Con los alumnos de la UBA Derecho completamos el estudio de Juan Bautista Alberdi y su libro “Sistema Económico y Rentístico…”. Pensaba que la redacción de la Constitución establecía un claro límite y definición a dicho gasto, pero está claro que no fue así. Es que palabras como «promover el bienestar general» terminaron justificando cualquier cosa. Aquí sus palabras:
“El gasto público de la Confederación Argentina, según su Constitución, se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común. promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad»; en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, y reducir a verdades de hecho los objetos que ha tenido en mira al sancionarse, como lo declara su preámbulo.
Todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado. Para ellos se destina el Tesoro público, que los habitantes del país contribuyen a formar con el servicio de sus rentas privadas y sudor. Ellos son el límite de las cargas que la Constitución impone a los habitantes de la Nación en el interés de su provecho común y general.
Encerrado en ese límite el Tesoro nacional, como se ve, tiene un fin santo y supremo; y quien le distrae de él, comete un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general. Hay cobardía, a más de latrocinio, en toda defraudación ejercida contra el Estado; ella es el egoísmo llevado hasta la bajeza, porque no es el Estado, en último caso, el que soporta el robo, sino. el amigo, el compatriota del defraudador, que tienen que cubrir con su bolsillo el déficit que deja la infidencia del defraudador.
Para mantener la Constitución y llevar a cabo los objetos de su instituto que hemos señalado más arriba, la misma Constitución instituye y funda el gobierno, cuyo costo se extiende y divide como los servicios de su cargo, y las necesidades públicas que deben satisfacerse con el Tesoro de la Confederación.
Según esto, los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia.
Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Según eso, en el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen a la Confederación, o Estado general. Este sistema, que se diría entablado en utilidad de la Confederación, ha sido reclamado y defendido por cada una de las provincias que la forman. (Constitución argentina, parte 2a, título 2°, y pactos preexistentes invocados en su preámbulo.)
Su resultado puede influir grandemente en el progreso provincial, si se sabe dirigir con acierto. Dejándose a cada provincia el gasto de lo que cuesta su progreso y gobierno, tiene en su mano la garantía de una inversión oportuna y acertada. Por la regla muy cierta en administración, de que gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce sino por noticias tardías o infieles, el sistema argentino en esta parte consiste precisamente en esa descentralización discreta, que ha hecho la prosperidad interior de la Inglaterra, de los Estados Unidos, de la Suiza y de la Alemania. En lo administrativo y no en lo político está el mérito de las federaciones.
Así los gastos de provincia no son del resorte del Tesoro nacional en la Confederación Argentina. Pero es preciso no confundir con los gastos de provincia propiamente dichos los gastos de carácter nacional ocasionados en provincia. En este sentido, los gastos nacionales de la Confederación, considerados dentro de sus límites excepcionales, son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. Los gastos del servicio de aduanas, del de correos, de la venta de las tierras publicas, los gastos del ejército, que son todos gastos nacionales, se dividirán naturalmente en tantas secciones locales como las provincias en que se ocasionen. Esa división será necesaria al buen método y claridad del cálculo de gastos y a la confección de la ley de presupuestos. Por otra parte, residiendo el gasto público al lado de la entrada fiscal en cada sección de la Confederación, y no habiendo necesidad de que el Tesoro percibido en provincia viaje a la capital para volver a la provincia en que haya de invertirse, la división de entradas y gastos en dos órdenes, uno general y otro local, servirá para distribuir los gastos locales que pertenecen a la Confederación en el orden en que están distribuidas las entradas, sin necesidad de sacar los caudales del lugar de su origen y destino en la parte que tiene de federal o nacional. Bajo el antiguo régimen español del virreinato argentino, se observaba un método semejante que se debe estudiar como antecedente nacido de la experiencia de siglos.
De este modo, mediante un buen sistema de contabilidad, la nacionalidad de ciertas rentas, proclamada por la Constitución, no traerá más alteración práctica en la caja de provincia, que un cambio en cierto modo nominal, mediante el cual se reconoce a la nación el derecho de exigir y gobernar como suya cierta parte del Tesoro que cada provincia ejercía por sí durante el aislamiento. El solo reconocimiento de este principio restablece la idea de una patria o nacionalidad común en materia de rentas. El tiempo traerá sus resultados con tanta mayor brevedad, cuanto menos empeño tome el gobierno general en reducir a realidad presente la centralización del Tesoro, reinstalado constitucionalmente después de cuarenta años de aislamiento y desquicio, en ese punto más delicado que el poder político.”
Alberdi empieza definiendo lo que es el gasto público como “todo lo que cuesta el conservar su Constitución.” Afirma que ese es el límite del Tesoro nacional, y consecuentemente todo dinero que no es gastado en este sentido es para Alberdi, dinero malgastado y no es sólo defraudación ejercida contra el Estado sino contra el compatriota.
Divide los gastos en nacionales y los de provincia. Las provincias por conservar el poder no delegado, tienen a su cargo el gasto de su gobierno local, y la regla es que todo gasto es local, mientras que el nacional debe ser excepcional y limitado. Alberdi sostiene que este sistema federal de descentralización, tiene más sentido práctico que político y ha contribuido a la prosperidad de Inglaterra, Estados Unidos, Suiza y Alemania.
Cree que la división de entradas y gastos en dos órdenes, contribuye a la eficiencia y evita la necesidad de que lo percibido viaje a la capital para luego volver a la provincia.
Los gastos generales o nacionales, se pueden dividir en ordinarios o extraordinarios, según su periodicidad y previsibilidad. Clasifica los gastos ordinarios en cinco rubros, los del ministerio del interior, los de las relaciones exteriores, los del ministerio de hacienda, los de justicia, culto e instrucción y los del ministerio de guerra y marina. Seguidamente, explica cada uno de estos.
En cuanto a los gastos extraordinarios, afirma que son las obras públicas, la defensa común contra ataques de guerra, recompensas de estímulo, compras de territorios, obras y los subsidios. Sostiene que estos pueden ser de gran utilidad si se hacen de un modo reproductivo.
Llama mucho la atención la importancia que le da Alberdi a la religión cristiana, pues lo consideraba un elemento moral que podía generar mayor tolerancia entre los hombres, en sus palabras, “el sostenimiento del culto forma exactamente el gasto que cuesta el principal medio de mejorar la condición moral del pueblo argentino, y de corregir el defecto que lo hace incapaz de libertad y de gobierno, a saber: el orgullo, el sentimiento exagerado de suficiencia”.
1. Al explicar el papel de la religión ¿se refiere a la religión cristiana exclusivamente o a todas las religiones?
2. ¿Considera que actualmente el gasto nacional es excepcional y limitado?
3. Actualmente ¿Es necesario reducir el gasto o gastar de un modo más productivo?
Resumen: en el capitulo 7 el autor trata el objeto del gasto publico según la constitución, la clasificación y división general de ese gasto. Los gastos que cada ministerio según sea su objeto y el objeto y carácter del gasto extraordinario. El gasto nacional se compone de todo lo que cuesta conservar la constitución, aquello que se gasta con otros fines que no sean los de la constitución es dinero malgastado. En relación a los gastos de los ministerios sostiene que para economizar gastos en sueldos de empleados es necesario emplear pocos, hábiles y honrados, la constitución misma exige que sean pocos quienes den servicio al gobierno. La clasificación de los gastos en principio se dividen en nacionales y provinciales, y la constitución divide a los gastos generales en ordinarios y extraordinarios.
Importante: en el ministerio de hacienda el gasto mas productivo y digo será el pago de los intereses, dividendos y amortización de deuda publica, Alberdi sostiene que restituir lo ajeno es como guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional. Cumplir con las obligaciones genera confianza. Dentro del gasto extraordinario pueden ser considerados aquellos en obras publicas (caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional) , en defensa nacional, compras de territorios, subsidios que presta el tesoro para urgencias imprevistas de alguna provincia. Los gastos extraordinarios pueden dar buen resultado para el aumento del tesoro si se utilizan de una manera reproductiva. Para medir el grado de civilización y prudencia de un país lo mas acertado es ver su ley de presupuesto o la cuenta de sus gastos públicos.
Preguntas: los gastos de infraestructura que hacen al desarrollo del país no deberían ser parte del gasto ordinario en vez del extraordinario? Por que considero que es un gasto extraordinario? Podría decirse que es un suicidio del estado tener tantos empleados y que no son aptos ni habiles?
Alberdi explica que la Constitución Argentina determina como estará compuesto el gasto público, estableciendo que se compone de todo lo que cuesta constituir la unión nacional, afianzar la justicia, asegurar los beneficios de la libertad, entre otros. Dice el autor, que todo gasto destinado a otros fines que no sean los establecidos por la Constitución es dinero “malgastado”. A su vez, el gasto se divide en gastos nacionales y gastos provinciales, cada provincia se hace cargo de su gasto local, en virtud de que cada una de ellas tiene su gobierno propio. En este sentido podría decirse que el sistema argentino es descentralizado. Los gastos nacionales pueden ser divididos en ordinarios y extraordinarios. Los primeros, a su vez, son divididos de acuerdo a los objetivos de la administración, es decir, en cinco ministerios, en tanto que los extraordinarios serian aquellos gastos que se destinan a las obras públicas. Por último el autor dice que la diferencia con el régimen colonial es que antes el Gobierno era el amo, en cambio ahora debe servir.
Llamo mi atención lo dicho por el autor en cuanto a que los gastos extraordinarios si se efectúan de un modo reproductivo pueden ser de gran utilidad, explicando que si el dinero fiscal se gasta de ese modo, no se disminuyen las rentas de la Confederación, produciéndose un efecto inverso, es decir, aquellas se agrandan. Dice el autor que “gastar es atesorar”, que los gobiernos de estos países, como la Confederación, lo que deben hacer es gastar pero gastar con juicio, y que en esto se basa casi toda la economía política. También, Alberdi explica que la razón por la cual al arte de gastar se reduce la política y el Gobierno, es que este es un país que necesita de todo y lo debe adquirir, pero el precio es el gasto.
PREGUNTAS QUE LE HARIA AL AUTOR:
¿A qué se refiere con que “la institución universitaria hace de la alta enseñanza una especie de monopolio del gobierno, algo inconciliable con la libertad de aprender y enseñar”?
¿Por qué dice que “si la economía es el juicio en los gastos, la disipación es la locura en el gobierno y en el país”?
¿En qué sentido “la mitad de la organización del país está en la organización de la propia persona”?
En éste último trabajo, analizaremos el capítulo VII. En éste, Alberdi hace mención del gasto nacional argentino, estableciendo que se compone de todo lo que cuesta conservar nuestra Constitución. Según el autor, todo dinero público invertido en otros objetos que no sean los que la Constitución señala, provocara que tal dinero sea malgastado y malversado. Es decir, existe un límite que versa sobre el tesoro nacional (“el cual según Alberdi tiene un fin santo y supremo”). Por consiguiente, aquel sujeto que se aparte de él estaría cometiendo un crimen, ya sea el gobierno cuando lo invierte mal, ya sea el ciudadano cuando roba o defrauda la contribución que le impone la ley del interés general. Muchas de estas cuestiones mencionadas por Alberdi, actualmente están reguladas en nuestro código penal en la parte especial, cuando se hace alusión a los “DELITOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA”.
Posteriormente el autor realiza una clasificación sobre los GASTOS, que se dividen en principio en nacionales y provinciales, y la constitución divide, posteriormente a los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, y el factor a tener en cuenta para realizar tal división será la regularidad periódica de su ejercicio y, simultáneamente la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos, que la Constitución manda ejecutar al principio de cada año, como garantía de pureza y legalidad en el manejo del Tesoro y en la discreción de su empleo (como vimos en oportunidades anteriores el gasto publico se aprueba y “limita” por una LEY emanada del PODER LEGISLATIVO.
Me llamo la atención una parte del texto donde Alberdi establece que “los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia”, ya que su idea (al igual de la propuesta de Krause en uno de los capítulos de “el foro y el bazar” es la DESCENTRALIZACION FISCAL/IMPOSITIVA). Esto se deduce de la siguiente frase emanada de Alberdi “(…) Dejándose a cada provincia el gasto de lo que cuesta su progreso y gobierno, tiene en su mano la garantía de una inversión oportuna y acertada. Por la regla muy cierta en administración, de que gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce sino por noticias tardías o infieles, el sistema argentino en esta parte consiste precisamente en esa descentralización”.
3 PREGUNTAS
1- ¿Qué quiso decir Alberdi cuando afirmó que los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo?
2-¿Según Alberdi, debería destinarse parte del tesoro público a sostener algún tipo de credo/religión?
3- ¿qué pensaría Alberdi de el destino que se le dio en la Argentina al tesoro en la ultima década? ES EFICIENTE?
En este capitulo Alberdi nos explica sobre el gasto publico según nuestra Constitución, al respecto nos dice que “…en una palabra, el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución…”. Este gasto se divide, primeramente, en nacional y provincial y luego en ordinario y extraordinario. Alberdi desarrolla como se dividen los gastos entre los ministerios y que le corresponde a cada uno de estos según la Constitución Nacional. Estos son: ministerio del interior, de relaciones exteriores, de hacienda, de justicia, culto e instrucción y, por ultimo, el ministerio de guerra y marina. Termina el capitulo hacienda referencia a las características del gasto extraordinario. Nos dice que se puede comprender en esta categoría a “…los efectuados en obras públicas, como caminos, muelles, puentes, edificios para el servicio nacional; los gastos ocurridos en el sostén de la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país…”, entre otros.
Me resulto muy interesante la claridad con las que Alberdi nos explica las diferencias entre el gasto local o provincial y el nacional y sus características. Al respecto nos dice que “…Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Según eso, en el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen a la Confederación, o Estado general…”.
