Hayek y el concepto de ‘justicia social’: como si la distribución fuera decidida por una ‘mente’ única

Con los alumnos de Historia del Pensamiento Económico II, Escuela Austriaca, llegamos al final de la materia considerando la obra de algunos de sus autores en otros campos. En este caso, vemos a Hayek discutir el concepto de “justicia social”:

Hayek

“La justicia «social» (o, a veces, justicia «económica») se vio como atributo que debían poseer las «acciones» de la sociedad, o el «tratamiento» que los individuos o los grupos recibían de la misma. Como hace generalmente el pensamiento primitivo cuando observa por primera vez algunos procesos regulares, los resultados del orden espontáneo del mercado han sido interpretados como si estuvieran dirigidos por una mente racional, o como si los beneficios o los daños que las distintas personas recibían de ese orden estuvieran determinados por actos de voluntad y pudieran por tanto ser guiados por reglas morales. Esta concepción de la justicia «social» es, pues, una consecuencia directa de aquel antropomorfismo o personificación con el que el pensamiento primitivo trata de explicar todos los procesos de auto-ordenación. Demuestra nuestra inmadurez el hecho de que aún no hayamos abandonado estos conceptos primitivos, y se exija aún de un proceso impersonal que produce una satisfacción de los deseos humanos mayor que la que pueda obtenerse de cualquier ordenación deliberada que se conforme a los preceptos morales que los hombres han desarrollado como guía de sus acciones individuales.

El uso de la expresión «justicia social» es relativamente reciente, pues parece que se remonta a hace un siglo, poco más o menos. Esta expresión se empleó de vez en cuando en tiempos más antiguos para designar los esfuerzos organizativos destinados a observar las reglas de recta conducta individual; en la actualidad se usa a veces en discusiones eruditas para valorar los efectos de las actuales instituciones de la sociedad, pero el sentido en que hoy suele emplearse, y al que constantemente se recurre en las discusiones públicas y que será analizado en el presente capítulo, es esencialmente el mismo en que durante mucho tiempo se empleó la expresión «justicia distributiva». Según parece, empezó a hacerse habitual en este sentido en el tiempo en que (y acaso en parte porque) John Stuart Mill trató explícitamente ambos términos como equivalentes en afirmaciones como:

la sociedad debería tratar igualmente bien a todos aquellos que lo han merecido igual-mente, es decir, aquellos que lo han merecido igualmente en absoluto. Este es el más alto grado abstracto de justicia social y distributiva, hacia el cual deberían hacerse converger lo más posible todas las instituciones y los esfuerzos de todos los ciudada-nos virtuosos; o bien:

se considera universalmente justo que toda persona obtenga (tanto en el bien, como en el mal) lo que merece; es injusto que tenga que obtener el bien o sufrir el mal quien no lo merece. Tal vez sea ésta la forma más clara y enfática en que puede concebirse la idea de justicia. Puesto que implica la idea de méritos morales, surge la pregunta sobre en qué consisten estos méritos.

Es significativo el hecho de que estas dos citas se encuentren en la descripción de uno de los cinco significados de justicia que Mill distingue, cuatro de los cuales se refieren a las normas de recta conducta individual, mientras que ésta define una situación fáctica que puede pero que no necesita haber sido causada por una decisión humana racional. Parece, pues, que Mill no se percató de la circunstancia de que con este significado se refiere a situaciones completamente distintas de aquellas a las que se aplican los otros cuatro sendos, o de que esta concepción de «justicia social» lleva directamente a un socialismo en plena regla.

Tales afirmaciones, que asocian explícitamente «justicia social y distributiva» al «tratamiento» de los individuos por parte de la sociedad según sus ritos morales, demuestran claramente la diferencia con la simple justicia, y al mismo tiempo la causa de la vacuidad del concepto. La exigencia de «justicia social» se dirige no al individuo sino a la sociedad -pero la sociedad, en sentido estricto, es decir como distinta del aparato de gobierno- es incapaz de obrar por un fin específico, y la exigencia de «justicia social» se convierte por tanto en una exigencia dirigida a los miembros de la sociedad para que se organicen de tal modo que puedan asignar determinadas cuotas de la producción social a los diferentes individuos y grupos. La pregunta fundamental, pues, es la de si existe el deber moral de someterse a un poder que pueda coordinar los esfuerzos de los miembros de la sociedad en orden a obtener un modelo de distribución particular, considerado como justo.

Si la existencia de este poder se da por descontada, la cuestión sobre cómo deberían distribuir los medios disponibles para satisfacer las necesidades se convierte en cuestión de justicia, aunque no sea una pregunta a la que la (264) moral vigente dé una respuesta. Parece, pues, que estaría justificado el presupuesto del que parten la mayoría de los teóricos modernos de la «justicia social», esto es, que sería necesario asignar cuotas iguales a todos a menos que consideraciones particulares exijan no aplicar este principio.26 Sin embargo, el problema principal consiste en establecer si es moral que los hombres estén sujetos a aquellos poderes sobre sus acciones que deberían ejercerse para que los beneficios obtenidos por los individuos puedan definirse significativamente como justos o injustos.”

10 pensamientos en “Hayek y el concepto de ‘justicia social’: como si la distribución fuera decidida por una ‘mente’ única

  1. Resumen
    La justicia social –entendida como el ideal de igualdad material o también como la protección de los más desfavorecidos- es incompatible, como todo modelo que busque deliberadamente cierta distribución del ingreso, con la sociedad abierta y el orden de mercado. Mientras la justicia distributiva forzosamente corre por cuenta del aparato gubernamental a través de mandatos específicos –pues la sociedad como tal no es un ente con poder decisorio, o sea no “actúa” según sus “intereses”-, el imperio de la ley requiere normas de conducta de carácter general. Los resultados difieren en uno y otro caso: la extensión de la esfera de control estatal sobre las actividades de las personas –la tendencia al autoritarismo- se contrapone con la libertad individual que permite a las personas seguir sus propias metas y no las de la autoridad. El ideal distributivo conspira, según Hayek, contra los cimientos que posibilitan la civilización tal como la entendemos y la prosperidad material alcanzada.

    Lo novedoso e importante
    Uno de los puntos centrales de la argumentación de Hayek es la despersonificación de la sociedad y del mercado en el sentido de que no son sujetos con inclinaciones propias que produzcan cambios deliberados. La defensa al mercado se basa, por un lado, en que es el proceso que permite el bienestar y progreso material de la sociedad y, por otro, en que, por tratarse de un orden espontáneo en el que los participantes –diferentes en términos de conocimiento (que se halla disperso entre ellos), capacidad, acciones y fines- generan, a través de su interacción, resultados que son en parte producto de su habilitad, en parte de su suerte, y por lo tanto no son intencionales ni previsibles. La distinción entre el mérito y valor es explicada mediante el mecanismo de precios: éste no premia a los agentes por el fruto de su trabajo, sino que sirve de guía o incentivo para que realicen las actividades que son provechosas para sus semejantes en aras de su interés personal.

    Preguntas al autor
    Cuando al tratar el orden de mercado Ud. aborda lo que llama el juego de la cataláctica y se refiere a las causas de los resultados del proceso mercantil, a saber, las habilidades de los individuos y la suerte, ¿considera Ud. que estos conceptos son análogos a las partes sistemática y aleatoria, respectivamente, de los datos en el problema de extracción de señal propuesto por Lucas? ¿Piensa Ud. que la importancia del factor aleatorio debilita la relevancia de la empresarialidad propuesta por Kirzner?
    ¿Piensa Ud. que peligra aun en la actualidad su ideal de sociedad abierta y que en términos políticos sigue siendo más persuasiva la justicia social? ¿Considera Ud. que esta falta de atracción de la sociedad abierta hacia el público en general se debe a que las ideas en que se apoya pueden parecer contraintuitivas como, por ejemplo, el mercado como orden espontáneo o la evolución de la moral que Ud. propone?
    En el mismo sentido que la pregunta anterior, ¿cree Ud. que otras escuelas como el keynesianismo o el marxismo resultan más atractivas al público en general por su “verosimilitud” o “plausibilidad” como representación (descripción, interpretación, comprensión, imagen, exégesis, etc.) válida de la realidad (con enunciados del tipo: “es obvio que la salud de la economía es mala, entonces los mercados no funcionan y se los deben intervenir”, etc.)? ¿Qué tipo de divulgación científica imagina Ud. que puede ser útil para contrarrestarlas intelectualmente?

