Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II, UBA, vemos un artículo que Böhm-Bawerk publicara en Estados Unidos (sus obras en inglés se publicaron antes y más que las de Menger mismo, y luego las de Mises, por eso esos autores no eran conocidos para los economistas de habla inglesa, pero sí lo era BB). Se titula “La función del ahorro” y es antecede al ataque feroz que lanzara Keynes a través de su conocida idea de la “eutanasia del ahorrista”, para colocar al consumo como el único motor de la economía. Dice:
“En respuesta me gustaría simplemente insistir en que no he confundido dos conceptos de “ahorro” en mis escritos, sino que sencillamente he procurado analizar completamente un concepto y presentar al lector una visión exhaustiva del proceso del “ahorro”. Para concretar, que lo que “todo el mundo conoce como ahorro” tiene en primer lugar su lado negativo, esto es, el no consumo de una porción de nuestros ingresos o, en términos aplicables a nuestra sociedad que utiliza el dinero, el no gasto de una porción del dinero recibido anualmente. Este aspecto negativo del ahorro es que es más evidente en las conversaciones cotidianas y a menudo es el único que se tiene en cuenta, puesto que comparativamente pocas personas consideran el destino subsiguiente de las sumas de dinero ahorrado, más allá de la ventanilla de caja del banco o la compañía financiera. Pero es aquí justamente donde comienza la parte positiva del proceso del ahorro, para completarse lejos del campo de visión del ahorrador, cuya acción, sin embargo, ha dado el primer impulso a toda la actividad posterior: el banco recoge los ahorros de sus depositantes y los pone a disposición de la comunidad empresarial de una forma u otra –a través de préstamos hipotecarios, empréstitos a compañías ferroviarias y a otras compañías a cambios de los bonos que éstas emiten, alojamientos para gestores de negocios, etc.-, para su empleo en posteriores iniciativas productivas, que sin esa ayuda no podrían tener éxito o al menos no lo alcanzarían con la misma eficiencia. Si aquéllos que ahorran hubieran evitado hacerlo y, en cambio, hubieran vivido más lujosamente, esto es, hubieran comprado y consumido más o mejor comida, vinos, ropa u otros objetos de lujo, habrían estimulado su producción, a través del incremento de la demanda de estos productos; frente a ello, el resultado de ahorrar y depositar en los bancos porciones de sus ingresos, hubiera sido dar un impulso a la producción en forma de incremento en la manufactura de dispositivos productivos, en ferrocarriles, fábricas, máquinas, etc.”
Y más adelante:
“… uno puede preguntarse ¿hacia qué tipo de bienes de consumo se dirigirá la producción si no se conoce por cuáles se decidirán los ahorradores? La respuesta es muy simple: quienes dirigen la producción no lo saben mejor, pero tampoco peor, acerca de la especial demanda de los ahorradores, que lo que saben de la demanda de los consumidores en general. Un sistema de producción altamente complejo, capitalista y subdividido normalmente no espera a las solicitudes que les hagan antes de proveer, sino que tiene que anticiparse a ellas con tiempo suficiente. Su conocimiento de la cantidad, el tiempo y la dirección de la demanda de bienes de consumo no se basa en información positiva, sino que solamente puede adquirirse mediante un proceso de prueba, suposición o experimentación. Por supuesto, la producción puede cometer serios errores en esta conexión y cuando esto ocurre lo expía a través de la situación de crisis que no es familiar. Sin embargo, a menudo encuentra su camino, generando suposiciones para el futuro a partir de la experiencia del pasado, sin grandes contratiempos, aunque a veces pequeños errores se corrijan con dificultad mediante una desagradable redistribución de las fuerzas productivas mal empleadas. Estos reajustes se facilitan materialmente, como tratado de demostrar en detalle en mi “Teoría positiva”, mediante la gran movilidad de muchos productos intermedios.”
GONZALO OCHOA
N° 888587
RESUMEN:
En este artículo Böhm-Bawerk se encarga de responder a las críticas que Mr. Bostedo le ha hecho a su teoría del ahorro. Éste, en primero lugar, lo acusa de haber hecho un uso ambiguo del término “ahorro”. Para esto, Böhm-Bawerk empieza explicando que el ahorro, primero tiene su lado negativo, el no-consumo de una porción de nuestros ingresos. Pero el dinero de los ahorristas se pone a disposición de la comunidad empresarial. Quienes no ahorran y consumen más, estimulan la producción a través del incremento de la demanda. Pero el resultado de ahorrar y depositar en los bancos porciones de sus ingresos, significa dar un impulso a la producción en forma de incremento en la manufactura de dispositivos productivos. Esto no implica dos conceptos diferentes de ahorro, sino que Böhm-Bawerk dirige la atención hacia la otra parte del proceso, hacia las consecuencias positivas del primer paso negativo (el no consumo), el ahorro como impulso en una determinada dirección de la producción.
La segunda crítica, enuncia que el ejemplo utilizado por Böhm-Bawerk es poco natural (el ejemplo suponía que las personas consumen en promedio el 75% del ingreso). El autor responde diciendo que “los buenos ejemplos deben ser siempre simples, detallados, llamativos y diferenciarse de los confusos y monótonos hechos de la vida real”. Mr. Bostedo busca probar la imposibilidad del ejemplo argumentando que, “si todos los miembros de una comunidad ahorran simultáneamente una cuarta parte de sus ingresos, reducen en una cuarta parte la demanda de bienes de consumo. La menor demanda lleva a los productores a restringir la producción. Si la producción decae a la vez que el consumo, entonces no habría demanda de los ahorros. Por tanto, el ejemplo citado es imposible”. El autor explica que el fallo en el razonamiento está en la premisa que afirma que una restricción del “consumo para disfrute inmediato” debe implicar a su vez una restricción en la producción. En realidad, una restricción en el consumo implica, no una restricción en la producción en general, sino sólo una restricción en determinadas ramas de ésta. No habrá una menor producción de bienes en general, puesto que la menor producción de bienes de consumo inmediato será compensada por un incremento en la producción de bienes “intermedios” o de capital.
El último punto de la crítica de Mr. Bostedo dice que, si como consecuencia del ahorro, la demanda de bienes de consumo se reduce en una cuarta parte, no se explica cómo puede ser posible que se demanden y produzcan más bienes de capital que antes, ya que la demanda de éstos está guiada por la demanda de bienes de consumo. Böhm-Bawerk explica el error de su crítico. El hombre que ahorra restringe su demanda de bienes de consumo en el presente, lo hace para incrementar su demanda de bienes de consumo en el futuro. No desea dejar sus ahorros sin devolución, sino que requiere que le sean devueltos en algún momento. A través del ahorro no se extingue absolutamente ni siquiera una pequeña parte de la demanda de bienes. La producción, consciente o inconscientemente, se ajusta por sí misma a la situación.
Böhm-Bawerk termina diciendo que Mr. Bostedo ha dejado un serio resquicio en su explicación de la formación de capital, cuando decide no tener en cuenta en absoluto el papel que juegan los ahorros en el proceso y confiar exclusivamente en la capacidad de los bienes de capital para aparecer por sí mismos tan pronto como la demanda de bienes de consumo se dirija hacia aquéllos en los cuales la producción de bienes de capital requeridos juegue un papel útil.
NOVEDOSO:
Böhm-Bawerk en este ensayo explica de gran manera como funcionan las “señales” en el ciclo económico que luego explicaría Hayek. La tasa natural de interés coordina las actividades de los diversos agentes involucrados. Si el aumento del ahorro provoca una baja en la tasa de interés, esa es una señal que recibirá la comunidad empresarial avisándole sobre la preferencia por el “consumo futuro” de la sociedad e invertirán en bienes de capital. Pero es distinto si la tasa de interés baja por accionar del gobierno. La señal que los empresarios reciben va a ser “falsa” ya que no son los consumidores quienes están ahorrando más y los empresarios van a haber invertido cuando en realidad la demanda de bienes futuros no se había elevado realmente.
Otro gran concepto plasmado en el texto (y que ayuda también a explicar lo anterior) es que la demanda de bienes de capital es determinada por la demanda de bienes de consumo que produce. Son los precios de los bienes de consumo quienes determinan la remuneración de los factores de producción, destruyendo así la idea de que los costos determinan los precios de los bienes.
Es llamativo cómo el pensamiento de algunos economistas actuales dignos de respeto, como Paul Krugman, se asemeja al pensamiento de Mr. Bostedo y no pueden ver el importante papel que juega el ahorro en la economía.
