Ludwig von Mises sobre el cálculo económico en el socialismo y el fracaso de la planificación

Con los alumnos de UCEMA, Escuela Austriaca, vemos a Ludwig von Mises sobre el cálculo económico. Aunque se refiere a la posibilidad de dicho cálculo en el socialismo, explica también las diferencias entre valoraciones subjetivas y precios, y siendo que los precios no reflejan la totalidad de las valoraciones, son sin embargo el mejor instrumento para calcular y tomar decisiones:

“En una economía de intercambio, el valor objetivo de intercambio de los bienes de consumo pasa a ser la unidad de cálculo. Esto encierra tres ventajas. En primer lugar, podemos tomar como base del cálculo la evaluación de todos los individuos que participan en el comercio. La evaluación subjetiva de un individuo no es directamente comparable con la evaluación subjetiva de otros. Sólo llega a serlo como valor de intercambio surgido del juego de las evaluaciones subjetivas de todos aquellos que participan en la compra y venta. En segundo lugar, los cálculos de esta índole proporcionan control sobre el uso apropiado de los medios de producción. Permiten a aquellos que desean calcular el costo de complicados procesos de producción, distinguir inmediatamente si están trabajando tan económicamente como otros. Si a los precios del mercado no logran sacar ganancias del proceso, queda demostrado que los otros son más capaces de sacar provecho de los bienes instrumentales a que nos referimos. Finalmente, los cálculos basados sobre valores de intercambio nos permiten reducir los valores a una unidad común. Desde el momento que las variaciones del mercado establecen relaciones sustitutivas entre los bienes de consumo, se puede elegir para ello cualquier bien de consumo que se desee. En una economía de dinero, el dinero es el bien elegido. Mas, los cálculos de dinero tienen su límite. El dinero no es una medida de valor o de precios. El dinero no «mide» el valor. Tampoco se miden los precios en dinero: son cantidades de dinero. Y aunque aquellos que describen el dinero como «standard de pago diferido» lo crean ingenuamente, un bien de consumo no es un valor estable. La relación entre el dinero y los bienes de consumo no sólo fluctúa en cuanto a los bienes de consumo, sino también en cuanto al dinero. En general, tales fluctuaciones no son muy violentas. No perjudican en forma importante a los cálculos económicos, porque en un estado de continuo cambio de las condiciones económicas, este cálculo sólo abarca períodos relativamente cortos, en los que la «moneda dura», por lo menos, no cambia su valor adquisitivo en forma importante.

Las deficiencias de los cálculos en dinero surgen, generalmente, no porque se hayan hecho en términos de un medio de intercambio general, sino porque se basaron en valores de intercambio más que en valores subjetivos de uso. Por ejemplo, si estamos estudiando las conveniencias de una planta hidroeléctrica, no podremos incluir en los cómputos el perjuicio que ella podría significar en la belleza misma de la caída de agua, salvo que tomáramos en cuenta la baja del valor que produciría la disminución del movimiento turístico en esa región. Sin embargo, tendremos forzosamente que tomarlo en cuenta cuando decidamos si se llevará a cabo la empresa. Tales consideraciones son frecuentemente juzgadas como «no-económicas». Aceptaremos la terminología, porque la discusión respecto a términos no nos llevaría a ninguna parte. Pero no se puede decir que todas las consideraciones de esa índole sean irracionales. La belleza de un lugar o de un edificio, la salud de toda una raza, el honor de los individuos o de todo un país, aun cuando no tienen relaciones de intercambio (porque no se comercian en el mercado), son otros tantos motivos de acción racional, siempre que la gente las considere significativas como aquellas llamadas normalmente económicas.

El que ellas no entren en los cálculos de dinero se debe a la naturaleza misma de tales cálculos. Pero eso no disminuye en absoluto el valor de los cálculos de dinero en los asuntos generales de la economía. Porque todos esos bienes morales son bienes de primer orden. Podemos valorizarlos directamente y luego no encontrar dificultad para tomarlos en cuenta, aunque no caigan dentro de la esfera de los cómputos de dinero. El hecho de que escapen de dichos cómputos no presenta mayores dificultades para tomarlos en cuenta. Si sabemos exactamente cuánto hay que pagar por la belleza, por el honor, por la salud, por el orgullo, etc., nada nos impide tomarlos en cuenta. La gente muy sensible sufrirá al tener que elegir entre lo ideal y lo material, pero no se puede culpar de ello a la economía del dinero. Está dentro de la naturaleza misma de las cosas. Cuando logramos llegar a juicios de valor, sin recurrir a cómputos de dinero, no podemos evitar esa elección. Tanto el individuo como las comunidades socialistas tendrían que hacer lo mismo, y las personas verdaderamente sensibles no lo encontrarían doloroso. Llamados a elegir entre el pan y el honor, sabrán siempre cómo actuar. Si no se puede comer el honor, se puede, por lo menos, dejar de comer por el honor. Sólo aquellos que temen la angustia de la decisión, porque saben en su fuero interno que no pueden prescindir de lo material, considerarán la necesidad de elección como una profanación.”

2 pensamientos en “Ludwig von Mises sobre el cálculo económico en el socialismo y el fracaso de la planificación

  1. En este ensayo escrito por Ludwig von Mises, se desarrolla el problema del cálculo económico en el sistema socialista y un análisis previo sobre las acciones humanas en la esfera de la actividad económica. Sobre esto último dice que las esferas de acción racional y de acción económica son coincidentes, ya que toda actividad económica es una actividad racional. Los individuos son los que razonan, piensan y observan el entorno para actuar en consecuencia. Esta acción es la que genera el cambio en las sociedades de una condición por otra, a través de métodos de intercambio de los individuos. Por esto y muchos otros motivos desarrollados en el texto, Mises argumenta que el socialismo es impracticable, ya que es imposible que el órgano central y planificador haga calculo económico. Además, el autor hace hincapié en el rol que cumple el dinero como medio general de intercambio para poder establecer cálculos en un denominador común.

    Lo que me pareció más interesante fue el análisis de la imposibilidad del cálculo económico en el socialismo. Como condición necesaria el socialismo debe tener un ente o agente regulador que combine todas las funciones económicas y gubernamentales, relegando de esa manera la acción voluntaria de los individuos que forman parte de esa sociedad. A partir de lo desarrollado por Mises, lo que destaco es la negación que genera la presencia de ese ente regulador en el cálculo económico. Toda la información que se requiere para poder hacer este cálculo económico surge en un contexto de propiedad privada de los medios de producción, donde los precios juegan un rol fundamental. En una sociedad donde no hay propiedad privada, los agentes reguladores no logran hacerse de la información de cómo, ni donde, ni cuando utilizar los medios de producción. Esta información es de carácter subjetivo, tacita y no puede ser articulada por el organismo central. Además, el mismo impacto coactivo que genera la presencia de este ente en la sociedad, dificulta o directamente imposibilita la creación de información que generarían los agentes económicos en un entorno libre, y es tan necesaria para poder hacer cálculo económico. La mejor alternativa, aunque no sea perfecta, es a través del sistema de precios, donde se ve reflejada la escasez y las preferencias de los individuos en un contexto donde son ellos los dueños de los factores productivos. Como bien dijo Mises: “Allí donde no hay mercado no existe el sistema de precios, y allí donde no hay sistema de precios no puede haber cálculo económico.”

    Para Mises:
    En caso de ser posible, ¿Cómo justificaría la intervención del Estado?
    ¿Qué opina del supuesto, que se utiliza en microeconomía, de que toda la información está dada o hay conocimiento perfecto?
    ¿Qué opinión le merece lo sucedido en la Revolución Rusa de 1917 y sus colegas que defendían dicho sistema?

  2. Resumen:
    En su artículo, Mises comienza por aclarar ciertas cuestiones que se encuentran por detrás del tema que está por tratar; explica básicamente que la acción humana voluntaria no puede ser dividida entre económica y no-económica, sino que esta es siempre racional y económica, en tanto está guiada por la consecución de ciertos fines subjetivos (que, ex ante, le suponen una mayor satisfacción “psíquica”), nunca totalmente satisfechos, por medio del empleo de ciertos medios escasos de que dispone, de lo que se desprende la necesidad humana de economizar al actuar (satisface primero los fines más urgentes con el menor gasto posible de los medios disponibles). Es por esto que el individuo, siempre que actúa, está realizando cálculo económico. En condiciones simples, este puede realizarse simplemente en base a juicios de valor subjetivos (ordenamiento y gradación). No obstante, en condiciones más complejas (una economía de intercambio y con procesos productivos largos y variados) se precisa hacer cálculos más minuciosos y la medición objetiva de unidades; de ahí que surja la necesidad del cálculo en dinero, el cual brinda las ventajas de ser una base más objetiva para el cálculo (al basarse en los precios del mercado), permitir un control más adecuado (económico) por el mecanismo de pérdidas-ganancias, y reducir los valores a una unidad común. De no existir este, sería imposible una administración u orden económico racional. De toda esta elaboración se desprende, básicamente, el argumento de Mises acerca de la imposibilidad del cálculo económico en la “comunidad socialista”: dado que el socialismo supone la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, no podría haber un mercado para tales bienes, por tanto tampoco habría un sistema de precios para ellos, y, en consecuencia, no se podría realizar cálculo económico.

    Interesante/Novedoso:
    (Aquí había resaltado el contraste entre las visiones de Mises y Lenin, sustancialmente diferentes)
    Una de las cosas que más me llamó la atención fue la distinta concepción que estos dos autores tienen respecto a lo que constituye el problema económico fundamental. Para Mises, este consiste básicamente en la búsqueda de la satisfacción de los fines subjetivos más urgentes (nunca totalmente satisfechos) por medio de los escasos medios de que se dispone, con el menor gasto posible de ellos; determinar qué y cómo se produce constituye el problema mismo (no se “da por sabido”), decisión que recae sobre, y depende de, las diversas valoraciones de los múltiples consumidores y productores. En Lenin, en cambio, el problema parecería ser simplemente la cantidad que se produce (cuánto); el qué se produce, se “da por sabido”, lo decide el Estado socialista (al margen de las voluntades individuales), y el cómo, pareciera ni siquiera ser considerado como un problema relevante e igualmente el Estado socialista toma la decisión.
    De hecho, Mises aclara enfáticamente que es evidente que el Estado socialista efectivamente podría producir, que nadie negaba ello; tal decisión de producción sería tomada simplemente por la voluntad de la autoridad suprema. El problema radica en que, dado que bajo el socialismo no es posible llevar a cabo esas decisiones apelando al cálculo económico, tales decisiones no serían racionales/económicas, razón por la cual tal sistema no podría mantenerse en pie.

    3 preguntas:
    1) ¿Por qué cree que, en general, los defensores del socialismo, aparte de su dificultad para concebir la imposibilidad del cálculo económico bajo tal sistema, no ven como un problema el que la voluntad de cada individuo de elegir aquellos bienes de consumo que prefieran este restringida (dado que tal decisión es tomada por el Estado socialista)?
    2) ¿Cree que el principio de racionalidad del mainstream, que concibe, en última instancia, al agente racional como un maximizador en términos monetarios, y no de utilidad, ha contribuido a esta distinción común entre acción económica y no-económica al dificultar el entendimiento de que toda acción humana es económica en el sentido que usted expone (dado que se tiende a asociar “económico” con “maximización monetaria”)?
    3) En tanto el socialismo pretende obstruir parcialmente la acción económica, aun siendo así por naturaleza la acción humana, de los individuos en una sociedad libre, y reemplazarla por las decisiones no económicas de una autoridad suprema, ¿Se podría decir que el socialismo va en contra de la naturaleza humana, es antinatural?

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