  2. En este paper Hayek realiza un análisis del concepto de justicia social. El análisis parte del pensamiento de Mill que trajo la relación directa con justicia distributiva. La distinción que realiza es en el campo de lo fáctico y no fáctico, es decir, mientras que la justicia social implica normas o conductas individuales la justicia distributiva está implicada con una decisión humana a un fin especifico subordinado a autoridades. Detrás de esta idea se encuentra un camino hacia el socialismo ya que se dirige la moral hacia la elaboración de un fin específico hacia personas particulares y de esta idea de justicia es impuesta por un agente superior (acción de Estado) .Esta concepción va en contra del orden espontáneo que se genera de la interacción de los individuos y se basa en una moral impuesta desde un campo religioso. Entonces, se intenta imponer esta idea en un orden de mercado y esto conlleva a que cada vez más se intervenga en el mismo sometiendo a la posición de los individuos (conlleva un orden totalitario). Esta idea trae arraigado la separación de la acción con el resultado, es decir, el fracaso o éxito viene dado como algo ajeno al proceso de acciones individuales. La idea es que el juego de la competencia perfecta se asemeje al juego de la catalaxia en que todo dependa de las habilidades de los individuos y de su suerte. Percibe a los salarios no como una remuneración a lo que han hecho sino como transmisores de información acerca de lo que deberían hacer para llegar a un interés particular o general. La remuneración de los individuos viene dada por la utilidad que le brindan los servicios que otorgan a los que los adquieren. Aquellos que juzgan una determinada remuneración como injusta es porque no comprenden la utilidad de la actividad que realizan esos sujetos. Se opone a los conceptos de igualdad patrimonial ya que impone una situación original de desigualdad atenta contra las reglas generales y de igualdad de oportunidad ya que el estado debería poder controlar aspectos que van más allá de la educación por ejemplo, las habilidades innatas. Para el autor, el concepto de justicia social no se puede aplicar porque no se puede demostrar.
    Lo más interesante de este paper es que Hayek toma la tradición de Smith y la reivindica en este paper. Trata la concepción de justicia social como un deseo de ser el otro más que como el resultado de acciones individuales de este modo no hay forma de garantizar un resultado exitoso ya que se genera un proceso de emancipación del sujeto con su propio accionar. El error radica en que el sujeto desea trasladar s relaciones que posee en su núcleo más cercano a relaciones de orden superior, las de mercado. Claramente, es una idea que saca de la “Teoría de los sentimientos morales (1759)” de Adam Smith y sus distintos niveles de relaciones sociales. Lo coloca en un término más político y lo aleja del sistema jurídico ya que es un residuo de la moral más que una garantía de conductas que llevan a un orden dentro del mercado. Por último, es necesario atribuirle al autor el hecho de que resulta una crítica al concepto de desigualdad tradición de Rawls ya que posiciona a la remuneración como un transmisor de decisiones más que una recompensa.
    Preguntas:
    1- Cómo cree que la religión a jugado un rol fundamental en la formación del concepto de “justicia social”? De qué forma es utilizado este concepto para justificar la expropiación del derecho de propiedad privada bajo un régimen totalitario?

    2- La idea de “justicia social” no estaría provocando problemas de lobby en nuestro país?

    3- Cuando hablamos de justicia distributiva nos estaríamos refiriendo al resultado de un proceso emancipatorio del individuo con sus acciones? Siendo afirmativa la respuesta de que forma se solucionaría si trabaja de un modo similar a la moral?

    4- En qué consiste el juego de la catalaxia y cómo se relaciona con la competencia de mercado?

  3. Guía de Discusión: Hayek; “Justicia Social y Justicia Distributiva”

    Resumen: En esta cuarta sesión, Hayek sigue mostrándonos su lado más filosófico y discutirá temas como la libertad, la igualdad de oportunidades y el concepto de justicia social. El autor afirma que el hecho de que no haya igualdad de oportunidades en la actualidad no es tanto por herencia sino en las diferencias en educación entre los individuos. En cuanto a la justicia social, Hayek explica que el sentido con el que suele explicarse hoy en día es con el de justicia distributiva. Esta se dirige no al individuo sino a la sociedad -pero la sociedad, en sentido estricto, es decir como distinta del aparato de gobierno- que es incapaz de obrar por un fin específico, y la exigencia de justicia social se convierte por tanto en una exigencia dirigida a los miembros de la sociedad para que se organicen de tal modo que puedan asignar determinadas cuotas de la producción social a los diferentes individuos y grupos. Este concepto de justicia social ha sido utilizado por los distintos gobiernos con el fin de justificar determinados planes y está altamente relacionado con el socialismo. Este concepto se basa en la falsa analogía con la situación en que un organismo humano debe distribuir recompensas, pero esto podría entrar en conflicto con la igualdad de las normas de conducta que el gobierno debe hacer respetar a todos en una sociedad libre. Sostiene que los gobiernos que han proclamado la justicia social como objetivo principal suelen derivar en dictaduras o autoritarismo.

    Novedoso: Es muy interesante el punto que hace sobre la función del libre mercado en organizar la sociedad coordinando de manera indirecta el equilibrio entre oferta y demanda de las diferentes ocupaciones. Se diferencia de quienes apoyan al libre mercado por considerar que éste es el mejor medio de recompensar al mérito o esfuerzo personal, sino más bien, lo considera un proceso que brinda información y su objetivo principal es indicar a los individuos qué es lo que tienen que hacer. Por ejemplo, que un ingeniero gane más que un maestro no quiere decir que el primero se haya esforzado más, sino que se necesitan más ingenieros que maestros.

