¿Seríamos incapaces de vivir o de sobrevivir sin las tecnologías modernas, en particular las digitales?

Tal vez habrán visto algún programa de TV donde alguien es enviado al medio de la nada, sin ninguna herramienta o equipo y tiene arreglarse para sobrevivir. Y si bien el personaje de TV es un experto y hábil en cosas tales como hacer un fuego o de dónde sacar agua o comida, también uno piensa que la gran mayoría de nosotros sería incapaz de tal cosa. Es tan fácil abrir una canilla para conseguir agua o ir al supermercado. Esas y tantas otras bondades que nos ha dado el progreso, ¿nos han convertido en inútiles para vivir por nuestros propios medios en este planeta?

Ahora estos autores plantean algo así en relación a las tecnologías digitales que todos usamos. En este artículo: Gorbacheva, A., Pestunov, A. de la Universidad de Novosibirsk, Rusia:  “On freedom and slavery when using a smart device”. AI & Soc (2022). https://doi.org/10.1007/s00146-022-01606-9

“Varias tecnologías cambian nuestra vida drásticamente. Confiamos en los frutos del progreso tecnológico como si estuvieran siempre disponibles. A menudo usamos Internet, los teléfonos inteligentes, la electricidad y las computadoras de forma automática e inconsciente como usamos, por ejemplo, el suelo para pisar mientras caminamos. Nadie se pregunta qué sería si el suelo fallara. Del mismo modo, pensamos en vivir sin electricidad o Internet solo en los casos excepcionales en que nos fallan.

Pero, ¿podemos vivir sin las tecnologías contemporáneas y los dispositivos inteligentes que las incorporan? ¿O, tal vez, son tan confiables que no tiene sentido hacer tales preguntas para el hombre común? Aquí, podemos notar una característica interesante y al mismo tiempo peligrosa. La situación descrita es relativamente nueva. Mientras que en los albores del progreso tecnológico las personas usaban diferentes herramientas e instrumentos deliberadamente para aumentar la productividad laboral, la convergencia tecnológica actual de múltiples dispositivos está formando una nueva realidad, donde las personas tienen herramientas únicas apropiadas para una tarea en particular. Las interfaces persona-dispositivo se vuelven cada vez más simples. Presiona el botón y resuelve tu problema. El progreso tecnológico prohíbe los enfoques ad hoc de facto, frente a los de jure. No hay necesidad de tales enfoques porque siempre hay un instrumento específico disponible. Por lo tanto, las tecnologías crean un entorno artificial para la vida humana, que generalmente aceptamos tal como es, sin cuestionar su idoneidad o las posibles consecuencias de su uso.

Corremos el riesgo de engancharnos a estos dispositivos porque muchas veces no nos planteamos ninguna solución alternativa a nuestras tareas, solo un dispositivo tecnológico.”

La libertad promueve la innovación. ¿Y al revés? ¿La tecnología promueve la libertad?

La libertad promueve la creatividad y la innovación, la base del progreso tecnológico. Ahora bien, ¿existe también una relación inversa? ¿la innovación tecnológica promueve la libertad? Es lo que trato en un artículo titulado “Innovación, tecnología y libertad”, publicado en la revista Brumario de la Universidad Siglo XXI: https://repositorio.uesiglo21.edu.ar/handle/ues21/26003

 

La relación entre libertad e innovación parece bastante clara: la libertad alienta la capacidad de innovar; la libertad, además, promueve la búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas existentes, o de hacer nuevas cosas. Es decir, hay un claro impacto de la libertad en la innovación y la historia muestra que cuando se removieron restricciones a la libertad de pensamiento y de acción, las innovaciones se multiplicaron, no sólo en el campo de las tecnologías sino de las ideas en general. Pero, ¿qué sucede con la relación inversa? ¿Acaso la tecnología promueve la libertad o puede servir para restringirla? La tecnología es una herramienta y, como tal puede ser utilizada en un sentido o en otro. En este artículo, repasamos algunas de las más recientes tecnologías y su impacto en la libertad. En definitiva, puede ser que la iniciativa de los emprendedores para desarrollar nuevas tecnologías y para reducir o bloquear los intentos de quienes quieran reducirla sea competitiva respecto a los que buscan lo contrario.

