¿Porqué nos preocupamos, y ocupamos, tanto en mejorar nuestra apariencia física? Otra explicación evolutiva

La siempre interesante revista Evolution and Human Behavior trae ahora un artículo titulado “Predictors of enhancing human physical attractiveness: Data from 93 countries”, con muchos autores: Marta Kowala, Piotr Sorokowski, Katarzyna Pisanskia, Jaroslava V.Valentova, Marco A.C.Varella, David A. Frederick, Laith Al-Shawaf , Felipe E.García, Isabella Giammusso, Biljana G jones , Luca Kozmaj, Tobias Otterbring , Marietta Papadatou-Pastou , Gerit Pfuhl, Sabrina Stöckli , Anna Studzinska, Ezgi Toplu-Demirtaş, Anna K.Touloumakos, Marcos Zumárraga-Espinosa: https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2022.08.003

“Personas de todo el mundo y a lo largo de la historia han hecho todo lo posible para mejorar su apariencia física. Los psicólogos y etólogos evolutivos han intentado en gran medida explicar este fenómeno a través de las preferencias y estrategias de apareamiento. Aquí, probamos una de las hipótesis evolutivas más populares para los comportamientos que mejoran la belleza, extraídos de las perspectivas del mercado de apareamiento y el estrés parasitario, en una gran muestra intercultural. También probamos hipótesis extraídas de otros marcos teóricos influyentes y no mutuamente excluyentes, desde la teoría del rol biosocial hasta la perspectiva de los medios culturales. Los datos de encuestas de 93 158 participantes humanos en 93 países proporcionan evidencia de que comportamientos como maquillarse o usar otros cosméticos, arreglarse el cabello, estilo de vestir, cuidar la higiene corporal y hacer ejercicio o seguir una dieta específica con el propósito específico de mejorar el atractivo físico, son universales. De hecho, el 99% de los participantes informaron pasar más de 10 minutos al día realizando comportamientos para mejorar la belleza. Los resultados apoyan en gran medida las hipótesis evolutivas: las mujeres dedicaron más tiempo a realzar la belleza (casi 4 h al día, en promedio) que los hombres (3,6 h al día), los participantes más jóvenes (y contrariamente a las predicciones, también los mayores), los con un historial relativamente más grave de enfermedades infecciosas, y por los participantes que actualmente están saliendo en comparación con los que tienen relaciones establecidas. El predictor más fuerte de los comportamientos que mejoran el atractivo fue el uso de las redes sociales. Otros predictores, en orden de tamaño del efecto, incluyeron adherirse a los roles de género tradicionales, residir en países con menos igualdad de género, considerarse a sí mismo como muy atractivo o, por el contrario, muy poco atractivo, tiempo para ver televisión, estatus socioeconómico más alto, creencias políticas de derecha, un menor nivel de educación y actitudes personales individualistas. Este estudio proporciona una visión novedosa de los comportamientos universales que mejoran la belleza al unificar la teoría evolutiva con varias otras perspectivas complementarias.”

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