    Preguntas al autor:
    1) ¿No considera de gran importancia que haya igualdad de oportunidades para todos los individuos? ¿No es esto lo más eficiente para la sociedad ya que permitiría que todos desarrollen al máximo su potencial?
    2) ¿Podría decirse que cuanto mayor sea la brecha entre ricos y pobres más injusticia social hay? ¿Qué diría respecto a Argentina hoy en día?
    3) ¿Cuál es para usted el país que mayor justicia distributiva alcanzó? ¿A qué atribuye que lo haya logrado?

  4. SINOPSIS:
    El capitulo realiza un contraste entre el concepto de justicia social actualmente popularizado y el de la libertad individual como constructora de un sistema de mercado impersonal, contrariamente al espíritu liberal, la “justicia social” supone que el mercado es un orden maquinado por alguna mente racional.
    La “justicia social” pretende presentar como injusta la distribución del mercado en cuanto a salarios, éxitos y fracaso en cuanto a la persecución de fines para imponer una determinada forma de distribución particular que se valora como “más equitativa-justa”. Para ello Hayek cuestiona la moralidad de ejercer poder sobre las acciones individuales para definir los beneficios sociales considerados justos. Los resultados del orden de mercado no deben ser así presentados ya que la actividad en el sistema no puede ser del todo prevista ni suponer que el éxito o fracaso de fines particulares persigue un afán de justicia social.

    La justicia social es presentada bajo la matriz de la moralidad, ya que el sistema de mercado debe ser corregido, y es con este pretexto que los gobiernos intervienen en las esferas individuales poniendo en peligro a la civilización libre, la libertad personal. El concepto de justicia social es vacio en un orden económico de mercado, donde el sistema no tiene la capacidad de prever la mejor distribución, pero si se puede afirmar que es el que mejor distribuye basado en el sistema de precios libres. El proceso de mercado es impersonal, su distribución no es justa ni injusta que se sostiene y mejora bajo el mecanismo de feedback negativo, corrección de errores y aprendizaje, de dirigir los esfuerzos hacia los sectores más rentables.

    NOVEDOSO:
    Es acertada la posición de Hayek en cuanto al uso del lenguaje en principio, toda vez que se pretende que lo justo en una sociedad sea una igualdad en términos de mercado que es imposible que exista. Se utiliza como argumento para crear una afinidad moral frente a otras personas, pero en el fondo, no hay argumentos para creer que el sistema de mercado sea el creador de tales “injusticias sociales” asumiendo en primera instancia la impersonalidad del proceso de mercado.
    Con un poco más de sutileza que Rothbard, manifiesta lo perjudicial de la monopolización sindical, como esto estipula barreras al momento de que el trabajador pueda observar las señales del mercado y dirigir sus esfuerzos hacia otras ramas de actividades más rentables, para dejarlo inmóvil y aferrado en una posición que tal vez ya no cumple sus expectativas económicas.
    Por ultimo me pareció importante el hecho concreto de que el gobierno no puede pretender superar bajo el argumento de distribución o equidad la situación física y social que un lugar determinado pueda tener por causas fortuitas. Creo que a modo de ver de Hayek eso lugares tendrían seguramente ventajas relativas para algún tipo de actividad, pero si así no fuese el gobierno no tiene nada que hacer bajo el ala de la “justicia social”.

    PREGUNTAS:
    1) Si nos inclináramos a observar las señales (precios/salarios) del libremercado deberíamos redirigir nuestros esfuerzos hacia las actividades que se anuncien mejor remuneradas. ¿Pero si todos hiciéramos eso tendería a cierta distorsión en la división del trabajo? ¿Cree que existe algún tipo de contradicción de seguir las señales de los precios con la profundización de la división del trabajo?
    2) ¿Cree que el costo de los déficits de las naciones se debe en gran parte a esta ponderación de los gobiernos de “lo social”? ¿Cree que la clase política utiliza este argumento porque ve un nicho para enriquecerse a costa del uso de la “justicia social”?
    3) ¿Cree que su concepto de “resentimiento por la pérdida de posiciones adquiridas” demostraría una potencial falsación a la teoría de Friedman sobre el ingreso permanente e ingreso transitorio, ya que no existe previsión acerca de cuál sería permanente siendo que existe siempre expectativa de que los ingresos pueden variar en cualquier momento? (Sería como una función de shocks, al no poder los agentes expectativas de un ingreso más o menos permanente definido)

