Siempre vale la pena leer a quienes ya han recibido el premio Nobel en economía. En este caso se trata de Vernon Smith quien escribe sobre los clásicos y la evolución de la teoría económica en este artículo: Inoua, S. M., & Smith, V. L. (2019). “Classical economics: Lost and found”. The Independent Review, 25(1), 79-90. https://www.independent.org/publications/tir/article.asp?id=1493
Como anécdota tal vez, el artículo cita a un economista argentino, Rolf Mantel. Comienza así:
“A mediados del siglo XX, la teoría matemática neoclásica del valor culminó con el modelo de Arrow y Debreu (1954), que caracteriza el estado estático de equilibrio general de una economía. Sin embargo, esta descripción es insatisfactoria a menos que los mercados converjan hacia tal equilibrio. Que el modelo Arrow-Debreu no pudo lograr esto es una implicación del importante resultado de Sonnenschein, Mantel y Debreu, también conocido como el Teorema SMD (1972, 1973a, 1973b; 1974; 1974).2 El meollo del problema es que el principio de maximización de la utilidad individual no tiene implicaciones interesantes para la demanda agregada del mercado, ni siquiera la ley de la demanda; de hecho, la demanda es esencialmente arbitraria en esta teoría. Pero este problema de agregación es a menudo, aunque no intencionalmente, eludido mediante el artificio del Agente Representativo (Arrow, 1986; Kirman, 1992). Sin embargo, el problema es endémico, lo que llevó a Frank Hahn (1982) a sugerir que “tendremos que concluir que todavía carecemos de una teoría descriptiva satisfactoria de la mano invisible” (746). Yendo más lejos, F. M. Fisher (2013) concluye que “no tenemos una teoría del valor adecuada y hay una laguna importante en el centro de la teoría microeconómica. Sin embargo, los economistas generalmente se comportan como si este problema no existiera”.”