¿A que se refiere cuando dice que “El arte de gastar es más raro en Sud-América que el de crear recursos”? ¿Considera que el gasto extraordinario es de suma importancia para el desarrollo del país? ¿Que ministerio cree que es el que debería tener el mayor presupuesto para gastar hoy en día?
Dice Alberdi que el gasto público de la Confederación Argentina se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución. Y eso es lo que analiza en esta última parte del texto. Hay gastos nacionales y gastos de provincia. También se dividen los gastos generales en ordinarios y extraordinarios. Son ordinarios los gastos del servicio o ministerio del interior, gastos del servicio de las relaciones exteriores, gastos del servicio en el ministerio de hacienda, gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción y gastos del ministerio de guerra y marina. Aquí podrán entrar también los gastos extraordinarios si implican necesidad de urgencia. Ellos pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro si se hacen de un modo reproductivo: muelles, canales, puentes, etc. Luego Alberdi explica los gastos en particular de cada uno de estos ministerios. A su vez aclara que no hay un barómetro mas exacto para estimar el grado de sensatez y civilización de cada país, que su ley de presupuesto o la cuenta de gastos públicos.
Destaco el hecho que el autor diga que en caso de mala inversión, malversación de fondos o defraudación, no es el Estado «el que soporta el robo» sino el propio ciudadano. En cuanto a los gastos del ministerio de hacienda me llamó la atención que diga que el medio mas expeditivo de economizar los gastos de recaudación naturalmente enormes en las contribuciones directas es el arrendamiento temporal de las mas complicadas de ellas. También cuando manifiesta que «el arte de gastar es mas raro en Sud-America que el de crear recursos», y destaco fervientemente que, al menos en ese momento, diga que siendo nosotros un país sin caminos, sin muelles, sin puentes, las tres cuartas partes del gasto nacional se empleen para el ministerio de la guerra. Además siendo un tema sumamente actual el de la deuda pública, dice Alberdi: «el gasto mas digno y fecundo del ministerio de hacienda, es el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública. Se economiza mas cuanto mas de desembolsa»
Sin perjuicio del carácter constitucional de los mismos, ¿creería el autor actualmente que los gastos a realizarse en cada uno de los ministerios serian los mismos que hace casi 200 años?, ¿cuál diría hoy el autor que es el dinero peor invertido en la República?, ¿es positivo para el Tesoro Nacional que a lo largo de la historia se hayan creado mayor cantidad de Ministerios? (Lo cual implica un mayor gasto nacional del originariamente pensado)
Este capitulo se centra en el gasto publico y como el mismo debe ser orientado a ser utilizado a fines de cumplir los objetivos citados en nuestra Constitución. El presupuesto que tiene el Estado originado a través de las rentas de los habitantes debe ser bien administrado para que el gasto publico no termine siendo dinero malgastado por los funcionarios o políticos al mando.
Alberdi divide a los gastos en generales nacionales o locales provinciales. De acuerdo a cada uno variara la fuente del gasto como así también los fines a cubrir. La inversión debe ser oportuna y acertada para evitar perdidas. Se opta por un sistema federal de descentralización y cada provincia tiene a cargo sus gastos locales en cambio el gasto general debe ser excepcional y limitado. Así como son organizados los gastos también son organizadas las entradas según corresponda tanto general como localmente.
Llamo mi atención en este capitulo como Alberdi hace mención al gasto destinado tanto al culto como a la educación exclamando que ambos van ser los pilares para una instrucción ciudadana en nuestro país. Se relaciona con varios capítulos anteriores y hace referencia a que la educación también tendrá una cuota cultural originada de poblaciones extranjeras.
Como conclusión el fin del gasto público debe traer aparejado prosperidad, justicia, paz, bien común para todos los habitantes y seguridad a la hora de cumplir derechos y libertades. Se debe evitar caer en la arbitrariedad del bienestar general y que termine perjudicando a la población.
Al autor le preguntaría:
¿Cree que hoy en día el gasto público esta siendo bien invertido?
¿Tienen lugar la puja de intereses políticos a la hora de determinar los gastos del presupuesto nacional?
¿Es correcto que las provincias reciban parte del tesoro o seria conveniente que se solventen únicamente de las rentas locales de cada provincia?
Alberdi, en el capítulo 7, expresa que el gasto público de la Nación está compuesto de lo que cuesta conservar la Constitución, esto es, cumplir con los objetivos que ella ha tenido en miras en su preámbulo, (constituir la unión nacional, promover el bienestar general, proveer a la defensa común) Todo el dinero que no sea destinado a estos objetivos es dinero mal gastado y malversado e implica un robo y una defraudación al contribuyente. Alberdi luego clasifica los gastos en gastos de provincia y de la nación: el primero es el gasto ordinario que ocurre por regla general mientras que el segundo es excepcional y se contrae con el objeto de cumplir la constitución. Para terminar, Alberdi habla y distingue entre los gastos ordinarios y extraordinarios que son realizados por los diferentes ministerios.
En cuanto a los gastos extraordinarios, deben estar motivados por el carácter excepcional, de urgencia y momentáneos. Se pueden comprender en esta los efectuados en obras públicas, la defensa común contra los ataques de una guerra de dentro o de fuera del país; las recompensas de estímulo, de obras útiles a la prosperidad de la Nación; los subsidios prestados por el Tesoro nacional para urgencias imprevistas de provincia.
Lo que me pareció sorprendente de este capítulo, es la libertad que le da a las provincias, a tal punto que su dependencia de la Nación no es tan amplia como hoy en día. Según este sistema cada provincia hace su propio tesoro y de su propio desarrollo local, creo que tal vez este modo de funcionamiento haría que el país sea más equilibrado interprovincialmente, ya que si cada una hace a su propio crecimiento sin depender exclusivamente del fondo coparticipable podrían estar en mejores condiciones. Es así que esta capacidad de autosuficiencia en las provincias podría generar una mejor distribución poblacional y, a partir de esto, un progreso equilibrado en todo el territorio.
Preguntas
¿Qué medidas cree usted se podrían implementar para evitar la malversación de fondos por parte de los funcionarios públicos? ¿Qué medidas cree usted se podrían implementar para evitar la malversación de fondos por parte de los funcionarios públicos?
¿Qué opina acerca de la coparticipación federal?
Creyó usted que la Obra Pública iba a ser una fuente tan grande de corrupción? Qué propone para mejorar ésto?
El Dr. Alberdi expone ciertas circunstancias sobre el gasto público. Comienza por definir en qué consistiría dicho concepto en virtud de los preceptos de la Confederación y dice: “se compone de todo lo que cuesta el «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. A continuación hace una división del gasto público en distintos grupos teniendo en cuenta determinadas características. En primer lugar el gasto público se divide en gastos nacionales o de provincia: el primero es entendido como excepcional y limitado, y se refiere a los objetos y servicios declarados por la Constitución como una delegación que las provincias hacen a la Confederación; por su parte los segundos se componen por aquellos servicios u objetos que no fueron delegados por las provincias (tesoro provincial). A su vez, divide a los gastos nacionales en gastos generales y gastos locales de carácter federal, pudiendo ser los primeros, ordinarios o extraordinarios.