El ahorro es el principal motor del crecimiento económico, es saber gastar. Citando a Benjamin Franklin, “El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro».
PREGUNTAS AL AUTOR:
1) La tesis de Paul Krugman, ganador del Premio Nobel de Economía en 2008, se centra en la idea de que, si el sector privado no está dispuesto a arriesgarse invirtiendo, el papel del gobierno es dar un paso adelante e invertir (como propuso alguna vez John Maynard Keynes). ¿Cómo respondería a esta idea? ¿Cree que el contexto condicionaría su respuesta?, es decir, ¿la respuesta sería la misma en un contexto deflacionario como el de 1929 o en una situación de alta inflación?
2) Continuando con la pregunta anterior, ¿existe algún momento en que debamos salir a gastar el dinero evitando así el ahorro presente? Por ejemplo, como propone Krugman, eliminar nuestro ahorro inmediato, gastar, consumir, generar crecimiento y ahorrar en el futuro (renunciar al ahorro inmediato para ahorrar a largo plazo). ¿No estaría cayendo en el mismo error que Mr. Bostedo?
3) En un país cuya historia económica e inestabilidad política imposibilita que la gente ahorre en entidades financieras y decida guardar su dinero “bajo el colchón”, ¿Cómo analizaría esta situación? ¿Qué efectos tendría ese ahorro si no entra al sistema financiero?
RESUMEN
Böhm-Bawerk comienza enunciada que a pesar de que haya demostrado que un incremento en el capital de una comunidad, sólo puede producirse como consecuencia de un equilibrio entre el ahorro y el gasto, menciona que Mr. Bostedo tiene una visión opuesta. En otras palabras, que “el ahorro no tiene influencia alguna en la formación del capital”. Mr. Bostedo acusa a BB de haber cometido tres errores: Haber hecho un uso ambiguo del término “ahorro”, haber elegido un ejemplo “no natural”, y por tanto inadmisible, y haber cometido un error lógico en el curso de este desarrollo. El austríaco analiza cada una de estas críticas y le brinda una respuesta clara y concreta a Mr. Bostedo. Primero, argumenta que su teoría no implica dos conceptos diferentes de ahorro, simplemente dirige la atención hacia la otra parte del proceso, hacia las consecuencias positivas del primer paso negativo, que es el no consumo. Con respecto al segundo punto, Böhm-Bawerk le responde que su ejemplo habla de una “media”, basándose en la “Ley de los grandes números”. Y por último, BB contrarresta la acusación de que su ejemplo es imposible, mencionando que Mr. Bostedo en su crítica olvida una palabra importante: “presente”. BB, luego de responder a las críticas, hace una breve reflexión. Considera que Mr. Bostedo ignoró la eficacia que adquiere la producción como consecuencia de la prolongación del periodo de producción que es posible mediante el ahorro, y que además, dejó un serio vacío en su explicación de la formación de capital, cuando decide no tener en cuenta en absoluto el papel que juegan los ahorros en el proceso.
NOVEDOSO
Al igual que procedió con la crítica a Marx, Böhm-Bawerk vuelve a tener esa paciencia para analizar punto por punto los argumentos de sus opositores y refutarlos con una claridad y contundencia verdaderamente admirable. Para refutar ese silogismo de Mr. Bostedo, hasta toma el simple ejemplo del náufrago Robinson Crusoe para demostrar que antes del consumo, viene el ahorro, la inversión y la producción. Ergo, no es cierto que se reduzca la demanda y posteriormente la producción.
PREGUNTAS
1) Cuando hace mención a que “el razonamiento del honorable crítico se presenta con una gran habilidad dialéctica. Pero tiene, sin embargo, un punto débil”, y teniendo en cuenta su opinión sobre Marx. ¿En qué medida cree que influye la dialéctica que se decide implementar?
2) En una sociedad con una visión tan cortoplacista como la nuestra, y con profesionales que ocupan altos cargos que fomentan el consumo ¿Cómo es posible que se inculque y se priorice el ahorro?
3) La mayoría somos conscientes de lo que ocurre cuando gastamos o consumimos más allá de nuestras posibilidades. ¿Por qué entonces está tan instalado el mito keynesiano de que una economía crece y progresa fomentando la demanda agregada y el gasto público?
RESUMEN
En este texto von Boehm – Bawerk analiza las 3 críticas que recibe sobre su opinión acerca del ahorro. Para von Boehm – Bawerk un incremento en el capital de una comunidad sólo puede producirse como consecuencia de un equilibrio entre el ahorro y el gasto. Los 3 errores que es acusado de cometer son: Haber hecho un uso ambiguo del término “ahorro”, haber elegido un ejemplo “no natural” y haber cometido un error lógico de bulto.
Para empezar, procura analizar completamente un concepto y presentar al lector una visión exhaustiva donde explica el lado negativo (no consumo de una porción de nuestros ingresos) y la parte positiva (el banco recoge los ahorros de sus depositantes y los pone a disposición de la comunidad empresarial de una forma u otra para su empleo en posteriores iniciativas productivas, que sin esa ayuda no podrían tener éxito o al menos no lo alcanzarían con la misma eficiencia.
Luego, dice que la afirmación sobre que una restricción del “consumo para disfrute inmediato” debe implicar a su vez una restricción en la producción, es errónea. Una restricción en el consumo implica, no una restricción en la producción en general, sino sólo, a través de la acción de la ley de la oferta y la demanda, una restricción en determinadas ramas de la misma.
NOVEDOSO
El hombre que ahorra restringe su demanda de bienes de consumo presente pero, en ninguna forma, su deseo de bienes de disfrute, en general. La “abstinencia” referida al ahorro no es en realidad abstinencia absoluta, esto es, no supone renuncia definitiva a bienes de disfrute, sino, una mera “espera”. La persona que ahorra no desea dejar sus ahorros sin devolución, sino que requiere que le sean devueltos en algún momento futuro, normalmente con intereses incluidos, sean para él o para sus herederos.
El Ahorro no es una renuncia, sino una simple espera, no una decisión de no consumir en absoluto, sino simplemente una decisión de no consumir todavía.
PREGUNTAS AL AUTOR
*¿Por qué creer que Mr. Bostedo no tuvo en cuenta que disminuye el consumo en determinadas ramas y en cambio, generalizó la disminución en la demanda de bienes en general?
*¿Qué contestaría Mr. Bostedo a este escrito de von Boehm – Bawerk?
*¿Por qué Mr. Bostedo decide no tener en cuenta en absoluto el papel que juegan los ahorros en el proceso y confiar exclusivamente en la capacidad de los bienes de capital para aparecer por sí mismos tan pronto como la demanda de bienes de consumo se dirija hacia aquéllos en los cuales la producción de bienes de capital requeridos juegue un papel útil?
Resumen
En respuesta a las críticas de Bostedo, quien llegó a la conclusión que el ahorro como el término se conoce generalmente, no tiene influencia alguna en la formación del capital. Fundamentalmente acusa a von Böhm-Bawerk de haber cometido tres errores: Haber hecho un uso ambiguo del termino ahorro, haber elegido un ejemplo “no natural” y haber cometido un error lógico de bulto en el curso del desarrollo.
La respuesta es, que no ha confundido dos conceptos de ahorro. El ahorro es el no consumo de una porción de nuestros ingresos. El siguiente paso es que el banco recoge los ahorros de sus depositantes y los pone a disposición de la comunidad empresarial de una forma u otra para su empleo en posteriores iniciativas productivas. Es decir, Böhm-Bawerk, simplemente dirigió la atención hacia la otra parte del proceso.
El ejemplo propuesto por el autor es tildado de poco natural por Bostedo, el mismo es que cada individuo en la comunidad consume, de media, sólo tres cuartas partes de sus ingresos y ahorra el resto. Sin duda se acepta que no es un caso probable, pero ello no invalidaría en forma alguna su ayuda a la exposición de un principio general, ya que no se le otorga importancia alguna a los detalles concretos del ejemplo.
Si cada intento de restringir el consumo debe efectivamente ocasionar una restricción inmediata y proporcional de la producción, entonces no podría producirse ningún incremento a la riqueza acumulada de la sociedad a través del ahorro. Los individuos particulares podrían ahorrar parte de sus ingresos, pero sólo a condición de que otros individuos de la misma comunidad consuman el exceso de los mismos.
La persona que ahorra no desea dejar sus ahorros sin devolución, sino que requiere que le sean devueltos en algún momento futuro, normalmente con intereses incluidos, sean para él o para sus herederos. El motivo por el cual se ahorra es para proveer para su futuro o para el futuro de sus herederos.
Novedad
Los buenos ejemplos que se utilizan para resolver fenómenos complejos deben siempre implicar un grado importante de improbabilidad.
La premisa que afirma que una restricción del consumo para disfrute inmediato debe implicar a su vez una restricción en la producción, es errónea. La menor producción de bienes listos para su consumo inmediato puede ser y será compensada por un incremento en la producción de bienes intermedios o de capital.
¿Cómo puede la producción tener en cuenta la demanda si no se conoce todavía hacia dónde se dirige? Dicha dificultad no es muy importante porque, de acuerdo con la ley de las grandes cifras, las idiosincrasias y caprichos particulares hasta cierto punto se compensan entre sí.
Preguntas
1) ¿El exceso de consumo inmediato, puede poner en riesgo la producción de bienes de capital o hay algún nivel de ahorro autónomo?
2) ¿Los buenos ejemplos no serían los que siendo simples sean posibles? ¿La improbabilidad no aleja al ejemplo del lado “bueno”?
3) ¿No es extraño que siendo parte de la escuela austríaca se apoye tanto en la ley de los grandes números, mientras que sus compañeros atomizaban el análisis?
resumen:en este texto, el autor busca defender su opinión acerca de la influencia del ahorro en la formación de capital (para el un aumento en el capital de una población sólo puede producirse mediante el equilibrio entre el ahorro y el gasto) de la crítica de Bostedo. la crítica consiste en tres errores que bostedo considera que bohm bawerk cometió. el primero es el uso ambiguo del término ahorro, utilizándolo para explicar los motivos que determinan la dirección de la producción, dejando de lado el concepto que todo el mundo entiende por ahorro (el no consumo de una porción de nuestros ingresos). Bohm Bawerk refuta esta crítica planteando que estos conceptos implican el mismo ahorro solo que él dirige la atención a la otra parte del proceso, explicando lo siguiente: los individuos que ahorran parte de su ingreso lo guardan en el banco, el cual pone a disposición de las empresas ese dinero a través de créditos, los cuales permiten que se realicen iniciativas productivas (el ahorro tiene una consecuencia positiva que es el fomento de la producción). el segundo error que bostedo señala es que el ejemplo que bohm bawerk utiliza (todos los individuos de una comunidad ahorran una cuarta parte de su ingreso) para explicar su concepto del ahorro como formador de capital es muy poco natural, a lo que Bohm Bawerk responde que si bien el ejemplo que utiliza es improbable, es necesario que sea así ya que para él los buenos ejemplos utilizados para explicar fenómenos complejos deben ser improbables ya que necesitan ser simples, diferenciándose de los hechos confusos que suceden en la realidad. y finalmente la tercer crítica que plantea es que la imposibilidad de que el ejemplo se de en la realidad (debido a que si los individuos ahorran una cuarta parte de su ingreso de manera simultánea se reducirá la demanda de bienes, por lo que no aumentara la producción), siendo la explicación que se deriva de el confusa y contradictoria. Bohm Bawerk analiza ese razonamiento, planteando que bostedo no admitiría ningún tipo de ahorro real en la población que genere un aumento de la riqueza, lo cual resulta ilógico. Bohm Bawerk encuentra el error de razonamiento en la idea que el ahorro disminuye la producción total, cuando solamente disminuye la producción de bienes de consumo inmediato, la cual puede ser compensada por la producción de bienes de capital. a su vez es importante aclarar que esa reducción de la producción de bienes de consumo inmediato no es permanente, ya que sino no tendría sentido el aumento de la producción de bienes intermedios (la producción está guiada por la demanda, tanto de bienes intermedios no finalizados y bienes finales. si se reduce la demanda de bienes finales se va a reducir la de bienes no finalizados también, ya que se demandan debido a los bienes finalizados futuros que se espera que produzcan). el consumo de bienes finales se restringe de manera presente pero no de manera general. el individuo busca que sus ahorros sean devueltos con intereses y así poder consumir más bienes en el futuro, por lo que en el presente las empresas deben producir menos bienes de consumo y más de capital en orden de poder abastecer ese aumento de la demanda de bienes de consumo en el futuro.
preguntas:-¿qué alternativas propone el autor para fomentar el ahorro y la acumulacion de capital en sociedades donde los individuos utilizan una gran proporción de su ingreso en el consumo inmediato?