  5. El autor expone la diferencia entre verificación como un proceso y como un resultado, centrándose en la verificación del valor explicativo o predictivo de generalizaciones hipotéticas (testeo de generalizaciones). Hablar de proposición verdadera, implica que existe evidencia de correspondencia entre la misma y las observaciones. La hipótesis estará confirmada si se encuentra una razonable correspondencia entre lo deducido y lo observado (sin contradicción), por lo que siempre estará sujeta a refutaciones. La creencia en una hipótesis depende, más que del testeo empírico, del lugar que le corresponda dentro de un sistema de hipótesis interrelacionadas. Expone las dos posiciones extremas relativas al problema de la verificación en economía: el apriorismo extremo (un sistema de deducciones a partir de una serie de postulados no abiertos a verificación o refutación basada en la experiencia) y el ultra-empirismo (dependencia de la teoría a la experiencia). Descarta la idea de que los supuestos deban ser verificables, señalando que hipótesis más simples aunque irrealistas, pueden brindar resultados satisfactorios. Para el autor, dado que la predicción es condicional, no es posible disconfirmar una teoría por el resultado observado. Por último, menciona la variabilidad en los parámetros utilizados (hipótesis especiales y no generales) y explica que estas variaciones son limitadas. Concluye con la idea de que existen límites en la verificación y que el analista deberá prevenir y tomar desafíos recurriendo a las técnicas disponibles para efectuar las verificaciones correspondientes.

    Resulta interesante el hecho de considerar una teoría verdadera provisoriamente, en tanto la misma puede ser refutada. De esta manera una confirmación definitiva nunca es posible, debido a que una hipótesis puede ser definitivamente refutada pero no definitivamente confirmada (el testeo de una hipótesis empírica resulta en su disconfirmación o en su no-disconfirmación, pero nunca en su confirmación definitiva). Si bien cree necesario el hecho de la verificación de las hipótesis mediante hechos observables, considera que no todos los supuestos deben ser verificables independientemente y separados del resto de la teoría. Por último, es importante la distinción entre el apriorismo y del ultra-empirismo como las posturas más frecuentes y la diferencia expuesta entre las ciencias sociales y naturales (el hombre es tanto observador como sujeto observado), impidiendo la repetición de experimentos en iguales condiciones.

    1. ¿Ha sido la ciencia a lo largo de la historia falsacionista?
    2. ¿El progreso se genera a base de ensayo y error?
    3. ¿Cómo se establece el orden dentro de este sistema jerárquico?

  6. En la Sesión IV, del Capítulo VI de Igualdad, Valor y Merito, Hayek comienza desarrollando el concepto de igualdad. La extensión del principio de igualda a las reglas de la conducta social y moral es la principal expresión de lo que comúnmente se denomina espíritu democrático. La igualdad de los preceptos legales generales y de las normas de conducta social es la única clase de igualdad que conduce a la libertad. La libertad incluso produce desigualdades en muchos respectos según Hayek. Se trata para el, de un resultado necesario que forma parte de la justificación de la libertad individual. Si el resultado de la libertad individual no demostrase que ciertas formas de vivir tienen mas éxito que otras, muchas de las razones a favor de la libertad se desvanecerían. Es esencial afirmar que se aspira a la igualdad de trato no obstante el hecho cierto de que los hombres son diferentes. La importancia de las diferencias individuales seria menor si todos los hombres fueran criados y educados en ambientes muy similares. De la circunstancia en la realidad de que los hombres son diferentes se deduce que si se los trata igual, el resultado será la desigualdad en sus posiciones efectivas, y que la única manera de situarlos en una posición igual es tratarlos de distinta forma.
    La igualdad ante la ley y la igualdad material no solamente son diferentes, sino contrapuestas pudiendo obtenerse una de las dos, pero no las dos al mismo tiempo. La igualdad ante la ley, que la libertad requiere, conduce a la desigualdad material. La objeción se alza según el autor contra todos los intentos de imprimir en la sociedad un patrón de distribución deliberadamente escogido, sea un orden de igualdad o de desigualdad.
    Hayek distingue entre naturaleza y educación: la primera consiste en la creencia de que existe cierta similitud entre todos los seres humanos. Esta implica que ningún hombre posee la capacidad de determinar concluyentemente las potencialidades de otros seres humanos y que ciertamente no debemos jamás confiar a nadie el invariable ejercicio de tal facultad. La segunda dinstincion presupone que la adquisición por determinado miembro de cierta comunidad de alguna habilidad para realizar obras especialmente valiosas en opinión de sus semejantes constituye siempre una ventaja para esa comunidad.
    Los partidarios de la igualdad consideran de manera distinta las diferencias de capacidad individual debidas al nacimiento y aquellas que son consecuencias de la influencia del medio que rodea al ser humano, o, por asi decrilo las que son resultado de la naturaleza y las que derivan de la educación. La distinción entra las dos es importante porque las ventajas atadas en primer lugar son debidas a circunstancias que están claramente mas alla del control humano, mientras que las ultimas son atribuibles a factores que somos capaces de alterar.
    Para Hayek la agitación igualitaria tiende a concentrarse en las desigualdades que originan las diferencias de educación. Existe una creciente tendencia a expresar el deseo de asegurar la igualdad de condición mediante la pretensión de que la mejor instrucción que se suministre a algunos sea obtenible gratuitamente por todos.
    Tambien realiza una distinción entre merito y valor. La diferencia entre merito y valor no es peculiar de ningún tipo de sociedad y existe en todas partes. El primero es un termino empleado para describir los atributos de la conducta que la hacen merecedora de alabanza; el valor sobre la capacidad o actuación de una persona no se encuentra necesariamente relacionado con el merito. El merito no se deduce del objetivo, sino del esfuerzo subjetivo: no puede juzgarse por los resultados.
    La incompatibilidad de recompensar según el merito con la libertad para escoger lo que uno quiere perseguir resulta evidente en aquellas áreas donde la incertidumbre de los resultados es particularmente grande. Las recompensas que la sociedad libre ofrece por los resultados sirven para indicar a los que pugnan en conseguirlos cuantos desvelos merece que se consagre.
    El concepto de justicia social se ve como un atributo que debían poseer las acciones de la sociedad o el tratamiento que los individuos o los grupos recibían de la misma. En la actualidad se usa a veces en discusiones para valorar los efectos de las actuales instituciones de la sociedad. La exigencia de justicia social se dirige no al individuo sino a la sociedad pero la sociedad es incapaz de obrar por un fin especifico, y la exigencia de justicia social se convierte por tanto en una exigencia dirigida a los miembros de la sociedad para que se organicen de tal modo que puedan asignar determinadas cuotas de la producción social a los diferentes individuos y grupos.