En cuanto a lo que me llamo la atención, puedo destacar que el Dr. Alberdi hace un análisis bastante acertado y minucioso de los gastos que competen a cada Ministerio que forma parte de la estructura estatal. En particular, me llama la atención el razonamiento efectuado en la parte destinada al Ministerio de Hacienda, el autor afirma que un medio efectivo de economizar los gastos en sueldos de empleados seria emplear pocos trabajadores que sean hábiles y honrados, según palabras del Dr., en lugar de muchos ineptos y sospechosos. Pero como esto no es fácil de conseguir, solo puede realizarse a través de compensaciones dignas, por ello es que los sueldos altos pagados a la aptitud son un medio de disminuir el gasto público en empleados de hacienda. Y a su vez, estipula que al haber pocos hombres aptos en nuestro país para integrar este ministerio, será importante acudir a atraer extranjeros aptos para cumplir dichos cargos.
TRES PREGUNTAS: ¿No es posible capacitar a los hombres argentinos para ocupar cargos estatales? ¿Considera que el sostenimiento del culto religioso es sustancial para el correcto y efectivo desarrollo del país? ¿Qué opina sobre la distribucion del gasto público en la actualidad?
El Autor, en el último Capítulo de su obra (VII), nos va hablar de cuáles son los objetos del gasto público, transcribe los principios de la CN en su preámbulo. Destaca que todo dinero malgastado, es por la organización política. Señala que los gastos de provincia no pertenecen a la Confederación pero, si los gastos son ocasionados por el gobierno nacional en provincia, es válido que los asuma el mismo. Estima que con una buena contabilidad, la nacionalidad de ciertas rentas, proclamada por la CN, no traerá más alteración práctica en la caja de provincia. Clasifica en cinco categorías y divide los gastos en general. Individualiza los gastos de cada ministerio en particular considerados en su objeto respectivo. Finalmente aborda los objetos y caracteres del gasto extraordinario. Sostiene que ser libre no es pasarse criticando al gobierno sin hacer nada, enfatiza que el ocio egoísta es solo para eludir sus deberes de libertad y no trabajar en el bien común. Finaliza diciendo que se terminó el gobierno papá (Colonia) para convertirse en un servidor del pueblo (República).
COMENTARIO:
Cierra con este capítulo donde analiza el objeto del gasto público, donde clasifica y detalla todos y cada uno de los conceptos que encierra el concepto. Se detiene en explicar su funcionamiento y sobre cuáles deben ser los gastos que debe afrontar el gobierno nacional, con la intención de ser más federal y solamente intervenir en aquellos puntos donde debe hacerlo, dando la mayor libertad posible a las provincias de la confederación. Destierra todo lo que tenga que ver con el gobierno colonialista del pasado, destacando que esto debe funcionar como una verdadera República.
PREGUNTAS AL AUTOR:
1.- La Argentina de hoy, marcha a la barbarie o camina hacia el engrandecimiento?
2.- Entiende que los gobernantes de ésta época, realizan sus mayores esfuerzos con el único espíritu del bienestar común para el país?
3.- En la actualidad, considera que el dinero del Tesoro Nacional, es bien aplicado en los gastos que tuvo en miras el texto de su CN?
En el capítulo VII de la obra de Alberdi se trata el tema del gasto público, aquel sostiene que este se debe limitar al mantenimiento de las instituciones y a los objetivos establecidos por la Constitución. Se hace en primera medida una clasificación de los gastos en nacionales y locales. Los gastos nacionales son aquellos que surgen de las autoridades federales y los locales son los propios de cada provincia que afrontan con los recursos por ellas producidos a consecuencia de las potestades no delegadas al Estado. En lo que respecta a los gastos nacionales Alberdi diferencia los propios del Estado nacional de los efectuados en territorio de las provincias como por ejemplo el correo. Se sostiene que este gasto se debe generar en la propia provincia y afrontar el servicio de carácter nacional. En lo que hace a los gastos propios del Estado nacional, estos deben dividirse por ministerio, que en aquella época eran cinco, los cuales eran: ministerio de hacienda, del interior, de relaciones exteriores, de justicia, culto e instrucción y de guerra y marina. Alberdi consideraba relevante el ministerio del interior para consolidar la paz interior y la unión de los habitantes en el país; en lo que respecta al ministerio de guerra, priorizar el gasto en un ejército profesional, en lo que hace a instrucción en construir escuelas y en lo que respecta a la educación universitaria Alberdi da prioridad a las ciencias por sobre las disciplinas liberales. En lo que hace a relaciones exteriores el gasto se limita a la celebración de tratados con potencias extranjeras y a tener buenos diplomáticos que incentiven la llegada de capitales y el comercio. Además en lo que respecta al ministerio de hacienda Alberdi sostiene que los que estén a cargo de aquel deben contar con alto nivel de conocimiento en economía, por lo que sugiere buscar extranjeros dada la escasez de personas con este conocimiento en el país.
Otra clasificación consiste en la calidad ordinaria o extraordinaria del gasto. Los gastos ordinarios son los cotidianos como por ejemplo el pago de sueldos y los extraordinarios son excepcionales u ocasionales como la obra pública en la cual Alberdi ve una inversión porque a pesar del gasto la Nación se enrique, sin embargo sugiere el gasto discreto por la poca cantidad de dinero con y la gran cantidad de obras que precisaba la Argentina.
¿Cómo vería la amplición que tuvieron las funciones del Estado con respecto al gasto?
¿Qué piensa del gasto en asistencia para sectores vulnerables de la población?
¿Qué piensa del gasto el gasto para fomento de actividades que contriyen al bien común como el deporte o la cultura?
En este último capítulo de su obra el Dr. Alberdi habla del gasto público y expone que se compone de todo lo que cuesta constituir “la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Pone como limite al Tesoro Nacional, diciendo que el dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado, y que para esos gastos está el Tesoro Nacional. Luego menciona que los gastos se dividen en gastos nacionales y gastos de provincia, diciendo que los gastos de provincia no son gastos de la confederación, pero si los gastos son hechos por la Nación en las provincias entonces si podemos considerarlos gastos de la confederación. Por ultimo habla de los gastos de cada ministerio en particular y del objeto de los gastos extraordinarios.
Me llamo la atención cuando habla del gasto en cada ministerio en particular, cuando llega al Ministerio de Hacienda y habla de los empleados dice que es más notable la escasez de hombres capaces en esta rama del gobierno que en otras y propone como solución lo siguiente :” en nuestros países de origen español convendrá echar mano de extranjeros acreditados por su aptitud y probidad, para organizar y desempeñar el servicio de hacienda en los ramos que exijan conocimientos técnicos, tales como la contabilidad y las operaciones de la deuda y crédito público” y por ultimo cuando habla del gasto que cueste al servicio de las personas empleadas en conseguir los fines del gobierno , la ley debe tener en cuenta que el número de sirvientes no hace al buen servicio a la capacidad , por lo que la constitución dice Alberdi exige pocos empleados para el servicio del gobierno general, compuesto de poderes excepcionales y poco numerosos.
PREGUNTAS:
1. ¿Cuál es la consecuencia de tener tantos empleados para el servicio del gobierno en general?
2. ¿Sigue componiéndose el gasto público de lo que menciona Alberdi al comenzar el capítulo?
3. ¿Cómo podría limitarse el ingreso de empleados públicos?
El Autor trata en este capitulo los objetos del Gasto Publico según la Constitución Argentina. Refiere que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución «constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad», y que todo dinero público gastado en otros objetos es dinero malgastado y malversado, se dilapida así el tesoro publico y el que soporta el robo no es el Estado en ultimo caso, sino el compatriota del defraudador que tiene que cubrir con su bolsillo el déficit que este le dejo. Divide los gastos en nacionales y de provincia, los cuales son asumidos por sus respectivos tesoros en razón del poder no delegado por la constitución; siendo necesaria la división de los gastos con el fin de utilizar un buen método, que aporte claridad y contribuya en la confección de la ley de presupuesto y sirva para distribuir los gastos locales que pertenecen a la Confederación en el orden en que están distribuidas las entradas, sin necesidad de sacar los caudales del lugar de su origen y destino en la parte que tiene de federal o nacional. A su vez divide los gastos generales en ordinarios y extraordinarios y refiere que ambos comprenden los gastos del ministerio del interior, de hacienda, de justicia, culto e instrucción, de guerra y marina, y del servicio de las relaciones exteriores. Examina las reglas que se deducen de la Constitución sobre la manera de dirigir y ordenar las diferentes clases del gasto público en cada ministerio en particular. Sobre la forma de ahorrar en gastos, refiere entre otras, el de firmar tratados generosos de igual tenor con todas las naciones; el economizar en sueldos empleando pocos agentes, hábiles y honrados, en lugar de muchos ineptos y sospechosos; efectuar el pago de los intereses, dividendos y amortización de la deuda pública; que es preferible no distraer a los ciudadanos del trabajo y que el país pague el servicio de su defensa a empleados permanentes, que hagan profesión de ocuparse de eso y de la vida militar; los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo; que la ley debe ser discreta y sobria en recargar al Estado con la obligación de gastar en obras públicas.
Me llamo la atención cuando refiere que las guerras interiores son las más veces el negocio de un partido o de un hombre, que aspira a la ocupación del poder para explotarlo en provecho de su rango, de su fortuna y de su vanagloria: simples guerras de candidatura; candidatos salvajes, que en vez de ganar el sufragio del país en el campo hermoso de las elecciones libres y pacíficas, lo arrancan en el campo de batalla con la punta de la espada. Los que promueven y hacen la guerra no la pagan, pagan la guerra los hombres de fortuna, que dan su dinero y los pobres, los soldados que dan su sangre. También me resulto interesante su visión cuando destaca que gasto publico no solo es el gasto con que la sociedad satisface sus necesidades de orden público por conducto del gobierno, sino también en el que hace ella directa e inmediatamente por la mano de sus habitantes, en la mejora de sus ciudades, en el socorro y alivio de las clases desgraciadas, y en fin en todo ese orden de servicios que la sociedad se hace a sí misma en el sentido de su prosperidad más rápida y más completa.
Preguntaría al autor: ¿Si considera que el incremento del gasto público para la época, desalentaba inversiones extranjeras? ¿Si a mayor gasto publico, el sistema tributario debería ser progresivo y cual es el limite? ¿En un presupuesto mal hecho, donde el gobierno gasta por encima de sus ingresos, puede afectar el nivel de empleo y provocar subas en las tasas de los créditos?
El autor en esta ocasión nos explica cómo se debe establecer la distribución del gasto público. Según el autor, todo dinero público invertido en otros objetos que no sean los que la Constitución señala, provocara que tal dinero sea malgastado y malversado.
Alberdi nos indica que existe una división de los gastos en: gastos nacionales y gastos provinciales, también hay gastos generales ordinarios y extraordinarios. Son ordinarios los gastos del servicio o ministerio del interior, gastos del servicio de la relación exterior, gastos del servicio en el ministerio de hacienda, gastos del ministerio de justicia, etc
Me llamo la atención el particular hincapié que hace el autor con respecto a la división entre gastos nacionales y provinciales “Teniendo cada provincia su gobierno propio, revestido del poder no delegado por la Constitución al gobierno general, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local; cada una lo hace a expensas de su Tesoro de provincia, reservado justamente para ese destino. Según eso, en el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen a la Confederación, o Estado general. Este sistema, que se diría entablado en utilidad de la Confederación, ha sido reclamado y defendido por cada una de las provincias que la forman. (Constitución argentina, parte 2a, título 2°, y pactos preexistentes invocados en su preámbulo.)”
Preguntas para el autor:
1-) ¿Qué pensaría sobre el régimen de coparticipación es el que se aplica en la actualidad?
2-) ¿Por qué cree que las provincias no pueden lograr cierta independencia en cuanto a la administración de sus recursos y economía?
3-)¿Piensa que es necesario que se realice un control más arduo para así lograr que se malversen la menor cantidad de recursos del estado?
Alberdi Señala que la Constitución Argentina determina como estará compuesto el gasto público, estableciendo que se compone de todo lo que cuesta constituir la unión nacional, afianzar la justicia, asegurar los beneficios de la libertad,.El autor, sostiene que todo gasto destinado a otros fines que no sean los establecidos por la Constitución es dinero “malgastado”. A su vez, el gasto se divide en gastos nacionales y gastos provinciales, cada provincia se hace cargo de su gasto local, en virtud de que cada una de ellas tiene su gobierno propio. En este sentido podría decirse que el sistema argentino es descentralizado. Los gastos nacionales pueden ser divididos en ordinarios y extraordinarios. Los primeros, a su vez, son divididos de acuerdo a los objetivos de la administración, es decir, en cinco ministerios, en tanto que los extraordinarios serian aquellos gastos que se destinan a las obras públicas.
Me llamo la atención: En el ministerio de hacienda el gasto mas productivo será el pago de los intereses, dividendos y amortización de deuda publica, Alberdi sostiene que restituir lo ajeno es como guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional.
1-Que medidas se tendrían que tomar para que el gasto publico no sea malgastado?
2-Que inversiones serian convenientes hacer?
3-Actualmente,que es lo que no tendríamos que hacer en cuanto al gasto publico?
El Capitulo 7 de Alberdi nos habla del gasto publico en la Constitucion. Comienza afirmando que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, todo dinero público gastado en otros objetos que no sean los que la Constitución señala como objetos de la asociación política argentina, es dinero malgastado y malversado.
Los gastos se dividen primeramente en gastos nacionales y gastos de provincia. Cada provincia tiene su gobierno propio, cada una tiene a su cargo el gasto de su gobierno local;. En el gobierno argentino, por regla general, todo gasto es local o provincial; el gasto general, esencialmente excepcional y limitado, se contrae únicamente a los objetos y servicios declarados por la Constitución, como una delegación que las provincias hacen al Estado general.
