Frederic Bastiat y un principio fundamental para los economistas: lo que se ve, y lo que no se ve

Para los alumnos de Económicas, UBA: Frederic Bastiat (1801-1850) fue un gran divulgador y polemista. Sus trabajos, por supuesto, no son ‘académicos’, pero eso no implica que no estén basados en ideas que lo son. Pero he aquí una breve colección de sus artículos con el título de “Lo que se ve y lo que no se ve”: http://www.hacer.org/pdf/seve.pdf

Es particularmente importante para los estudiantes de Economía ya que se trata de aprender las consecuencias de las acciones humanas más allá de sus efectos inmediatos. Por ejemplo, y en relación a lo que analizara Say, esto dice Bastiat en un artículo titulado “El cristal roto”:

“¿Ha sido usted alguna vez testigo de la cólera de un buen burgués Juan Buenhombre, cuando su terrible hijo acaba de romper un cristal de una ventana? Si alguna vez ha asistido a este espectáculo, seguramente habrá podido constatar que todos los asistentes, así fueran éstos treinta, parecen haberse puesto de acuerdo para ofrecer al propietario siempre el mismo consuelo: « La desdicha sirve para algo. Tales accidentes hacen funcionar la industria. Todo el mundo tiene que vivir. ¿Qué sería de los cristaleros, si nunca se rompieran cristales?

Mas, hay en esta fórmula de condolencia toda una teoría, que es bueno sorprender en flagrante delito, en este caso muy simple, dado que es exactamente la misma que, por desgracia, dirige la mayor parte de nuestras instituciones económicas. Suponiendo que haya que gastar seis francos para reparar el destrozo, si se quiere decir que el accidente hace llegar a la industria cristalera, que ayuda a dicha industria en seis francos, estoy de acuerdo, de ninguna manera lo contesto, razonamos justamente. El cristalero vendrá, hará la reparación, cobrará seis francos, se frotará las manos y bendecirá de todo corazón al terrible niño. Esto es lo que se ve.

Pero si, por deducción, se llega a la conclusión, como a menudo ocurre, que es bueno romper cristales, que esto hace circular el dinero, que ayuda a la industria en general, estoy obligado a gritar: ¡Alto ahí! Vuestra teoría se detiene en lo que se ve, no tiene en cuenta lo que no se ve.

No se ve que, puesto que nuestro burgués a gastado seis francos en una cosa, no podrá gastarlos en otra. No se ve que si él no hubiera tenido que reemplazar el cristal, habría reemplazado, por ejemplo, sus gastados zapatos o habría añadido un nuevo libro a su biblioteca. O sea, hubiera hecho de esos seis francos un uso que no efectuará.

Hagamos las cuentas para la industria en general. Estando el cristal roto, la industria cristalera es favorecida con seis francos; esto es lo que se ve. Si el cristal no se hubiera roto, la industria zapatera (o cualquier otra) habría sido favorecida con seis francos. Esto es lo que no se ve.

Y si tomamos en consideración lo que no se ve que es un efecto negativo, tanto como lo que se ve, que es un efecto positivo, se comprende que no hay ningún interés para la industria en general, o para el conjunto del trabajo nacional, en que los cristales se rompan o no.

Hagamos ahora las cuentas de Juan Buenhombre. En la primera hipótesis, la del cristal roto, él gasta seis francos, y disfruta, ni más ni menos que antes, de un cristal. En la segunda, en la que el accidente no llega a producirse, habría gastado seis francos en calzado y disfrutaría de un par de buenos zapatos y un cristal.

O sea, que como Juan Buenhombre forma parte de la sociedad, hay que concluir que, considerada en su conjunto, y hecho todo el balance de sus trabajos y sus disfrutes, la sociedad ha perdido el valor de un cristal roto. Por donde, generalizando, llegamos a esta sorprendente conclusión: « la sociedad pierde el valor de los objetos destruidos inútilmente, » — y a este aforismo que pondrá los pelos de punta a los proteccionistas: «Romper, rasgar, disipar no es promover el trabajo nacional, » o más brevemente: « destrucción no es igual a beneficio. »

¿Qué dirá usted, Moniteur Industriel, que dirán ustedes, seguidores de este buen Sr. De Saint-Chamans, que ha calculado con tantísima precisión lo que la industria ganaría en el incendio de París, por todas las casas que habría que reconstruir? Me molesta haber perturbado sus ingeniosos cálculos, tanto más porque ha introducido el espíritu de éstos en nuestra legislación. Pero le ruego que los empiece de nuevo, esta vez teniendo en cuenta lo que no se ve al lado de lo que se ve. Es preciso que el lector se esfuerce en constatar que no hay solamente dos personajes, sino tres, en el pequeño drama que he puesto a su disposición. Uno, Juan Buenhombre, representa el Consumidor, obligado por el destrozo a un disfrute en lugar de a dos. El otro, en la figura del Cristalero, nos muestra el Productor para el que el accidente beneficia a su industria. El tercero es el zapatero, (o cualquier otro industrial) para el que el trabajo se ve reducido por la misma causa. Es este tercer personaje que se deja siempre en la penumbra y que, personificando lo que no se ve, es un elemento necesario en el problema. Es él quien enseguida nos enseñará que no es menos absurdo el ver un beneficio en una restricción, que no es sino una destrucción parcial. — Vaya también al fondo de todos los argumentos que se hacen en su favor, y no encontrará que otra forma de formular el dicho popular: «¿Que sería de los cristaleros, si nunca se rompieran cristales?”