    Me resulto novedoso del texto una explicación sobre el merito. Decidir sobre el merito presupone la posibilidad de juzgar si la gente ha hecho uso de sus oportunidades como debiera y cuanto esfuerzo o ejercicio de la voluntad les ha costado. Presupone asimismo la capacidad de distinción entre la parte de logros debida a circunstancias dentro del control personal y la parte que no se debe a ellas.

    Preguntas:
    1. Modificar las propias instituciones para eliminar las ventajas que se dan gracias al medio no es contraproducente?
    2. El concepto de merito no lo considera como uno vacío de valor?
    3. Como se diferencian los “deberes morales” en los distintos tipos de organización de la economía?

  7. Reseña:

    En el capítulo IX “Justicia social o distributiva” Hayek busca demostrar que la justicia social no tiene sentido alguno, no tiene validez en una sociedad de individuos libres que se valen de sus propios talentos y conocimientos para alcanzar los fines que se proponen alcanzar. Carece de sentido alguno porque no existe, dice el autor, es decir no se puede demostrar algo que no existe. La siguiente pregunta que nos hacemos es ¿por qué no existe? Y esto se debe a que el reparto de los bienes materiales entre todos los miembros de la sociedad no puede producir un orden de mercado que funcione en una sociedad de hombres libres. En palabras de Hayek seria que resulta imposible que la “determinación de las recompensas por parte de la voluntad humana puede producir un orden de mercado que funcione”.

    Hayek se muestra muy enojado frente a la utilización de la expresión “justicia social”, considera que aquellos que hacen uso del término lo hacen de una forma deshonesta, demagógica y resulta necesario que sea abandona como argumento de cualquier tipo de debate, ya que Hayek considera que con su explicación el mismo esta desacreditado intelectualmente.

    En mi opinión lo que el autor nos intenta decir es que, si alguien invierte parte de su patrimonio, es decir pone en riesgo parte de su riqueza no puede ser “señalado con el dedo” ni castigado por tener más que otro (en el capítulo anterior Hayek habla de la envidia), sino que debe ser mirado como aquel que, mediante la creación de nuevas industrias, genero nuevos puestos de trabajo que beneficiaron al resto de la sociedad.

    El autor también hace énfasis en que los empresarios (hombres de grandes patrimonios, en palabras del autor) deben dirigir los recursos hacia los “usos más productivos”, es decir orientar las inversiones a aquellos sectores más dinámicos y productivos que generen aumentos en la productividad del trabajo. Esto solo puede lograrse en un libre mercado, ya que los gobiernos carecen de conocimiento por la naturaleza propia de su organización y la incapacidad de determinar la producción (no es competitiva). Aquí podemos agregar la referencia que hace Hayek al socialismo y le paralelismo con la justicia social, principalmente critica la idea de que el poder político puede determinar de manera equitativa las distribución de los bienes entre todos los miembros de la sociedad y contrarresta indicando que justamente el orden de libre mercado fue el que permitió disminuir a los niveles más bajos de la historia la pobreza y que de vernos influenciados por la justicia social la libertar individual se verá destruida. Para finalizar, Hayek rescata el papel de la justicia como institución de las normas jurídicas, y condena las combinaciones de “justicia social, económica, redistributiva”, etc.

