Acá hay muchos inmigrantes polacos, y ahora muchos descendientes de polacos. Si quieren saber de lo que se salvaron, lean esta historia de la economía polaca desde 1939, en el libro que se titula “The Road to Socialism and Back: An Economic History of Poland, 1939-2019”, por Peter J. Boettke, Professor of Economics and Philosophy, George Mason University; Konstantin Zhukov y Matthew D. Mitchell, Senior Fellow in the Centre for Economic Freedom, Fraser Institute: https://www.fraserinstitute.org/studies/road-to-socialism-and-back-an-economic-history-of-poland-1939-2019
“Durante cuatro décadas durante la segunda mitad del siglo XX, Polonia y su gente fueron objeto de un gran experimento socioeconómico. Bajo la atenta mirada de sus amos soviéticos, el Partido de los Trabajadores Unidos de Polonia transformó la economía mixta de esta nación de 35 millones en un estado socialista de planificación centralizada (aunque con un mercado negro irreprimible). Luego, en la última década del siglo XX, bajo el liderazgo del ministro de finanzas polaco Leszek Balcerowicz, la nación se transformó nuevamente en una economía mixta.
En este libro, documentamos los resultados de este experimento. Mostramos que había un gran abismo entre los elevados objetivos de la ideología socialista y las realidades del socialismo tal como las experimentó el pueblo polaco. También mostramos que, si bien la transición de una economía socialista a una mixta no estuvo exenta de dolor, desató el extraordinario poder productivo del pueblo polaco, lo que permitió que su nivel de vida aumentara a más del doble de la tasa de crecimiento que prevaleció durante la era socialista. Las experiencias de los polacos, como las de tantos detrás de la Cortina de Hierro, demuestran el valor de la libertad económica, las consecuencias miserables de su negación y el proceso a menudo doloroso de recuperar las libertades perdidas.
El camino al socialismo y de regreso también nos enseña algo sobre el desarrollo intelectual del pensamiento económico. Como veremos, el debate en torno al cálculo económico en una economía socialista destacó no solo una falla fundamental en la planificación socialista, sino también una característica crítica que permite que los mercados funcionen. Los mercados funcionan porque permiten a quienes toman las decisiones económicas realizar cálculos económicos racionales. Este cálculo depende de la constelación de precios relativos y de la contabilidad de pérdidas y ganancias que surgen de las elecciones libres de los individuos que negocian derechos de propiedad. Nos permite diferenciar los proyectos económicamente viables de los tecnológicamente viables. Sin tal sistema de precios, estos cálculos son imposibles y esta clasificación no ocurre. Los recursos se desperdician sistemáticamente y abundan las ineficiencias en la producción y el intercambio.”