Luego en la segunda parte nos habla de los de los gastos de cada ministerio en particular. Ministerio del interior, La Unión nacional, Gastos del ministerio o departamento de relaciones extranjeras, Gastos del ministerio de hacienda, Gasto del ministerio de justicia, culto e instrucción. Gastos del ministerio de guerra y marina. Y en su tercera parte nos habla de el gasto extraordinario.
Me llamo la atención la clasificación de los gastos nacionales de la Confederación, cuando dice que son susceptibles de la división ordinaria en gastos generales y gastos locales de carácter federal. A su vez se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos, que la Constitución manda ejecutar al principio de cada año, como garantía de pureza y legalidad en el manejo del Tesoro y en la discreción de su empleo. Para clasificar y dividir los gastos ordinarios de la Confederación, la misma Constitución nos da una regla en la división que ella hace de los negocios del gobierno general respecto a su despacho (art. 84) en cinco ministerios, o departamentos. Divididos los gastos públicos como los objetos de la administración en que deben ser efectuados, tendremos entonces los gastos ordinarios clasificados de este modo: 1° Gastos del servicio o ministerio del interior; 2° Gastos del servicio de las relaciones exteriores; 3° Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; 4° Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; 5° Gastos del ministerio de guerra y marina.
Como se aplica hoy en dia el gasto publico en comparación con la época donde describe Alberdi?
Cambiaron las “proridades’de la aplicacion del gasto publico desde esa epoca a hoy?
Que opina Alberdi del gasto publico hacia sectores mas “pobres”de la sociedad?
En el capítulo 7 vemos un poco acerca de los gastos de la nación se dividen por la Constitución argentina los gastos generales en ordinarios y extraordinarios, según la regularidad periódica de su ejercicio y la posibilidad de preverlos en el cálculo o presupuesto de ellos, que la Constitución manda ejecutar al principio de cada año, como garantía de pureza y legalidad en el manejo del Tesoro y en la discreción de su empleo. Los gastos ordinarios se clasifican Gastos del servicio o ministerio del interior; Gastos del servicio de las relaciones exteriores; Gastos del servicio en el ministerio de hacienda; Gastos del ministerio de justicia, culto e instrucción; Gastos del ministerio de guerra y marina: Los gastos extraordinarios depende de la emergencia que se tenga. Los gastos extraordinarios pueden ser de grande utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo. En lo último del capítulo dice “El gobierno era antes el amo, hoy es el sirviente; he ahí toda la diferencia de la colonia a la República: en cuanto al vecino, su rol es siempre el mismo: – aceptar todo lo que se le da hecho, sin hacer nada por sí. Lo que más me gusto del capítulo El arte de gastar es más raro en Sud-América que el de crear recursos. Me atrevería a decir que al arte de gastar el Tesoro público se reduce la política y el gobierno de estos países, en quienes gobernar, se puede decir, es gastar, por la sencilla razón de que todo lo necesitan, de todo carecen, y todo tienen que adquirirlo a precio de un gasto. La ley de gastos (si habla la verdad) nos dice a punto fijo si el país se halla en poder de explotadores, o está regido por hombres de honor; si marcha a la barbarie, o camina a su engrandecimiento; si sabe dónde está y a dónde va, o se encuentra a ciegas sobre su destino y posición. Me gusta mucho las partes que dice “Montesquieu dijo que el gobierno de libertad es el más caro de los gobiernos Que es el que demanda más sacrificios, no más tributos Lo más fuerte del precio que la libertad cuesta a la Nación reside en el servicio prestado en consagración, en celo, en participación libre y voluntaria por sus habitantes en favor de la obra del bienestar propio y común”.
¿Nuestra argentina está en manos de un gobierno explotador o por hombres de honores?
¿Seguimos teniendo esa clasificación de gastos ordinarios y extraordinarios? O ¿ya no hay esa distinción entre los gastos de la nación?
¿Como podemos hacer para que el pueblo participe a favor de la obra y bienestar propio y común del país?
Alberdi plantea que el gasto nacional argentino se compone de todo lo que cuesta el conservar su Constitución, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad.
Realiza clasificaciones del reseñado gasto, dividiéndolo en gastos de provincia y nación, ordinarios y extraordinarios de los que resulta un mayor orden y una mayor transparencia en pos de incluirlos en la ley de presupuesto. Luego habla de gastos ordinarios y extraordinarios que son realizados por los diferentes ministerios que según lo establece la Constitución los gastos ordinarios están a cargo de cinco ministerios que son los encargados de su administración y los gastos extraordinarios según se refieran a éstos ministerios la empresa, la obra o la necesidad urgente o extraordinaria que los motive.
Señalo la máxima de administración que dispone Alberdi según la cual “gasta siempre mal el que gasta de lejos, porque gasta en lo que no ve ni conoce”, de este modo se consagra el sistema descentralizado y federal.
Por otro lado, me sorprende que este fenómeno que explica Alberdi sigue vigente hoy en día donde se notan claros fraudes al tesoro nacional donde los funcionarios parecen elegir arbitrariamente a donde destinar los fondos, y cuanto se le dará a cada uno; y también pudo verse como sanción política hacia provincia que le quiten parte de los fondos correspondientes a esta.
¿No debería formarse las normas sobre el tesoro nacional asegurándose de que este sea mas difícil de malversar?
¿Este problema de la malversación se ve solo en nuestro país o es un fenómeno a nivel global?
?Si usted fuera el presidente del banco Central, que medidas tomaría al respecto?
Gasto público
Alberdi, en el capítulo VII y último de su obra, señala el objeto del gasto público, lo clasifica y mediante comparaciones con países donde la descentralización fue discreta, nos brinda la oportunidad de observar los resultantes en cuanto a su aplicación, obviamente, ese factor fue el conducente a la prosperidad interna de países como Inglaterra, Estados Unidos, Suiza y Alemania. En el primer nivel se dividieron los gastos entre nacionales (o federales) y los de orden provincial. En un segundo nivel clasifica los gastos entre ordinarios y extraordinarios. En realidad los ordinarios son incluidos en 5 grupos ministeriales básicos para el sostenimiento de la republica según lo instaurado en la CN y los extraordinarios serían los que cubrirían supletoriamente las necesidades que no se hayan satisfecho. Alberdi, señala cómo, a veces, los fondos destinados a cubrir gastos públicos ordinarios se malversan o malgastan, entonces el gasto público extraordinario pasa a cubrir ese espacio donde el fondo se dilapidó. En el Sur de América los fondos se dispersaron en pelear. En cambio, en Estados Unidos, en toda la cultura y su bienestar incomparable se refleja el presupuesto de leyes de gastos anuales donde la educación, los caminos, y las reformas útiles forman el objetivo de los tres tercios del gasto público.
Me llamo la atención la frase de Say: “Si la economía es el juicio en los gastos, la disipación es la locura en el gobierno y en el país.”
También fue muy importante la mención de que los gastos en sí deberían verse como inversiones más que erogaciones de recursos. Por otro lado, menciona acertadamente que no todo debe ser realizado por el gobierno sino que puede derivarse a entidades privadas que además consideren un mejor aprovechamiento del recurso y que genere un aporte ganancioso.
Otro interesante asunto se presenta en el párrafo donde se menciona la importancia de los gastos espontáneos que los habitantes de países tales como Estados Unidos e Inglaterra llevan a cabo sin necesidad de una ley emanada del gobierno sino movidos por su propio modo proactivo de querer vivir bien y disfrutar de un mayor bienestar.
Preguntas:
1) ¿Es el sesgo cultural lo que incide negativamente a la hora de hacer uso de los fondos públicos por parte de los gobiernos y lo que, consecuentemente, impide el desarrollo de la mayoría de los países latinoamericanos?
2) ¿Existe en la actualidad un sistema de coaching al que los gobernantes podrían someterse antes de ejercer funciones tan importantes como la de manejar los dineros públicos?
3) ¿Alberdi, hubiera instaurado mecanismos de control, como hubiera diseñado un método efectivo para desarticular la matriz de malversación de fondos públicos?
Para Alberdi el gasto público es todo lo que cuesta el conservar la constitución afianzar la justicia, asegurar los beneficios de la libertad, entre otras cosas que lo componen. Todo gasto destinado a otros fines es dinero “malgastado”, defraudación contra el estado y contra el compatriota.
El gasto se divide en gastos nacionales y gastos provinciales, cada provincia conserva como propia hacerse cargo de su gasto local, en virtud de que cada una de ellas tiene su gobierno propio ya que estamos en un sistema federal. . Los gastos nacionales pueden ser divididos en ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios son subdivididos de acuerdo a los objetivos de la administración (en los del ministerio del interior, los de las relaciones exteriores, los del ministerio de hacienda, los de justicia, culto e instrucción y los del ministerio de guerra y marina), y los extraordinarios son aquellos gastos que se destinan a las obras públicas, la defensa común contra ataques de guerra, recompensas de estímulo, compras de territorios y los subsidios.
Me llamo la atención la frase “gastar es atesorar”, que los gobiernos lo que deben hacer es gastar pero gastar con juicio, y que en esto se basa casi toda la economía, a mi entender no solo la política sino que la economía en todos sus aspectos y que todos los individuos debería hacerlo no solo los gobiernos. Dice que los gastos extraordinarios si se efectúan de un modo reproductivo pueden ser de gran utilidad, al igual que los gastos extraordinarios que puede tener una persona en su economía propia
¿En la actualidad seria necesario reducir el gasto?
¿cree que en los últimos tiempo se realizaron a juicio los gastos publico ¿
¿Considera que muchos gastos extraordinarios se han vuelto periódicos y por lo tanto ordinarios como los subsidios?
En éste último capítulo habla del gasto público que según la CN de compone de todo lo que cuesta conservar la Constitución y llevar a cabo todos los objetos que ha tenido en mira al sancionarse. Todo gasto que no haya sido contemplado por la CN es dinero mal gastado, dice Alberdi. Para ello fue creado el Tesoro que recibe las contribuciones y luego las asigna a los gastos que se dividen en nacionales y provinciales, cada provincia tiene a su cargo el gasto de su gobierno local, a expensa de su tesoro. Los gastos también se dividen en ordinarios y extraordinarios, a los primeros la CN manda a ejecutar a principio de cada año y los segundos, se dan por una necesidad urgente y extraordinario. Los extraordinarios se dan para la realización de una obra pública y pueden ser de gran utilidad para el aumento del Tesoro, si se hacen de un modo reproductivo.
Lo que puedo rescatar como novedoso de éste capítulo es lo referido al gasto extraordinario que son las efectuados en obras públicas, estos gastos pueden ser de gran utilidad para el Tesoro, por ejemplo gastar en la construcción de muelles, caminos, escuelas de artes, que aunque genere gastos, hace que el Tesoro se multiplique, se reproduzca porque se invierte en obras que luego darán sus frutos. Por ejemplo, los fondos destinados a la realización de puentes,caminos, muelles y otras obras de esa utilidad, pueden ser entregadas temporalmente a empresas privadas para su explotación y toman a su cargo su construcción, entonces realizar éstos gastos en realidad es atesorar.
1. ¿ debería implementarse o crearse más impuestos para que el Tesoro tenga suficiente fondo para los gastos?
2. O bien, debería buscarse que todos los contribuyentes, en especial los que tienen más capacidad contributiva no evadan impuestos para que el Tesoro pueda afrontar mejor los gastos?
3. ¿Se incurre actualmente en gastos «extraordinarios» que no son tan urgentes?
Breve resumen
En el capítulo 7 Alberdi nos comenta el orden lógico que debería tener el buen gobernante al momento de administrar la republica, sirviéndose de la constitución como una herramienta vital, un plan de gobierno, perfecto tendiente al desarrollo y el progreso de la nación todos en su conjunto. Un programa explicito de funciones y sentido al uso de cada peso invertido en el desarrollo y sostenimiento del país, con claras funciones establecidas que de respetarse no conduciría a otra cosa que al logro del objetivo máximo de constituirnos es una nación prospera abierta al mundo y al desarrollo con el constante crecimiento que ello implica para cada persona que desee establecerse en nuestra tierra a fin encontrar en ella un lugar para el fomento de la liberta individual y el de las futuras generaciones.
En un pormenorizado analizas ejemplifica y aclara las funciones y el sentido que debían tener el presupuesto de cada uno de los cinco ministerios creados repasando sus funciones y el sentido de inversión que implicaba para cada uno el dinero invertido en ello a fin de lograr un efecto de crecimiento no solo del país sino del tesoro nacional del cual debía hacerse la administración para el sostenimiento del la paz, orden y desarrollo de la republica
Que me sorprendió-
Me sorprende la organización que se pudo plasmar en el ordenamiento constitucional, realmente da la sensación que de cumplirse y dejarse llevar por sus directrices tendríamos el marco lógico de cualquier gobierno , no habría mucho que analizar sino solo cumplir con su mandato y de esta manera lograr el país que siempre anhelamos.
Me sorprende que estando todo tan claro y ordenado no se haya podido en todos estos años lograr un país con la infraestructura acorde a los recurso y riquezas naturales que se poseen, evidentemente no hemos podido atraer ni formar a los hombres ilustrados y con buenas intenciones que se necesitan para formar un país que de garantías básicas para la satisfacción del bienestar general, el progreso humano y económico vital para garantizar la libertad personal que redunde en el benefició de toda la población en su conjunto
Preguntas
¿Por qué considera que los gobernante de esta republica decidieron restarle importancia y preponderancia a los mandatos constitucionales?
¿Qué elemento hacen a la decirla de nuestros gobernantes a la hora de administrar la nación que teniendo todos los recurso solo han podido administrar para el momento?
¿Considera necesario cambiar la organización de la administración central en función de las actuales necesidades y funciones que debería cumplir un estado moderno, como sería una administración eficiente en desde la visión de Alberdi del estado del siglo XXI?
En esta última entrega, Alberdi define lo que llamamos gasto público como aquel al que la nación le cuesta conservar y todo aquel gasto que sea destinado a algo que no sea para la Constitución Nacional se lo llama “Malgastado”. Alberdi realiza una división de los gastos en nacionales y provinciales, cada provincia se hace cargo de todos sus gastos ya que conservan su propia autonomía debido al sistema federal que posee el país y a la descentralización. Entre los gastos que realiza el estado nacional Alberdi menciona como se dividen por cada ministerio que serían: ministerio de hacienda, del interior, de relaciones exteriores, de justicia, culto e instrucción y de guerra y marina. Por ultimo hace otra clasificación de gastos dividiéndolos en ordinarios y extraordinarios, el primero se usa en términos generales de necesidad mientras que el segundo tiene como finalidad cumplir con el objeto que lleva la Constitución Nacional.
Opinión:
Lo que me llamo la atención es que hace un detallado análisis de cómo se realiza el gasto público en cada ministerio, detallando como funciona cada uno y el que más podría haber llamado la atención es el Ministerio de Hacienda; el autor hace hincapié que se debería dejar pocos empleados públicos capacitados que muchos sospechosos e ineptos; esto lo relaciono un poco con la actualidad, lo cual no parece que sea muy diferente a la época de Alberdi, donde el gobierno contrata muchas personas que seguramente no son aptas para el puesto y el sueldo es muy alto, estos valores que Alberdi para su época lentamente se fueron desvaneciendo y ahora es común ver gente inepta ocupando puestos que fácilmente podría tener gente digna y honrada con la capacidad necesaria para sacar adelante el País. Tal como dice el autor, si se desembolsa más entonces más se economiza ya que restituir lo ajeno es guardar y salvar un valor precioso para la riqueza nacional.
Preguntas:
1) ¿Por qué el estado decide realizar gastos en la construcción de Obras públicas que invertir el gasto en otros sectores que quizás lo necesiten más como podría ser la educación?
2) ¿Cuál es el sector de la república el que debería gozar de menos gastos provenientes del Tesoro Nacional?
3) ¿De qué manera se podría limitar el cupo de cargos públicos?
La Constitución argentina de 1853 aspiró a poblar el país. Considero a la población como el medio para alcanzar la civilización y el bienestar del país.
Por ejemplo, la libertad religiosa tiene un fin económico: es dirigida a poblar el país del poblador mas útil a la libertad y la industria.
La Carta Magna, siguiendo estos fines, abolió las adunas interiores refundiéndolas en una sola exterior.
Gracias a la aduana se puede producir la despoblación de un país utilizando cualquiera de los dos medios para prohibir: uno es por la exclusión absoluta y otro es por la contribución elevado.
Alberdi entiende que una aduana proteccionista es contraria al progreso de la población, es decir, perjudica tal progreso porque “hace vivir mal, comer mal pan, beber mal vino, vestir ropa mal hecha, usar muebles grotescos, todo en obsequio de la industria local, que permanece siempre atrasada por lo mismo que cuenta con el apoyo de un monopolio que la dispensa de mortificarse en mejorar sus productos”
Novedoso
Debido al fanatismo de los reyes católicos de España, este país excluyo al extranjero que no compartía la misma religión. Sufrieron una persecución religiosa.
Fueron expulsados judíos, capitalistas o industriales en su gran mayoría, quienes se hospedaron en Liorna, Toscana. Dicha ciudad le debe gran parte de su prosperidad y crecimiento a los judíos. Lo mismo sucedió con inmigrantes de origen árabe, también fueron expulsados. España se despobló y mantuvo estacionaria y escasa la población de América por la exclusión sistemática que siempre hizo del extranjero.
Un gobierno posee el poder material de despoblar, porque puede desterrar, oprimir, perseguir, vejar a los que habitan el suelo de su mando; pero como no tiene igual poder en los que están fuera, no está en su mano atraerlos por la violencia sino por las garantías. Por esta razón es mucho mayor el poder que tiene para poblar que el que tiene para despoblar su territorio.
Tomando lo que dice en el séptimo título ¿Un monopolio que no dispense a la industria local es lo que hace falta para que ésta mejore?
¿De qué manera cree usted que se podría generar empleos si no es a través de las industrias nacionales?
Clasificación del gasto público de la Confederación Argentina.
1.-GASTO NACIONAL.- Toda erogación realizada para conservar la Constitución. Todo dinero público gastado en otros objetos, es malgastado y malversado. Se subdivide: A) GASTOS GENERALES y B) GASTOS LOCALES.- Ambos carácter federal. Los gastos del servicio de aduana, correos, del ejército, etc. que son gastos nacionales y por último se clasifica en: a) GASTOS ORDINARIOS.- Son los de servicio de los 5 ministerios. Una mención breve de estos gastos; Ministerio del Interior, aquellos destinados a estrechar la unión nacional, consolidar la paz interior, promover el bienestar general. Ministerio de Relaciones Extranjeras- principalmente orientados a fomentar la migración Europea. Ministerio de Hacienda, cubre el servicio de los agentes empleados en la dirección, recaudación y contabilidad de las rentas del Tesoro. Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción, estaban destinados a satisfacer necesidades de orden intelectual, moral y religioso. Y los gastos del Ministerio de Guerra y Marina, todo lo que cuesta proveer a la defensa común. b) GASTOS EXTRAORINARIOS.- Para necesidades urgentes y extraordinarias.
2.-GASTOS DE PROVINCIA.- Propiamente dichos no corresponden al Tesoro Nacional en la Confederación. Por ejemplo los gastos de la justicia ordinaria civil y penal corren a cargo del Tesoro de la provincia.
NOVEDOSO
El Ministerio del Interior estaba encargado de la reinstalación constitucional de la integridad nacional del pueblo argentino y la paz y orden interiores, considerado como el primero y más grande objeto del gasto público.
La Constitución federal argentina exige pocos empleados para el servicio del gobierno federal. La Policía que significaba gran parte del gasto interior en los gobiernos unitarios, está reservada a los gobiernos provinciales. Igual atribución les hace del servicio y sostén de los establecimientos de beneficencia. La carga de la obra pública, está repartida entre el gobierno interior de la Nación y el gobierno de cada provincia.
El Artículo 2 de la Constitución Argentina expresa: “El gobierno federal sostiene el culto, católico, apostólico, romano”. De lo que se infiere que la Confederación asume el gasto del CULTO, dice el autor con un fin político y social. Dando al culto costeado por ella la intención de conseguir un mejoramiento moral y social.
PREGUNTAS:
1.- La propagación de las noticias sobre las ventajas del nuevo régimen estaban destinadas únicamente a los Europeos?.
2.- En esa época los capitales para inversiones tanto para industria como para el comercio, provenían exclusivamente de Europa?.
3.-.- Como reaccionaron los demás cultos ante el sostenimiento y declaración oficial de la religión católica como el culto oficial de la Confederación?.