    Lo novedoso:

    Me resulto muy interesante la sección sobre la “pretensión de una recompensa por trabajos desagradables” esencialmente, no porque coincida con el autor sino porque es una visión distinta a la que comúnmente se nos tiene acostumbrados. Hayek dice que generalmente cuando se quiere atacar al libre mercado se argumenta que es injusto en los trabajos más desagradables ya que son los peores pagos y dice que las personas que desarrollan estos trabajos deben recibir una remuneración por encima de aquellos que gozan de mejores trabajos. Hayek dice que como no existen patrones de méritos, la única forma que bajo un orden de mercado un minero reciba un mejor sueldo que un banquero es que el primer rubro necesitara de un inventivo ($) mayor para lograr captar trabajadores, es decir en palabras clara regirse bajo una ley de oferta y demanda, y no bajo el principio de que se lo merece por ser un “trabajo desagradable”.

    Preguntas:

    Estoy en desacuerdo en que el estado no puede proveer de herramientas para igualar las condiciones de diversos individuos en una sociedad. Por ejemplo, subsidios o becas educativas para aquellos que no pueden hacer frente a los gastos escolares, entonces ¿Por qué usted considera que estas herramientas no serían validas? (esto está en la sección de igualdad de oportunidades)

    ¿considera usted que es posible lograr un equilibrio entre un orden de mercado y una posición socialista? Tal vez pensando al estado como un acompañante de los individuos de la sociedad y el libre mercado determinando lo que debe ser producido

    ¿No considera usted de que bajo las condiciones que usted describe hay gente que está condenada a vivir en la pobreza sino recibe ayuda alguna de algún otro actor de la economía?

  8. 1) Hayek en este texto busca explicar y criticar el termino de justicia social que es aquel que le da fundamento, validez y limite a la ley pero también considera que esto puede afectar al termino de ley y poner en riesgo a la libertad en el mercado. La justicia social exige una distribución justa de los beneficios de los medios de producción entre toda la sociedad completa. El autor habla de un sistema socialista, en donde la “socialización” de los medios de producción es la distribución de riqueza mas justa, la que será causada por una imposición fiscal y tendrá como resultado a la justicia social. Por lo tanto estaremos en presencia de dos escenarios posibles una distribución mas “justa”, equitativa de los beneficios de una sociedad o una distribución mas “injusta” pero en presencia de una coordinación libre del mercado de las actividades de los individuos. Por último veremos que el mismo Hayek escribe que perseguir esta Justicia Social conducirá a consecuencias completamente indeseables, debido a que si se concreta este concepto de Justicia se destruirá la libertad personal.

    2) me llamo la atención que el autor hable en referencia de la sociedad en su conjunto y no del individuo particular. La justicia social consiste en exigirle a todos los miembros de una sociedad que asignen la producción total de manera equitativa entre todos los miembros de esa sociedad. Si los beneficios de algunos se distribuyen entre todos, de forma que estamos frente a una distribución deliberada, seria entonces injusto. Esto coincide con el pensamiento austriaco que esta completamente en contra de la planificación deliberada que no permite al mercado, como un mecanismo, que distribuya los beneficios producidos por sus participantes de forma libre. Para que una distribución de beneficios sea justa solo deben permanecer aquellas conductas de los hombres que permitan un mercado libre y pacifico.

    3) ¿Cuál es el fundamento para considerar una distribución justa o injusta?

    ¿en lo que respecta a las magnitudes que una persona debe recibir individualmente, cual es la forma correcta o mas justa de dividir los bienes en cuanto a calidad y cantidad?
    ¿Cuál es el costo para un gobierno o para la sociedad de redistribuir los beneficios de manera justa? ¿se justifica que esto se haga de esa forma?

  9. Resumen:
    La expresión justicia social es relativamente nuevo. En principio se utilizó para designar al trabajo de organizar la conducta individual. Sin embargo, en la actualidad el concepto adquiere similitud con la justicia retributiva. La exigencia de justicia social se dirige a la sociedad y no al individuo, pero la sociedad no puede obrar por un fin específico. En la discusión política la argumentación de la justicia social es considerada justificación para aceptar el accionar del gobierno, por lo cual apelan a dicha expresión para patrocinar sus medidas.
    Podemos apreciar cierta similitud entre la concepción del socialismo clásico de la sociabilización de los medios de producción y el nuevo concepto de justicia social y redistributiva. Mientras que desde la perspectiva liberal la justicia radica en el individuo, en las sociedades modernas la justicia pasa a manos de las autoridades. La solicitud dependiente de individuos y grupos para con el gobierno, en lo referente a la justicia distributiva, estimula a que el gobierno desarrolle modelos para someter a los mismos a dichas peticiones. De este modo el proceso conduce hacia un sistema totalitario.

    Novedoso:
    La mutación en la expresión «justicia social» y la incidencia que puede tener esta en el escenario público. La perversión del lenguaje forma parte de las diatribas del Estado, en donde se adaptan más las palabras a las circunstancias que a la verdad. Adicionalmente, la relación entre el mérito individual y las necesidades que adquiere en su relación en el mercado, es decir, si la explotación de su actividad es beneficiosa para el conjunto de la sociedad tendrá éxito, pero si no tiene aplicación practica perecerá.

