Una Mirada externa, y cercana, de la economía argentina: Informe de Libertad y Desarrollo (final)

El Instituto Libertad y Desarrollo de Chile publica regularmente “Economía Internacional al Instante”, y en el Nº 862 del 12 de julio de 2016 analiza la situación Argentina: http://www.lyd.org/lyd/EII/EII862Argentina12072016.pdf            

Es interesante cómo nos ven desde el país vecino:

Relación con Chile

De acuerdo a la Embajada de Chile en Argentina “las relaciones económicas y comerciales expresan una de las áreas de mayor dinamismo y crecimiento bilateral y conllevan un importante potencial a raíz de la gran complementariedad que presentan las economías de Argentina y Chile. Es en este marco, que los países mantienen un Acuerdo de Complementación Económica desde 1991 además de diversos tratados de apoyo, amistad y paz.

Chile ha mantenido inversiones directas en el país trasandino que totalizan US$ 16.764 millones desde 1990 hasta 2013. Sin embargo, la DIRECON reporta que para 2013 la presencia de inversiones directas de capitales chilenos en Argentina fue negativa por US$ 28 millones, lo que evidencia el retiro de la inversión en chilena en ese país, por las complejidades operativas y los riesgos existentes.

El intercambio comercial bilateral ha aumentado sustancialmente desde el año 1997, aunque 2012 en adelante se evidencia una disminución sustantiva del comercio bilateral entre ambos países. Dada la situación de incertidumbre política hasta la elección del año pasado en el país trasandino, el sector privado había optado por reducir su relación con Argentina, ya que la posibilidad de un colapso mayor de la economía hace que el país deje de ser un foco atractivo de comercio para Chile. Para 2013, las exportaciones desde Chile a Argentina totalizaron US$ 1.045,8 millones, mientras que las importaciones ascendieron a US$ 3.933,8 millones. En 2014, las exportaciones fueron US$ 963 millones, mientras que las importaciones US$ 2.915 millones. El año pasado, se observó una caída de 16,2% en las exportaciones, que totalizaron US$ 807 millones, mientras que las importaciones desde Argentina también disminuyeron, aunque menos, totalizando US$ 2516 millones. Cabe destacar que parte importante de las importaciones argentinas son de tránsito e ingresan a Chile para luego trasladarse a mercados asiáticos, por lo que la baja en las importaciones se explica principalmente por el menor comercio internacional del país vecino.

Los principales productos exportados fueron derivados del cobre, cajas de cambio de automóviles y papelería. En cambio, las principales importaciones fueron aceite crudo de petróleo, preparaciones para alimentación animal y mezclas de aceite vegetal.

En conclusión, las perspectivas económicas de Argentina son promisorias en el largo plazo, pero dependen del compromiso, credibilidad y la coherencia que logre tener la administración actual para seguir implementando reformas estructurales necesarias para fortalecer los pilares y fundamentos macro de la economía nacional. El recorte de los subsidios y el debilitamiento de los salarios reales acarrearán costos políticos importantes, que ya se han manifestado, pero el gobierno ha dado muestras de su compromiso con un golpe de timón y con un manejo político hábil, al que han cooperado los escándalos de corrupción de la administración anterior. La modernización del Estado, el acuerdo con los hedge funds, la liberalización del sector financiero, el término de los controles cambiarios y las reformas al mercado laboral han sido las primeras batallas que ha enfrentado con relativo éxito el gobierno del Presidente Macri, lo cual ha significado un fortalecimiento externo e interno de la imagen del país y la confianza de inversionistas extranjeros. Si el gobierno es capaz de manejar de forma idónea los conflictos sociales y políticos, es probable que Argentina alcance un crecimiento económico y desarrollo social sin precedentes en las últimas décadas.

El historiador argentino Luis Alberto Romero dice que Argentina “llega a 2016 con una gran división” y agrega “yo formo parte del grupo que cree que tenemos una oportunidad chiquita que requiere mucho talento político y mucha suerte. No creo que sea verdad que Argentina debiera jugar en ligas mayores, yo me conformo con ser un país mediano razonable. Pero estamos muy lejos de eso”.

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