James Buchanan: el análisis económico de la política, una visión sin romanticismo

Con los alumnos de la materia Historia del Pensamiento Económico y Social, UCEMA, comenzamos a considerar el Análisis económico de la política con uno de sus fundadores. James Buchanan en un artículo titulado “Política sin Romanticismos”

Así describe el objetivo de la “teoría de la elección pública” o Public Choice:

“En esta conferencia me propongo resumir la aparición y el contenido de la «Teoría de la Elección Pública», o, alternativamente, la teoría económica de la política, o «la Nueva Economía Política». Esta tarea de investigación únicamente ha llegado a ser importante en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. De hecho, en Europa y Japón, la teoría sólo ha llegado a constituir el centro de atención de los estudiosos en los años setenta; los desarrollos en América provienen de los años cincuenta y sesenta. Como espero que mis observaciones sugieran, la Teoría de la Elección Pública no carece de antecedentes, especialmente en el pensamiento europeo de los siglos XVIII y XIX. El Eclesiastés nos dice que no hay nada nuevo bajo el sol y en un sentido auténtico tal pretensión es seguramente correcta, especialmente en las llamadas «ciencias sociales». Sin embargo, en el terreno de las ideas dominantes, la »elección pública» es nueva, y esta subdisciplina, situada a mitad de camino entre la Economía y la Ciencia Política, ha hecho cambiar la forma de pensar de muchas personas. Si se me permite utilizar aquí la manida expresión de Thomas Kuhn, creo que podemos decir que un viejo paradigma ha sido sustituido por otro nuevo. 0, retrocediendo un poco más en el tiempo y utilizando la metáfora de Nietzsche, ahora nosotros miramos algunos aspectos de nuestro mundo, y especialmente nuestro mundo de la política, a través de una ventana diferente.

El título principal que he dado a esta conferencia, «Política sin romanticismos» fue escogido por su precisión descriptiva. La Teoría de la Elección Pública ha sido el vehículo a través del cual un conjunto de ideas románticas e ilusiones sobre el funcionamiento de los Gobiernos y el comportamiento de las personas que gobiernan ha sido sustituido por otro conjunto de ideas que incorpora un mayor escepticismo sobre lo que los Gobiernos pueden hacer y sobre lo que los gobernantes harán, ideas que sin duda son más acordes con la realidad política que todos nosotros podemos observar a nuestro alrededor. He dicho a menudo que la elección pública ofrece una «teoría de los fallos del sector público» que es totalmente comparable a la «teoría de los fallos del mercado» que surgió de la Economía del bienestar de los años treinta y cuarenta. En aquel primer esfuerzo se demostró que el sistema de mercados privados fallaba en ciertos aspectos al ser contrastado con los criterios ideales de eficiencia en la asignación de los recursos y en la distribución de la renta. En el esfuerzo posterior, en la elección pública, se demuestra que el sector público o la organización política falla en ciertos aspectos cuando se la contrasta con la satisfacción de criterios ideales de eficiencia y equidad. Lo que ha ocurrido es que hoy encontramos pocos estudiosos bien preparados que están dispuestos a intentar contrastar los mercados con modelos ideales. Ahora es posible analizar la decisión sector privado-sector público que toda comunidad ha de tomar en términos más significativos, comparando los aspectos organizativos de varias alternativas realistas.

Parece cosa de elemental sentido común comparar las instituciones tal como cabe esperar que de hecho funcionen en lugar de comparar modelos románticos de cómo se podría esperar que tales instituciones funcionen. Pero este criterio tan simple y obvio desapareció de la conciencia culta del hombre occidental durante más de un siglo. Tampoco puede en absoluto decirse que esta idea sea aceptada hoy de forma general. Tenemos que admitir que la mística socialista de que el Estado, la política, consiguen alcanzar de alguna manera el «bien público» trascendente pervive todavía entre nosotros bajo diversas formas. E incluso entre aquellos que rechazan tal mística hay muchos que buscan incesantemente el ideal que resolverá el dilema de la política.”

17 pensamientos en “James Buchanan: el análisis económico de la política, una visión sin romanticismo

  1. Guía Buchanan
    Política sin romanticismos
    Franco Marconi

    Resumen:
    Como bien explica el autor al inicio del escrito, él busca realizar un resumen de lo que fue y es la teoría de la elección pública. Inicia relatando ciertos antecedentes en los siglos XVIII y XIX en el pensamiento europeo principalmente. Tal es así que Buchanan define esta nueva forma de teoría política como una con un mayor escepticismo para con los gobiernos y los gobernantes, adaptándose mejor a la realidad política. Hace una baraja de comparaciones con la teoría económica y sus metodologías de análisis del mercado y sus fallas y las extrapola a esta nueva formulación, derivando principalmente en que la teoría de la elección pública es, en suma, un intento por relacionar el comportamiento de los actores individuales en el sector gubernamental. Es sobre este punto que vemos que ofrece, o busca ofrecer, una comprensión de las complejas interacciones intrínsecas a todo sector político. Luego, Buchanan toma un punto importante de la teoría, y esto es el individualismo metodológico del que goza, ya que esta se concentra solo en las elecciones de las personas o grupos y no en sus motivaciones. Tal es esa su visión que luego justifica, con una serie de comparaciones a la teoría económica y al homo económicas y a su maximización de la utilidad como bienestar personal. Vemos aquí la utilización de las preferencias cardinales clásicas de la microeconomía y la organización de las mismas dentro de un marco de intercambios. Es así que el autor de tica en aquello que se considera el intercambio político y lo define cómo algo más complejo que el mercado; con sus mismas premisas, pero sofisticado. Toma aquí dos concepciones, y esto es debido a que la política precede a la economía y que este mismo intercambio no es entre dos partes, sino que a la sociedad entera. Luego hace una nueva división en dos áreas de investigación, tomando la teoría económica de las constituciones y la teoría de las instituciones políticas. Ahora bien, comenzando con la primera área de investigación nombrada, vemos que esta hace principal referencia a aquello que es relativo a la legitimidad del orden político y de sus constructores, siendo estos el gobierno y sus gobernantes. Hace aquí una digresión histórica y cita a los contractualitas como Hobbes y Locke, entre otros, y explica cómo es beneficioso desde un punto de vista económico y considerando la propia seguridad, la conformación de un gobierno que vele por nuestra protección. Sin embargo, yendo más sobre el siglo XX, se desnudan las fallas del control al poder mediante la mera elección; la periodicidad y transparencia de las elecciones no limitan la acción del gobernante; solo lo legitiman. Esta teoría, explica Buchanan, busca encontrar ciertas reglas de juego y limitaciones al gobierno para encontrar cómo hacer que este funcione eficientemente, pero respetando las libertades ciudadanas. Continuando un poco más por el texto, vemos cómo el autor pasa ahora a una política posconstitucional donde define un orden legal definido y se sustentan los intercambios políticos. Tal es así que esta teoría busca formular un rol para el gobierno en las sociedades actuales, buscando reconciliar las diversas preferencias de la sociedad en la toma de decisiones colectiva y el accionar de los agentes de gobierno, con sus propios intereses, en la provisión de servicios públicos. Pasando ahora a un análisis más detallado de las reglas de votación, Buchanan aquí recurre a Black y Arrow como sus autores de referencia. Toma aquí las dificultades de la decisión colectiva y las complicaciones de las mayorías para agrupar intereses diversos y cambiantes en una multiplicidad de factores y contextos. Tal es así que se genera un círculo vicioso que degrada las formas y nunca se logra percibir una decisión estable en la mayoría. Es sobre este punto que el autor hace una conclusión sobre lo dicho por Black y Arrow, los gobiernos no pueden funcionar con esta regla; sin embargo, vemos que existe este orden legal definido y que, en ciertas ocasiones, cuando las alternativas de elección son limitadas, no existe el trauma cíclico de las mayorías. Aquí vemos que Buchanan toma un acierto de la teoría económica de la democracia y justifica que, durante los términos de las elecciones, las políticas suelen converger al mediano de los votantes y así lograr que propugne la política propuesta. Tal es así que vemos que la teoría de la votación es más bien una teoría que busca formalizar cómo es que un grupo de personas alcanza una decisión sobre determinas circunstancias. Luego, Buchanan pasa a discutir la representación y la competencia electoral explicando cómo esta toma el rol que toma la competencia perfecta en un mercado, comparando la soberanía de la que disfruta un consumidor con la de un votante. Tal es así que demuestra que, en cierto grado, los partidos compiten por la aprobación de los electores en un juego de suma cero, donde el perdedor es excluido, pero donde se debe mantener cierta discrecionalidad en el uso del poder debido a la necesidad de perdurar en el cargo. Esto genera una cierta razonabilidad de la política y provoca que el oficialismo se mantenga a raya y que la oposición se mantenga en juego. Yendo aún más en las teorías, vemos que luego el autor ejemplifica una teoría de la burocracia, en la cual se ve como si bien la legislatura está controlada por el voto, no lo está la burocracia, y que esta controla toda forma de ejecución y gestión. Tal es así que esta no siempre representa los intereses de los votantes, ya que tiene sus propios intereses que no siempre concuerdan. Es sobre este punto que se diferencia ahora a la política de la economía; ya no existe más competencia perfecta en política, sino que es más bien una competencia monopólica para hacerse con la totalidad del poder, explotando a los ciudadanos y perdiendo toda señalación de limite. Finalmente, vemos que el autor interroga sobre las capacidades de limitación al poder. Es aquí que hace notar los aportes de la teoría de la elección pública y la perdida de cierto idealismo por el funcionamiento del estado. Se ha perdido el fanatismo por los políticos y se define a la política como un juego donde actores con intereses distintos se interrelacionan y producen resultados no siempre coherentes. La historia ha demostrado que las promesas no se cumplen pero que las nuevas y gigantes ramas del poder no renunciaran a sus privilegios tan fácilmente, por lo que será imperante luchar por el limite al poder y permitir su estudio más concienzudo; dando nuevo pie a la teoría de la elección pública.
    Novedad:
    Quiero destacar de Política sin Romanticismo el grado de importancia que se le brinda a la modelización y teorización económica; se desprecia la filosofía y la metafísica para contemplar una matemática fría. Es aquí principalmente donde disiento con Buchanan, y es en considerar que el único medio de análisis de la realidad sean los números y los modelos irreales y simples. Sumo a esta crítica la no utilización de la interdisciplinariedad; es imposible la comprensión de un fenómeno político sin concebir una enorme cantidad de sus facetas en donde encontramos tanto sociológicas como filosóficas o económicas o psicológicas. La persecución del qué hicieron por sobre el porqué lo hicieron lo único que generará es numero sobre acciones, pero no causas de acciones y por tanto es imposible comprender el fenómeno. Si bien tomo como relevante varias notaciones que hace sobre las instituciones, las votaciones y la burocracia, creo que su enfoque metodológico es incorrecto y carece de formas de explicar fenómenos por su cuenta; creo que podría ser usado como parte de la sumatoria de teorías, pero no como una individual.
    Preguntas:
    ¿Es aplicable la problemática de las mayorías cíclicas a la Argentina? ¿Qué relación guarda esto con la degradación de la política argentina en general?
    ¿Las malas formas en política pueden ser producto de una radicalización tan amplia y vasta en las mayorías que genera que todo consenso alcanzado sea de cierta forma saboteado por sus propios promotores?

