La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires organizó un almuerzo para profesores, donde habló el presidente de la Corte Suprema, y profesor de la casa, Ricardo Lorenzetti. Expuso sobre el “derecho de información”, en particular con referencia a temas ambientales, pero con conceptos que se extienden a muchas otras áreas.
Planteó una diferencia entre el carácter de “bien privado” y “bien público” para la información, concepto que resulta familiar en la economía. Propuso, como ejemplo de información como bien privado, el secreto comercial. Y como ejemplo de “bien público” a todo tipo de información que importante referida a problemas que afectan a la comunidad.
El tema de las ideas y del conocimiento siempre ha sido conflictivo en el análisis económico. Pensemos, por ejemplo, en el caso del secreto comercial. Claramente cumple con la condición de “exclusión” propia de un bien privado: en tanto no lo divulgue, me pertenece y excluyo a los demás de su uso, como la fórmula de Coca Cola. Pero no cumpliría con la de “rivalidad en el consumo” porque esa misma idea la podrían usar dos, tres o miles al mismo tiempo.
El de la información como “bien público” es también un ejemplo muy interesante porque, esa información que se divulga puede excluir al que no paga (por ejemplo, se compra un diario) pero curiosamente se ofrece en forma gratuita por doquier (radio, televisión, web), con el costo, eso sí, de consumir la publicidad que la financia. O sea que la información general es un bien sobre el que se puede o no excluir, y se provee privadamente a través de todo tipo de canales, hoy más que nunca. No se desprende que porque se lo llame “información pública” deba ser provista por el estado porque el mercado falla, todo lo contrario tiene un éxito fenomenal, hoy tenemos más información de la que podemos consumir.
Ahora bien, quise hacer una pregunta a Lorenzetti, pero se cortó la lista antes de que tocara mi turno. No importa, se la hago entonces a mis alumnos. El presidente de la Corte manifestó que, entre otra información importante que se debe conocer, se encuentra aquella sobre los precios.
Creo que fue una clara referencia al tema de la manipulación de los índices, pero mi pregunta se refería a los precios pero en otro sentido. Hemos visto que los precios transmiten información. Y el presidente de la Corte habló de la importancia del “derecho a la información”.
Entonces, pregunto: ¿si los precios transmiten información, el mencionado “derecho” no entra en colisión con una doctrina aceptada por la Corte Suprema, esta es la que otorga poder de policía al estado para controlar e interferir en los precios? Porque, en tal caso, si el estado interfiere en los precios está distorsionando la información que éstos transmiten, y está violando nuestro derecho a la información. ¿Qué opinan?
Muy interesante el artículo, respecto a la información, como bien público, creo que dejo de ser una falla del mercado, porque no existen, o mejor dicho no tienen la importancia que tenían en épocas anteriores, ya los grandes monopolios informativos que generaban una idea y opinión en la mayoría de la sociedad, sin la posibilidad de tener otra mirada u otro enfoque del mismo hecho que se quería informar.
Con respecto a la pregunta , pienso que no se esta afectando el derecho a información, siempre y cuando exista la posibilidad de en el caso de los indice de precios , aparte de INDEC, le permitan a organismos privados dar sus propios indices para que la gente pueda comparar y ver el mas ajustado a la realidad, y en cuanto a que el Estado interfiere en los precios, como por ejemplo en los precios congelados, si se brinda una clara información de los costos y el porque se implementa ese precio en determinados productos básicos y el objetivo sea «cuidar» el bolsillo del consumidor , no veo una colisión de derechos ni una violación al derecho de información. Sino otorgar prioridad de un derecho sobre otros.
Saludos
La pregunta es certera ya que el mismo criterio, que se utiliza para definir a la información como bien público, puede extenderse a cualquier sistema donde lo central sea la información, por ejemplo el mercado. Sin embargo, de aplicar una suerte de praxeología en relación al comportamiento de los poderes del estado, vemos que lo que predomina es la discrecionalidad y variabilidad que ejercen éstos al determinar la calidad de bien publico o privado a cada cosa del mundo.
La diversidad de formas en las cuales se comunica y procesa información es amplia pero se percibe que el Dr. Lorenzetti tiene en mente la cuestión de plataformas virtuales como internet. Sin dudas, esta será la gran batalla cultural y economica de éste siglo, es decir, el poder y legitimidad de injerencia que detenten los estados y las corporaciones en dicho medio (Internet).
Estoy totalmente de acuerdo a la ultima afirmación, yo creo que incluso el objetivo directo a la interferencia en los precios que hoy en día se esta dando por parte del Estado, sea el de distorsionar y encubrir la información que los mismos reflejan de la situación económica actual en la que nos encontramos.
Los precios son el criterio mas directo que los ciudadanos utilizamos para evaluar el poder adquisitivo de los salarios, ya sea mediante los productos o servicios que consumimos. Interferir en el mercado mediante la imposición de precios fijos, desvirtuaría el efecto que implica la libre oferta y demanda.
La conclusion es correcta, pero hay que tener en cuenta que no solo por parte del Estado de manipulan los precios, y por eso la » informacion » que ellos brindan acerca del valor de las cosas, sino que tambien los monopolios al ser formadores de precios son los que tambien manipulan esa informacion, y creo en mi humilde opinion estoes producto de una lucha en lacual el Estado quiere interferir con valores que no son reales, y que los monopolios por su parte utilizan esto y sobrevaloran las mercaderias, como siempre quedamos en el medio de esta puja los consumidores. Nos vemos perjudicados tanto por precios super inflados, como por precios estancados , ya que en este ultimo las mercaderias sufren los problemas que ya vimos ( se retiran del mercado, bajan la calidad, etc).
Considero muy acertada su pregunta y lamento que no se la haya podido hacer al Presidente de la Corte, teniendo en cuenta su postura ante el tema de derecho de información.
Creo que si bien el Estado, no sólo en el ámbito de precios, ha descuidado el derecho de información de los ciudadanos en muchos ámbitos, es el punto de inflexión que hoy en día más afecta a la población a nivel diario. Al verse vulnerado el derecho de información, se comienzan a corromper otros derechos que son correlativos al mismo, donde se ven afectados bienes públicos como la salud global de la Argentina. Los índices que propone el gobierno para basarse al colocar los precios de los productos incluidos en la lista «protegida», estiman una inflación que no es la real, un ingreso bruto por familia que tampoco lo es, y toma como alimentos básicos a algunos que no lo son. Por otro lado, esta propuesta compromete al comprador que, frente a una diferencia de aveces hasta más de 10 $ por marca del mismo producto, «encamina» al mismo a sólo poder elegir el más conveniente, no pudiendo optar frente a igualdad de condiciones.
Otro conflicto que creo que se suscita frente a esta medida es que se deja entrever cómo avanzan los problemas económicos que se están atravesando ya que, al comparar las diferentes marcas protegidas con otras del mismo producto, las subas de precios son importantes semana a semana. Ésto, de un cierto modo, «alivia» el derecho de información que el Estado niega ya que es plasmable en el mercado en general.
Seguramente el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación se iba a encontrar en una situación incómoda al no saber como proceder a contestar su pregunta .. claramente la información esta manipulada en nuestro país, esto lo podemos corroborar al cotejar los valores arrojados por el INDEC con los precios de los bienes y servicios vigentes en nuestra economía, ya que se percibe una diferencia abismal entre ellos.
Creo que el poder de policía del estado al manipular la información claramente esta excedido en su ejercicio, me parece totalmente irracional el mismo, y por otro lado la misma información que en este caso se transmite a través de los precios se desvirtúa de manera tal de que pierde su razón de ser además de perder el mismo país la confianza que depositan en él tanto nacionales como extranjeros.
Esta buena la pregunta referida a los precios pero pienso que el Estado no es que podría sino debería interferir en esta relación de precios haciendo uso del poder de policía porque me parece que la gente valora mas el poder comer tranquila todos los días satifsfaciendo sus necesidades a el derecho de la información y todo lo demás. Incluso opino que es una responsabilidad del Estado mantener precios coherentes y controlar la inflación. E insisto quizás si se este afectando este derecho a la información pero veo mas importante la segunda cuestión o sea el tema de los precios.