13 pensamientos en “Frederic Bastiat y un principio fundamental para los economistas: lo que se ve, y lo que no se ve

  1. 05/c – Lo que se ve y lo que no se ve – Frédéric Bastiat

    Resumen del texto:

    En este texto publicado en 1850, Frédéric Bastiat escribió que los efectos económicos de un acto, un hábito, una institución o una ley tendrán efectos no sólo en un mercado en particular en lo inmediato, sino que también lo tendrán en otros mercados y de manera intertemporal, es decir, con el paso del tiempo. Lo primero lo llama lo que se ve, y lo segundo lo que no se ve.
    Un buen economista, a diferencia de uno malo, tiene en cuenta tanto lo que se ve, lo que no se ve y lo que es preciso de prever. Muchas veces lo que se ve es favorable, pero lo que no se ve es altamente desfavorable y viceversa, con lo cual ésta habilidad, no es menor.
    Bastiat explica que lo que no se ve se puede conocer por medio de la experiencia o por previsión. La primera, dice Bastiat, enseña con eficacia pero también con brutalidad; y la segunda podría decirse que es un poco más suave.
    En los subsiguientes apartados, Bastiat se dedica, con una elegancia descomunal, a describir lo que se ve y lo que no se ve en distintas situaciones, tales como la falacia del cristal roto, las licencias, los impuestos, las restricciones, las máquinas, los “derechos”, entre otros. En todos estos casos, Bastiat nos muestra los perjuicios de esa tercer parte que queda fuera de la transacción.

    Lo novedoso o sorprendente:

    Este texto (junto con otro llamado: “Petición de los fabricantes de velas, bujías (…), a los señores diputados”, el cual es uno de mis favoritos de este autor) parecería estar dedicado a varios economistas muy posteriores a Bastiat, algunos quizás contemporáneos a nuestros días, lo cual, desde mi punto de vista, hace que su aporte sea no sólo sorprendente, por la época en el cual lo escribió, sino que no deja de ser novedoso por su actualidad.
    Otro aporte es ésta idea de costo de oportunidad, es decir, ese costo escondido de haber roto una ventana y no haber podido utilizarlo de otra manera más eficiente.
    Creo que ésta forma de pensar es fundamental para tratar de entender la realidad, nos obliga a mirar más allá de una política de estímulo al sector X, del impuesto Y, etc. Muestra que en economía no todo es tan sencillo de resolver, ya que, justamente, no sólo muchas de las variables que estamos mirando están relacionadas entre si, sino que también lo están de manera intertemporal.

    Tres preguntas que le haría al autor:

    1- Parecería que hay a veces hay una especie de incompatibilidad de incentivos entre políticos (que, por definición, al ser cazadores de votos, tienden a pensar en el corto plazo) y buenos economistas. En este sentido, ¿qué habría que hacer para lograr que los incentivos sean compatibles?
    2- ¿Cree que siempre es posible evaluar todos los efectos “que no se ven” de manera predictiva?
    3- ¿Cree que sus ideas fueron tomadas en cuenta por la mayoría de la profesión?

  2. 1) Remarca que en todo fenómeno económico hay efectos visibles e invisibles, por decirlo de una manera. El hombre tiende a centrarse en los visible, que se asocian a una mirada cortoplacista, mientras a sus espaldas, y en el largo plazo tienden a aparecer los efectos invisibles. Aquellos que requieren un esfuerzo mayor en ser percibidos. En su argumento, agrega un tercer participante a toda transacción. Siendo este último quien percibe los efectos que no se ven en lo inmediato. En contra de la intervención del Estado, arguye que no sirve como medida sistemática. Y que resalta el trabajo estimulado, pero nunca reconoce el trabajo impedido. Este socialismo, como lo denomina el autor, a diferencia de lo que sus seguidores creen, condena toda actividad en la que interviene. ¿La respuesta de Bastiat? No obstruir el camino del propio mercado. El mercado, la libertad, la competencia y el sistema de precios conducirán a un buen destino, o al menos a uno mejor que aquel definido por el Estado.

    2) Vemos una semejanza entre el consumo productivo que mencionaba Mill y la superioridad del ahorro que menciona Bastiat. Para ambos este consumo futuro o diferido, es más deseable que el consumo improductivo, o en el caso de Bastiat, el lujo. Y a su vez, podemos concluir que ambos critican el consumo en su versión cortoplacista. Ya que esta es la razón principal por la cual se explica el estancamiento y/o deterioro de la economía. Es destacable cómo esta discusión del consumo o la inversión, luego se perfeccionó y al día de hoy es uno de los grandes tópicos sobre los que no hay consenso en el ámbito de la teoría económica: keynesianismo o liberalismo.

    3) A- ¿Es correcto que el Estado intervenga, vía impuestos, en materia religiosa si la sociedad pertenece a esa religión en particular?
    B- En una hipotética sociedad con dos empresas: una empresa A que posee ventajas superlativas respecto de una empresa B, y esta última, ¿sería adecuado subvencionar esta segunda para equilibrar los puntos de partida y evitar que B caiga en la ruina? Cuidaríamos empleo, producción y consumo a la vez.
    C- ¿Cree que una disminución de los sueldos que percibe el Estado mejoraría la toma de decisiones, abogando por un mejor funcionamiento de la economía, o tal medida los volvería más corrompibles e ineficientes?

  3. Resumen:
    Bastiat declara que, en la esfera económica, un acto, una costumbre, una institución o una ley no engendran un solo efecto, sino una serie de ellos. De estos efectos, el primero es sólo el más inmediato, ya que se manifiesta simultáneamente con la causa y es aquel que se ve. Los otros aparecen sucesivamente y son aquellos que no se ven. Un mal economista se limita al producto visible, mientras que un buen economista tiene en cuenta el efecto que se ve y los que hay que prever. Suele suceder que, cuando la consecuencia inmediata es favorable, las consecuencias ulteriores son funestas, y vice versa. Así pues, el mal economista persigue un beneficio inmediato que será seguido de un gran mal en el futuro, mientras que el verdadero economista persigue un gran bien para el futuro, aún a riesgo de un pequeño mal presente. Asimismo, Bastiat admite que es de los que piensan que la elección y el impulso debe venir de abajo, y no de arriba, es decir, de los ciudadanos y no del legislador, dado que la doctrina contraria parece conducir a la eliminación de la libertad y de la dignidad humana. De esta forma, el autor hace hincapié en el hecho de que no saber Economía Política es dejarse deslumbrar por el efecto inmediato de un fenómeno, mientras que saber es introducir el conjunto de los efectos en el pensamiento y en la previsión.

    Aquello que me resultó novedoso/sorprendente:
    Frédéric Bastiat expone, de manera novedosa, que los gastos públicos sustituyen siempre a los gastos privados, y, en consecuencia, hacen vivir a un obrero en vez de a otro, pero no añaden nada al conjunto de la clase obrera. Se ve que el estado traza un camino, mejora una calle o cava un canal, dando trabajo a unos obreros, pero lo que no se ve es que priva de trabajo a otros obreros. Según el economista, en todo gasto público, tras el bien aparente, hay un mal más difícil de discernir. Además, Bastiat defiende la maquinización, remarcando que la máquina reduce los gastos de producción, y hace bajar el precio del producto. La rebaja del producto produce un aumento del consumo, la cual requiere de un aumento de la producción, y en definitiva, la intervención de otros tantos obreros o más, que los que hacían falta antes. Otro aspecto importante a destacar es el crédito, donde el autor establece que nadie toma prestado dinero por el dinero mismo, sino que se toma un préstamo para conseguir productos. Lo que se considera como un incremento del préstamo no es más que un desplazamiento del mismo. Este desplazamiento, a su vez, es injusto para quien, tras haber merecido y conquistado el crédito por su probidad y su actividad, se ve desprovisto de él y para los contribuyentes, que se encuentran expuestos a pagar una deuda que nada tiene que ver con ellos.

    3 preguntas que le haría al autor:
    1-¿Qué opina de aquellos economistas en ciertos países periféricos, como la Argentina, que están influenciados políticamente y persiguen, en todo momento, un beneficio inmediato?
    2-Usted manifestó que tanto la experiencia como la previsión instruyen a las naciones a tener en cuenta todas las consecuencias de cada acto, y no sólo las primeras. A su entender, ¿cómo describiría la historia de la Argentina, cuya económica atravesó infinidades de errores y sigue sin poder salir adelante, pese a toda la experiencia que posee?
    3-Usted recalcó que ciertos economistas no piensan que se deben reducir la religión, la educación, la propiedad, el trabajo y las artes cuando piden que el Estado proteja el libre desarrollo de todos estos órdenes de la actividad humana, sino que creen que todas las fuerzas vivas de la sociedad se desarrollarán armoniosamente bajo la influencia de la libertad y que ninguna de ellas será, como se puede ver hoy en día, una fuente de problemas, de abusos, de tiranía y de desorden. De esta manera, ¿qué recomendación le daría a la Argentina, país que se rige por aumentos constantes de tarifas e impuestos para subvencionar a gran parte de la población?

  4. Para el autor, hay que tener en cuenta lo que no se ve al lado de lo que se ve. La diferencia es importante ya que, en general, las consecuencias inmediatas son favorables, mientras que las ulteriores son malas. Entonces, el mal economista persigue un beneficio inmediato que será seguido de un gran mal en el futuro, mientras que el verdadero economista persigue un gran bien para el futuro, aun a riesgo de un pequeño mal presente. A lo largo del texto, Bastiat se ocupa de criticar y refutar ideas que, según él, son erróneas porque tienen en cuenta solo lo que se ve.

    Critica el lujo de los grandes funcionarios, justificado por la idea de que favorecen las artes, la industria, el trabajo. Para el autor, no hay más que un simple desplazamiento de satisfacción y de trabajo: Un ministro tiene su mesa mejor servida, pero un agricultor tiene un terreno peor desecado. También, todo tipo de subvenciones y sostiene que, cuando los economistas hacen esto, se los acusa de rechazar la cosa misma que se subvenciona, de ser enemigos de todo tipo de actividad, cuando, en realidad, solo quieren que esas actividades busquen en sí mismas su recompensa. Los impuestos tampoco son buenos ya que dan un valor ficticio al suelo, o a una industria dada. Pero esto sucede porque sus adversarios creen que una actividad que no sea subvencionada ni reglamentada es una actividad condenada, mientras ellos piensan lo contrario: que todas las fuerzas vivas de la sociedad se desarrollarán armoniosamente bajo la influencia de la libertad, que ninguna de ellas será, como lo vemos hoy en día, una fuente de problemas, de abusos, de tiranía y de desorden. Las obras públicas, de la misma manera, son inútiles y son un engaño que muestra un poco de trabajo estimulado que se ve, y oculta mucho trabajo impedido, que no se ve. En todo gasto público, tras el bien aparente, hay un mal más difícil de discernir. Desplazar el trabajo, es desplazar a los trabajadores, es perturbar las leyes naturales que presiden la distribución de la población en el territorio.
    Es partidario de la división del trabajo, ya que sostiene que la especialización puede alimentar industrias nuevas a medida que se incrementa el consumo. Considera la sociabilidad un carácter distintivo del ser humano, y que las industrias son solidarias. Esto es porque lo que se ahorra en una en gastada en las demás. Si una industria baja el precio de un producto, lo ahorrado en ese producto será gastado en otro de otra industria.

    Considerando la analogía del cristal roto, ¿Es posible que si los seis francos no se hubieran gastado en reponer el cristal se habrían ahorrado en vez de ser gastados en otra cosa?
    ¿Por qué los dueños de las fábricas querrían invertir en máquinas si éstas no lo hacen obtener más ganancia, ya que reducen los gastos de producción, pero hacen bajar el precio del producto?
    ¿Lo que determina el valor de un producto es sólo el valor que en cada instancia de su producción se ha aportado?

  5. Lo que se ve y lo que no se ve, Frédéric Bastiat (1850)
    El objetivo de Bastiat en este ensayo es mostrar, a través de una serie de casos, dos clases de efectos opuestos que surgen al momento de implementar una determinada medida económica. Por un lado, hay un efecto visible que se materializa instantáneamente con la intervención, y que suele eclipsar al segundo- un efecto que no se ve a simple vista y sobre el cual hay que esforzarse para preverlo-. Este último es sobre la faceta que el autor hace mayor hincapié. En su ejemplo más destacado y más citado, el de la ventana rota, expone la falsedad concerniente a que el gasto efectuado para reparar los cristales rotos estimulará la economía al generar trabajo y actividad en la industria cristalera. Esto es lo que se ve, lo que no se ve es que el consumo realizado en reparar el cristal deberá inexorablemente ser a costa de no utilizar esa suma de dinero en consumir otro bien, por ejemplo, zapatos. De este modo, se entiende que no hay ninguna ganancia para la industria en general ni para el trabajo agregado en que los cristales se rompan o no, pero si tenemos en cuenta que la ventana rota evita el consumo de un nuevo par de zapatos, estaríamos en presencia de una perdida de bienestar para el consumidor. Luego, sus sucesivos casos (como por ejemplo el proteccionismo y la falacia ludita) se basan en este razonamiento para analizar especialmente las políticas fiscales de incremento de gasto estatal. Si bien Bastiat no opone objeciones al gasto gubernamental cuando está confinado a ofrecer servicios “útiles” por el valor equivalente de lo que al contribuyente le cuesta, su reparo comienza cuando se alega que esta acción favorece al trabajo. Su objeción se fundamenta en el hecho las sumas de dinero gastadas por el gobierno y que estimulan determinada actividad y/o ciudad -lo que se ve- no pueden existir sin previamente ser sustraídas a los contribuyentes, que del mismo modo hubiesen destinado ese dinero directamente o indirectamente a otras actividades –lo que no se ve-.

    A destacar:
    Bastiat demuestra que en el mercado de fondos prestables la verdadera materia de préstamo son los bienes y no el dinero, este último solo cumple la función de facilitar el punto de encuentro entre prestamistas y prestatarios, de este modo, la tasa de interés queda definida en el mercado de bienes y no el mercado monetario. La tasa de interés vendría a representar entonces el precio de los bienes presentes sobre los futuros y no el precio del dinero. Su argumento se basa en que cuando se pide un préstamo, la finalidad es adquirir bienes o servicios, y lo que se presta en última instancia no es el dinero sino los productos. En mi opinión, esto es importante ya que implica que por más que se modifique la cantidad de circulante monetario, no se pueden prestar más productos que el conjunto de prestadores pueda proveer.
    Frédéric Bastiat afirma que económicamente es lo mismo que un funcionario gaste el dinero extraído de un contribuyente a que lo haga un ladrón. Se aprecia la similitud de pensamiento entre Say (1803) y Bastiat en donde el primero afirma en un pasaje que “una vez que se ha creado un valor, no aumenta con el traspaso de una mano a otra, ni por ser confiscado y consumido por el gobierno, en lugar de los individuos”. También se observa el espíritu liberal y anti-estatista del autor en diversos pasajes como al asentar “Yo soy, lo confieso, de los que piensan que la elección, el impulso debe venir de abajo, y no de arriba, de los ciudadanos, no del legislador”.

    Preguntas que le haría al autor:
    • Keynes (1936) en su Teoría general afirma que “La construcción de pirámides, los terremotos y hasta las guerras pueden servir para aumentar la riqueza” ¿Qué opinión le merece al respecto?

    • A pesar de que señala que es una injusticia que los contribuyentes se hagan cargo de una deuda que no les corresponde, dada una situación de quiebras bancarias generalizadas ¿le parecería pertinente realizar rescates bancarios con el fin de que la caída en la cantidad de dinero –vía derrumbe del multiplicador bancario- no genere una depresión como la de 1929?

    • Usted en su escrito realiza una enumeración de mitos populares de la economía, ¿cree que varios de estos mitos se ven plasmados en Keynes (1936)?

    Mariano Colavecchio

  6. Resumen:
    Bastiat nos presenta en su panfleto una dicotomía entre lo que “se ve” de una política y lo que “no se ve”, siendo lo primero la consecuencia directa de la política y lo segundo las consecuencias indirectas y de un plazo mayor. Para el autor es esencial que los economistas podamos ver ambas consecuencias, las cuales serán detalladas en once temas, tales como los despidos, los impuestos, obras públicas, las maquinas, etc. Durante estos temas Bastiat claramente critica al político promedio con su mirada cortoplacista, y remarca que el mercado ayuda a regular la mayoría de estos aspectos. Cuando el político interviene en él, genera distorsiones, ya que en realidad no genera un beneficio para la nación en su conjunto, sino que beneficia a un grupo en perjuicio de otro, pues nunca tiene en cuenta “lo que no se ve”. Las excepciones son cuando por ejemplo un contribuyente recibe del estado algo proporcional a lo que dio (como seguridad), aunque destaca que pocas veces esta reciprocidad se cumple.

    Sorprendente/novedoso:
    Como otros autores que venimos estudiando, es sorprendente la vigencia de las nociones económicas de Bastiat, pues la forma en que describe a la política de su época es similar a la de nuestros tiempos. Por otro lado me pareció interesante el paralelismo de las ideas de Bastiat con Say, en temas como que cuando se paga con dinero realmente se está intercambiando un bien por otro. Sin embargo me pareció que no se presentó una idea novedosa, sino que es más bien un análisis de su sociedad vista con los ojos de ciertos autores pasados, no solo Say sino también Adam Smith ya que también cree que el estado distorsiona la economía pues debe intervenir lo menos posible (y dejar más dinero en manos del contribuyente).

    Preguntas al autor:
    -¿Usted cree que las cosas que “no se ven” se producen por ignorancia económica o son ignoradas a propósito?
    -¿Cómo podría medir la reciprocidad del estado hacia un contribuyente?, para poder determinar, como menciona, que se prestó un “servicio equivalente” o sea un intercambio.
    -Dado que ha planteado que el proteccionismo en materia económica es perjudicial, ¿qué opina de poner restricciones como las que menciona Adam Smith (restricciones de navegación), que perjudican el comercio pero parecería que benefician la seguridad nacional?

  7. 1-Frédéric Bastiat diferencia a los economistas entre quienes se limitan a ver los efectos inmediatos de las políticas económicas, y quienes pueden ver más allá y tienen la capacidad de previsión. Los verdaderos economistas tiendo en cuenta “lo que no se ve” buscan un beneficio futuro, aunque esto conlleve a un riesgo en el presente. Por el contrario, los malos economistas sólo son capaces de entender “lo que se ve” y actúan guiados por un beneficio presente generando consecuencias nocivas en el largo plazo.
    El economista francés enumera una gran cantidad de ejemplos que reflejan los efectos económicos que no se ven de manera inmediata. Permite entender como los impuestos, obras públicas, subvenciones, entre otros, ocultan la pérdida de salarios de cada contribuyente que los hizo posibles.
    2-El ejemplo referido a la maquinaria fue el que más llamó mi atención. Porque muchos consideran que el aumento en tecnología genera un empobrecimiento de los obreros a partir de sus despidos. Esto se debe a que “lo que se ve” es el despido de un empleado al ser reemplazado por una máquina. Pero “lo que no se ve” es el ahorro del empresario y que el obrero despedido ahora tiene la posibilidad de realizar una nueva obra y aumentar la satisfacción nacional. Como el capitalista se enfrenta con su competencia al vender su producto, los precios deben bajar, y finalmente es el comprador quien obtiene un beneficio mayor.
    Me parece importante resaltar la frase de Bastiant en la que sostiene que “una pérdida sufrida por una industria no es menos pérdida porque se obligue a compensarla”. La misma permite comprender la imposibilidad de que sectores de la economía funcionen permanentemente a pérdida y que la misma sea compensada por todos los contribuyentes de la nación. De esta forma, un beneficio otorgado tiende a asemejarse a un derecho adquirido.

    3- ¿Qué economistas, de la historia argentina, considera el autor como buenos economistas al ser capaces de ver los efectos “que no se ven” de determinadas políticas económicas?
    ¿Bastiat considera a los impuestos directos menos nocivos para la economía en su conjunto que los impuestos indirectos?
    Adam Smith establecía que el Estado debería cumplir exclusivamente tres roles: defensa, seguridad y erigir y mantener obras y establecimientos públicos, ¿el autor le otorga los mismos roles al Estado?

  8. Bastiat explica como muchas veces los análisis económicos sobre ciertos fenómenos se quedan muy cortos sobre lo que realmente sucede. Explica desde porque la destrucción de una mercancía sin sentido es siempre una destrucción de valor negativa para la sociedad, hasta porque la intervención del Estado en los impuestos y subsidios nunca crea riqueza, sino que tan solo hace un desplazamiento injusto de satisfacción y trabajo desde los contribuyentes hacia actividades mas improductivas. Si una actividad es valorada por la sociedad se debería poder sustentar gracias a su productividad, y si no lo es, no debería sobrevivir a costa del sudor de contribuyentes que no eligen sostenerla. La educación, las artes y todas estas industrias florecerían armoniosamente bajo la libertad en la medida de su productividad y la valoración de la sociedad.

    Interesa como analiza la introducción de maquinaria que reduzcan la carga de mano de obra en una producción. Muestra que al llevar esto a un ahorro por la industria, este ahorro siempre encuentra su rumbo para demandar mas producción (ya sea en la misma industria u otra), y un desarrollo que empleara mano de obra. Así la introducción de maquinaria es puro progreso y no a costa de un menor nivel de ocupación y salarios.
    Su argumento contra el socialismo valorando a los intermediarios es muy buena también. Muestra que el trabajo intermediario de los comerciantes y capitalistas es siempre necesario, y en el socialismo la única diferencia es que se le paga al Estado por hacerlo. Sin embargo, además de ser una injusticia esto es muy negativo porque el Estado no tiene el mismo incentivo ni habilidad para optimizar económicamente su trabajo puesto que vive de lo ajeno y no de su eficiencia. La organización en libertad es la mejor organización.

    1) ¿Que opina de una intervención estatal directa o indirecta mediante impuestos si tratamos con un monopolio privado que impide la libertad en la industria o el comercio por coacción? (por ejemplo: DUMPING)
    2) ¿Cómo adaptaría su teoría sobre crédito al mercado financiero moderno, donde se presta mas allá de lo que se tiene siempre? Es decir, siempre hay crédito, mas si uno es solvente.
    3) En una crisis como la actual, ¿no se destruiría el aparato productivo si no se diese ningún subsidio, aun siendo a costa de los contribuyentes, ya que estos últimos al estar encerrados no pueden usar su dinero para demandar en ciertas industrias (por ejemplo: aerolíneas comerciales)?

  9. Bastiat
    En este texto escrito, Bastiat se declara anti intervencionista y defensor de las libertades individuales. Cree que la cultura, el arte y la música surge de manera espontánea desde abajo, sin necesidad de amparo de subvenciones. El cobro de impuestos no favorece la industria, tan solo quita de un sector para asignar recursos a otra rama que no deseaban los consumidores. Es importante saber que la riqueza, como la entendía Bastiat, es un juego de suma cero en el sentido que las reasignaciones vía impuestos tienen una cara favorable y otra que no pero que es difícil de ver porque, cuando se gasta el dinero público es fácil ver en qué mas no tanto lo que ha sido quitado al contribuyente, de aquí “lo que se ve y lo que no se ve”. Además, el orden bajo las ideas de la libertad no conduce a la tiranía sino todo lo contrario, contribuye al progreso de forma armoniosa de la sociedad, poniendo el voto de confianza en la humanidad la cual es dotada de razón y de virtud.
    Destacado:
    Lo que me sorprendió en el texto es la forma en la cuál expresa y explica con ideas sencillas una manera de ver la vida. De como reduce el rol del estado dando énfasis en la humanidad, notando que la misma no es lo que es a causa de un dirigista y como este busca ponerse por encima de la misma. La obra tiene vigencia a la sociedad de hoy y me siento identificado cuando dice “…por una deducción tan falsa como injusta, ¿saben de qué se acusa a los economistas? De, cuando rehusamos la subvención, rechazar la cosa misma que se subvenciona, de ser enemigos de todo tipo de actividad, porque queremos que esas actividades sean, por una parte, libres, y por otra, que ellas busquen en sí mismas su recompensa…”. Este argumento que tiene la sociedad de sí misma y por eso concede la autoridad a distintas autoridades para que estos sean los encargados de dirigir el barco.
    Preguntas:
    ¿Cuanta popularidad cobraron estas ideas en Francia por ese entonces? ¿Era popular?
    ¿En qué medida tuvieron que ver algunas de estas ideas con la revolución unos años antes?
    ¿Qué puede aportar acerca de los primeros comienzos del sistema capitalista?

  10. Resumen:
    Frédéric Bastiat comienza realizando una crítica a los economistas, según él la mayoría de ellos sólo se limita a ver los efectos visibles de la economía y no tienen la capacidad de prever aquello que no es notable a simple vista. Comenta muchos ejemplos sobre esto, concluyendo en la mayoría que el Estado no debe participar, no debe haber gasto público debido a que si bien los contribuyentes aportan mediante impuestos y obtienen beneficios, no es gastado ese dinero en lo mismo en lo cual los mismos contribuyentes lo hubiesen hecho. Por otro lado también habla sobre la subvención que brinda el Estado a distintas actividades, en lo cual Bastiat está en desacuerdo, no por las actividades propiamente sino porque argumenta lo difícil que es encontrar un criterio para poder elegir cuál de ellas es la que deba recibir dicho subsidio. De esta manera, la idea principal de Bastiat es que en realidad, lo que ocurre al pagar impuestos es que se desplazan los salarios de los contribuyentes y por lo tanto, el disfrute de los mismos.
    Lo interesante/novedoso:
    Me llamó la atención del texto la visión que tiene Bastiat sobre el pago de impuestos, la participación del Estado y el gasto público. Es muy claro en todos los ejemplos que da a la hora de marcar justamente “lo que no se ve” de todas las transacciones. Es cierto que se debería primero, antes de realizar un gasto por parte del Estado, ver cuánta utilidad le da a los contribuyentes y si se compara con el que hubiesen obtenido si ese mismo dinero hubiese sido destinado a otras cosas que ellos prefieran. Lo mismo ocurre con los créditos, si el Estado garantiza la solvencia de algunas personas que no lo son, es que del otro lado hay alguien que sí es solvente que no recibirá el crédito, por lo cual mientras se beneficia a alguien, se perjudica a otro. La frase que mejor resume esta idea sería, a mi criterio, “En todo gasto público, tras el bien aparente, hay un mal más difícil de discernir”.
    Preguntas que le haría al autor:
    – Al estar en contra del gasto público, ¿Cómo cree que deberían construirse, remodelarse, los bienes públicos como por ejemplo los caminos?
    – Tras un avance tecnológico que se descubran nuevas máquinas y por ende se necesite menos personal, ¿Cómo puede asegurar que el empleador gastará lo que se ahorre tras reducir el costo del producto?
    – ¿Qué opina sobre el papel que tienen en este momento los agentes bancarios?

  11. Resumen:
    Bastiat comienza proponiendo dos fases para el análisis del periodo posterior a la imposición de una política económica: las consecuencias que se ven y las que no se ven. A través de una serie de casos ejemplares, Bastiat deja en evidencia una secuencia por la que, en primer término, se observa que la política dispuesta no trae sino bonanza al pueblo. Pero, sin embargo, esta bonanza es solo la superficie de lo aparejado, ya que, al profundizar en sus repercusiones, se puede encontrar que el daño ocasionado para poder producir la supuesta mejora supera en magnitud a la misma. Por ejemplo, en el caso en el que algún productor no es competitivo en el desarrollo de su tarea en comparación a su homólogo en el extranjero, sufriendo en consecuencia una pérdida de dinero por su desempeño. Este puede exigirle al Estado que lo proteja con un arancel y, sin el ingreso de mercadería extranjera a menor precio, transformar su actividad nuevamente en superavitaria. Este diferencial en el precio es extraído del bolsillo del contribuyente que lo había ganado legítimamente y, si bien ahora parte del ingreso que antes salía del país ahora permanece en él (lo que se ve), otra parte es dilapidada en gastos improductivos como aduanas y retribuciones a los políticos que permitieron el cambio (lo que no se ve).
    Lo sorprendente:
    Me resultó llamativa la noción que presenta Bastiat respecto a la justicia sobre el producto del trabajo en la sociedad. Planteando un escenario en el que aquellos que, tras haberse hecho de su ingreso vía su propio esfuerzo y, tras la intervención del gobierno, ven a este disminuido sin recibir a cambio una retribución lógica y deseada, son considerados en cierto modo como víctimas.
    Por otro lado, me resulto también interesante como, sin ser este el eje de su crítica, deja en evidencia el modo en el que muchas veces la clase política define su política arancelaria en función de las presiones de ciertos grupos de intereses sobre él, o mismo también para consolidar alianzas de poder con grupos de peso internamente. Determinando su política comercial de esta manera y no sopesando qué es efectivamente lo más beneficioso para su país. Si bien Bastiat lo escribió en el siglo XlX, esto sigue sucediendo hoy en día en varios países.
    Preguntas:
    1. ¿Podés pensar en alguna forma en la que “lo que no se ve” se haga más evidente a la opinión pública y, de esta manera, sea más difícil imponer medidas que terminan resultando en su perjuicio?
    2. ¿Por qúe considerás que, pese a su fracaso absoluto en materia económica, el socialismo sigue siendo defendido por muchos?
    3. ¿Es correcto que el Estado establezca un impuesto para hacerse con los fondos para incentivar mejoras en la productividad de la industria?

  12. Resumen

    En el texto, Bastiat busca desenmascarar el relato socialista sobre el beneficio de la intervención estatal. Brinda numerosos ejemplos donde compara una situación de libre mercado a una en la cual el estado interviene y puede demostrar que siempre la injerencia estatal deriva en un juego de suma cero (o incluso negativo debido a las ineficiencias inherentes al sistema). Dentro de los ejemplos muestra situaciones en las cuales se promueven las tarifas y perjudican a los locales que deben pagar sobreprecios en las mercaderías hasta falacias sobre las cuales el ahorro es denostado a favor del consumismo cuando en realidad este es el proceso contrario ya que el ahorro fomenta el crecimiento de la riqueza.

    Sorprendente

    Me encantó esta frase “Toda la diferencia entre un mal y un buen economista es ésta: uno se limita al efecto visible; el otro tiene en cuenta el efecto que se ve y los que hay que prever.”, partiendo de ese concepto expone que cada acción en donde no opera el libre mercado sino la intervención estatal en un principio ocurre algo que le agrada al público pero esa acción tiene una consecuencia oscura que actúa en su contra. Es interesante la correlación con la realidad actual y de toda la historia económica donde posibles falacias dominaron nuestro accionar a pesar de estar equivocadas. Para mostrar un poco de correlación con nuestro país considero que el mejor ejemplo está en las palabras de nuestro ministro de economía hablando sobre el dogma alrededor del multiplicador keynesiano (https://www.youtube.com/watch?v=uK0G156SvoU).

    Preguntas

    El hecho de que lo que «no se ve» sea difícil de observar ¿Nos condenará a una situación económica subóptima de por vida?

    ¿Qué modelo político es el ideal para que se desarrolle el libre mercado?¿Por qué?

    ¿Qué siente cuando ve a personas felices por políticas públicas que en última instancia las perjudica?

  13. Bastiat demuestra en el artículo que una medida económica no trae un solo efecto, sino una serie de ellos. De estos efectos, el primero suele ser el mas inmediato y visible. Los otros efectos suceden, pero no son visibles. Casi siempre sucede que cuando la consecuencia inmediata es favorable, las consecuencias que le siguen son en detrimento de la población. Un buen economista se destaca por tener la capacidad de prever el efecto que no se ve, y buscar un gran bien para el futuro, aunque implique un pequeño mal presente. El autor describe una serie de casos de la economía cotidiana en los que hay efectos que no se ven y que son incluso mas importantes que los que se ven. Lo demuestra para temas como el despido de empleados estatales, la subvención al arte, el cobro de impuestos, la realización innecesaria de obra pública, la implementación de máquinas, el crédito, el ahorro y otras. La línea general de su pensamiento es que cada vez que el estado interviene en estas situaciones para mejorar la situación de algunos, necesariamente termina perjudicando a otros.

    Hasta ahora fue el texto que mas interesante me pareció. Es muy buena la claridad de los ejemplos con los que Bastiat respalda sus argumentos. Es un texto fácil de entender para cualquiera sin conocimientos previos en el tema. Se nota que es un panfleto de divulgación que buscaba tener un gran alcance. Es increíble la frecuencia con la que aparecen los temas del artículo en el día a día de nuestra sociedad. Los argumentos desenmascaran tantos relatos y falacias que escuchamos todos los días, y con una claridad increíble. Parece escrito para la Argentina de estos días. Es una lectura que realmente saca a la luz tantos aspectos de la política económica que tendemos a ignorar. Me hace acordar a las clases de microeconomía donde los consumidores pierden parte de su excedente cada vez que se impone un impuesto, pero escrito de manera simplificada y con ejemplos para que todos entiendan estos conceptos.

    ¿Qué repercusión tuvo en la Francia del siglo XIX esta publicación?
    ¿Qué estudios tenía el autor? ¿A qué escuela de pensamiento pertenecía?
    ¿Dado que en todos los casos que describe el rol del estado debería minimizarse, en qué situaciones se justifica su intervención?

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