-¿que critica puede hacerle a la “paradoja del ahorro” planteada por keynes?
-¿cree que su teoría implica que los países más ricos siempre van a tener un mayor volumen de crecimiento (debido a su capacidad para ahorrar más)?
Alumno: Juan Marcelo Marynowsky
Registro: 884887
Texto: “La Función Del Ahorro” – Eugen Von Bohm Bawerk
Resumen:
Bohm Bawerk explica una diferencia de ideas con el autor L. Bostedo, quien comenta que el ahorro no tiene influencia alguna en la formación del capital, contrario a Bawerk que muestra y demuestra que un incremento en el capital solo tiene su origen en el equilibrio entre el ahorro y el gasto. Bostedo reúne tres críticas a la obra “Teoría Positiva del Capital”, y se muestran a continuación:
A) Uso ambiguo del término “ahorro”: El austrohúngaro responde que no existe tal uso, sino que simplemente se diferencian las dos etapas del ahorro propiamente dicho; la primera y negativa, conocida como el acto de no consumo, donde los agentes usufructúan una cantidad de ingreso menor respecto a la que perciben, yendo en contra del proceso dinámico de la economía, y la segunda y positiva, en la que –sean los propios individuos o los empresarios- el ahorro se transforma en consumo, reparando el problema inicial.
B) Empleo de un ejemplo antinatural: El mismo consiste en que cada individuo de una gran comunidad ahorra EN PROMEDIO cierta cantidad proporcional de dinero respecto de sus ingresos. Se destaca “en promedio” porque es lo que parece olvidar Bostedo al decir que es algo improbable. Más allá de eso, Bohm Bawerk no deja de apoyar el uso de ejemplos con cierta irrealidad, dado que la idea es ilustrar clara y simplificadamente lo que se quiera mostrar, más allá de cuál sea el ejemplo en sí mismo.
C) Confusión y contradicción en las explicaciones por el ejemplo usado: Según Bostedo, si todos ahorrasen la cuarta parte de sus ingresos, la demanda de bienes disminuiría y así su producción, dejando nulo al ahorro. Este razonamiento no es erróneo para Bohm Bawerk, pero le responde que en su obra, habla de consumo inmediato; aceptando que la producción se verá disminuida pero solo de ciertas ramas de la producción y en un período posterior, no inmediato. El hecho de privarse de la demanda de estos bienes no implica que lo haga con su deseo de bienes generales: no es abstinencia, es demora. Quien ahorra, no hace más que restringir su consumo presente privilegiándolo en forma de consumo de bienes futuros.
Para evitar serias distorsiones a futuro, es menester regular de la forma más eficaz posible el uso de los factores productivos, tal que se pueda producir la cantidad adecuada de bienes intermedios que luego formarán parte de los recursos de consumo (llámense bienes de capital).
Por último, exclama que Bostedo adopta un gran sesgo al explicar la formación del capital sin tener en cuenta al ahorro y confiar singularmente en la capacidad de los bienes de capital para actuar tan pronto como se presente la demanda de bienes de consumo, algo que no parece del todo viable o realizable sin la inclusión del ahorro.
Novedoso/sorprendente:
La contraposición con las ideas keynesianas no tarda en hacerse notar; el ahorro contra el consumo, la previsión contra las urgencias, el choque de dos teorías que dejan al propio ahorro como protagonista y antagonista respectivamente.
Preguntas:
1- ¿Qué opina de las recomendaciones que Keynes le brindó al ex presidente de los Estados Unidos F. Roosevelt en cuanto a incentivar el consumo en la situación de crisis en la década de 1930? ¿El ahorro debe persistir aun en la crisis?
2- Más allá de que el objetivo al ejemplificar sea explicar una realidad de la manera más simplificada y entendible posible y sabiendo por propios dichos suyos que usted no se opone al uso de ejemplos que no pertenezcan a la vida cotidiana o hasta sean irreales, ¿Considera que las conclusiones de alguna hipótesis que los contenga tienen la misma validez frente a alguna otra que sí los presente entre sus filas?
3- Muchas de las crisis que hemos vivido en la Argentina se deben al factor de la especulación, entiéndase como la falta de consumo o el exceso de ahorro. ¿Qué opina al respecto?
El texto plantea la discusión encabezada por el autor (BB) y Mr. Bostedo con relación al ahorro.
BB en su “Teoría Positiva” explica cuales son los determinantes del ahora, este último entendido en un sentido amplio: un sentido negativo, que es el no consumo de una parte del ingreso; luego ocurre la parte positiva, ya que los bancos se acopian de estos ahorros y los ponen a disposición de las empresas. La diferencia en ambos procesos es que el primero impulsa la demanda, y el segundo la inversión en capital.
La critica que hace Bostedo es que la producción se verá afectada por el ahorro: si aumenta el ahorro cae el consumo. Para BB, esta caída del consumo se verá compensada por consumo en capital.
Ese ahorro es parte del consumo, pero en otro tiempo, es más bien un ahorro futuro. Las personas posponen consumo separando parte de los ingresos presentes. Esto presenta otros problemas: las inversiones en capital o mejoras en la producción si afectan la producción actual y la futura, se espera una caída de la producción actual y en el futuro un aumento; la sociedad reclamara está producción en el futuro, pero no sabemos en que cuantía; y los depositantes reclamaran sus depósitos, pero desconocemos en que cuantía.
BB concluye diciendo que los fenómenos del ahorro están correlacionados.
¿Qué me sorprendió?
El análisis de las implicancias del ahorro: me pareció muy metodológico.
Preguntas:
– Los bancos no siempre funcionan como el autor lo menciona, ¿el papel de la tasa de interés no influye? ¿El precio pagado en tasa por los depositantes e incluso los deudores puede ser que impida a los agentas financiarse?
– ¿Es la relación inversión/ahorro tan lineal? ¿Para que una empresa invierta o decida expandir su producción solamente falta que los individuos ahorren? ¿No deberán ser otros los motivos para que una empresa expanda su producción?
Resumen:
Bohm Bawerk da respuesta a las criticas que le realizó Mr. Bostedo hacia su “Teoria Positiva”, quien lo acusa de haber cometido 3 errores.
En referencia al primero, respecto de haber hecho uso ambiguo del término “ahorro”, el autor lo refuta considerando Mr. Bostedo no entendió su objetivo de dar un análisis exhaustivo al término. Bohm Bawerk no confundió ni dio usos diferentes al “ahorro”, lo consideró desde distintos puntos de partida, o ciclos, uno negativo y otro positivo, que representarían las dos caras de una misma moneda. Por un lado, aquellos que ahorran una parte de sus ingresos (ciclo negativo), absteniéndose de consumir, lo depositan en un banco buscando una rentabilidad, lo cual genera fondos que luego son utilizados por las industrias para su posterior producción (ciclo positivo), que de forma autónoma no pueden generarlos, o cuesta muchísimo. Por el contrario, si los agentes deciden no ahorran, también afectan el lado productivo aumentando la demanda, pero no orientada a productos de capital. En todos los casos, el “ahorro” implica el impulso para dirigir la producción de una determinada manera.
En referencia al segundo, de haber utilizado un ejemplo “no natural”, argumenta el autor que el suyo sirve para la exposición de su teoría al ser sencillo, además de haber sido cuidadoso en emplear una medida media para la representatividad del caso.
Nos encontramos con la última critica, de haberle faltado lógica en el desarrollo, denominó de imposible el ejemplo que brindó el autor, pero lo asume utilizando premisas no acertadas, ya que considera que un aumento del ahorro implica una disminución en la producción, excluyendo que el ahorro, en realidad, es un aplazo del consumo, por lo que, aunque no se conozca en qué bienes van a destinar su consumo futuro los agentes, ese ahorro es interpretado como una demanda futura y para incrementar la oferta del presente, los empresarios demandaran bienes de capital.
Novedoso:
Es curioso como interrelaciona el autor los fenómenos que se relacionan con la acción de ahorrar por parte de los agentes.
Preguntas:
No entiendo a qué se refiere cuando utiliza el término “plástico” al caracterizar la perspectiva de las relaciones reales de la sociedad industrial moderna.
¿Qué ocurre en las circunstancias particulares de encontrarse un país en crisis o con altas tasas de interés?