No se si estaré en lo correcto si este tema esta vinculado con el sistema de precios que lleva adelante el estado conocido con el nombre de precios cuidados, viendo desde ese punto de vista daré mi opinión porque existe la posibilidad de que se vea el precio desde otro punto vista con otro enfoque.
El derecho a la información es un bien público que puede ser provista por el estado pero además de periodistas independientes o que pertenezcan a una empresa vinculada a la información, como bien se dice esa información es gratuita y eso se ve reflejado por ejemplo en los diarios en donde hay los que tienen un precio y otros gratuitos en donde ambas viven de la publicidad privada.
Es real se le otorga y confiere poder de policía para que el estado controle los precios en realidad el mismo se otorga ese derecho y es una manera de controlar la información en donde se dibuja una realidad que no es, en definitiva ese poder que usa el estado no hace más que distorsionar la realidad.
Buenas noches.
A continuación presento una nota titulada “Economía social del conocimiento” (teoría de una economía basada en el conocimiento libre), referida a un nuevo enfoque que se viene desarrollando en América latina respecto a los “bienes públicos”, “bienes privados” y “bienes comunes” y su vinculación con el “Capitalismo Cognitivo”, el software libre, la cultura libre, la matriz productiva y el desarrollo de los países.
Durante la última semana de mayo se realizó en Quito la CUMBRE DEL BUEN CONOCER, donde se debatieron propuestas de políticas públicas para promover una economía que, en lugar de basarse en recursos finitos, lo haga en otros infinitos, como el conocimiento.
Transcribo algunos párrafos:
“A lo largo de la historia, los bienes comunes han tendido a ser cercados, apropiados, patentados. En Europa, a fines de la Edad Media, fueron los terrenos comunales los que se cercaron para beneficio de unos pocos. Más cerca en el tiempo, el conocimiento común sufriría un proceso similar: saberes medicinales, relatos y hasta genes se han cercado por medio de patentes. Y en los últimos años, hasta las relaciones personales como la amistad han sido empaquetadas por las redes sociales para transformarlas en un formidable negocio. La profundización de este fenómeno llevó a lo que hoy suele llamarse “CAPITALISMO COGNITIVO”, es decir, una forma de acumulación económica basada más en la venta de patentes, licencias, tecnología, productos culturales y otras formas de conocimiento, que en la producción de bienes”.
“Este retroceso constante de los “comunes” tiene algunas excepciones. Una de las más recientes y de mayor crecimiento ha sido el SOFTWARE LIBRE (SL), es decir, la elaboración de recursos informáticos comunes por parte de la comunidad para beneficio de todos. Esta dinámica ha generado gran cantidad de software que revela cómo está hecho para que otros lo modifiquen y lo mejoren, con la garantía de que los avances también serán libres gracias a licencias específicas. En pocas décadas este tipo de software llegó a servidores, bancos, celulares y hasta a la Estación Espacial Internacional, que recientemente pasó a utilizar una distribución de GNU/Linux llamada Debian. Software que habría costado millones es producido entre muchos para beneficio de todos”.
“El modelo avanzó hacia otros campos: hardware libre, desarrollo de tecnologías libres, películas, música. Este fenómeno, al que se bautizó CULTURA LIBRE, tiene ejemplos poderosos: Wikipedia, si se cotizara desde la lógica del mercado, valdría miles de millones de dólares y, sin embargo, funciona como un bien común de libre acceso al que, además, todos podemos contribuir. Millones de dólares en recursos producidos por el conjunto para el beneficio de todos hacen que, justamente, pierda sentido ponerles un precio”.
“El éxito de este modelo surgido desde las bases para dar respuestas más satisfactorias y accesibles permitió imaginar una economía basada en el conocimiento libre”.
EL BUEN CONOCER
“En Ecuador el “Buen Vivir” o “Sumak Kawsay” es uno de los principios que rige la Constitución de 2008. Este plantea un modelo de vida que excede la mercantilización de la vida para poner al frente valores ancestrales, respeto a la Pachamama (Madre Tierra), igualdad, justicia social…”
“Durante la última semana de mayo se llevó adelante la Cumbre del Buen Conocer en Quito. Casi 200 personas de distintos lugares del mundo (con mayoría de ecuatorianos) y con experiencia en algunos de los campos se reunieron para proponer nuevas políticas públicas: marcos jurídicos de la propiedad intelectual, hardware libre, agricultura sostenible, energías renovables y descentralizadas, gobierno electrónico…”.
“Hasta ahora el conocimiento libre ha sido desarrollado por individuos u organizaciones para quedar a disposición del mundo. Si los Estados dieran más fuerza a este patrimonio común, se podría llegar a desarrollar una NUEVA MATRIZ PRODUCTIVA capaz de romper con el círculo vicioso de dependencia que permite a los países desarrollados vender un bien infinito como el conocimiento para financiar la creación y apropiación de nuevos saberes”.
Ejemplos a los que arribaron y que permiten visualizar esa sociedad:
“Vale detenerse en uno que sirva para ilustrar el fenómeno: numerosos campesinos podrían utilizar tractores para mejorar su producción y condiciones de trabajo, pero estas máquinas son caras e importadas, por lo que se propuso aprovechar diseños abiertos existentes disponibles en Internet. El Estado podría apoyar a pymes, cooperativas o incubar un nuevo emprendimiento para que tome ese conocimiento, lo adapte a las necesidades locales y produzca los tractores. De esta manera se alcanzarían varios objetivos, como satisfacer una necesidad, desarrollar la industria local, sustituir importaciones y hacer aportes al conocimiento libre para que el modelo se replique en otros países. La importación de tractores o el pago de licencias para fabricarlos localmente hubieran permitido satisfacer una necesidad pero no habría modificado la dependencia tecnológica. Ideas similares surgieron para la educación (generación y utilización de contenidos libres en lugar de seguir comprando manuales a transnacionales), energías renovables (lo que se llama “smartgrids”), agricultura (registro de cultivos locales y saberes ancestrales con licencias libres para evitar el patentamiento de la vida), ciencia (registro libre de conocimiento financiado por el Estado), desarrollo de comunes urbanos”.
Conclusión:
“Poco a poco los políticos van entendiendo que el desarrollo económico no es capaz de terminar con la pobreza por varias razones. La más acuciante es que la humanidad ya consume más de lo que el planeta es capaz de reproducir. De esta manera, LA ÚNICA SOLUCIÓN VIABLE ES LA REDISTRIBUCIÓN DE LOS RECURSOS EXISTENTES, LA MAYORÍA DE LOS CUALES SON APODERADOS POR UNA PEQUEÑA PORCIÓN DE LA HUMANIDAD Y COMERCIALIZADOS POR MEDIO DE PATENTES, MARCAS, DERECHOS DE AUTOR Y TODA UNA SERIE DE TRATADOS CON QUE LOS PAÍSES DESARROLLADOS PRESIONAN A LOS SUBDESARROLLADOS. LA DISTRIBUCIÓN DEL CONOCIMIENTO LIBRE PUEDE SERVIR DE BASE PARA UNA SOCIEDAD MÁS IGUALITARIA. La ruta del Buen Conocer seguramente no será fácil y actualmente Ecuador, al igual que casi todos los países del Tercer Mundo, son forzados a someterse a la lógica de la propiedad intelectual por medio de tratados y convenios. EL CAMINO HACIA EL BUEN CONOCER NO SERÁ FÁCIL, PERO EN UN CONTEXTO EN EL QUE NADIE PARECE VISUALIZAR UNA POSIBILIDAD SUPERADORA AL CAPITALISMO ACTUAL, VALE LA PENA ASUMIR RIESGOS”.
Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-7719-2014-06-12.html
En base a su pregunta creo que, la intervención del Estado en materia de precios en ningún modo viola nuestro derecho a la información, siempre y cuando la información respecto de esa intervención también llegue al ciudadano.
Es decir, esta claro que en el caso planteado, la intervención del Estado sería un elemento más en el proceso de formación de un precio. En virtud de ello, nuestro derecho a la información se vería distorsionado, si no se nos informa que el Estado ha intervenido y de que modo, ya que nos costaría entender que está sucediendo en el mercado que modifica un determinado precio. Pero si, como suele ocurrir, esta información es acercada a la sociedad y no se mantiene en secreto, la intervención del Estado sería un elemento adicional respecto del conjunto de información que viene con un precio.
Cabe agregar, que la desinformación o el ocultamiento de una acción de este tipo por parte del Estado no sólo violaría el derecho a la información, sino que iría en contra del principio republicano que garantiza la publicidad de los actos de gobierno.
Coincido completamente con lo planteado. Es decir, si el estado manipula los precios, está violando nuestro derecho a la información, siempre y cuando se siga sosteniendo que los precios transmiten información. Se estaría produciendo como un vaciamiento del sentido y significado de los mismos para los los individuos. Toda esa información incompleta, dispersa etc ya ni siquiera tendría valor para nosotros si lo que nos llega no expresa una realidad.
El precio es un indicador, un comunicador fundamental de información y de conocimiento directo a través del cual los individuos pueden planificar su economía. Pero si el Estado, ejerciendo aquel poder de policía, como se indica en el artículo, interfiere en estos precios, la información que le llega a las personas es una información distorsionada, privando la posibilidad de llevar a cabo una planificación sobre una base estable y confiable. Aquello se traduce en inseguridad, ya que la información no es previsible ni predecible y uno se ve dificultado en poder adecuar su conducta a los cambios que se van sucediendo y poder afrontarlos. Entonces como el precio es información, y es un derecho de los ciudadanos el acceso a información confiable y certera, coincido con que dicha interferencia estatal produce una violación al derecho de información. Además, una persona que se basa en precios e indicadores manipulados y / o reservados, en definitiva no va a poder manejarse correctamente en el mercado ya que se encontrará transitando en un camino de incertidumbre e inseguridad.
Relacionado al artículo aquí publicado encontré justamente en el diario del día de ayer las declaraciones del Ministro Kicillof sobre la inflación , cuyas cifras distan claramente de la realidad de todos los días, adjunto el link http://www.clarin.com/politica/Inflacion-crecen-diferencias-INDEC-privados_0_1156684414.html ; y de más esta decir que nuestro derecho a ser informados va a continuar siendo desvirtuado si el estado sigue manipulando de esta manera los precios.
Yo opino que, en cuanto a la pregunta de si el poder de policía del estado interfiere en la información que transmiten los precios, claramente interfiere.
Actualmente esta en vigencia el Programa Nacional de precios llamado: PRECIOS CUIDADOS «Compromiso asumido por el Gobierno Nacional, los supermercados, los distribuidores y sus principales proveedores para una administración de precios flexibles durante todo 2014. Los precios de referencia de los productos de la canasta se basan en el análisis de las cadenas de valor, con el objetivo de asegurar condiciones de competitividad en la economía, cuidar el bolsillo de los argentinos, y que cada consumidor ejerza su derecho de elegir informado.» http://www.precioscuidados.com/.
Considero que el Estado estableció este programa para que no se note la inflación que sufrimos desde principios de año por la emisión monetaria, casi como queriendo tirarles la pelota a las empresas que no venden productos al precio de «precios cuidados», como para que la gente piense que esas empresas cobran más porque quieren cobrar más, cuando podrían cobrar el precio que el gobierno establece. Entonces en estos casos usa este poder de policía de poder fijar los precios de los productos pero con un objetivo propio del Estado que es que no se note la inflación, o hacer de cuenta que estamos bien. Esto es lo que vemos. Lo que no vemos es que al fin y al cabo con este sistema, yo diría que, va cerrando los mercados porque la gente consume el producto más barato que en general es el que ahora subsidia el gobierno en precios cuidados, y los productos iguales de otras marcas van perdiendo competitividad porque la gente ya no los elige porque no tienen ese precio, y el consumidor ve lo que más le conviene a su bolsillo. El problema va a ser cuando ya no esté el plan precios cuidados, y los productos vuelvan a competir en el mercado sin interferencias del Estado.
La mayoría piensa que las «fallas del mercado» se solucionan con políticas públicas, pero esto muchas veces no sucede, y el Estado interfiere generando situaciones peores. Tendrían que dejar que los precios se acomoden solos y preocuparse por resolver sus fallas, las fallas de la política y dejar el arreglo de precios en manos del mercado, que muchas veces termina siendo más sabio que la política, además que poniendo la fijación de precios en manos de la política puede terminar en resultados que se inclinen hacia los intereses sectoriales, generando lobby, o de los propios políticos, ya que como vimos, el Estado no es un «dictador benevolente», y muchas veces se aparta notoriamente del bien común.
Interesante articulo. Coincido con la pregunta que ud formula, ademas el Estado tiene que tener un control sobre los precios para así evitar la inflación o hiper inflación como se ha dado en Argentina, ya que si el Estado ejerce algún tipo de manipulación sobre los mismos, el derecho de información que se plantea se puede ver violado y por ende repercutiría en la sociedad de mala manera.
Claramente apoyo esa postura planteada, si los precios son transmisores de informacion y si el Estado tiene poder de manipularlos, es evidente que esta manipulacion vulnera el derecho a la informacion sin mas. Es una coalision de derechos, sobre todo si seguimos a las palabras de Lorenzetti que toma a la informacion como bien publico cuya informacion esta referida a toda la sociedad, seguramente existe, y de hecho algunos son sabidos por todos, distintas alteraciones en medio que tambien brindan informacion como los precios, pero quizas no resulta tan palpable como esta ya que es sabida por todos por su facil comprobacion. Y esa lateracion o esa falsa informacion tiene consecuencias en la vida de las personas, porque las hace actuar a ciegas en el mercado, mas alla de que quizas alguna nocion tiene. Lo mismo pasa, a mi entender, con el ocultamiento de los indices de pobreza, que como decia un chiste que salio por ahi, un hombre llega a su casa y le dice a su mujer que ya no eran pobres porque no habian dado a conocer los valores, claro esta que la imagen mostraba a un hombre y a una mujer con ropa de pobre, casa de pobre y vida de pobre.
Y ni hablar de cómo esta manipulacion en la informacion ataca tambien a la seguridad juridica, quien puede confiar en un pais en donde la informacion esta desfigurada o dibujada.
Me pareció sumamente importante el articulo, el tema de la información es fundamental en cualquier ámbito, ya que no podemos accionar correctamente si no prevemos las consecuencia y ello solo se puede hacer eficientemente si tenemos toda la información posible.
Creo claramente al haber una intervención del estado en los precios se distorsiona la información que circula en el mercado, pero esto no significa que la gente se quede sin la suficiente información para realizar los intercambios, sino para aminorar los costos de dichos intercambios. Pero como dice Lorenzetti que la información es un bien publico porque la gente lo adquiere gratuitamente, no se podría decir que el estado distorsiona o viola nuestro derecho a la información porque ella esta a disposición de cualquiera que tenga el interés de buscarla.
Totalmente de acuerdo con lo planteado. Los precios, ademas de su valor nominal, conllevan mucha información. El precio de un producto, le indica a quien lo produce la demanda que este tiene, a quien lo consume el proceso que lleva para poder tener ese producto, los costos de trasporte, etc. Ahora bien, al manipular los precios se nos esta manipulando la información y sin dudas violando nuestro derecho. También hay una realidad, que nos ocurre ahora y mas específicamente hace un par de meses, ante una fuerte inflación, los oferentes especulan con el precio que le van a poner a sus productos. Al colocar un precio, también se estaban «atajando» ante una visible inflación, debían asegurarse que con las ventas de dichos productos pudieran comprar para producir mas, por eso se produce una especulación en cuanto a la inflación. Por ejemplo yo vendo las materias primas para producir vasos, yo por temor a que las cosas aumenten incremento el precio un 5%, quien me lo compra hará lo mismo ya que deberá asegurarse poder producir nuevamente, y el que trasporta los vasos también deberá incrementarlo, y así sucesivamente, lo que hará que la especulación ante inflación distorsione los precios. Pero a su vez, que esto ocurra también refleja la situación económica del país. Si bien el gobierno puede negar distorsionando los precios anunciados por el INDEC, también es cierto que basta con ir al supermercado o a comprar cualquier cosa para darse cuenta que los precios no coinciden con los expresados por este.
Estoy de acuerdo con el comentario y particularmente creo que el estado no debería tener potestad para interferir en los precios porque se alterna los parámetros de la oferta y la demanda y genera externalidades negativas como por ejemplo un precio que a raíz de la inflación no cubre ni siquiera los costos del bien.
Creo que el estado debería ocuparse de otras cosas mas importantes y dejar de pensar como «empresa recaudatoria» y empezar a pensar como un organismo administrador de un país y ver realmente las falencias en el mismo para poder superar las crisis y por ejemplo en vez de «obligar» a ponerle a un bien un precio determinado ver la posibilidad de hacer que ese bien como tantos otros mantenga su precio en un justo indice sin que implique tampoco una perdida para que fabricante.
Creo que los precios transmiten información, y obvio esta a la vista, pero también creo que la intervención del Estado en los precios hace todo lo contrario, oculta información. Podría pasar que el Estado tenga que intervenir algún precio en concreto debido a circunstancias monopólicas por ejemplo, pero sería justamente un caso puntual. Cuando esto se extiende generalizadamente, lo que se busca fijando precios es tapar las señales del mercado, que haría en el caso actual, que los precios se vayan por las nubes, producto de malas políticas económicas. Pero esto por algún lado termina filtrando, como es el caso de los combustibles, los cuales acumulan en lo que va del año un aumento de mas del 50% y esto es por que los empresarios se quieren aprovechar? podría ser, pero no es el caso, la razón es una mala gestión económica, pero para los funcionarios siempre es mas facil poner la basura bajo la alfombra, en este caso fijando precios, cercenando nuestro derecho a la información.
Excelente pregunta. Sin duda si. Colisionan. Y si una y mil veces mas, y con todo el respeto que se merece el Dr. Lorencetti, se equivoca. Primero y principal uno antes de hablar tiene que saber, segundo tiene que tener fundamentos y tercero y lo mas importante, si afirma primero no lo puede negar en el acto siguiente. Esto es lo mismo que diga que el caballo blanco de San Martín era marrón. Desde el punto de vista lógico incurre en un error fundamental en el cual todos solemos tropezar.
Con respecto a los precios y a la información debo decir que estos traducen mucha información, pero que a veces se suele confundir o se cae en este error.
Para fundamentar mi postura, por ejemplo tomaré el caso de los cigarrillos. Seguramente muchos sabrán que estos hoy en día son caros, y en algunos países son más caros todavía, y ello es así porque el estado intenta frenar el consumo, ósea transfiere como información que fumar es negativo o perjudicial.
Otro ejemplo son las naftas, es tan patético, con el perdón de la terminología, que en un país con el yacimiento de “baca muerta” paguemos de impuestos un promedio de un 60% sobre el valor del litro de nafta súper. Es mas conviene no explotar “baca muerta” que hacerlo, esto es así ya que a simples cálculos si un litro de nafta vale $10, 6 son de impuestos. Entonces el litro para exportar sale $4. Verdaderamente conviene esto. En argentina no se exportan impuestos, con lo cual si le sacamos todas esas cargas impositivas veremos que el precio bruto, si bien es competitivo, “genera ruido”.
Cambiando de tema, pero solo a medias, el gobierno actual fomentó y manifestó que estaba conforme con el gran crecimiento de la industria automotriz, pero ellos mismos se niegan la realidad, esta conforme pero por ejemplo a los autos importados de alto lujo les puso un 50% de impuestos.
¿Entonces transmiten o no información? Si los precios transmiten información
Y no solo esto, también un mismo precio transmite información contradictoria.
Está bien consumir autos, esta bien pagar 200.000 pesos uno, y también esta bien pagar el 35% o el 50 % de impuesto para disminuir la fuga de divisas. Perdonen mi expresión, pero en que quedamos. Por ello creo, con el mayor de los respetos, el Dr. Se equivoca exponiendo puntos contrapuestos. Por consiguiente el mismo estado opina que la información es importante, pero mientras a clarín, la nación, etc. les impone un tributo, la televisión digital abierta no paga ninguno. Mientras le permite a los pueblos originarios poner sus radios, canales de televisión y demás para transmitir información, no les da un impulso monetario o simplemente los costos de retransmisión de señal son tal alto que dichos programas solo quedan circunscriptos a la zona geográfica.
Reitero, ¿entonces en que quedamos?
Leyes:
Ley de medios de comunicación audiovisual: 26522
Impuesto a los combustibles: 23966 – 26181