  2. RESUMEN
    El autor James M. Buchanan nos presenta en este texto lo que denomina Teoría de la Elección Pública. Considera a la elección pública como una nueva subdisciplina que se ubica entre la Economía y la Ciencia Política, y que ha hecho cambiar la forma de pensar de muchas personas. La elección pública ofrece, además, una teoría sobre los fallos del sector público, análoga a la teoría de los fallos del mercado.
    La Teoría de la Elección Pública toma instrumentos y métodos de aproximación propios de la Teoría Económica, y los aplica al sector político/gubernamental, a la política y a la economía pública. Su objeto de análisis es “el comportamiento de los actores individuales en el sector gubernamental”. Esto implica estudiar el comportamiento de las personas en sus diferentes roles “de elección pública”, como pueden ser el votante, el candidato a un cargo público, el líder de un partido, etcétera. Esto lleva al autor a considerar que la Teoría de la Elección Pública es metodológicamente individualista, al igual que lo es la Teoría Económica: para ambas, el protagonista es el individuo que actúa y se comporta, y no tanto los grupos de personas como partidos, provincias o naciones.
    El hecho de que la mayoría de los estudiosos que contribuyeron a desarrollar la Teoría de la Elección Pública fueran economistas, hizo que trajeran consigo modelos que habían resultado útiles en el marco de la Teoría Económica. Estos modelos tienen su respaldo en el supuesto de que las personas buscan maximizar sus propias utilidades, y de que el bienestar económico personal de los mismos es un componente importante de esas utilidades. Una vez que comenzamos el análisis en términos de utilidad y preferencias, debemos partir de la presunción de que las preferencias pueden diferir. Si bien esto no plantea un problema en la Teoría Económica, puede que no tenga un significado tan esclarecedor en el campo de la Teoría de la Elección Pública.
    Según Buchanan, la Teoría Económica es sencilla comparada con la política. En primer lugar, sostiene esto porque el intercambio político básico (el establecimiento de un orden constitucional) debe preceder a cualquier interacción económica significativa. En segundo lugar, sostiene que incluso dentro de un orden legal bien definido y en funcionamiento, el intercambio político involucra no solo a las partes contratantes de un intercambio económico, sino que a todos los miembros de la comunidad en cuestión. Son muchos más los actores involucrados en el intercambio.
    El autor considera que hay dos áreas de investigación dentro del intercambio político: la Teoría Económica de las Constituciones y la Teoría de las instituciones políticas.
    La Teoría Económica de las Constituciones tiene sus antecedentes históricos en la teoría del contrato social. Plantea cuestiones relativas a la legitimidad del orden político. Buchanan nos comenta que los Gobiernos, a través de la historia, han sido limitados por las constituciones, pero cree que hay una falacia que da por supuesto que las exigencias electorales bastan por sí mismas para mantener a raya las tendencias “leviatanianas” del Gobierno. Acepta que las limitaciones electorales no mantienen a los gobiernos dentro del contrato, y nos comenta que esto es algo que ha tardado mucho tiempo en ser aceptado. La Teoría de las Constituciones plantea así cuestiones sobre cómo se puede y debe limitar a los Gobiernos.
    El autor también nos habla de la política postconstitucional, que se da luego de establecido el contrato institucional donde se proyecta un Estado protector mínimo.
    Otro de los temas tratados por Buchanan es la Teoría de las Reglas de Votación. Aquí menciona a Black y su análisis del problema del “ciclo de la mayoría”, con una mayoría cíclica que no es capaz de tomar decisiones. Black fue el descubridor de la importancia del votante mediano como aquel que define una votación. Este descubrimiento, si bien muy importante, deja de ser efectivo en cuanto hay más de una esfera a considerar a la hora de votar a un candidato o partido. Para Buchanan, la teoría de la votación no es ni una teoría del Gobierno ni de la política, sino un conjunto de teorías sobre cómo los grupos de personas alcanzan una decisión.
    Otro tema que trata el autor es el de la representación y la competencia electoral. Considera que hay una posible divergencia entre los intereses del representante y los intereses de los representados, y que es en este estadio en donde juega vital importancia la competencia electoral como institución. Compara este rol al rol de la competencia del mercado en la economía, y se pregunta hasta qué punto son análogas la soberanía del votante y la del consumidor. Según su punto de vista, una de las principales diferencias entre el mercado y la competencia política es que en esta última se dan “conjuntos mutuamente excluyentes de perdedores y ganadores”. La competencia electoral es la encargada de establecer límites al poder discrecional por parte de quienes han sido elegidos. Si bien las perspectivas de reelección hacen que los intereses de los políticos permanezcan cercanos a los del votante medio, nada garantiza que los resultados apunten a la satisfacción de las necesidades de los grupos de votantes no medios.
    El anteúltimo tema que desarrolla el autor es el de la burocracia. Considera que la implementación de las políticas y el proceso real de gobernar está en las manos de los burócratas. Una Teoría de la Burocracia debería analizar cómo se comportan estos burócratas, y como reconcilian sus intereses personales y los de los votantes. También comenta en esta sección que los Gobiernos son modelizados más en términos de monopolio que de competencia, y que la competencia electoral no es más que un medio de competencia entre monopolistas potenciales. Esto convierte a los Gobiernos más en explotadores de los ciudadanos que en herramientas de estos para obtener bienes y servicios: los Gobiernos, según Buchanan, están fuera de control.
    Finalmente, el autor se pregunta si es posible ponerle límites al Leviatán, y cree que estamos en la búsqueda de imponer límites constitucionales al Gobierno que vayan más allá de los ejercidos por las meras restricciones electorales democráticas. Sostiene que los desarrollos de la Teoría de la Elección Pública pueden haber influido hacia un cambio en las actitudes hacia la burocracia, los políticos y el Gobierno. Las sociedades occidentales se enfrentan a un trabajo de reconstrucción de las instituciones políticas, que deben ser examinadas y modificadas de tal forma de mantener tanto a los Gobiernos como a los ciudadanos dentro de límites tolerables.
    El autor nos advierte, hacia el final del texto, sobre lo peligrosos que son los fanatismos y las tendencias hacia la causa de “la antipolítica, del antigobierno y de los movimientos anti institucionales”: cree que estos pueden degenerar en un terror anarquista. Su ideología es que hay que mantener el orden social, mientras estamos en la búsqueda de los caminos y medios para reformar las estructuras institucionales, que parecen habérsenos ido de las manos.

    NOVEDOSO/SORPRENDENTE
    Me pareció sorprendente que el autor considerara que son los burócratas los que realmente tienen el poder de gobernar. Creo que cuando afirma tal cosa está siendo un poco corto de miras respecto a países con gobiernos presidencialistas muy fuertes, en donde la burocracia es un mero instrumento del Poder Ejecutivo sin demasiado margen para actuar de manera independiente. Sí es cierto que son quienes eventualmente ponen en práctica los mandatos del ejecutivo, pero no considero que tengan poder suficiente, en la mayoría de los países, para tomar decisiones muy alejadas de dichos mandatos.
    Por otro lado, me pareció novedoso que el autor advirtiera, al final del texto, sobre las nuevas tendencias anarquistas que hay en el mundo y que ponen en peligro el orden social existente. Lo considero un tema muy actual, y podemos verlo actualmente con la postulación electoral de candidatos que se hacen llamar “libertarios” en la Argentina, quienes sostienen un modelo anarcocapitalista que mucho tiene que ver con aquello de lo que nos advierte Buchanan. Está abierto a discusión el tema de si necesitamos o no una ruptura del orden social existente y de la forma de hacer política, pero que existan grupos que proponen dicho cambio es ya una señal que advierte lo que será un tema de discusión, debate y conflicto en un futuro seguramente no muy lejano.

    PREGUNTAS
    1. ¿Cómo cree que debería comenzarse un proceso de reparación de las instituciones, teniendo en cuenta que el mal funcionamiento de estas conviene principalmente a quienes ostentan el poder de turno y tienen la capacidad pero no la motivación para mejorarlas?
    2. ¿Por qué en algunos países las elecciones democráticas son suficientes para frenar al Leviatán y en otros no? ¿Depende de su cultura política o de los líderes en particular?
    3. ¿Cree que los grupos anti gobierno triunfarán y lograrán convencer a las masas o serán siempre grupos minoritarios?

  3. Resumen:

    En este texto el autor nos presenta con una nueva teoría sobre la política y la economía, la teoría de la elección pública, la cual es según el autor, una disciplina situada a mitad de camino entre la economía y la ciencia política.
    Esto es así porque la teoría de la elección publica utiliza los instrumentos y métodos de aproximación de la ciencia económica para aplicarlo al estudio del sector político y gubernamental, a la política y a la economía pública. En pocas palabras, la teoría de la elección publica intenta analizar el comportamiento de los individuos en el sector gubernamental desde una aproximación económica.

    Así, como en la ciencia económica, la teoría de elección pública parte de ciertos axiomas para su posterior análisis, estos son:
    – el individualismo metodológico, es decir, tiene como unidades básicas de análisis a las personas y no a grupos o colectivos
    – La maximización de la propia utilidad como fin personal constante
    – Las preferencias entre individuos pueden diferir, lo cual permite la posibilidad de intercambios

    Desde esos supuestos, Buchanan explica cómo se pasa a estudiar la política focalizando en los intercambios que se dan dentro de ella, sin embargo, los intercambios en la política son más complejos que los intercambios económicos, dado que es la política la que sienta un marco jurídico-legal en que los intercambios económicos se dan en un primer lugar. Así la teoría de elección pública tiene dos áreas de estudio, el intercambio político básico, o lo que se llama teoría del contrato social, en el cual se estudian los órdenes constitucionales y sus impactos tanto políticos como económicos, y la segunda esfera de estudio es la de los intercambios políticos pos-constitucionales, es decir, ya dentro de un orden jurídico-legal establecido, la cual se conoce como “teoría de las instituciones”.

    En la teoría del contrato social, o teoría económica de las constituciones, se trata de analizar las respuestas a cuestiones sobre cómo se puede y se debe limitar a los gobiernos, tales como: ¿Qué se les debería permitir hacer? ¿Cuál es la esfera adecuada para la acción política? ¿Qué proporción del producto nacional debería ponerse a disposición de esta acción a través de mecanismos políticos? ¿Qué clase de estructuras de decisión política se deberían adoptar a nivel constitucional? ¿Bajo qué condiciones y en qué medida debería darse el derecho al voto a los individuos?

    El estudio de la política posconstitucional, se focaliza en la demanda de bienes al sector público por parte de una sociedad, especialmente como han de conciliarse las demandas individuales a la hora de configurar una demanda colectiva, y a su vez, la teoría de elección publica estudia la oferta de bienes por parte de funcionarios públicos. Cada una de estas dos esferas presenta a su vez una derivación de distintas líneas de estudio más precisas, como pueden ser la teoría sobre las reglas de votación, la teoría sobre la representación y competencia electoral, y la teoría de la burocracia, cada una de las cuales son desarrolladas en el texto por Buchanan.

    Finalmente, la conferencia concluye con una reflexión sobre el impacto de la teoría de elección pública en las concepciones de la política y principalmente a la cuestión de qué grado de intervención debe tener ésta en la vida de los individuos de una sociedad. Buchanan a partir de esta reflexión logra explicar el título de su conferencia – “política sin romanticismos” – dado que gracias a la teoría de la elección pública y sus resultados en las últimas décadas se ha logrado desmitificar a los políticos como personalidades superiores a las del resto de la sociedad, se puede ver como cada uno de los funcionarios públicos son individuos que buscan maximizar su utilidad pero que desarrollan tal empresa en relación con el sector público, en donde éste termina siendo no más que un mercado particular en el que hay ciertos individuos que concentran un mayor poder que otros y dónde se comercia con promesas, votos y bienes. Pero lejos de desacreditar totalmente a la política, Buchanan entiende que la finalidad de este análisis ha de ser el de promover una reconstrucción y mejora a nuestras instituciones y constituciones, para que se mantenga a los gobiernos, al igual que los ciudadanos dentro de límites armoniosos.

    Lo novedoso:

    Personalmente, me parece fabulosa la aproximación de Buchanan a la política, el análisis económico exhaustivo era muy necesario y fue gracias a sus aportes junto con Gordon Tullock los que lograron brindar nueva luz sobre la política. Me parece muy interesante la visión sobre la votación y el problema del ciclo de la mayoría, el cual cuando hay una votación sujeta a la regla de la mayoría simple en una población sin mayorías consolidadas, así se logra ver como hay un gran problema de eficiencia económica en este tipo de votaciones dado que los resultados de una votación de este tipo nunca podrán ser consistentes y reflejo del orden de preferencias individuales del grupo. Esto permite ver como en las votaciones políticas, ya sea sobre proyectos de leyes o para candidatos, los únicos que son relevantes son la mayoría consolidada, mientras que los grupos minoritarios pierden casi la totalidad de su voz. Esto conjunto a los desarrollos en teoría de la representación logran explicar el comportamiento de los políticos, siendo tan pragmático lo cual se debe a la necesidad de perseguir el interés de una mayoría que es constantemente fluctuante.

    Preguntas:

    ¿Cuál considera que sea el arreglo constitucional más favorable?
    ¿Cree que es favorable un arreglo constitucional maleable, en el que se puedan incorporar modificaciones de una manera no muy compleja?
    ¿Cree que una sociedad sin gobierno puede funcionar?

  4. RESUMEN:
    El texto explica la Teoría de la Elección Pública diciendo que toma niveles y variables de la teoría económica y los aplica en el sector gubernamental.Esta teoría intenta ofrecer la comprensión de las interacciones institucionales que tienen lugar dentro del sector público, lo cual tiene que ver con las decisiones que llevarán a cabo los agentes. Relaciona los comportamientos de los actores individuales y sus movimientos en lo que tenga que ver con la política. También menciona que las preferencias de los individuos a la hora de consumir, podrían variar por lo que no se debe estandarizar las preferencias.
    Explica la importancia de la burocracia y la división de poderes para un autocontrol en el gobierno.

    NOVEDOSO
    Me parece sorprendente cómo los pensadores y padres fundadores cómo Hobbes, Montesquieu y John Locke fueron tan trascendentales que se estudian en diferentes áreas para abordar diversos temas. Cómo siempre se puede dar una explicación a algún fenómeno, citando a estos autores.

    PREGUNTAS:
    ¿Cómo elegir un votante a un candidato que ofrece propuestas muy similares a las de otro candidato?
    Además de la consitucion y la votación, ¿cuáles son los medios para controlar a los políticos?
    Cuál sería el mejor mecanismo para hacer más eficiente el sistema político?

  5. CONCEPTOS DESARROLLADOS (Política sin Romanticismo – ¿Qué deberían hacer los economistas? – Mi peregrinaje intelectual)
    El estudio de Buchanan se desarrolla a lo largo del análisis de las decisiones públicas y la economía política, sus esfuerzos lo han consagrado como una de las mentes más brillantes de la economía política. Durante su época de estudiante y posterior joven economista, las ideas intervencionistas keynesianas estaban en su cenit; sus teóricos estudiaron la formación de una burocracia que sea capaz de solventar las diferentes demandas/expectativas individuales desde una estructura analítica. Para Buchanan, como enuncia en su exposición en UFM, “Es una locura esperar que las personas sean consistentes” con sus intenciones, debido a las implicancias existentes en los individuos a los posibles trade offs. Su crítica, además, considera que la competencia electoral es un juego de suma cero, donde el partido derrotado queda exento de los beneficios que la capacidad de gobernar trae, así como la función legislativa es incapaz de determinar algún tipo de función social debido a la mayoría cíclica a la que irremediablemente cae, este último concepto se define como una situación donde las variables alternativas no puede hacer frente a la opinión de una mayoría opositora.
    Buchanan encuentra que sus contemporáneos economistas se han dejado llevar por la obsesión de responder a la asignación de recursos, esto viene de la mano con lo mencionado en el párrafo anterior de que los intelectuales keynesianos tratan de focalizar al estado como un aparato de distribución económica por medio de una función social. Realmente, argumenta Buchanan, los economistas son aquellos responsables única y exclusivamente de formar un marco en el que la sociedad pueda establecer con claridad sus expectativas particulares, debido a que es el mercado aquel que sintetiza con mayor eficiencia todas las diferentes opiniones que una sociedad tiene con respecto a sus utilidades. En palabras del autor, el objetivo es entender “la actividad humana y los diferentes ordenamientos institucionales que surgen como resultado de esta forma de actividad”. Otros aportes realizados en sus textos que vale la pena remarcar son: la sorprendente negligencia que el estado tiene para con los oferentes a la hora de asignar recursos por medio de su función social, como si en un hogar “el sistema de calefacción responderá automática y positivamente a las demandas que se exijan de él” y la separación que realiza de la economía con la economía política, siendo la primera un campo de estudio de precios y la otra un campo de estudio de las relaciones.
    CONCEPTOS INTERESANTES
    Lo increíblemente rupturista del discurso de Buchanan admite la necesidad de leer y releer para poder comprender la importancia de los argumentos contra los que trabaja, las problemáticas de seguirlas teniendo en cuenta para desarrollar nuestras sociedades y nuestra responsabilidad a la hora de ponernos en el papel de un votante para así poder marcar los límites del estado. Otra cosa que me llama la atención del texto es la poca practicidad que Buchanan remarcó por parte de los economistas de mediados del siglo pasado. Me cuesta imaginarme como parece coherente entender la economía (una ciencia social) desde, únicamente, los fines humanos, cuando los medios son algo de tanta relevancia a la hora de tomar decisiones, tanto económicas como no económicas. Considero que el desarrollo de estos argumentos son el puntapié inicial a un movimiento en el mundo occidental que permitió la ruptura del tradicional modelo que imponía al estado como asignador de recursos y abrió paso a aquel sistema que Buchanan anhelaba, con las imperfecciones intrínsecas de traer la teoría a la realidad. Aunque quisiera remarcar la forma de interpretar la legislación y la democracia desde una perspectiva individual, que considero demasiado exacerbada para poder dimensionar la política de una manera más empírica. La oposición que queda en desventaja en una cámara de senadores no es necesariamente corrida a un costado del “mapa” político por cuatro años, hay un gran peso por parte de la presencia en el las cámaras de los legisladores para el poder ejecutivo, aunque puedo entender que utilizar este hecho de la forma en la que lo trato de exponer puede llevar a complicaciones a la hora de estudiar la economía política.

    PREGUNTAS
    1. ¿Qué sucede en la competencia electoral cuando la política está bifurcada en los extremos? ¿Qué le sucede al mediano si este ya no es el único tope del electorado?
    2. ¿Por qué consideras que el estudio económico de la asignación de recursos de la función social deja de lado las enormes consecuencias que recaen en el lado de los productores, los inversores, etc.? ¿Consideras que es necesario para que el análisis se sostenga?
    3. ¿Por qué la economía utilitarista considera que la utilización más eficiente de los bienes es la que mejor satisfacción social traerá? ¿Por qué es la gente más feliz por la utilización cada vez mayor de bienes?

  6. Buchanan es quien recibe el Premio Nobel de Economía en 1986 con el trabajo Política sin Romanticismos, donde desarrolla y presenta el principio de la ‘Teoría de la elección pública’. La teoría de Public Choice fue la base que presentó Buchanan para remarcar ideas, haciendo notar que pueden hacer los gobiernos y que realizarán los gobernantes en consecuencia. Con esto reivindica la economía política, buscando dejar de romantizar la idea del rol del estado y quiere explicar qué es lo que sucede en los sectores políticos. La Public Choice es metodológicamente individualista, existe una clara diferencia entre la política en sí y los políticos, la primera se encarga de marcar los parámetros, y los políticos establecen estrategias dentro de los mismos. En primer lugar plantea la constitución como una herramienta para balancear los intereses de cada individuo, los del estado y los de una sociedad. Dentro de este marco señala que un partido busca el voto, por ende está en constante competencia en busca de la aprobación, intentando representar los intereses de los votantes. Con esto, hace un paralelismo en el mercado, donde las empresas actúan de la misma manera con productos imperfectamente competitivos. Por otra parte, hace mención de los burócratas y políticos, los compara con distintos agentes económicos y destaca que no difieren mucho, ya que buscan maximizar sus ingresos o votantes, ese objetivo es el primordial y no el bienestar. Lo que hace Buchanan es aplicar las herramientas de la economía a la política, para demostrar que el bien común no es lo que buscan, sino que buscan su propio interés mediante políticas que favorecen solo a un grupo reducido de personas.
    Lo que más me llamó la atención fue principalmente cuando plantea la falta de compatibilidad entre los políticos y a quienes ellos gobiernan como fue mencionado en el resumen, resalta que en una democracia representativa una competencia electoral es la misma de un mercado, buscando la aprobación del resto. Otra cosa a destacar, es como logra explicar el intercambio político en una jerarquía de niveles, las teorías constitucionales y las que le siguen, que logran explicar porque un votante se siente desilusionado con la realidad.
    En el caso de que los votantes sean conscientes de que los políticos buscan su propio interés, ¿cómo deciden los electores a quien votar? ¿Cuál sería la herramienta para poder cambiar este tipo de instituciones políticas?
    ¿En qué tipo de gobierno es aplicable la teoría de la elección política?¿Existe algún modelo ideal de Estado?

  7. RESUMEN

    En su texto “Política Sin Romanticismos”, James Buchanan, comenta que en su conferencia plantea resumir la teoría de la acción pública o la teoría de la política. Luego se dedica a explicar el por qué del título elegido y su argumentación es la precisión que este tiene sumando a que con la teoría de la elección pública aparecieron ideas románticas e ilusiones sobre cómo funcionan los gobiernos. También el comportamiento de las personas que gobiernan fue sustituído por ideas que agregan incredulidad sobre qué pueden y qué harán los gobiernos. Seguidamente plantea una definición de la teoría de la elección pública donde comenta que para explicarla se utiliza a la teoría económica a modo de analogía. En este mismo apartado da estas definiciones de las dos teorías, allí plantea la relación existente entre las teorías, como que la teoría de la elección toma instrumentos y métodos desarrollados por la teoría económica para luego aplicarlos al ámbito político. Además agrega que ambas buscan comprender las interacciones y en la política, serían las interacciones de las instituciones que se encuentran dentro del sector. En cuanto a la metodología de la teoría de la elección es individualista teniendo en cuenta que las unidades son personas que tienen la capacidad de elegir y comportarse como unidades orgánicas. De la mano con este último punto es posible armar una teoría que con bases individualistas, contengan un supuesto romántico en el que todas las personas en cada uno de sus roles políticos sólo tienen como objetivo el propio bien común o su propio interés. Aunque esto presenta una dificultad al pensar en las diferentes concepciones de lo que es el bien común.
    En lo que sigue de la conferencia, Buchanan, se dedica a explicar el intercambio político mencionado anteriormente, junto con otros tópicos relevantes a la conformación de la teoría, como la teoría económica de las constituciones donde explica los límites ejercidos por las constituciones para con los gobernantes pensando en las tendencias leviantanas que estos tienen. Incluye también cuestiones acerca de las elecciones y los votantes, donde presenta las posturas de Black y Arrow con respecto a las propiedades y preferencias, allí Black plantea en profundidad el tema de la votación por mayoría y sus problemas cíclicos. Agrega también las competencias presentes dentro del sistema electoral o de la política y aquí presenta la cuestión del votante mediano junto con su perspectiva de hacia donde votaría este según sus intereses. Continúa también con temas referidos a la votación cuando comenta sobre la elección de los miembros de la legislatura y lo relaciona con lo constitucional que trató previamente, diciendo que para ellos también existen estos límites impuestos.
    Como punto final, menciona la situación actual en la que no existe un llamado paraíso socialista al igual que la desaparición de la idea romanticista que explico antes y la falacia de que las limitaciones electorales serían suficientes para mantener estas tendencias leviantanas del gobierno, esto está en un intento de cambio para poner limitaciones que sean constitucionales y vayan más allá de aquello que las elecciones democráticas pueden restringir aunque esto no será fácil ya que hay que reexaminar las instituciones y constituciones con el fin de sentar buenas bases y un buen marco analítico que puede ser proveído por la teoría de la elección pública.

    NOVEDOSO

    Lo que llamó más mi atención de este artículo es cómo se utiliza la teoría económica para hacer una teoría de la elección pública, es decir, como se explica la teoría de la elección pública de una manera más conocida por medio de la teoría económica. Si bien existen puntos que pueden ser análogos y ayudar a la comprensión de la teoría de la elección, me sorprende como hasta de la metodología la política toma mecanismos e instrumentos de la economía para relacionar las interacciones entre actores dentro de la sociedad y del ámbito político. Tal vez no parezca un tema llamativo el hecho de utilizar herramientas de otras disciplinas en la política o en temas gubernamentales pero en este caso lo interesante son las similitudes que existen entre estas teorías y de ahí por qué capta la atención este punto.

    PREGUNTAS AL AUTOR

    1- ¿Por qué la teoría de la elección pública es metodológicamente individualista, teniendo en cuenta que al tratarse de un tema social podría ser este más inclusivo y ver a los individuos como un colectivo y no como unidades orgánicas?
    2- ¿ A qué se refiere cuando habla de que terminó el paraíso socialista?
    3- ¿Cuáles son las consecuencias negativas por las que hay que mantener a raya las tendencias leviatanas del gobierno?

  8. Resumen:
    En “Política sin Romanticismos”, James Buchanan trata el tema de la “Teoría de la Elección Pública”, intenta definirla y comprender su impacto mayormente en las ciencias sociales ya que permitió que determinados aspectos de nuestro mundo se analizaran/observaran desde una perspectiva diferente, busca dejar de romantizar la idea del rol del Estado. Buchanan nos explica que la Teoría de la Elección Pública toma los instrumentos y métodos de aproximación de la Teoría Económica pero que los aplica al sector político y gubernamental, a la política, a la economía pública. La Teoría de la Elección Pública intenta ofrecer una explicación acerca de las “complejas interacciones institucionales que tienen lugar dentro del sector político”. Según Buchanan, “La Teoría de la Elección Pública ha sido el vehículo a través del cual un conjunto de ideas románticas e ilusiones sobre el funcionamiento de los Gobiernos y el comportamiento de las personas que gobiernan ha sido sustituido por otro conjunto de ideas que incorpora un mayor escepticismo sobre lo que los Gobiernos pueden hacer y sobre lo que los gobernantes harán […]”. El autor propone dos niveles de intercambio político que se aplican en áreas de investigación distintas; en la “Teoría Económica de las Constituciones” la cual explica cómo limitar al gobierno y en la “Teoría de las Instituciones Políticas», la cual puede predecir su funcionamiento dentro de una estructura constitucional. La Teoría de la Elección Pública se enfoca en el sector público de la economía y su relación con las personas que coexisten dentro del mismo. Buchanan aplica las herramientas de la economía a la política e intenta demostrar que el bien común no es lo que buscan los políticos, sino que buscan su propio interés mediante políticas que favorecen solo a un grupo reducido de personas (a ellos mismos y al votante medio para que los vuelva a votar). Por lo tanto, lo que esta teoría intenta lograr es analizar las consecuencias de sus interacciones y definir los roles de cada uno dentro de la elección pública.

    Novedoso/Sorprendente:
    Me resultó muy interesante el concepto de reforzar los límites al gobierno pero evitar pasarse al otro extremo. También me llamó la atención la definición del rol de la representación y de la discrepancia que puede llegar a haber entre los intereses del representante y de los votantes ya que muchas veces los representantes se enfocan únicamente en los intereses del votante medio para ser reelectos en un futuro y pierden incentivos para luchar por los intereses de los demás votantes. Por último, me pareció muy interesante el último apartado cuando el autor habla de la falacia de que las limitaciones electorales serían por sí solas suficientes para mantener a raya un gobierno con tendencias leviatanianas y propone que la Teoría de la Elección Pública ofrece un marco analítico que nos permite analizar la reconstrucción auténtica de nuestras constituciones.

    Preguntas:
    – ¿Qué límites se deberían implementar en una Constitución para evitar el avance del Estado?
    – ¿Qué incentivos se pueden implementar para que los gobernantes busquen los intereses de todos y no sólo los del votante medio y los de ellos mismos?
    – ¿De qué manera se podría realizar efectivamente una reconstrucción auténtica de nuestras constituciones?

  9. Resumen

    En su escrito titulado “Política sin romanticismos”, James Buchanan revisa diferentes teorías para poder encontrar una propuesta realista sobre cómo limitar al gobierno, teniendo en cuenta que los autores de siglos anteriores fallaron en sus predicciones al proponer que las elecciones serían un limitante suficiente. Primeramente, comienza refiriéndose a la Teoría de la Elección Pública, la cual el considera ha desterrado las ideas idealistas y románticas sobre el funcionamiento del gobierno y el comportamiento de los gobernantes, ideas que son acordes con la realidad política de nuestro tiempo. Argumenta que es hora de dejar de comparar el Gobierno y sus instituciones con sus modelos ideales ya que no sirven de nada a la hora de traer adelante soluciones, por lo que es necesario poner nuestra atención sobre teorías como la de la elección pública. Esta última toma herramientas y métodos de la Teoría Económica y los aplica al estudio del sector político y gubernamental, la economía pública, entre otros, para así poder dar una explicación a la interacciones que tienen lugar dentro del sector político. Sin embargo, el autor encuentra que problema con esta aproximación es que pone al individuo como sujeto de estudio y se da por supuesto que los intercambios políticos son análogos a los intercambios económicos donde dos partes contratantes pueden intercambiar maximizando sus utilidades y generando ganancias para ambas partes. Eso no sucede así en los intercambios políticos ya que son más complejos: por un lado, son los que establecen la estructura legal de derechos de propiedad y de control y, por otro lado, en los intercambios políticos no hay únicamente 2 partes contratantes, sino que se involucra a todos los miembros de la comunidad.
    Ahora bien, en materia de intercambios políticos, el autor da lugar a una segunda teoría denominada “Teoría Económica de las Constituciones”. Esta trata cuestiones relativas a la legitimidad del orden político y a los límites que deben tener los gobiernos ya que, como se ha probado, la limitación a partir de elecciones periódicas y libres en las constituciones no ha sido suficiente. Además, no solo hay problemas con la limitación que permiten las elecciones sino con la votación en sí como el autor nos expone con la Teoría de las Reglas de Votación. Buchanan entiende esta última como un conjunto de teorías sobre como los grupos alcanzan una decisión. Entre algunos autores se encuentra Black, quien ha demostrado que cuando las preferencias individuales difieren en una colectividad, no es posible configurar un único deseo colectivo o de grupo. Por otro lado, Arrow propone que los grupos tampoco son capaces de asignar jerarquías a las preferencias individuales y que, por lo tanto, tomar decisiones colectivas es difícil. Por último, Buchanan se refiere a la competencia electoral y llama la atención al hecho de que no puede realmente estudiarse como se hace la competencia de mercado ya que no hay ganancias parciales, sino que hay grupos mutuamente excluyentes de ganadores (el partido ganador) y perdedores (todos los demás en oposición). Esto hace aún más notable la pérdida de límites a los gobiernos ya que esta idea del todo o nada hace que los gobiernos no reconozcan límites para sí mismos. Hoy en día, dice el autor, se busca imponer nuevos límites más allá de las restricciones electorales, pero las burocracias gubernamentales son reacias a perder sus posiciones de poder en la sociedad. Y en esta línea, la mejor teoría para contribuir a la solución de este problema es la Teoría Económica de las Constituciones y no la Teoría de la Elección Pública.

    Lo importante/novedoso

    En cuanto a lo novedoso, la verdad es que no conocía las teorías que el autor comenta a lo largo del texto y tampoco había visto un enfoque así en lo que refiere a la reconstrucción de los límites del gobierno. En especial me pareció bastante llamativa la teoría económica de las constituciones ya que su nombre en sí ya parece una contradicción, es decir, parece contradictorio un estudio económico de un fenómeno plenamente social (la Constitución escrita de cada nación). Sin embargo, frente a la imposibilidad de generar una respuesta clara sobre cómo y hasta donde limitar el gobierno por parte de la ciencia política, tal vez sea necesaria la contribución económica. Al fin y al cabo, las ciencias son cada vez más interdependientes y la contribución de otras ciencias casi siempre lleva a un mejor y más eficiente progreso gracias al hecho de que vivimos en un mundo cada vez más complejo. También me resultó bastante interesante la mención de la contribución de Black sobre la votación y la llegada a decisiones colectivas. En definitiva, el punto principal del texto es la imperante necesidad de encontrar una teoría que logre proponer limites realistas (atendiendo a la realidad política que se vive hoy en día) y más que nada realizables y tolerables. En ese sentido, el autor parece encontrar que la Teoría de la Elección Pública, que ha brindado numerosos conocimientos y herramientas para el estudio del gobierno y los gobernantes, no es la más adecuada para la tarea. En cambio, propone la Teoría Económica de las Constituciones como aquella teoría que debe ser más desarrollada en pos de encontrar respuestas.

    Preguntas

    ¿Qué limites propondría usted para el accionar del gobierno?
    Si la votación por mayoría simple no es la mejor manera de tomar decisiones, ¿cuál propondría usted que podría reemplazarla?
    ¿Qué sucede cuando en el intercambio político no se involucra a todos los miembros de la comunidad como usted dice y se deja de lado a una minoría? ¿Sigue siendo un intercambio político o pasa a ser otra cosa?

  10. RESUMEN: ‘Política sin romanticismos’ James Buchanan
    En su conferencia, James Buchanan se propone resumir la “Teoría de la Elección Pública’ e invita a sus oyentes a comprender cómo es que la aparición de esta teoría en el campo de las ciencias sociales género que se mirase -ciertos aspectos- del mundo, a través de una ventana diferente. Es una teoría que mezcla economia y ciencias políticas, con el afán de ‘bajar a tierra’ aquellas ideas románticas del rol del estado, busca ofrecer una explicación de las “complejas interacciones institucionales que tienen lugar dentro del sector político” desde una posición realista y no de los supuestos/modelos teóricos aislados de la interacción de los individuos en la vida real. El orador nos dice que siempre existen fallas, tanto del mercado mismo cuando este se autorregula, como cuando interviene el Estado. La idea es desmitificar la imagen del estado de bienestar que se venía proponiendo post Segunda Guerra Mundial y demostrar cómo el sector público falla en ciertos aspectos cuando se la contrasta con la satisfacción de criterios ideales de eficiencia y equidad. Su teoría tiene un objetivo claro, y es explicar que se puede analizar la decisión sector privado-sector público comparando ambas experiencias o alternativas realistas que ambas proponen, en vez de quedarnos en la plena teoria romantizada que no ha llegado a nada.
    La Teoría de la Elección Pública se enfoca en el sector público de la economía y su relación con las personas que coexisten dentro de este (las personas, no las instituciones partidarias o nacionales). La teoría, como mencione, relaciona a las personas, tanto en su rol como votantes, como candidatos y como electos para el gobierno; a raíz de estas relaciones lo que se puede analizar va a ser las consecuencias de las interacciones entre sí y se definirán los roles de cada uno dentro de la elección pública.
    Distingue entre dos tipos de intercambios políticos, por un lado el que denomina ‘básico’ que establece los derechos de propiedad y el orden constitucional, y por otro lado, un intercambio que no ocurre entre dos partes, sino entre toda la comunidad. Estos intercambios se pueden ver en la teoría de las votaciones y sus reglas. Todos los individuos buscan maximizar sus utilidades, y acorde a eso crean implícitamente una función de trade-off entre varias alternativas de elección. Al momento de las votaciones cada individuo tiene su set de preferencias que le brinda mayor utilidad, sin embargo para poder llegar a una suerte de balance entre los distintos individuos, Buchanan propone una organización tal de los intercambios políticos que los individuos puedan obtener de ellas ganancias netas y puedan encontrar el balance entre sus preferencias individuales y las del resto del colectivo. A raiz de esto, hace un análisis del voto de la mayoría y ahí demuestra algunas de sus deficiencias. Luego indaga en los partidos políticos, y como estos están en busca de representar los intereses de sus votantes. Por último hace una breve referencia al rol que tiene la burocracia en estas sociedades y como está de alguna manera moldea el funcionamiento de los gobiernos y tiene influencia en quienes forman parte de el.

    Novedoso:
    Me gustó mucho su texto, la extrapolación de la teoría hacia la práctica y como planteaba sus ideas. Particularmente me interesó el último punto que hizo con respecto a las elecciones y la falsa concepción que se tenía de ellas para contener las tendencias leviatanicas del Gobierno. James propone que, como ya se observó que las elecciones no bastaban para el propósito susodicho, lo pertinente sería proponer un análisis positivo sobre los permisos del Gobierno y que aquello derive en una redefinición de los roles del Estado y una revisión sobre las políticas del mismo que rigen sobre las comunidades.

    Preguntas:
    1. ¿Cuál sería un nivel óptimo de participación por parte del Estado en la política y economía de un país?
    2. ¿Cree que hoy en día la Teoría de la Elección Pública ha tenido un impacto significativo en la forma de mirar a los gobiernos?
    3. ¿Qué opina de los gobiernos corruptos y cuál cree que es su causa prima? ¿Se podría pensar en un estado con una corrupción mínima? ¿cómo se podría lograr?

  11. Política sin romanticismos – James Buchanan

    Resumen:

    En este paper, nos encontramos con una conferencia brindada por James Buchanan, ganador del premio nobel de economía en el año 1986, con una teoría llamada “Teoría de la Elección Pública” o la “Nueva Economía Política”. Los datos ofrecidos pueden ser utilizados para entender el post Segunda Guerra Mundial, lo que nos menciona que no agrega demasiado pero crea un nuevo paradigma de pensamiento, la “elección pública” es nueva y esta situada en el medio entre la Economía y la Ciencia Política. “El título principal que he dado a esta conferencia, «Política sin romanticismos» fue escogido por su precisión descriptiva. La Teoría de la Elección Pública ha sido el vehículo a través del cual un conjunto de ideas románticas e ilusiones sobre el funcionamiento de los Gobiernos y el comportamiento de las personas que gobiernan ha sido sustituido por otro conjunto de ideas que incorpora un mayor escepticismo sobre lo que los Gobiernos pueden hacer y sobre lo que los gobernantes harán, ideas que sin duda son más acordes con la realidad política que todos nosotros podemos observar a nuestro alrededor” menciona Buchanan, explicando el origen del nombre del paper. James, nos explica que con elección publica el intenta explicar aquellos fallos en el sector publico que es comparable con los fallos de mercado que surgen con la economía del bienestar en los años 30 y 40. O sea, la elección publica, entiendo que es el estudio de los fallos en las instituciones en el objetivo de ser eficientes con los recursos disponibles y funcionar correctamente, utilizando modelos que tengan en cuenta como se podría esperar que tales instituciones funcionen en vez de como se PODRIA ESPERAR que funcionen. “Tenemos que admitir que la mística socialista de que el Estado, la política, consiguen alcanzar de alguna manera el «bien público» trascendente pervive todavía entre nosotros bajo diversas formas. E incluso entre aquellos que rechazan tal mística hay muchos que buscan incesantemente el ideal que resolverá el dilema de la política.” (Buchanan)
    La Teoría de la Elección Publica, toma las herramientas de la Teoría Económica. Esta ultima mencionada, se basa en un cuerpo de análisis que ofrece una comprensión y explicación del proceso de intercambio que se llama economía. Es el estudio de los intercambios e interacciones de todos los agentes del mercado, en el rol que sea, con los resultados que se obtienen para toda la comunidad. La Teoría de la Elección Publica, toma las herramientas mencionadas para explicar los métodos al sector publico y gubernamental. O sea, como todas las personas cumplen su rol en cuestiones de gobierno, desde ser votantes y cumplir con su obligación hasta como un ministro se comporta en su rol como policy maker. De esta forma, se entiende que se ha disminuido el análisis hasta estudiar individualmente los roles y comportamientos, de forma individualista. El autor luego menciona que han empleado herramientas de la economía, por lo que hay algunos modelos traídos de esta Ciencia por parte de algunos de los autores de la investigación, además de que parten del punto que los hombres quieren maximizar su utilidad. Este punto de partida trae consigo que puede decidir la mejor cesta de consumo, peras o manzanas, guerra o paz, dice como ejemplos Buchanan.
    El problema aquí es que, para las Ciencias Políticas, es un poco mas complejo intentar crear modelos para explicarlo, ya que los intercambios son mas complejos que elegir cestas de consumo. “Los dos niveles de «intercambio político» proporcionan una clasificación un tanto natural para dos áreas de investigación separadas pero relacionadas, las cuales caen dentro del campo de la elección pública. La primera área de investigación puede denominarse «Teoría Económica de las constituciones». Esta teoría tiene antecedentes históricos en la teoría del contrato social, y ha adquirido una generalización filosófica moderna en el trabajo de Raw1s. La segunda área de investigación contiene la «Teoría de las instituciones políticas» tal como se puede predecir que éstas funcionan dentro de una estructura constitucional. La materia incluye teoría sobre las votaciones y sobre las reglas de votación, teorías de la competencia electoral y entre partidos y teorías de la burocracia.” El punto de vista relacionado a la constitución, o sea, la primer área, esta relacionada con el contrato social y trata cuestiones de hasta donde puede llegar las acciones de un gobierno, por ejemplo, temas de legitimidad. “En esta perspectiva hobbesiana, cualquier persona en una jungla tal valoraría tan alto la seguridad de la vida y de la propiedad que cualquier contrato con un Gobierno soberano le parecería altamente beneficioso. La persona estaría de acuerdo en acatar las leyes establecidas por el soberano, aun advirtiendo que no pueden ponerse límites al uso que el soberano pueda hacer las leyes para sus propios fines explotadores.” (La ventaja que le da a los hombres acatar el contrato social y salir del estado de naturaleza) “Pero el pensamiento político de los siglos XIX y XX ocultaba una falacia cuando daba por supuesto que las exigencias electorales bastaban por si mismas para mantener a raya las tendencias leviatanianas del Gobierno, que en tanto en cuanto existieran garantías constitucionales de que se celebrarían elecciones libres y periódicas, quedaban sujetas a control la amplitud y el alcance de la acción gubernamental. Solo a mitad de este siglo hemos llegado a reconocer que tales limitaciones electorales no mantienen a los gobiernos dentro del «contrato» tácito a través del cual habrían sido establecidos, el único «contrato» que puede dar a los Gobiernos cualquier pretensión de legitimidad a los ojos de los ciudadanos.” (¿Los acuerdos constitucionales realmente sirven para limitar el margen de acción de un gobierno?) Básicamente, este capitulo gira en torno a la idea de entender y explicar hasta donde llegan los márgenes de acción de los gobiernos, que pueden hacer y que no?
    Una vez que los individuos aceptaron la oferta de inmiscuirse en un orden constitucional planteado, aparecen los “intercambios políticos”, una vez asentado el estado mínimo con el que se había acordado, se propone algunas cuestiones con el objetivo de proveer mayores beneficios a los ciudadanos por parte del sector publico (“El «Estado productivo» puede surgir para proporcionar «bienes públicos», bienes de cuyo consumo no se puede excluir a los distintos beneficiarios y que pueden ser producidos conjuntamente a más bajo precio que por separado.”)
    El paper continua trazando líneas y explicando como el gobierno puede organizar su política postconstitucional. Es por eso que Buchanan toma dos autores, Black y Arrow, que estaban desarrollando dos teorías distintas pero ambas aportaban al análisis de la Elección Publica. Es un poco complejo lo que expone y me costo un poco entenderlo, pero lo que quiere mencionar como conclusión de los dos ejemplos es que el Gobierno no puede funcionar: “Si funcionar aquí es definido en términos de los criterios convencionales del economista sobre consistencia en la elección. Las colectividades en las cuales las preferencias individuales difieren no pueden, según Black, configurar su deseo colectivo o de grupo. Según Arrow, a tales grupos no se les puede asignar un orden de preferencias que jerarquice todos los posibles resultados, orden que es a la vez consistente y reflejo de los órdenes de preferencias individuales. Desde los años cincuenta, desde Arrow y Black, las teorías de la elección social han explorado con exhaustivo detalle lógico y matemático las vías y medidas posibles para escapar a las implicaciones del teorema de la imposibilidad de Arrow, pero han tenido poco o ningún éxito.” Luego de esto, se esboza un ejemplo sobre el votante mediano y las decisiones que tienen hacia el centro, por ejemplo, en la asignación de recursos en Hacienda, pero no me pareció tan relevante como para explicarlo.
    El siguiente capitulo, habla sobre las competencias electorales. Más arriba se hablo sobre la provisión de bienes, pero se menciono poco sobre la competencia de los individuos para hacerse con cargos públicos y actuar por los intereses del grupo, lo cual es mas complejo que analizar una competencia de economía de mercado. El autor lo explica de la siguiente manera: “Existen grandes diferencias que deben ser reconocidas, a pesar de las similitudes subyacentes. Las personas o los partidos que buscan representar los intereses de los votantes compiten por la aprobación o el favor de una manera bastante similar a como lo hacen los vendedores de productos imperfectamente competitivos de bienes y servicios. Pero la política difiere categóricamente de los mercados en que, en la competencia política, se dan conjuntos mutuamente excluyentes de perdedores y ganadores. Sólo un candidato o un partido gana; todos los demás pierden. Sólo un partido gobierna. Una manera de formular esta diferencia básica estriba en decir que en el intercambio económico las decisiones son tomadas dentro de un margen, en términos de más o menos, mientras que en la política son tomadas entre alternativas mutuamente excluyentes, en términos de todo o nada.” El hecho de haber competido en las elecciones, también agrega un plus a tomarse en serio la actividad. Que exista una rama legislativa también limita en algún sentido a los que detentan el poder ejecutivo. En los estados modernos existe una gran cantidad de ramificaciones y organigramas de funcionarios que ocupan puestos en muchos ministerios distintos. En algunos modelos, el Gobierno es considerado un explotador de las personas mas que funcionarios que se ocupan de la correcta distribución de bienes y servicios, tal así que es colocando como monopolio y no como competencia. Por lo que los estados modernos, podría decirse, están fuera de control.

    INTERESANTE/LLAMATIVO

    La conclusión del texto es una sumatoria de modelos y datos que finaliza con una pregunta, ¿Se puede poner limite al Leviatán? (Haciendo referencia al famoso texto de Thomas Hobbes sobre un estado con varios brazos que interfiere en todos los aspectos de las personas) Me parece muy interesante la conclusión a la que llega el autor, si bien se ha quedado ambigua (lo cual es entendible por el contexto donde fue escrito el paper y las esperanzas que se tenían en ese momento)
    El autor menciona: “Para el público en general, la simple observación de que los Gobiernos han sido incapaces de cumplir sus promesas ha tenido mucha mayor importancia en la modificación de sus actitudes que cualquier conjunto de ideas o cualquier ideología.” Buchanan mencionaba que las elecciones en el siglo XIX y XX sostenían la fe en las personas de que eran suficientes como para mantener a raya a los Gobiernos para que no cometan excesos leviatanes. Aquí menciona un párrafo muy interesante que me hace comprender el por que de la introducción y su relación con la Segunda Guerra Mundial: “La experiencia de las naciones occidentales desde la Segunda Guerra Mundial ha puesto de manifiesto esta falacia en su justo significado. Y nos encontramos ahora intentando imponer nuevamente unos límites constitucionales al Gobierno que vayan más allá que los ejercidos a través de las restricciones electorales democráticas. Al menos esto es lo que estamos tratando de hacer en los Estados Unidos. Con la excepción de algunos esfuerzos mínimos, no estoy seguro de que se esté dando en Europa un movimiento comparable. Me parece altamente dudoso que pueda lograrse este objetivo. Habiendo llegado a controlar porcentajes de la renta o productos nacionales que eran impensables, incluso en las más halagüeñas predicciones socialistas democráticas de los primeros tiempos, las burocracias gubernamentales modernas no renunciarán sin lucha a sus posiciones relativas en la sociedad.” Lo que nos esta intentando decir el autor es que, en parte por el momento post guerra y durante la Guerra Fría, el estado ha intentado engrandecerse y aprovecharse para ampliar su gasto y la presión fiscal, la sociedad intenta limitar esto mediante medidas constitucionales, en una labor de RECONSTRUCCION política e institucional, lo explica de esta manera muy simple: “Las sociedades occidentales se enfrentan a una labor de reconstrucción; las instituciones políticas básicas deben ser reexaminadas y reconstruidas de tal manera que se mantenga a los Gobiernos, al igual que a los ciudadanos, dentro de límites tolerables. Pero estamos acercándonos a un período en el que el diagnóstico crítico no es suficiente. La crítica sola puede generar caos, ya sea bajo la forma de un colapso gradual o de una violenta desorganización. La reforma reconstructiva de nuestras instituciones puede ser realizada sin una revolución ni de la izquierda ni de la derecha, pero esta senda hacia el futuro exige que el público llegue a comprender tanto los límites del cambio como el valor del mismo. El fanatismo en la causa de la anti política, del anti-gobierno, de los movimientos anti institucionales, puede degenerar en deslizamiento hacia el terror anarquista, la jungla contra la que Hobbes nos previno a todos.” El objetivo de la Teoría de la Elección Publica da las herramientas para que la sociedad ANALICE y entienda la gravedad del asunto, en base a esto, proceda a una reconstruccion del orden social mediante vías institucionales luego de una catástrofe semejante. En un derrumbe de los mercados, la Teoría Económica debe ofrecer marcos analíticos para entender la problemática y buscar vías para solucionarlo. En momentos de crisis institucional, se debe volver a la constitución y reparar las roturas en los tejidos de las instituciones que se han hecho ceniza.

    Elección Publica (investigación) – James Buchanan

    Resumen:

    El texto ELECCION PUBLICA de James Buchanan, es similar al anterior que resumí, por lo que seguramente pueda explicarlo en un párrafo mas breve. No conozco la historia de James, pero creo que primero escribió esta investigación con sus respectivas herramientas y luego escribió “Política sin romanticismo”. Nuevamente, Buchanan, nos explica su marco metodológico y como llego a las conclusiones pertinentes, en base a la elección publica como un programa de investigación que fue guiando la investigación científica. Volvemos a la cuestión mencionada en la introducción de la anterior guía, donde se afirmaba que este marco metodológico solo servía para entender algunas cuestiones puntuales del periodo inmediato al fin de la Segunda Guerra, Buchanan nos explica muy bien: “Al salir de la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos, incluso en las democracias occidentales, estaban asignando entre un tercio y un medio de su producto total a través de instituciones políticas de tipo colectivo en vez de a través de los mercados. A pesar de ello, los economistas estaban dedicando sus esfuerzos de manera casi exclusiva a explicaciones-interpretaciones del sector de mercado. No se le dedicaba atención a la toma de decisiones políticas de tipo colectivo. Los profesionales de la ciencia política no lo hacían mejor. No habían desarrollado bases explicativas, no contaban con teoría, por así decirlo, de las que se pudieran deducir hipótesis falsables en términos operativos.” Es por eso que algunos sectores que veían esta cuestión pidieron que se desarrollen algunas nuevas herramientas analíticas.

    En el primer capitulo o la primer herramienta, se habla de MAYORIAS CICLICAS, lo cual mencione en mi anterior guía, nuevamente la cuestión de Black y Arrow.
    “A Black le preocupaba el funcionamiento de las reglas de votación por mayoría en el marco de los comités pequeños: ¿Cómo surgirían los resultados de las votaciones que se derivaban de ordenaciones individuales diferentes, cuando las alternativas colectivas (propuestas, mociones, etc.) se presentaban en una secuencia de elecciones por pares? Black descubrió, para su sorpresa, que solamente dos personas habían encontrado parte de la lógica más elemental -el noble francés Condorcet y Charles Dodgson, un lógico de Oxford al que se le conoce comúnmente con el nombre de Lewis Carrol. Arrow buscaba la respuesta a la pregunta: ¿es posible agregar ordenaciones individuales diferentes respecto a estados sociales de tal manera que se genere una ordenación “social” que satisfaga condiciones razonables respecto a la racionalidad, que sean similares a las que caracterizan las ordenaciones individuales? Arrow partió desde la tradición de lo que entonces se denominaba “economía del bienestar teórica”. Nos dice Buchanan, sin querer, ambos estaban aportando a la Teoría de Elección Pública.
    El texto es bastante complejo, por lo que voy reduciendo los capítulos y explicando en breves palabras para no extender tanto el resumen. El autor Knut Wicksell también aporto a la teoría constitucional con lo siguiente: “Wicksell se interesó tanto por la injusticia como por la ineficiencia de la ilimitada regla de la mayoría en las asambleas parlamentarias. No descubrió la posibilidad de mayorías cíclicas, pero se dio cuenta de que era muy probable que las mayorías aprobasen leyes cuyo objetivo fuera el de beneficiar a las circunscripciones de sus propios miembros, a expensas de aquellos miembros que quedaran fuera de las coaliciones de la mayoría. Daba la impresión de que era muy probable que la regla de la mayoría impusiera costes netos o perjuicios a grandes segmentos del grupo de los contribuyentes- beneficiarios. ¿Por qué deberían apoyar los miembros de tales minorías, que se encuentran discriminados, a las estructuras políticas? A menos que todos los grupos puedan, de algún modo, beneficiarse del intercambio final con el gobierno, ¿Cómo se podría mantener la estabilidad general?” También aporto al calculo del consenso con otra herramienta: Si las reglas de la votación por mayoría funcionan de esta forma, produciendo resultados ineficientes e injustos, y si la estabilidad política solo se puede garantizar discriminando en contra de las minorías, ¿En qué medida puede la democracia, como principio organizador de la estructura política, reclamar legitimidad desde un punto de vista normativo?

    El criterio wickselliano para lograr justicia y eficiencia en la acción colectiva, concretamente el cambio desde las reglas de la votación por mayoría hacia la unanimidad, da la impresión de ser impracticable desde un punto de vista institucional. Ahora bien, sin alguna de estas reformas, ¿Cómo podrían las personas, como votantes-contribuyentes-beneficiarios, estar seguras de que el intercambio final con el estado les daría beneficios netos?, ¿De que el juego de la política en su conjunto fuera de suma positiva? Lo que creo aquí, es que el autor menciona el hecho de que las personas no saben si realmente la política los beneficia, sino que la aceptan porque sus antecesores aceptaron el contrato social y no tienen otra posibilidad. El resto de las herramientas que conforman la teoría final, las cuales están detalladas en el paper, me parecen interesantes pero no las detallo con precisión como las mencionadas ya que no me parecen centrales y muchas de ellas ya fueron precisadas en el anterior texto.
    El texto final fue muy importante para la comunidad científica, tal así que fue muy discutido por muchas ramas de las Ciencias, no solo en Economía sino también por politólogos. Cuenta con muchas variables distintas tanto de Economía como de Ciencias Políticas y seguramente haya llevado tiempo desarrollarlo. El aporte fue de mucha utilidad ya que les dio a las personas la posibilidad de comprender cuestiones de burocracia que se creen como un beneficio y que, en algunas ocasiones, no es tan así. Buchanan lo explica de la siguiente manera: “La elección pública llegó y ofreció una base para dicha comprensión. Armadas con nada más que la rudimentaria perspicacia de la elección pública, las personas pudieron comprender por qué, una vez establecidas, las burocracias tienden a crecer aparentemente sin límites y sin conexión con las funciones prometidas inicialmente. Pudieron comprender que la política de asignación de fondos estatales en beneficio de una zona o un grupo predominaba en la labor de los legisladores; por qué parecía haber una relación directa entre el tamaño total del gobierno y la inversión en esfuerzos para asegurarse concesiones especiales del gobierno (búsqueda de rentas); por qué el sistema impositivo se caracteriza por un creciente número de créditos especiales, excepciones y cláusulas de escape; por qué es tan difícil garantizar el equilibrio presupuestario; por qué sectores situados estratégicamente logran protección arancelaria.”

    INTERESANTE/LLAMATIVO:

    El párrafo final me parece lo mejor del texto mas allá de la explicación del marco metodológico, lo cual le había faltado en el primer texto, ya que el mismo era mas explicativo que otra cosa. La existencia del paper tiene como objetivo quitarle las anteojeras a las personas que no le permite ver la realidad, hay políticos con malas intenciones (no todos) que están ocultando sus objetivos finales. Hay cuestiones en la política que no son lo que verdaderamente demuestran y hay intentos de excederse en el empleo del poder, mostrando el leviatán que tienen algunos policy makers dentro de si. Buchanan lo explica muy bien en sus últimos dos párrafos, los cuales voy a citar: “La elección pública ha contribuido a que la gente se quite sus lentes de color rosa cuando mira el comportamiento de los políticos y el funcionamiento de la política.”
    “Sin embargo, seamos cuidadosos en el sentido de no reclamar demasiado. La elección pública no surgió de alguna perspicacia profundamente nueva, de algún nuevo descubrimiento, de algún milagro de la ciencia social. En lo que respecta a su perspicacia básica respecto al funcionamiento de la política, la elección pública incorpora un supuesto relacionado con la naturaleza humana que difiere muy poco, si es que lo hace en alguna medida, de aquél que informó el pensamiento de James Madison en la fundación de Estados Unidos. La sabiduría científica esencial del siglo XVIII, de Adam Smith y la economía política clásica y de los fundadores de Estados Unidos, se perdió durante dos siglos de locura intelectual. La elección pública no hizo más que incluir el redescubrimiento de esta sabiduría y sus implicaciones en el análisis y la valoración de la política moderna.”

    Preguntas:

    ¿Cuáles son las herramientas y métodos que el autor menciona como métodos analíticos en la Teoría de la Elección Publica? ¿Son cuantitativos o cualitativos? ¿Se estudia solo a los agentes estatales?

    ¿Qué opina el autor sobre el votante mediano?

    ¿A que se refiere con reconstruccion de las constituciones?

    ¿A largo plazo, se cumple la teoría de Buchanan o queda limitada solamente a un periodo?

    ¿Qué opinaría el autor sobre nuestra argentina actual?

  12. Resumen
    En su ensayo “Política sin romanticismos”, James Buchanan tiene como objetivo resumir la aparición y el contenido de la «Teoría de la Elección Pública». El autor tituló su obra de esta manera porque la Teoría de la Elección Pública ha servido para derribar ideas románticas que existían sobre el Gobierno y su funcionamiento, dando lugar a una mirada mas escéptica de este mismo. La elección pública ofrece una «teoría de los fallos del sector público» que es totalmente comparable a la «teoría de los fallos del mercado». Para definir la Teoría de la Elección Pública, Buchanan establece que esta “básicamente toma los instrumentos y los métodos de aproximación que han sido desarrollados hasta niveles analíticos bastante sofisticados en la Teoría Económica, y aplica estos instrumentos y métodos al sector político y gubernamental, a la política, a la economía pública”. El análisis intenta relacionar el comportamiento de los actores individuales en el sector gubernamental con el conjunto de resultados observables. La Teoría de la Elección Pública intenta exponer una explicación de las complejas interacciones institucionales que tienen lugar dentro del sector político. El autor afirma que la Teoría de la Elección Pública es metodológicamente individualista, las unidades básicas de análisis son personas, y no unidades orgánicas como partidos o naciones. No existe una conexión formal entre el individualismo metodológico que describe esta teoría y las motivaciones de las personas cuando actúan en su papel de elección pública. Sería posible construir una teoría de la política bajo el supuesto romántico de que todos actúan por el “bien común”, pero existiría el problema de que este concepto no significa lo mismo para todas las personas. Buchanan establece que la mayoría de autores que han desarrollado la Teoría de la Elección Pública son economistas, por lo cual se han utilizado muchos modelos de la teoría económica. Estos modelos presuponen que las personas buscan maximizar sus propias utilidades, y que su bienestar económico estrictamente definido es un componente importante de estas utilidades. Por lo tanto, comenzamos con los individuos como maximizadores de utilidad y se puede definir a las personas según su conjunto de preferencias, su función de utilidad, la cual describe un conjunto de posibles intercambios entre alternativas de elección potencial. Al analizar a las personas a partir de sus funciones de utilidad hay que reconocer que es posible que las preferencias de cada individuo sean distintas, esto da lugar a intercambio entre los individuos.
    Buchanan plantea que el proceso de intercambio político es más complejo que el de intercambio económico por dos motivos principales. En primer lugar, el intercambio político básico debe preceder a cualquier interacción económica significativa. En segundo lugar, en el intercambio político participan todos los miembros de la comunidad, y no solo dos partes privadas como en el intercambio económico. Estos dos niveles de intercambio político dan lugar a dos áreas de estudio distintas pero relacionadas: la «Teoría Económica de las Constituciones» y la «Teoría de las instituciones políticas».
    Hablando del marco postconstitucional, el autor plantea la pregunta de ¿cómo deberán organizarse los complejos intercambios políticos de tal manera que se garantice que todos los beneficiarios obtienen ganancias netas en el proceso? Es probable que este no pueda ser un intercambio voluntario similar al que se da entre compradores y vendedores en el mercado. Se sugiere un rol para la acción del Gobierno, pero, ¿cómo se van a tomar las decisiones del Gobierno y por quién? ¿Con arreglo a qué reglas? ¿Y cómo predecir el funcionamiento de las distintas reglas? La teoría aborda dos cuestiones distintas. En primer lugar, se ha intentado analizar cómo los grupos de personas toman decisiones colectivas bajo diferentes reglas de procedimientos. El segundo desarrollo se ha planteado un conjunto bastante diferente de cuestiones relativas al comportamiento de las personas que están investidas de los poderes de gobierno y están encargadas de proveer los bienes y servicios que pueden solicitar los ciudadanos.
    Otro tema que aborda Buchanan es el relacionado con la divergencia entre los intereses de los representantes elegidos y los representados. Aquí el autor plantea que la institución de la competencia electoral desempeña un rol parecido al de la competencia del mercado en la economía, en la cual el principio de la soberanía del consumidor prevalece si los vendedores son suficientemente competitivos. Pero hay que preguntarse hasta qué punto llegan estas similitudes. Los partidos compiten por la aprobación de los votantes de una manera similar a como lo hacen los vendedores de productos imperfectamente competitivos de bienes y servicios. Sin embargo, existe una gran diferencia, la cual es que, en la política, se dan conjuntos mutuamente excluyentes de perdedores y ganadores.
    Por último, el autor desarrolla la Teoría de la Burocracia, ya que plantea que, para disponer de un modelo efectivo del gobierno, es necesario comprender el comportamiento de aquellas personas que aportan de hecho los bienes y servicios proporcionados a través del sector público o del Gobierno. La implementación de las políticas que legislan los representantes esta en las manos de los burócratas. Por eso es muy importante comprender cómo se comportan estas personas. Recientes desarrollos de la Teoría de la Elección Pública, demuestran los limites que tienen los legisladores para controlar la burocracia. Para terminar de desarrollar este tema, Buchanan establece: “Los estudiosos de la elección pública muestran una tendencia creciente a modelizar los Gobiernos más en términos de mono- polio que de competencia. La competencia electoral es considerada cada vez más como una competencia entre monopolistas potenciales, todos los cuales están licitando por obtener una licencia en exclusiva, bajo el supuesto de que la maximización de los beneficios caracteriza el comportamiento del licitante con éxito. A los Gobiernos se les considera más como explotadores de los ciudadanos que como los medios a través de los cuales los ciudadanos obtienen los bienes y servicios que pueden ser provistos de mejor forma conjunta o colectivamente”.
    Novedoso
    El desarrollo de Buchanan sobre la Teoría de la Elección Pública me resultó muy interesante, ya que me parece sumamente enriquecedor trasladar conceptos del campo económico a la política. Es muy novedoso su mirada sin romanticismo del tema, reconociendo que los individuos no suelen actuar para promover el “bien común”, sino que entran en juego sus preferencias personales y se dan los “intercambios políticos”. Otro aspecto que me pareció sorprendente es la visión del Gobiernos en términos de un monopolio y como un explotador de los ciudadanos y no una institución de los beneficie.
    Preguntas al autor
    1. ¿De qué manera se podría limitar el poder de los burócratas?
    2. ¿Qué papel ocuparía la corrupción en la Teoría de la Elección Pública?
    3. ¿Cómo se podría evitar que el Gobierno actúe como un explotador del ciudadano?

  13. 1)
    En su texto “Política sin romanticismo”, el economista James Buchanan, se pregunta porque los modelos utilizados para la elección pública son distintos a los utilizados cuando se trata de teoría económica. Esto se debe a que en ambos se tiene el objetivo de maximizar la utilidad. Buchanan plantea que el análisis de la política debería ser algo más pragmático y acotado a la realidad. Diferencia entre el mercado y la política, y considera que se comportan de manera distinta ya que los resultados afectan a muchas más personas, y el riesgo/beneficio de los actores no es proporcional o comparable entre políticos y actores del mercado. Dice que es importante controlar a los políticos, que tienen tendencia a siempre querer aumentar su poder. Plantea en la teoría económica de las constituciones que el Estado tiene que estar limitado a un tamaño razonable, en el que haya un compromiso entre la libertad, y la seguridad y el orden. Además, Buchanan habla sobre la teoría de las instituciones políticas, que tiene el objetivo de reformar/mejorar y maximizar la eficiencia y la eficacia de las instituciones políticas.

    2)
    Me pareció interesante la relación que marca el economista James Buchanan entre la política y la economía. Me gusta su punto de vista pragmático, alejándose de la teoría y prefiriendo hacer un análisis basado en lo que sucede en la realidad. Como dice él, su análisis es sin romanticismo. Esto es bueno ya que muchas veces, especialmente en marcos relacionados al comportamiento humano, lo que teorizan los expertos no son reflejos del verdadero comportamiento de las personas, que es afectado por incontables factores que son imposibles de calcular. Como tantos otros autores que hemos leído, Buchanan también promueve la opinión de que los funcionarios van a, antes que nada, luchar por sus propios intereses, sea cuales sean, antes que los intereses del pueblo, en los casos en los que estos difieran.

    3)
    ¿Qué tanto se puede esperar que un político ponga el bien común antes que sus propios intereses?

    ¿Sería razonable pensar que un político sacrifique su propio beneficio para cumplir su función de servir al pueblo?

    ¿Cómo se puede prevenir la romanización de la política en el ámbito académico?

  14. Política sin romanticismos
    Resumen:
    James Buchanan nos presenta la Teoría de la Elección Pública donde combina la economía y las ciencias políticas. Nos presenta un cambio de paradigma donde miramos la política desde otro lugar, es decir, dejamos atrás el romanticismo del cual habla. Este romanticismo está representado por un par de “anteojeras románticas” como las llama, a través de las cuales vemos el mundo, ¿pero es realmente ver si nuestra visión está modificada/alterada por esas mismas anteojeras precisamente? Este romanticismo contrapone (tanto en constitución como en institución) a los civiles comunes con los legisladores o incluso la burocracia como menciona hacia el final de su escrito en la percepción e ilusión de las ideas sobre el funcionamiento del gobierno. Con su Teoría de la Elección Pública menciona a la Teoría Económica dado que la primera refiere a instrumentos y metodos de aproximacion a nivel analitico aplicado al sistema politico y gubernamental mientras que el segundo es la explicación de la economía y del comportamiento de los individuos, pero es precisamente en este punto de los individuos donde se detiene a explicar las complicadas interacciones entre individuos/grupos y los intereses de cada uno de ellos. El comportamiento humano dentro de una sociedad está regido por reglas, al menos en la actualidad, lo cual explica por qué Buchanan incluye en su escrito las visiones de Hobbes vs. los demás autores mencionados en cuanto a las diferentes opiniones frente a la constitución, las reglas, los límites, el Estado y el contrato social, por supuesto; es decir, el Leviatán. Hacia el final podemos ver en dos frases cuál es la conclusión que saca Buchanan: “el romance se ha ido quizás para nunca volver” y “se ha perdido el paraíso socialista”.

    Novedoso/interesante:
    Hablar sin saber. Una de las cosas que inicia esta visión romántica e idealiza las funciones del gobierno, como si fuera una institución mágica con una serie de reglas (constitución) mágica con la que todo es posible. ¿Es el Estado capaz de controlar a quienes caen bajo sus leyes y su jurisdicción? Si, es posible. Pero nadie en una democracia va a querer ser controlado cuando el único propósito de la voluntad es cumplirla, es hacer uso de nuestras libertades y cumplir con nuestros deseos, nuestra voluntad. Al hacer eso, como dice Buchanan, se contraponen los intereses y no se pueden cumplir nuestros deseos. Pero justamente es por el concepto básico y de definición de la democracia, es el hecho de que sea el mismo pueblo el que me impide cumplir con todas mis voluntades, hacer caso a mis intereses, ya que chocan con los del resto, entonces no podemos esperar que una institución cumpla el deseo de todos al mismo tiempo ya que también debe escuchar los intereses de los demás. “La libertad de uno termina donde empieza la del otro” es una frase que lo puede describir correctamente pero es la sociedad, las personas, los individuos mismos los que les ponen trabas a otros individuos. Es por eso que una misma institución no puede escuchar y cumplir a todos, no es una cosa misteriosa o mágica que pueda lograr eso. Al ser otros individuos los que no permiten a uno cumplir su voluntad, me resulta incluso extraño que idealizemos y seamos románticos frente a las funciones del gobierno como si se rigeran a partir de nuestros deseos.

    3 preguntas:
    Si sabemos que la Teoría de la Elección Pública es la suma de economía y ciencias políticas pero además que la economía se mide en mas-menos y la política en todo-nada, ¿cómo es posible un sistema analitico combinando estas dos?
    Sabiendo que el romance se ha ido, ¿estamos entonces frente a una nueva era sin anteojeras?
    Basado en lo que menciona Buchanan sobre la burocracia, ¿entonces lo que concluye es que deberíamos tirarla abajo, derrocarla, abolirla?

  15. Texto:
    En el texto de James Buchanan sobre política sin romanticismos explica la corrientes de las ideas en la teoría tradicional sobre la «Teoría de la Elección Pública».
    En el cual combina economía y política explicando en un nivel de análisis sistémico en el que la función y la limitación del gobierno se ve contrapuesta a los ideales que tiene la población.
    Para James, estos ideales lo ve como antiojeras en donde todo se basa en las funciones y el poder que tiene el Estado. Es aquí donde nos presenta un contraste entre una democracia y un estado autoritario.
    El abandono de las ideas románticas es un análisis sobre el comportamiento de los actores individuales hacia el poder que tiene el Estado. Donde la Teoría de la Elección Pública explica esto mismo, el comportamiento individualista.
    Otro punto es cuando relata sobre la política postconstitucional mencionando que tiene un orden legal definido con lo cual se dan intercambios políticos que benefician a las partes involucradas.
    Buchanan concluye con la frase “El romance se ha ido quizás para nunca volver”, con esta frase nos dice que con el cambio de paradigma será definitivo ya que nunca se podrá volver a esta idea sobre el romanticismo.

    Sorprendente:
    Lo interesante del texto es el pensamiento revelador de Buchanan acerca del abandono de las ideas románticas. Este cambio es importante para las ideas sobre la maximización de la utilidad de la población dejando atrás los paradigmas del Estado.
    Otro punto importante es la definición sobre los individuos. El autor los identifica como una importante sector de la sociedad en donde ellos buscan su función de utilidad. Si bien cada persona tiene su perspectiva diferente, todas son importantes para el estudio de la Teoría Económica.
    Por último, se detalla en explicar las diferencias entre el intercambio político y el intercambio económico en donde la estructura legal juega un rol importante a la hora de que ejerza esta actividad. Define los dos niveles del intercambio político, la teoría económica de las constituciones y la teoría de las instituciones políticas.

    Preguntas:

    -¿Habrá posibilidad de recomponer las instituciones políticas para poder a futuro quererlas?
    -Si el romanticismo se ha ido y se “perdió el paraíso socialista”¿eso quiere decir que se ha ido también el socialismo para siempre?
    -Cuando las preferencias individuales se convierten en resultados colectivos coherentes, ¿podríamos decir que aplica el fenómeno de la mano invisible de Adam Smith?

  16. Política sin romanticismos, de James Buchanan, es un texto que expone una explicación concisa de los principios de la Teoría de la Elección Pública. Estos constan de: un traslado de conceptos económicos al análisis de las políticas públicas y del comportamiento de el político; el análisis toma un enfoque individualista, ya sea como votantes, como políticos y como burócratas. Estos agentes se mueven según su propio interés, el accionar colectivo será un conjunto de individuos, que por distintas razones, poseen intereses similares, tanto para los votantes que «compran» a un representante, el político que busca obtener un cargo y mantenerlo, y el burócrata que busca mantener la influencia y presupuesto de su posición. Por último existe un marco en el que estos agentes se pueden mover, el marco institucional, definido en una constitución y un sistema de elecciones (o de votación), una serie de reglas para la competencia. Buchanan
    El último punto, y el que mas me interesó, es la cuestión de cómo «ponerle limites al leviatán», y en la insuficiencia de los limites electorales y constitucionales simples del siglo XIX. Explica que, sobre todo, después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados occidentales han expandido su tamaño y su peso en las vidas de sus ciudadanos, y esta situación ha dado lugar a un cambio de perspectiva de estos últimos, abandonando la visión romántica de que el gobierno es la administración del bien común. Aun así, advierte Buchanan, no se debe caer nunca en la visión anti-política ni anti-institucional, la adopción de estas podría tener terribles consecuencias, y ser contraria a la regeneración institucional que necesita Occidente.

    ¿Cree usted que se deban poner limites institucionales a las elecciones democráticas, si es que pueda dar un resultado contraproducente contra los derechos individuales y el orden institucional que la protege?
    ¿Cree que un limite dado a un gobierno central pueda ser aprovechado por gobiernos ocales para violar los derechos en esa jurisdicción?
    ¿Cómo podría evitase sin dar demasiada autoridad al gobierno central?

  17. La Teoría de la Elección Pública procura enfocarse en el sector público de la economía, en la relación de las personas con este (votantes, candidatos, burócratas) con los resultados en la realidad de esta interacción. Las unidades básicas de esta teoría son los individuos, no entidades como partidos o naciones. El intercambio político es el acuerdo en el que se basa el orden constitucional, necesario para cualquier intercambio económico. Este intercambio político no es entre dos partes, sino entre toda la comunidad. Pueden ocurrir casos en que la mayoría de la población tenga un deseo en común, pero a la hora de votar ninguna de las alternativas que triunfa lo hace con una mayoría, por lo tanto, la comunidad no puede decidir. No es posible ordenar las preferencias de los distintos grupos, por lo que mucho menos se pueden ordenar las preferencias individuales en las que se basan. Los votantes eligen a candidatos, pero quienes realizan la administración son los burócratas, y a estos se les debe dar el poder para poder decidir.

    Lo novedoso y sorprendente:
    ME intereso la manera en que el autor procura siempre ser fiel a la realidad, destacando la necesidad de que ambas ciencias se necesitan entre si para poder explicar la realidad (Economía y Ciencia Política) pero siempre sin incurrir a “modelos románticos” que no reflejan el verdadero comportamiento de las personas (tanto votantes como políticos y burócratas, se debe aceptar que todos tienen intereses propios que buscaran proteger). El autor realiza esta tarea siempre respetando a todos los autores y reconociendo sus aportes. Reconoce que los limites electorales no son suficientes para frenar impulsos que puedan atentar contra el orden constitucional y con lo que el Estado debería limitarse a hacer.

    Preguntas para el autor:
    ¿Por qué la teoría de la votación no puede explicar la política en el caso de los regímenes democráticos por los que las administraciones acceden al poder solo por elecciones?
    ¿Hasta qué punto los burócratas pueden favorecer sus propios intereses en detrimento del pueblo?
    ¿será la limitación del presupuesta estatal la única manera de frenar los impulsos autoritarios del Estado o se debería recurrir a mayores imites constitucionales?

Responder a Thiago Patricio Paradela Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *