Los alumnos de OMMA en Madrid, discuten sobre la deslocalización en base a este comentario (van sin los nombres):
El proceso de «deslocalización de la producción» (por ejemplo, producir en China), reduce los costos. ¿Cómo impacta en los precios? ¿No es que son los precios los que determinan los costos?
Otra cosa, ¿cómo hace un país desarrollado para evitar la sangría de la deslocalización?
Sus opiniones:
- “Cuando una empresa descubre que alguien puede fabricar su producto más barato se aprovecha de ello NO REDUCIENDO SUS PRECIOS sino ganando un margen mayor por la venta de los mismos. Cuando el mercado se ajusta otras empresas recurren a lo mismo y a través del proceso de competencia los precios se reducen.
O sea, costes más baratos en los nuevos países productores no bajan los precios al consumidor de forma automática. Hay un proceso intermedio de competencia. Al competir con margen alto las empresas pueden disminuir sus precios hasta que se alcanza una situación de equilibrio.
Los precios determinan los costos a largo plazo. Es por eso que los precios altos pagados en los países occidentales van a producir un incremento de los costes laborales en China. Es decir, los precios de los productos al consumidor (altos) hacen subir los costes, en este caso laborales.
Yo creo que la confusión parte de que en el corto plazo puede haber situaciones transitorias donde da la sensación de que son los costes los que se transmiten al precio. Estas situaciones transitorias pueden durar años. En el caso de China hasta que la reserva de trabajadores no ocupados se agota y empieza a haber presión en el mercado laboral. Pero alcanzar plena ocupación en un mercado de cientos de millones de trabajadores toma su tiempo.
La última pregunta está mal formulada. Al utilizar el término «sangría» se presupone que la deslocalización es negativa. La deslocalización nos libera de trabajos tediosos y de poco valor añadido con lo cual nos podemos liberar de ellos y dedicarnos a cosas más productivas. Por ejemplo, diseñar los robots y las líneas de producción que usan en China. Por otra parte la deslocalización ha permitido un enorme progreso económico en los países receptores del trabajo. O sea, es un proceso que beneficia a ambas partes. Los países desarrollados deben facilitar la transición de sus ciudadanos de las actividades deslocalizadas a nuevos campos de más alto valor.”
- Estoy de acuerdo con XX con respecto a la connotación negativa que la palabra «sangría» pueda dar a la deslocalización de la producción.
Para añadir a lo que comenta XX:
Todas las decisiones empresariales (y medidas económicas) tienen ventajas y desventajas (trade offs, en inglés). Unos ganan y otros pierden con la deslocalización. En este caso, el beneficio directo, es que son muchos los consumidores que se ven beneficiados con la reducción de costes de producción. Hay cierta cantidad de gente que queda desempleada, pero es parte del «trade off».
Es país desarrollado, en el que la deslocalización de la producción es grande, la mano de obra con poco entrenamiento va a tender, es más, ser verá forzada a desarrollar nuevas habilidades y a tener que desempeñarse en trabajos mucho más productivos. Esto irá aumentado la ventaja competitiva de estos países y seguirán siendo líderes en desarrollo de tecnologías que les harán aún más productivos con respecto a los países hacia los cuales se deslocaliza la producción de bienes que requieren mano de obra con poco entrenamiento.
Al balancear las ventajas con las desventajas de la deslocalización de la producción, esta se inclinará hacia el lado de las mayores ventajas / beneficios.
- “En primer lugar matizar que la deslocalización, en términos generales, es interpretada de una forma negativa, ya que no se tiene un entendimiento ni de su funcionalidad ni de su meta.
Dicho esto, y a tenor argumental de lo dicho por mis compañeros, la deslocalización favorece la incorporación de nuevos competidores en el mercado. Este fenómeno se produce para buscar un margen lo suficientemente amplio entre el proceso de fabricación al proceso de venta, y en muchos países por políticas fiscales (abrasadoras) te obligarían a cerrar antes de poder mantener o arrancar un negocio. El impacto en los precios es por ende positivo para el productor y el consumidor.
Con mucho acierto, muchos compañeros ya lo han comentado, evitar esa «sangría», bien entendida, con una utilidad y un sentido empresarial, sería posible si los Estados dejaran de machacar con asuntos fiscales y burocráticos. A priori la fórmula parecería sencilla, pero en la práctica….eso amigos es otra cosa.”
- “La deslocalización es una oportunidad que ve el empresario para reducir sus costes y que al final favorece los precios que pagamos los consumidores.
Se estigmatiza a las empresas por parte de algunos sectores de la sociedad por realizar este proceso ya que los factores de producción se ubican en los lugares donde son más eficientes para el proceso productivo. Las nueva tecnologías y la globalización han acelerado este proceso y nos hemos encontrado con muchos casos recientes en los últimos años (empresas que cierran en países desarrollados y que abren en otros países con menores costes, china, india, tailandia, etc).
Nuevamente mucho se ha aportado al foro y estoy absolutamente de acuerdo en que la única manera de combatir este fenómeno es con una clara desregularización del mercado laboral y (los políticos en términos generales no lo permitirán) que favorezca paulatinamente una sociedad que se centre en el autoempleo y la especialización en contraposición con el trabajo «estable y fijo » para toda la vida.
Por último, no quisiera dejar pasar la deslocalización fiscal que también se da muchísimo, consecuencia nuevamente de la tendencia confiscatoria de los estados.
En resumen, buen proceso que favorece los precios que pagamos por los productos y menos regulación en todos los aspectos.