El puritanismo tendría también una explicación evolutiva: ¿sus valores promueves la cooperación social?

La moral “puritana” parece tener un origen y una justificación evolutiva. Es lo que plantea un artículo publicado en la revista Behavioral and Brain Sciences de los siguientes autores: Léo Fitouchi, ; Jean-Baptiste André y Nicolas Baumard del  Institut Jean Nicod, Département d’études cognitives, ENS, EHESS, PSL University, CNRS, Paris. El artículo se titula “Moral disciplining: The cognitive and evolutionary foundations of puritanical morality”: https://doi.org/10.1017/S0140525X22002047

“¿Por qué muchas sociedades moralizan placeres aparentemente inofensivos, como la lujuria, la glotonería, el alcohol, las drogas e incluso la música y la danza? ¿Por qué erige la templanza, el ascetismo, la sobriedad, la modestia y la piedad como virtudes morales cardinales? Según las teorías existentes, esta moralidad puritana no puede reducirse a preocupaciones por el daño y la justicia: debe surgir de sistemas cognitivos que no evolucionaron para la cooperación (p. ej., preocupaciones de “pureza” basadas en el asco). Aquí argumentamos que, a pesar de las apariencias, la moralidad puritana no es una excepción a la función cooperativa de la cognición moral. Surge en respuesta a una característica clave de la cooperación, a saber, que la cooperación es (en última instancia) una estrategia a largo plazo, que requiere (próximamente) el autocontrol de los apetitos de gratificación inmediata. Las moralizaciones puritanas condenan comportamientos que, aunque intrínsecamente inofensivos, se perciben como facilitadores indirectos de comportamientos no cooperativos, al afectar el autocontrol necesario para abstenerse de hacer trampa. La bebida, las drogas, la ropa inmodesta y la música y el baile indisciplinados son condenados por estimular impulsos a corto plazo, lo que facilita comportamientos no cooperativos (p. ej., violencia, adulterio, oportunismo). La indulgencia excesiva en los placeres corporales inofensivos (por ejemplo, la masturbación, la glotonería) se percibe como que hace que las personas sean esclavas de sus impulsos, alterando así las habilidades para resistir futuras tentaciones antisociales. La autodisciplina diaria, la templanza ascética y la observancia de rituales piadosos se perciben como el cultivo del autocontrol necesario para honrar las obligaciones prosociales. Revisamos la evidencia psicológica, histórica y etnográfica que respalda este relato. Usamos esta teoría para explicar la caída del puritanismo en las sociedades WEIRD y discutimos la evolución cultural de las normas puritanas. Explicar las normas puritanas no requiere agregar mecanismos ajenos a la cooperación en nuestros modelos de la mente moral.”

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