¿Detectamos a quienes son confiables y cooperadores, o no, simplemente mirando su cara?

Si vamos a cooperar con los demás, tenemos que poder detectar a aquellas personas que no van a actuar en forma recíproca. Parece que es ésta una capacidad que hemos heredado del largo proceso de evolución biológica, una de fundamental importancia para poder determinar en poco tiempo si aquella persona con que me encuentro es cooperador o depredador.

Éste es precisamente el tema que trata el artículo “Can people detect the trustworthiness of strangers based on their facial appearance?” Los autores son Bastian Jaeger (Vrije Universiteit Amsterdam), Bastiaan Oud (University of Zurich), Tony Williams (University of Zurich ), Eva G. Krumhuber (University College London), Ernst Fehr (University of Zurich), y Jan B. Engelmann (University of Amsterdam). Evolution and Human Behavior: https://doi.org/10.1016/j.evolhumbehav.2022.04.004

 

“Aunque la cooperación puede conducir a resultados mutuamente beneficiosos, las acciones cooperativas solo dan resultado para el individuo si se puede confiar en que los demás también cooperen. Por lo tanto, identificar socios de interacción confiables es un desafío central en la vida social humana. ¿Cómo se enfrenta la gente a este desafío? El trabajo previo sugiere que las personas confían en la apariencia facial para juzgar la confiabilidad de los extraños. Sin embargo, la cuestión de si estos juicios son realmente precisos sigue siendo objeto de debate. La presente investigación examina la precisión en la detección de confiabilidad de rostros y tres moderadores propuestos por investigaciones anteriores. Investigamos si las personas muestran una precisión por encima del azar (a) cuando toman decisiones de confianza y cuando brindan calificaciones explícitas de confiabilidad, (b) al juzgar a sus contrapartes masculinas y femeninas, y (c) al calificar imágenes recortadas (sin rasgos no faciales). ) e imágenes sin recortar. Dos estudios mostraron que las decisiones de confianza incentivadas (Estudio 1, n = 131 estudiantes universitarios) y las predicciones de confiabilidad incentivadas (Estudio 2, n = 266 estudiantes universitarios) no estaban relacionadas con la confiabilidad real de las contrapartes. La precisión no fue moderada por el tipo de estímulo (rostros recortados frente a no recortados) o el género de las contrapartes. En general, estos hallazgos sugieren que las personas no pueden detectar la confiabilidad de los extraños en función de su apariencia facial, cuando esta es la única información disponible para ellos.”

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