Financiamiento privado de la ciencia: Centros del Progreso, Newton y Cambridge

Chelsea Follett es editora ejecutiva de HumanProgress.org y analista en el  Center for Global Liberty and Prosperity del the Cato Institute’s. Tiene a su cargo la serie de informes Centers of Progress, donde viene analizando los desarrollos experimentados en distintas ciudades que dieron como resultado el nivel actual de progreso. Ya va por el capítulo 38 y en esta oportunidad considera a la ciudad de Cambridge y sus contribuciones a la ciencia. El informe está aquí: https://www.humanprogress.org/centers-of-progress-pt-38-cambridge-physics/

Y comienza de esta forma:

“Hoy marca la trigésima octava entrega de una serie de artículos de HumanProgress.org llamada Centers of Progress. ¿Dónde ocurre el progreso? La historia de la civilización es, en muchos sentidos, la historia de la ciudad. Es la ciudad que ha ayudado a crear y definir el mundo moderno. Esta columna quincenal brindará una breve descripción de los centros urbanos que fueron sitios de avances fundamentales en la cultura, la economía, la política, la tecnología, etc.

Nuestro trigésimo octavo Centro de Progreso es Cambridge durante la Revolución Científica. Los siglos XVI y XVII constituyeron un período de cambios drásticos en la forma en que la humanidad conceptualizaba y buscaba entender el mundo. Los académicos dieron saltos masivos en campos como las matemáticas, la astronomía, la química y, quizás lo más notable, la física. Podría decirse que ninguna ciudad contribuyó más profundamente a esa nueva comprensión que Cambridge.”

 

En 1669, solo un año después de completar su maestría, Newton se convirtió en la Cátedra Lucasiana de Matemáticas, que ahora se encuentra entre las cátedras más prestigiosas del mundo, y permaneció en esa posición hasta 1702.

La cátedra fue posible gracias a la financiación privada de un benefactor llamado Henry Lucas (c. 1610-1663). Fue un clérigo, político y ex alumno de Cambridge que también legó generosamente una colección de unos cuatro mil libros a la Biblioteca de la Universidad de Cambridge.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *