Un buen pedazo de carne siempre tendrá la oportunidad de competir por nuestra preferencia alimenticia, pero es necesario tener en cuenta el desafío que puede plantear la carne “cultivada”. Se plantea en este trabajo publicado por el Institute of Economic Affairs de Londres: “Bangers and Cash: Cutting red tape to put Britain at the centre of the cultivated meat revolution”, por MATTHEW LESH: https://iea.org.uk/publications/bangers-and-cash-cutting-red-tape-to-put-britain-at-the-centre-of-the-cultivated-meat-revolution/
“Resumen
- La producción de carne ha crecido significativamente en las últimas décadas. Proporciona una fuente de proteínas y disfrute a miles de millones de personas.
- La ganadería plantea problemas importantes para el medio ambiente, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso expansivo de la tierra y el agua, los ecosistemas contaminados y la pérdida de biodiversidad; bienestar animal de las prácticas industriales; y la seguridad sanitaria, incluidas las enfermedades infecciosas.
- Será difícil reducir el consumo de carne convencional, considerando su popularidad, exponiendo los beneficios del veganismo o un ‘impuesto a la carne’. Es probable que la respuesta más efectiva a los desafíos asociados con la carne convencional sea la innovación que brinde a los clientes una alternativa asequible y de calidad.
- La carne de cultivo es un producto proteico alternativo producido in vitro a partir de células animales. Puede saber igual, verse igual y oler igual que la carne convencional; presentando una solución a muchos de los desafíos planteados por la carne convencional.
- La carne cultivada es diferente de los productos de origen vegetal como Impossible Burger o Beyond Meat, que no contienen células animales.
- En 2013, el primer producto cárnico cultivado, una hamburguesa, se presentó a los medios de comunicación del mundo en Londres. En 2020, Singapur se convirtió en el primer país del mundo en aprobar un producto cárnico cultivado para la venta a los consumidores, un nugget de pollo de la empresa emergente Eat Just, con sede en San Francisco.
- Las nuevas empresas de carne cultivada han recibido una financiación sustancial mientras que, al igual que otras innovaciones de rápido movimiento, el costo de producción ha disminuido en un 99 por ciento desde la primera demostración hace una década.
- Sin embargo, la tecnología podría verse frenada por la sobrerregulación en la Unión Europea y el Reino Unido. Esto se debe a las nuevas regulaciones alimentarias de la UE y su retención en la legislación del Reino Unido.
- El nuevo proceso de regulación de alimentos corre el riesgo de ser demasiado lento, creando incertidumbres significativas, y demasiado engorroso, lo que resulta en que los productores busquen la aprobación en otros lugares.
- Brexit brinda la oportunidad para que el Reino Unido se aparte del enfoque de la UE e introduzca un régimen regulatorio que sea más acogedor con las innovaciones alimentarias, como la carne cultivada.”