Vamos mal pero el futuro va a ser extraordinario; otra vez sobre el optimismo…. respecto a la tecnología

Más sobre el optimismo respecto al futuro y a la tecnología en un artículo publicado por Big Think con el título “Techno-optimism and the rule-of-threes: why the world will soon enter an era of mass flourishing”: https://bigthink.com/the-future/mass-flourishing-mark-mills/

Los puntos principales:

  • Las tecnologías maduras en los ámbitos de la información, las máquinas y los materiales están allanando el camino hacia una explosión en el progreso y la productividad humanos.
  • En este extracto del libro The Cloud Revolution, Mark Mills describe cómo las historias de «éxito de la noche a la mañana» como el iPhone se basan en realidad en tecnologías anteriores, que a menudo tardaron décadas en desarrollarse.
  • En última instancia, las revoluciones tecnológicas del tipo que estamos experimentando ahora traen mayor riqueza per cápita, mejor salud y bienestar, y más comodidades y ocio.

El nacimiento de George Jetson, de los Supersónicos. ¿La tecnología nos depara un futuro utópico o distópico?

No sé si se llamarán igual en todos los países, por aquí la serie era Los Supersónicos, algo así como la contracara de Los Picapiedras, en la que podíamos ver una sociedad del futuro con increíbles avances. Como con otros textos futuristas, muchos de los avances que allí aparecen no se han alcanzado todavía, y hasta parece amenazar un futuro distópico debido a la tecnología. En un interesante artículo de la revista digital Discourse, Adam Thierer quien es senior research fellow en el Mercatus Center de George Mason University, analiza el tema bajo el título “How Science Fiction Dystopianism Shapes the Debate over AI & Robotics”: https://www.discoursemagazine.com/culture-and-society/2022/07/26/how-science-fiction-dystopianism-shapes-the-debate-over-ai-robotics/

“George Jetson nacerá este año. No sabemos la fecha exacta del nacimiento de este personaje ficticio de dibujos animados, pero gracias a la hábil hermenéutica de Hanna-Barbera, el consenso parece ser en algún momento de 2022.

En el mismo episodio en el que conocemos la edad aproximada de George, también nos dan la buena noticia de que su esperanza de vida en el futuro es de 150 años. Fue una de las muchas formas en que The Jestons, a través de una caricatura para niños, representó un futuro mejor para la humanidad gracias a innovaciones emocionantes. Otro fue un robot útil llamado Rosie, junto con una serie de otras tecnologías automatizadas, incluido un automóvil volador, que facilitaron la vida de George y su familia.

Sin embargo, la mayoría de las representaciones ficticias de la tecnología actual no son tan optimistas como Los Supersónicos. De hecho, las concepciones públicas y políticas sobre la inteligencia artificial (IA) y la robótica en particular están fuertemente moldeadas por el implacable distopismo de las novelas, películas y programas de televisión de ciencia ficción modernos. Y estamos peor por ello.

La IA, el aprendizaje automático, la robótica y el poder de la ciencia computacional tienen el potencial de impulsar un crecimiento económico explosivo y transformar profundamente una amplia gama de sectores, al tiempo que brindan a la humanidad innumerables mejoras tecnológicas en medicina y atención médica, servicios financieros, transporte, venta minorista, agricultura, entretenimiento, energía, aviación, industria automotriz y muchos otros. De hecho, estas tecnologías ya están profundamente arraigadas en estas y otras industrias y marcan una gran diferencia.

Pero ese progreso podría ralentizarse y, en muchos casos, incluso detenerse si la política pública está moldeada por una mentalidad basada en el principio de precaución que impone una regulación estricta basada en los peores escenarios hipotéticos. Desafortunadamente, el distopismo persistente que se encuentra en las representaciones de ciencia ficción de la IA y la robótica condiciona el terreno para los debates de política pública, al mismo tiempo que desvía la atención de algunos de los problemas más reales e inmediatos que rodean a estas tecnologías.”

Ciencia, tecnología y valores: un nuevo número de Social Philosophy and Policy

Un nuevo número de la muy interesante revista académica Social Philosophy and Policy comienza con un artículo introductorio de David Schmidtz, de quien siempre vale la pena leer lo que escribe. Se titula  SCIENCE, TECHNOLOGY, AND VALUE: https://www.cambridge.org/core/journals/social-philosophy-and-policy/article/science-technology-and-value/967104F2724B7E31FF0075A25BFAACFF

Este es el contenido del número:

 

PICKING OUR POISON: A CONDITIONAL DEFENSE OF GEOENGINEERING

Christopher Freiman

PUBLIC TRUST AND BIOTECH INNOVATION: A THEORY OF TRUSTWORTHY REGULATION OF (SCARY!) TECHNOLOGY

Clark Wolf

TWO MODELS OF INFORMED CONSENT

Lynn A. Jansen

WHAT DO EXPERTS KNOW?

Iskra Fileva

THE FOG OF DEBATE

Nathan Ballantyne

ALGORITHMIC ACCOUNTABILITY IN THE MAKING

Deborah G. Johnson

THE TECHNOLOGY OF PUBLIC SHAMING

Harrison Frye

THE VALUE OF JUSTICE-INVOLVED YOUTH: ACCOUNTABILITY THROUGH TECHNOLOGY-DRIVEN POLICIES AND PRACTICES

Sally Stevens

TECHNOLOGY AND TRANSITIONAL JUSTICE

Colleen Murphy

URBAN PLANNING AND URBAN VALUES: A JACOBSIAN ANALYSIS

Sanford Ikeda

CULTURAL VALUE AND EVOLVING TECHNOLOGIES: INSTANCES FROM MUSIC AND VISUAL ART

Daniel Asia, Robert Edward Gordon

THE PERPETUAL STRUGGLE: HOW THE COEVOLUTION OF HIERARCHY AND RESISTANCE DRIVES THE EVOLUTION OF MORALITY AND INSTITUTIONS

Allen Buchanan

THE PREHISTORIC ORIGINS OF EUROPEAN ECONOMIC INTEGRATION

George Grantham

Alerta en la Pampa: se vienen las granjas de «carne cultivada», que también crece en Argentina

Atentos los fans del asado y la producción de carnes, se viene la “carne cultivada”. Esto comenta Ronald Bailey en un artículo titulado “The Slaughter-Free Future of Cultured Meats: Real factories are beginning to replace factory farms: https://reason.com/2022/05/26/the-slaughter-free-future-of-cultured-meats/

Diremos que nada como una buena vaca pastoreando en la Pampa, es verdad, pero más vale estar alertas al desafío que se viene:

“GOOD Meat, la división de carne cultivada de Eat Just Inc. acaba de anunciar que ha contratado a la empresa de construcción de biorreactores ABEC para construir una instalación de carne cultivada a gran escala en los Estados Unidos. Cuando estén operativas, las cubas gigantes de la fábrica producirán 30 millones de libras de carne de pollo y de res al año. La compañía nutre músculo animal real y células grasas en un medio de crecimiento derivado de plantas y levaduras. Su pollo cultivado ya se vende en Singapur.

Suponiendo que la compañía cultive 15 millones de libras de cada carne, eso sería suficiente pollo y carne de res para alimentar a 150 000 y 250 000 estadounidenses, respectivamente. Esa cantidad de carne cultivada también significaría 6 millones menos de pollos y 20,000 vacas menos que tendrían que sacrificarse cada año.”

A pesar de que haya tanta producción de carnes en Argentina, también crece esto aquí: https://www.iproup.com/innovacion/31678-que-son-los-alimentos-plant-based-y-por-que-argentina-es-potencia

Una discusión que, por ahora, no parece terminar: el papel de las patentes en la innovación

El tema de las patentes siempre ha sido difícil y complicado. Pareciera que no podemos ofrecer un sistema ideal para hacer frente al carácter “público” de las ideas e innovaciones, y todo lo posible se limita a sistema que, por supuesto, tienen claras imperfecciones. Mucho se ha escrito al respecto y mucho más se escribirá. En un ensayo, que es la introducción a un libro y se titula THE BATTLE OVER PATENTS: HISTORY AND THE POLITICS OF INNOVATION, Stephen H. Haber, de Stanford, y Naomi R. Lamoreaux de Yale, lo tratan: Working Paper 28774: http://www.nber.org/papers/w28774

“Este ensayo es la introducción a un libro del mismo título, próximo a publicarse en el verano de 2021 de Oxford University Press. El propósito es documentar las formas en que los sistemas de patentes son productos de las batallas por el excedente económico de la innovación. Las características de estos sistemas toman forma a medida que los intereses en diferentes puntos de la cadena de producción buscan ventajas en cualquier forma que pueden, y en consecuencia, están llenos de imperfecciones. La pregunta histórica interesante es por qué los sistemas de patentes al estilo estadounidense con todas sus imperfecciones han llegado a dominar otros métodos de fomentar la actividad inventiva. Los ensayos en el libro sugieren que la creación de un comercio pero el derecho de propiedad temporal facilita la transferencia de conocimientos tecnológicos y, por lo tanto, fomenta una ecología descentralizada altamente productiva de inventores y empresas.”

Tal vez el día de mañana la tecnología permitirá generar un derecho de propiedad que no sea una creación legislativa. Mientras eso no suceda, la polémica seguirá.

¿Qué es el metaverso y cómo puede cambiar nuestras vidas? Ni idea, pero parece que así puede ser

Hay cosas que cuesta entender, y lo peor es que uno sospecha que van a cambiar el mundo que vivimos de una forma u otra. Una de ellas es el “metaverso”. No es fácil comprender qué es. Un mundo virtual, pero no sólo eso, también conectado con el mundo real. En fin, supongo que lo mismo pasaba con Internet hace 40 años. En una nota publicada por la consultora McKinsey “What is the metaverse—and what does it mean for business?”, Mina Alaghband entrevista a Cathy Hackl, presentada como “tech futurist and metaverse expert”. https://www.mckinsey.com/business-functions/mckinsey-digital/our-insights/what-is-the-metaverse-and-what-does-it-mean-for-business

A ver si nos ayuda a entender, así comienza:

“Cathy Hackl: Creo que es importante señalar que en realidad no existe una definición acordada en este momento. Todas las mañanas, se ha convertido en un ritual, voy al diccionario Merriam-Webster y escribo la palabra metaverso. Y todos los días dice que esta palabra no está en el diccionario.

Pero si tuviéramos que definirlo, tiendo a tener una visión bastante amplia de lo que es el metaverso. Creo que es una convergencia de nuestras vidas físicas y digitales. Son nuestros estilos de vida digitales, que hemos estado viviendo en teléfonos o computadoras, poniéndose lentamente al día con nuestras vidas físicas de alguna manera, para lograr una convergencia total. Está habilitado por muchas tecnologías diferentes, como AR [realidad aumentada] y VR [realidad virtual], que son en las que la mayoría de la gente tiende a pensar. Pero no son los únicos puntos de entrada. También está la cadena de bloques, que es un componente importante, está la 5G, la computación perimetral y muchas, muchas otras tecnologías.

Para mí, el metaverso también se trata de nuestra identidad y propiedad digital. Se trata de una nueva extensión de la creatividad humana en algunos aspectos. Pero no va a ser como si un día nos despertáramos y exclamáramos: «¡El metaverso está aquí!» Va a ser una evolución.

Mina Alaghband: ¿Puedes pintarnos una imagen más específica? Por ejemplo, ¿cómo sería la vida de una mujer joven en el metaverso dentro de diez años?

Cathy Hackl: Imagino que se despierta y comienza su rutina matutina gracias a su asesor de voz. Ella va a su armario y mira su versión volumétrica de sí misma, que es como un avatar u holograma de sí misma, y ​​comienza a probarse ropa virtualmente usando esa versión volumétrica de sí misma que tiene todas sus medidas, y luego selecciona lo que se va a poner. ese día. Y la ropa real que luego se pone en su yo físico tiene un componente digital. Puede modificar el aspecto de su atuendo dependiendo de con quién esté virtualmente, o tal vez su lápiz labial tenga nanopartículas hápticas digitales incrustadas para que pueda saludar a su pareja que está de viaje en otro país y sentir su abrazo.

Gran parte de lo que hemos leído sobre el metaverso de la ciencia ficción ha sido bastante distópico, pero creo que debemos imaginar cómo se verá para que podamos construir una visión más positiva del futuro. No queremos escapar de la realidad, sino abrazarla y aumentarla con contenido y experiencias virtuales que pueden hacer las cosas más satisfactorias y hacernos sentir más conectados con nuestros seres queridos, más productivos en el trabajo y personas más felices.”

¿Qué explica el crecimiento del Estado durante el siglo XX? ¿La democracia, las ideas, el lobby? ¿La tecnología?

¿Por qué ha crecido tanto el tamaño del Estado a partir del siglo XX? Antes, no había estados que absorbieran más de 10 puntos del PIB. Sin embargo, hoy, en los países más ricos ese porcentaje está por arriba del 25% y en algunos casos hasta del 40%. ¿A qué se debe ese cambio?

Hace muchos años ya tuve la oportunidad de visitar a Gordon Tullock, y cuando salió este tema me dio un artículo de su autoría, que luego tradujimos y publicamos en la revista Libertas: https://www.eseade.edu.ar/wp-content/uploads/2016/08/Tullock-Gordon.pdf

La discusión acerca de las causas de ese crecimiento sigue abierta. Unos años después, Tyler Cowen, profesor de George Mason University, presenta un paper en una reunión de la Mont Pelerin Society, sobre ese mismo tema y agrega una hipótesis más: la tecnología. http://www.bcaplan.com/Cowentech.pdf

Básicamente, el punto es que de la misma forma en que la tecnología del transporte, las comunicaciones y otras, facilitaron el crecimiento del tamaño de las empresas, también lo hicieron con el tamaño del estado.

Yo suelo ser optimista respecto al impacto de la tecnología en la libertad pero habrá que tener en cuenta estos argumentos. Así dice Cowen:

“A menudo escucho argumentar que las nuevas tecnologías traerán mayores posibilidades para la libertad. Por ejemplo, ciberespacio, tecnologías para el anonimato en línea y genética, algún día, la ingeniería podrían desfavorecer al gran gobierno (Friedman 2008). Habiendo dicho esto, las tecnologías futuras y sus efectos han sido notoriamente difíciles de predecir en el pasado. Por lo tanto, debemos ser cautelosos al sacar conclusiones aquí.

Otros sostienen que una mayor competencia entre los gobiernos ha traído una mayor libertad para el mundo, o traerá mayor libertad en el futuro (McKenzie y Lee 1991). Escuchamos cómo los movimientos de capital más libres imponen disciplina a los gobiernos y los obligan a instituir mejores políticas. A medida que los recursos se vuelven más móviles con el tiempo, podríamos esperar que tales restricciones produzcan más libertad a largo plazo.

Tales hipótesis, sin embargo, no encuentran apoyo en los datos. La evidencia muestra que las pequeñas economías abiertas tienden a ser más intervencionistas que más libres (Rodrik 1998). Cuanto más abierta es la economía, más riesgos enfrentan las personas por las perturbaciones de mercados mundiales más grandes. Estos ciudadanos tienden a favorecer una mayor intervención del gobierno, no menos, para protegerse contra esos riesgos. A medida que avanza la historia, vemos más ejemplos anecdóticos para apoyar este resultado estadístico general. Los mercados globales han castigado a muchos países más pobres, como Argentina o Indonesia, por sus malas políticas intervencionistas. A menudo, el resultado final es más intervención del gobierno, no menos.

Canadá es una economía más «abierta» que Estados Unidos, pero típicamente tiene una mayor ntervención gubernamental y mayores niveles de gasto público. En los países nórdicos las economías son muy abiertas y tienen mucho gasto público, aunque también tienen una mano reguladora relativamente ligera.

Más tecnología no necesita deshacer la politización de las sociedades. Las tecnologías futuras pueden aumentar o disminuir el papel del gobierno en la sociedad, pero si la historia muestra lo que pasa es que no debemos descuidar la tecnología para entender el cambio de un viejo equilibrio político a uno nuevo.”

Dilemas éticos que generan las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial. Pero la solución no es que el Estado regule

Las nuevas tecnologías plantean temas éticos y dilemas acerca de su impacto. Aquí un interesante artículo de Ryan Kuhrana, del Institute for Advanced Prosperity, en relación a la Inteligencia Artificial:

 

“La comunidad de investigación está mejor preparada para dar forma a lo que se desarrolla y en qué capacidad puede ser utilizada por una variedad de actores.

La ética de la inteligencia artificial es mejor dejarla a los investigadores

En el Día de San Valentín 2019, OpenAI, una importante organización sin fines de lucro dedicada a la investigación en inteligencia artificial, publicó los resultados de su último trabajo, GPT-2, que prometió un avance significativo en la generación de lenguaje de AI. El modelo de inteligencia artificial, creado a partir de un enfoque llamado «Transformador», que Google fue pionero solo unos años antes, fue capaz de generar respuestas coherentes y extensas a las preguntas. Una de estas respuestas, en la que el modelo generó una noticia falsa sobre el robo en una tienda de Miley Cyrus, reveló una desconcertante aplicación dado el clima político tan difícil. Ante el temor de que su tecnología se utilizara para difundir noticias falsas, OpenAI declaró que no divulgarían el conjunto de datos o el modelo capacitado.

 

Su decisión condujo a la burla de muchos en la comunidad de investigación de Amnistía Internacional por su falta de respeto a las normas de investigación, y algunos afirmaron que suspender la investigación era un medio para generar publicidad en los medios de comunicación. Y hubo exageraciones, con profecías de «AI doom» de la prensa convencional, que criticaron la tecnología por su amenaza a la democracia. Sin embargo, ni la actitud desdeñosa ni la sensacionalista captan realmente la importancia de la decisión de OpenAI. Dado que los responsables de las políticas se mueven demasiado lentamente para regular adecuadamente las nuevas tecnologías, la responsabilidad de este tipo de decisiones éticas debe recaer en los investigadores.

 

Si bien es impresionante, el GPT-2 no es un alejamiento radical de las tendencias normales y esperadas en el subcampo de AI llamado procesamiento en lenguaje natural (PNL). Ya, los sistemas de Alibaba y Stanford han superado los puntos de referencia anteriores de GLUE, uno de los portadores estándar de la PNL, desde el lanzamiento de GPT-2. Su innovación surgió principalmente del tamaño y la diversidad del conjunto de datos en los que se formó la IA: un conjunto de datos de 45 millones de páginas web llamado WebText extraído de los enlaces en Reddit. Este tamaño y diversidad permitieron que el modelo entrenado se desempeñara bien en una variedad de contextos, como comprensión de lectura, traducción y resumen de texto. La mayoría de los desarrollos anteriores, al menos en el idioma inglés, se han desarrollado para tareas especializadas.

 

Sin embargo, restringir el acceso al conjunto de datos y al modelo entrenado no impedirá que se desarrolle un avance similar de forma independiente porque este es un desarrollo normal. Aumentará ligeramente el costo, ya que el trabajo requiere muchos recursos tanto en términos de tiempo como de cómputo, lo que es una barrera leve pero no insuperable.

El texto completo en: https://www.libertarianism.org/building-tomorrow/ethics-artificial-intelligence-best-left-researchers