio macroeconómico que requiera un brusco ajuste en el futuro? ¿No considera que dada la carga tributaria actual sobre el aparato productivo se dificulta salir del estancamiento? Menciono estos dos casos por ser modos de financiamiento del déficit que no involucran política monetaria.
¿Piensa Ud. que la fijación de reglas monetarias contra la expansión discrecional y el levantamiento de rigideces de precios –condiciones necesarias para el normal funcionamiento de una economía de mercado- podrán llevarse a cabo en la Argentina en algún plazo mediano? ¿Cómo podrían instituirse esas reglas de juego en la vida económica y política de este país?
Guía de discusión: Mises, “La Acción Humana”, capítulo XX: ““El interés, la expansión crediticia y el ciclo económico”
Resumen: En el capítulo XX de su libro “La Acción Humana”, Mises discute el mercado de crédito, las tasas de crédito y qué ocurre cuando se altera una de las variables. Señala que al modificarse la relación entre demanda de dinero y las existencias de éste, también se modifica el nivel de precios de la economía y como los precios de los distintos bienes varían en diversa cuantía, consecuentemente se modifican los precios relativos. Sostiene que los tipos brutos de interés en el mercado crediticio no son uniformes, dado que el componente empresarial, varía según las específicas circunstancias de cada operación. Dado que los precios relativos cambian, los hombres actúan de formas diferentes como respuesta a esos cambios. Los empresarios readaptan sus estrategias para obtener el mayor lucro posible y estas acciones especulativas tienen consecuencias sobre la estructura de precios y, por lo tanto, sobre el interés de mercado. Ante la espera de un alza en los precios, los prestamistas solo otorgaran créditos a un interés mayor, el demandante de este crédito lo hará si la rentabilidad de su proyecto es capaz de absorber este mayor costo. En el caso de un aumento exacerbado de los precios, ningún interés bruto parece los suficientemente grande para el prestador, con lo cual dejará de hacer prestamos e invertirá el dinero sobre bienes reales, en este momento el mercado crediticio se paraliza.
Respecto a la visión que sostiene que la inflación suele incrementar las ganancias por un aumento relativo del precio de las mercancías respecto del de los salarios, aumentando el ahorro y la inversión de la economía, Mises considera que de ninguna manera este hecho constituye una consecuencia inevitable de los procesos inflacionarios y que hay que tener en cuenta las condiciones específicas de cada situación en particular (tal como había sostenido la escuela historicista alemana)
Novedoso: Como aspecto a destacar y distintivo de otras escuelas económicas, se puede nombrar la no neutralidad del dinero y como sus variaciones implican consecuencias diversas en la economía. De nuevo su énfasis sobre la imaginaria construcción de la economía de giro uniforme, la cual considera al dinero como neutral. El Interés es aquí único, aquella tasa que coincide con el interés originario según la relación entre el precio de los bienes presentes y futuros es neutral. Pero, dado que la neutralidad del dinero no se puede verificar en el mundo real, la relación monetaria varía debido a la demanda de dinero para su tenencia y su consumo, generando así una variación en los precios de bienes y servicios. Los precios de todos los bienes no cambian en igual proporción ni tiempo, dando lugar a cambios en los ingresos de los individuos y por lo tanto sobre los determinantes del interés. Si los cambios en los precios pudieran ser previstos, como refleja la Teoría Cuantitativa del Dinero, el interés también seria neutral, dado que se pueden prever en su totalidad las variaciones del poder adquisitivo del dinero. Sin embargo, Mises observa que esto es claramente incontrastable en la realidad, resaltando una vez más la inutilidad del análisis neoclásico.
Preguntas al autor:
1) ¿Qué rol ocupa el Estado y el Banco central en las política crediticia? ¿No debería intervenir cuando ve que los intereses empiezan a desbocarse, antes de que se llegue a una crisis inflacionaria?
2) ¿Es la inflación un fenómeno puramente monetario?
3) Mises plantea que hay que analizar las particularidades de cada situación histórica. ¿Qué diría del caso argentino de los últimos años, en donde se experimentó una alta inflación? ¿Podría decirse que se dio el fenómeno de ahorro forzoso y acumulación de nuevos capitales?
Mises explica en el capítulo XX, que una expansión artificial del crédito no respaldada por el ahorro previo, manipulando la tasa de interés, tiene a aumentar la inversión y a crear un falso auge económico. De esta manera se toma crédito para inversiones que, de no ser por la manipulación no hubieran sido efectuadas; los bienes de capital son sobre utilizados culminando en una crisis crediticia (al ceder los créditos, las tasas se acomodan nuevamente); desapareciendo el crédito barato. En resumen las variaciones monetarias pueden afectar al mercado de crédito, influyendo sobre la tasa de interés de mercado. La baja del interés viene a falsear el cálculo empresarial (no hay una mayor cantidad de bienes de capital disponibles), lo que induce al error y a la posterior crisis crediticia (ciclos económicos), que en definitiva será pagada por la mayor parte de la población. Por último analiza el proceso de restricción crediticia. La reducción de la actividad mercantil coincide con la reducción del consumo y de la inversión, afectando el crecimiento económico. Critica la emisión para financiar al gobierno, y la teoría del ciclo económico expuesta por los monetaristas.
Es interesante la idea de tener monedas respaldadas por activos reales (como el oro), como solución a la manipulación monetaria efectuada por los gobiernos, que es la causante de los ciclos económicos. Este tipo de activos, permite a los ahorradores limitar el endeudamiento y el interés, evitando la crisis. Por otra parte, la visión de los Bancos Centrales como planificadores centrales, aplicando políticas insostenibles a largo plazo. En resumen, las causas del ciclo económico (manipulación del dinero y del crédito por parte del gobierno). Por último se destacan los 3 componentes del interés citados por el autor (el componente inherente al tipo de interés bruto o de mercado, que representa la relación entre el valor asignado a los bienes presentes, en relación a los bienes futuros; el componente empresarial – la concesión de un crédito es una actividad empresarial, y es por ello que el empresario de forma subjetiva, añadirá un componente al tipo de interés originario- y por último el reflejo de cambios futuros previstos en los precios de los bienes, como previsión contra la inflación con el objetivo de mantener estable la capacidad adquisitiva del dinero prestado).
1-¿Si los agentes tuvieran expectativas racionales, no entenderían que la tasa de interés está siendo manipulada, y en consecuencia podrían evitar las inversiones erradas, evitando así la consecuente crisis económica?
2-Si la oferta de oro es limitada, ¿generaría el patrón oro el estancamiento de las economías?
3- En economías con Balanza de Pagos deficitaria, la salida de oro ¿generaría desempleo y recesión? ¿Qué solución daría si el ajuste hacia el equilibrio no se da inmediatamente?
Sinopsis:
En este capítulo Mises lo inicia trazando una conexión con el capitulo anterior “Cambio Indirecto”, vinculado en asunto de las tasas de interés y la relación existente entre la demanda de dinero y la variación de existencia monetarias que, dado el planteo de Mises que las variaciones de precios no son todas de igual magnitud ni se dan al mismo tiempo ni en todo lugar con la misma intensidad, esto de manera similar se produce en el mercado de créditos, causando distorsiones en las tasas de interés originario y el interés bruto relacionado con la oferta y demanda prestamos.
La compensación de la escalada de precios empieza a influir en la tasa de interés bruta (se encarece el crédito) para ajustar, pretendiendo prever, mediante las tasas, las futuras subas de los mismos, hasta que por las circunstancias conocidas esa previsión no resulta suficiente elevada para compensar los beneficios esperados, el prestamista comienza a comportarse como empresario comprando bienes y servicios, paralizando el crédito.
El interés, al igual que cualquier otro precio, cumple su función en los cálculos económicos descriptos por Mises, en este caso que factores de producción pueden adelantarse o relegarse, dedicados a las satisfacción de necesidades humanas en el presente a cambio de otras futuras. Pero al distorsionarse a causa de la expansión crediticia, las tasas ya no pueden ser de útil guía y trastorna los cálculos del empresario, que comienza a producir necesidades cuasi-obsoletas; “…el interés de mercado sube/baja a causa de la mayor/menor cantidad de dinero ofrecido, sin haber registrado variación alguna el interés originario…”.
Los cálculos arrojan resultados alterados que hacen pensar rentables proyectos que no los son, que no lo sería si tasa no hubiera sido artificialmente rebajada, surge un auge que se mantiene siempre y cuando la expansión continúe; la relación entre los precios de bienes presentes y bienes futuros crece, aumentando la demanda del crédito, los empresarios están dispuestos a pagar mayores interés bruto. Se parte la percepción de las malas inversiones al no observarse la necesidad de invertir en factores complementarios y otros bienes de consumo preferidos por los consumidores, así sigue el despilfarro. Hasta que los banqueros advierten esta situación y reducen el crédito, entonces deviene la crisis.
NOVEDOSO:
Desde el punto de vista económico, y teniendo en cuenta que la actividad económica es la satisfacción de necesidades humanas, y que la acción de los seres humanos en este sentido, como sugiere la escuela austriaca apunta a ello, me parece importante la situación que detecta Mises en que una vez llegada la crisis, aparte de las factores que se han producido obsoletamente, es la situación del consumidor que ha quedado sin sus necesidades más urgentes satisfechas. No solo su situación en la que es “perjudicado”, sino también donde es protagonista consumiendo productos, tal vez innecesarios o no preferentes.
Dado que en palabras de Mises “la masa mayoritaria, sin embargo, íntegramente pagara con su carne el inmoderado consumo y la torpeza inversora del episodio inflacionista”, me parece un visión no menor, donde frente a la señal de tasas artificiales, deberíamos tener un poco más de atención y entender de donde proviene y que urgencia desea tratarse cuando se manipulan dichas tasas.
PREGUNTAS:
1) ¿Qué forma tendría un empresario, ante la advertencia de tasas artificialmente bajas, no caer en la tentación de la expansión crediticia? ¿Puede evitar este tipo de incentivos; o no es su rol en la economía?
2) ¿Cuánto de la pobreza actual de Argentina cree, tiene que ver con el periodo expansionista anterior? ¿Observa alguna consecuencia de ello, inversiones mal realizas, o proyectos que eran irrealizables y sin embargo se han hecho? Puede ejemplificar?
3) ¿Cómo puede detectar un empresario local ciclos expansionistas de otras naciones, por ejemplo un exportador local? ¿Puede ocasionarles las mismas distorsiones que si la tasa es manipulada en el mercado donde él toma crédito?
En el Capitulo XX de “La Accion Humana”, Mises realiza una critica exhaustiva sobre el interés, la expansión crediticia y el ciclo económico. En este apartado introduce las nociones mas importantes sobre la función del interés en los prestamos monetarios al manifestar que el tipo final de interés originario hacia el cual el sistema tiende, variada la relación monetaria, no es el mismo al que apuntaba anteriormente.
La propia fuerza del dinero tiene poder bastante como para provocar mutaciones permanentes en la tasa final del interés originario y en la tasa del interés neutro. Las variaciones de la relación monetaria puede, según Mises, afectar en primera instancia al mercado crediticio; la oferta y la demanda de prestamos influye entonces sobre el interés de mercado, tipo de interés denominado bruto. Las tasas de interés que el mercado maneja no son exclusivamente interés puro, encierran otros factores. Solo percibe interés bruto quien sabiamente concede crédito. El interés neto que, en tal caso, devengara hallárase incluido en el bruto, comprendiendo este, además, otros ingredientes que no puede realmente considerarse interés. Sobre el componente empresarial de los rendimientos totales percibidos por el prestamista pueden influir cuantos factores condicionan la actividad empresarial.
Luego pasa a distinguir los tipos de prestamos: de consumo o personales; prestamos productivos o empresariales; asimismo distingue entre crédito privado y créditos públicos. Introduce el concepto de compensación por variación de precios de mercado como un componente del interés bruto de mercado, un resarcimiento por variación de precios y su comportamientos en el mercado de crediticio distinguiendo a corto y largo plazo. Considera que este mercado no es homogéneo y que las diferencia mas notable entre las tasas de interés resultan del componente empresarial, integrante del interés bruto. La conexión entre todos los sectores del mercado crediticio y las tasas brutas de interés en él determinadas, se produce por la tendencia del interés neto incluido en el bruto hacia una tasa ultima de interés originario.
En los siguientes apartados, el autor contrapone y desarrolla los argumentos sobre los defensores de los distintos tipos de políticas monetarias, la inflación y expansión crediticia y la deflación y contracción crediticia, sobre el interés bruto de mercado que ha de verse afectado por el cambio en la relación monetaria, incluso antes de que varíen los precios de las mercancías y los servicios y posteriormente sobre su desarrollo en el ciclo económico. Las continuas alzas y bajas de la actividad económica, la inevitable secuencia de auges y depresiones, son los efectos provocados por los reiterados intentos de rebajar el interés bruto de mercado mediante la expansión crediticia.
Resulta novedoso distinguir uno de los enfoques que desarrolla Mises sobre la compensación por variación de precios de mercado, al decir que puede amortiguar pero nunca por completo, suprimir los efectos que sobre las respectivas prestaciones de los contratantes ejercen las variaciones de origen dinerario registradas por la relación monetaria. Esta compensación siempre se retrasa con respecto a las mutaciones del poder adquisitivo, pues no la engendran las variaciones registradas por las existencias de dinero, si no que es consecuencia provocada por los efectos que dichas variaciones producen en la estructura general de los precios. Es al final de la inflación cuando las cosas cambian.
Preguntas:
1. Es posible medir este retraso en torno a las compensaciones al cual hace observación Mises?
2. En un modelo económico, dejando de lado el supuesto de tasa de interés en donde ese se forma por la capacidad que tienen los agentes cambian consumo/ ahorro presente por futuro, o sea interés a tasa cero, cual seria el efecto de la inflación, es posible o no existiría modelo alguno?
3. Cual es el proceso de reajuste de las tasas de interés cuando el mercado varia?
Resumen:
En el capítulo XX se aborda la teoría de los ciclos económicos desde la perspectiva Austriaca. Los ciclos económicos consisten en series regulares y recurrentes de auges y regresiones, pero, ¿cuál es la causa de este fenómeno? La escuela Austriaca pone el foco de atención sobre el dinero y el sistema bancario. Para ello, Mises explica que la tasa de interés del mercado está determinada por las preferencias temporales, es decir, personas que desean restringir el consumo presente por el consumo futuro. La relación entre oferentes y demandantes en distintos periodos de tiempo determinara la tasa de interés. Estas preferencias temporales son las que también determinan el grado en que invierten o ahorran para uso futuro, en comparación con lo que consumen ahora. Sin embargo, la tasa de interés puede caer no como consecuencia de la preferencia temporal de los individuos y del aumento del ahorro, sino a causa de la intervención gubernamental. El gobierno puede promover la expansión del crédito y del dinero bancario, que se reflejara en una reducción artificial de la tasa de interés. Frente a esta señal, el sector empresarial reaccionara invirtiendo en bienes de capital, sobretodo la inversión se destinará en aquellas inversiones de largo plazo que antes no eran rentables, pero que ahora sí lo son, es decir, reaccionarían como si los ahorros hubiesen aumentado. El problema comienza cuando el nuevo dinero bancario se distribuye en el sistema y los consumidores restablecen sus antiguas proporciones temporales, descubren de este modo que las inversiones no eran rentables. El mercado comienza a registrar un aumento en el nivel de precios y una distorsión en los precios relativos como resultado de la inflación. En este contexto, la situación puede salvarse mediante una nueva inyección monetaria, pero debemos tener en cuenta que dicha inyección solo posterga el proceso al reiniciarlo nuevamente. Tarde o temprano el mercado deberá ajustarse a través de un proceso de liquidación de aquellas inversiones que resultan improductivas, eliminando las distorsiones generadas por la expansión artificial del crédito. Para Mises, la única manera de evitar esto es que el gobierno y la banca detengan la expansión monetaria.
Novedoso:
La teoría de los ciclos económicos desde una perspectiva Austriaca, que considere las preferencias temporales y el papel del sector empresarial en los ciclos económicos. Adicionalmente, el ajuste que realiza el mercado como instrumento necesario para liquidar las malas inversiones y eliminar las distorsiones ocasionadas durante el auge artificial. Dicha idea, se encuentra en contraposición con las políticas económicas imperantes hoy en día, que abogan por una intervención del gobierno en el sistema financiero a través de una serie de rescates en el sector privado con el fin de evitar la propagación de la crisis.
Preguntas:
1-¿Cómo se explica, desde la perspectiva Austriaca, la existencia de ciclos económicos en ausencia de bancos centrales?
2-En el hipotético caso de que un país eliminase el banco central, y que además prohíba explícitamente toda intervención del gobierno en asuntos monetarios ¿cómo afectaría a ese país el crédito internacional?¿sería posible aplicar en un solo país un método económico basado en el patrón oro y sin injerencia del gobierno en asuntos monetarios?
3-Aquellas empresas que pudieron desarrollarse como consecuencia de la manipulación artificial de la tasa de interés ¿podrían resultar optimas y atravesar la crisis sin ningún inconveniente?
4-¿Es posible que todo el sector empresarial no se dé cuenta de la manipulación artificial en la tasa de interés?
Mises plantea que en las economías de giro uniforme existe un único tipo de interés, el interés originario, interés neutral.
Cambios en la relación monetaria (oferta y demanda de dinero) hace que los precios varíen en distintas proporciones de tiempo. Las variaciones en la relación monetaria pueden afectar al mercado de crédito, la oferta y demanda de crédito influye en la tasa de interés bruta de mercado (que está compuesta de la tasa de interés originario, por un riesgo-parecido a los empresarios ya que el que presta no sabe si le van a devolver o no- y compensación por variación de precios). Cuando existe variación en la relación monetaria primero se ve afectado el mercado de crédito en el corto más que en el largo plazo, la tasa de interés bruta se aleja de la original y en sentido contrario a la compensación por variación de precios. Los tipos de interés brutos no son uniformes debido al componente empresario que siempre varía.
Un punto interesante es la crítica que le realiza a la visión pro inflacionista (precios suben más que salarios, los empresarios vana a ahorrar más) que plantea que la inflación induce a un ahorro forzoso. Esto puede conducir a ello pero también va a depender de que el alza de los salarios se retrase en relación con la subida de precios.
Distingue dos efectos de la inflación, el primero que afecta mercado de crédito (cuando aumenta cantidad de dinero circulante, tasa de interés de mercado real baja y por tanto aumente la circulación de créditos, luego comienza a influir sobre precios de mercancías y bienes provocando señales optimistas al empresario que conducen a falsear el cálculo empresarial, los empresarios no encontraran fondos para financiar sus operaciones y tasa de interés sube) y el segundo que afecta bienes de consumo y salarios (aumenta la producción de bienes de consumo, encarece factores de producción y salarios y sucede lo que paso en el punto anterior pero si afectar mercado financiero). Hace una comparación análoga con la deflación y llega a la conclusión de que el daño es menor.
Es muy interesante este capítulo de Mises ya que claramente la única forma de no caer en períodos recesivos es restringiendo la expansión monetaria por parte del Estado ya que está creando dinero falso y manda señales erróneas al mercado. Los consumidores en las expansiones dinerarias disfrutan de bienes que no hubiesen existido pero restringe el consumo de bienes futuros realizados por un correcto cálculo empresarial y no por proyectos que no eran rentables y esto sí afecta a todos. Como menciona el autor crear dinero ficticio no contribuye al crecimiento económico sino que por el contrario lo restringe. Otro punto interesante es que una de las soluciones que propone para limitar la expansión crediticia es el patrón oro. Y también el hecho de que la expansión monetaria no es una herramienta política que parezca que va a ser dejada en el corto plazo ya que depende más de la idiosincrasia.
Preguntas:
1- En na parte se menciona que la expansión monetaria sólo puede ser sostenida con constante inyección monetaria. No se estaría contradiciendo?
2- Volver al patrón oro es una idea muy presente en estos momentos. ¿Hasta que punto es conveniente?
3- De qué otra manera es posible que el empresario se de cuenta que las inversiones no son rentables y que se retraiga de realizarlas? No es un poco contradictorio con las expectativas racionales? El empresario realmente no sabe que existe una especie de “ilusión”?