    Preguntas:
    ¿Cualquier tipo de justicia distributiva es mala? ¿acaso distribuir para favorecer la educación no podría verse reflejado en un mayor progreso en el mediano-largo plazo en la calidad de vida de la sociedad ¿cómo se mide el costo-beneficio cuando el resultado futuro es absolutamente impredecible?
    ¿Solamente la Escuela Austriaca plantea una lucha argumentativa contra el concepto de justicia distributiva? ¿cómo desafiar un concepto tan sutilmente establecido sin ser demonizado?

  10. Alumno: Marynowsky, Juan Marcelo
    Registro: 884887
    Texto: “Los Fundamentos de la Libertad” – Friedrich Hayek
    Capítulo VI: “Igualdad, Valor y Mérito”
    Capítulo IX “Justicia Social o Distributiva”

    Resumen:

    La libertad en sí misma produce desigualdad, resultado necesario que forma parte de la justificación de la libertad individual. Desde esta oración ya podemos determinar que los nombres de ambos capítulos son falacias provocadas por los interventores. Las diferencias entre individuos y la desigualdad económica, dice Hayek, no deben servir como justificativo para la intervención del gobernante.
    Al ser los hombres distintos entre sí, si los tratamos de igual manera es sabido que el resultado final es el opuesto, se los manipula de forma diferente. La igualdad ante la ley y la igualdad material son, entonces, contrapuestas.
    La sociedad libre tiene como característica axiomática que la posición individual no depende necesariamente del mérito realizado, ni tampoco del valor que los demás le apliquen a ese mérito. Éste no se desprende del objetivo, sino del esfuerzo subjetivo (factor clave en la no influencia sobre la posición individual).
    No es deseable que los hombres obtengan el máximo de mérito, sino todo lo contrario: buscarán obtener la máxima utilidad con el mínimo sacrificio y esfuerzo, o sea, un mérito más bajo. Todos aquellos quienes producen un mismo resultado reciben los mismos premios, sin consideración al esfuerzo. Teniendo en cuenta lo expuesto recientemente, hay una escueta, por no decir nula, relación de la remuneración con el mérito.

    Ya en el capítulo IX, Hayek define el concepto de justicia social de manera irónica al considerarse como un atributo que deben poseer las acciones de la sociedad o la forma de tratar a los individuos o grupos; interpretando así a los resultados del orden espontaneo del mercado como si estuvieran dirigidos por una mente racional y pudieran regularse a gusto.
    Mill reflota el concepto de mérito expresando que la sociedad debería tratar igualmente bien a todos aquellos que lo han merecido igualmente, siendo ese el más alto grado de justicia social y distributiva. Pero tristemente la expresión “justicia social” no es como tal en el sentido de normas sociales, es decir, de algo que ha evolucionado como consecuencia de acciones individuales, sino como una concepción que debe imponerse a la sociedad.
    Muchas veces se asocia el término de justicia social a la corriente comunista, donde el objetivo parece ser lograr una distribución “justa” de la riqueza (lo justo que acaba siendo injusto). En relación a esto, el liberalismo clásico buscaba un orden armado por conductas individuales y libres, mientras que el socialismo pone esa justicia en manos de autoridades que dan ordenes a las personas sobre su accionar.
    Un resultado de mercado es absolutamente impenetrable por la justicia social. Donde alguien intervenga ya no habrá un resultado de mercado puro, sabiendo que las alteraciones sobre este generarán ineficiencia y paradójicamente, expandir la desigualdad.
    Es imposible que un gobierno genere una absoluta igualdad de oportunidades con su intervención, ya que para ello debería controlar el ambiente físico y social de todos y generar ocasiones favorables para cada persona. Una autoridad que desea alcanzar resultados determinados y forzados debe tener poderes esencialmente arbitrarios, algo netamente indeseable en una sociedad libre.

    Me pareció relevante del texto una frase que adjunto textualmente: “La justicia social es un fuego fatuo que ha llevado a los hombres a abandonar muchos de los valores que en el pasado promovieron el desarrollo de la civilización” dando a entender que este factor es el causante de un freno a la evolución humana, siendo que en vez de traer soluciones, actuó en perjuicio de los individuos.

    Preguntas:

    1) ¿Todo lo desarrollado en estos capítulos es perfectamente aplicable a las políticas populistas del Peronismo en la Argentina?
    2) ¿Considera que de no haber surgido esta corriente, el país hubiera tenido una segunda parte del siglo XX más fructífera y sustentable?
    3) ¿Puede una persona en condiciones de indigencia alcanzar una vida digna sin las políticas de justicia social?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *